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Práctica clínica y arteriosclerosis

Cateterism o cardíaco y procedim ientos


intervencionistas
P.J. Serrano Aísa, M.P. Portero Pérez, V. Aguarón López, A. Peleato Peleado e I.J. Ferreira Montero
Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza.

Introducción m icos, que perm iten el diagnóstico y la evaluación


El cateterism o cardíaco ha evolucionado de tal de la gravedad y la repercusión hem odinám ica de
form a con el tiem po, que ya no es sólo un m étodo las lesiones valvulares y valvulopatías congénitas.
diagnóstico y de investigación, sino un procedi- En 1977, la introducción de la angioplastia corona-
m iento terapéutico que puede salvar la vida del pa- ria con balón por parte de Gruentzig supuso un
ciente en m uchos casos. Stephen Hales, en 1733, cam bio sustancial en el tratam iento de la enferm e-
describió la m ecánica de la circulación sanguínea y dad coronaria. El cardiólogo, que hasta entonces
efectuó m ediciones directas de la presión arterial era “hem odinam ista” y se dedicaba al diagnóstico,
en anim ales y hum anos. En 1929, casi 200 años pasó a realizar procedim ientos terapéuticos, esta
después, Werner Forssm ann realizó el prim er cate- vez ya com o cardiólogo “intervensionista”, propor-
terism o cardíaco en hum anos, se cateterizó él m is- cionando gran inform ación sobre la fisiopatología
m o al utilizar la guía fluoroscópica introduciendo de la placa de aterom a intracoronaria, y en un en-
una sonda uretral a través de su propia vena cubi- torno cada vez m ás análogo a un quirófano.
tal hasta la aurícula derecha. Pero no fue hasta El desarrollo de la angioplastia coronaria ha he-
1941 cuando el cateterism o derecho se convirtió en cho increm entar en las últim as décadas el núm ero
un procedim iento estándar para estudios fisiopato- de procedim ientos diagnósticos, a la par que m ejo-
lógicos, efectuado por Swan y Ganz 1, técnica que raban sus resultados, fruto del desarrollo de nuevas
se sim plificó con la introducción de catéteres con técnicas adyuvantes a la angioplastia con balón,
punta de globo que no requieren guía fluoroscópi- com o la disponibilidad de endoprótesis coronarias
ca. El prim er cateterism o cardíaco izquierdo fue o stents, aterectom ía direccional, aterectom ía rota-
realizado por Zim m erm an et al en 1950 2 a través cional, balón cortante, radioterapia intracoronaria,
de la arteria radial. En 1945, Radner utilizó m edios stents recubiertos de fárm acos inm unosupresores,
de contraste radiopacos, inyectando en la aorta as- y por la aparición de fárm acos, com o los antago-
cendente para visualizar las coronarias. En 1958, nistas de los receptores IIb/IIIa plaquetarios, que
Sones 3 adm inistró por prim era vez contraste direc- m ejoran los resultados de la angioplastia, hasta ha-
tam ente en el origen de las arterias coronarias. cerlos com parables a los de la cirugía de pontaje
Posteriorm ente, se diseñaron las actuales técnicas aortocoronario en m uchos casos. De form a parale-
de angiografía coronaria percutánea a través de las la, las indicaciones de intervencionism o coronario
arterias fem orales, radiales o hum erales. Asim is- han ido aum entando, especialm ente con la apari-
m o, se desarrollaron las técnicas y catéteres ade- ción de la angioplastia prim aria, que se realiza so-
cuados para la realización de estudios hem odiná- bre todo en la fase aguda de los síndrom es corona-
rios agudos con elevación del ST.
En la últim a década han aparecido los m edios
técnicos para poder realizar valvuloplastias m itra-
Palabras clave: les percutáneas con balón, que en m uchos casos re-
Cateterism o cardíaco. Coronariografía. Endoprótesis
coronaria. Revascularización coronaria. Angioplastia. trasan o evitan la cirugía de recam bio valvular en
Enferm edad cardíaca coronaria. los pacientes con estenosis m itral. Más reciente-
m ente, han surgido nuevos dispositivos intracar-
Correspondencia: Dr. P. J. Serrano Aísa. díacos capaces de cerrar ductus persistentes, co-
Servicio de Cardiología.
Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. m unicaciones interauriculares o stents con gran
Avda. San Juan Bosco, 15. 50009 Zaragoza. fuerza radial para tratar coartaciones de aorta, lo
Correo electrónico: pserranoa@m editex.es que ha abierto un pequeño cam po al tratam iento

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de algunas cardiopatías congénitas. Por todo lo an- bre guía, aplicando una vaina hem ostática para po-
terior, puede afirm arse que el laboratorio de car- der m antener el acceso vascular e introducir los di-
diología intervencionista constituye un espacio y ferentes catéteres. Se puede realizar un cateterism o
un cam po de trabajo m uy atractivo para el clínico, transeptal en el caso de no poder pasar el catéter
el investigador y el hem odinam ista. arterial a través de la válvula aórtica hasta el ven-
trículo izquierdo, siendo esencial el registro de la
Cateterism o cardíaco: estudios hem odinám icos presión de este últim o. Esta técnica es utilizada en
y com plicaciones los casos de estenosis m itral en que se realiza val-
Al hablar del cateterism o intravascular, debem os vuloplastia m itral con catéter-balón. Los avances
atender a unos procedim ientos básicos 4, ya sea éste en el diseño de los nuevos catéteres, la m ejoría de
diagnóstico o terapéutico: los m edios de im agen, la m ejor tolerancia de los
m edios de contraste y el alm acenam iento digital de
– Catéteres introducidos por vía de acceso peri-
la inform ación han facilitado el desarrollo de las
férico.
técnicas del cateterism o y han hecho que sean m ás
– Técnicas radiológicas para m onitorizar la colo-
seguras que en el pasado.
cación del catéter y la adquisición de im ágenes.
– Medios de contraste radiográfico.
Estudios hem odinám icos
– Métodos de m onitorización y registro de cons-
E l poder registrar presion es en diferen tes loca -
tantes hem odinám icas.
lizacion es del territorio vascu lar proporcion a in -
– Medios de archivo y transporte de la inform a-
form ación acerca de la fisiopatología del pacien te,
ción, actualm ente en form ato digital.
pu dien do registrar presion es en los territorios
El acceso vascular periférico se realiza de form a cardíacos derech o e izqu ierdo. E n el cateterism o
percutánea a través de vasos fem orales, aunque en izqu ierdo, la colocación de u n catéter en el ven trí-
casos seleccionados se puede em plear la vía hum e- cu lo izqu ierdo y en la raíz aórtica perm ite m edir
ral o radial. Para ello, se utiliza la técnica de Sel- las presion es sistólicas y diastólicas, detectan do
dinger, en la que a través de una aguja introducida posibles esten osis aórticas en dich a localización
en el sistem a arterial o venoso se coloca un alam - (fig. 1A).

Figu ra 1. 1A: R egistro de las


presion es de la raíz aórtica
(Ao) y del ven trícu lo izqu ier-
do (VI) en u n pacien te con
esten osis aórtica. 1B: R egis-
tro de las presion es capilar
pu lm on ar (AD) (qu e m u es-
tra u n a on da V prom in en te)
y del ven trícu lo izqu ierdo
(VI) en u n pacien te con in -
su ficien cia m itral y esten osis
m itral.

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Figu ra 2. 2A: An giografía de


la raíz aórtica qu e m u estra
los sen os de valsalva y la sali-
da de las arterias coron arias.
2B: An giografía del ven trícu lo
izqu ierdo du ran te la telediás-
tole. 2C: An giografía de la ar-
teria coron aria derecha qu e
m u estra su an atom ía. 2D:
An giografía de la arteria coro-
n aria izqu ierda qu e m u estra
el tron co com ú n (TC) y su s
ram as: la arteria in terven tri-
cu lar an terior (IVA) y la arte-
ria circu n fleja (CX).

Adem ás, pueden realizarse ventriculografías y Com plicaciones


aortografías con contraste, a fin de detectar ano- El riesgo del cateterism o cardíaco es inherente a
m alías de las dim ensiones o de la función ventricu- su carácter invasivo, a la exposición a rayos X y a
lar izquierda o de la válvula, la raíz aórtica o el ca- la utilización de m edios de contraste. En todo ello
yado de la aorta (figs. 2A y B). El cateterism o va a influir el estado clínico del paciente, siendo
derecho se realiza fundam entalm ente en las unida- éste determ inante del riesgo: clase funcional de la
des de cuidados intensivos para poder evaluar a los NYHA, hipertensión pulm onar, disfunción de ven-
pacientes críticos, utilizando catéteres dirigidos trículo izquierdo, gravedad de la obstrucción coro-
con balón y m onitorizando continuam ente la onda naria (la lesión del tronco com ún de la coronaria
de presión de la cavidad o estructura donde están izquierda com porta 10 veces m ás riesgo de m orta-
localizados. Tam bién se realizan durante los estu- lidad), edad avanzada y pluripatología (insuficien-
dios hem odinám icos en los pacientes valvulares, en cia renal, diabetes m ellitus tipo 1, insuficiencia
el laboratorio de cardiología intervensionista. Hay pulm onar grave, enferm edades cerebrovascular o
que tener en cuenta que la presión enclavada en un periférica avanzadas) y existencia de enferm edad
capilar pulm onar se aproxim a a la de llenado ven- valvular grave. Las com plicaciones graves del cate-
tricular izquierdo en ausencia de enferm edad veno- terism o cardíaco no son m uy frecuentes, y están
sa pulm onar y estenosis m itral, por lo que la pre- relacionadas con factores de riesgo subyacentes en
sencia de ondas V grandes en el trazado de presión el paciente (tabla 1), siendo las m ás frecuentes las
de un capilar pulm onar sugiere una insuficiencia vasculares, com o los trom boem bolism os vascula-
m itral (fig. 1B). Un aum ento de la saturación de res periféricos, las fístulas arteriovenosas y seudo-
oxígeno al com parar la aurícula derecha con la ar- aneurism as, los hem atom as y la neuropatía perifé-
teria pulm onar es indicativo de shu nt izquierda-de- rica secundaria a la com presión nerviosa por
recha. Al m argen de su utilización en pacientes con hem atom a inguinal, seudoaneurism a o hem orragia
enferm edad aguda, está indicado en casos de val- retroperitoneal. La incidencia de estas com plica-
vulopatía, cardiopatía congénita, hipertensión pul- ciones está relacionada con la presencia de vascu-
m onar y en el estudio pretrasplante cardíaco. lopatía periférica, el diám etro de la vaina de acceso

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Tabla 1. Incidencia de com plicaciones fías de otros vasos o cám aras cardíacas, dentro de
en el cateterism o cardíaco la valoración hem odinám ica necesaria para una
% evaluación diagnóstica invasiva com pleta del esta-
Muerte 0,11
do cardiovascular del paciente. El alcance de la en-
Infarto agudo de m iocardio 0,05 ferm edad coronaria se define com o m onovaso, bi-
Com plicaciones neurológicas 0,07 vaso, trivaso o enferm edad del tronco com ún. Las
Com plicaciones hem odinám icas 0,26 im ágenes angiográficas se interpretan de m anera
Com plicaciones por los m edios de contraste 0,37 cuantitativa y cualitativa. Así, de form a general se
Arritm ias 0,38
Com plicaciones vasculares 0,43 considera que una lesión es significativa cuando
reduce el diám etro de la luz arterial al m enos un
70% (fig. 3A). Sin em bargo, la existencia de una
vascular y el uso de anticoagulantes y antiagregan- cierta variabilidad inter e intraobservador ha favo-
tes. Las técnicas intervencionistas com portan un recido la introducción de técnicas cuantitativas
m ayor riesgo de com plicaciones que las técnicas (geom étricas y densitom étricas) que aum entan la
diagnósticas, así com o técnicas específicas com o la precisión del análisis angiográfico. Análogam ente,
punción transeptal y la punción directa de ventrí- m ediante ecografía intracoronaria se considera que
culo izquierdo. En el m om ento actual, se estim a las lesiones son hem odinám icam ente significativas
que las com plicaciones m ortales de un procedi- cuando el área transversal de la luz de la arteria co-
m iento diagnóstico no superan el 0,1%, y son infe- ronaria es inferior a 4 cm 2 (en porciones proxim a-
riores al 1% en el caso de los procedim ientos tera- les de arterias coronarias m ayores: descendente an-
péuticos intervencionistas. terior, circunfleja o coronaria derecha). A pesar de
que cada vez se concede m ás im portancia a la in-
Coronariografía. Indicaciones y terpretación cuantitativa, hay algunos aspectos de
contraindicaciones, ventriculografía izquierda la angiografía coronaria que se definen m ejor cua-
La angiografía coronaria es el patrón de referen- litativam ente, com o son las lesiones de aspecto
cia para evaluar la anatom ía coronaria (fig. 2C y “borroso” o “gris”, disecciones, contornos irregula-
D), que perm ite la visualización en tiem po real de res y recortados o defectos de repleción que pue-
los vasos coronarios epicárdicos con m ayor resolu- den corresponder a trom bos (fig. 3C). Se puede va-
ción que la resonancia m agnética. Asim ism o, per- lorar, igualm ente, la presencia y el alcance de los
m ite distinguir procesos obstructivos dinám icos, vasos coronarios colaterales.
com o el espasm o coronario, de los estructurales El flujo sanguíneo lo podem os clasificar sem i-
(placas de aterom a, trom bos). El objetivo de la an- cuantitativam ente según la escala descrita por los
giografía coronaria es definir la anatom ía de estas investigadores del Throm bolysis In Acute Myocar-
arterias y su grado de obstrucción lum inal. Se ve li- dial Infarction (TIMI) 5:
m itada, en cuanto a que la inform ación que aporta
– TIMI 0: ausencia de flujo m ás allá de la obs-
es fundam entalm ente anatóm ica y en que a veces
trucción.
resulta difícil determ inar cuál es la lesión respon-
– TIMI 1: penetración m ínim a m ás allá de la
sable de la clínica, al igual que si las lesiones bor-
obstrucción, llenado incom pleto del vaso.
derline (50-60%) son hem odinám icam ente im por-
– TIMI 2: llenado retardado pero com pleto del
tantes y requieren revascularización; es aquí donde
vaso.
tiene su papel la ecografía intracoronaria, que per-
– TIMI 3: llenado rápido y com pleto del vaso.
m ite evaluar directam ente la m agnitud de una le-
sión objetivada angiográficam ente, valorar la com - Si bien esta graduación angiográfica del flujo co-
posición de la placa de aterom a y su extensión, de ronario se orientó hacia el síndrom e coronario
m odo que una lesión no significativa o borderline, agudo, hoy en día se utiliza com o m edio de des-
desde el punto de vista angiográfico, puede ser cripción general del flujo coronario distal tanto en
considerada de riesgo y candidata a tratam iento. situaciones agudas com o crónicas.
En este sentido, la eco-Doppler intracoronaria pue-
de ejercer un papel destacable, al valorar la velo- Indicaciones y contraindicaciones
cidad del flujo coronario antes, durante y tras la Antes de som eter a un paciente a un cateterism o
lesión coronaria, en condiciones basales o en res- cardíaco se debe sopesar el riesgo y el beneficio
puesta a determ inados fárm acos intracoronarios. que se va a obtener, por lo que el m édico debe to-
La angiografía coronaria se practica com o parte m ar una decisión razonada sobre la aplicación de
del cateterism o cardíaco, y puede incluir angiogra- esta prueba respecto a los beneficios clínicos pro-

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Figu ra 3. 3A: Lesión grave


(cabeza de flecha) en la arte-
ria in terven tricu lar an terior
(IVA). 3B: R esu ltado de la le-
sión de la figu ra 3A tras el im -
plan te de u n sten t coron ario.
3C: Trom bo in tracoron ario en
la arteria in terven tricu lar an -
terior. 3D: R econstru cción tri-
dim ensional de u na arteria in-
terventricu lar anterior a partir
de im ágenes de ecografía in-
tracoronaria qu e m u estra u na
volu m inosa placa de aterom a
(cabeza de flecha).

nosticados, en com paración con los riesgos y los vascularización percutánea, quirúrgica o el tras-
costes del procedim iento. Las indicaciones de la plante cardíaco, y com o herram ienta de investiga-
angiografía coronaria, según las Guías de Práctica ción para evaluar los resultados del tratam iento y
Clínica de la Sociedad Española de Cardiología 6 y de la progresión o regresión de la arteriosclerosis
el inform e del Am erican College of Cardiology y la coronaria. Las indicaciones de la angiografía coro-
Am erican Heart Association (ACC/AHA) 7, se agru- naria según el inform e del ACC/AHA en el caso de
pan en las siguientes entidades clínicas: pacientes con angina estable, inestable e IAM son
las que se exponen a continuación, basadas en la
1. Asintom áticos. Algunos pacientes asintom áti-
clasificación canadiense (CCS) para la angina de
cos con factores de riesgo, cuya profesión involu-
pecho 8, los grados de recom endación o niveles
cre a terceras personas (p. ej., pilotos de líneas aé-
de evidencia propuestos por Yusuf9 y las indicacio-
reas, conductores de autobús) o que su trabajo
nes según la clasificación de ACC/AHA7 (tablas 2-4):
requiera actividad física im portante (bom beros,
atletas) con pruebas no invasivas equívocas o datos
clínicos que sugieren un riesgo elevado, pueden Angina estable
precisar la realización de coronariografía para des-
Clase I: 1. Angina en clases III-IV de la CCS que
cartar la existencia de enferm edad coronaria.
están en tratam iento m édico. Nivel de evidencia B.
2. Sintom áticos. Angina estable e inestable.
2. Criterios de alto riesgo en pruebas no invasi-
3. Dolor torácico atípico.
vas (no im porta la gravedad de la angina). Nivel de
4. Infarto agudo de m iocardio. Fase aguda y fase
evidencia A.
evolutiva si hay com plicaciones.
3. Casos de resucitación con éxito de m uerte sú-
5. Enferm edad valvular.
bita cardíaca o presentan episodios de taquicardia
6. Miocardiopatías.
ventricular m onom orfa sostenida o polim orfa no
La angiografía se utiliza fundam entalm ente para sostenida. Nivel de evidencia B.
definir la presencia y alcance de la enferm edad Clase IIa: 1. Angina en clases III-IV de la CCS
obstructiva coronaria, valorar la conveniencia de que con tratam iento m édico m ejora hasta ser de
las diferentes form as de tratam iento, com o la re- clases I-II. Nivel de evidencia C.

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Tabla 2. Clasificación de la angina de pecho 4. Angina en clases I-II de la CCS con intoleran-
por la Canadian Cardiovascular Society cia o falta de respuesta al tratam iento m édico o re-
Clase I. La actividad física norm al, com o cam inar o subir currencia de la clínica a pesar del tratam iento m é-
escaleras, no produce angina; ésta se presenta con el dico. Nivel de evidencia C.
esfuerzo enérgico, rápido o prolongado 5. Individuos cuya profesión supone riesgo a ter-
Clase II. Leve lim itación de la actividad norm al. La angina ceros (pilotos, conductores de autobús) con resul-
se presenta al cam inar o subir escaleras rápidam ente, tados anorm ales pero no de alto riesgo en las prue-
en cuestas, después de com er, tras el frío, el viento, bas no invasivas. Nivel de evidencia C.
estrés em ocional o durante las prim eras horas tras el
despertar. Al cam inar m enos de 2 m anzanas por terreno Clase IIb: 1. Angina en clases I-II de la CCS con
llano y subir m ás de un tram o de escaleras com unes isquem ia dem ostrable pero sin criterios de alto
a paso norm al y en condiciones norm ales
riesgo en las pruebas no invasivas. Nivel de eviden-
Clase III. Notables lim itaciones de la actividad física cia C.
norm al. La angina se presenta al cam inar 1-2 m anzanas 2. Varón asintom ático o m ujer posm enopáusica
en terreno llano y al subir un tram o de escaleras en
condiciones norm ales y a paso norm al con 2 o m ás factores de riesgo y anorm alidades, no
de alto riesgo, en las pruebas no invasivas, sin en-
Clase IV. Incapacidad de realizar cualquier actividad física ferm edad coronaria conocida. Nivel de evidencia C.
sin sentir m olestias: los síntom as de angina pueden
presentarse al descanso 3. Asintom áticos con infarto de m iocardio pre-
vio, función ventricular norm al en reposo e isque-
m ia en pruebas no invasivas pero sin criterios de
Tabla 3. Niveles de evidencia alto riesgo. Nivel de evidencia C.
4. Evaluación periódica tras trasplante cardíaco.
Grado A. Evidencia basada en grandes estudios aleatorios
controlados y revisiones sistem áticas, incluyendo Candidato (≥ 40 años de edad) a trasplante hepáti-
m etaanálisis co, pulm onar o renal com o parte de la evaluación
Grado B. Evidencia basada en estudios de alta calidad, no
pretrasplante. Nivel de evidencia C.
aleatorios, en estudios caso-control o en series de casos Clase III: 1. Angina en pacientes que prefieren
Grado C. Opiniones de expertos no basadas en ninguna evitar la revascularización, no son candidatos a ella
de las evidencias anteriores o en quienes se prevé que una revascularización no
m ejore la calidad o duración de su vida. Nivel de
evidencia C.
Tabla 4. Indicaciones diagnósticas y/o terapéuticas 2. Com probar la existencia de enferm edad coro-
según la clasificación del ACC/AHA naria en casos asintom áticos. Nivel de evidencia C.
Clase I. Evidencia y acuerdo general de que determ inado 3. Después de revascularización percutánea o
procedim iento diagnóstico o terapéutico es útil y efectivo quirúrgica cuando no existe evidencia de isquem ia
Clase II. No existe evidencia clara y hay divergencias de en pruebas no invasivas, a m enos que exista con-
opinión acerca de la validez y eficacia del procedim iento sentim iento inform ado con propósitos de investi-
diagnóstico o terapéutico gación. Nivel de evidencia C.
Clase IIa. La m ayoría de la evidencia y las opiniones 4. Calcificación coronaria por fluoroscopia, to-
están a favor de la validez y de la eficacia m ografía com putarizada u otras pruebas explora-
Clase IIb. La eficacia y la validación del procedim iento torias sin los criterios m encionados previam ente.
diagnóstico o terapéutico están m enos establecidas Nivel de evidencia C.
Clase III. Evidencia o acuerdo de opinión de que
determ inado procedim iento diagnóstico o terapéutico Angina inestable
no es válido ni eficaz y en ocasiones puede ser peligroso
Clase I: 1. Riesgo alto o interm edio de episodios
adversos en casos de angina inestable o refractaria
2. Pruebas no invasivas seriadas, con el m ism o al tratam iento m édico adecuado o recurrencia de
protocolo y el m ism o nivel de tratam iento, que pre- los síntom as tras establilización inicial. Nivel de
sentan un em peoram iento progresivo. Nivel de evi- evidencia B.
dencia C. 2. Riesgo alto de episodios adversos en casos de
3. Angina y sospecha de enferm edad coronaria angina inestable. Nivel de evidencia B.
en aquellos pacientes que, por m inusvalía, enfer- 3. Angina inestable de riesgo alto o interm edio
m edad o im posibilidad física, no puede evaluarse que se ha estabilizado con tratam iento m édico. Ni-
adecuadam ente. Nivel de evidencia C. vel de evidencia A.

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4. Angina inestable de bajo riesgo a corto plazo Clase IIa. Shock cardiogénico o inestabilidad he-
que se convierte en alto riesgo tras pruebas no in- m odinám ica persistente. Nivel de evidencia B.
vasivas. Nivel de evidencia B.
Clase IIb: 1. Infarto extenso o anterior después
5. Sospecha de angina variante de Prinz-Metal.
de fibrinólisis si no existen criterios de reperfusión
Nivel de evidencia C.
y se planifica ACTP de rescate. Nivel de evidencia B.
Clase IIa: ninguna. 2. Estado hem odinám ico incierto (sin shock car-
diogénico claro), cuando no se objetiva m ejoría tras
Clase IIb. Angina inestable de bajo riesgo a corto
tratam iento convencional. Nivel de evidencia C.
plazo, sin criterios de alto riesgo tras pruebas no
invasivas. Nivel de evidencia C. Clase III: 1. Terapia fibrinolítica sin signos de is-
quem ia. Nivel de evidencia A.
Clase III: 1. Molestia torácica recurrente que su-
2. Uso rutinario de angiografía seguida de ACTP
giere angina inestable pero sin signos de isquem ia
dentro de las 24 h tras la fibrinólisis. Nivel de evi-
y con angiografía coronaria norm al en los últim os
dencia A.
5 años. Nivel de evidencia C.
2. Angina inestable en pacientes no candidatos a
Angiografía coronaria en el IAM agu do sin eleva-
revascularización o en quienes se prevé que una re-
ción del segm ento ST
vascularización no m ejore la calidad o duración de
su vida. Nivel de evidencia C. Clase I: 1. Episodios persistentes o recurrentes
de isquem ia sintom ática, espontánea o inducida
Infarto agu do de m iocardio (sospecha de IAM, con/sin cam bios en el ECG. Nivel de evidencia A.
elevación del segm ento ST o bloqu eo de ram a) 2. Presencia de shock, congestión pulm onar gra-
ve o hipotensión continuada. Nivel de evidencia B.
Angioplastia (ACTP) prim aria
Clase II: ninguna.
Clase I: 1. Alternativa a la fibrinólisis dentro de
las últim as 12 h de aparición de los síntom as o des- Clase III: ninguna.
pués, si persisten los síntom as de isquem ia, si se
No existen contraindicaciones absolutas para la
realiza en el tiem po oportuno (tiem po estándar:
angiografía coronaria, aunque sí de form a relativa.
dentro de los 90 m in), por personas entrenadas en
La m ayoría de las contraindicaciones relativas son
el procedim iento (> 75 ACTP al año) y con perso-
tem porales o reversibles y, por tanto, si se puede re-
nal experim entado en un laboratorio de hem odiná-
trasar el procedim iento habrá m enos riesgo. Las
m ica (centros que realizan > 200 ACTP al año y
contraindicaciones relativas son el accidente cere-
hay posibilidad de cirugía). Nivel de evidencia A.
brovascular en el últim o m es, la insuficiencia renal
2. Casos producidos dentro de las 36 h tras el in-
aguda, la hem orragia activa, la infección activa, la
farto de m iocardio y que desarrollan shock cardio-
fiebre de etiología desconocida, la anem ia grave,
génico (< 75 años de edad); es posible la revascula-
la hipertensión sistém ica no controlada, una dis-
rización dentro de las 18 h de aparición del shock.
electrolitem ia im portante, una enferm edad sistém i-
Nivel de evidencia A.
ca o psiquiátrica que aum ente el riesgo de la técnica,
Clase IIa: 1. Estrategia de reperfusión en pacien- la negativa del paciente a aceptar una terapia defini-
tes candidatos a ella con contraindicación del tra- tiva com o ACTP (angioplastia coronaria translum i-
tam iento fibrinolítico, si se puede realizar una nal percutánea), CABG (pontaje de arteria coronaria
ACTP com o la descrita en el punto 1 de la Clase I. con injerto) o recam bio valvular, una enferm edad
Nivel de evidencia C. concom itante grave que acorta drásticam ente la es-
peranza de vida o aum enta el riesgo de intervencio-
Clase III: 1. Más de 12 h de aparición de los sín-
nes terapéuticas, la intoxicación digitálica, una reac-
tom as sin evidencia de isquem ia m iocárdica. Nivel
ción anafiláctica docum entada a los m edios de
de evidencia A.
contraste angiográficos, la enferm edad vascular pe-
2. Candidatos a fibrinólisis que se som eten a
riférica grave que lim ita el acceso a los vasos, la in-
ACTP prim aria por un hem odinam ista con poca
suficiencia cardíaca congestiva, una coagulopatía
experiencia en un centro que carece de cirugía.
grave y la endocarditis de la válvula aórtica.
De las contraindicaciones relativas, la que m ás
Angiografía precoz en el caso de IAM, no som etido
se ha estudiado es la insuficiencia renal; en este
a ACTP prim aria
tipo de pacientes la incidencia de em peoram iento
Clase I: ninguna. de la función renal notificada después de la angio-

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grafía es del 10-40%, siendo m ayor el riesgo cuanto stent tras el análisis con ecografía intracoronaria,
m ás grave es la insuficiencia preexistente. Los fac- com o ocurrió en los ensayos clínicos iniciales, pero
tores pronóstico, independientes de una insuficien- posteriorm ente, tal vez debido a un m ejor ajuste
cia renal, son la creatinina basal, el sexo m asculi- entre las dim ensiones de los balones y el tam año
no, la diabetes m ellitus y el volum en de contraste. de la lesión coronaria, no se observaron diferencias
En pacientes con riesgo de fracaso renal, un trata- entre los stents im plantados guiados por IVUS o
m iento previo con fluidos o m anitol o con furose- sin guiar. En la actualidad, su uso se lim ita a la in-
m ida intravenosa tras el procedim iento, así com o vestigación, ya que perm ite evaluar con reconstruc-
la utilización de contrastes no iónicos, han dem os- ciones tridim ensionales (fig. 3D) el volum en de la
trado ser beneficiosos en algunos estudios. placa de aterom a en dos m om entos del seguim ien-
En presencia de insuficiencia cardíaca congesti- to, y a la evaluación de lesiones coronarias en las
va descom pensada, el riesgo de sufrir com plicacio- que la angiografía coronaria ofrece dudas.
nes tras la angiografía coronaria aum enta, por lo
que se recom ienda tratam iento previo y lim itar el Doppler intracoronario. Mediante esta técnica se
volum en de contraste, así com o em plear m edios de puede evaluar la reserva del flujo coronario tras di-
contraste no iónicos para reducir los efectos hem o- versos estím ulos, que es un indicador de la fisiolo-
dinám icos adversos. gía coronaria y sirve para analizar la gravedad de
las lesiones. Se utiliza en investigación para el estu-
Ventriculografía izquierda dio de la circulación coronaria, y su uso está poco
La ventriculografía izquierda m ediante la inyec- extendido en la práctica clínica.
ción directa de contraste en el ventrículo izquierdo
es com plem entaria a la angiografía coronaria en la Otras técnicas. Presión intracoronaria y term o-
evaluación de la cardiopatía isquém ica, siendo im - grafía intracoronaria.
portante a la hora de valorar las com plicaciones de
un infarto agudo de m iocardio, com o pueden ser la
Angioplastia coronaria
insuficiencia m itral o la com unicación interventri-
cular. La función ventricular izquierda global se ex-
Angioplastia con balón
presa m ediante la fracción de eyección, calculada a
La angioplastia con balón fue el abordaje clásico
partir del ventriculogram a (fig. 2B). El m ovim iento
de las lesiones coronarias. No obstante, en la m itad
regional de la pared del ventrículo izquierdo se eva-
de los años noventa se dem ostró una m ejoría sus-
lúa según una escala sem icuantitativa en hipercon-
tancial de los resultados con la aparición del stent
tráctil, norm al, hipocinético, acinético y discinético.
“por com plicación” y con la idea de conseguir re-
Tam bién se practica para evaluar m iocardiopatías,
sultados angiográficos sim ilares a los del stent. En
cardiopatías congénitas, com o la com unicación in-
caso de no conseguir una reducción de la estenosis
terventricular, y valvulopatías, com o la insuficiencia
que no supere el 20-30% en diám etro, sin disección
m itral.
significativa, se opta por el im plante de un stent.
La angioplastia con balón cortante consta de un
Técnicas de diagnóstico intracoronario
balón que presenta unas pequeñas cuchillas dis-
puestas longitudinalm ente, y realiza un corte con-
Angiografía coronaria cu antitativa. Consiste en la
trolado a lo largo de la placa de aterom a. Su uso en
m edida del perfil de la luz intracoronaria, rellena de
la actualidad parece lim itado a lesiones ostiales, re-
contraste radiológico, tras la realización de una co-
estenosis intra-stent o a lesiones calcificadas.
ronariografía, que perm ite la cuantificación del diá-
m etro de referencia proxim al y distal a la lesión, el
Stent
diám etro lum inal m ínim o y la longitud de la m is-
En la actualidad m ás del 80% de los pacientes
m a. Esto se realiza m ediante program as inform áti-
con intervenciones coronarias percutáneas reciben
cos, siem pre con el control del operador experto.
el im plante de un stent. Existen varios conceptos
diferenciadores, respecto a la estrategia y el m odo
Ecografía intracoronaria. Consiste en un trans-
de im plantarlos:
ductor de ecografía m iniaturizado, que sirve para
evaluar la extensión de las lesiones coronarias y es – Stent con predilatación. Es la endoprótesis co-
capaz de diferenciar entre las lesiones calcificadas, ronaria que se im planta ante una lesión coronaria,
fibróticas o predom inantem ente lipídicas. Inicial- de m odo que se realiza previam ente una dilatación
m ente, se creyó que m ejorarían los resultados del con balón, no con el objeto de realizar una dilata-

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ción coronaria que elim ine la estenosis de entrada, Extracción con aterectom ía translu m inal. Es un
sino solam ente que la dilatación final perm ita el sistem a que sim ultáneam ente corta y aspira la pla-
paso para im plantar el stent. ca de aterom a, m ediante dos cuchillas dispuestas
– Stent directo. Es el que se im planta sin predila- en el borde de un m icrotubo flexible instalado dis-
tación con balón, colocándose directam ente en la talm ente a un catéter. En el extrem o distal del caté-
estenosis e hinchando el balón del propio stent. Los ter existe una unidad para m ovilizar la cuchilla, y
stents con predilatación y el stent directo se consi- un sistem a de aspiración m ediante vacío. Su papel
deran stents electivos. en la práctica clínica es controvertido, y se necesi-
– Stent por com plicación. Es el que se im planta tan nuevos estudios. Quizá tendría cierto papel en
cuando los resultados de la angioplastia con balón las lesiones de injertos de safena de longitud infe-
no son del todo satisfactorios. rior a 30 m m o com o adyuvante a la angioplastia
– Stents radiactivos. En los últim os 4 años se con balón en los síndrom es coronarios agudos.
han estudiado los efectos de los stents radiactivos
Aterectom ía rotacional. Consta de un dispositivo
sobre la reducción de la reestenosis coronaria.
que consigue rotar a gran velocidad una “pepita”
Aunque los resultados iniciales eran prom etedores,
ovoidea que tiene una superficie rugosa y consigue
se han detectado com plicaciones a largo plazo,
pulverizar la placa de aterom a en m inúsculas por-
com o la reestenosis y trom bosis tardías o la apari-
ciones que se envían hacia la circulación coronaria
ción de aneurism as.
distal. Su utilidad adm itida se reduce a las lesiones
– S ten ts recu biertos de su stan cias in m u n osu -
calcificadas, a lesiones im posibles de dilatar, lesio-
presoras. E stán en fase m u y avan zada de in vesti-
nes ostiales, y lesiones con bifurcaciones. Está con-
gación , com o los qu e u tilizan la rapam icin a o el
traindicada en lesiones con trom bo, lesiones de
taxol. Los prim eros estu dios en h u m an os h an de-
longitud m ayor de 25 m m y lesiones en injertos de
m ostrado resu ltados espectacu lares, con desapari-
safena.
ción por com pleto de cu alqu ier rastro de creci-
El tratam iento con láser intracoronario puede
m ien to in tim al y por tan to de reesten osis. De
evaporar y descargar la placa de aterom a. Su uso
con firm arse estos resu ltados en en sayos clín icos a
no se ha extendido apenas, y debe lim itarse a lesio-
m ayor escala, el pan oram a de la reesten osis in tra-
nes no favorables para la angioplastia con balón u
sten t, qu e su ele afectar a los 6 m eses al 15-30% de
otros dispositivos.
las lesion es tratadas, pu ede cam biar de form a ra -
dical. Radioterapia intracoronaria basada en catéteres.
En los últim os 4 años se han exam inado los efectos
de la radioterapia, con partículas beta o gam m a so-
Otras alternativas terapéu ticas
bre la reducción de la reestenosis coronaria. Se ha
Aterectom ía direccional. Fue el prim er dispositi- estudiado tras realizar angioplastia con balón, o
vo distinto del balón para tratam iento de lesiones tras im plantar un stent convencional. La radiotera-
coronarias, aprobado por la FDA en 1990. Consiste pia se ha adm inistrado con un catéter irradiante,
en un dispositivo que consta de una cuchilla unida unido o no a un balón con form a de espiral cuya
a un sistem a accionador, de m odo que se obtienen m isión es centrar la fuente irradiadora en la luz co-
“m ordiscos” de la placa de aterom a. En función de ronaria. Aunque los resultados iniciales eran pro-
los resultados de num erosos estudios observacio- m etedores, se han detectado com plicaciones a lar-
nales y ensayos clínicos aleatorios, la aterectom ía go plazo, com o la reestenosis y trom bosis tardías o
direccional puede ser una alternativa razonable a la aparición de aneurism as. Su uso parece reserva-
otros dispositivos para intervenciones percutáneas, do a los pacientes con reestenosis de lesiones trata-
alcanzando resultados angiográficos incluso supe- das, o en los que se prevé un alto índice de reeste-
riores a los de la angioplastia con balón sin presen- nosis, exclusivam ente en centros experim entados.
tar m ás com plicaciones. No obstante, el posible be-
neficio sobre la angioplastia con balón ha sido Cateterism os en otras cardiopatías
atenuado desde la llegada de los stents, que son
m ás fáciles de im plantar que la realización de una Valvu loplastia m itral
aterectom ía direccional. Su utilidad podría estar En m uchos casos perm ite dem orar durante años
reservada para lesiones que involucren el origen de la cirugía de recam bio valvular por estenosis m itral.
la coronaria descendente anterior o de la circunfle- A través de un acceso venoso fem oral, que alcanza
ja, así com o com plejas lesiones en bifurcaciones la aurícula derecha, y m ediante una aguja transep-
que no sean susceptibles de tratar con stent. tal se introduce en la aurícula izquierda, situando el
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balón de valvuloplastia en la válvula m itral, para su Dispositivos de cierre de shunts


posterior dilatación. Las contraindicaciones son la Para el tratam iento de com unicaciones intraau-
trom bosis auricular izquierda, la regurgitación m i- riculares, tipo ostiu m secu ndu m y de com unicacio-
tral grados III o IV, la calcificación m asiva o de am - nes interventriculares, se han desarrollado disposi-
bas com isuras, las lesiones coronarias graves que tivos con form a de doble paraguas, que perm iten
requieran cirugía de pontaje aortocoronario, y la su cierre percutáneo evitando la cirugía. Tam bién
asociación con valvulopatía aórtica grave o con es- se han desarrollado dispositivos para cerrar los
tenosis y regurgitación tricuspídea grave. ductus arteriosos persistentes refractarios al trata-
m iento farm acológico con antiinflam atorios no es-
Valvu loplastia aórtica teroides.
En el niño y el adulto joven con estenosis aórtica
valvular congénita con gradiente pico sistólico su- Otros procedim ientos
perior a 50-65 m m Hg, la valvuloplastia aórtica con Incluyen los dispositivos de cierre la pericardio-
balón reduce de form a significativa el gradiente, tom ía percutánea para los pacientes con derram e
sin aum entar el grado de regurgitación aórtica en pericárdico y taponam iento, o la ablación translu-
la m ayoría de los casos. En el adulto con estenosis m inal percutánea del septo m iocárdico en pacien-
aórtica grave, la valvuloplastia aórtica es un proce- tes con m iocardiopatía hipertrófica obstructiva,
dim iento paliativo con com plicaciones cercanas al entre otros.
10% en m anos expertas. Las indicaciones se redu-
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