Está en la página 1de 3

Artículo 266 C.N.P.P.

Actos de molestia Todo acto de molestia deberá llevarse a cabo con respeto a
la dignidad de la persona en cuestión. Antes de que el procedimiento se lleve a cabo, la autoridad
deberá informarle sobre los derechos que le asisten y solicitar su cooperación. Se realizará un
registro forzoso sólo si la persona no está dispuesta a cooperar o se resiste. Si la persona sujeta al
procedimiento no habla español, la autoridad deberá tomar medidas razonables para brindar a la
persona información sobre sus derechos y para solicitar su cooperación.

Actos Privativos: son regulados por el segundo párrafo del artículo 14 Constitucional el cual
dispone que nadie puede ser privado de la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos,
sino mediante juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan
las formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las Leyes expedidas con anterioridad
al hecho.

ACTOS PRIVATIVOS Y ACTOS DE MOLESTIA. Sus alcances y diferencias.

En jurisprudencia titulada “ACTOS PRIVATIVOS Y ACTOS DE MOLESTIA. ORIGEN Y EFECTOS DE LA


DISTINCION” el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sostuvo que la Constitución
distingue y regula de manera diferente los “Actos Privativos” y los “Actos de Molestia”. Al respecto
indica que los Actos Privativos son aquellos que producen como efecto la disminución, menoscabo
o supresión definitiva de un derecho del gobernado, por su parte los Actos de Molestia pese a
constituir afectación a la esfera jurídica del gobernado, no producen los mismos efectos que los
actos privativos, pues sólo restringen de manera provisional o preventiva un derecho con el objeto
de proteger determinados bienes jurídicos.

ACTOS PRIVATIVOS. Comencemos por mencionar que los Actos Privativos son regulados por el
segundo párrafo del artículo 14 Constitucional el cual dispone que nadie puede ser privado de la
libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los
tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales del
procedimiento y conforme a las Leyes expedidas con anterioridad al hecho.

Al respecto, la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación al resolver la


contradicción de tesis 320/2016, sostuvo que los actos de privación son aquellos que tiene por
objeto producir como efecto la disminución, menoscabo o supresión definitiva de un derecho del
gobernado y en los que necesariamente debe de cumplirse con la garantía de previa audiencia. De
este modo, este derecho subjetivo de previa audiencia es exigible cuando el acto de autoridad que
causa perjuicio al gobernado es de privación de los bienes jurídicos consistentes en la vida,
libertad, propiedad, posesiones o derechos. Es importante destacar que la garantía de audiencia
consagrada por el segundo párrafo del artículo 14 constitucional, lo que prohíbe es que se prive en
forma definitiva a los gobernados de sus propiedades, posesiones o derechos, sin haberlos oído en
defensa de sus intereses.

Así, tal y como lo establece el artículo 14 Constitucional, para la emisión de un Acto Privativo se
requiere del previo cumplimiento de la Garantía del debido proceso en la que se deben cumplir los
siguientes requisitos: i) La existencia de un juicio seguido ante un tribunal previamente
establecido; ii) Que cumpla con las formalidades esenciales del procedimiento y; iii) Que se
apliquen las leyes expedidas con anterioridad al hecho juzgado. Para estos efectos resulta
aplicable la tesis jurisprudencial P./J. 47/95 titulada “FORMALIDADES ESENCIALES DEL
PROCEDIMIENTO. SON LAS QUE GARANTIZAN UNA ADECUADA Y OPORTUNA DEFENSA PREVIA AL
ACTO PRIVATIVO”, donde enlista como Formalidades Esenciales del Procedimiento: 1) La
notificación del inicio del procedimiento y sus consecuencias; 2) La oportunidad de ofrecer y
desahogar las pruebas en que se finque la defensa; 3) La oportunidad de alegar; y 4) El dictado de
una resolución que dirima las cuestiones debatidas. De no respetarse estos requisitos, se deja de
cumplir con el fin de la garantía de audiencia, que es evitar la indefensión del afectado”.

ACTOS DE MOLESTIA.

Por otro lado, si bien todo Acto de Autoridad trae consigo una afectación a la esfera jurídica del
gobernado, también es cierto que, NO todo acto de autoridad es privativo. Existen los “Actos de
Molestia” que restringen el ejercicio de un derecho en forma provisional o preventiva pero no
tienen la finalidad de privar en forma definitiva un derecho a su titular, sino que se trata de
medidas provisionales establecidas por el legislador para proteger determinados bienes jurídicos,
en tanto se decide si procede o no la privación definitiva. Los Actos de Molestia se encuentran
regulados en el artículo 16 Constitucional que establece: “Nadie puede ser molestado en su
persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la
autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento.”

Al respecto, la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación al resolver la


contradicción de tesis 410/2011 sostiene que el objetivo del Acto de Molestia no es la privación,
sino que se trata de una medida preventiva, con la intención de proteger algún derecho o bien
jurídico. Es decir, se trata de una medida cautelar con el objeto de prevenir que no se incumpla lo
dispuesto por los ordenamientos legales aplicables.

Dicho de otro modo, el Acto de Molestia únicamente tiene efectos temporales y estos duran hasta
en tanto se regulariza el incumplimiento de algún ordenamiento legal, es decir, se suspende un
derecho durante el tiempo que se subsana la situación por la que el derecho es suspendido, de tal
modo que al quedar subsanada la irregularidad, el acto deja de tener vigencia, pues como ya se
dijo se trata de una medida suspensiva de carácter provisional.

En conclusión, el Acto de Molestia es una medida de carácter temporal que tiene vigencia
únicamente durante el tiempo que subsiste la irregularidad. Al tratarse de un Acto de Molestia y
no de un Acto Privativo, no procede otorgar la garantía de audiencia, sin embargo, al mencionar el
artículo 16 Constitucional que: “Nadie puede ser molestado sino en virtud de mandamiento escrito
de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento” en
cumplimiento a esto se emitió Tesis Aislada que especifica cuales son los Requisitos Mínimos que
deben cubrir los actos de Molestia para que sean constitucionalmente válidos, siendo estos: 1)
Que el Acto se exprese por escrito y contenga la firma original o autógrafa del respectivo
funcionario; 2) Que provenga de autoridad competente; y, 3) Que en los documentos escritos en
los que se exprese, se funde y motive la causa legal del procedimiento.

DIFERENCIAS. Por un lado, los Actos Privativos tienen por objeto producir una disminución,
menoscabo o supresión definitiva de un derecho, en los que necesariamente debe cumplirse con
la garantía de previa audiencia. Por su parte, en los Actos de Molestia su objetivo no es la
privación, sino que se trata de una medida preventiva que busca proteger algún derecho o bien
jurídico, para los cuales basta que se cumpla con lo dispuesto por el artículo 16 Constitucional.

Si la privación de un bien material o inmaterial es la finalidad perseguida por un acto de autoridad,


éste asume el carácter de privativo; por el contrario, si cualquier acto autoritario por su propia
índole, no tiende a dicho objetivo (privar) sino que la restricción provisional es sólo un medio para
lograr otros propósitos, no será acto privativo sino de molestia. Al respecto es preciso distinguir
que el acto temporal (molestia) consistente en la suspensión cuya naturaleza es condicional; en
tanto que, el acto definitivo (privativo) es incondicional y con efectos permanentes.

Es decir, la suspensión en sí misma como acto de autoridad, está sujeta o condicionada a la


aclaración o a que se subsane el vicio o irregularidad, mientras que el acto definitivo seguirá
causando efectos de forma permanente y sólo cesarán cuando el acto haya sido declarado inválido
o ilegal, destruyendo en forma total sus efectos.

En conclusión, para distinguir entre un acto privativo y uno de molestia hay que verificar si el acto
persigue la finalidad de privación o bien, sólo a una restricción provisional. En este tenor, el
artículo 14 constitucional en su segundo párrafo exige el respeto a la garantía de audiencia antes
de que produzcan aquellos actos que en definitiva priven de sus bienes o derechos, en tanto que,
los actos que no producen esos efectos están regulados sólo por el artículo 16 de la propia
Constitución.

También podría gustarte