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LA IMPUTACIÓN OBJETIVA EN ACCIDENTES DE TRANSITO

Esta teoría nace de la mano de los grandes juristas alemanes. Ya que la precursora de la
actual teoría de la imputación objetiva se apunta a la filosofía idealista del Derecho de
Hegel. Ya que dicho concepto que fue desarrollado por la escuela Hegeliana trataba de
imputar al sujeto de la multiplicidad de varios nexos causales, únicamente aquellos que
podrían ser considerados como el resultado de su propio actuar, describiéndolo así como
la configuración del mundo por medio del sujeto.

La teoría de la imputación objetiva es el medio por el cual podemos interpretar y aplicar


las diferentes normas penales existentes en cada uno de los distintos casos, o los casos
en concreto. Así mismo lo podríamos considerarlo como aquel conjunto de reglas que
nos van a permiten realizar de una manera más predecible el estudio de las distintas
normas penales, delimitando el alcance de algunas conductas como pudieren ser las
dolosas o las culposas. Como un claro ejemplo, podríamos decir que un automovilista al
conducir su automóvil correctamente, considerando el deber de cuidado y el sobre todo
el principio de confianza, esto nos demostraría la creencia de que en nuestra sociedad
todas las personas respetamos las diversas reglas existentes para así evitar riesgos o
accidentes, como podrían ser atropellar y matar a un ser humano en un accidente; y
causar daños a los bienes que sean de propiedad privada y también podrían ser los
bienes de uso público.

Como un principio general de la teoría de la imputación objetiva el hecho de que las


acciones de los hombres puede crear un riesgo jurídicamente desvalorado y éste obtenga
un resultado. Por consiguiente, se necesitará la comprobación de elementos como:

a. Que la acción ha podido crear un riesgo


b. Que dicho riesgo es jurídicamente desvalorado
c. Y que se ha configurado en la elaboración del resultado típico. (Valverde, 2010)

Para la comprensión de la imputación objetiva parte de uno de los enunciados


preceptuados por Roxin el que sostiene que la imputación al tipo objetivo presupone la
realización de un peligro creado por el autor y no cubierto por un riesgo permitido
dentro del alcance del tipo. (Roxin, 2002)

Podríamos expresar que si en un accidente se llegara a comprobar que el conductor


acató de manera correcta las reglas de tránsito y si se llegara producir la muerte de
alguna víctima, porque esta persona incremento su nivel de riesgo ya sea encontrándose
en un estado de embriaguez, hablando por celular o este cruzó el semáforo sin ningún
tipo de precaución y este se encontraba en rojo, este hecho no se le puede
responsabilizar del todo a la persona que se encontraba como el conductor del
automóvil.

Mientras tanto la doctrina ha establecido dos grandes principios que establecen la


columna vertebral de la imputación y se refiere a:

1. El resultado causado por el agente sólo se puede imputar al tipo objetivo si la


conducta del autor ha creado un peligro para el bien jurídico no cubierto por un
riesgo permitido y ese peligro también se ha realizado en el resultado concreto.
2. Cuando el resultado se presenta como realización de un peligro creado por el
autor, por regla general es imputable, de modo que se cumple el tipo objetivo.

Además se puede decir que la imputación al tipo objetivo admite la existencia o la


realización de algún tipo de peligro que sea creado por el autor y no cubierto por un
riesgo que se encuentren dentro del alcance del tipo. En esta teoría de la imputación
objetiva procura comprobar la causalidad jurídica, realizando una serie de criterios
normativos, que son descritos en la fórmula: “que un resultado  solo es
objetivamente imputable, cuando la acción que fue la causante del mismo ha creado
un riesgo que jurídicamente es desaprobado y que se ha verificado en un resultado
típico, que corresponda al ámbito de protección de la norma que fue infringida.
(Romero Sachez, 2009, pág. 196)

Otros autores como Fernando Castillo nos explica que utiliza la imputación objetiva
utiliza la fórmula básica: “Un resultado es objetivamente imputable, cuando el autor
ha creado un riesgo relevante, el cual se realiza en el resultado típico en su
configuración concreta.” (Castillo, 2003, págs. 101-102)

Dentro de la doctrina podemos encontrar a autores como Roxin a quien se le puede


considerar como el máximo representante de la teoría de la imputación objetiva que se
encuentra vinculada al “principio de riesgo”, sintetizando esta teoría como, “aquel
resultado que es causado por el sujeto, sólo debe ser imputado al causante como su obra
y sólo si se cumple el tipo objetivo cuando el proceder del autor haya creado un riesgo
no permitido para el objeto de acción, cuando el riesgo se haya realizado en el resultado
concreto, y cuando el resultado se encuentre dentro del alcance del tipo.

Con lo que respecta a la teoría de la imputación objetiva, nos manifiesta que la


delimitación debe sujetarse a si el producto o resultado ocasionado ha sido alcanzado
por la ejecución de un riesgo que fue creado por el autor y no comprendido por el
peligro permitido.

Roxin nos manifiesta que, hay que se debe “comprobar que el resultado es la obra del
autor”. (Fernández, 2008, págs. 2-3)

El mismo Roxin fue quien propuso una serie de criterios normativos, cuyo denominador
común se encuentra en lo que viene siendo el “principio de riesgo”, el tema se basa en
establecer si la conducta del autor pudo crear o no un riesgo que sea jurídicamente
relevante de lesión típica de un bien jurídico en correlación con el resultado.

a) Disminución del riesgo.- es un criterio por el cual se puede llegar a negarse la


imputación objetiva en los casos de desviación de un resultado grave, que haya
llevado a producir uno leve
b) Creación de un riesgo jurídico-penalmente relevante o no permitido.- Se
puede proceder a negar la imputación objetiva cuando la acción no ha creado el
peligro significativo de una lesión al bien jurídico.
c) Aumento del riesgo permitido.- Se procede negar la imputación objetiva
cuando el proceder del autor no ha llegado a significar una elevación del peligro
o riesgo permitido porque la consecuencia se hubiera producido, aunque el autor
hubiera procedido con la debida diligencia.
d) Ámbito de aplicación de la norma.- nos permite solucionar los casos en los
que el autor ha creado o ya sea que ha incrementado un riesgo que origine un
resultado que sea lesivo, éste no debe ser atribuido al no haberse emanado dentro
del ámbito de protección de las normas, esto quiere decir que el resultado no era
el que la norma quería evitar. (Fernández, 2008, pág. 3)
Bibliografía
Castillo, F. (2003). Causalidad e imputación del resultado (1ra ed.). San José, Costa Rica:
Juritexto.

Fernández, G. V. (27 de Mayo de 2008). LA IMPUTACIÓN OBJETIVA: FUNDAMENTO Y


CONSECUENCIAS. Derecho penal/Artículos, 3-4. Obtenido de
https://www.unifr.ch/ddp1/derechopenal/articulos/a_20080527_35.pdf

Larrauri, E. (2002). Introducción a la imputación objetiva. En la Imputación objetiva y


antijuricidad. En Estudios de Derecho Penal (pág. 102). Editorial Jurídica Bolivariana.

Romero Sachez, R. C. (2009). Derecho Penal. Aspectos teóricos y prácticos. San José, Costa Rica:
Juricentro.

Roxin. (2002). La imputación al tipo objetivo. En la Imputación objetiva y antijuricidad. En


Estudios de Derecho Penal (págs. 134-135). Panama: Jurídica Bolivariana.

Valverde, A. A. (18 de Julio de 2010). Derecho Penal Online. Obtenido de Derecho Penal Online:
https://derechopenalonline.com/la-teoria-de-la-imputacion-objetiva-en-el-derecho-
penal/

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