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IMPUTACION objetiva es la atribución de una acción a un resultado, cuando esa acción

crea un peligro no permitido o jurídicamente desaprobado, siendo dicho resultado correlato


lógico del riesgo creado, es decir, de la concreción de dicho peligro. En virtud de esto, sólo
puede imputarse objetivamente un resultado delictivo a una acción que crea un riesgo que
se encuentra al menos potencialmente dentro de la esfera de la acción realizada (vgr. si
una persona empuja a otra levemente y por encontrarse el suelo mojado se cae y muere al
darse contra el suelo, el resultado de muerte no es objetivamente imputable a la acción de
empujar levemente; por el contrario, la muerte si sería un resultado imputable
objetivamente a una acción que consistiera en un fortísimo empujón en la cabeza de otra
persona para golpearle contra una pared).

La Jurisprudencia reiterada del Tribunal Supremo sostiene que la relación entre la acción y
el resultado en delitos de lesión no debe limitarse, únicamente, al estudio de la causalidad
natural de acuerdo a la teoría de la conditio sine qua non (lo que es causa de la causa es
causa del mal causado), sino que depende de la posibilidad de la imputación objetiva del
resultado de la acción llevada a cabo por el sujeto. En este sentido, sin causalidad no
puede afirmarse la imputación objetiva.

MPUTACIÓN OBJETIVAIMPUTACIÓN OBJETIVA Se denomina imputación objetiva a aquella que


delimita la responsabilidad penal por un resultado ya en el tipo objetivo. La fórmula básica que
utiliza la imputación objetiva es la siguiente: "Un resultado es objetivamente imputable,
cuando el autor ha creado un riesgo no permitido, el cual se realiza en el resultado típico en su
configuración concreta y se encuentra dentro del ámbito de protección de la norma".

Imputación objetiva
A continuación se expondrán aspectos relevantes de los alcances de la imputación, así como
diversos puntos de vista de lo que consiste ésta teoría.
Es aceptada como principio general de imputación objetiva el que la acción humana haya
creado un riesgo jurídicamente desvalorado y ésta se haya realizado en el resultado. Ello
requiere, por consiguiente, la comprobación de: a) la acción ha creado un riesgo (en el
sentido de la equivalencia de condiciones): b) este riesgo es jurídicamente desvalorado; c)
se ha plasmado en la realización del resultado típico. (Larrauri, op.cit, p. 86).
La teoría de la imputación objetiva se ocupa de la determinación de las propiedades
objetivas y generales de un comportamiento imputable, siendo así que, de los conceptos a
desarrollar aquí en la parte especial, si acaso se menciona expresa o implícitamente, la
causalidad. Desde luego, no todos los conceptos de la atribución objetiva gozan de la misma
importancia en la parte especial. En concreto, los problemas de causalidad afectan en la
práctica sólo a los delitos de resultado en sentido estricto. Especialmente en los delitos de
resultado surge la necesidad de desarrollar reglas generales de imputación objetiva, por el
siguiente motivo: la ley menciona sólo la causación de un resultado, pero esta causación
sólo puede bastar si es jurídicamente esencial. El carácter esencial falta no sólo cuando se
pone de manifiesto, en relación con el tipo subjetivo, que el resultado no era subjetivamente
evitable sino falta ya cuando el autor no es responsable de aquello a lo que da lugar.
Ejemplo: El organizador de una verbena no es responsable de las diversas infracciones
penales que tengan en su lugar en su transcurso (tráfico de drogas, lesiones, injurias,
conducción en estado de embriaguez, salida de establecimientos de hostelería sin pagar las
consumiciones), o al menos no responsable ya por el mero hecho de haber organizado la
verbena. (Jakobs, op.cit, p. 98).
La cuestión jurídica fundamental no consiste en la comprobación del nexo causal en sí, sino
en establecer los criterios conforme a los cuáles queremos imputar determinado resultado a
una persona. Sólo es objetivamente imputable un resultado causado por una acción
humana, cuando dicha acción ha creado un peligro jurídicamente desaprobado que se ha
realizado en el resultado típico. (Berdugo, op. cit, p. 200).
La imputación objetiva del resultado es un requisito implícito del tipo (en su parte objetiva)
en los delitos de resultado para que se atribuya jurídicamente el resultado y haya por tanto
consumación. (Luzón Peña, p. 376).
La teoría de la imputación objetiva procura confirmar la causalidad jurídica, mediante una
serie de criterios normativos, descritos en la siguiente fórmula: un resultado solo es
objetivamente imputable, cuando la acción causante del mismo ha creado un riesgo
jurídicamente desaprobado (o típicamente relevante) que se ha realizado en un resultado
típico, que pertenezca al ámbito o fin de protección de la norma infringida. (Romero
Sánchez et al, 2009, p. 196).
Sólo es objetivamente imputable un resultado causado por una acción humana (en el
sentido de la teoría de la condición) cuando dicha acción ha creado un peligro
jurídicamente desaprobado que se ha realizado en el resultado típico. (Jescheck, 2002, p.
171).
Se denomina imputación objetiva a aquella que delimita la responsabilidad penal por un
resultado ya en el tipo objetivo.
La fórmula básica que utiliza la imputación objetiva es la siguiente:
"Un resultado es objetivamente imputable, cuando el autor ha creado un riesgo relevante,
el cual se realiza en el resultado típico en su configuración concreta.".
De acuerdo con ésta fórmula, para que pueda imputarse al autor el resultado
objetivamente, es necesario que, de manera objetiva y ex ante, pueda fundamentarse y
establecerse en ese comportamiento un riesgo típicamente relevante y que ese riesgo se
haya realizado en el resultado típico efectivamente producido. Para responder por el delito
consumado de resultado, es necesario, entonces, un primer juicio para determinar ex
ante sí la acción del autor ha creado un riesgo típico o ha elevado el riesgo existente para el
bien jurídico tutelado. Ese peligro, que se determina ex ante se establece conforme al
criterio de un observador objetivo, el cual debe colocarse en la situación del sujeto que
actúa, y que todos su conocimiento y posibilidades de actuación (criterio general normativo
social). Una segunda valoración se hace ex post, después de ocurrido el resultado y con ellas
se determina si el resultado típico realizado en la concretización del riesgo típico y
jurídicamente relevante, creado por la acción del resultado. (Castillo, 2003, págs. 101-102).
Hoy día existe unanimidad en la dogmática penal es que la verificación de un nexo causal
entre acción y resultado no es suficiente para imputar ese resultado al autor de la acción. En
el proceso de depuración y selección de los factores causales jurídicamente relevantes se
impone la utilización de criterios normativos extraídos de la propia naturaleza del Derecho
Penal, ya en el plano objetivo delimitar la parte de la causalidad jurídicamente
relevante. (Muñoz Conde, 2002, págs. 268-269).
Para la afirmación de la parte objetiva del tipo, en los delitos que exigen la producción del
resultado separado, no es suficiente que una conducta creada de un riesgo típicamente
relevante cause materialmente el resultado típico. Es necesario, además que el resultado
causado pueda verse como realización del riesgo precisamente inherente a la conducta.
Además de la relación de causalidad es necesaria pues una relación de riesgo entre la
conducta y el resultado. De ello se sigue, pues que también debe negarse la imputación
objetiva de un resultado cuando, pese a haber sido causado por una conducta que creó un
riesgo típicamente relevante no supone la realización de este riesgo, sino de otro factor.
Ejemplo: alguien dispara sobre otro con ánimo homicida y lo hiere de tal forma que hubiera
muerto a consecuencia de ello de no haber sido intervenido quirúrgicamente a
continuación; sin embargo en la operación se utiliza un bisturí infectado que determina una
infección que lleva a la muerte del paciente. (Mir Puig, 2002, p. 77).
La teoría de la imputación objetiva representa una evolución necesaria de los principios de
imputación penal que habían sido trazados primero solo para la teoría de la equivalencia y
después para la teoría de la adecuación. También constituye la única clave para enfrentar
un gran número de casos problemáticos que se presentan en la actualidad, entre los cuales
se presenta como ejemplo más moderno, la trasferencia al extranjero de dineros
provenientes de actividades ilícitas realizadas a través de Bancos. Naturalmente con la
teoría de la imputación objetiva, no serán ya resueltas cuestiones de fondo tales como el
alcance del fin de protección de la norma de cuidado, sino que sólo serán identificadas
como un planteamiento relevante para la realización del tipo. Pero ello, ya constituye una
progreso dogmático, significativo que nos ha concedido la teoría de la imputación
objetiva. (Schünemann, op, cit, p. 209).
La imputación objetiva puede ser aplicada a:
 Delitos de resultado.
 Delitos de peligro.
 Delitos de acción.
 Delitos de omisión.
 Delitos culposos.
 Delitos dolosos.
 Delitos consumados.
 Delitos tentados. (Vargas González et al, op.cit, p. 81).
Estructura de la imputación objetiva
Los elementos que forman parte de la estructura de la imputación objetiva:
 Si el autor ha creado un peligro jurídicamente relevante.
 Si el peligro creado ha tenido ejecución en el resultado típico y si se ha realizado en él.
(Castillo, op, cit. p.103).
En la doctrina se ha establecido dos grandes principios que constituyen la columna
vertebral de la imputación que son:
a) Un resultado causado por el agente sólo se puede imputar al tipo objetivo si la conducta
del autor ha creado un peligro para el bien jurídico no cubierto por un riesgo permitido y
ese peligro también se ha realizado en el resultado concreto.
b) Si el resultado se presenta como realización de un peligro creado por el autor, por regla
general es imputable, de modo que se cumple el tipo objetivo.
Se puede decir que la imputación al tipo objetivo presupone la realización de un peligro
creado por el autor y no cubierto por un riesgo permitido dentro del alcance del
tipo. (Roxin, 2002, págs. 134-135).
En igual sentido a lo anteriormente indicado, todos los autores coinciden en la existencia de
dos criterios básicos, que son:
1. Creación de un riesgo jurídicamente desaprobado.
2. Realización del riesgo jurídicamente desaprobado en el resultado.

La creación de riesgo jurídicamente relevante


La doctrina ha elaborado una serie de criterios adicionales al principio del riesgo con el
objeto de resolver los distintos grupos de casos que permitan la relación natural de
causalidad.
Los criterios son:
 La creación del riesgo no permitido.
 Aumento o falta de aumento del riesgo permitido.
 La producción del resultado dentro del fin o esfera de protección de la norma
infringida.
El primer criterio hace referencia que un resultado sólo es imputable si la acción del autor
ha creado un riesgo jurídicamente relevante de lesión de un bien jurídico.
El grupo de casos referentes a cursos causales irregulares, enviar a una persona a pasear al
bosque un día de tormenta, recomendar al tío a viajar en un vuelo charter, etc, se resuelve
por ésta vía, se resuelven por ésta vía. En todos ellos ha de negarse la imputación debido a
que el riesgo creado no está jurídicamente desaprobado. Una vez más, la falta de relevancia
penal de riesgo reside en la ausencia de capacidad de acción de pretender la producción del
resultado típico. El carácter aleatorio de estos procesos, la ínfima posibilidad de que esa
acción le siga el resultado, determina en la esfera de los delitos imprudentes la ausencia de
previsibilidad objetiva y en la de los dolosos la imposibilidad de controlar por el sujeto
activo la marcha del curso causal. Es obvio que dejaría de ser un curso si el sobrino sabía
que el avión en el que va a viajar su tío está averiado motivo del posterior accidente. En este
caso, el riesgo implícito en las acciones si es penalmente relevante. También se resuelven
los cursos causales complejos con causas preexistentes, simultáneas o sobrevenidas, cuando
puede afirmarse que el sujeto no creo el riesgo (no permitido) del resultado. En todos estos
casos el lesionado en riña muere en accidente de tránsito al ser trasladado al hospital, etc, el
resultado se produjo causalmente, pero no es jurídicamente imputable por la falta de
capacidad de la acción de pretender la producción del resultado típico. Caso distinto sería si
A lesiona a B a sabiendas de su hemofilia, aquí cabe imputar el resultado.
En relación con el segundo criterio la vida en sociedad supone la asunción de
ciertos riesgos de circular en automóvil por las carreteras, trabajar en centrales atómicas,
asumir que opera como causa de exculpación quién actúa típicamente en error de
prohibición, etc admitidos por la sociedad o por el ordenamiento jurídico.
Finalmente en lo concerniente al tercer criterio la imputación objetiva puede faltar si el
resultado queda fuera del ámbito de la esfera de protección de la norma. Por ejemplo: la
madre del peatón atropellado imprudentemente sufre un síncope al enterarse de la noticia
de su muerte. En este caso ¿la lesión será imputable a la conducta imprudente previa? ¿el
conductor deberá también responder por las lesiones? En este caso y otros supuestos
análogos, lo esencial es determinar si el fin protector del precepto infringido está destinado
a impedir la producción de las consecuencias directas lesivas para el bien jurídico o también
a evitar daños secundarios desencadenados por aquellos. En el caso propuesto, parecería
que el fin de protección de la prohibición penal del homicidio o lesione no incluye a
preservar a personas distintas del afectado de las repercusiones psíquicas del suceso. Cosa
distinta, serán las posibles responsabilidades civiles por los daños indirectos que deriven de
la producción del delito o falta. (Berdugo, op.cit, págs. 202-203).
Cuando el resultado producido no constituye la realización de un riesgo jurídicamente
desaprobado, no porque falte la realización de dicho riesgo, sino por faltar la creación
desaprobada del mismo, no cabe hablar de imputación objetiva.
En otras palabras, si falta la creación de un riesgo jurídicamente desaprobado es irrelevante
el requisito de la realización del riesgo en un resultado. Por ejemplo un avión que vuela de
acuerdo con todas las previsiones, sufre un percance y mueren varios de sus pasajeros. Pese
a darse un resultado lesivo no se configura la creación de un riesgo jurídicamente
desaprobado, ya que el transporte aéreo implica un riesgo que la sociedad está dispuesta a
tolerar a cambio de sus beneficios. Así como del accidente no ocurre por descuido, sino por
una cuestión fuera del control del hombre no se da una conducta jurídicamente
desaprobada. (Vargas González et al, op.cit, págs. 96-97).
Por otro lado se ha sostenido otros criterios para establecer la imputación objetiva. Dichos
criterios son los siguientes:
 Fin de protección de la norma lesionada.
 Riesgo general de vida y alcance del riesgo permitido.
 Libre y responsable autolesión y puesta en peligro, libre y voluntaria de la víctima.
 Autorresponsable intervención de un tercero.
 Disminución del riesgo. (Castillo, op, cit. p.103).
IMPUTACION SUBJETIVA

Y afirmar que un proceso constituye una conducta humana no es posible sólo


mediante la constatación de un riesgo típicamente relevante, sino que exige también
contar con la subjetividad del agente, con su potencialidad de conocer y querer. De
hecho, decimos en la vida ordinaria: «ha sido sin querer», como para eximirnos de
responsabilidad. Lo que estamos afirmando es que respecto a algún elemento de
nuestra conducta no podemos responder porque carecemos de control sobre lo
acontecido o desconocíamos algún aspecto relevante. Respecto a lo que no podemos
controlar, cfr. L.1. Centrémonos ahora en la otra faceta, la del conocer lo que
hacemos. Quien no conoce algo no responde de ese algo –cabría decir. De forma más
técnica diríamos: quien conoce que su conducta despliega un riesgo de los que la
norma pretende prevenir, y a pesar de ello actúa, obra con dolo. Valorar lo hecho
como doloso es objeto de la llamada «tipicidad subjetiva» o «imputación subjetiva».
La tipicidad subjetiva consiste en apreciar si el agente conoce lo que hace. Llegados a
este punto, conviene diferenciar entre conocer el riesgo de la conducta y conocer la
valoración jurídica de ese riesgo. En nuestras conductas el conocimiento de lo que
hacemos incluye de ordinario saber, tanto que efectuamos algo, como que ese algo es
bueno o malo, correcto o incorrecto, ajustado a Derecho o injusto. Pero que se den
habitualmente unidos ambos conocimientos no quita que se refieran a objetos
distintos: si se me permite la expresión, una cosa es conocer lo que se hace (que
muevo violentamente la mano contra la cara de alguien) y otra saber lo que se hace
(que ese movimiento está mal, es injusto). Esta distinción se halla en la base de la
clásica diferenciación entre conocimiento del hecho y conocimiento del Derecho, error
facti y error iuris, cuestiones de hecho y cuestiones de Derecho…, y que ha dado lugar
a las denominaciones más extendidas en la teoría del delito actual de error de
tipo y error de prohibición (o sobre la antijuricidad).
Lo que se constata en la tipicidad subjetiva es que el agente se ha representado (esto
es, ha conocido) el riesgo que despliega su conducta. Que además sepa que ello está
prohibido, no es objeto del dolo, de la tipicidad subjetiva, sino de la culpabilidad (L.10).
En definitiva, entendemos por dolo la representación por el agente del riesgo que
encierra su conducta.
Dicho conocimiento es algo que pertenece a la estricta subjetividad del agente, a la
cual el Derecho penal (y el proceso judicial) no puede acceder, porque la experiencia
subjetiva ajena no comparece ante nuestros sentidos directamente, sino sólo de
manera indirecta: es el propio agente el que nos tiene que referir lo que sabe, lo que
quiere, lo que desea (y aun entonces, cabe el error o que no sea cierto lo que dice).
Cabe también la posibilidad de que respecto a la experiencia subjetiva ajena
saquemos conclusiones inferidas de datos externos: lo que nosotros mismos hacemos
en casos semejantes, lo que cualquier persona de su condición, origen y
circunstancias haría en semejante ocasión. Así, de una persona que se encuentra
durante las horas de clase en un aula, inclinado sobre un papel, empuñando un
bolígrafo, y mirando fijamente a la pizarra, decimos sin dudar que está asistiendo a
clase y que conoce que está asistiendo a clase. De forma semejante, inferimos el dolo
en Derecho penal.
En efecto, la percepción del dolo, de la experiencia subjetiva, se infiere a partir de
datos de la experiencia que todos tenemos. En concreto, el dolo se evidencia a partir
de reglas de experiencia adquiridas en el cotidiano proceso de aprendizaje y
actualizadas en el momento del hecho, que permiten anticipar las consecuencias de
las propias acciones (cfr. Silva y Baldó). Veámoslo en C.31.

DELITOS MONETARIOS
CAPÍTULO I

Los delitos monetarios


1.- CONSIDERACIONES GENERALES
En este acápite de la criminalidad, subrayo que el Sistema Económico cuenta con una serie
de subsistemas, entre estos, no solo el Orden Financiero, ocupa un lugar de relevancia, pues
aparece también el "Orden Monetario, como bien jurídico- merecedor de tutela penal.
Una innovación en el CP de 1991 , tal como se declara en la Exposición de Motivos , cuando
se declara lo siguiente: Se traslada este Titulo las figuras ubicadas en el Código de 1924 bajo
el de Falsificación de Moneda e introduce algunos tipos legales relacionados con situaciones
que atentan contra el orden monetario establecido por la Propia Constitución Política .
Nuestra norma fundamental establece que la Ley determina el sistema monetario de la
República y que el Banco Central de Reserva cumple por delegación del Estado las tareas de
emitir billetes y acuñar monedas, además de regular la moneda, defender la estabilidad
monetaria y administrar las reservas internacionales.
La integridad, la credibilidad y confianza del sistema económico tiene que ver también con
el factor fiduciario , de que las monedas que circulen en todo el territorio nacional
corresponden al numerario que se indique en su soporte material y, lo más importante , que
a aquellos sean fidedignos, es decir, la represión penal se dirige fundamentalmente con
aquellas conductas que suponen la " falsificación de monedas y billetes". Comportamientos
desvaliosos que se cometen de forma habitual en el Perú, generando un clima de
desconfianza en el mercado cambiario, con los consiguientes perjuicios que ello reporta
para los agraviados directos.
En palabras de Fontán Balestra, las razones que sirvieron en la antigüedad y las que sirven
hoy para atribuir gravedad a ese delito, son bien distintas, pero ambas decisivas, apreciadas
con el criterio de sus respectivas épocas. Lo que antes fue delito de lesa majestad es hoy el
medio de asegurar la actividad transaccional y de intercambio, de la cual la moneda es el
elemento esencial. (1)
BIEN JURIDICO TUTELADO
En la actualidad nadie puede dudar que los medios de cambio y el dinero, como elementos
básicos del sistema monetario, evidencien su importancia en el marco de las relaciones de
mercado. En tal sentido, los comportamientos calificados como delictivos en el capítulo de
delitos monetarios , están encaminados a proteger principalmente, la estabilidad
económica , monetaria, de mercado y fiscal, en tal sentido, los bienes jurídicos protegidos
en los delitos monetarios, que por lo general son afectados , dependiendo de
su naturaleza nacional o internacional, se pueden esquematizar de la siguiente forma:
LA ESTABILIDAD ECONOMICA.- Fomentar la estabilidad económica consiste, en
cierta medida, en evitar crisis económicas y financieras, su permanencia en el mercado
permite enfrentar situaciones de alto riesgo. Las crisis pueden eliminar puestos de trabajo,
reducir drásticamente los ingresos y causar a los pueblos grandes penurias , ya sea dentro
del país o más allá de las fronteras, si es que la crisis económica se extiende.
La estabilidad económica también implica evitar oscilaciones pronunciadas en la actividad
económica, una inflación elevada y una excesiva volatilidad en los tipos de cambio y
los mercados financieros. Cualquiera de estas formas de inestabilidad puede agudizar la
incertidumbre, desalentar la inversión, impedir el crecimiento económico y deteriorar el
nivel de vida. La historia ha demostrado que la estabilidad monetaria es un factor
importante que determina la estabilidad económica, a su vez la apertura de una Nación a la
inversión privada y extranjera.
______________
1 Fontán Balestra, C. Derecho Penal. Parte Especial. Cit. P. 947
Un país que presenta vicios de inestabilidad monetaria, aparejado con índices
inflacionarios, no es un terreno atractivo para la inyección de capital. Por tales motivos, el
Estado debe promover y defender la estabilidad económica, evitar la vulnerabilidad de
la economía y velar por la estabilidad monetaria, para asegurar el bienestar social, es una
única forma de asegurar el progreso socioeconómico de un país. La seguridad de la
estabilidad de la moneda implica a su vez la seguridad de los inversores en el tráfico
comercial.
LA SEGURIDAD DEL TRAFICO MONETARIO.- La seguridad del tráfico monetario es
un aspecto importante de la estabilidad monetaria , por tal razón , ante la aparición de
grandes falsificaciones de moneda que alteran las situaciones económicas de un país , se ha
llevado a la implementación de sistema de seguridad para hacer a los billetes y monedas a
prueba de falsificaciones, tipificando en la actualidad dichas conducta disvaliosa como un
atentado contra la sociedad ( un hecho de relevancia " jurídico-penal").
La seguridad del tráfico monetario como bien jurídico, es posiblemente la versión más
moderna , enraizada en la doctrina alemana y amparada en el Código Penal germano de
1975. Sitúa el objeto de protección de las falsedades en la seguridad del tráfico jurídico.
Para autores como Muñoz Conde, esta objetividad deriva de la amplitud aludida de los
medios probatorios que genera la seguridad citada en el tráfico jurídico fiduciario. El tráfico
jurídico ha sido entendido como el conjunto de condiciones que facilitan la
comunicación entre los individuos y sus relaciones de derecho. (2)
LA CAPACIDAD DE MEDIO DE CAMBIO.- La moneda es un bien intermediario
cuyo valor es reconocido por todos y puede ser utilizado por cualquier persona para los
efectos del intercambio de bienes y servicios; constituye el medio generalizador de las
actividades cotidianas que toman lugar en el circulo económico, es decir, aceptado por
todos. Sin embargo, cualquier dinero puede tener valor si y solo si la gente confía en él.
Por tanto, hay estabilidad monetaria cuando el dinero conserva su valor a lo largo del
tiempo.(3)
Para Carrillo Flores y Pinzón Sánchez, con las relaciones de intercambio dentro
del desarrollo de la economía mercantil, un grupo social se especializa como instrumento o
vehículo de las transacciones y una mercancía se especializa en la función de medio de
cambio y depósito de valor, dándose así las condiciones para que la producción adquiera
un carácter mercantil y para que se genere la circulación monetaria( 4)
El dinero expresa la identificación y regulación del tráfico entre mercancías. Donde se
elabora una economía monetaria, se empieza a estar sujeto a unas leyes determinadas y a
un proceso de perfeccionamiento y simplificación de los medios de pago, haciéndolos más
estables y racionales, de modo que ante la aparición de monedas con leyes , peso
y poder liberatorio inferiores frente a otras, opera la Ley de Gresham, expresada en la
máxima según el cual " En todos los países en que dos monedas legales están en circulación
, la moneda mala le quita siempre puesto a la buena , y esta última desaparece"
De una economía monetaria no sólo emana el uso del dinero para la compra y venta de
mercancías, sino la posibilidades de negociación con el propio dinero que introducen la
economía del crédito como un natural desdoblamiento de la circulación monetaria.( 5)
FE PUBLICA.- La fe pública , es la confianza o creencia que cualquier miembro del grupo
social tiene en lo que se entrega o muestra, por la certeza de que ello da al Estado , en otras
palabras dicho: importa la confianza del colectivo hacia el tráfico de todos aquellos
instrumentos que son reputados como medios de pago, de que su contenido y materialidad
se ajustan a términos concretos de veracidad . Se considera innegable la necesidad de
tutelar la confianza colectiva en determinados
actos, documentos, signos o símbolos indispensables para el normal desenvolvimiento de la
vida civil, societaria y comercial ; precisamente cuando se manifiestan hechos socialmente
desvalorados, como la alteración o falsificación de una moneda o de un documento , tiene
como principal consecuencia la defraudación de las legitimas expectativas de la sociedad,
tal como se desprende de aquellos injustos típicos compaginados en el Titulo XIX del CP.
__________
(2) MORILLAS CUEVAS, L; 2005. Falsedades/. Falsificación de monedas y efectos
timbrados. En: Derecho Penal Español: Parte Especial. Cobo del Rosal. M. cit. P 210.
(3) CASTILLO DAVILA, M.; 1985. Op. Cit., p., 39.
(4) CARRILLO FLOREZ, F.; Y PINZON SANCHEZ, J.; 1985, Sector Financiero
y delincuencia económica. Bogotá. cit., p., 4.
(5) CARRILLO FLOREZ, F. ; Y PINZON SANCHEZ , J.; 1985, cit., p.,4.
4
La fe pública como bien jurídico protegido plasma un criterio subjetivo, donde lo
primordial es la correspondencia del documento con la realidad, sea por estar garantizado
por el Estado o el consenso común. Es así que genera una confianza de los ciudadanos en
los documentos que facilita las relaciones de convivencia. En esta cita puede válidamente
entenderse la moneda como documento cuyo valor está garantizado por el Estado.
ART. 252. FABRICACIÓN O FALSIFICACIÓN DE MONEDA DE CURSO LEGAL.
"El que falsifica billetes o nombres será reprimido con pena privativa d libertad no menor
de cinco ni mayor de doce años y con ciento veinte a trescientos días – multa.
El que falsifica billetes o monedas separando el anverso y el reverso de los auténticos,
superponiendo sus fragmentos, recurriendo al empleo de disolventes químicos, usando los
fabricados por otros países, recurriendo a aleaciones distintas valiéndose de cualquier otro
medio que no fuere de producción masiva, será reprimido con pena privativa de libertad no
menor de cuatro ni mayor de diez años y con ciento veinte a trescientos días – multa". (*)
ARTÍC ART. 252. FABRICACIÓN O FALSIFICACIÓN DE MONEDA DE
CURSO LEGAL.
El que, de cualquier manera, altera la moneda de curso legal en la República, aminorando
su valor intrínseco o dándole la apariencia de un valor superior, será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de dos ni mayor de cuatro años y con noventa a ciento
veinte días-multa.(**)
El que altera los billetes o monedas con el propósito de atribuirles un valor superior, o
realiza tal alteración con billetes o monedas que se hallan fuera de circulación o
corresponden a otros países, para darles la apariencia de los que tienen poder calculatorio,
será reprimido con pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de diez años y
con ciento veinte a trescientos días – multa. (***)
____________
(*)CONCORDANCIAS: Ley Nº 30077, Art. 3 (Delitos comprendidos)
(**) Artículo modificado por el Artículo 1 de la Ley Nº 26714, publicada el 27-
12-96
(***).-Código Penal. Código de Procedimientos Penales. 2009. Editorial Iustilia
S.A.C Pág. 254.
5
1.- TIPICIDAD OBJETIVA
A.- SUJETO ACTIVO.-
Según es de verse de la relación normativa del artículo 251, sujeto activo (autor), puede ser
cualquier persona, no se requiere la presencia de un elemento específico de naturaleza
funcional.
En delincuencias como la descrita, el injusto ha de ser atribuidos a bandas
y/o organizaciones criminales, que se dedican a perpetrar este tipo de delitos,
reconocimiento que resulta importante, amén de identificar a los autores y a los participes.
Podrá haber coautoría, cuando se revele un codominio funcional del hecho, el aporte de una
contribución indispensable para la realización típica y que ésta se plasme en el marco de la
etapa ejecutiva del delito.
No se descarta que el fabricante de monedas o billetes sea a su vez, quien pone en
circulación las monedas falsificadas en el territorio nacional, por lo que se daría un
concurso real de delitos con el tipo penal previsto en el artículo 254 del CP, sin embargo, el
legislador ha condicionado la función de la circulación de moneda falsificada. A que el autor
sea una persona ajena a quien la fabrica o altera.
B.- SUJETO PASIVO
Hemos convenido que es el Estado quien ejerce en forma de monopolio la emisión de
billetes así como la acuñación de monedas ( BCR), de manera, que es él mismo que se
constituye en sujeto agraviado.
C.- MODALIDAD TIPIFICA
Primer punto a saber, es lo referido al objeto material del delito, que en la
presente hipótesis delictiva recae sobre "billetes y monedas"
La moneda es según la concepción tradicional, una pieza de metal, por lo común en forma
de disco, acuñada con sellos o atributos determinados, cuyo peso y ley están garantizados
por el Estado, que sirve como medida común para el precio de las cosas y facilita los
cambios. (6.)
Por su parte es el billete constituye un molde de papel, cuyo valor intrínseco está
representado por su cuantificación numeraria que aparece signada en su contenido, tanto
en letras como en números, cuya emisión es una facultad exclusiva del BCR. Empero, el
objeto material del delito, puede ser extendido a otros soportes materiales, conforme es de
verse del artículo 261 del CP.
Una falsificación es un acto consistente en la creación o modificación de ciertos
documentos, efectos, bienes o productos, con el fin de hacerlos parecer como verdaderos, o
para alterar o simular la verdad. Las falsificaciones pueden ser realizadas, entre otros,
respecto a documentos públicos o privados, monedas, billetes u otros valores, arte y
productos de marcas comerciales. En la actualidad la falsificaciones una actividad ilícita
que se ha establecido en todo el mundo causando verdaderos estragos en las economías de
los países e inclusive en las economías privadas.
El delito de falsificación monetaria es de una extraordinaria gravedad. Los falsificadores
difunden la alarma por la sociedad, inspiran la desconfianza, y contribuyen a embarazar
todo género de negociaciones. Por otra parte,
Al cometerse esta figura delictiva se invade una de las facultades o prerrogativas del poder
público estatal. Efectivamente, la acuñación de la moneda se ha considerado siempre una
facultad exclusiva del Estado.
La falsificación de moneda consiste en crear por cualquier medio una imitación de la
misma, con imágenes u otros elementos utilizados en las monedas circulantes,
reproduciéndose con todos sus signos y características que la identifican con la autentica, y
por ello resulta idóneos para engañar al público, con el fin de sustituirla; cada vez se
perfecciona más este delito, fabricándose billetes que se asemejan mucho a los originales,
permitiendo una circulación más fluida de los mismos. En este caso, falsificar moneda, lo
que es igual a hacerla o fabricarla ilícitamente, en razón que el sujeto activo no tiene
concebidas tales facultades, de tal modo que lo elaborado parezca la moneda expedida por
las autoridades competentes; pues si esta es burla o inocua no tendrá el impacto que se
busca por sus agentes.
Al respecto, cabe precisar que la moneda falsificada no debe detentar una similitud y
apariencia suficiente de originalidad, pues basta su fabricación por infeliz que sea, para que
se dé por configurado el delito. Solo aquella imitación groseramente inidónea estará fuera
del ámbito de punición.
Si condicionamos la tipicidad penal de la conducta a su efectiva idoneidad, estaríamos
generalizando equivocadamente la percepción del hombre medio, pues no todos poseen
ciertos conocimientos para advertir la falsificación de un billete, que no es una copia fiel del
original.
Es clásica la definición, falsedad es todo "mudamiento de la verdad". Tal idea vulgar de lo
falso no es relevante para el derecho Penal, porque no se castigan todas las mentiras o, en
otras palabras porque la mentira en sí misma es impune. Todos los tipos de falsedad,
dentro de su variedad, presentan un elemento común: el bien jurídico lesionado a cuya
protección se encaminan, es la denominada fe pública concepto que conecta con la
confianza que los ciudadanos depositan en símbolos (objetos, documentos, etc.),
representativos de ciertas realidades que son relevantes para el ordenamiento jurídico.
Para falsificar moneda es necesaria la existencia de un modelo pre constituido.
La acción del sujeto se ve limitada a imitar dicho modelo, ya que el no puede elegir
libremente el objeto valioso que va a producir; por el contrario, debe imitar los símbolos a
los cuales la ley acuerda un valor preestablecido; en definitiva, debe copiar algo existente.
La autenticidad de toda moneda debe preservarse para asegurar la estabilidad y
certidumbre de cualquier sistema económico nacional; ningún Estado puede sentar las
bases de su desarrollo económico y con ello la de todos los aspectos de su desarrollo social,
sino a partir de un sistema monetario que se constituya como el factor central de una
unidad de moneda que tenga curso absoluto y confiable, para permitir cualquier tipo de
transacción lícita que intercambie los valores económicos entre los diferentes agentes de la
vida social y económica de un país. Por ello, la existencia y circulación de la moneda deben
protegerse mediante reglas que establezcan sanciones para las conductas que la afecten y,
considerarlas como una actividad antisocial que merezcan penas corporales suficientes,
tomando en cuenta que la prisión, que es la mayor sanción que admite nuestra legislación
ordinaria, siempre lleva por objeto conseguir la ejemplaricidad y disuadir a terceros de la
realización futura de mismas conductas, entre otras finalidades.
En la falsificación de monedas se presentaría e concurso de otros delitos como la estafa. En
el caso se dan los elementos típico del delito de estafa, se hace del pleno conocimiento el
carácter falsaro de la moneda por parte del sujeto activo y su intención de obtener un claro
lucro económico a través de la transformación de los billetes falsos sin ninguna clase de
valor real por su valor aparente en dinero legitimo. Sin embargo, para ello requiere
necesariamente de su introducción en el mercado económico, en todo caso de poner en
circulación la moneda, de modo que el concurso delictivo ha de tomar lugar realmente con
el tipo penal del artículo 254 del CP.
De tratarse de una posible concurrencia con los delitos que atentan la fe pública (" falsedad
propia"), tenemos que negarla, pues precisamente se presenta un conflicto aparente
de normas penales, que en mérito al principio de especialidad, debemos privilegiar el delito
in examine. Máxime si el objeto material que se desprende del artículo 427 del CP hace
alusión a un "documento", propiedad no asimilable a las monedas y billetes.
2.- FORMAS DE IMPERFECTA EJECUCIÓN
La perfección delictiva de la conducta in examine, se alcanza cuando el autor falsifica el
billete o la moneda de curso legal, es decir, cuando la elabora y/o fabrica, sin necesidad que
se verifique su ingreso al mercado económico; tanto en la primera como en la segunda
modalidad delictiva.
La falsificación de un instrumento como la moneda, requiere de varios actos, que de forma
conjugada y concatenada, den lugar al producto final; de manera, que la sola adquisición
del material, sin procederse a la elaboración del objeto material, queda fuera del equipo de
protección de la norma. Ello son defecto, de poder encuadrar el comportamiento bajo los
alcances normativos del artículo 255 del CP:
A nuestro entender, la moneda o billete deben estar completamente elaborados, para la
consumación, de ahí que se revele su aptitud para ingresar al circuito. Económico. Como
señala Fantán Balestra, el hecho se consuma cuando la labor creadora de falsificador ha
quedado terminada en forma idónea.
Al haberse penalizado un acto preparatorio – en el artículo 252. Todos los pasos anteriores
han de ser impunes; de modo que la tentativa resulta inadmisible.
3.- TIPO SUBJETIVO DEL INJUSTO
El comportamiento es estrictamente doloso, conciencia y voluntad de realización típica; el
agente debe saber que está fabricando, elaborando una moneda o un billete, sin estar
legalmente autorizado para ello.
Quien fabrica una sola moneda, por una cuestión de ingenio inventivo, ha de quedar fuera
de la tipicidad penal, por un tema de falta de necesidad y merecimiento de pena.
Exp. Nº 1345-2003
Cono Norte ( Esp. Sup.).
www.pj.gob.pe
Art 252
El tipo objetivo del delito de falsificación de billetes, exige que el agente, realice actos
dirigidos a confeccionar o adulterar billetes o monedas. La sola posesión de billetes
adulterados no basta para acreditar que el procesado es quien los ha fabricado o
confeccionado. (
Exp. Nº 3958-98 - Lima
( Ejec. Sup.).
Data 30,000
Art 252
Conforme es de verse de autos y compulsando las pruebas efectuadas, se tiene que con la
pericia se determina que el billete es falso, pero no asi la responsabilidad penal del
encausado, quien de forma uniforme niega los cargos, existiendo en su contra tan sólo una
simple sindicación no corroborada con otras pruebas.
___________
(6) Fortán Balestra, C: Derecho Penal. Parte especial. Cit. P. 948
ART. 253.- ALTERACIÓN DE LA MONEDA DE CURSO LEGAL.
El que altera los billetes o monedas con el propósito de atribuirles un valor superior, o
realiza tal alteración con billetes o monedas que se hallan fuera de circulación o
corresponde a otros países, para darles la apariencia de los que tienen poder cancelatorio,
será reprimido con pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de diez años y
con ciento veinte a trescientos días-multa.
El que altera la moneda, aminorando su valor intrínseco, será reprimido con pena privativa
de libertad no menor de seis meses ni mayor de dos años y con treinta a noventa días-
multa.
*) Artículo modificado por el Artículo 1 de la Ley Nº 26714, publicada el 27-12-
96
Artículo 254.- El que introduce en el territorio de la República o pone en circulación
monedas o billetes falsificados o alterados por terceros, así como el que promueve tales
actos, será reprimido con pena privativa de libertad o (*) NOTA SPIJ menor de cuatro ni
mayor de diez años y con ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco días-multa.
El que habiendo recibido como auténticos o intactos billetes o monedas falsificados o
alterados, los pone en circulación, a sabiendas de su ilicitud, será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de seis ni mayor de dieciocho meses y con treinta a sesenta
días-multa. (*)
(*) Artículo modificado por el Artículo 1 de la Ley Nº 27593, publicada el 13-12-
2001.
1.- TIPICIDAD OBJETIVA.-
A.- SUJETO ACTIVO.-
Según la estructuración típica del artículo 253 del CP, autor a efectos penales puede ser
cualquier persona, es decir, no se requiere la presencia de un elemento especial de
punición. Todos aquellos que intervengan en a ejecución típica , contando con
el dominio del hecho, han de ser reputados " autores" , quienes solo suministren de ciertos
elementos para la alteración del billete o de la moneda, han de ser responsabilizados a título
de " cómplices" ( primario o secundario).
Puede darse un Concurso Real con el artículo 252 del CP ,eje. Quien elabora monedas
falsificadas y a su vez altera , el valor de un billete autentico, mediando un superior
numerario.
B.- SUJETO PASIVO
Lo será el Estado Peruano, como ente monopolizador de la acuñación de monedas y la
emisión de billetes.
C.- MODALIDAD TÍPICA
Las conductas prohibitivas que atentan contra el Orden Monetario, no solo tienen que ver
con elaboraciones falsificadas de monedas y billetes, sino también cuando se alteran los
valores de monedas o billetes auténticos, o mediante el empleo de monedas fuera de
circulación legal o moneda extranjera.
Alterar una moneda significa partir de una moneda legitima – preexistente – introduciendo
en la misma algún tipo cambio que altere su valor literario. (7)
Es fundamental, en todo caso, que el producto de la falsificación puede parecer legitimo a
una persona normal, pues en otro caso no se afectaría al bien jurídico protegido. Dicho
aspecto es de relevancia para poder dar por configurada la acción típica, en el sentido de
que el billete o la moneda que se altera, ha de detectar "poder cancelatorio"; de modo que la
apariencia que se revela es susceptible para poder empleado como un medio de pago. En
consecuencia, una alteración es una suma burda , será ineficaz para ello , por ende, queda
fuera del ámbito de protección de la norma, al constituir un medio idóneo para poner en
peligro el bien jurídico tutelado. Sin embargo, para el legislador si constituye una
modalidad del injusto, conforme se desprende del último párrafo del artículo 253.
La doctrina ha insistido en que se debe ser cauteloso al momento de diferenciar este delito
del de falsificación propiamente dicha. En este sentido, se afirma que todo que sea imitar
otra moneda es falsificación, pero que frustrada la operación imitativa, subsiste la
alteración. Al incurrir las alteraciones monetarias se quiebra el valor de la moneda ,
aumenta o disminuye su poder adquisitivo, según corran los vientos de la deflación o
inflación, no obstante permanece fija su cuantía; más para efectos penales, nos interesa
únicamente aquella dolosa alteración que suponga un mayor valor numerario del billete o la
moneda , por razones de relevancia jurídico- penal; por lo que al haberse penalizado dicha
conducción, la lege lata ha normado un injusto atenuado. Significa un despropósito
incriminar penalmente la alteración
que disminuye su valor numerario. Las consecuencias , en principio, por eso no se advierten
, el simplismo cuantitativo nos mantiene en la creencia de que seguimos poseyendo un sol,
o un dólar, como siempre, cuando sutilmente se nos ha aumentado o rebajado su poder de
compra.
Con las alteraciones monetarias, se quiebra el principio nominalista del dinero y no se
puede garantizar la fijeza de su valor, no cumpliéndose al mismo tiempo ni
la justicia conmutativa de las partes, ni la distributiva o más igualitaria en el tráfico de
intercambio de los bienes y servicios.
Las alteraciones monetarias muestran la ficción de esa creencia que el valor constante y fijo
del dinero y del principio nominalista que la sostiene. Asimismo, la versatilidad de las
monedas por las alteraciones de su valor hace que la exclusiva referencia a su cantidad no
resulte idónea para las relaciones de intercambio. Por ello, con las alteraciones monetarias
se destruye la equivalencia de las prestaciones acordadas, donde la moneda es la
contraprestación de unos bienes, servicios o derechos.
Las alteraciones de la moneda planten una cuestión fundamentalmente política en cuanto
al modo de empleo de la moneda y de su unidad representativa; por una parte, el Estado
con su administración económica establece un ordenamiento monetario tanto al servicio de
los intereses públicos como privados; la moneda resulta un mecanismo estatal y está en
función de su soberanía; se trata de una unidad de medida de valor económico a la que se le
reconoce una mayor fuerza liberatoria para el pago de las deudas; por otra parte, la moneda
puede ser objeto de posesión y propiedad en manos de los ciudadanos , confiriéndoseles su
libre disposición , si bien dentro de unos límites de autonomía que tratan de compaginar los
intereses comunes y más generales con aquellos otros privados, van a ser las normas de
orden publico económico , ya con carácter facultativo o imperativo las que resolverán ese
conflicto de intereses y el predominio de unos sobre otros.
Ante un panorama de perjuicios y daños patrimoniales ocasionados por las alteraciones
monetarias en el ámbito de las relaciones jurídicas, con su secuela más importante, cual es
la desconfianza sembrada entre los ciudadanos hacia los medios legales de pago, venga la
cuestión fundamental de tener que remedir esa situación anormal. La solución está en
varios aspectos: tanto en lo político y económico como en lo jurídico.
En el aspecto político económico la solución resulta al mismo tiempo simple y
compleja, en cuanto que no hay mejor solución que una vuelta a la normalidad, eliminando
las alteraciones monetarias por el recurso de instaurar una moneda sana y equilibrada , la
solución es compleja en cuanto para conseguir aquella meta implica la organización de una
infraestructura de mecanismos institucionales, la eliminación de tensiones en las relaciones
laborales de la producción, distribución y consumo de la riqueza donde la moneda sea el
factor de equilibrio social efectivo.
Desde el punto de vista jurídico, la legislación penal ha previsto sancionar con pena
privativa de libertad la alteración de billetes y monedas, ello en relación al serio impacto
que este tipo de actividades genera.
En resumidas cuentas el comportamiento del injusto típico puede manifestarse por dos
vías; una " alteración de la moneda o del billete en su valor numerario" en sentido
estricto , mediando el soporte de una moneda o de un billete autentico y una segunda, la "
alteración impropia ", cuando el agente emplea para la alteración de la billete o moneda,
billetes o monedas que se hallan fuera de circulación o corresponden a otros países. Podrían
utilizarse los millones de soles, el dólar americano, el yen, el franco suizo, etc. Punto de
intercesión de las figuras descritas en el tipo penal, es que la moneda o el billete puedan
tener verosímil apariencia a sr empleado como medio de pago.
2.- FORMAS DE IMPERFECTA EJECUCIÓN
Siguiendo la línea argumental esbozada en el artículo anterior, la perfección delictiva se
alcanza cuando se ha producido la modificación en el billete o en la moneda auténtica,
haciendo notar un valor numerario superior o inferior a su valor original.
Del mismo modo, nos inclinamos por negar la punición de los actos anteriores a la visible
modificación del billete o de la moneda, pues ello importaría convalidar una excesiva
incriminación. Si solo se encuentra en poder del agente, la instrumental necesaria para la
satisfacción de la moneda, podría ser penada según los alcances normativos del tipo penal
contenido en el artículo 225 del CP.
3.- TIPO SUBJETIVO DEL INJUSTO
El legislador peruano a previsto que este tipo de comportamiento sea exclusivamente
doloso, es decir, que el agente activo, que puede ser cualquier persona, tenga pleno
conocimiento de la actividad y aun consiente de la magnitud del daño social , el Estado y la
sociedad como sujetos pasivos, que su comportamiento puede generar, realiza la conducta
típica sin mediar las consecuencias negativas de este hecho.
No se requiere acreditar un ánimo de naturaleza trascendente, pues el hecho de que la
moneda alterada tenga apariencia real de un medio de pago, está ya Insisto en el dolo del
autor.
____________
(7) Fontán Balestra , C; Derecho Penal. Parte especial, cit, p.956
ART. 254.- TRÁFICO DE MONEDA FALSA
El que a sabiendas, introduce, transporta o retira del territorio de la república;
comercializa, distribuye o pone en circulación monedas o billetes falsificados o alterados
por terceros, cuyo valor nominal supera una remuneración mínima vital, será reprimido
con pena privativa de libertad no menor de cinco ni mayor de diez años y con ciento
ochenta a trescientos sesenta y cinco días – multa. La pena será de ciento ochenta a
trescientos sesenta y cinco días-multa, si el valor nominal es menor a una remuneración
mínima vital.
(*) De conformidad con el Artículo 3 de la Ley N° 26714, publicada el 27-12-96,
modificada por el Artículo Único de la Ley Nº 26992 el 12-11-98, el Banco
Central de Reserva será considerado agraviado en el delito que trata el
presente Artículo.
CONCORDANCIAS: Ley Nº 30077, Art. 3 (Delitos comprendidos)
Artículo 255.- Cuando la fabricación ilícita, la falsificación, la alteración de moneda
de curso legal sea de muy poca gravedad, por su valor nominal o número, o por la
facilidad con que pueda ser reconocida, la pena privativa de libertad no mayor de un año
o prestación de servicio comunitario de veinte a treinta jornadas. (*)
(*) Artículo modificado por el Artículo 1 de la Ley Nº 26714, publicada el 27-
12-96, cuyo texto es el siguiente:
Artículo 255.- El que fabrica o introduce en el territorio de la República, máquinas,
cuños o cualquier otra clase de instrumentos o insumos destinados a la falsificación de
billetes o monedas o que, a sabiendas, los conserva en su poder, será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de cinco ni mayor de doce años y con ciento ochenta a
trescientos sesenta y cinco días-multa. (*)
(*) Artículo modificado por el Artículo 1 de la Ley Nº 27593, publicada el 13-12-
2001.
TIPICIDAD OBJETIVA
A.- SUJETO ACTIVO.
Rasgo general de los injustos típicos glosados en el capítulo II del Titulo X del CP, es que
autor puede ser cualquier persona, no se necesita verificar la presencia de una cualidad
especial. Autores serán todos aquellos que realizan materialmente la conducta descrita en el
Art. 254 del CP y participes todos aquellos que sin tener el dominio funcional del hecho,
contribuyen de forma decisiva y/o accesoria a la realización del injusto penal.
En el marco de un análisis sistemático de los delitos monetarios, advertimos que los actos
típicos de fabricación de monedas o billetes falsificados, resulta un momento anterior a
su comercialización y/o distribución en el territorio nacional, quiere decir, que el mismo
autor que se encuentra incurso en el articulo 252 o en el artículo 253 del CP , puede a su vez
incurrir en el delito de circulación de moneda falsificada, dando lugar a un concurso Real de
delitos. Empero, el legislador a excluido este posibilidad como es de verse de
la redacción normativa ( lege lata) pues quien comete este injusto, no puede ser aquel que
altera o falsifica la moneda o billete. Comúnmente, serán dos sujetos distintos, los que
elaboran la moneda falsificada y quien la introduce el tráfico económico, pero no puede
descartarse su concurrencia simultanea, de modo que podemos compartir la ratio de la
norma, únicamente desde una visión reductora del poder penal estatal.
B.- SUJETO PASIVO
De igual forma, lo será el Estado, como ente exclusivo de la acuñación de monedas y de la
emisión de billetes , lo cual no obsta, a que también de forma inmediata puedan verse
lesionados los intereses patrimoniales de os particulares.
C.- MODALIDAD TÍPICA
Primer punto a saber, resulta de los verbos típicos empleados por el legislador, esto es, la : "
Introducción, transporta retiro del territorio de la República, comercializa, distribuye o
pone en circulación moneda o billetes falsificados".
La Introducción supone el ingreso del objeto material del delito al territorio patrio, de
todo terreno donde es Estado peruano ejercer `plena soberanía. ( 1.4); no interesa la vía
utilizadas por el autor, lo importante es que la monda o el billete falsificado sea internado
en tierras peruanas , viabilizando su circulación entre los agentes.
Por su parte, "Transporta" , quien lleva la moneda falsificada den un medio
de transporte público, es decir, la traslada desde un punto localizado en el extranjero; para
internarlo en el territorio de la República; por lo general, dicha acción será llevada a cabo
por la vía de transporte terrestre, aunque no se descarta los medios aéreo y lacustre.
El " retiro" de la moneda y/o el billete falsificado ( alterado) implica extraerlo del
territorio patrio, haciéndola ingresar en territorios pertenecientes a un país foráneo, por las
vías de acceso pertinentes para ello.
"Comercializar" significa la introducción de las monedas o los billetes falsificados y/o
alterados en el tráfico económico de generar transacciones con terceros, quienes adquieren,
este dinero, a sabiendas de su origen fraudulento.
La Distribución toma lugar cuando el agente reparte las monedas o los billetes falsificados
y/o alterados a terceras personas, es decir, entrega dichos objetos a intermediarios quienes
serán finalmente quienes introduzcan el dinero en el circuito económico.
Debemos distinguir al falsificador de la moneda del que la circula en el tráfico, el primero
será penado según los alcances normativos del Artículo 252 del CP, mientras el segundo por
la conducta delictiva in examine.
2.- FORMAS DE IMPERFECCIÓN EJECUCIÓN
El tipo penal describe varias modalidades típicas, por lo que cada una de ellas adquiere
perfección delictiva de forma singular; en el caso, de la introducción de la moneda
falsificada o alterada, cuando el dinero ingresa de forma efectiva al territorio nacional, los
actos anteriores han de ser reputados como delito tentado. El transporte del objeto material
del delito, constituye un delito tentado. El transporte del objeto material del delito,
constituye un delito de mera actividad, por lo que basta verificar su comisión, para dar por
configurada la realización típica; de modo que no resulta admisible la tentativa.
El retiro de la moneda falsificada o alterada, ha de suponer su extracción del territorio
patrio, por ende, los actos anteriores pueden ser calificados como un delito tentado. La
comercialización implica la puesta en negociación del dinero falsificado y/o alterado, sin
necesidad de que se verifiquen transacciones concretas, no resulta posible identificar la
tentativa.
La distribución de la moneda o del billete falsificado, adquiere perfección delictiva, cuando
el agente reparte de forma efectiva dichos objetos a terceros interesados, de forma que los
actos anteriores si puedan ingres al ámbito de protección de la norma, dando lugar a un
delito tentado.
Mientras que la puesta en circulación se manifiesta cuando el agente coloca en ek circuito
económico la moneda falsificada y/o alterada, sin necesidad de acreditar intercambios
significativos del dinero; resultando admisible una tentativa. En la doctrina se señala que
puede considerarse que la puesta en circulación llega al grado de consumación con la
realización del acto correspondiente para lograr tal puesta , y la tentativa se dará cundo la
moneda no pueda introducirla en el trafico pese a la acción del autor"
3.- EL TIPO SUBJETIVO DEL INJUSTO
Se trata de un delito doloso, conciencia y voluntad de realización típica. El autor debe
conocer el carácter de la moneda que se imita – que sea de curso legal- , y debe querer crear
la pieza imitadora en la falsificación.
El que introduce, expende y pone en circulación , además de conocer y querer realizar los
elementos del tipo objetivo, debe conocer que la conducta que realiza constituye el
agotamiento de la acción de falsificar – si el que falsifico fue un tercero- , y debe saber, en
consecuencia, que la moneda es falsificada, es decir, el accionar del sujeto activo tienen
como necesario presupuesto el de que la moneda fue recibida de mala fe, sin que sea
necesario un acuerdo más o menos directo con el falsificador.
El conocimiento de que la moneda o el billete han sido falsificados y/o alterados por un
tercero, supone un aspecto de cognición suficiente para la admisión de un dolo eventual,
como "conciencia del riesgo típico".
TRAFICO DE DINERO FALSO. CONFIGURACIÓN.
Exp. Nº 1361*98 – Lima
Data 30,000. G.J Art. 254.
Constituye delito de trafico de dinero falso el hecho de pagar el consumo realizado en un
establecimiento comercial, con un billete falso
Exp. Nº 755-90
(Elec . Sup)
G.J.T. 61.p.111. Art. 254.
La conducta Ilícita del acusado consistió en haber recibido como autentica moneda de curso
legal ilícitamente fabricada y haberla puesta en circulación a sabiendas de su ilicitud, hecho
delictivo que se encuentra previsto y penado en el articulo doscientos cincuenta y cuatro,
del Código Penal Vigente.
TRAFICO DE DINERO FALSO. AUSENCIA DE PRESUPUESTO DE HECHO.
Exp. Nº 1361-98- Lima.
Caro. Coria. P. 521. Art. 254.
Si bien el peritaje de grafotecnia acredita la falsedad de los billetes incautados, ello no
constituye el presupuesto del hecho previsto en la ley que hace exigible la previa circulación
o intento de ingresar el billete falso al circuito económico, por lo que la absolución en este
extremo se considera arreglado a la ley.
ART. 255.- FABRICACIÓN O INTRODUCCIÓN DE INSTRUMENTOS PARA
FALSIFICACIÓN DE BILLETES.
El que fabrica, introduce en el territorio de la república o retira de él, máquinas, matrices,
cuños o cualquier otra clase de instrumentos o insumos destinados la falsificación de
billetes o monedas o se encuentra en posesión de uno o más pliegos de billetes falsificados,
o extrae de un billete autentico medidas de seguridad, con el objeto de insertarlas en uno
falso o alterado, o que, a sabiendas, los conserva en su poder será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de cinco ni mayor de doce años y con ciento ochenta a
trescientos sesenta y cinco días –multa".
(*) De conformidad con el Artículo 3 de la Ley N° 26714, publicada el 27-12-96, modificada
por el Artículo Único de la Ley Nº 26992 el 12-11-98, el Banco Central de Reserva será
considerado agraviado en el delito que trata el presente Artículo.
Artículo 256.- El director, gerente o funcionario del Banco Central de Reserva que,
facultado para emitir moneda de curso legal, lo haga con características distintas a las
determinadas por ley o emita en cantidad superior a la autorizada y haga o deje circular
el excedente, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor de
seis años e inhabilitación de uno a cuatro años conforme al artículo 36, incisos 1 y 2.
Los funcionarios que autoricen la emisión de los documentos a que se refiere el artículo
261, en cantidad superior a la autorizada, serán reprimidos con la misma pena. (*)
(*) Artículo modificado por el Artículo 1 de la Ley Nº 26714, publicada el 27-12-
96, cuyo texto es el siguiente:
ART. 256.- ALTERACIÓN DE BILLETES O MONEDAS
Será reprimido con pena de multa no menor de treinta ni mayor de ciento veinte días-
multa.
1.- El que escribe sobre billetes, imprime sellos en ellos o de cualquier manera daña
intencionalmente billetes o monedas.
2.- El que, con fines publicitarios o análogos, reproduce o distribuye billetes o monedas, o
en el anverso o reverso de e ellos , de modo que pueda generar confusión o propiciar que las
reproducciones sean utilizadas por terceros como se tratase de billetes auténticos.
(*) De conformidad con el Artículo 3 de la Ley N° 26714, publicada el 27-12-96, modificada
por el Artículo Único de la Ley Nº 26992 el 12-11-98, el Banco Central de Reserva será
considerado agraviado en el delito que trata el presente Artículo.
Artículo 257.- El que, a sabiendas, fabrica o introduce en el territorio de la República,
o conserva en su poder máquinas, cuños o cualquier otra clase de útiles o instrumentos,
destinados a la falsificación de moneda, será reprimido con pena privativa de libertad no
menor de tres ni mayor de seis años y con ciento ochenta a trescientos sesenticinco días-
multa. (*)
(*) Artículo modificado por el Artículo 1 de la Ley Nº 26714, publicada el 27-
12-96, cuyo texto es el siguiente:
"Artículo 257.- Las disposiciones de los artículos precedentes son extensivas a los
billetes, monedas, valores y títulos valores de otros países." (*)
(*) Artículo modificado por el Artículo 1 de la Ley Nº 27593, publicada el 13-12-
2001, cuyo texto es el siguiente:
ART. 257.- APLICACIÓN EXTENSIVA
Las disposiciones de los artículos de este Capítulo se hacen extensivas a los billetes,
monedas, valores y títulos valores de otros países."
(*) De conformidad con el Artículo 3 de la Ley N° 26714, publicada el 27-12-96, modificada
por el Artículo Único de la Ley Nº 26992 el 12-11-98, el Banco Central de Reserva será
considerado agraviado en el delito que trata el presente Artículo.
"Artículo 257-A.- Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de seis años
ni mayor de catorce años y con ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco días-multa el
que comete los delitos establecidos en los Artículos 252, 253, 254, 255 y 257 si concurriera
cualquiera de las siguientes circunstancias agravantes:
1. Si el agente obra como miembro de una asociación delictiva o en calidad de integrante
de una banda. (*)
(*) Extremo modificado por la Primera Disposición Complementaria Modificatoria de la
Ley Nº 30077, publicada el 20 agosto 2013, la misma que entrará en vigencia a los ciento
veinte días de su publicación en el diario oficial El Peruano, cuyo texto es el siguiente:
ART. 257 - A.- CIRCUNSTANCIAS AGRAVADAS
Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de seis ni mayor de catorce años y
con ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco días-multa el que comete los delitos
establecidos en los artículos 252, 253, 254, 255 y 257, si concurriera cualquiera de las
siguientes circunstancias agravantes:
1. Si el agente actúa como integrante de una organización criminal."
2. Si el agente labora o ha laborado en imprentas o talleres gráficos o en
la industria metalmecánica y se ha valido de su conocimiento para perpetrar el delito.
3. Si el agente labora o ha laborado en el Banco Central de Reserva del Perú y se ha
valido de esa circunstancia para obtener información privilegiada, sobre los procesos de
fabricación y las medidas de seguridad, claves o marcas secretas de las monedas o billetes.
4. Si para facilitar la circulación de monedas o billetes falsificados, el agente los mezcla
con monedas o billetes genuinos."
CONCORDANCIAS: Ley N° 26714, Art. 3
(*) Artículo incorporado por el Artículo 2 de la Ley Nº 27593, publicada el 13-
12-2001.
Artículo 258.- Las disposiciones de los artículos 252 a 257 son aplicables a la moneda
de procedencia extranjera.(*)
(*) Artículo modificado por el Artículo 1 de la Ley Nº 26714, publicada el 27-12-
96, cuyo texto es el siguiente:
ART. 258.- EMISIÓN ILEGAL DE BILLETES Y OTROS
El funcionario del Banco Central de Reserva del Perú que emita numerario en exceso de las
cantidades autorizadas, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de dos ni
mayor de seis años e inhabilitación de uno a cuatro años conforme al Artículo 36, incisos 1)
y 2)."
(*) De conformidad con el Artículo 3 de la Ley N° 26714, publicada el 27-12-96, modificada
por el Artículo Único de la Ley Nº 26992 el 12-11-98, el Banco Central de Reserva será
considerado agraviado en el delito que trata el presente Artículo.
ART. 259.- DESVÍO ILEGAL DE DIVISAS.
El que destina las divisas asignadas por el Banco Central de Reserva, a fin distinto del
señalado y autorizado, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de dos ni
mayor de diez años, con ciento veinte a trescientos sesenticinco días-multa e inhabilitación
conforme al artículo 36, incisos 1, 2 y 4.
Los directores, gerentes y funcionarios del Banco Central de Reserva o funcionarios
públicos que faciliten la comisión del delito, serán reprimidos con la misma pena.
(*) De conformidad con el Artículo 3 de la Ley N° 26714, publicada el 27-12-96, modificada
por el Artículo Único de la Ley Nº 26992 el 12-11-98, el Banco Central de Reserva será
considerado agraviado en el delito que trata el presente Artículo.
ART. 260.- VALORES EQUIPARADOS A MONEDA
El que, teniendo obligación de hacerlo, no entrega, indebidamente, al Banco Central de
Reserva las divisas generadas por exportaciones o las retiene, injustificadamente, luego de
vencido el plazo establecido, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de dos
ni mayor de cuatro años, con ciento ochenta a trescientos sesenticinco días-multa e
inhabilitación conforme al artículo 36, incisos 1, 2 y 4
*) De conformidad con el Artículo 3 de la Ley N° 26714, publicada el 27-12-96, modificada
por el Artículo Único de la Ley Nº 26992 el 12-11-98, el Banco Central de Reserva será
considerado agraviado en el delito que trata el presente Artículo.
Artículo 261.- Para los efectos de este Capítulo, quedan equiparados a la moneda los
títulos de la deuda pública, los bonos, pagarés, cédulas, cupones, acciones o valores
emitidos por el Estado o por instituciones o entidades en que éste tenga parte.(*)
(*) Artículo modificado por el Artículo 1 de la Ley Nº 26714, publicada el 27-12-
96, cuyo texto es el siguiente:
"Artículo 261.- Para los efectos de este Capítulo quedan equiparados a los billetes y
monedas, los títulos de la deuda pública, bonos, cupones, cédulas, libramientos, acciones y
otros valores o títulos-valores emitidos por el Estado o por personas de derecho público." (?
1)
(*) Articulo vigente conforme a la modificación establecida por el artículo 1 de la Ley Nº
26714, publicado el 27-12-96 .
OFICINA CENTRAL DE LUCHA CONTRA LA FALSIFICACIÓN DE
NUMERARIO (OCN)
1.- QUÉ ES LA OCN
La Oficina Central de Lucha contra la Falsificación de Numerario – OCN, es el órgano
encargado de planificar e implementar las medidas conducentes a combatir la falsificación
y alteración de numerario; es decir, de los billetes y monedas.
La OCN es un organismo que cuenta con personería jurídica de derecho público interno,
que goza de autonomía orgánica, técnica y administrativa y es adscrito al Banco Central de
reserva del Perú.
2.- POR QUÉ SE CREÓ LA OCN.
La OCN ha sido creada como un organismo técnico de apoyo a las labores que realizan las
entidades que constitucionalmente tienen la función de combatir el delito de falsificación
de numerario como son la Policia nacional del Perú y el Ministerio Publico, manteniendo
también estrecha relación con el Poder Judicial, entre otras entidades.
3.- VUÁLES SON LAS FUNCIONES DE LA OCN?
Sus principales funciones son:
 Apoyar al Ministerio Publico para el cumplimiento de sus funciones de prevención de
delitos monetarios y en la organización de los operativos destinados a la detección e
individualización de los autores de los delitos monetarios, asi como participar en ellos. (
Ver establecimiento Anexo)
TÍTULO X - DELITOS CONTRA EL ORDEN
FINANCIERO Y MONETARIO
CAPÍTULO I

Delitos financieros

Artículo 244°.- Concentración crediticia

El director, gerente, administrador, representante legal, miembro del consejo de


administración, miembro de comité de crédito o funcionario de una institución
bancaria, financiera u otra que opere con fondos del público que, directa o
indirectamente, a sabiendas, apruebe créditos, descuentos u otros financiamientos
por encima de los límites operativos establecidos en la ley de la materia, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de diez años
y con trescientos sesenta y cinco a setecientos treinta días-multa.

En caso de que los créditos, descuentos u otros financiamientos a que se refiere el


párrafo anterior sean otorgados a favor de directores o trabajadores de la institución,
o de personas vinculadas a accionistas de la propia institución conforme a los
criterios de vinculación normados por la Superintendencia de Banca, Seguros y
Administradoras Privadas de Fondos de Pensiones, el autor será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de seis ni mayor de diez años y con trescientos sesenta
y cinco a setecientos treinta días-multa.

Si como consecuencia de la aprobación de las operaciones señaladas en los párrafos


anteriores, la Superintendencia de Banca, Seguros y Administradoras Privadas de
Fondos de Pensiones resuelve la intervención o liquidación de la institución, el autor
será reprimido con pena privativa de libertad no menor de ocho ni mayor de doce
años y trescientos sesenta y cinco a setecientos treinta días-multa.

Los beneficios de las operaciones señaladas en el presente artículo, que hayan


participado en el delito, serán reprimidos con la misma pena que corresponde al
autor.

Artículo 245°.- Ocultamiento, omisión o falsedad de información

El que ejerce funciones de administración o representación de una institución


bancaria, financiera u otra que opere con fondos del público, que con el propósito de
ocultar situaciones de liquidez o insolvencia de la institución, omita o niegue
proporcionar información o proporcione datos falsos a las autoridades de control y
regulación, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de cuatro ni
mayor de ocho años y con ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco días-multa.

Artículo 245°-A.- Falsedad de información presentada por un emisor en el mercado


de valores
El que ejerce funciones de administración, de un emisor con valores inscritos en el
Registro Público del Mercado de Valores, que deliberadamente proporcione o
consigne información o documentación falsas de carácter económico-financiera,
contable o societaria referida al emisor, a los valores que emita, a la oferta que se
haga de estos, y que el emisor se encuentre obligado a presentar o revelar conforme
a la normatividad del mercado de valores, para obtener un beneficio o evitar un
perjuicio propio o de un tercero, será reprimido con pena privativa de libertad no
menor de dos ni mayor de cuatro años y con ciento ochenta a trescientos sesenta y
cinco días-multa.

Si como consecuencia de la conducta descrita en el párrafo anterior se produce un


perjuicio económico para algún inversionista o adquirente de los valores o
instrumentos financieros, el agente será reprimido con pena privativa de libertad no
menor de tres ni mayor de seis años y con ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco
días-multa.

Previamente a la formalización de la denuncia respectiva, el Ministerio Público


deberá requerir un informe técnico a la Superintendencia del Mercado de Valores
(SMV), que será emitido dentro del plazo de quince (15) días de solicitado, vencido
el cual resolverá.

Instituciones financieras ilegales

Artículo 246°.- El que, por cuenta propia o ajena, se dedica directa o indirectamente
a la captación habitual de recursos del público, bajo la forma de depósito, mutuo o
cualquier modalidad, sin contar con permiso de la autoridad competente, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de seis años y
con ciento ochenta a trescientos sesenticinco días-multa.

Si para dichos fines el agente hace uso de los medios de comunicación social, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de ocho años
y con ciento ochenta a trescientos sesenticinco días-multa.

Financiamiento por medio de información fraudulenta

Artículo 247°.- El usuario de una institución bancaria, financiera u otra que opera
con fondos del público que, proporcionando información o documentación falsas o
mediante engaños obtiene créditos directos o indirectos u otro tipo de financiación,
será reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de cuatro
años y con ciento ochenta a trescientos sesenticinco días-multa.

Si como consecuencia del crédito así obtenido, la Superintendencia de Banca y


Seguros resuelve la intervención o liquidación de la institución financiera, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de diez años
y con trescientos sesenticinco a setecientos treinta días-multa.

Los accionistas, asociados, directores, gerentes y funcionarios de la institución que


cooperen en la ejecución del delito, serán reprimidos con la misma pena señalada en
el párrafo anterior y, además, con inhabilitación conforme al artículo 36°, incisos 1,
2 y 4.
Condicionamiento de créditos Artículo 248°.- Los directores, gerentes,
administradores o funcionarios de las instituciones bancarias, financieras y demás
que operan con fondos del público que condicionan, en forma directa o indirecta, el
otorgamiento de créditos a la entrega por parte del usuario de contraprestaciones
indebidas, serán reprimidos con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor
de tres años y con noventa a ciento ochenta días- multa.

Artículo 249°.- Pánico Financiero

El que a sabiendas produce alarma en la población propalando noticias falsas


atribuyendo a una empresa del sistema financiero, a una empresa del sistema de
seguros, a una sociedad administradora de fondos mutuos de inversión en valores o
de fondos de inversión, a una administradora privada de fondos de pensiones u otra
que opere con fondos del público, cualidades o situaciones de riesgo que generen el
peligro de retiros masivos de depósitos o el traslado o la redención de instrumentos
financieros de ahorro o de inversión, será reprimido con pena privativa de la libertad
no menor de tres ni mayor de seis años y con ciento ochenta a trescientos sesenta y
cinco días-multa.

La pena será no menor de cuatro ni mayor de ocho años y de trescientos sesenta a


setecientos veinte días-multa si el agente es miembro del directorio, gerente o
funcionario de una empresa del sistema financiero, de una empresa del sistema de
seguros, de una sociedad administradora de fondos mutuos de inversión en valores
o de fondos de inversión, de una administradora privada de fondos de pensiones u
otra que opere con fondos del público, o si es miembro del directorio o gerente de
una empresa auditora, de una clasificadora de riesgo u otra que preste servicios a
alguna de las empresas antes señaladas, o si es funcionario del Ministerio de
Economía y Finanzas, el Banco Central de Reserva del Perú, la Superintendencia de
Banca y Seguros o la Comisión Nacional Supervisora de Empresas y Valores.

La pena prevista en el párrafo anterior se aplica también a los exfuncionarios del


Ministerio de Economía y Finanzas, el Banco Central de Reserva del Perú, la
Superintendencia de Banca y Seguros o la Comisión Nacional Supervisora de
Empresas y Valores, siempre que hayan cometido delito dentro de los seis años
posteriores a la fecha de su cese.

Omisión de las provisiones específicas

Artículo 250°.- Los directores, administradores, gerentes y funcionarios, accionistas


o asociados de las instituciones bancarias, financieras y demás que operan con
fondos del público supervisada por la Superintendencia de Banca y Seguros u otra
entidad de regulación y control que hayan omitido efectuar las provisiones
específicas para créditos calificados como dudosos o pérdida u otros activos sujetos
igualmente a provisión, inducen a la aprobación del órgano social pertinente, a
repartir dividendos o distribuir utilidades bajo cualquier modalidad o capitalizar
utilidades, serán reprimidos con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor
de tres años y con ciento ochenta a trescientos sesenticinco días-multa.

Desvío fraudulento de crédito promocional


Artículo 251°.- El que aplica o desvía fraudulentamente un crédito promocional hacia
una finalidad distinta a la que motivó su otorgamiento, será reprimido con pena
privativa de libertad no mayor de dos años.

Uso indebido de información privilegiada-Formas agravadas

Artículo 251°-A.- El que obti ne un benefi o se evita un perjuicio de carácter


económico en forma directa o a través de terceros, mediante el uso de información
privilegiada, será reprimido con pena privati a de la libertad no menor de uno (1) ni
mayor de cinco (5) años.

Si el delito a que se refiere el párrafo anterior es cometido por un director,


funcionario o empleado de una Bolsa de Valores, de un agente de intermediación, de
las entidades supervisoras de los emisores, de las clasificadoras de riesgo, de las
administradoras de fondos mutuos de inversión en valores, de las administradoras
de fondos de inversión, de las administradoras de fondos de pensiones, así como de
las empresas bancarias, financieras o de seguros, la pena no será menor de cinco (5)
ni mayor de siete (7) años.

Previamente a la formalización de la denuncia respectiva, el Ministerio Público


deberá requerir un informe técnico a la Superintendencia del Mercado de Valores
(SMV), que será emitido dentro del plazo de quince (15) días de solicitado, vencido
del cual resolverá.

Artículo 251°-B.- Manipulación de precios en el mercado de valores

El que proporcione señales falsas o engañosas respecto de la oferta o demanda de un


valor o instrumento financiero, en beneficio propio o ajeno, mediante transacciones
que suban o bajen el precio, incrementen o reduzcan su liquidez, será reprimido con
pena privativa de la libertad no menor de uno (1) ni mayor de cinco (5) años, siempre
que el monto de dichas transacciones superen las trescientas (300) Unidades
Impositivas Tributarias (UIT) vigentes al momento de la comisión del delito, o el
beneficio, pérdida evitada o perjuicio causado supere dicho monto.

La misma pena se aplicará a directores, gerentes, miembros del comité de


inversiones, funcionarios y personas vinculadas al proceso de inversión de un
inversionista institucional que, en beneficio propio o ajeno, manipulen el precio de
su cartera de valores o instrumentos financieros o la administrada por otro
inversionista institucional, mediante transacciones, suban o bajen el precio,
incrementen o reduzcan la liquidez de los valores o instrumentos financieros que
integren dicha cartera.

Previamente a que el Ministerio Público formalice la denuncia respectiva, se deberá


contar con un informe técnico emitido por la Comisión Nacional Supervisora de
Empresas y Valores (Conasev).

CAPÍTULO II

Delitos monetarios
Fabricación y falsifi ación de moneda de curso legal

Artí 252°.- El que falsifi a billetes o monedas será reprimido con pena privati a de
libertad no menor de cinco ni mayor de doce años y con ciento veinte a trescientos
días-multa.

El que falsifica billetes o monedas separando el anverso y el reverso de los auténticos,


superponiendo sus fragmentos, recurriendo al empleo de disolventes químicos,
usando los fabricados por otros países, recurriendo a aleaciones distintas o
valiéndose de cualquier otro medio que no fuere de producción masiva, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de diez años
y con ciento veinte a trescientos días-multa.

Alteración de la moneda de curso legal

Artículo 253°.- El que altera los billetes o monedas con el propósito de atribuirles un
valor superior, o realiza tal alteración con billetes o monedas que se hallan fuera de
circulación o corresponden a otros países, para darles la apariencia de los que tienen
poder cancelatorio, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de cuatro
ni mayor de diez años y con ciento veinte a trescientos días-multa.

El que altera la moneda, aminorando su valor intrínseco, será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de seis meses ni mayor de dos años y con treinta a
noventa días-multa.

Tráfico de moneda falsa

Artículo 254°.- El que a sabiendas, introduce, transporta o retira del territorio de la


República; comercializa, distribuye o pone en circulación monedas o billetes
falsificados o alterados por terceros, cuyo valor nominal supere una remuneración
mínima vital, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de cinco ni
mayor de diez años y con ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco días multa. La
pena será de ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco días-multa, si el valor
nominal es menor a una remuneración mínima vital.

Fabricación o introducción en el territorio de la República de instrumentos


destinados a la falsificación de billetes o monedas

Artículo 255°.- El que fabrica, introduce en el territorio de la República o retira de él,


máquinas, matrices, cuños o cualquier otra clase de instrumentos o insumos
destinados a la falsificación de billetes o monedas o se encuentra en posesión de uno
o más pliegos de billetes falsificados, o extrae de un billete auténtico medidas de
seguridad, con el objeto de insertarlas en uno falso o alterado, o que, a sabiendas, los
conserva en su poder será reprimido con pena privativa de libertad no menor de cinco
ni mayor de doce años y con ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco días multa.

Alteración de billetes o monedas


Artículo 256°.- Será reprimido con pena de multa no menor de treinta ni mayor de
ciento veinte días-multa:

1. El que escribe sobre billetes, imprime sellos en ellos o de cualquier manera daña
intencionalmente billetes o monedas.

2. El que, con fines publicitarios o análogos, reproduce o distribuye billetes o


monedas, o el anverso o reverso de ellos, de modo que pueda generar confusión o
propiciar que las reproducciones sean utilizadas por terceros como si se tratase de
billetes auténticos.

Aplicación extensiva

Artículo 257°.- Las disposiciones de los artículos de este Capítulo se hacen extensivas
a los billetes, monedas, valores y títulos valores de otros países.

Formas agravadas

Artículo 257°-A.- Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de seis ni
mayor de catorce años y con ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco días-multa
el que comete los delitos establecidos en los artículos 252°, 253°, 254°, 255° y 257°,
si concurriera cualquiera de las siguientes circunstancias agravantes:

1. Si el agente actúa como integrante de una organización criminal.

2. Si el agente labora o ha laborado en imprentas o talleres gráficos o en la industria


metalmecánica y se ha valido de su conocimiento para perpetrar el delito.

3. Si el agente labora o ha laborado en el Banco Central de Reserva del Perú y se ha


valido de esa circunstancia para obtener información privilegiada, sobre los procesos
de fabricación y las medidas de seguridad, claves o marcas secretas de las monedas o
billetes.

4. Si para facilitar la circulación de monedas o billetes falsificados, el agente los


mezcla con monedas o billetes genuinos.

Emisión ilegal de billetes y otros

Artículo 258°.- El funcionario del Banco Central de Reserva del Perú que emita
numerario en exceso de las cantidades autorizadas, será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de dos ni mayor de seis años e inhabilitación de uno
a cuatro años conforme al artículo 36°, incisos 1) y 2).

Uso ilegal de divisas

Artículo 259°.- El que destina las divisas asignadas por el Banco Central de Reserva,
a fin distinto del señalado y autorizado, será reprimido con pena privativa de libertad
no menor de dos ni mayor de diez años, con ciento veinte a trescientos sesenticinco
días- multa e inhabilitación conforme al artículo 36°, incisos 1, 2 y 4.
Los directores, gerentes y funcionarios del Banco Central de Reserva o funcionarios
públicos que faciliten la comisión del delito, serán reprimidos con la misma pena.

Retención indebida de divisas

Artículo 260°.- El que, teniendo obligación de hacerlo, no entrega, indebidamente,


al Banco Central de Reserva las divisas generadas por exportaciones o las retiene,
injustificadamente, luego de vencido el plazo establecido, será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de dos ni mayor de cuatro años, con ciento ochenta a
trescientos sesenticinco días-multa e inhabilitación conforme al artículo 36°, incisos
1, 2 y 4.

Valores equiparados a moneda

Artículo 261°.- Para los efectos de este Capítulo quedan equiparados a los billetes y
monedas, los títulos de la deuda pública, bonos, cupones, cédulas, libramientos,
acciones y otros valores o títulos-valores emitidos por el Estado o por personas de
derecho público.

¿Cuáles son los tipos comunes de


delitos financieros?
Renuncia de responsibilidad

Los siguientes son delitos financieros cometidos típicamente contra los bancos
é instituciones financieras:

 Kiting – Este tipo de fraude con cheques utiliza una combinación


del tiempo entre el depósito de un cheque y su presentación para
su pago por el banco Y la buena voluntad del banco receptor para
anticipar los fondos contra el balance no cobrado. En muchos
esquemas de kiting, varias cuentas son manipuladas
cuidadosamente en diferentes bancos para hacer aparecer que el
comportamiento de la cuenta es predecible y de bajo riesgo por lo
que tienta al banco a anticipar los retiros contra fondos aún no
cobrados. Dado que muchas de las cuentas de negocios
honestos operan con balances de cuentas al descubierto ó
escasos, con frecuencia es difícil detectar el verdadero esquema
del kiting. Al dejarlos pasar sin detectarlos, los kitings pueden
acarrear importantes pérdidas a los bancos.
 Falsificación – Para un negocio, la falsificación típicamente tiene
lugar cuando un empleado expide un cheque sin la adecuada
autorización. Los delincuentes roban un cheque, lo endosan y lo
presentan para su pago en una compra local ó en el banco en la
ventanilla del cajero, utilizando probablemente una falsa
identificación personal.
 Falsificación – La falsificación también puede significar la
fabricación completa de un cheque utilizando equipo de impresión
de escritorio actualmente disponible, consistente en una
computadora personal, scanner, software sofisticado y una
impresora láser de alto grado ó simplemente duplicando un
cheque con fotocopiadoras de color avanzadas.
 Alteración – La alteración principalmente se refiere a la utilización
de químicos y solventes tales como acetona, líquido de frenos y
removedor de manchas ó modificando la escritura a mano y la
información del cheque. Cuando esto se realiza en lugares
específicos en el cheque tales como el nombre del beneficiario ó
la cantidad, se llama alteración de un lugar, cuando se intenta
borrar la información de la totalidad del cheque, se llama “lavado
del cheque”.
 Robo de cheques – Una manera de atacar la cuenta de cheques
de otra persona es robar, ó de alguna otra manera apropiarse
indebidamente del cheque correspondiente a la cuenta. Esto
puede ocurrir mediante la búsqueda de cheques en el correo, ó
mediante la infiltración en una casa ó negocio, en el lugar en
donde se guardan los cheques. A veces, unos cuantos cheques
son utilizados como base de la falsificación. Sin métodos de
detección apropiados, los cheques pasan sin ser descubiertos
hasta que el cuenta habiente lo advierte al revisar su estado de
cuenta al final del mes.
 Colgado de Papeles – Este problema principalmente tiene que ver
con las personas que intencionalmente emiten cheques contra
cuentas que ya están cerradas (propias ó de otros).
 Lavado de dinero – Es el dinero que se ha obtenido por
actividades ilegales y que necesita ser incorporado al sistema
bancario de manera que pueda ser movilizado eficientemente de
un lugar a otro y guardado en forma segura. Efectivo (dinero en
efectivo, órdenes de pago, cheques de viajero, etc.) solamente
puede ser depositado en cantidades inferiores a $10,000 para
evitar que sean reportados. Una variedad sin fín de esquemas se
ha desarrollado con el propósito de “estructurar” y “lavar” dinero
en el proceso de convertir los fondos de “sucios” a “limpios”. El
mayor riesgo para un banco está en el potencial para la
complicidad y violación de los requerimientos de la Ley del
Secreto Bancario.
 Fraudes con Cuentas Nuevas – Las cuentas de cheques se abren
fácilmente debido a que la mayoría de los bancos están ansiosos
de tener más clientes. La facilidad con la que los documentos de
identidad pueden ser falsificados, las limitaciones impuestas por
las disposiciones de la Ley de Privacía y el costo de investigar los
antecedentes ó la confiabilidad de los cheques contribuyen a
facilitar que se lleven a cabo las fraudes con cuentas nuevas. Una
vez que una nueva cuenta es abierta y se establece un bajo perfil
de riesgo de esta actividad, el delincuente defraudador puede
llevar a cabo una amplia variedad de diferentes esquemas de
fraudes.
 Malversación – Cualquiera que tenga un fácil acceso a las
cuentas financieras tiene el potencial para llevar a cabo la
malversación. Las cuentas del banco ó la cuenta de los clientes
del banco pueden ser atacadas. Los métodos usados para la mal
DELITOS FINANCIEROS

INTRODUCCIÓN

El objetivo del presente trabajo es hacer un análisis sobre los que es el delito
informático en nuestro país, cual es la penalidad, la tipicidad, la consumación y
cuál es el aspecto subjetivo.
El delito de financiamiento por medio de información fraudulenta no es tipo penal
del cual se haya escrito mucho en nuestro país, ello a pesar de la relevancia que
va adquiriendo la dogmática en relación al Derecho Penal Económico.
La criminalización de los delitos informáticos aparece así dentro del proceso de
"expansión del Derecho penal", caracterizado por la inflación de ésta rama del
ordenamiento jurídico.
En este sentido, el presente trabajo trata de aportar con algunas consideraciones
de carácter dogmático en relación al tratamiento que se le da al delito de
financiamiento por medio de información fraudulenta en nuestro ordenamiento
jurídico, pero además se expone fundamentalmente la necesidad de utilizar
criterios de imputación objetiva al momento de hacer el juicio de tipicidad de
dicho delito.

MARCO TEÓRICO

1.1. DELITOS CONTRA EL ORDEN ECONOMICO Y FINANCIERO

1.1.1. LA CRIMINALIDAD INFORMÁTICA EN LA "SOCIEDAD DE RIESGOS"


Las sociedades modernas aparecen actualmente como verdaderas "sociedades
del riesgo", en las cuales los efectos adversos del desarrollo de la tecnología, la
producción y el consumo adquieren nuevas dimensiones y provocan riesgos
masivos a los ciudadanos, los ejemplos más característicos los ubicamos en el
tráfico vehicular, la comercialización de productos peligrosos o la contaminación
ambiental.
En este contexto aparece la informática que si bien tiene innegables efectos
positivos en el desarrollo social actual, tiene también un cariz negativo que puede
identificarse con los "nuevos riesgos" que supone la actual configuración
social[1].
La criminalización de los delitos informáticos aparece así dentro del proceso de
"expansión del Derecho penal"[2], caracterizado por la inflación de ésta rama del
ordenamiento jurídico3. Esta afirmación, a manera de aclaración, no supone
nuestra coincidencia con las pretensiones reduccionistas de las posturas
personalistas, destinadas a excluir la protección de los bienes jurídicos colectivos
del denominado "Derecho penal nuclear". Esta intención reduccionista propone
el traslado de los delitos económicos (en sentido amplio) hacia el ámbito del
Derecho administrativo sancionatorio, al que debe dotársele de las garantías
propias del Derecho penal. Esta pretensión, tal como denuncian MARINUCCI/
DOLCINI, tiene una faz oculta, que viene dada por la “bagatelización” de los
atentados contra los bienes jurídicos de orden colectivo.
Es que el intento de excluir del denominado "Derecho penal nuclear" a los
atentados contra bienes jurídicos colectivos y que, por cierto, parte de datos -
como la ausencia de víctimas - fácilmente desvirtuables, tiene como objetivo
“bagatelizar” las conductas realizadas por los delincuentes de “white collar” con
la finalidad de evitarse: "cualquier traumático impacto con la justicia penal"[3] a
través de la impunidad.
Los procesos de neo-criminalización no implican necesariamente colisión con los
principios de fragmentariedad e intervención mínima que iluminan al moderno
Derecho penal, sino que se sustentan en un input-output, en una entrada-salida,
en la criminalización- descriminalización[4].
Nuestra precedente afirmación tampoco debe significar un recurso
indiscriminado al Derecho penal con objetivos, siguiendo a CANCIO MELIÁ:
“meramente simbólicos”[5]. Los intereses sociales vitales deben superar esas
barreras que los conviertan válidamente en bienes jurídico- penales: suficiente
importancia social y necesidad de protección por el Derecho penal, de lo
contrario la intervención punitiva estatal podría extenderse a límites
irreconciliables con el carácter de última ratio del Derecho punitivo. La idea es
pues, conforme SILVA SÁNCHEZ ha dejado en claro, que la expansión del
Derecho penal se mantenga dentro de lo “razonable”[6].
1.1.2. BIEN JURÍDICO TUTELADO
Respecto de los Delitos Contra el Orden Financiero y Monetario (Titulo X del
Código Penal), tenemos que el Bien Jurídico Tutelado en estos delitos Contra el
Orden Financiero (Capítulo I) es el Sistema Crediticio , cabe mencionar que “
Dentro del Sistema Financiero, en general, el elemento técnico y económico
fundamental es el ejercicio empresarial del crédito”, además cabe mencionar en
esta parte que al hablar del Sistema Crediticio como Bien Jurídico, hacemos
referencia a un interés colectivo ya que “crea entre los clientes de la banca una
comunidad de intereses, cuya tutela trasciende los límites de la acción individual
“, de ahí que se desprende la participación del Estado, como ente regulador de
las relaciones que se originen motivo de esta actividad bancaria.

Por otro lado tenemos que en lo referido a los Delitos Monetarios (Capitulo II), el
Bien Jurídico Tutelado es, “el interés del Estado de defender el sistema
económico de medios de pago que puede ser afectado por la sustracción del
mercado de medios considerados indispensables para el funcionamiento del
sistema con lo que se compromete el bienestar de todos y cada uno de los
miembros de la colectividad”.
Es importante mencionar lo expresado por la Constitución, en su Título III (Del
Régimen Económico), Capítulo V (De La Moneda y La Banca), en donde en
rasgos generales se dice que “la moneda es la pieza metálica acuñada para
facilitar los cambio y transacciones que en forma organizada se efectúan por
medio de los Bancos (...)” siendo la única entidad autorizada para la emisión de
billetes y monedas el Banco Central de Reserva, mientras que es la
Superintendencia de Banca y Seguros quien controla a las empresas bancarias
y de seguros.

1.1.3. EL TIPO PENAL


Como mencionamos líneas arriba los Delitos motivo del presente trabajo están
previstos en Titulo X del Código Penal, a continuación realizaremos una breve
revisión del tipo penal.

Artículo 244° “Concentración Crediticia Ilegal”.


Bien Jurídico Tutelado: Sistema Crediticio
Sujetos: Activos, son el director, gerente, administrador, representante legal o
funcionario de una institución bancaria, financiera u otra que opere con fondos
del público. Y como sujeto Pasivo, la colectividad.
Pena: Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor
de diez años y con trescientos sesenticinco a setecientos treinta dias-multa.
Si como consecuencia de ello la institución incurre en la situación de insolvencia.
Serán reprimidos con la misma pena los beneficiarios del Crédito que hayan
participado en el delito.

Artículo 245° “Información Oculta y Falsa a Autoridad Competente”.


Bien Jurídico Tutelado: Sistema Crediticio.
Sujetos: Activo, El director, gerente, administrador, representante legal o
funcionario de una institución bancaria, financiera u otra que opere con fondos
del público. El Sujeto Pasivo, La Colectividad.
Pena: Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor
de seis años y con ciento ochenta a trescientos sesenticinco dias-multa.

Artículo 246° “Intermediación Financiera”.


Bien Jurídico Tutelado: Sistema Crediticio.
Sujetos: Activo, Todo aquel que, por cuenta propia o ajena, se dedica directa o
indirectamente a la captación habitual de recursos del público. El Sujeto
Pasivo, La Colectividad.
Pena: Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor
de seis años y con ciento ochenta a trescientos sesenticinco dias-multa.
Agravante: Si para dichos fines el agente hace uso de los medios de
comunicación social, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de
cuatro ni mayor de ocho años y con ciento ochenta a trescientos sesenticinco
dias-multa.

Artículo 247° “Información Falsa”.


Bien Jurídico Tutelado: Sistema Crediticio.
Sujetos: Activo, Todo aquel usuario de una institución bancaria, financiera u
otra que opera con fondos del público. Sujeto Pasivo, La Colectividad.
Pena: Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor
de cuatro años y con ciento ochenta a trescientos sesenticinco dias-multa.
Agravante: Si como consecuencia del crédito así obtenido, la Superintendencia
de Banca y Seguros resuelve la intervención o liquidación de la institución
financiera, será reprimido con una pena privativa de libertad no menor de cuatro
ni mayor de diez años y trescientos sesenticinco a setecientos días-multa.
Los accionistas, asociados, directores, gerentes y funcionarios de la institución
que cooperen en la ejecución del delito, serán reprimidos con la misma pena
señalada en el párrafo anterior y, además con inhabilitación conforme al artículo
36 incisos 1, 2 y 4

Artículo 248° “Condicionamiento Indebido de Créditos”.


Bien Jurídico Tutelado: Sistema Crediticio.
Sujetos: Activo, Los directores, gerentes administradores o funcionarios de las
instituciones bancarias, financieras y demás que operan con fondos del
público. Sujeto Pasivo, La Colectividad.
Pena: Serán reprimidos con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor
de tres años y con noventa a ciento ochenta dias-multa.

Artículo 249° “Pánico Financiero”.


Bien Jurídico Tutelado: Sistema Crediticio.
Sujetos: Activo, Todo aquel que a sabiendas produce alarma a la población
mediante la propalación de noticias falsas atribuyendo a una empresa del
sistema financiero, a una empresa del sistema de seguros, a una sociedad
administradora de fondos mutuos de inversión en valores o de fondos de
inversión, a una administradora privada de fondos de pensiones u otra que opere
con fondos del público.
El Sujeto Pasivo, La Colectividad.
Pena: Será reprimido con una pena privativa de libertad no menor de tres ni
mayor de seis años y con ciento ochenta a trescientos sesenticinco dias-multa.
Agravante: La pena será no menor de cuatro ni mayor de ocho años y de
trescientos sesenta a setecientos veinte dias-multa si el agente es miembro del
directorio, gerente o funcionario de una empresa del sistema financiero, de una
empresa del sistema de seguros, de una sociedad administradora de fondos
mutuos de inversión en valores o de fondos de inversión, de una administradora
privada de fondos de pensiones u otra que opere con fondos del público, o si el
miembro del directorio o gerente de una empresa auditora, de una clasificadora
de riesgo u otra que preste servicios a alguna de las empresas antes señaladas,
o si el funcionario del Ministerio de Economía y Finanzas, el Banco Central de
Reserva del Perú, la Superintendencia de Banca y Seguros o la Comisión
Nacional Supervisora de Empresas y Valores.
La pena prevista en el párrafo anterior se aplica también a los ex funcionarios
del Ministerio de Economía y Finanzas, el Banco Central de Reserva, la
Superintendencia de Banca y Seguros o la Comisión Nacional Supervisora de
Empresas y Valores, siempre que hayan cometido delito dentro de los seis años
posteriores a la fecha de cese.
(Artículo Modificado por el Articulo Único de la Ley N° 27914)

Artículo 250° “Omisión de Provisiones Específicas Obligatorias”.


Bien Juridico Tutelado: Sistema Crediticio
Sujetos: Activo, Los directores, administradores, gerentes y funcionarios,
accionistas o asociados de las instituciones bancarias, financieras y demás que
operan con fondos del público. Sujeto Pasivo, La Colectividad.
Pena: Serán reprimidos con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor
de tres años y con ciento ochenta a trescientos sesenticinco dias-multa.

Artículo 251° “Uso Indebido del Crédito Promocional”.


Bien Jurídico Tutelado: Sistema Crediticio.
Sujetos: Activo, Todo aquel que aplica o desvía fraudulentamente un crédito
promocional hacia una finalidad distinta a la que motivo su otorgamiento.
Pena: Será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años.

Artículo 251°- A “Uso Indebido de Información Privilegiada”.


Bien Jurídico Tutelado: Sistema Crediticio
Sujetos: Activo, Todo aquel que obtiene un beneficio o se evita un perjuicio de
carácter económico en forma directa o a través de terceros, mediante el uso de
información privilegiada.
Pena: Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor
de cinco años.
Si el delito a que se refiere el párrafo anterior es cometido por un director,
funcionario o empleado de una Bolsa de Valores, de un agente de
intermediación, de las entidades supervisoras de los emisores, de las
clasificadoras de riesgo, de las administradoras de fondos mutuos de inversión
en valores, de las administradoras de fondos de inversión, de las administradoras
de fondos de pensiones, así como de las empresas bancarias, financieras o de
seguros, la pena no será menor de cinco ni mayor de siete años.

1.1.4. ACTOS MATERIALES:


En cuanto a los actos materiales tenemos que las circunstancias agravantes
contenidas en este precepto deben complementarse con los supuestos previstos
en el art. 207 °-A y 207 °-B.
En ese entendimiento, en el primer supuesto, se requiere que el sujeto activo,
para cometer el delito, haga uso de información privilegiada obtenida en virtud a
su cargo. La información privilegiada debe ser entendida como aquella que tiene
una carácter sumamente reservado y que sólo se encuentra al alcance de
quienes tengan una estrecha relación con quien la emita, aunque resulta
evidente que la utilización de los términos “información privilegiada” pueden
llevar a confusión al extraneus, en la medida que guarda similitud con el nomen
juris del delito contenido en el art. 251-A del C.P. peruano40.
En el segundo numeral del art. 207°-C se exige que la seguridad nacional haya
sido puesta en peligro, sin embargo, dicho elemento normativo (“seguridad
nacional”) resulta bastante difícil de delimitar, por lo que debe ser entendida en
sentido restrictivo a fin de evitar que este tipo sea como una herramienta de
coerción contra los opositores políticos.

1.1.5. ASPECTO SUBJETIVO


Puedo decir que esto requiere que el comportamiento sea realizado con dolo, es
decir, conciencia y voluntad de cometer los actos constitutivos del delito.

1.1.6. CONSUMACIÓN
Las modalidades agravadas tienen su momento consumativo en distintas
ocasiones.
En el primer supuesto, la modalidad agravada se consuma cuando el sujeto
activo utiliza o ingresa indebidamente al sistema informático, no se requiere la
producción de algún especial resultado lesivo.
En el segundo párrafo se exige que el sujeto activo haya puesto en peligro la
seguridad nacional.

1.1.7. PENALIDAD
La penalidad establecida para las modalidades agravadas es la de privación de
libertad no menor de cinco ni mayor de siete años. Se podrá aplicar la suspensión
de la ejecución de la pena, siempre que se den los requisitos previstos en el art.
57 del Código Penal y en tanto concurra alguna circunstancia que permita
imponer una pena por debajo del mínimo legal.
En este punto reproducimos las críticas relacionadas a las insuficiencias en el
ámbito de las consecuencias jurídicas del delito a aplicar en tal supuesto.

1.1.8. ANÁLISIS ECONÓMICO DEL DERECHO:


No se puede dejar de lado en este trabajo, un tema particularmente sensible para
el operador jurídico cuando se enfrenta a la comisión de estos delitos.
Comúnmente se argumenta que imponer los criterios de imputación objetiva
anteriormente señalados, sería consentir una sensación de impunidad para
estas formas delictivas, lo que llevaría como consecuencia la elevación de los
costos para obtener un crédito con el consiguiente perjuicio para un país que
busca el desarrollo y que necesita del capital como herramienta para llevar a
cabo dicha tarea.
Sin embargo esta afirmación oculta un argumento falaz (petitio principii) pues lo
que en realidad eleva los costos en el otorgamiento de créditos son los - a su
vez - elevados índices de riesgos que maneja dicha actividad, en consecuencia
de lo que se trata es de definir quien tiene que internalizar los costos de ese
riesgo, es decir establecer si debe ser el estado, la sociedad o la propia entidad
financiera.
En todo caso, si el agente reduce voluntariamente y sin prudencia las cautelas
en el ejercicio de su actividad comercial es porque busca mayores márgenes de
beneficio en un negocio más arriesgado. Por ello, no puede pretender que, si el
riesgo se concretiza en un perjuicio, esa reducción de sus costes la asuma el
aparato punitivo, supliendo con la amenaza penal la cautela que él ha decidido
ahorrarse. Mantener la tutela penal en estos supuestos de búsqueda arriesgada
de beneficios extraordinarios supondría permitir que las empresas trasladen sus
costes de reducción de impagos al ya de por sí atascado sistema penal. Aunque
no cabe, por supuesto, negar la responsabilidad del defraudador en el plano civil,
aquí el engaño no es únicamente reconducible a la conducta del mendaz, sino
también a la propia dejación de funciones de la víctima, que pretende
obtener más lucro de un mayor riesgo.

1.2.LA PROTECCIÓN DE BIENES JURÍDICOS COMO TAREA DEL DERECHO


PENAL ECONÓMICO
Se trata de nuevas manifestaciones realmente previstas en la legislación positiva
penal, aunque solamente las manifestaciones mas no la conducta criminal, pero
lo enfatizable es la manera ingeniosa en los medios de que dispone
esta clase de delincuencia, constituyendo, lógicamente un profundo y mayor
perjuicio en la colectividad.
Los delitos económicos causan una gran coacción en las trabas e la producción,
inconveniencias en el transporte, acaparamiento, especulación en
la distribución y sobre todo en el sistema bancario y financiero.
La gravedad y extensión de la lesión que ocasionan los delitos económicos, lleva
a pensar que son violaciones del derecho que asiste a las comunidades
humanas, sin distinciones de clase, para beneficiarse con los recursos de
la naturaleza y los bines creados por el trabajo en todas sus aplicaciones, así
como los rendimiento en dinero y el manejo de este en empresas, bancos y
demás establecimientos de crédito, realizados para destruir estos bienes,
disminuirlos o aprovecharse ilícitamente de ellos, mediante la violación o
el fraude.
El bien jurídico es un concepto lleno de dificultades interpretativas cuando se
trata de los delitos contra el orden socioeconómico. En efecto el orden
económico en sentido estricto, ha de entenderse como la regulación jurídica de
la intervención estatal en la economía, mientras que el concepto amplio de orden
económico es considerado como la regulación jurídica de la producción,
distribución y consumo de los bienes y servicios.
Un orden económico social justo es una de las metas a que debe aspirar una
regulación jurídica represora.
El orden económico supone una intervención pública en la medida en que ya
nadie cree en la regulación espontánea del mercado por el equilibrio natural de
las fuerzas que en el operan, y por ello, una de las claves para mantener que
nuestra constitución reconoce un sistema de economía.

1.3. EL BIEN JURÍDICO PENALMENTE PROTEGIDO:


La tarea de determinar el objeto de protección penal en el delito de obtención
fraudulenta de créditos, es un asunto que no ha estado libre de discusión y
controversia en la doctrina. Determinar el contenido material del bien jurídico es
una condición necesaria para ser conscientes de las diferentes consecuencias
jurídicas a que se puede arribar después de asumir una u otra posición.
Por razones de espacio no se pretenderá aquí hacer una exposición detallada
de todas las doctrinas que pretenden explicar ese contenido material del bien
jurídico, bastará con indicar que existen tres posturas importantes: Una primera
tesis, que destacando la importancia de la perspectiva macro social del bien
jurídico tutelado, hace mayor énfasis en el normal desenvolvimiento del sistema
crediticio y financiero. Una segunda tesis, por el contrario, dará más importancia
a la lesión de los intereses jurídicos individuales, que al fin de cuenta son los
directamente afectados en realidad. Una tercera postura incidirá más en la
necesidad de respetar la exigencia de legalidad por parte del sistema financiero.
Sin entrar en la discusión actual, respecto a si la obtención de créditos por
medios fraudulentos debe estar incluido en los delitos contra el patrimonio
(Estafa), o si por el contrario, como lo ha hecho el Código Peruano, debe incluirse
dentro de los delitos contra el sistema financiero, diremos que la tesis que aquí
se asume, parte más bien de entender la configuración del bien jurídico
penalmente protegido a partir de una concepción normativa y no empírica, lo que
permite inferir que el bien jurídico se lesiona aunque no se haya verificado un
daño empíricamente constatable; esta interpretación es además acorde con las
figuras de peligro recogidas por el Título X, Capítulo I del Código Penal Peruano.
Sin embargo es indispensable precisar que el Derecho Penal no protege, contra
lo que pueda intuirse de la denominación utilizada por el Código Penal, el
funcionamiento del sistema crediticio y financiero, pues este sistema puede
perjudicarse por muchas razones sin que el Derecho Penal tenga que intervenir
por ello. Como lo señala el profesor García Cavero, que el sistema crediticio y
financiero pueda reforzarse con la sanción penal o desprestigiarse si hay una
absoluta impunidad, esas no son funciones que legitime al Derecho Penal. Si
aceptamos que este tipo de delitos lo que se lesiona o pone en peligro es el
sistema crediticio y financiero, el inculpado podría argumentar que su conducta
no ha lesionado o puesto en peligro el bien jurídico protegido y en consecuencia
no debería ser condenado, ello en mérito al principio de lesividad de bienes
jurídicos.
no le faltaría razón, pues es evidente que con una sola conducta defraudatoria
típica de financiación de créditos por medios fraudulentos, no puede ponerse en
peligro y mucho menos afectarse el funcionamiento global del sistema financiero
y crediticio. Generalmente los entramados económicos siempre resultan más
complejos. En consecuencia el Derecho Penal no protege el sistema crediticio
y financiero, sino las expectativas patrimoniales de aquellos acreedores en tanto
constituyen elementos representativos de ese sistema.

1.4. INSTITUCIONES FINANCIERAS ILEGALES


Art. 246.- El que, por cuenta propia o ajena, se dedica directa o indirectamente
a la captación habitual de recursos del público, bajo la forma de depósito, mutuo
o cualquier modalidad, sin contar con permiso de la autoridad competente, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de seis años
y con ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco días-multa. Si para dichos
fines el agente hace uso de los medios de comunicación social, será reprimido
con pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de ocho y con ciento
ochenta a trescientos sesenta y cinco días-multa.

Tipicidad.- La Tipicidad, consiste en que la acción, el comportamiento humano,


debe de encuadrar dentro del tipo penal. Esto es, que el acto humano (la acción)
debe coincidir, encuadrar, concordar con la figura prevista en la ley penal (tipo
penal), como delito, para que el hecho pueda constituir delito. Tipificar entonces,
es subsumir el hecho humano dentro de la ley penal como delito. Encuadrar
subsumir dentro del tipo penal.
Dentro del concepto de la tipicidad tendremos que estudiar lo referente al tipo
penal, el cual, Enrique Bacigalupo señala: Tipo penal es el conjunto de
elementos que caracteriza un comportamiento como contrario a la norma. Por lo
que, el tipo penal bajo estudio se encuentra ubicado dentro del Código Penal.

Artículo 247º del Código Penal, establece como presupuestos para la comisión
del delito de obtención fraudulenta de créditos, el siguiente texto: “El usuario de
una institución bancaria, financiera u otra que opera con fondos del público que,
proporcionando información o documentación falsas o mediante engaños
obtiene créditos directos o indirectos u otro tipo de financiación, será reprimido
con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de cuatro años y con
ciento ochenta a trescientos sesenticinco días-multa.
Si como consecuencia del crédito así obtenido, la Superintendencia de Banca y
Seguros resuelve la intervención o liquidación de la institución financiera, será
reprimido con pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de diez
años y con trescientos sesenticinco a setecientos treinta días-multa.
Los accionistas, asociados, directores, gerentes y funcionarios de la institución
que cooperen en la ejecución del delito, serán reprimidos con la misma pena
señalada en el párrafo anterior y, además, con inhabilitación conforme al artículo
36, incisos 1, 2 y 4.”

Sujeto activo del delito:


Puede ser sujeto activo de este delito cualquier persona, en tanto la descripción
objetiva no exige ninguna cualidad específica para ser autor. Si bien es cierto
que el tipo describe la conducta de “Usuario del sistema financiero”, deber
entenderse que usuario puede ser potencialmente cualquier persona, y no por
esa descripción deja de ser un delito común.
No falta quien indica que si el crédito es solicitado por dos personas, vía una
sociedad conyugal u otro patrimonio indiviso, serán penalizados a título de
coautores, si es que el préstamo es asumido por la institución patrimonial.
Sin embargo el criterio que aquí se asume es el de previamente hacer una
análisis en el caso concreto de los requisitos para la configuración de la autoría
y la participación en forma individual, lo que a su vez dependerá de la doctrina
que en relación a este tema se asuma. No es, en todo caso momento y lugar
para ahondar sobre este punto. Lo dicho anteriormente resulta igualmente válido
para el caso del tercer párrafo del artículo 247º C.P., que también recoge el tipo
penal comentado.

Sujeto pasivo del delito:


No se comparte aquí el criterio de que el Estado sea sujeto pasivo de este delito;
pues en atención a la posición asumida respecto al bien jurídico protegido la
calidad de sujeto pasivo del delito deberá recaer necesariamente en la entidad
financiera que otorga el crédito
Podrá reputarse asimismo como sujeto pasivo sobre el cual recae la acción, al
analista o funcionario que evalúa la capacidad de crédito del imputado. Sin
embargo no es posible considerarlo bajo ninguna razón como parte agraviada
en el delito.

Acción Típica:
Como puede apreciarse, del tipo penal en comentario se desprende que es
necesario para la configuración del tipo penal, la acción consistente en alegar
ante el prestamista (entidad crediticia), datos o hechos falsos y/o utilizar
documentos falsos o utilizar engaños, con el objeto de causar una
representación errónea en el sujeto pasivo, sobre la solvencia del solicitante de
un crédito, lo que conduce a una concesión del crédito que de otro modo, caso
de conocer la realidad, hubiere sido denegado por el alto riesgo de
incumplimiento de las obligaciones por aquel contraídas.
En el aspecto subjetivo, se requiere necesariamente la actuación dolosa; en
tanto el solicitante que aparenta solvencia, en la medida en que lo hace porque
duda seriamente de sus posibilidades de hacer frente al pago por su debilitada
situación económica, que precisamente oculta, al menos habrá actuado con dolo
eventual, que es suficiente para la configuración del delito materia de análisis.

1.5. IMPUTACIÓN OBJETIVA (ACCIONES A PROPIO RIESGO):


Ámbito de actuación de la propia víctima:
La ficción de solvencia económica ha sido considerado tradicionalmente por la
doctrina como un comportamiento engañoso; siempre y cuando no se trate de
exageraciones socialmente toleradas en el mundo financiero, que por ser
habituales y porque generalmente cuenta con ellas la entidad crediticia, no tiene
relevancia penal.
El delito de Obtención Fraudulenta de crédito tiene una relevante limitación de
su tipicidad, en tanto rige (especialmente dentro del sector del sistema financiero
y crediticio) un importante argumento victidogmático en relación al ámbito de
responsabilidad que se encuentra dentro de la esfera de competencia de la
propia víctima (es decir, para la configuración de este delito, es necesario
verificar si la entidad crediticia ha desplegado una “diligencia mínima” al
momento de suceder los hechos).
El sólo hecho de efectuar maniobras fraudulentas con el objeto de inducir a error
a la denunciante y así obtener un provecho indebido (sin observar que el engaño
desplegado por el autor resulte suficiente y adecuado), conforme a criterios de
imputación objetiva y a las condiciones particulares de la víctima, resulta
insuficiente para poder afirmar la tipicidad en el delito de Obtención Fraudulenta
de Crédito.
El fundamento está en lo siguiente: PRIMERO, porque el tipo penal exige una
relación especial entre el engaño desplegado por el autor y el error de la víctima,
de modo que el error debe ser consecuencia directa y precisa del
engaño. SEGUNDO, porque cuando el ardid o engaño no sea idóneo para
producir el error de la víctima, no será posible tener por satisfecha dicha relación,
pues el error no habrá sido consecuencia precisa del engaño desplegado por el
autor, sino que tendrá su explicación en otra causa distinta. En este sentido, sólo
se considera que el engaño es “bastante” (idóneo) cuando, a pesar de ser
detectado por el hombre medio, la capacidad individual del engañado no le
permitía evitar fácilmente el daño patrimonial, a contrario sensu, si el error no es
consecuencia precisa del ardid o engaño, sino de la propia negligencia de la
víctima, no se habrán cumplido los requisitos exigidos por el tipo penal, pues la
negligencia del sujeto engañado también adquiere especial importancia en lo
que hace al análisis de la relación que debe existir entre el fraude y el error,
así cuando se infringen los deberes de auto tutela, la lesión patrimonial no es
imputable objetivamente a la acción del autor, por mucho que el engaño pueda
ser causal – en el sentido de la teoría de la equivalencia de las condiciones -
respecto al perjuicio patrimonial.
Por tanto, de acuerdo con el criterio del fin de protección de la norma, no
constituye fin del tipo de Obtención Fraudulenta de Crédito evitar las lesiones
patrimoniales fácilmente evitables por el titular del patrimonio que con una
“mínima diligencia” hubiera evitado el menoscabo, pues el tipo penal cumple solo
una función subsidiaria de protección, siendo sin duda un medio menos gravoso
que el recurso a la pena, la auto tutela del titular del bien.

El nivel de diligencia exigible a la víctima:


Llegado a este punto queda por resolver la cuestión de qué grado de diligencia
es exigible a la víctima. Al respecto puede tomarse como criterio válido
que “cuando la actividad (en la cual se desarrollaron las conductas) estuviese
regida por normas legales, disposiciones reglamentarias o reglas de costumbre,
la violación de éstas por parte de la víctima implicará una imprudencia o
negligencia tales que no podrá calificarse como delito cualquier ventaja ilícita que
un tercero haya podido obtener como fruto de esa negligencia o imprudencia,
pues la víctima, más que inducida a error, ha caído en él por su propia culpa”.
Es significativo en este punto lo referido por el profesor Peña Cabrera, cuando
señala que “(…) las entidades financieras como garantía para el otorgamiento
del crédito verifican como mínimo la siguiente información:
a) Identidad: La mayoría de los informes de crédito comienzan con los datos
personales, tales como los nombres apellidos, direcciones, empleos, estado civil,
ingresos (tanto personales como familiares), entre otros. Asimismo, en el caso
de las personas jurídicas se solicita la razón social, documentación sobre la
inscripción o constitución así como la masa accionaria, actividad habitual, estado
financiero, etc.
b) Documentos públicos: La sección de documentos públicos refleja por
ejemplo, si el solicitante del crédito tiene algún proceso judicial por deudas, en el
caso de las garantías ofrecidas se verifica si éstas están gravadas o si el
solicitante del crédito guarda derecho legítimo sobre la propiedad ofrecida.
También se incluye información como quiebras, ejecuciones hipotecarias y otros.
c) Cuentas de crédito: La mayor parte de los informes de crédito brindad
información sobre los antecedentes crediticios. (…)”
En esta misma línea de argumentación, conviene mencionar además que el
crédito bancario, al ser esencialmente “gestión de riesgos de impagos”, la
diligencia mínima que cabe exigir a quien concede el crédito, es que investigue
los datos registrales relevantes a tal efecto[.

El problema de la buena fe contractual:


Al encontrarnos en un ámbito donde la víctima es un agente económico
profesional, la buena fe contractual rige de un modo distinto, pues existe en cierta
medida un principio de “desconfianza mercantil”. En otras palabras, la buena fe
contractual se relativiza, y la actuación de la víctima cualificada (entidad
crediticia) será determinante en una conducta defraudatoria destinada a obtener
un crédito. En consecuencia, si el patrimonio de la entidad financiera está
sometido por la naturaleza misma de la actividad al riesgo comercial, lo
estándares de auto tutela que se exigen son especialmente altos.
Además de lo anteriormente mencionado, debe tenerse en cuenta que de
conformidad con lo establecido por el Artículo 222º de la Ley General del
Sistema Financiero – 26702, al momento de solicitarse el otorgamiento de un
crédito “ (…) deberá tenerse presente que para su evaluación se tomará en
cuenta los flujos de caja del deudor, sus ingresos y capacidad de servicio de la
deuda, situación financiera, patrimonio neto, proyectos futuros y otros factores
relevantes para determinar la capacidad del servicio y pago de deuda del
deudor. El criterio básico es la capacidad de pago del deudor. Las garantías
tienen carácter subsidiario”. En consecuencia la entidad agraviada no puede
obviar hacer las verificaciones mínimas antes señaladas, cuando ella misma es
consiente del elevado riesgo existente en el otorgamiento de créditos; y
solamente después de haber incurrido en mora el inculpado, realizar las
acciones de averiguación respectos a la veracidad de dichos documentos.

CONCLUSIONES

1. El bien jurídico protegido en el delito de Obtención Fraudulenta de créditos, no


puede ser el funcionamiento del sistema crediticio y financiero, sino las
expectativas patrimoniales de los sujetos individuales en su condición de
elementos representativos de ese sistema (entidad financiera).
2. En ese sentido el sujeto pasivo del delito siempre será aquella empresa
financiera que otorgue el crédito, inducida o determinada por la información
fraudulenta proporcionada.
3. Es necesario reconducir el análisis de la tipicidad siempre a criterios de
imputación objetiva, en donde la actuación de la víctima (al tratarse de un agente
económico profesional) tenga una especial relevancia al momento de evaluar el
nexo de determinación entre el fraude y el otorgamiento del crédito.
4. No es posible aceptar el traslado de los costes económicos que implican los
riesgos de la actividad financiera al Derecho Penal, pues éste no ésta en
condición de soportar los mismos. En general, las políticas de mercado son las
más eficientes para solucionar los defectos en el sistema económico y no el
aparato punitivo.
5. Resulta plausible la intención de poner al día nuestra legislación penal frente al
avance de las nuevas tecnologías de la información, la incorrecta identificación
del bien jurídico y las inconsistencias en la tipificación de las conductas pueden
llevar a mostrar una imagen “simbólica” de la intervención penal en ésta materia.
6. Se sugiere sendas modificaciones en el texto vigente que no sólo sean
coherentes teóricamente sino que sean además y principalmente “eficaces” en
la protección de la información, sólo de ésta forma encontrará justificación la
intervención del Derecho penal que, como bien sabemos, es la rama del
ordenamiento jurídico cuyas consecuencias resultan más drásticas para el
ciudadano.

[1] JAEN VALLEJO, Manuel. La Justicia penal ante los nuevos retos de la
actualidad, Fundación de Cultura Universitaria, Montevideo, 2001, p. 85.
[2] SILVA SÁNCHEZ, Jesús María. La Expansión del Derecho penal. Aspectos
de la política criminal en las sociedades postindustriales, 2ª ed., Civitas
Ediciones, Madrid, 2001, p. 20.
[3] MARINUCCI, Giorgio y DOLCINI, Emilio. art. cit., p. 137.
[4] CARO CORIA, Dino Carlos. Derecho penal del ambiente. Delitos y técnicas
de tipificación, Gráfica Horizonte, Lima, 1999, p. 303; REYNA ALFARO, Luis
Miguel. Reflexiones sobre el contenido material del bien jurídico-penal y la
protección de los bienes jurídicos colectivos, en: Revista Jurídica del Perú, año
LI, n° 18, Normas Legales, Lima, 2001, p. 196; Idem. en: RUIZ RODRÍGUEZ,
Luis Ramón y REYNA ALFARO, Luis Miguel. La Regulación Penal del Mercado
de Valores (Estudio de Derecho peruano y español), Portocarrero, Lima, 2001,
p. 36.
[5] CANCIO MELIÁ, Manuel. Dogmática y política criminal en una teoría
funcional del delito, p. 23.
[6] SILVA SÁNCHEZ, Jesús María. ob. cit., p. 26
Delitos Financieros
El termino delito financiero se refiere, en términos generales, a cualquier delito,
no violento que da lugar a una perdida económica. Estos delitos, por lo tanto,
comprenden una amplia gama de actividades ilegales, incluidos el fraude, pánico
financiero, información privilegiada, etc.
Los delitos financieros incluyendo cheques y depósitos fraudulentos son uno de
los más grandes retos que encaran hoy en día las instituciones de negocios y
financieras. Los delincuentes financieros profesionales han venido
incrementando su habilidad y sofisticación, gracias a los avances en la
tecnología disponible, tales como las computadoras personales, scanner y
fotocopiadoras de color.
Se ha estimado que las pérdidas anuales debido a depósitos y cheques
fraudulentos montan miles de millones de dólares. Las pérdidas continúan
creciendo constantemente a medida que los delincuentes continúan buscando
formas de vida mediante la comisión de fraudes. Para el consumidor, la cantidad
de ansiedad é inconveniencias causadas por la necesidad de resolver problemas
con contadores, comerciantes locales así como posibles repercusiones a los
burós de crédito, pueden ser considerables. Estos delitos también afectan a los
consumidores al incrementarse los honorarios que tienen que pagar a los bancos
debido a que los bancos tienen que contratar especialistas sobre riesgos de
identificación y comprar software especializado para protegerse de futuras
pérdidas.

CARACTERÍSTICAS DE LOS DELITOS FINANCIEROS


1. Son delitos no violentos que dan lugar a pérdidas económicas.
2. Son complicados a raíz de los adelantos rápidos en la tecnología.
3. Generalmente no son denunciados, ya que las instituciones optan por resolver
los incidentes internamente.
4. Existe la percepción de que se encuentran entre los delitos de mas rápido
conocimiento.
5. Producen perdida de credibilidad de las instituciones.
6. Constituyen una amenaza a largo plazo, para el desarrollo de la economía del
país.
7. Las repercusiones en países desarrollados, quizás sean mas fácil de contener,
por el tamaño de sus economías, en cabio en los países en desarrollo es mayor,
y la capacidad de los gobiernos es limitada.
8. La complejidad dificulta la tipificación de las conductas delictivas

Bien Jurídico Tutelado En los Delitos Financieros


“EL SISTEMA CREDITICIO”
El Derecho Penal no protege del todo contra lo que pueda intuirse de la
denominación utilizada por el Código Penal, el funcionamiento del
sistema crediticio y financiero, pues este sistema puede perjudicarse por
muchas razones sin que el Derecho Penal tenga que intervenir por ello. Como lo
señala el profesor García Cavero, que el sistema crediticio y financiero pueda
reforzarse con la sanción penal o desprestigiarse si hay una absoluta impunidad,
esas no son funciones que legitime al Derecho Penal. Si aceptamos que este
tipo de delitos lo que se lesiona o pone en peligro es el sistema crediticio y
financiero, el inculpado podría argumentar que su conducta no ha lesionado o
puesto en peligro el bien jurídico protegido y en consecuencia no debería ser
condenado, ello en mérito al principio de lesividad de bienes jurídicos.
En general, en los delitos económicos, el bien jurídico colectivo tutelado de
naturaleza mediata es el orden económico, orden que ha sido diseñado por la
Constitución y sobre el cual hemos señalado que gira en torno a la regulación de
las relaciones económicas a través del mercado, reservándose al Estado un nivel
de contralor del ejercicio de las libertades económicas a fin de evitar las
disfunciones del mercado (p.e. abusos de posición de dominio, etc.) y así mismo
le otorga una capacidad de intervención directa, a fin de satisfacer las
necesidades de aquellos sectores que no han podido lograrlo a través del
mercado (carácter social del régimen económico adoptado por nuestra
Constitución). En ese sentido Tiedemann señala que el objeto de protección en
los delitos económicos es “el orden de la economía instituido y dirigido por el
Estado, es decir, la economía nacional en su totalidad y en sus diferentes
sectores” . Del mismo modo Martos Nuñez refiere: “en resumen, el interés estatal
en la integridad y mantenimiento del orden económico constituye el bien jurídico
protegido técnicamente por el Derecho penal económico (…)” . Sin embargo,
este bien jurídico por su carácter inmaterial y difuso, se constituye en el bien
jurídico mediato de protección por el Derecho penal económico, por lo que para
efectivizar su protección es importante distinguir y ubicar los objetos de
protección con función representativa, aquellos que al ser lesionados ponen de
manifiesto la puesta concreta en peligro del ordenamiento económico. “Es por
eso que en la dogmática penal actual a cada grupo de delitos económicos se le
suele asignar un bien jurídico determinado, que es afectado de manera directa
por la conducta delictiva. Estos bienes jurídicos vendrían a ser (…) cada uno de
los instrumentos del ordenamiento económico moderno: la libertad de
competencia, el sistema crediticio, el sistema de inversión de capitales, el
sistema de otorgamiento de subvenciones, etc.” . De esta manera queda claro
que en el ámbito del Derecho penal económico, el bien jurídico tutelado de
naturaleza mediata es el propio ordenamiento económico, y los bienes jurídicos
inmediatos u objetos de protección con función representativa, estarían
constituidos por cada uno de los sectores que integran y diseñan dicho
ordenamiento.

En este orden de ideas, trataremos de determinar cuál es ese bien jurídico


inmediato que es materia de protección en los delitos financieros. En la doctrina
nacional se puede verificar que no existe coincidencia absoluta en su
determinación, así para Bramont-Arias y García Cantizano, el bien jurídico
protegido sería el sistema crediticio, fundamentando la intervención del Estado
en la protección de dicho interés social en que el ejercicio en masa de las
operaciones de crédito crea entre los clientes de la banca una comunidad de
intereses, cuya tutela trasciende los límites de la acción individual y tiende a
conformarse como tutela de un interés colectivo y de orden público ; en igual
sentido Abanto Vásquez señala que la protección del sistema crediticio a través
de la tipificación de los delitos contra el orden financiero y monetario constituye
una novedad del Código Penal ; por su parte Reyna Alfaro, sostiene que en los
delitos financieros, el bien jurídico tutelado está constituido por la estabilidad o
funcionalidad del sistema financiero , dicha posición es compartida por Salinas
Siccha, que sostiene al referirse al delito de concentración de crédito, previsto
en el artículo 244 del Código penal, que el bien jurídico tutelado es la estabilidad
del sistema financiero nacional . Por su parte Mazuelos Coello, al referirse al
sistema de protección penal del derecho de crédito, refiere que en el caso de los
delitos financieros, el objeto de protección está dado por el correcto
funcionamiento del sistema crediticio ; finalmente, Lamas Puccio, no establece
con claridad un bien jurídico común para todos los delitos financieros, así para la
figura de concentración crediticia y obtención indebida de créditos (art. 244 del
Código penal), sin expresar su total acuerdo con ello, refiere que la doctrina
dominante conceptúa como bien jurídico protegido a “los fondos públicos”, luego
al referirse al delito de pánico financiero (art. 249 del Código penal) señala que
lo que se protege a través de dicha figura típica es la tranquilidad que necesita
un sistema financiero que opera con fondos públicos para poder desarrollarse
normalmente . Por otro lado, el autor colombiano Hernández Quintero, si bien de
manera general, reconoce que en los delitos financieros como el de
concentración crediticia, el bien jurídico tutelado es el orden económico social,
sin embargo, se puede notar que dicho autor, en el caso que nos ocupa, ubica
como objeto de protección inmediato al funcionamiento del sistema financiero,
así al citar un artículo de Enrique Aftalión, señala que una de las condiciones
sine qua non para el adecuado funcionamiento del orden económico social es el
buen funcionamiento del sistema bancario y financiero . Por su parte Carrillo
Florez y Pinzón Sánchez, citando a Carlo Folco, precisan que “el elemento
técnico y económico de este derecho es el ejercicio empresarial del crédito”,
señalando a continuación que “este fenómeno implica desde el punto de vista
penal la existencia de un interés de la sociedad misma en la protección del
crédito, pues ella en su calidad de titular del bien jurídico denominado “orden
económico-social”, es la principalmente afectada y, por ende, el sujeto pasivo de
las conductas constitutivas de delito que lo amenazan o lesionan.
Teniendo en cuenta el panorama mostrado en el acápite precedente, nos parece
pertinente precisar que, desde nuestra perspectiva, el bien jurídico que
directamente se protege a través de la tipificación de los llamados delitos
financieros es el sistema crediticio , pero el que debe ser entendido desde su
perspectiva estructural y funcional como todo sistema (es decir quienes
componen el sistema y como funciona éste), y no sólo restringido a ubicar al
“crédito “ como objeto de protección; y es a este tema que nos abocaremos a
continuación.

El Texto Legal:
Articulo 244° “Concentración Crediticia Ilegal”

El director, gerente, administrador, representante legal, miembro del consejo de


Administración, miembro de comité de crédito o funcionario de una institución
bancaria, financiera u otra que opere con fondos del público que, directa o
indirectamente, a sabiendas, apruebe créditos, descuentos u otros
financiamientos por encima de los límites operativos establecidos en la ley de la
materia, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de cuatro ni
mayor de diez años y con trescientos sesenta y cinco a setecientos treinta días-
multa.
En caso de que los créditos, descuentos u otros financiamientos a que se refiere
el párrafo anterior sean otorgados a favor de directores o trabajadores de la
institución, o de personas vinculadas a accionistas de la propia institución
conforme a los criterios de vinculación normados por la Superintendencia de
Banca, Seguros y Administradoras Privadas de Fondos de Pensiones, el autor
será reprimido con pena privativa de libertad no menor de seis ni mayor de diez
años y con trescientos sesenta y cinco a setecientos treinta días-multa.
Si como consecuencia de la aprobación de las operaciones señaladas en los
párrafos anteriores, la Superintendencia de Banca, Seguros y Administradoras
Privadas de Fondos de Pensiones resuelve la intervención o liquidación de la
institución, el autor será reprimido con pena privativa de libertad no menor de
ocho ni mayor de doce años y trescientos sesenta y cinco a setecientos treinta
días-multa.
Los beneficiarios de las operaciones señaladas en el presente artículo, que
hayan participado en el delito, serán reprimidos con la misma pena que
corresponde al autor."

Bien Jurídico Tutelado: “Sistema Crediticio”

Sujetos:
Activos: son el director, gerente, administrador, representante legal o
funcionario de una institución bancaria, financiera u otra que opere con fondos
del público.
Pasivo: la colectividad.

Pena: Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor
de diez años y con trescientos sesenticinco a setecientos treinta días-multa.
Si como consecuencia de ello la institución incurre en la situación de insolvencia.
Serán reprimidos con la misma pena los beneficiarios del Crédito que hayan
participado en el delito.

COMENTARIO:

Este delito es un típico ejemplo de la función simbólica del Derecho penal.


Según esto, se han creado estos tipos penales de cara a personas que disfrutan
de un cierto nivel económico, pero la realidad demuestra la imposibilidad de
aplicar tales tipos, en atención a los requisitos exigidos en el tipo objetivo, los
cuales muy difícilmente podrán darse en su totalidad. Así, por el ejemplo,
se exige la aprobación de créditos u otros financiamientos por encima de
los límites legales: que éstos sean en favor de personas vinculadas a los
accionistas de la propia institución; además de que la institución incurra en
insolvencia.
Se ocasiona en estos casos un daño, no sólo económico, sino
también moral, que será, incluso mas grave que aquél, ante la frecuente
impunidad de tales hechos, donde tiene lugar una verdadera burla a la ley.
Como contrapartida, se produce un fácil enriquecimiento de las personas
que realizan los hechos tipificados en la ley, lo cual va a desanimar al ciudadano
correcto.

El Texto Legal:

Artículo 245.- “Ocultamiento, omisión o falsedad de información”


El que ejerce funciones de administración o representación de una institución
bancaria, financiera u otra que opere con fondos del público, que con el propósito
de ocultar situaciones de liquidez o insolvencia de la institución, omita o niegue
proporcionar información o proporcione datos falsos a las autoridades de control
y regulación, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de cuatro ni
mayor de ocho años y con ciento ochenta a trescientos sesenta y cinco días-
multa.”

Bien Jurídico Tutelado: “Sistema Crediticio”

Sujetos:

Activo: El director, gerente, administrador, representante legal o funcionario de


una institución bancaria, financiera u otra que opere con fondos del publico.
Pasivo: La Colectividad

Tentativa Consumación:
El delito se consuma con la omisión, o negativa de proporcionar información
o proporcionando dalos falsos. En este último supuesto –proporcionar
datos falsos se admite la tentativa mas no en la negativa, omisión.

Pena: Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor
de seis años y con ciento ochenta a trescientos sesenticinco días-multa.
COMENTARIO:
Este artículo sanciona en términos generales, aquella conducta por la que se
incumple un deber específico de información al órgano de control de instituciones
financieras que operan con fondos del público, en nuestro caso la
Superintendencia de Banca, Seguros y Administradoras Privadas de Pensiones.
El incumplimiento puede darse negando proporcionar la información, omitiendo
su presentación u ofreciendo información falsa.
En la medida que este delito sanciona lo que vendría a ser una forma de
incumplimiento de la labor de información a la SBS, el legislador a dispuesto
como sujeto activo del delito a quienes por razón del cargo son los responsables
de cumplir con dicho deber.
Se menciona expresamente al director, gerente, administrador y representante
legal, en un primer grupo, por cuanto en su condición de representantes y
administradores de la entidad financiera, son ellos quienes actúan por cuenta de
ésta y, en consecuencia, son los obligados con carácter general al cumplimiento
de los requerimientos que la SBS realice.
Adicionalmente, se menciona a los miembros del Consejo de Administración, de
Vigilancia y del Comité de Crédito, los cuales son los encargados de asegurar el
correcto desempeño de la misma, y es a ellos a quienes les corresponde
garantizar una plena situación de solvencia que garantice con ello una adecuada
gestión de los fondos del público, dado que de esto depende en gran medida el
equilibrio del sistema financiero, que viene a ser el objeto específico de
protección de este delito.
Finalmente, se menciona al funcionario de la institución, terminología que no
puede ser entendida en términos genéricos, es decir, relativa a cualquier
funcionario; sino que debe entenderse en cuanto que alude a otro funcionario de
la institución diferente a los mencionados que por razón de su cargo esté en
condiciones objetivas de poder proporcionar la información que es requerida por
el órgano de control. Es así, que dependerá de la estructura organizativa de cada
institución el determinar la existencia de un concreto funcionario a quien le
corresponde proceder a brindar la información relativa a sus estados financieros.
Por lo tanto, la definición del sujeto activo en este delito vendría determinada
exclusivamente por la función que desarrolle dentro de la institución, lo que
determinará en él su capacidad para cumplir con el deber específico de informar,
de ahí que el eventual incumplimiento de dicha labor, siendo
quien organizativamenteestá en la exigencia de cumplirla sustentará en él su
responsabilidad por el delito.
Los auditores no ejercen representación alguna de la entidad financiera o
bancaria, en relación a la cual se limitan a prestar un determinado servicio como
profesional independiente. El auditor interno es un funcionario de la entidad, en
la medida en que forma parte de su estructura organizativa, pero en el ámbito de
las funciones que ejerce se limita a realizar una labor de supervisión y control de
las operaciones contables que otro funcionarios han realizado; en el ejercicio de
dicha supervisión, el auditor no ejerce representación legal ni administración de
la entidad, sólo controla lo que otros hacen.
La labor de auditoría no es el deber de informar sobre la situación económica de
la entidad financiera o bancaria, porque dicha situación no es definida por el
auditor, a quien sólo le corresponde controlar si el reflejo contable es el correcto
y adecuado. Al auditor nunca le se podrá exigir informar sobre el grado de
solvencia o liquidez de la entidad, ya que no es el funcionario para desarrollar
esa labor informativa, por lo que resulta imposible que pueda negarse, incumpla
o falsifique información que no le puede ser solicitada por el órgano de control.
Lo señalado anteriormente resulta claro respecto del auditor externo el cual no
ejerce representación ni forma parte de la administración de la entidad financiera
o bancaria, es más no forma parte de ella; tan solo se limita a prestar un
determinado servicio como profesional independiente que es; por lo tanto, la
información requerida por el órgano de control (SBS) no puede ser exigida a un
tercero.
En cuanto al auditor interno al formar parte de la estructura organizativa de la
entidad financiera o bancaria pudiera llevar a confusión sobre su actuación; sin
embargo, en el ámbito de sus funciones se limita a realizar una labor de
supervisión y control de las operaciones contables que otros, también
funcionarios de estas entidades realizan. Si el auditor interno desnaturalizara su
función de funcionario independiente al actuar como parte de la administración
de la entidad habría que sancionarlo dentro de este supuesto, es decir por formar
parte de la administración, pero no como auditor propiamente dicho.
El auditor jamás podrá ser requerido oficialmente por el órgano de control para
informar sobre el estado económico de una entidad financiera o bancaria, por
cuanto él, desde un punto de vista fáctica, carece de dicha información, a la que
tiene acceso sólo una vez que se requiere supervisar la labor que a este respecto
han realizado aquellos funcionarios a los que realmente les compete documentar
dicha situación; en tal sentido, no puede aplicarse el tipo penal del artículo 245º
del CP a los auditores, dado que no puede llegar a realizar la conducta típica
descrita en dicho artículo.
Cabe señalar que las Normas Internacionales de Auditoría son de aplicación
obligatoria en el Perú. La Declaración Internacional sobre Práctica de Auditoría
Nº 1004 para las instituciones financieras señala la responsabilidad del directorio
y la administración, respecto a la preparación de los estados financieros; la
presentación a la autoridad supervisora de la informaciónfinanciera; y, del
establecimiento adecuado de procedimientos contables internos.
Finalmente, los auditores no pueden ser considerados sujetos activos de los
delitos contemplados en los artículos 198º y 245º del Código Penal ya que no
tienen el dominio del hecho, ya que no cumplen funciones de dirección o de
gestión en la empresa auditada, ni la representan; y en el caso de los auditores
externos su relación contractual es independiente. Respecto a la Tesis de la
lesión del deber (en la que es irrelevante quien ejerce el dominio del hecho, sino
quien tiene el deber de proteger el bien jurídico tutelado) los auditores por la
naturaleza de su función carecen de capacidad de decisión, de administración o
representación de la persona jurídica o entidad bancaria / financiera y no pueden
por tanto ser sujetos activos de los delitos referidos.
La posible actuación dolosa de los auditores internos o externos debe
encuadrarse dentro de lo establecido en el artículo 25° del Código Penal el cual
regula la complicidad primaria y la complicidad secundaria, según su grado de
participación en el hecho punible.

0OTRA PAGINA
1. Es innegable que los delitos económicos permanecerán como una de las
principales preocupaciones para las empresas por sus múltiples variantes, la
amplia gama de defraudadores, la variedad de recursos que se utilizan y cada vez
su mayor sofisticación. No deja de ser inquietante y paradójico que los encargados
de la dirección son principalmente los responsables de los desastres financieros.
2. 3. UNIVERSIDAD DE SAN MARTIN DE PORRES FACULTAD CIENCIAS
CONTABLES, ECONÓMICAS Y FINANCIERAS SECCIÓN DE POSTGRADO
DELITOS FINANCIEROS El delito financiero se comete en un entorno profesional
o Comercial con el objetivo de ganar dinero. Estos delitos no son violentos, pero
ocasionan pérdidas a compañías, inversores y empleados. Estos delitos incluyen
fraude, hurto y algunas otras violaciones de la ley EFECTOS DE LA
DELINCUENCIA ECONÓMICA • Daño material • Daño Económico • Daño Fiscal •
Daño Administrativo • Daño inmaterial o moral
3. 4. – Daño material. • Daños financieros. Desconfianza en los inversores y abuso de
los ahorristas. » Enron , fraude por más de $ 63,400. mm » Bernard Madoff, fraude
por más de $ 50,000. mm » La telefónica Worldcom, falsificó cuentas de utilidades
por más de $ 3,850.mm – Cosas en común en todos estos fraudes. » Se trataba de
grandes empresas o personas que simbolizaban el triunfo. » Se falsearon estados
de cuentas. » Se eludieron suministrar información relevante al mercado. »
Pagaron desmesuradas remuneraciones a sus directivos en perjuicio de los
accionistas. UNIVERSIDAD DE SAN MARTIN DE PORRES FACULTAD
CIENCIAS CONTABLES, ECONÓMICAS Y FINANCIERAS SECCIÓN DE
POSTGRADO EFECTOS DE LA DELINCUENCIA ECONÓMICA
4. 5. – Daño económico. • Porque los especuladores, usureros, acaparadores ejercen
su actividad sobre el pueblo consumidor, entorpecen la libre competencia y la
libertad de mercado. – Daño fiscal. • Porque el fraude tributario incide en el
menoscabo del erario público afectando al industrial y comerciante honesto.
Produce una competencia desleal. – Daño Administrativo. • Por el poder corruptor
que ejerce sobre los funcionarios públicos. – Daño inmaterial o moral. • Por la
pérdida de confianza en el tráfico mercantil y en mercado financiero. • Lesión a la
economía, orden económico y la • competencia. UNIVERSIDAD DE SAN MARTIN
DE PORRES FACULTAD CIENCIAS CONTABLES, ECONÓMICAS Y
FINANCIERAS SECCIÓN DE POSTGRADO EFECTOS DE LA DELINCUENCIA
ECONÓMICA
5. 6. Su complejidad e innovación permanente. Su transnacionalidad. UNIVERSIDAD
DE SAN MARTIN DE PORRES FACULTAD CIENCIAS CONTABLES,
ECONÓMICAS Y FINANCIERAS SECCIÓN DE POSTGRADO CARACTERÍSTICA
DEL HECHO Apariencia externa de licitud. En muchos casos es difícil si una
operación financiera o mercantil es una operación normal de un empresario audaz
e innovador o una vil estafa o fraude. La ausencia de afectividad social del delito. A
diferencia de los delitos clásicos (homicidio, robo, secuestros, ejecuciones) que
producen repudio social; el delito económico, se confunde con lo lícito e incluso
socialmente beneficioso y meritorio.

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