0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
113 vistas8 páginas
Este documento resume las figuras procesales del amparo, como las partes (quejoso, autoridad responsable, tercero interesado, ministerio público federal) y la capacidad, legitimación y representación de las partes, especialmente del quejoso. Explica que el quejoso puede ser una persona física o moral y puede ser representado por un abogado o delegado si es una persona moral, siempre que cumpla con los requisitos. También analiza los artículos relevantes de la ley de amparo sobre quién puede promover un amparo y bajo qué circun
Este documento resume las figuras procesales del amparo, como las partes (quejoso, autoridad responsable, tercero interesado, ministerio público federal) y la capacidad, legitimación y representación de las partes, especialmente del quejoso. Explica que el quejoso puede ser una persona física o moral y puede ser representado por un abogado o delegado si es una persona moral, siempre que cumpla con los requisitos. También analiza los artículos relevantes de la ley de amparo sobre quién puede promover un amparo y bajo qué circun
Este documento resume las figuras procesales del amparo, como las partes (quejoso, autoridad responsable, tercero interesado, ministerio público federal) y la capacidad, legitimación y representación de las partes, especialmente del quejoso. Explica que el quejoso puede ser una persona física o moral y puede ser representado por un abogado o delegado si es una persona moral, siempre que cumpla con los requisitos. También analiza los artículos relevantes de la ley de amparo sobre quién puede promover un amparo y bajo qué circun
MATERIA: AMPARO II DOCENTE: CESAR HERNÁNDEZ DERAS TEMA: FIGURAS PROCESALES DEL AMPARO INTRODUCCIÓN En este ensayo analizaré lo que son las figuras procesales en el juicio de amparo, aquellas que son parte fundamental para que se inicie y desarrolle el mismo, como lo son las partes, que estas están consagradas en el articulo 5 de la Ley de Amparo y lo son el quejoso, autoridad responsable, tercero interesado, ministerio público federal, pero más allá de esto voy a hablar de lo que implica la personalidad, legitimación y lo que es la representación de las partes en el juicio de amparo, principalmente el quejoso, en el cual este puede ser persona física y moral y que puede ser representada por un abogado o delegado si es una persona moral, siempre y cuando cumpla con los requisitos para poder participar dentro del juicio de amparo. Dentro de este ensayo abordare los medios de representación así mismo relacionándolos con su fundamento legal, sobre que requisitos debe cumplir el quejoso al momento de interponer su demanda de amparo ya sea a través de su representante legal o por si mismo, si el quejoso si cumple con la legitimación que debe tener y si no lo tuviera mencionare las multas que se le pueden poner tanto a el como a otras partes que fungen en el juicio de amparo. Y estos es a grandes rasgos lo que hablare en el desarrollo de este ensayo. DESARROLLO
Capacidad en el juicio de amparo
La capacidad dentro del ámbito jurídico se divide en dos especies: la capacidad de
goce y la capacidad de ejercicio. La capacidad de goce consiste en la aptitud que tiene todo ser humano de poder ser sujeto de derechos y obligaciones; la capacidad de ejercicio es la facultad que tiene el sujeto para ejercitar por si mismo esos derechos y contraer y cumplir obligaciones. Las personas físicas adquieren la capacidad de goce desde su nacimiento y la de ejercicio a partir que de cumplen 18 años, cuando son menores de esa edad o son sujetos a interdicción requieren de quien ejercen la patria potestad o de sus representantes legales. Procesalmente hablando, se infiere por capacidad, como la aptitud o facultad para comparecer en juicio por sí mismo o en representación de otro; aunque esta aseveración es un tanto presuntiva, pues existen algunas excepciones en las leyes respectivas. Podemos afirmar entonces que la capacidad procesal, es una especie de capacidad de ejercicio. Por las consideraciones precedentes, es posible inferir que tratándose del juicio de amparo; toda persona que se considere conculcada en sus derechos humanos reconocidos o en sus derechos fundamentales, por un acto de autoridad, en términos de lo que establece el artículo 103 Constitucional; está facultada con plena capacidad de ejercicio para hacer valer la acción de amparo, por ende, se encuentra en disposición de comparecer por sí misma a ejercitar sus derechos en los tribunales competentes. De los preceptos que sobre esta materia se especifican en la Ley de Amparo se desprende un espíritu protector en favor de quienes se ven perjudicados con un acto violatorio de derechos, pues fuera de la línea general trazada por el derecho común se establecen supuestos donde se amplia y facilita la aptitud o capacidad de ejercitar la acción de amparo. Es así que el articulo 6 de la Ley de Amparo establece lo respecto a la interposición de un amparo que puede ser el afectado por si mismo quien lo interponga o a través de su representante legal, el articulo 6 a la letra dice: Artículo 6o. El juicio de amparo puede promoverse por la persona física o moral a quien afecte la norma general o el acto reclamado en términos de la fracción I del artículo 5o. de esta Ley. El quejoso podrá hacerlo por sí, por su representante legal o por su apoderado, o por cualquier persona en los casos previstos en esta Ley. Cuando el acto reclamado derive de un procedimiento penal, podrá promoverlo, además, por conducto de su defensor o de cualquier persona en los casos en que esta Ley lo permita. En el segundo párrafo de este articulo establece que cuando el acto reclamado derive de un procedimiento penal el amparo podrá promoverse, además, del su defensor o de cualquier otra persona siempre y cuando cuente con la capacidad que había mencionado. En congruencia con lo anterior también es de aplicarse lo que menciona el articulo 14 de la ley de aparo que a la letra establece: Artículo 14. Para el trámite de la demanda de amparo indirecto en materia penal bastará que el defensor manifieste, bajo protesta de decir verdad, tener tal carácter. En este caso, la autoridad ante quien se presente la demanda pedirá al juez o tribual que conozca del asunto, que le remita la certificación correspondiente. Si el promovente del juicio posteriormente carece del carácter con el que se ostentó, el órgano jurisdiccional de amparo le impondrá una multa de cincuenta a quinientos días de salario mínimo general vigente en el Distrito Federal al momento de realizarse la conducta sancionada y ordenará la ratificación de la demanda al agraviado dentro de un término de tres días. Es en este articulo donde se estipula que si el promovente carece de defensor se le aplicara una multa de acuerdo al artículo 271 de la ley de amparo y se ordenara, por medio del órgano jurisdiccional de amparo, la ratificación de la demanda por parte del agraviado dentro de un término de tres días. En relación con este tema el articulo 15 dispone lo siguiente: Artículo 15. Cuando se trate de actos que importen peligro de privación de la vida, ataques a la libertad personal fuera de procedimiento, incomunicación, deportación o expulsión, proscripción o destierro, extradición, desaparición forzada de personas o alguno de los prohibidos por el artículo 22 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como la incorporación forzosa al Ejército, Armada o Fuerza Aérea nacionales, y el agraviado se encuentre imposibilitado para promover el amparo, podrá hacerlo cualquiera otra persona en su nombre, aunque sea menor de edad. En esos casos, el órgano jurisdiccional de amparo decretará la suspensión de los actos reclamados, y dictará todas las medias necesarias para lograr la comparecencia del agraviado. Una vez lograda la comparecencia, se requerirá al agraviado para que dentro del término de tres días ratifique la demanda de amparo, si este la ratifica por si o por medio de su representante se tramitara el juicio; de lo contrario se tendrá por no interpuesta la demanda y quedaran sin efecto las providencias dictadas. Existen diversos criterios jurisprudenciales que van en relación a lo estipulado sobre quien puede promover el juicio de amparo siendo principalmente el quejoso o través de algún representante legal como lo menciona la tesis 1ª./J15/2016, con número de registro 2011873: DEMANDA DE AMPARO DIRECTO. SI QUIEN LA PROMUEVE SE OSTENTA COMO AUTORIZADO EN TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 1069 DEL CÓDIGO DE COMERCIO, EL JUZGADOR DEBE PREVENIRLO PARA QUE ACREDITE EL CARÁCTER DE REPRESENTANTE LEGAL O APODERADO DE LA PARTE QUEJOSA. Los artículos 175, 179 y 180 de la Ley de Amparo, deben interpretarse en las coordenadas del principio pro persona y el derecho de acceso a la justicia, en coherencia con los principios de certidumbre jurídica y economía procesal, en el sentido de que la personería del promovente constituye un presupuesto procesal de análisis oficioso. Desde esta perspectiva, debe estimarse que si en la demanda de amparo directo el promovente se ostenta como autorizado de la parte quejosa en términos del artículo 1069 del Código de Comercio -conforme al cual carece de facultades para promover dicha demanda- y omite exhibir documento alguno que lo acredite como su representante legal o apoderado, el juzgador deberá prevenirlo para que subsane esa irregularidad y acredite con documento fehaciente el carácter de representante legal o apoderado del quejoso, con el apercibimiento que de no hacerlo se tendrá por no presentada la demanda de amparo directo, pues este modo de actuar permite salvaguardar de manera más eficiente e integral los derechos de acceso a la justicia y tutela judicial efectiva, previstos en el artículo 17 constitucional y el artículo 25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, así como en los principios de impartición de justicia pronta, expedita y acceso efectivo a la jurisdicción, pues no se inhibe por un error en la acreditación de la personería de la parte quejosa el examen de constitucionalidad del asunto sometido a su jurisdicción. No obstante, al desahogar la prevención deberá probarse que al momento de presentar la demanda de amparo el autorizado en términos del artículo 1069, párrafo tercero, del Código de Comercio, era apoderado o representante legal de la parte quejosa cuando promovió el juicio de amparo y no sólo autorizado en términos del artículo citado del Código de Comercio. Legitimación en el Amparo La legitimación, es una calidad específica en un determinado juicio, pues ello constituye que el que ejercite la acción, debe tener y demostrar su calidad de sujeto en dicha relación, esto es, debe tener un interés, en que la autoridad judicial, declare o constituya un derecho, si no tiene o demuestra ese interés, carecerá de legitimación. Existen dos tipos de legitimación, activa y pasiva; la primera es la que se reconoce a favor del actor y la segunda, por ende, el demandado es el titular de ella. En materia de amparo, todos los gobernados, tendrán el derecho de legitimarse jurídicamente en amparo, para que el juicio sea procedente tendrá que promoverlo la persona que ha sido agraviada por el acto de autoridad que se considera inconstitucional; en otras palabras, quien tenga el interés jurídico y así lo demuestre, de lo contrario el amparo no prosperará. De acuerdo al artículo 5 fracción I de la Ley de Amparo establece que el quejoso se legitima en juicio de amparo para entablar la acción, cuando por cualquier acto de autoridad que estime violatorio de la Constitución y específicamente en sus garantías tuteladas, insta a los Tribunales de amparo la protección. La falta de legitimación del quejoso, dará como resultado el sobreseimiento del juicio de amparo. De igual forma en el artículo 5 fracción II de la Ley de Amparo trata sobre la legitimación de las autoridades responsables. La autoridad responsable, entendiéndose ésta como aquel órgano del Estado, tiene legitimación pasiva en el juicio de amparo; debido a que el quejoso la señala como responsable, tendrá que acudir ante el juzgado de amparo que corresponda a defender la constitucionalidad del acto que se le reclama y que se cree inconstitucional. Por lo tanto, la legitimación de la autoridad responsable, deriva de la posibilidad real de violentar derechos fundamentales o el régimen federativo con los actos que emite o ejecuta. Es importante mencionar que los particulares se legitiman como autoridades responsables cuando realicen actos equivalentes a los de ellas y están determinados por una norma general. Existen jurisprudencias donde menciona la legitimación en personas morales oficiales como lo es la tesis 2a./J. 85/2015 con número de registro 2009665: personas morales oficiales. tienen legitimación para promover el juicio de amparo, en la vía que corresponda, contra la resolución por la que se les impone una multa o la sentencia recaída al juicio contencioso administrativo promovido en su contra. Esto fundamentado en el articulo 7 de la Ley de Amparo. La legitimación del Ministerio Público Federal, se desprende de lo que establece el artículo 107 fracción XV constitucional, así como del artículo 5 fracción IV de la Ley de Amparo, numerales donde se designa como parte del juicio de amparo, por la naturaleza de su labor fundamental, que se encauza de velar siempre por el interés público. En el artículo 5 fracción III incisos a) y b) tiene previsto al tercero interesado donde este se legitima en juicio de amparo, cuando en la demanda de amparo se le señala así, y la autoridad lo reconoce al admitir la demanda y ordena su emplazamiento a juicio; por lo que deberá actuar en el juicio de amparo defendiendo sus intereses. Personalidad y representación en el juicio de amparo La personalidad, es la cualidad reconocida que hace el Órgano Jurisdiccional, a favor de quienes intervienen por sí, o en representación de otro en un juico, para que puedan actuar eficazmente en el mismo. En materia de amparo, tendrán personalidad, quienes sean reconocidos por los órganos de amparo, para efectos procesales que implique la acción de amparo, así mismo se imputa la personalidad a las diversas partes del juicio de amparo, que señala la propia ley de la materia en su artículo 5. El concepto de personalidad esta estrechamente vinculado con el de representación, pues es incuestionable que la personalidad procesal surge cuando se actúa en un juicio, ya sea por sí mismo o por medio de un representante o en representación de otro. A la representación en sentido general se le ha considerado como un fenómeno jurídico que implica la actuación a nombre de otro en el ámbito del derecho. El articulo 6 de la ley de amparo estipula dos formas clásicas en que puede manifestarse la personalidad en todos los juicios, es decir: la originaria, que se da cuando el propio agraviado es quien ejercita por sí la acción de amparo; y la derivada, que se presenta cuando el quejoso promueve el amparo por medio de otra persona ya sea su representante legal, defensor u otra persona, aunque sea menor de edad. En relación con las personas morales, privadas o públicas, únicamente puede hablarse de una personalidad derivada, pus al carecer de sustantividad real dichas personas no pueden actuar por si mismas y requiere la voluntad y actividad de su representante legal de acuerdo a lo que estipula el articulo 9 de la Ley de Amparo. La personalidad del tercero interesado en amparo, una vez que ha sido emplazado a juicio, esto es, que está en condiciones de realizar cualquier conducta procesal, dentro del juicio porque el órgano de amparo ya lo ha reconocido; también puede ser originaria o derivada. para efectos de la personalidad en materia de amparo, el Ministerio Público Federal, siendo una institución pública jurídica, no puede tener en los juicios de amparo, personalidad originaria, por lo que para efectos de representación, sólo podrá intervenir en el juicio por medio de los agentes, en los que la Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República, hace recaer su representación jurídica. CUESTIONARIO 1. ¿Cuándo se considera que el quejoso tiene legitimación para promover el juicio de amparo? Al momento que el quejoso sufra la violación de sus derechos fundamentales plasmados en la constitución por un acto de autoridad y el quejoso tiene que instar a los tribunales competentes para conocer el juicio de amparo la protección.
2. ¿Cómo puede acreditar su personalidad?
La puede acreditar de dos maneras de acuerdo al articulo 6 de la Ley de Amparo: La personalidad originaria, cuando es el propio interesado quien desempeña los distintos actos procesales, en este caso tendientes a la interposición de la demanda de amparo; y la personalidad derivada que se da cuando se promueve por conducto de un representante, apoderado, mandatario etc.
3. ¿Qué medios de representación puede utilizar?
El quejoso puede ser representado por cualquier persona física siempre y cuando tenga la capacidad jurídica para hacerlo, si el quejoso fuera menor de edad, la representación la hará quien ejerza la patria potestad. Si el quejoso fuera una persona moral de carácter público o privado la representación corresponderá al representante legal de éstas. CONCLUSIÓN Para concluir después de haber analizado las figuras procesales del amparo es muy importante saber si contamos con algunas de estas como lo son la capacidad, legitimación, personalidad y la representación, ya que al momento que acudamos ante un órgano jurisdiccional a reclamar un derecho debemos tener presente si contamos con la capacidad principalmente la capacidad de ejercicio para poder interponer la demanda y así mismo estar legitimado. Como lo comenté en el desarrollo de este ensayo la personalidad se puede dar de dos formas, originaria y derivada. Y que solo algunas de las partes en el juicio de amparo podían participar de una manera como el ministerio publico federal, quien solo le atribuye la personalidad derivada, siendo este algunos de los puntos importantes que analicé en este ensayo, Y como parte de este trabajo considero ser evaluado de manera exitosa y de acuerdo al aprendizaje que obtuve al momento de desarrollar este trabajo y que yo considero ha sido muy bueno porque nos permite reforzar lo que ya aprendimos durante las clases e indagar en diferentes fuentes incluyendo las proporcionadas por el profesor para ampliar nuestro conocimiento e ir adquiriendo más práctica de lo que implica en particular la materia de amparo.