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Relación Paterno-Filial

Concepto
La relación paterno-filial existe entre el progenitor ya sea el padre o la madre y su hijo(a).
Ese vínculo o relación familiar puede provenir de una realidad natural biológica o puede
provenir de un acto jurídico como la adopción. Si es biológica, es decir, la generación del
hijo proviene del acto sexual, sus padres biológicos pueden estar casados (filiación
matrimonial) o no estarlo: filiación extramatrimonial.
Puede ser biológica, pero la fecundación no se origina en el acto sexual natural, sino en una
fecundación médicamente asistida a través de las técnicas de reproducción permitidas
legalmente.
La maternidad subrogada, también es llamada gestación por sustitución o alquiler de
vientre o de útero, pero cabe esperar que en un futuro sea admitida legalmente. La
diferencia es que en el alquiler de útero la mujer que da a luz al hijo, renuncia expresamente
a su relación materno-filial, a “cambio de un precio y mediante un contrato.
La paternidad y la maternidad como relación familiar interpersonal no es un hecho
simplemente biológico; ser padre y ser madre no es simplemente generar un hijo, sino que
también es una acción voluntaria. La filiación no se identifica necesariamente con la
procreación porque, como ya se ha dicho, puede darse la paternidad sin procreación, como
en el caso de la adopción; también puede darse la procreación con rechazo de la paternidad
o de la maternidad.
La filiación tiene algunos efectos que originan derechos y deberes naturales, tales como la
patria potestad, la obligación de alimentos de los padres, también cuando se han separado
o divorciado, la relación paterno-filial entre el hijo y el padre o la madre que no tiene su
guarda y custodia, el socorro y la ayuda mutua, el derecho-deber de educar al hijo, la
herencia o derecho sucesorio que obliga a la reserva de la legítima y a ser el heredero legal
a llevar los apellidos de sus padres, a adquirir la nacionalidad de los padres, etc. También,
en derecho penal, la filiación y el parentesco pueden agravar la comisión de un delito
familiar
La filiación puede tener lugar por naturaleza y por adopción. La filiación por naturaleza
puede ser matrimonial y no matrimonial. Es matrimonial cuando el padre y la madre están
casados entre sí
Las acciones relativas a la filiación, pueden ser la acción de reclamación que es el derecho
de toda persona para acudir ante las instancias judiciales para aclarar su estado de filiación
como hijo o de paternidad como padre. También existe la acción de impugnación de
paternidad en sede judicial, que es el desconocimiento de la paternidad presunta.
Antecedentes
El término Filiación está asociado a linaje y parentesco, y en ese orden algunos autores
como M. Castellano Arroyo, consideran que “la curiosidad por la forma en que se
transmiten la vida y los rasgos familiares ha acompañado siempre al ser humano”; elemento
al que tratadistas, la doctrina y la jurisprudencia han tenido que dar soluciones. Para la
doctrina jurídica romana, estaba íntimamente ligada a la procedencia familiar y al igual que
toda la estructura social, estaba permeada por la desigualdad que caracterizó este tipo de
sociedad. La familia era la base de la sociedad romana, regulada por el control patriarcal, se
destacan en ella un conjunto de condiciones mediante las cuales debían regirse. -La
Autoridad del Pater Familia La familia era la reunión de personas colocadas bajo la autoridad
o la manu de un jefe único, el régimen dominante estaba en la soberanía del padre o del
abuelo paterno, era dueño absoluto de las personas colocadas bajo su autoridad y éste
arreglaba a su manera la composición de la misma: podía excluir a sus descendientes por la
emancipación. Podía por la adopción, hacer ingresar algún extranjero, su poder se extendía
hasta las cosas: todas las adquisiciones y las de los miembros dela familia se concentraban
en un patrimonio único sobre el cual él sólo durante toda su vida ejercía los derechos de
propiedad.
Es importante observar que la organización familiar descansaba bajo el control masculino,
por tanto, la primogenitura o filiación recaía sobre éste. La mujer no tenía más que una
función biológica y doméstica. -El Parentesco Civil Consistía en una relación de carácter civil
que se establecía entre el poder familiar y sus descendientes, aquí la sangre no era lo más
importante sino la relación de control y autoridad que existiere; la tradición romana,
distingue el parentesco natural que es el cognatio del parentesco civil o agnatio. El cognatio
es el parentesco que une las personas descendientes una de otras en línea directa o
descendiendo de un autor común sin distinción de sexo. La agnatio es el parentesco civil
fundado sobre la autoridad paternal o marital, que son los descendientes, por vía de
varones de un jefe común, colocados bajo su autoridad
En el Derecho Familiar nos encontramos con la figura de la PATRIA POTESTAD, definida
como potestad paterna, es la autoridad o el poder que tiene el padre sobre los hijos
menores de edad, siendo, no sólo un derecho, sino también un deber que implica
protección, educación, representación, etc.
Entre el pueblo Azteca existió la familia no puramente natural, propia de su civilización, sino
más bien como una familia legalmente organizada constituyéndose dentro de ésta su propia
cultura ya que era una de las actividades más importantes el cuidado y educación de los
hijos. Historiadores como George Vaillant, plasman claramente los derechos y obligaciones
de padres e hijos entre los aztecas desde el día en que nacía el niño. Entre otras cosas, se
podía decidir su destino ya que según sus creencias y sus mitos podían determinar el destino
de éste.
Por lo que respecta al matrimonio, este revestía un carácter religioso y jurídico, sometido a
solemnidades especiales que daban una fuerza mayor al acto o bien lo dotaban de sanción,
la edad hábil para contraer matrimonio era para el varón de veinte años y para la mujer de
dieciséis años, siendo los padres quienes disponían de la facultad de dar o no el
consentimiento para que se celebrara el citado matrimonio. A este respecto el autor
Manuel Moreno comenta: “Entre las facultades de los padres hemos visto la de otorgar su
consentimiento para la celebración del matrimonio; en caso de muerte del padre, su
hermano podría ejercer los derechos de la patria potestad, siempre y cuando se casara con
la viuda, sin embargo, ignoramos si en ausencia de este requisito los abuelos podían suplir
a los faltantes. Los huérfanos no se ve que acudieran a ellos sino a cualquier pariente para
que lo sustentara quien individualmente adquiera la tutoría de los menores.”
Para establecer los diversos conceptos que se pueden deducir de las relaciones
paternofiliales y su regulación, tenemos que analizar la connotación del término patria
potestad que contiene el Derecho Mexicano, vamos, en primer lugar, a determinar su
significado etimológico y literal, para así poder llegar con un conocimiento pleno de la
palabra al punto que nos interesa.
La palabra POTESTAD, proviene del latín “Potestas” que significa poder, dominio, facultad
o jurisdicción que se tiene sobre algo o alguien. En el Derecho Romano la potestad
comprendía el poder administrativo y la facultad de convocar al pueblo para hablarle o para
que votara; en el Derecho Canónico se define como el conjunto de poderes, facultades y
atribuciones que Cristo concedió a la iglesia a través de los apóstoles.
Marcel Planiol, define a la patria potestad como el conjunto de derechos y facultades que
la ley concede al padre y a la madre sobre la persona y bienes de sus hijos menores, para
permitirles el cumplimiento de sus obligaciones como tales. El resumen de esas obligaciones
lo encuentra en una sola frase,: la educación del hijo, en tanto que Julian Bonnecase le da
una extensión de mayor relieve a la patria potestad, pues la define en un sentido amplio,
expresando que “es el conjunto de prerrogativas y obligaciones legalmente reconocidas, en
principio, al padre y a la madre, parcialmente a los ascendientes y subsidiariamente a
terceras personas, respecto de los hijos menores considerados tanto en sus personas, como
en sus patrimonios.
Henri León y Jean Mazeaud ubican la patria potestad dentro de las relaciones jurídicas entre
padre e hijos, y las califican como vínculos de autoridad sobre la persona de ellos; señalando
además que de acuerdo con el artículo 213 del Código Civil Francés, esa autoridad se ejerce
“en interés común del matrimonio y de los hijos” y Ambroise Colín y Henri Capitant explican
que la patria potestad constituye un poder de protección, y las prerrogativas que confieren
al padre y a la madre sobre la personalidad y los bienes de su hijo no son más que el reverso
de los deberes y de la responsabilidad que les impone el hecho de la procreación. Además
agregan: “La patria potestad no comprende solamente los derechos, es decir, el derecho de
guarda, el derecho de corrección, así como el usufructo legal de los padres, sino además,
una serie de derechos, por ejemplo, el derecho de consentir el matrimonio del hijo, de
emanciparlo, de consentir su adopción por otra persona, el derecho de administrar su
patrimonio.
Es ilustrativo el concepto que del origen de la patria potestad nos da don Esteban Calva
cuando dice: “El poder paterno está fundado en la naturaleza, que sabiamente puso en el
corazón de los padres un amor infinito hacia sus hijos, el cual les hace procurar en todo su
felicidad, defenderlos de todos los peligros y enseñarles todas aquellas virtudes que pueden
conducirlos al bienestar privado y al respeto público”.
La expresión patria potestad tiene por lo tanto dos sentidos: uno amplio y otro estricto. Los
derechos correspondientes al padre y a la madre tienen como reverso cargas y obligaciones.
Así a los derechos de guarda y de corrección sobre la persona del hijo corresponden a los
deberes de alimentación y de educación.
Así el artículo 411 del Código Civil del Distrito Federal (Ciudad de México) en vigor define lo
que es la patria potestad, y también se regulan las obligaciones de crianza tales como
procurar la seguridad física, psicológica y sexual; fomentar hábitos adecuados de
alimentación, de higiene personal y de desarrollo físico, así como impulsar habilidades de
desarrollo intelectual y escolares; realizar demostraciones afectivas, con respeto y
aceptación de éstas por parte del menor, y determinar límites y normas de conducta
preservando el interés superior del menor y también se señala que no podrán impedirse sin
causa justificada las relaciones entre los menores y sus ascendientes, como son: sus padres
y abuelos. Sólo por mandato judicial podrá limitarse o suspenderse el derecho de
convivencias, tomando en cuenta además el incumplimiento repetido de las obligaciones
de crianza, y que se ponga en peligro la salud e integridad física, emocional y sexual de los
menores.
Asimismo el Código Civil del Estado de Chihuahua, establece lo siguiente:
ARTÍCULO 388. En la relación entre ascendientes y descendientes debe imperar el respeto
y la consideración mutuos, cualquiera que sea su estado, edad y condición.
ARTÍCULO 389. Los hijos menores de edad no emancipados, están bajo la patria potestad
mientras exista alguno de los ascendientes que deben ejercerla conforme a la ley.
ARTÍCULO 390. La patria potestad se ejerce sobre la persona y los bienes de los hijos. Su
ejercicio queda sujeto en cuanto a la guarda y educación de los menores, a las modalidades
que le impriman las resoluciones que se dicten, de acuerdo con las leyes relativas a la
rehabilitación de menores.
ARTÍCULO 391. La patria potestad sobre los hijos de matrimonio se ejerce:

I. Por el padre y la madre;

II. Por el abuelo y la abuela maternos;


III. Por el abuelo y la abuela paternos.

A falta de los padres, los ascendientes mencionados en el orden de las fracciones II y III, a menos
que hubiere motivos que el Juez considere suficientes para decidir quiénes la ejercerán.

ARTÍCULO 393. En caso de separación de los que ejercen la patria potestad, podrán
convenir los términos de su ejercicio, particularmente en lo relativo a la guarda y custodia
de sus hijos e hijas menores de edad.
ARTÍCULO 394. Los que ejercen la patria potestad aun cuando no tengan la custodia, tienen
el derecho de convivencia con sus descendientes, salvo que exista peligro para éstos.
No podrán impedirse, sin justa causa, las relaciones personales entre el menor y sus
parientes. En caso de oposición a petición de cualquiera de ellos, el juez de lo familiar
resolverá lo conducente en atención al interés superior del menor. Sólo por mandato
judicial podrá suspenderse o perderse el derecho a la convivencia a que se refiere el párrafo
anterior, así como en los casos de suspensión o pérdida de la patria potestad, conforme a
las modalidades que para su ejercicio se establezca en el convenio o resolución judicial.
ARTÍCULO 395. Las obligaciones, facultades y restricciones establecidas para los tutores, se
aplicarán al pariente que por cualquier circunstancia tenga la custodia de un menor.
ARTÍCULO 397. Solamente por falta o impedimento de todos los llamados
preferentemente, entrarán al ejercicio de la patria potestad los que sigan en el orden
establecido en los artículos anteriores. Si sólo faltare alguna de las dos personas a quienes
corresponde ejercer la patria potestad, la que quede continuará en el ejercicio de ese
derecho.
ARTÍCULO 398. Mientras permanezca el hijo sujeto a la patria potestad, no podrá dejar la
casa de los que la ejerzan sin permiso de ellos o por resolución de autoridad competente.
La sustracción o retención del menor fuera del lugar de residencia habitual, sin la
autorización de quienes están ejerciendo la patria potestad o tenga su custodia, dará
derecho a éstos al procedimiento de restitución que se establece en el Código de
Procedimientos Civiles.
La conducta ilícita del sustractor o retenedor dará lugar a la pérdida de los derechos que
tengan con relación al menor.
ARTÍCULO 400. Para los efectos del artículo anterior, quienes ejerzan la patria potestad o
tengan menores bajo su custodia, tienen la facultad de corregirlos y la obligación de
observar una conducta que sirva a éstos de buen ejemplo.
La facultad de corregir no implica infligir al menor actos de fuerza que atenten contra su
integridad física o psíquica en los términos de lo dispuesto por el artículo 300 ter de este
Código.
ARTÍCULO 401. El que está sujeto a la patria potestad no puede comparecer en juicio, ni
contraer obligación alguna, sin expreso consentimiento del que o de los que ejerzan aquel
derecho. En caso de irracional disenso, resolverá el Juez.
Diferentes especies de hijos que regula el Código Civil
1. DE LOS HIJOS DEL MATRIMONIO
ARTÍCULO 301. Se presumen hijos de los cónyuges:
I. Los hijos nacidos después de 180 días contados desde la celebración del matrimonio;
II. Los hijos nacidos dentro de los trescientos días siguientes a la disolución del
matrimonio, ya provenga ésta de nulidad del contrato, de muerte del marido o de divorcio,
salvo lo establecido en el artículo 257 de este Código. Este término se contará en los casos
de divorcio o nulidad, desde que de hecho quedaron separados los cónyuges por orden
judicial.
ARTÍCULO 302. Contra esta presunción no se admite otra prueba que la de haber sido
físicamente imposible al marido tener acceso carnal con su mujer, en los primeros 120 días
de los 300 que han precedido al nacimiento.
ARTÍCULO 303. El marido no podrá desconocer a los hijos, alegando adulterio de la madre,
aunque ésta declare que no son hijos de su esposo, a no ser que el nacimiento se le haya
ocultado, o que demuestre que durante los diez meses que precedieron al nacimiento no
tuvo acceso carnal con su esposa o que había imposibilidad física para engendrar.
ARTÍCULO 304. El marido podrá desconocer al hijo nacido después de 300 días contados
desde que, judicialmente y de hecho, tuvo lugar la separación provisional, prescrita para los
casos de divorcio y nulidad: pero la mujer, el hijo o el tutor de éste, pueden sostener en
tales casos que el marido es el padre.
ARTÍCULO 305. El marido no podrá desconocer que es padre del hijo nacido dentro de los
180 días siguientes a la celebración del matrimonio:
I. Si se probare que supo antes de casarse el embarazo de su futura consorte; para
esto se requiere un principio de prueba por escrito;
II. Si concurrió al levantamiento del acta de nacimiento y ésta fue firmada por él, o
contiene su declaración de no saber firmar;
III. Si ha reconocido expresamente por suyo al hijo de su mujer;
IV. Si el hijo no nació capaz de vivir.
ARTÍCULO 306. Las cuestiones relativas a la paternidad del hijo nacido después de 300 días
de la disolución del matrimonio, podrán promoverse en cualquier tiempo por la persona a
quien perjudique la filiación.
ARTÍCULO 307. En todos los casos en que el marido tenga derecho de contradecir que el
nacido es hijo de su matrimonio, deberá deducir su acción dentro de sesenta días, contados
desde el nacimiento, si está presente; desde el día en que llegó al lugar, si estuvo ausente;
o desde el día en que descubrió el engaño, si se le ocultó el nacimiento. [Artículo reformado
mediante Decreto No. 251 81 3 P.E. publicado en el P.O.E. No. 43 del 30 de mayo de 1981]
ARTÍCULO 308. Si el marido estaba bajo tutela por causa de discapacidad mental o
intelectiva, este derecho puede ser ejecutado por su tutor. Si éste no lo ejercitare, podrá
hacerlo el marido después de haber salido de la tutela, pero siempre en el plazo antes
designado, que se contará desde el día en que legalmente se declare haber cesado el
impedimento. [Artículo reformado mediante Decreto No. 338-2011 ll P.O. publicado en el
P.O.E. No. 59 del 23 de julio de 2011]
ARTÍCULO 309. Cuando el marido, teniendo o no tutor, ha muerto sin recobrar la razón, los
herederos pueden contradecir la paternidad en los casos en que podría hacerlo el padre.
ARTÍCULO 310. Los herederos del marido, excepto en el caso del artículo anterior, no
podrán contradecir la paternidad de un hijo nacido dentro de los 180 días de la celebración
del matrimonio, cuando el esposo no haya comenzado esta demanda. En los demás casos
si el esposo ha muerto sin hacer la reclamación dentro del término hábil, los herederos
tendrán, para proponer la demanda, sesenta días contados, desde aquél en que el hijo haya
sido puesto en posesión de los bienes del padre, o desde que los herederos se vean
turbados por el hijo en la posesión de la herencia.
ARTÍCULO 311. Si la viuda, la divorciada, o aquella cuyo matrimonio fuere declarado nulo,
contrajere nuevas nupcias dentro del período prohibido por el artículo 146, la filiación del
hijo que naciere después de celebrado el nuevo matrimonio, se establecerá conforme a las
reglas siguientes:
I. Se presume que el hijo es del primer matrimonio si nace dentro de los trescientos
días siguientes a su disolución y antes de ciento ochenta días de la celebración del segundo,
salvo que al celebrarse éste se haya demostrado que la mujer no estaba embarazada.
[Fracción reformada mediante Decreto No. 251 81 3 P.E. publicado en el P.O.E. No. 43 del
30 de mayo de 1981].
II. Se presume que el hijo es del segundo si nace después de ciento ochenta días de la
celebración de éste, aunque el nacimiento tenga lugar dentro de los trescientos días
posteriores a la disolución del primero, salvo que se haya demostrado, con motivo de la
celebración del segundo que la mujer se encontraba embarazada. [Fracción reformada
mediante Decreto No. 251 81 3 P.E. publicado en el P.O.E. No. 43 del 30 de mayo de 1981].
El que negare las presunciones establecidas en las dos fracciones que preceden, deberá
probar plenamente la imposibilidad física de que el hijo sea del marido a quien se atribuye.
III. El hijo se presume nacido fuera de matrimonio si nace antes de 180 días de la
celebración del segundo matrimonio y después de 300 días de la disolución
del primero.
ARTÍCULO 312. El desconocimiento de un hijo, de parte del marido, o de sus herederos, se
hará por demanda en forma ante el juez competente. Todo desconocimiento practicado de
otra manera es nulo.
ARTÍCULO 313. En el juicio de contradicción de la paternidad serán oídos la madre y el hijo,
a quien si fuere menor, se proveerá de un tutor interino.
ARTÍCULO 314. Para los efectos legales, sólo se reputa nacido el feto que desprendido
enteramente del seno materno, vive veinticuatro horas o es presentado vivo al Registro
Civil. Faltando alguna de estas circunstancias, nunca ni nadie podrá entablar demanda sobre
la paternidad.
ARTÍCULO 315. No puede haber sobre la filiación, ni transacción ni compromiso en árbitros.
ARTÍCULO 316. Puede haber transacción o arbitramento sobre los derechos pecuniarios
que de la filiación legalmente adquirida pudieran deducirse, sin que las concesiones que se
hagan al que se dice hijo, importen la adquisición de estado de hijo de matrimonio.
2. DEL RECONOCIMIENTO DE LOS HIJOS NACIDOS FUERA DEL MATRIMONIO
ARTÍCULO 337. La filiación de los hijos nacidos fuera del matrimonio resulta, con relación a
la madre, del solo hecho del nacimiento. Respecto del padre sólo se establece por el
reconocimiento voluntario o por una sentencia que declare la paternidad.
ARTÍCULO 338. Pueden reconocer a sus hijos, los que tengan la edad exigida para contraer
matrimonio.
[Artículo reformado mediante Decreto No. LXV/RFCOD/0751/2018 II P.O. publicado en el
P.O.E. No. 43 del 30 de mayo de 2018]
ARTÍCULO 339. El menor de edad puede reconocer a un hijo con el consentimiento del que
o de los que ejerzan sobre él la patria potestad, o de la persona bajo cuya tutela se
encuentre, o a falta de este, con la autorización judicial. [Artículo reformado mediante
Decreto No. LXV/RFCOD/0751/2018 II P.O. publicado en el P.O.E. No. 43 del 30 de mayo
de 2018]
ARTÍCULO 340. No obstante, el reconocimiento hecho por un menor es anulable si prueba
que sufrió engaño al hacerlo, pudiendo intentar la acción correspondiente hasta cuatro
años después de cumplida la mayoría de edad. [Artículo reformado mediante Decreto No.
251 81 publicado en el P.O.E. No. 43 publicado el 30 de mayo de 1981]
ARTÍCULO 341. Puede reconocerse el hijo que no ha nacido y al que ha muerto si ha dejado
descendencia.
ARTÍCULO 342. Los padres pueden reconocer a su hijo conjunta o separadamente.
ARTÍCULO 343. El reconocimiento hecho por uno de los padres, produce efectos respecto
de él y no respecto del otro progenitor.
ARTÍCULO 344. El reconocimiento no es revocable por el que lo hizo, y si se ha hecho en
testamento, cuando éste se revoque, no se tiene por revocado el reconocimiento.
ARTÍCULO 345. El reconocimiento puede ser contradicho por un tercero interesado. El
heredero que resulte perjudicado puede contradecir el reconocimiento dentro del año
siguiente a la muerte del que lo hizo.
ARTÍCULO 346. El reconocimiento de un hijo nacido fuera de matrimonio, deberá hacerse
de alguno de los modos siguientes:
I. En la partida de nacimiento, ante el Oficial del Registro Civil;
II. Por acta especial ante el mismo oficial;
III. Por escritura pública;
IV. Por testamento;
V. Por confesión judicial directa y expresa.
ARTÍCULO 347. Cuando el padre o la madre reconozcan separadamente a un hijo no podrán
revelar en el acto del reconocimiento el nombre de la persona con quien fue habido, ni
exponer ninguna circunstancia por donde aquélla pueda ser identificada. Las palabras que
contengan la revelación, se testarán de oficio, de modo que queden absolutamente
ilegibles.
ARTÍCULO 348. El Oficial del Registro Civil, el juez de Primera Instancia o de lo Familiar en
su caso, y el Notario que consienta en la violación del artículo que precede serán castigados
con la pena de destitución de empleo e inhabilitación para desempeñar otro, por un
término de cinco años. [Artículo reformado mediante Decreto No. 251 81 publicado en el
P.O.E. No. 43 publicado el 30 de mayo de 1981]
ARTÍCULO 349. La mujer casada podrá reconocer sin el consentimiento del marido a un hijo
habido antes de su matrimonio; pero no tendrá derecho a llevarlo a vivir al domicilio familiar
si no es con el consentimiento expreso del esposo. [Artículo reformado mediante Decreto
No. 251 81 publicado en el P.O.E. No. 43 publicado el 30 de mayo de 1981]
ARTÍCULO 350. El marido podrá reconocer a un hijo habido antes de su matrimonio o
durante éste, pero no tendrá derecho de llevarlo a vivir al domicilio familiar, si no es con el
consentimiento expreso de la esposa. [Artículo reformado mediante Decreto No. 251 81
publicado en el P.O.E. No. 43 publicado el 30 de mayo de 1981]
ARTÍCULO 351. El hijo de una mujer casada no podrá ser reconocido como hijo por otro
hombre distinto del marido, salvo lo dispuesto por el artículo 64 de este Código.
[Artículo reformado mediante Decreto No. 825-2012 II P.O. publicado en el P.O.E. No. 60
del 28 de julio de 2012]
ARTÍCULO 352. El hijo mayor de catorce años no puede ser reconocido sin su
consentimiento. El menor de esta edad, tampoco podrá serlo sin el del que ejerza la patria
potestad o el del tutor si lo tiene, o el del tutor que el Juez le nombrará especialmente para
el caso. [Artículo reformado mediante Decreto No. 251 81 publicado en el P.O.E. No. 43
publicado el 30 de mayo de 1981]
ARTÍCULO 353. Si el hijo reconocido es menor de catorce años, puede reclamar contra el
reconocimiento cuando llegue a la mayor edad. [Artículo reformado mediante Decreto No.
251 81 publicado en el P.O.E. No. 43 publicado el 30 de mayo de 1981]
ARTÍCULO 354. El término para deducir esta acción será de dos años, que comenzarán a
correr desde que el hijo sea mayor de edad, si antes de serlo, tuvo noticia del
reconocimiento; y si no la tenía, desde la fecha en que la adquirió.
ARTÍCULO 355. La persona que cuida o ha cuidado de la lactancia de un menor, a quien le
ha dado su nombre o permitido que lo lleve; que públicamente lo ha presentado como hijo
suyo y ha proveído a su educación y subsistencia podrá contradecir el reconocimiento que
otra persona haya hecho o pretenda hacer de ese menor. En este caso, no se le podrá
separar de su lado a menos que consienta en entregarlo o que fuere obligada a hacer la
entrega por sentencia ejecutoriada. El término para contradecir el reconocimiento será el
de sesenta días, contados desde que tuvo conocimiento de él. [Artículo reformado
mediante Decreto No. 100/04 I P.O. publicado en el P.O.E. No. 1 del 1 de enero de 2005]
ARTÍCULO 356. Cuando la madre contradiga el reconocimiento hecho sin su
consentimiento, quedará aquél sin efecto, y la cuestión relativa a la paternidad se resolverá
en el juicio contradictorio correspondiente.
ARTÍCULO 357. Cuando el padre y la madre que no vivan juntos reconozcan al hijo en el
mismo acto, convendrán cual de los dos ejercerá sobre él la guarda y custodia y en caso de
que no lo hicieren el Juez de Primera Instancia o de lo Familiar del lugar, oyendo a los padres
y al Ministerio Público, resolverá lo que creyere más conveniente a los intereses del menor.
[Artículo reformado mediante Decreto No. 251 81 publicado en el P.O.E. No. 43 publicado
el 30 de mayo de 1981]
ARTÍCULO 358. En el caso de que el reconocimiento se efectúe sucesivamente por los
padres que no viven juntos, ejercerá la guarda y custodia el que primero hubiere
reconocido, salvo que se conviniere otra cosa entre los padres, y siempre que el Juez de
Primera Instancia o de lo Familiar del lugar no creyere necesario modificar el convenio por
causa grave, con audiencia de los interesados y del Ministerio Público. [Artículo reformado
mediante Decreto No. 251 81 publicado en el P.O.E. No. 43 publicado el 30 de mayo de
1981]
ARTÍCULO 359. La investigación de la paternidad de los hijos nacidos fuera de matrimonio,
está permitida:
I. En los casos de rapto, estupro o violación, cuando la época del delito coincida con la
de la concepción;
II. Cuando el hijo se encuentre en posesión de estado de hijo del presunto padre;
III. Cuando el hijo haya sido concebido durante el tiempo en que la madre habitaba bajo
el mismo techo con el pretendido padre, viviendo maritalmente;
IV. Cuando el hijo tenga a su favor un principio de prueba contra el pretendido padre.
ARTÍCULO 360. Se presumen hijos del concubinario y de la concubina:
I. Los nacidos después de ciento ochenta días contados desde que comenzó el
concubinato;
II. Los nacidos dentro de los trescientos días siguientes al en que cesó la vida común
entre el concubinario y la concubina.
ARTÍCULO 361. La posesión de estado, para los efectos de la fracción II del artículo 359, se
justificará demostrando, por los medios ordinarios de prueba, que el hijo ha sido tratado
por el presunto padre, o por su familia, como hijo del primero, y que éste ha proveído a su
subsistencia, educación y establecimiento.
ARTÍCULO 362. Está permitido al hijo nacido fuera de matrimonio y a sus descendientes,
investigar la maternidad la cual puede probarse por cualquier de los medios ordinarios, pero
la indagación no será permitida cuando tenga por objeto atribuir el hijo a una mujer casada.
No obstante lo dispuesto en el párrafo anterior, el hijo podrá investigar la maternidad si
esta se deduce de una sentencia civil o penal. [Artículo reformado mediante Decreto No.
1119-04 XIV P.E. publicado en el P.O.E. No. 78 del 29 de septiembre de 2004]
ARTÍCULO 363. La prueba de marcadores genéticos, cuando resulte positiva constituye un
principio de prueba para los efectos de la fracción IV del artículo 359.
Cuando el interesado acepte de manera voluntaria que se le practique la prueba
mencionada, el Estado facilitará su realización. [Artículo reformado mediante Decreto No.
1119-04 XIV P.E. publicado en el P.O.E. No. 78 del 29 de septiembre de 2004]
ARTÍCULO 364. El hecho de dar alimentos no constituye por sí solo prueba, ni aun
presunción, de paternidad o maternidad. Tampoco puede alegarse como razón para
investigar éstas.
ARTÍCULO 365. Las acciones de investigación de paternidad o maternidad, sólo pueden
intentarse en vida de los padres o dentro del año posterior a su fallecimiento. Si los
presuntos hijos fuesen menores de edad, el término será de cuatro años y empezará a
contar a partir de que se cumpla su mayor edad. [Artículo reformado mediante Decreto
No. 251 81 publicado en el P.O.E. No. 43 publicado el 30 de mayo de 1981]
ARTÍCULO 366. El hijo reconocido por el padre, por la madre, o por ambos, tiene derecho:
I. A llevar el apellido del que lo reconoce;
II. A ser alimentado por éste;
III. A percibir la porción hereditaria y los alimentos que fije la ley.
3. DE LA ADOPCIÓN
ARTÍCULO 367. La persona mayor de edad, soltera, en pleno ejercicio de sus derechos,
puede adoptar a otra menor de edad o a una con discapacidad, aun cuando esta sea mayor
de edad, siempre que el adoptante tenga quince años más que el adoptado y que acredite
además:
I. Que tiene medios bastantes para proveer a la subsistencia, la educación y el cuidado
de la persona que trate de adoptarse, como de hijo propio, según las circunstancias
de la persona que trata de adoptar;
II. Que la adopción es benéfica para la persona que trata de adoptarse, atendiendo el
interés superior de la misma;
III. Que el adoptante es persona apta y adecuada para adoptar.
Cuando circunstancias especiales lo aconsejen, el juez puede autorizar la adopción de dos
o más personas con discapacidad o de menores y con discapacidad simultáneamente, y
IV. La autorización expedida a través de la constancia de idoneidad por el organismo
para la asistencia social pública estatal o municipal respectivo, a través de su
correspondiente Procuraduría de Asistencia Jurídica y Social o dependencia
equivalente.
Cuando circunstancias especiales lo aconsejen, el juez puede autorizar la adopción de dos
o más personas con discapacidad o de menores y con discapacidad simultáneamente, y (Se
deroga)
[Artículo reformado en su párrafo primero, en su fracción III, segundo Párrafo y último
párrafo derogado mediante Decreto No. 1447-2016 XX P.E. publicado en el P.O.E. No. 92
del 16 de noviembre de 2016]
ARTÍCULO 368. Los cónyuges o concubinos podrán adoptar, cuando los dos estén
conformes en considerar al adoptado como hijo, pero siempre y cuando la diferencia de
edad de los adoptantes y el adoptado sea de quince años de edad cuando menos. Se
deberán acreditar, además, los requisitos previstos en las fracciones del artículo anterior.
[Artículo reformado mediante Decreto No. 1054-2010 II P.O. publicado en el P.O.E. No. 68
del 25 de agosto de 2010]
Artículo 368 Bis. En la adopción de una persona con discapacidad y cuando el adoptante
sea un pariente consanguíneo hasta el cuarto grado en línea transversal, no será necesario
acreditar la diferencia de edad señalada en los artículos anteriores.
En todos los casos prevalecerá el interés superior del adoptado y el respeto a sus derechos
fundamentales.
[Artículo adicionado mediante Decreto No. 1447-2016 XXP.E. publicado en el P.O.E. No.
92 del 16 de noviembre de 2016]
ARTÍCULO 369. El adoptante dará sus apellidos al adoptado pudiendo otorgarle el nombre.
[Artículo reformado mediante Decreto No. 728-09 VI P.E. publicado en el P.O.E. No. 86
del 28 de octubre de 2009]
ARTÍCULO 370. El tutor no puede adoptar al pupilo, sino hasta después de que hayan sido
definitivamente aprobadas las cuentas de tutela.
ARTÍCULO 371. Se deroga. [Artículo derogado mediante Decreto No. 416-99 I P.O.
publicado en el P.O.E. No. 104 del 29 de diciembre de 1999]
ARTÍCULO 372. El que adopta tendrá respecto de la persona y bienes del adoptado, los
mismos derechos y obligaciones que tienen los padres respecto de la persona y bienes de
los hijos.
ARTÍCULO 373. El adoptado tendrá para con la persona o personas que lo adopten los
mismos derechos y obligaciones que tiene un hijo. [Artículo reformado mediante Decreto
No. 728-09 VI P.E. publicado en el P.O.E. No. 86 del 28 de octubre de 2009]
ARTÍCULO 374. Para que se autorice la adopción, deberán consentir en ella, en sus
respectivos casos:
I. Quien o quienes ejercen la patria potestad sobre el menor que se
pretende adoptar, excepto el que haya incumplido con la
obligación de suministrar alimentos;
Cuando las personas referidas se presenten ante la Procuraduría de Asistencia Jurídica y
Social o ante los Sistemas Estatal o Municipal para el Desarrollo Integral de la Familia, para
otorgar el consentimiento en los términos de esta fracción, corresponderá a dichas
autoridades trasladarlos ante el juez competente, quien levantará en el mismo acto la
constancia relativa, siguiendo el procedimiento establecido para las diligencias de
jurisdicción voluntaria, aun y cuando no se hubiese iniciado el trámite de adopción. [Párrafo
adicionado mediante Decreto No. 497-2011 I P.O. publicado en el P.O.E. No. 10 del 4 de
febrero de 2012]
II. El tutor;
III. El organismo para la asistencia social pública estatal o municipal
correspondiente, a través de su respectiva Procuraduría de Asistencia Jurídica
y Social o dependencia equivalente, cuando no hubiere las personas a que se
refieren las dos fracciones anteriores.
En su caso, estas instituciones pedirán la opinión de la persona que lo haya acogido durante
seis meses anteriores a la solicitud de adopción y lo trate como un hijo; y
IV. El Ministerio Público en todos los casos.
[Artículo reformado mediante Decreto No. 728-09 VI P.E. publicado en el P.O.E. No. 86
del 28 de octubre de 2009]
ARTÍCULO 375. Para los efectos del artículo anterior, si el tutor, el Ministerio Público, el
organismo para la asistencia social pública estatal o municipal, según corresponda, a través
de su respectiva Procuraduría de Asistencia Jurídica y Social o dependencia equivalente, no
consienten en la adopción, deberán expresar la causa en que se funden. El juez valorará la
objeción y atendiendo a los intereses de quien se pretende adoptar, resolverá lo que a su
recto criterio proceda. [Artículo reformado mediante Decreto 728-09 VI P.E. publicado en
el P.O.E. No. 86 del 28 de octubre de 2009]
ARTÍCULO 376. El procedimiento judicial para llevar a cabo la adopción se sujetará a lo
establecido en el Código de Procedimientos Civiles. [Artículo reformado mediante Decreto
No. 416-99 I P.O. publicado en el P.O.E. No. 104 del 29 de diciembre de 1999]
ARTÍCULO 377. La adopción quedará consumada una vez que cause ejecutoria la resolución
que la autorice. [Artículo reformado mediante Decreto No. 416-99 I P.O. publicado en el
P.O.E. No. 104 del 29 de diciembre de 1999]
ARTÍCULO 378. El Juez que apruebe la adopción remitirá copia de las diligencias respectivas
al Oficial del Registro Civil del lugar para que levante el acta correspondiente.
ARTÍCULOS 379 al 383 Bis. Derogados
[Artículos del 379 al 383 Bis mediante Decreto No. 728-09 VI P.E. publicado en el P.O.E.
No. 86 del 28 de octubre de 2009]
ARTÍCULO 384. El adoptado adquirirá la misma condición de un hijo consanguíneo con
respecto al adoptante y a la familia de éste. [Artículo reformado mediante Decreto No.
728-09 VI P.E. publicado en el P.O.E. No. 86 del 28 de octubre de 2009]
ARTÍCULO 385. La adopción es irrevocable. Confiere al adoptado una filiación que sustituye
a la de origen. El adoptado deja de pertenecer a su familia biológica y se extingue el
parentesco con los integrantes de ésta, así como todos los efectos jurídicos, con la sola
excepción de que subsisten los impedimentos matrimoniales. [Artículo reformado
mediante Decreto No. 728-09 VI P.E. publicado en el P.O.E. No. 86 del 28 de octubre de
2009]
ARTÍCULO 386. En igualdad de circunstancias, se preferirá como adoptantes a ciudadanos
mexicanos. En cuanto a los adoptantes extranjeros se tendrá preferencia por aquellos
ciudadanos de países en los que las niñas, niños y adolescentes que hayan de ser adoptados,
gocen de garantías y normas equivalentes a las existentes en nuestro país en materia de
adopción, protección y defensa de menores de edad e incapacitados, además de que hayan
suscrito y ratificado los tratados internacionales que, en materia de derechos humanos y
adopción, México reconoce. [Artículo reformado mediante Decreto No. 1054-2010 II P.O.
publicado en el P.O.E. No. 68 del 25 de agosto de 2010]
ARTÍCULO 386 BIS. La adopción internacional se promueve por ciudadanos de otro país con
residencia habitual fuera del territorio nacional, y tiene como objeto incorporar en una
familia a una persona menor de edad de nacionalidad mexicana que no puede encontrar
una en su propio país de origen.
La adopción promovida por ciudadanos de otro país, con residencia permanente en el
Estado, se regirá por lo dispuesto en este Código. [Artículo adicionado mediante Decreto
no. 1054-2010 II P.O. publicado en el P.O.E. No. 68 del 25 de agosto de 2010]
ARTÍCULO 386 TER. El juez, antes de otorgar una adopción internacional y, tomando en
consideración el interés superior del menor, concederá un plazo de treinta días naturales al
organismo para la asistencia social pública, como autoridad central en materia de
adopciones, para que a través de la Procuraduría de Asistencia Jurídica y Social presente
propuesta de adopción de la persona menor de edad en su estado o país de origen. [Artículo
adicionado mediante Decreto No. 1054-2010 II P.O. publicado en el P.O.E. No. 68 de 25
de agosto de 2010]
ARTÍCULO 387. La adopción internacional se sujetará a lo dispuesto en los Tratados
Internacionales y convenciones que se celebren en la materia.
Las adopciones constituidas en el extranjero, que no sean contrarias al interés del menor y
al orden público, tendrán plena validez en el Estado, cuando así lo establezcan los tratados
internacionales celebrados por el Estado Mexicano. [Artículo reformado mediante Decreto
No. 416-99 I P.O. publicado en el P.O.E. No. 104 del 29 de diciembre de 1999]
El progreso científico en la reproducción humana y sus consecuencias en el Derecho
Familiar, Crio almacenamiento, Compatibilidad e incompatibilidad, Consideraciones y
evaluación moral de los actos de Fecundación
Los modernos avances y descubrimientos científicos y tecnológicos, y en especial en los
campos de la biomedicina y la biotecnología, han posibilitado, entre otros, el desarrollo y
utilización de técnicas de reproducción alternativas a la esterilidad de la pareja humana,
generalmente conocidas como técnicas de reproducción asistida o artificial, algunas de ellas
inimaginables hasta hace muy poco.
En incontables clínicas que existen alrededor del mundo, una gran mayoría de estas parejas
acuden a ellas después de haber realizado múltiples pruebas y tratamientos sin resultados
positivos, con el desgaste físico y psicológico que esto conlleva.
La ansiedad por el deseo de éxito, los fracasos anteriores, las esperanzas puestas en este
nuevo intento, van a provocar una situación de stress en la pareja que equipos
multidisciplinarios en Reproducción Asistida (Ginecólogos, Ecografistas, Analistas,
Andrólogos, Biólogos, Anestesistas...), tratarán de ayudarles en lo posible.
Cuando la pareja es diagnosticada de algún factor que haga preciso el tratamiento con
Técnicas de Reproducción asistida, debe efectuar un estudio previo con el fin de comprobar
si las condiciones son óptimas para la técnica indicada en ese momento, o bien es preciso
cancelarlo temporalmente para tratar de optimizar las condiciones.
Sin embargo el derecho se ha retrasado en la adecuación de las normas con respecto a los
cambios científicos que se han generado con respecto a la reproducción por medio de la
inseminación artificial por lo que manera general, se tratará de dar una breve explicación
de las siguientes opiniones en los aspectos religioso, ético, político y legales, etc.
Antecedentes
De acuerdo con las definiciones que varios autores le han dado a la inseminación, se puede
describir con todos los elementos más comunes, la siguiente:
“Conjunto de técnicas o métodos creados por el hombre, independiente de la forma
natural, destinadas a poner en contacto los elementos ontogénicos del hombre y la mujer,
el espermatozoide con el ovulo, con el pretendido resultado de una fecundación”.
Los primeros resultados positivos que se tuvieron con técnicas de inseminación artificial se
registraron en Inglaterra realizada por el médico J. Hunter (1728 - 1783)
Fue en enero de 1987, cuando se publicó el Reglamento de la Ley General de Salud en
Materia de Investigación para la Salud en el cual consagra en un capitulo, la fertilización
asistida, donde la regula, pero de manera incompleta. Sin embargo, ninguna ley regula de
modo directo y amplio a considerar la inseminación artificial
El artículo 4º. Constitucional en su segundo párrafo nos dice: “Toda persona tiene derecho
a decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y espaciamiento de sus
hijos”. (1)
Las técnicas de las que hoy hacemos una síntesis de manera amplia, traen cuestiones de
tipo moral las cuales desde su conocimiento han sido objeto de duras críticas, y de manera
particular la fertilización In Vitro, ya que consideran que es antinatural por el riesgo que se
hace pasar a los hijos producto de ella.(2)
Y no omitimos el plano religioso ya que menciona que dicha técnica de fertilización separa
el aspecto procreativo del cónyuge en el matrimonio dañando dicha relación.
Sin embargo, otro autor nos dice que el único límite atendible ha de ser la dignidad del
hombre, definiéndolo la moral como aquello que no concierne al orden jurídico, sino al
fuero interno o al respeto humano, en consecuencia en la medida que no se vulnere la
dignidad concerniente a todo ser humano la conducta en cuestión no ha de ser considerada
inmoral. (3)
(1) Brena Sesma, Ingrid; “El Derecho y la Salud”, Temas a Reflexionar; pags. No. 1-2
(2) Nicholson, Roberto: Aspectos éticos de la fertilización asistida”, Ginecología y
Reproducción. 1992., 3-113 - 118, pp. 114/115.
(3) Diccionario de la lengua Española. 21ª. Ed., Espasa Calpe, Madrid, p. 1400.
Fundamentación
Su fundamentación se encuentra en la posible solución a los problemas de fertilidad o de
imposibilidad para la procreación, y procede cuando la inseminación natural no es posible
por anomalía física del marido o de la mujer, por imposibilidad para la ascensión natural de
los espermatozoides o porque el semen que penetra no es fértil.
Yedo Llagüe, nos dice que la inseminación artificial debe ser considerada como una solución
terapéutica, pero nunca, como un alternativo de procreación latu-sensu para parejas
fértiles y menos sin constituir pareja, es decir, como sujetos individualizados que pretendan
beneficiarse de las ventajas del procedimiento (4)
Es preciso hacer mención y tratar de dar una explicación del problema de donde, en la
mayoría de los casos se deriva el que las parejas traten de acceder y utilizar alguna de las
técnicas o métodos que más adelante mencionaremos y explicaremos de manera tal, que
podamos entender desde una perspectiva más clara por qué debemos de regularizar y
reglamentar las diferentes situaciones, o mejor dicho, los resultados de estas técnicas ya
que de esos resultados se generan las controversias que tenemos hoy en día.
A continuación de manera general, se detallara algunas de las técnicas de reproducción
médica asistida, y poder analizar de manera individual las consecuencias en contra y en
beneficio que se dan en los diferentes planos morales, religiosos, políticos, psicológicos,
sociológicos, etc.
(4) Lledó Yagüe, Breve discurso sobre bioética y derecho, la revolución biogenéteica versus
sistema familiar, Universidad de Deusto, Estudios de Deusto, vol. 34 núm. 2., pág. 342.
La Esterilidad
Aunque no hay cifras confirmadas en México, se ha mencionado repetidamente en los foros
científicos nacionales que un 10% de las parejas tienen problemas reproductivos a lo largo
de su vida.
Este es un problema de salud que, aunque de nula mortalidad, es de suma trascendencia
en una pareja ya que puede acarrear una morbilidad psíquica que puede llevar fácilmente
a la desintegración de la relación conyugal.
Los problemas reproductivos se ubican en dos grandes grupos, según la nomenclatura
aprobada por los Comités de Estudio de Fertilidad a nivel nacional e internacional:
esterilidad, que es la incapacidad para tener gametos (óvulo y espermatozoides) que
realicen en forma adecuada la fertilización (la penetración del espermatozoide en el óvulo),
e infertilidad, que es la incapacidad para obtener un hijo vivo a pesar de que haya
acontecido la fertilización y la implantación (la anidación del huevo en el útero o matriz).
Mientras que la infertilidad atañe a la pareja que sabe que puede embarazarse, la
esterilidad tiene mayor impacto psicológico ya que invalida la condición tradicional de
hombre/mujer, afecta importantemente la autoestima y las relaciones interpersonales en
el núcleo familiar y social.
Las causas de esterilidad pueden corresponder al hombre o a la mujer, aunque hay más de
una tercera parte de los casos donde ambos miembros de la pareja intervienen
conjuntamente y son por:
factor masculino
causas femeninas
idiopática
El factor masculino incluye la deficiencia en la calidad/cantidad de la población espermática,
alteraciones anatómicas o funcionales para la realización del coito.
El factor femenino engloba una mayor cantidad de alteraciones que van desde alteraciones
en la ovulación y el eje hipotálamo-hipófisis, alteraciones anatómicas del tracto reproductor
(tanto naturales como quirúrgicas), infecciones, cambios en el hábitat cérvico-uterino,
factor inmunológico, etc.
El diagnóstico adecuado implica un esfuerzo multidisciplinario (ginecoobstetra, andrólogo,
endocrinólogo, etc.), sustentado por pruebas de laboratorio y de gabinetes específicos,
sensibles y confiables.
La identificación de la o las causas que están condicionando la esterilidad se realiza con la
aplicación de pruebas dirigidas para valorar cada factor; así, se realizará una
espermatobioscopía directa e indirecta para los factores masculino y cervical, cultivos de
secreciones genitales para identificar problemas infecciosos, cuantificaciones hormonales y
biopsia de endometrio para valorar la integridad del eje hipotálamo-hipófisis-ovario (factor
neuroendócrino) y corroborar ovulación con respuesta endometrial normal,
histerosalpingografía y laparoscopía diagnóstica para factor tuboperitoneal y alteraciones
anatómicas del tracto reproductor femenino.
Una vez realizado lo anterior, se podrá aplicar el recurso terapéutico específico para cada
factor. En caso de encontrarse todo normal, se llegará al diagnóstico de esterilidad de causa
no explicable (o idiopática), que constituye aproximadamente el 30% de los casos y a los
que corresponden los mejores resultados con las técnicas de Reproducción Asistida.
Los métodos terapéuticos a los cuales tiene acceso el especialista que se enfrenta al
problema -el ginecólogo en el 99% de los casos-, una vez realizado el diagnóstico, se pueden
dividir en convencionales y de vanguardia, correspondiendo a estos últimos el término de
Métodos de Reproducción Asistida.
Los métodos convencionales están al alcance de todo ginecoobstetra bien entrenado y se
basan en la corrección de los factores identificados como causantes de la esterilidad; a su
vez se dividen en médicos y quirúrgicos.
Los primeros son ambulatorios y consisten por lo general en la administración de
hormonales, antibióticos, conjuntamente con coitos programados.
Los segundos se aplican básicamente a la corrección del trastorno anatómico causante de
la esterilidad, tanto en el hombre como en la mujer.
Los métodos de vanguardia deben realizarse en medio hospitalario donde exista toda una
infraestructura de apoyo tecnológico.
Estudios clínicos iniciales
Es indispensable realizarse un estudio antes de tomar la decisión de acceder a una de las
técnicas de reproducción asistida (que más adelante mencionaremos), y tratar de optar por
la que resulte mejor de acuerdo al estudio que a continuación detallaremos:
Estudio previo a la realización de técnicas de reproducción asistida
El estudio consistirá básicamente en:
1 - Consulta con el ginecólogo en la que se revisará detalladamente el historial de la pareja
con todos los datos médicos e informes que disponga la pareja aún si proceden de otro
centro.
2 - Exploración ginecológica y Test de Cateter para comprobar el estado anatómico del
aparato genital y asegurar una transferencia embrionaria o inseminación fácil.
3 - Ecografía transvaginal permite la comprobación del estado de la cavidad uterina y de la
estructura ovárica y valorar las posibilidades técnicas de la punción ovárica transvaginal en
el caso de la FIV,ICSI...
4 - Consulta con el andrólogo, en caso de presentar un factor masculino con el fin de valorar
la conducta a seguir.
5 - Análisis de sangre
6 - Seminograma, Test de mejora espermática y congelación de la muestra seminal.
* Nota: Es necesario mencionar que no en todas las clínicas de este tipo, se usan
idénticamente lo anteriormente descrito, ya que posiblemente, por condiciones de lugar,
de ambiente, de espacio, sea necesario aplicar algunos otros estudios adcionales.
Aunque el varón haya efectuado seminogramas con anterioridad es preciso analizar
nuevamente el semen con el fin de valorar la técnica de reproducción más adecuada según
su calidad.
También se congela la muestra seminal (en caso de FIV_ICSI) quedando reservada como
medida de seguridad, hasta el día de la punción folicular en que se solicitará una nueva
muestra de semen fresco que se utilizará para la realización de la técnica a aplicar. La
muestra congelada se destruirá una vez que pudo ser utilizada la muestra en fresco, a no
ser que el paciente manifieste su deseo de mantenerla en el Banco de semen, para lo cual
deberá de ponerse en contacto con el Laboratorio.
Pruebas especiales
En determinados casos es preciso solicitar pruebas especiales o informes de especialistas
de otras áreas antes de intentar el proceso de fertilización.
Estudios genéticos:
Cariotipo
Microdelecciones del cromosoma y Estudio de mutaciones del gen de la Fibrosis Quística
FISH de espermatozoides
Estudio de meiosis de espermatozoides
Estudios de informatividad
Estudios de PCR de semen lavado en pacientes seropositivos al HIV,HVC...
Técnicas
Inseminación Artificial Conyugal (IAC)
Inseminación Artificial Semen Donante (IAD)
Fecundación In Vitro FIV
Microinyección Espermática (ICSI)
TESE
MESA
Hatching Asistido
Diagnóstico Gen. Preimplantacional
Programa para pacientes serodiscordantes HIV, HVC
Programa para pacientes lesionados medulares
Programa de Donación de Ovocitos
Programa de Adopción de Embriones
Programa de Transferencia de Embriones Congelados.,
O bien, podemos mencionar dichas técnicas de la siguiente manera:
La inseminación artificial (IA) con semen del marido o del varón de la pareja (IAC)
Con semen de donante (IAD), se viene realizando desde hace bastantes años;
concretamente en España,
El primer banco de semen data de 1978 y han nacido ya unos 2.000 niños en nuestra nación
y varios cientos de miles en el resto del mundo por este procedimiento.
La fecundación in vitro (FIV) con transferencia de embriones (TE), de mayor complejidad
técnica, se dio a conocer universalmente en 1978 con el nacimiento de Louis Brown, en el
reino unido.
En nuestra nación el primero de los hoy de casi cincuenta nacimientos por esta técnica tuvo
lugar en 1984.
La transferencia intratubárica de gametos (TIG) Comienza a realizarse también en España.
Expectativas de las Técnicas
Las técnicas de reproducción asistida han abierto expectativas y esperanzas en el
tratamiento de la esterilidad cuando otros métodos son poco adecuados o ineficaces. Pero
tales expectativas, y sin duda la satisfacción de constatar tanto los progresos como la
capacidad creadora del ser humano, se acompañan de una inquietud e incertidumbre
sociales ostensibles en relación con las posibilidades y consecuencias de estas técnicas. Ya
no solo es factible utilizarlas como alternativa de la esterilidad.
La disponibilidad del investigador de óvulos desde el momento en que son fecundados in
vitro, le permite su manipulación con fines diagnósticos, terapéuticos, de investigación
básica o experimental, o de ingeniería genética, sin duda beneficiosos para el individuo y la
humanidad, pero en cualquier caso, y dado el material con el que se trabaja, propiciadores
de una diáspora de implicaciones que suscitan temor e incertidumbre con alcances sociales,
éticos, biomédicos y jurídicos principalmente.
Se toma conciencia paulatinamente de que estos sorprendentes descubrimientos invaden
en lo más íntimo el mundo de los orígenes y transmisión de la vida humana, y de que el ser
humano se ha dado los recursos para manipular su propia herencia e influir sobre ella,
modificándola. No parece haber duda de que la investigación científica y tecnológica debe
continuar su expansión y progreso, y que no debe ser limitada si no es en base a criterios
fundados y razonables que eviten su colisión con los derechos humanos y con la dignidad
de los individuos y las sociedades que constituyen, a la que no puede renunciarse.
Es preciso por ello una colaboración abierta, rigurosa y desapasionada entre la sociedad y
la ciencia, de modo que, desde el respeto a los derechos y las libertades fundamentales de
los hombres, la ciencia pueda actuar sin trabas dentro de los limites, en las prioridades y
con los ritmos que la sociedad le señale, conscientes ambas, ciencia y sociedad de que en
estricto beneficio del ser humano no siempre va a ser posible ni debe hacerse lo que se
puede hacer.
Se trata de asuntos de enorme responsabilidad, que no pueden recaer ni dejarse a la libre
decisión de los científicos, que por otra parte tal vez rechazarían. En este orden de cosas, la
creación de comisiones nacionales multidisciplinares, constituidas con amplia
representación social que recoja el criterio mayoritario de la población y por expertos en
estas técnicas, encargadas del seguimiento y control de la reproducción asistida, así como
de la información y asesoramiento sobre las mismas en colaboración con las autoridades
públicas correspondientes, facilitará, como se está haciendo en otros países, y como
recomienda el consejo de Europa a sus estados miembros en la recomendación 1.046 de
septiembre de 1986, la definición de sus límites de aplicación, contribuyendo además a
superar normativas nacionales aisladas que, dadas las posibilidades de expansión de estas
técnicas, resultarían ineficaces o contradictorias.
Desde una perspectiva ética, el pluralismo social y la divergencia en las opiniones se
expresan frecuentemente sobre los distintos usos que se dan a las técnicas de reproducción
asistida.
Su aceptación o su rechazo habrían de ser argumentados desde el supuesto de una correcta
información, y producirse sin motivaciones interesadas ni presiones ideológicas,
confesionales o partidistas, sustentándose únicamente en una ética de carácter cívico o
civil, no exenta de componentes pragmáticos, y cuya validez radique en una aceptación de
la realidad una vez que ha sido confrontada con criterios de racionalidad y procedencia al
servicio del interés general; una ética, en definitiva, que responda al sentir de la mayoría y
a los contenidos constitucionales, pueda ser asumida sin tensiones sociales y sea útil al
legislador para adoptar posiciones o normativa.
Los avances científicos, por otra parte, cursan generalmente por delante del derecho, que
se retrasa en su acomodación a las consecuencias de aquellos. Este asincronismo entre la
ciencia y el derecho origina un vacío jurídico respecto de problemas concretos, que debe
solucionarse, si no es a costa de dejar a los individuos y a la sociedad misma en situaciones
determinadas de indefensión.
Las nuevas técnicas de reproducción asistida han sido generadoras de tales vacíos, por sus
repercusiones jurídicas de índole administrativa, civil o penal. Se hace precisa una revisión
y valoración de cuantos elementos confluyen en la realización de las técnicas de
reproducción asistida, y la adaptación del derecho allí donde proceda, con respecto a: el
material embriológico utilizado, los donantes de dichos materiales, las receptoras de las
técnicas, y en su caso a los varones a ellas vinculados, los hijos, la manipulación a que las
técnicas pueden dar lugar (estimulación ovárica, crióconservación de gametos y pre
embriones, diagnóstico prenatal, terapia génica, investigación básica o experimental,
ingeniería genética, etc.)
El material biológico utilizado es el de las primeras fases del desarrollo embrionario, es
decir, aquel desarrollo que abarca desde el momento de la fecundación del óvulo hasta el
nacimiento.
Con frecuencia, se plantea la necesidad de definir el status jurídico del desarrollo
embrionario, especialmente en los primeros meses, pero hasta ahora no se ha hecho o se
hace de forma muy precaria, pues difícilmente puede delimitarse jurídicamente lo que aún
no lo está con criterios biológicos, por lo que se presenta como necesaria la definición previa
del status biológico embrionario, tal y como indica el consejo de Europa en su
recomendación 1.046, de 1986.
Generalmente se viene aceptando el término <preembrión> tambien denominado
<embrión preimplantatorio>, por corresponderse con la fase de preorganogenesis, para
designar al grupo de células resultantes de la división progresiva del óvulo desde que es
fecundado hasta aproximadamente catorce días más tarde, cuando anida establemente en
el interior del útero acabado el proceso de implantación que se inició días antes, y aparece
en el la línea primitiva.
Esta terminología ha sido adoptada también por los consejos europeos de investigación
médica de nueve naciones (Dinamarca, Finlandia, Alemania, Italia, Suecia, Países Bajos,
Reino Unido, Austria Y Bélgica), en su reunión de los días 5 y 6 de junio de 1986, en Londres,
bajo el patrocinio de la fundación europea de la ciencia.
Información obtenida en: www.reproducciòn.com.mx/CAPITULO IV
El Embrión y El Feto
El Embrión
Por <embrión> propiamente dicho, se entiende tradicionalmente a la fase del desarrollo
embrionario que, continuando la anterior si se ha completado, señala el origen e
incremento de la órgano génesis o formación de los órganos humanos, y cuya duración es
de unos dos meses y medio más; se corresponde esta fase con la conocida como de
<embrión posimplantatorio>, a que hace referencia el informe de la comisión del
parlamento de la República Federal de Alemania para estudio de las <posibilidades y riesgos
de la tecnología genética> presentado como documento 10/6.775 de 6 de enero de 1987.
Las consideraciones precedentes son coincidentes con el criterio de no mantener al óvulo
fecundado in vitro más allá del día 14 al que sigue a su fecundación, sostenido en la aludida
recomendación 1.046 del consejo de Europa, en el documento del cahbi o comité ad hoc de
expertos sobre el progreso de las ciencias biomédicas, de 5 de marzo de 1986 (principio 18,
variante 2d), en el informe de la comisión especial de estudio de la fecundación in vitro y la
inseminación artificial humanas del congreso de los diputados, aprobado por el pleno el 10
de abril de 1986, y en otros informes o documentos, con lo que se manifiesta la tendencia
a admitir la implantación estable del óvulo fecundado como un elemento delimitador en el
desarrollo embriológico.
Al margen de tales consideraciones biológicas, diversas doctrinas constitucionales apoyan
tal interpretación.
Así el tribunal constitucional de la República Federal de Alemania en sentencia de 25/2/75,
al establecer que <según los conocimientos fisiológicos y biológicos la vida humana existe
desde el día 14 que sigue a la fecundación>, mientras que por su parte, el tribunal
constitucional español, en sentencia de 11/4/85, fundamento jurídico 5.a), se manifiesta
expresando que <la vida humana es un devenir, un proceso que comienza con la gestación,
en el curso del cual, una realidad biológica va tomando corpórea y sensitivamente
configuración humana que termina con la muerte>; queda así de manifiesto que el
momento de la implantación es de necesaria valoración biológica, pues anterior a él, el
desarrollo embriológico se mueve en la incertidumbre, y con él, se inicia la gestación y se
puede comprobar la realidad biológica que es el embrión.
El Feto
Finalmente, por <feto>, como fase más avanzada del desarrollo embriológico, se conoce el
embrión con apariencia humana y sus órganos formados, que maduran paulatinamente
preparándole para asegurar su viabilidad y autonomía después del parto. En consecuencia,
partiendo de la afirmación de que se está haciendo referencia a lo mismo, al desarrollo
embrionario, se acepta que sus distintas fases son embriológicamente diferenciables, con
lo que su valoración desde la ética, y su protección jurídica también deberían serlo, lo cual
permite ajustar argumentalmente la labor del legislador a la verdad biológica de nuestro
tiempo y a su interpretación social sin distorsiones.
Teniendo en cuenta que la fecundación in vitro y la crioconservación facilitan la
disponibilidad de gametos y óvulos fecundados, y no solo para realizar las técnicas de
reproducción asistida en las personas que los aportan o en otras, sino también para
manipulaciones diversas, de carácter diagnóstico, terapéutico o industrial (farmacéutico),
de investigación o experimentación, es evidente que los materiales embriológicos no
pueden ser utilizados de forma voluntarista o incontrolada, y que su disponibilidad, trafico,
usos y transporte deben ser regulados y autorizados, al igual que los centros o servicios que
los manipulen o en los que se depositen.
Me era necesario primeramente establecer antecedentes del tema en cuestión, debido a
su complejidad y por ser estas nuevas técnicas, tema de controversia en el ámbito médico,
religioso, social psicológico, político, etc., y que afecta de manera significativa nuestra vida
personal y nuestra vida matrimonial, es por ello que habiéndose dado esta pequeña
explicación del tema que nos ocupa, comprenderemos claramente las técnicas que más
adelante detallaremos.
Técnicas de Reproducción Asistida
La Fecundación in Vitro (FIV)
Hoy en día se ha convertido en el punto convergente de todos aquellos fallos reproductivos,
que inicialmente no se han resuelto de forma más sencilla con los tratamientos descritos
anteriormente. Además la FIV, y más concretamente la inyección intracitoplásmica de
espermatozoides (ICSI), es la solución a la esterilidad masculina, de forma que hoy se puede
afirmar que la esterilidad masculina ha pasado a ser un problema del pasado en la inmensa
mayoría de los casos.
La FIV consta de seis fases: estimulación del ovario con hormonas, extracción de ovocitos,
inseminación de los mismos, cultivo in vitro hasta embrión en diferentes estadios de
desarrollo, transferencia embrionaria y congelación y descongelación de embriones en su
caso.
La estimulación del ovario nos permite obtener varios óvulos en un mismo ciclo y es
necesaria, ya que las posibilidades de embarazo aumentan de forma proporcional al
número de embriones transferidos, puesto que no todos los ovocitos obtenidos llegan a ser
embriones aptos para la transferencia.
La estimulación precisa de inyecciones intramusculares y/o subcutáneas y de varias (3 o 4)
visitas a las consultas de los Centros IVI para monitorizar el resultado de la misma. La
probabilidad de que ocurra una respuesta exagerada (hiperestimulación) con riesgo para
una paciente es inferior al 1%.
Extracción de ovocitos: La extracción se efectúa mediante una punción transvaginal bajo
control eco gráfico.
La duración media de esta intervención es de unos 15 minutos, se realiza bajo sedación y la
paciente está en condiciones de marcharse a su domicilio tras 20 o 30 minutos.
El riesgo de sufrir alguna complicación durante la extracción de ovocitos es de 1 por cada
2.500 casos, por lo que se puede considerar inapreciable.
Inseminación. Una vez obtenidos los ovocitos, se requiere una muestra de semen. Para
realizar la inseminación existen dos alternativas: la inseminación clásica, colocando juntos
los ovocitos con los espermatozoides previamente tratados y seleccionados; y la inyección
intracitoplásmica de espermatozoides (ICSI) que detallamos más adelante. Con ello
solucionamos prácticamente cualquier tipo de esterilidad de origen masculino.
Cultivo in Vitro del Embrión. Los ovocitos fecundados se constatan al día siguiente. Desde
este momento los embriones se mantienen en el tipo de cultivo adecuado para su
desarrollo en cada caso. Habitualmente los embriones permanecen en cultivo un total de
tres días. En algunas ocasiones, es conveniente prolongar el cultivo de los embriones en el
laboratorio hasta el estadio llamado de blastocisto. Para ello utilizamos la técnica del Co-
cultivo Embrionario con células de endometrio, que ha sido desarrollada originalmente en
el IVI y cuya utilidad está reconocida internacionalmente.
Cultivar los embriones junto con células del epitelio endometrial humano, que es su medio
natural. En estos cultivos los embriones se desarrollan durante 6 días alcanzando la mayoría
de ellos el estadio óptimo para la implantación.
Transferencia embrionaria: El momento de la transferencia de los embriones al útero
materno se decide en cada caso particular. Dependiendo de las características de los
embriones, los embriólogos aconsejan el momento más adecuado entre el segundo y sexto
día después de la obtención y fecundación de los ovocitos. Así mismo, la transferencia se
puede realizar bien en el útero o en las trompas. La transferencia uterina tiene lugar por vía
transcervical, no requiere anestesia y es la más común en FIV.
Habitualmente se transfieren 2 o 3 embriones, porque la elevada tasa actual de
implantación embrionaria aconseja limitar su número para reducir así la incidencia de
gestaciones multifetales (las estadísticas demuestran que éste es el número que da
mayores tasas de embarazo sin incremento del riesgo de gestación múltiple).
En cuanto a los resultados de FIV en el IVI son de los más elevados del mundo, lo que se
comprueba año tras año en los distintos foros internacionales donde se contrastan las
experiencias de otros especialistas dedicados a la reproducción humana.
Dentro de la política de dar una información veraz a los pacientes sobre las tasas de éxito
obtenidas, se ha establecido por algunas clínicas dedicadas a estas nuevas formas de
reproducción asistida, establecer en páginas Web, una sección donde anualmente se
informa de los resultados que se obtienen comparados con el año inmediatamente anterior,
así como de otras novedades interesantes. Se considera que esta información es esencial
para que las parejas con problemas puedan decidirse por un centro u otro.
A modo orientativo, podemos decir que desde finales de 1999 y de forma constante durante
los últimos años, las tasas de embarazo con FIV e ICSI no han bajado del 50%, siendo
superiores al 60% en el caso de donación de ovocitos. Además, las tasas de éxito con
transferencia de embriones congelados son ya equiparables a los demás tratamientos,
superando el 40%.
Congelación y descongelación de embriones: después de la transferencia del número de
embriones adecuado para cada caso, el resto de embriones viables son sometidos a un
proceso de congelación para poder conservarlos durante un tiempo. Este procedimiento
permite la disponibilidad de estos embriones en el momento en que sean requeridos por la
pareja.
Si no ha habido embarazo, o tras haber finalizado el mismo, se procede a la descongelación
y transferencia de los embriones que sobreviven a la congelación. Aunque históricamente,
los resultados con embriones congelados han sido más bajos que con otros tratamientos,
en los Centros IVI desde hace dos años son prácticamente iguales que con FIV. No hay mayor
riesgo de aborto o malformaciones embrionarias por transferir embriones que
anteriormente estaban criopreservados.
De acuerdo a la Ley de Reproducción Asistida, el tiempo máximo que unos embriones
pueden ser guardados en estas condiciones es de cinco años.
La Inseminación Artificial
Consiste en la colocación artificial del semen en el interior del útero de la mujer.
Consta de tres fases:
La estimulación del ovario con sustancias inductoras de la ovulación es muy conveniente
para conseguir los resultados esperados. Lleva consigo el desarrollo de varios óvulos, lo cual
entraña asumir el riesgo de un 15-20% de embarazos gemelares, cuestión que es
importante conocer y discutir entre los pacientes y su equipo médico.
La preparación del semen consiste en seleccionar y concentrar los espermatozoides
móviles, ya que la baja movilidad de éstos es uno de los factores que puede afectar
negativamente a la consecución de un embarazo. Para ello se procesan las muestras
mediante técnicas de capacitación o preparación seminal.
La inseminación se realiza en las consultas: no es preciso aplicar ningún tipo de anestesia ni
resulta molesta. La inseminación se suele realizar durante dos días seguidos tras haber
inducido la ovulación. Para cada una de ellas habrá que proveer al laboratorio con una
muestra seminal. Tras ser depositado el semen convenientemente tratado en el útero, la
mujer deberá permanecer unos minutos en reposo.
En cuanto a los resultados obtenidos en el IVI con inseminación artificial, destacamos que
de cada 100 ciclos de inseminación 13 resultan en gestación, y de cada 100 parejas que
completan 4 ciclos, 60 consiguen gestación. De todos los embarazos conseguidos, un 15-
20% son gemelares y otro 15% se malogran.
Aunque actualmente la mayoría de casos de esterilidad masculina pueden resolverse,
existen algunas ocasiones en las que se precisa recurrir a la donación de semen.
Además la Ley de Reproducción contempla en nuestro país la inseminación a mujeres sin
pareja, y por otro lado algunos varones son portadores de enfermedades congénitas que
pueden transmitir a su descendencia; por ello en el IVI disponemos de un banco de semen
para estos casos.
Los donantes de semen son permanentemente estudiados para descartar cualquier tipo de
enfermedad transmisible, y especialmente se controla la existencia de anticuerpos del VIH.
Una determinada muestra de semen es congelada durante 6 meses antes de su uso.
Tan sólo si el donante muestra negatividad a los anticuerpos del VIH tras esos 6 meses de
cuarentena, la muestra es utilizada.
También controlamos de forma muy estricta las enfermedades hereditarias que puedan
padecer los donantes o sus familiares próximos. Hay que tener en cuenta que algunas
enfermedades hereditarias se manifiestan en diferentes etapas de la vida, por lo que podría
desconocerse su existencia en el momento de la donación.
En cuanto a resultados, la inseminación con semen de donante proporciona unas tasas de
embarazo por ciclo del 25% y del 80% por paciente con un máximo de 6 ciclos.
Inyección Intracitoplásmica de Espermatozoides
Consiste en la introducción/inyección de un solo espermatozoide dentro del ovocito. Sólo
es necesario un espermatozoide vivo para cada ovocito por lo que, a diferencia de la FIV,
puede realizarse con muestras de semen de bajísima calidad; incluso en casos de ausencia
total de espermatozoides en el eyaculado, ya que en estos casos obtenemos los
espermatozoides directamente del epidídimo o del testículo mediante una pequeña
intervención practicada al varón, llamada biopsia testicular y que puede realizarse una vez
obtenidos los ovocitos. Sin embargo, hemos desarrollado por primera vez en el mundo
técnicas de congelación que permiten utilizar con éxito para ICSI los espermatozoides de
cualquier procedencia (eyaculado, epidídimo o testículo) tras su descongelación. Además,
en la mayoría de los casos no es necesario descongelar toda la muestra congelada, por lo
que una sola biopsia suele permitir la realización de varios intentos de ICSI.
Las posibilidades de éxito con ICSI son similares a las de la FIV convencional. Sin embargo,
es importante considerar que las parejas sometidas a ICSI tienen un problema primario
mucho más grave: la dificultad de fecundación con los espermas del varón. Por ello es
importante destacar que con esta técnica, incluso con muestras de esperma de la más baja
calidad, únicamente en el 2% de los casos se produce un fallo de fecundación de todos los
ovocitos inyectados, pero suelen ser casos con menos de tres ovocitos maduros disponibles.
Cuando las muestras de semen son muy patológicas, siempre realizamos análisis
complementarios para localizar si existen defectos cromosómicos y/o genéticos que
puedan justificar la patología e incluso recomendar que no se emplee esa muestra sin las
debidas precauciones. En estos casos, también es más probable obtener embriones de peor
calidad
Diagnóstico Genético Preimplantacional
La posibilidad de comprobar si un embrión es normal o no, desde el punto de vista genético,
antes de ser transferido al útero es un concepto tan esencial para la prevención de
enfermedades y para conseguir un éxito en una pareja estéril, que desde el Equipo IVI
sabemos que va a estar cada vez más presente en los centros de reproducción humana,
algo que deben tener presente aquellos centros que no disponen de esta tecnología
exclusiva.
El Equipo IVI ha desarrollado esta tecnología hasta el punto de que, junto con el de la
Universidad Libre de Bruselas es sin duda el que ofrece el mayor catálogo de prestaciones
en diagnóstico preimplantacional de Europa.
Un grupo de genetistas clínicos se encarga de estudiar cada caso particular que una pareja
o familia puede presentar. Junto a biólogos especialistas en genética y en biología molecular
preparan las estrategias para diagnosticar en los embriones esas enfermedades, bien
mediante el estudio de los cromosomas del embrión, bien mediante la detección de
mutaciones en los genes que originan enfermedades monogénicas.
Actualmente, además de problemas numéricos y estructurales en los cromosomas, el
Equipo IVI es capaz de detectar una lista de más de 30 enfermedades (Tabla 2) y que da una
idea del potencial de esta tecnología y del grado de especialización y de excelencia clínica
que han alcanzado los profesionales del Equipo IVI.
En esta lista se incluye por ejemplo la posibilidad de diagnosticar en los embriones
enfermedades de origen monogénico como la hemofilia, la fibrosis quística o incluso
mutaciones que predisponen a desarrollar cáncer de mama en el futuro recién nacido. Es
decir, estamos avanzando hacia la prevención de enfermedades y cáncer incluso antes de
que un embrión implante en el útero.
En estos casos, tras el proceso habitual de ICSI y a través de técnicas de micromanipulación,
se realiza una biopsia de cada embrión, por la que se le extraen 1 o 2 de sus células. Una
vez extraídas, se analizan los núcleos marcando sus cromosomas con sondas fluorescentes
o se amplifica el ADN de esas blastómeras y se analiza para la búsqueda de las distintas
mutaciones (tabla 2).
Mientras, el resto del embrión sigue en cultivo para ser transferido en cuanto se conozca el
diagnóstico.
Además estas técnicas van más allá del diagnóstico de enfermedades. Hoy las empleamos
también en los procedimientos habituales de FIV e ICSI para casos especiales, por ejemplo,
en los muchos casos que llegan al Equipo IVI después de haber fracasado en otros centros
o en parejas a las que hemos realizado varias transferencias de embriones, aparentemente
normales, y que no han conseguido embarazos.
Cuando repetimos el ICSI, biopsiamos estos embriones y estudiamos los cromosomas de
esos embriones, nos encontramos que el 70% de ellos son anormales (frente al 30% que es
lo habitual en la población). Es más, hay parejas en las que prácticamente todos sus
embriones tienen anomalías cromosómicas; esto da una explicación convincente de qué es
lo que ha ocurrido hasta ese momento y sienta las bases de futuras estrategias para
conseguir embarazos, lo que nosotros logramos en el 40% de las ocasiones.
Lo mismo ocurre con las mujeres de edad superior a los 37 años. Está claramente
demostrado que la probabilidad de tener embriones y fetos anormales (cuya manifestación
más clara es el aumento de abortos y de niños con problemas al nacer) aumenta con la
edad; tendencia que se incrementa sobre todo a partir de los 40 años.
Actualmente en los países desarrollados se ha retrasado la edad en que una mujer se
plantea tener hijos, y por ello cada vez son más los casos de parejas que acuden a los
Centros IVI habiendo sobrepasado estos límites. En estas circunstancias, supone un gran
avance disponer del diagnóstico preimplantacional, pues nos permite detectar la
normalidad embrionaria en el laboratorio, disminuyendo los abortos y las posibilidades de
anomalías cromosómicas que se encuentran en torno al 60%.
Así mismo, nuestro grupo ha demostrado por primera vez en el mundo su utilidad en los
casos de aborto de repetición, ya que en estas parejas el porcentaje de embriones
anormales es mayor (70%). En estos supuestos, la selección de los embriones analizados
puede evitar los abortos.
Estamos convencidos de que este es el campo de la Medicina Reproductiva con más
posibilidades de futuro y en el mundo hay clínicas con la experiencia necesaria y la
preparación adecuada para responder a las expectativas futuras.
Conclusiones
Como pudimos observar en las técnicas antes mencionadas, éstas son complejas y por lo
tanto dignas de generar controversias, sin embargo, como ya se ha dicho, la ciencia ha
rebasado de alguna manera al derecho por lo que, analizando los procedimientos utilizados
en cada una de las técnicas de fecundación asistida, analizando las consecuencias jurídicas
que esto provoca, estableciendo los derechos y obligaciones que nacen, es la razón del
estudio de estos avances científicos que son benéficos para algunos y para otros inmorales.
Es por ello que debemos de establecer normas que regulen cuidadosamente la
inseminación artificial. Si bien la legislación establece el derecho a la procreación, incluida
la que se obtiene por medio de la inseminación, debe entenderse que ese derecho no es
absoluto y habrá de regularse tomando en cuenta otros derechos y las especiales
circunstancias de cada caso.
La inseminación Artificial deberá someterse a normas que resulten de la colaboración de
los científicos y de los juristas de modo que el derecho no limite el avance de las ciencias,
pero que la ciencia no transgreda los derechos y libertades fundamentales de los individuos
y que sólo traigan al mundo, a través de la inseminación artificial, a niños en el mejor de los
proyectos posibles.
El trabajo anterior, es realizado para conocimiento de las técnicas de reproducción asistida,
su procedimiento, así como algunos datos de controversia generados por autores que de
alguna manera, han investigado a lo largo del tiempo, los tipos de consecuencias que se
generan por los avances científicos en nuestra sociedad.
Se dio a través de todo lo antes expuesto, una idea tanto de las técnicas, así como de las
diferentes situaciones que rodean a los relacionados en tal práctica, derivadas de la llamada
inseminación homologa y de la inseminación heteróloga, madres solteras, madres viudas,
situaciones post-morten, filiaciones, etc.
Pero como lo mencione, todo lo anterior fue de manera general, simplificada y de alguna
manera práctica, o sea, para tener un conocimiento amplio y nosotros mismos, sacar
conclusiones.
Ámbito Jurídico
DERECHO A LA REPRODUCCIÓN HUMANA (INSEMINACIÓN Y FECUNDACIÓN IN VITRO)
Los derechos humanos tienen aplicación en las relaciones privadas, de tal manera que el
derecho a la vida, a la dignidad, a la integridad física, el derecho a la salud, a la intimidad, a
la personalidad,1 a la reproducción humana y a la identidad, entran en juego en la
reproducción humana asistida, la que repercute en el matrimonio, la filiación, la
investigación de la paternidad, en el derecho sucesorio, en la libre contratación y en general
en los principios e instituciones del derecho de familia.
La reproducción humana normalmente es producto del amor y las relaciones sexuales entre
la pareja. Con amor o sin amor el hombre y la mujer en forma natural son los autores de la
reproducción humana. Pero también puede la reproducción humana no ser producto del
acto sexual, sino de procedimientos técnicos dirigido por un personal cualificado.
Esta reproducción asistida repercute en el derecho y en la realidad biológica, y si ésta es
perjudicada repercutirá en la vida de las personas. Existen varias teorías sobre las etapas de
protección del nasciturus en su desarrollo biológico:
TEORÍA SOBRE LA PROTECCIÓN DE LA VIDA EN SU DESARROLLO
a) Teoría de la fecundación o de la formación del genotipo. La vida humana tiene su inicio
desde la fecundación fuera o dentro del seno materno. La unión del óvulo y el
espermatozoide crea una nueva vida, distinta de la de sus padres.
La persona física y jurídica (la capacidad de ser sujeto de derecho) comienza desde la
concepción dentro o fuera del seno materno. Esto se da cuando se une el óvulo al
espermatozoide. Se crea una nueva vida única e irrepetible.
El embrión como sujeto de derecho es titular de un complejo conjunto de derechos:
derecho a la vida, derecho a la dignidad, derecho a la integridad física y psíquica, derecho a
la salud, derecho a tener una familia, derecho a la identidad consagrado en la Convención
de los derechos del Niño e incorporado a nuestra Constitución en el artículo 71.2.
La identidad comienza con la concepción y se extiende durante toda la vida. La identidad
comprende tres aspectos: identidad referida la realidad biológica; identidad referida a los
caracteres físicos; e identidad en la realidad existencial.
La Convención sobre Derechos Humanos (Pacto de San José) en su artículo 4o., establece
"que toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho está protegido por
la ley y, en general, a partir del momento de la concepción. Nadie puede ser privado de la
vida arbitrariamente...". Este convenio tiene rango constitucional de acuerdo con el artículo
46 de la Constitución.
El artículo 22 del Código Civil del Estado de Chihuahua establece que La capacidad jurídica
de las personas físicas se adquiere por el nacimiento y se pierde por la muerte; pero desde
el momento en que un individuo es concebido, entra bajo la protección de la ley y se le
tiene por nacido para los efectos declarados en el presente Código.
Estas disposiciones podrían ser invocadas y aplicadas por analogía a la procreación asistida
fuera del seno materno, que trataremos en éste trabajo, para restringirla o para rechazarla
en su caso.
b) Teoría de la anidación. Existe vida humana hasta que el cigoto se fija en la pared del
útero, lo que se realiza a los catorce días de la fecundación. Se funda en dos argumentos:
antes de esa fecha no existe individualidad que caracterice a la persona, ya que el embrión
es susceptible de segmentación o desdoblamiento, como sucede con los gemelos
monocigóticos; hasta este momento existe una relación entre la madre y el concebido.
c) Teoría de la formación de los rudimentos del sistema nervioso central (recién a partir de
quince a dieciséis días de la fecundación aparecen los rudimentos). La personalidad e
individualidad se produce cuando principia el proceso de formación del sistema nervioso
que comienza el día quince de la concepción y se completa a las ocho semanas.
d) Teoría del nacimiento con vida. Esta señala que el feto no es independiente mientras
permanezca en el seno materno, ya que necesita de ella para su subsistencia y antes del
nacimiento es una víscera de la madre. Una vez que nace surge su personalidad e
individualidad y las consecuencias jurídicas que éstas traen.
Pero esta teoría permite que se proteja al concebido en forma amplia.
La teoría de la fecundación es seguida por la Iglesia católica, y protege al embrión en toda
su etapa del desarrollo hasta el nacimiento, no permitiendo el aborto.
Para las otras teorías mientras no se cumplan las condiciones que cada una exige, el
embrión es una cosa o un bien y puede ser objeto de manipulación genética, y abren las
puertas al aborto.
TRASCENDENCIA DE LA REPRODUCCIÓN ASISTIDA
El avance de la tecnología, la revolución que provoca, trasciende hasta en las relaciones
sexuales y reproductoras de las personas. Poco tiempo atrás la pareja solamente podía
tener hijos a través de las relaciones sexuales.
Pero actualmente la inseminación genética, con fines procreativos, permite la procreación
asistida, o sea, la inseminación o fecundación in vitro con esperma del mismo marido o de
un donante, en una mujer virgen y soltera con esperma de donante; la fecundación en
mujer casada o soltera que presta su vientre para procrear con material reproductivo de un
matrimonio o pareja; la inseminación de la viuda con esperma de su marido difunto. Todo
esto, repito, era impensable no hace mucho tiempo.
La repercusión de estos nuevos sistemas de procreación es revolucionaria en el derecho de
familia, y en la mayor parte de los países no encuentran regulación legal por atraso de su
orden jurídico o rechazo de este tipo de procreación.
El 26 de julio de 1978 se produjo un gran acontecimiento en Gran Bretaña al nacer el primer
bebé de probeta (la niña Louise Brown),3 revolución biológica realizada por los doctores
Patrick Steptoe (ginecólogo) y Robert Eduardo (fisiólogo). Se hizo a través de una
fecundación in vitro de óvulos de su madre (Leslie Brown) y esperma de su padre (John
Brown), seguido de la transferencia embrionaria.
Esto trae problemas legales y éticos que se estudian en la bioética. El problema es delicado
y como tal debe ser abordado.
Son muchos los cambios que producen en la medida en que la reproducción humana
asistida es aceptada: la procreación pierde su dimensión sentimental, sexual e íntima
porque la procreación asistida se hace con cierta publicidad e intervención de varias
personas que constituyen un equipo especializado; afecta el derecho a la intimidad; los
progenitores sufren en su personalidad porque es todo un equipo el que dirige y vigila la
procreación; el marido y la mujer que recibe el esperma del donante, y éste, sufren en su
dignidad; existe riesgo sobre la vida del concebido o de los embriones que se pierden en el
proceso; aparecen nuevos conceptos de paternidad y maternidad; se crean nuevas
presunciones o ficciones legales como la de que el marido que consiente la inseminación
artificial con esperma de donante es el padre, al prohibírsele impugnar la filiación
matrimonial del bebé; se daña el derecho a la identidad en los casos de donación de
esperma, maternidad subrogada, aplicación en mujeres solas; la asistencia pos mortem
supone la derogación de la regla de la sucesión testamentaria de que el heredero debe
sobrevivir al causante de acuerdo con La norma pertinente en la materia.
TÉCNICAS DE REPRODUCCIÓN HUMANA ASISTIDA
Se llaman técnicas de reproducción humana asistida aquellos procedimientos que unen el
espermatozoide con el óvulo por un medio diferente a la relación sexual natural.
Se aplican dos técnicas: la inseminación artificial y la fecundación in vitro. En virtud de la
inseminación artificial se coloca el esperma en el aparato genital de la mujer para obtener
la fecundación. El procedimiento artificial es claro: se obtiene el semen por medio de la
masturbación o mediante la relación sexual con preservativo donde se deposita el esperma,
y posteriormente lo introduce el grupo técnico en el cuerpo de la mujer.
La inseminación artificial puede ser homóloga o heteróloga. Es homóloga cuando el semen
pertenece al marido o pareja estable de la mujer que espera concebir. Se realiza cuando el
hombre es impotente, la mujer tiene vaginismo, o existen otros impedimentos como
trastornos endocrinos o del metabolismo, secreciones vaginales que, al neutralizar los
espermatozoides, conducen a una inseminación intracervical (colocación del semen en el
cuello del útero) o a una alteración del cuello del útero que exige la inseminación
intrauterina (colocación del semen en el interior del útero).
Existe inseminación artificial heteróloga cuando el semen es aportado por un tercero ajeno
al marido o pareja de la mujer. Se hace uso de este sistema cuando el varón es estéril, o
cuando existe el peligro de transmisión de enfermedades o patologías hereditarias como la
hemofilia, el síndrome de Down, etcétera o cuando existe incompatibilidad del factor Rh.
La fecundación in vitro es un proceso técnico que logra el embrión al unir el esperma con el
óvulo fuera del claustro materno, que luego es trasplantado a éste para que el embarazo
continúe su desarrollo natural.
Es complejo y costoso, por lo que es preciso fecundar muchos óvulos e implantar varios
embriones (dos, tres o cuatro, pues menos de tres disminuye la posibilidad de embarazo y
más de cuatro se corre el riesgo de embarazos múltiples), bajo el riesgo de múltiples
embarazos, abortos y partos prematuros. Además se pierden embriones.
La transferencia al útero de embriones producidos in vitro se denomina FIV. Esta técnica ha
permitido que surja otra conocida como FIVTIG (transferencia intrauterina de gametos), en
virtud de la cual durante la misma operación de extracción de óvulos se depositan éstos
junto con el semen en las trompas de la mujer.
DERECHO COMPARADO
1. Derecho español
La Ley 35 de España del 22 de noviembre de 1988 regula la técnica de reproducción asistida.
Es una ley amplia que ha despertado mucha polémica.
Con la mayor amplitud establece que toda mujer puede ser usuaria de las técnicas de
reproducción asistida.
Se pueden presentar varios casos:
a) Si se trata de inseminación artificial homóloga, o sea, en la esposa o compañera de vida
con esperma y consentimiento del marido o compañero de vida. La ley no se pronuncia
sobre este caso con relación a la filiación, pero esta será determinada como si no hubiera
intervenido la reproducción artificial y, por lo tanto, el hijo será matrimonial y en caso de
impugnación se admite toda clase de prueba. Este supuesto no produce muchos problemas.
b) En el supuesto de inseminación heteróloga, es decir, cuando la esposa sea inseminada
con esperma de donante anónimo, se necesita el consentimiento del marido. Al marido que
prestó su consentimiento le está prohibido legalmente impugnar la filiación matrimonial
del hijo producto de esta asistencia reproductiva. Se establece pues, una filiación
matrimonial inimpugnable, garantizada también por el anonimato del donante, que debe
mantenerse. Se formula así una ficción o presunción iuris et de iure impuesta por la ley. Si
falta el consentimiento del padre, el hijo será extramatrimonial de la madre. Si lo inscribe
como del marido, éste podrá impugnar la paternidad según el derecho común.
c) Se permite la inseminación de la mujer sola, y el hijo que nazca tendrá el carácter
extramatrimonial de la madre, pero no tendrá padre; se piensa que no se excluye de modo
absoluto el conocimiento de la identidad de su progenitor, aunque es difícil por el
anonimato del donante.
d) Se contempla la fecundación pos mortem, la que consiste en fecundar a la viuda del
matrimonio con gametos conservados del marido fallecido, como caso excepcional cuando
el marido dispuso en vida por escritura pública o testamento que su material reproductor
pueda ser utilizado en los seis meses siguientes a su fallecimiento para fecundar a su esposa.
La filiación de este hijo es matrimonial.5 El varón unido por vínculo no matrimonial también
podrá hacer uso de este procedimiento.
La maternidad subrogada o sustitutiva, la que se puede dar con la donación de óvulos o con
el uso del útero de otra mujer, está regulado por el artículo 10 que establece que es nulo
de pleno derecho el contrato en que se convenga la gestación con o sin precio a cargo de
una mujer que renuncie a la filiación materna a favor del tercero contratante. La filiación
de los hijos será determinada por el parto, y queda a salvo la posible acción de reclamación
de la paternidad respecto al padre biológico.
La ley sienta algunos principios. La técnica de reproducción sólo puede ser utilizada cuando
existe posibilidad de éxito y no represente algún riesgo grave para la salud de la mujer o la
posible descendencia; solo se pueden practicar en mujeres mayores de edad, en buen
estado de salud y que consientan libremente; los establecimientos encargados de hacer
esta técnica deben de dar las explicaciones del caso, los riesgos que conlleva, y los
problemas biológicos, jurídicos, éticos o económicos; se prohíbe la fecundación de óvulos
para cualquier fin distinto para la procreación humana; se transferirán al útero los
embriones más adecuados.
A los hijos nacidos con estas técnicas se les prohíbe conocer su identidad, lo que pone en
duda su constitucionalidad.
Cataluña (España)
La Ley 9/1998 del 15 de julio, del Código de Familia de Cataluña, regula en el artículo 92 la
fecundación asistida de la mujer.
Los hijos nacidos por fecundación asistida de la mujer con el consentimiento expreso del
marido, formalizado en escritura pública, son considerados hijos matrimoniales del marido.
Regula la fecundación pos mortem. Se dispone que esta fecundación después de la muerte
del marido con esperma de éste, tiene por efecto tener al nacido como hijo del difunto
siempre que concurran tres condiciones: a) el consentimiento del marido en forma
fehaciente para la fecundación asistida después de su muerte; b) que se limite a un único
caso, comprendido el parto múltiple; y c) que el proceso de fecundación principie en el plazo
máximo de doscientos setenta días después de la muerte del marido. Este plazo puede ser
prorrogado por la autoridad judicial, por causa justa y por un tiempo máximo de noventa
días.
2. Derecho francés
El Código Civil francés, en el título VII, sección IV, en virtud de reformas de 1994, regula la
reproducción asistida. En el artículo 311-19, para garantía del fruto de la reproducción y del
donante dispone que no podrá establecerse ningún vínculo de filiación entre el donante y
el hijo nacido de la procreación, y no permite ninguna acción de responsabilidad en contra
del donante.
En el artículo 311-20 establece que los cónyuges o concubinos que quieran procrear y
recurrieren a asistencia médica para la intervención de un tercero donante, deben prestar
su consentimiento ante juez o notario, que les informará de las consecuencias de sus actos
en la filiación. Este consentimiento debe de darse en condiciones que garanticen el secreto.
El consentimiento dado a la reproducción asistida prohíbe cualquier acción de impugnación
de la filiación o de reclamación de estado, salvo que se sostenga que el hijo no ha nacido de
la reproducción asistida o que el consentimiento quedare sin efecto. Queda privado de
efecto en caso de fallecimiento, de presentación de una demanda de divorcio o de
separación de cuerpos o de cese de la convivencia antes de realizarse la reproducción
asistida. Queda también sin efecto cuando el hombre o la mujer revoquen por escrito el
consentimiento antes de la realización de la reproducción asistida, ante el médico
encargado de comenzar esta asistencia.
El que después de haber consentido la asistencia médica o la reproducción no reconozca al
hijo nacido compromete su responsabilidad con la madre y el hijo. Además, se declarará
judicialmente la paternidad no matrimonial de quien después de haber consentido la
asistencia médica no reconociere al hijo que ha nacido.
3. Otros países
No son muchos los países que han regulado legalmente la reproducción asistida. Además
de los antes estudiado se han dictado leyes: en Suecia la Ley sobre la Inseminación Artificial
(1984) y Ley sobre la Fecundación in Vitro (1988); en Dinamarca la Ley sobre el
Establecimiento de un Consejo Ético y la Regulación de Algunos Experimentos Biomédicos
(1987); en Noruega la Ley sobre Fertilización Artificial (1987) y Ley sobre las Aplicaciones
Biotecnológicas en Medicina (1994); en Alemania la Ley sobre Protección del Embrión
Humano (1990); en Inglaterra la Ley sobre Fertilización Humana y Embriología (1991).
El tema que estamos tratando ha sido incorporado a la Constitución en Suiza, dada la
importancia de la ingeniería genética. Transcribiremos dos artículos:
Artículo 119.1. El ser humano está protegido de los abusos de la medicina reproductiva y
de la ingeniería genética. 2. La Confederación dicta prescripciones sobre la utilización del
patrimonio germinal y genético humano. En este ámbito prevé la tutela de la dignidad
humana, de la responsabilidad y de la familia y se atiene en particular a los siguientes
principios: Todos los tipos de clonación y las intervenciones en el patrimonio genético de
cédulas germinales y embriones humanos son inadmisibles. El patrimonio germinal y
genético no humano no puede ser transferido al patrimonio genético humano ni ser fundido
con este último. Las técnicas de procreación asistida pueden ser aplicadas sólo cuando no
existan otros modos para curar la infecundidad o para evitar el peligro de transmisión de
enfermedades graves, pero no para predefinir determinados caracteres en el nasciturus o
para fines científicos; la fecundación de ovocitos humanos fuera del cuerpo de la mujer está
permitida sólo en las condiciones establecidas por la ley; fuera del cuerpo de la mujer
pueden ser cultivados como embriones sólo tantos ovocitos humanos cuantos se puedan
implantar inmediatamente. La donación de embriones y toda otra forma de maternidad de
alquiler son inadmisibles. No puede comerciarse el patrimonio germinal humano ni los
productos de los embriones. El patrimonio genético de una persona puede ser analizado,
registrado o revelado sólo con su consentimiento en base a una prescripción legal. Toda
persona tiene acceso a sus datos genéticos.
Artículo 120.1. El ser humano y su ambiente están protegidos de los abusos de la ingeniería
genética. 2. La Confederación dicta prescripciones sobre la utilización del patrimonio
germinal y genético de los animales, plantas y de otros organismos. En ese ámbito tiene en
cuenta la dignidad de la criatura así como la seguridad del ser humano, de los animales y
del ambiente y protege la variedad genética de las especies animales y vegetales.
4. El caso de Costa Rica
En Costa Rica se dictó el Decreto Presidencial No. 24029-S sobre la Regulación de la
Reproducción Asistida del 3 de febrero de 1995.
En este Decreto se hace una regulación parcial de la reproducción asistida:
a) Se autoriza la reproducción asistida homóloga entre cónyuges por un equipo profesional
interdisciplinario, previos requisitos indispensables, entre ellos: que sea el último medio
técnico terapéutico para concebir, y que informado el matrimonio sobre la adopción
renuncie a ella.
b) También se permite la reproducción asistida heteróloga en el matrimonio cuando aún
con las técnicas homólogas no se puede concebir, se identifique el tercer donante y se
renuncie a las posibilidades a una adopción, entre otros requisitos.
La Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia costarricense, por sentencia del 15
de marzo de 2002, con el voto disidente de dos magistrados, declaró la inconstitucionalidad
de dicho Decreto por razones de forma y de fondo. Entre otras razones expresa las
siguientes:
El Decreto No. 24029-S es declarado inconstitucional y, como consecuencia, nulo por
defecto de forma, al violar la reserva de ley que exige este tipo de norma que regula la
materia que contiene y no un reglamento ejecutivo.
Desde la concepción existe la persona y un ser vivo con derecho a ser protegido.
El artículo 4.1 del Pacto de San José dispone el respeto a la vida desde el momento de la
concepción.
El embrión es un sujeto de derecho y no un mero objeto y debe ser protegido con igualdad
a otro ser humano y solamente las tesis contrarias permitirían que sea congelado, vendido,
sometido a experimentación e incluso desestimado.
La aplicación de la técnica de la fecundación in vitro y la transferencia embrionaria atenta
contra la vida humana.
En esta técnica se produce una elevada pérdida de embriones que son seres humanos.
Admite que se pueden mejorar las técnicas y desaparecer las objeciones.
Ni por norma legal es posible autorizar la aplicación de esta técnica, aunque en el voto
disidente se dice que no necesita de regulación legal para aplicarse.
VIII. CIERTAS COINCIDENCIAS Y DIFERENCIAS EN EL DERECHO COMPARADO
Se podrían extraer algunos conceptos en los cuales existe coincidencia y en otros no; a
saber: la experimentación en embriones humanos no es de aceptación general, la
procreación asistida generalmente se admite en el matrimonio y en algunos países en la
pareja en unión de hecho estable; en la mujer sola existe fuerte discusión, pero es admitida
excepcionalmente; la fecundación pos mortem en algunos países se admite, en otros no; se
admite la donación y conservación de semen, pero en algunos países se permite conservarlo
por un periodo de cinco o diez años; se limita el número de hijos del mismo donante; deben
seleccionarse minuciosamente los donantes para evitar enfermedades o deficiencias
hereditarias; se le concede el derecho al anonimato al donante, salvo casos excepcionales,
aunque algunas legislaciones permiten investigar la identidad biológica; la congelación de
óvulos es permitida en algunas legislaciones y en otros no; en algunas legislaciones se
permite la donación de embriones, en otros se prohíbe; se prohíbe generalmente la
experimentación embrionaria no encaminada a obtener nacimientos; algunos países
permiten la maternidad de sustitución, pero sin fines lucrativos, otros la prohíben; se
prohíben las desviaciones en el uso de la técnica de la reproducción asistida como la
clonación, y la creación de híbridos y quimeras; se prohíbe la selección de sexo en el
embrión obtenido in vitro cuando no exista riesgo de trasmitir una enfermedad hereditaria
ligada al sexo; se prohíbe la transferencia de embriones humanos en útero de animales o
viceversa.
Las violaciones a las prohibiciones son castigadas con multas o prisión, más los daños y
perjuicios que se pudieren haber causado.
LA IGLESIA CATÓLICA
La Iglesia rechaza estas técnicas de fecundación, por considerarlas contrarias a la moral, en
las que interviene la masturbación y la fecundación artificial. El papa Pío XII fue uno de los
primeros en condenarlas por inmorales.
La Congregación para la Doctrina de la Fe en documento del 22 de febrero de 1987, rechaza
tales procedimientos artificiales:
La biología y la medicina contribuyen con sus aplicaciones al bien integral de la vida humana,
cuando desde el momento en que acuden junto a la persona enferma respetan su dignidad
de criatura de Dios. Pero ningún biólogo o médico puede pretender razonablemente decidir
el origen y el destino de los hombres en nombre de su competencia científica. Esta norma
se debe aplicar de manera particular al ámbito de la sexualidad y de la procreación, pues
ahí el hombre y la mujer actualizan los valores fundamentales del amor y de la vida... Un
aspecto preliminar a la valoración moral de tales técnicas es la consideración de las
circunstancias y de las consecuencias que comportan en relación con el respeto debido al
embrión humano. La consolidación de la práctica de la fecundación in vitro ha requerido
formar y destruir innumerables embriones humanos... La conexión entre la fecundación in
vitro y la eliminación voluntaria de embriones humanos se verifica demasiado
frecuentemente. Ello es significativo: con estos procedimientos, de finalidades
aparentemente opuestas, la vida y la muerte quedan sometidas a la decisión del hombre,
que de este modo termina por constituirse en dador de la vida y de la muerte por encargo.
Sobre la fecundación heteróloga expresa que:
...lesiona los derechos del hijo, lo priva de la relación filial con sus orígenes paternos y puede
dificultar la maduración de su identidad personal. Constituye, además, una ofensa a la
vocación común de los esposos a la paternidad y a la maternidad: priva objetivamente a la
fecundidad conyugal de su unidad y de su integridad; opera y manifiesta una ruptura entre
la paternidad genética, la gestacional y la responsabilidad educativa. Esta alteración de las
relaciones personales en el seno de la familia tiene repercusiones en la sociedad civil: lo que
amenace la unidad y la estabilidad de la familia constituye una fuente de discordias, de
desórdenes e injusticias en toda la vida social.
Precisa que en la fecundación artificial homóloga "intentando una procreación que no es
fruto de la unión específicamente conyugal, realiza objetivamente una separación análoga
entre los bienes y los significados del matrimonio".
Advierte que estas técnicas permiten al hombre tener en sus manos el propio destino y lo
expone a la tentación de transgredir los límites de un razonable dominio de la naturaleza.
Por tal razón, si tales técnicas pueden constituir un progreso al servicio del hombre, al
mismo tiempo llevan graves riesgos.
En cuanto a "la fecundación artificial homóloga dentro del matrimonio no se puede admitir,
salvo en el caso de que el medio técnico no sustituya el acto conyugal, sino que sea una
facilitación y una ayuda para que aquél alcance su finalidad".
En la carta encíclica Evangélium Vitae de Su Santidad Juan Pablo II, sobre el valor y el
carácter inviolable de la vida humana, se expresa:
También las distintas técnicas de reproducción artificial, que parecerían puestas al servicio
de la vida y que son practicadas no pocas veces con esta intención, en realidad dan pie a
nuevos atentados contra la vida. Más allá del hecho de que son moralmente inaceptables
desde el momento en que separan la procreación del contexto integralmente humano del
acto conyugal, estas técnicas registran altos porcentajes de fracaso. Este afecta no tanto a
la fecundación como al desarrollo posterior del embrión, expuesto al riesgo de muerte por
lo general en brevísimo tiempo. Además, se producen con frecuencia embriones en número
superior al necesario para su implantación en el seno de la mujer, y éstos así llamados
"embriones supernumerarios" son posteriormente suprimidos o utilizados para
investigaciones que, bajo el pretexto del progreso científico o médico, reducen en realidad
la vida humana a simple "material biológico" del que se puede disponer libremente.
NUESTRO SISTEMA LEGAL
Nuestro sistema legal carece de un cuerpo normativo sobre la procreación asistida. El
Código Civil de 1904 obviamente no contempla las técnicas de la reproducción asistida, ni
las rechaza, porque no existían, razón por lo cual resulta difícil dar una solución firme,
carente de impugnaciones, a los diferentes casos.
Solucionó el problema de la concepción y el nacimiento de acuerdo a los conocimientos
científicos y prácticos de la época. Los artículos 5o., 11, 18, 19, 22, 23, 200, 202, 211, 212,
213 del Código Civil y otros regulan estos conceptos.
El derecho a la reproducción humana es de la tercera generación y aparece consagrado en
el artículo 74 de la Constitución que en su párrafo 1 expresa: "El Estado otorga especial
protección al proceso de reproducción humana".
Este párrafo no señala ninguna prohibición a la procreación asistida. Por el contrario, sin
distinciones acepta la procreación en forma general.
Para solucionar los casos en el estado actual de nuestra legislación o para promulgar una
futura legislación sobre el derecho humano a la reproducción humana asistida debemos
tener presente que los derechos de cada persona están limitados por los derechos de los
demás, por la seguridad de todos, por las justas exigencias del bien común, la ética y las
buenas costumbres.
Por otra parte, creo que para hacer uso de las técnicas de la procreación asistida deben
agotarse primero los recursos terapéuticos para concebir.
Debemos de tener en cuenta que como no existe regulación legal de la procreación asistida
no se ha establecido el anonimato del donante, la prohibición del marido que prestó su
consentimiento de impugnar la filiación matrimonial del hijo en la fecundación in vitro
heteróloga y su responsabilidad, la prohibición de cualquier vínculo de filiación entre el
donante y el niño y la prohibición de cualquier acción de responsabilidad contra el donante.
A la luz de lo expuesto y de nuestras leyes haremos el estudio de algunos casos de
procreación asistida.
1. Inseminación y fecundación homóloga
La mujer es embarazada por inseminación artificial o fecundación in vitro con
consentimiento del marido y material genético de ambos. Si ambos consienten el fruto es
matrimonial y la filiación se determina por el artículo 199 del Código Civil que expresa que
el marido es el padre del hijo concebido en matrimonio, y que la maternidad se determina
por el parto. El parto sigue al vientre (partus sequitun ventrem). Este supuesto es aceptable
en nuestro sistema y presenta pocos problemas. Si al marido se le ocurre impugnar la
paternidad porque no tuvo acceso carnal durante el periodo de la concepción, bastará
probar la realización de la fecundación asistida o realizar la prueba biológica que establezca
el vínculo con el padre impugnador (ADN).
2. Inseminación y fecundación heteróloga
Si la inseminación o fecundación in vitro es con el consentimiento del matrimonio con óvulo
de la esposa y semen del donante, la filiación matrimonial no puede ser impugnada por el
marido, aplicando por analogía de artículo 200 del Código Civil que dispone la legitimación
del hijo nacido dentro de los ciento ochenta días después de la celebración del matrimonio
no puede impugnarse si el marido, antes de casarse, tuvo conocimiento de la preñez de su
mujer o si de cualquier modo lo reconoció como tal. Sirve, pues, el reconocimiento o
consentimiento anterior o posterior del marido aprobando la técnica empleada.
Si el marido no consintió el hijo es extramatrimonial y puede impugnar la paternidad.
El consentimiento del cónyuge o la pareja quedaría sin efecto si antes de realizarse la
reproducción asistida fallece el marido o la pareja, si se propone una demanda de divorcio
o si es revocado el consentimiento por cualquiera de los cónyuges o pareja estable porque
es un acto muy interno y personalísimo. Por tal razón tampoco podría darse el
consentimiento por poder.
La misma solución podría darse si dona óvulo otra mujer al matrimonio y se fertiliza con el
semen del marido: tampoco el matrimonio podría impugnar la legitimación del hijo.
Por otra parte, no se podría impedir una reclamación del hijo para reconocer su origen
biológico, por aplicación analógica del artículo 233.2 del Código Civil, si logra comprobar el
convenio de asistencia, o si la paternidad resulta de una sentencia civil o penal.
También quedaría pendiente la impugnación de la filiación por parte del donante del semen
o del óvulo, la cual podría ser rechazada por aplicación analógica del artículo 233.1 del
Código Civil que no permite reconocer al hijo habido con mujer casada durante el
matrimonio de ésta y además prohíbe la investigación de la paternidad o maternidad en
este caso.
Pero no debemos callar que el tema de la licitud de este convenio procreacional es objeto
de controversia. Se puede sostener que es válido, ya que el padre no puede contradecir su
propio acto del consentimiento donde comprometió su buena fe (doctrina de los propios
actos), lo que llevó a la esposa a someterse al proceso de procrear en esa forma; pero por
el contrario, se podría afirmar que la filiación es una cuestión de orden público, fuera del
comercio, la cual no puede ser objeto lícito de la libre voluntad de las partes, ya que está
fundada en la realidad biológica y no en la autonomía del consentimiento, lo que trae como
consecuencia la nulidad absoluta del convenio y, como consecuencia, surgirían las acciones
de impugnación de la paternidad del marido o del donante y de la maternidad de la que
donó el óvulo. También se pueden presentar problemas en la sucesión del nacido, o
reclamos de éste en las sucesiones de los padres biológicos.
Como nuestra legislación no regula esta situación ni la prohíbe8 queda, pues, en poder de
los jueces determinar su procedencia, tomando en consideración los derechos de las
personas, las circunstancias sociales, éticas y legales que presenta el caso.
Si la inseminación o fecundación in vitro se logra sin el consentimiento del marido no se
podría invocar el adulterio porque no existe este delito al derogarse el artículo 211 y otros
del Código Penal que lo contemplaban. Pero aun cuando se encontraba vigente tampoco
existía adulterio porque para que este delito existiera era necesario la consumación del acto
sexual de acuerdo con el citado artículo que en el párrafo 1 disponía que "comete adulterio
la mujer casada que yace con varón que no es su marido y el que yace con ella, sabiendo
que es casado, aunque después se declare nulo el matrimonio".
Como hecho histórico también es importante relatar que la Suprema Corte de Justicia de la
Provincia de Ontario, Canadá, al resolver un juicio de divorcio instaurado por el marido
ofendido porque su mujer había sido inseminada con semen de un tercero sin haber dado
él su consentimiento. La Corte en el año de 1921 accedió a la disolución del matrimonio
porque la mujer había cometido adulterio, aduciendo que lo esencial en el adulterio no es
el acto sexual del cónyuge con un extraño sino la voluntad de reproducir con un extraño e
introducir en la familia sangre extraña a la estirpe. Posteriormente se dictaron sentencias
en el mismo sentido y otras contradictorias.
En el año de 1958 una corte inglesa exigió el acto sexual consumado para que existiera
adulterio, aunque no tuviere lugar la impregnación seminal. Sin acto sexual no hay delito
de adulterio.
Como consecuencia, en nuestro sistema no existe el delito de adulterio en la fecundación
in vitro heteróloga.
3. Inseminación y fecundación en mujer sola
Se refiere a la procreación con semen de donante por inseminación artificial o fecundación
in vitro en mujer soltera, viuda, divorciada o cuyo matrimonio ha sido declarado nulo.
Es una filiación extramatrimonial. La maternidad se determina por el parto.
La paternidad queda determinada en el supuesto que el donante reconozca al hijo, situación
muy difícil que se presente ante la ausencia de la voluntad procreacional del donante. El
caso es muy improbable ante donador anónimo, pero el hijo conserva el derecho de
investigar su identidad biológica.
Ante el silencio de la ley y no estar expresamente prohibida se puede permitir esta
procreación asistida, pero como ya expresamos queda a juicio de los jueces y autoridades
aceptarla o rechazarla analizando caso por caso.
4. Maternidad subrogada o sustituida
La maternidad subrogada se presenta cuando el embrión (unión del semen con el óvulo) se
implanta y desarrolla en el vientre de otra mujer.
Cabe distinguir en esta situación entre la madre genética (la que da su óvulo) y la madre de
gestación (la que da su vientre).
Veamos los supuestos:
a) Mujer que presta su vientre y óvulo (casada o no) y es fecundada por inseminación
artificial o fecundación in vitro, comprometiéndose a entregar el niño o la niña al marido
donador del semen y a su mujer. Esta se denomina también maternidad sustituida o
compartida.
La maternidad se determina por el parto de la que prestó su vientre y óvulo. Si esta mujer
fuere casada, su marido queda afectado por el artículo 199 del Código Civil, que establece
que el marido es el padre del hijo concebido durante el matrimonio, pero se puede
impugnar la paternidad matrimonial si el marido no dio su consentimiento. Pero en ningún
caso están obligados a entregar al bebé porque el convenio es nulo, pero tampoco puede
reclamar el precio por el servicio, si se pactó.
En caso que la que presta su vientre y su óvulo, sea soltera, la filiación es extramatrimonial
y al padre biológico o dador del semen se le presenta la disyuntiva de reconocerlo o ser
demandado por el hijo para reclamar su filiación extramatrimonial.
Si el hijo fue inscrito a nombre de la mujer del dador del semen, procede la acción de
impugnación de la maternidad, por no ser la madre del hijo.
Es nulo el pacto de este procedimiento de asistencia entre el esposo, su mujer y la mujer
inseminada, y por lo tanto, la mujer soltera no está obligada a entregar al bebé, pero
tampoco puede reclamar el precio por el servicio.
La nulidad es absoluta porque tiene un objeto ilícito, fuera del comercio y contra las buenas
costumbres de acuerdo con los artículos 2204, 2211 y 2473 del Código Civil.
b) Fecundación in vitro con material genético (óvulo y semen) de un matrimonio o pareja
estable y gestación en el vientre de otra mujer. Existe madre genética y madre gestacional.
Se denomina maternidad subrogada.
La maternidad se determina por el parto. Podría plantearse la posibilidad de impugnarse la
maternidad por no ser la mujer que prestó el vientre la madre biológica; pero creo que no
pueden impugnar la mujer que prestó el vientre (madre subrogada), su marido, el marido y
la esposa a quien o a quienes se comprometieron a entregar al bebé, porque este convenio
es nulo, con nulidad absoluta, por ser su objeto (el embrión) no negociable de acuerdo con
los artículos 2165 y 2205 del Código Civil. Como consecuencia, y en virtud de adagio nemo
auditur,10 frente a una demanda la mujer que prestó el vientre no está obligada a entregar
al bebé.
Sin embargo, algunos autores sostienen que el convenio es válido y los donadores del
material genético tienen acción para reclamar al niño. Dentro de un criterio contractual,
como en algunos casos resueltos en los Estados Unidos, se podría, pues, obligar a la madre
sustituta a entregar al hijo.
Pero un tribunal de Inglaterra declaró sin lugar la acción esgrimida por el matrimonio contra
la madre genética que reclamaban a unos mellizos, porque no debían romperse los lazos
entre la madre y sus bebés.
Este tipo de procreación pudiera ser aceptable cuando el convenio es gratuito, ya que la
madre subrogada lo hace por altruismo. Es el juez a quien le corresponde estudiar bien el
caso. En algunos países se admite este tipo de procreación.
La verdad que el alquiler de vientre se ha generalizado y ya es un negocio; pero debe
rechazarse.
5. Asistencia pos mortem
a) Mujer embarazada por inseminación artificial o fecundación in vitro con el semen
congelado de su marido muerto. La maternidad queda determinada por el parto.
Se priva al niño de la sucesión testamentaria, ya que el heredero debe sobrevivir al causante
de acuerdo con los artículos 977.1 y 1155 del Código Civil.
Si se prueba el nexo biológico y la voluntad de tener el hijo manifestado en vida de los
padres, por escritura pública, testamento o cualquier otro medio auténtico de prueba, el
hijo es del matrimonio independientemente si nace dentro o fuera de los trescientos días
del fallecimiento del marido.
No es un caso prohibido por la ley y creo que es lícito por lo que es aceptable, aunque de
lege ferenda es discutible, ya que se permitiría que un niño naciera sin padre.
b) Fecundación in vitro en una mujer que presta su vientre con material genético del
matrimonio después del fallecimiento de la madre del matrimonio.
La maternidad se determina por el parto. La filiación del hijo con el padre será
extramatrimonial, pero puede ser reconocido, voluntariamente o en juicio.
Si el padre se casa con la madre genética el hijo será del matrimonio por la presunción del
artículo 212 del Código Civil. Además puede ser legitimado.
Ante el silencio de la ley serán las autoridades y los jueces los que podrán admitir o rechazar
caso por caso la procreación.
c) Mujer fecundada in vitro con material genético de un matrimonio ya fallecido antes del
implante.
Este tipo de procreación es ilícito porque deja al niño sin padre ni madre.
* Decano de la Facultad de derecho de la Universidad Hispanoamericana (UHISPAN),
magistrado de la Corte Suprema de Justicia, Managua, Nicaragua.
Notas:
1 Existen derechos personalísimos de carácter subjetivo considerados absolutos, los que
deben ser respetados por los miembros de la comunidad, inherentes a la persona y
necesarios, vitalicios, salvo los casos de trasmisión a los herederos como la intimidad y el
honor, inalienables porque están fuera del comercio y no pueden ser objeto de
transacciones o cesión, extrapatrimoniales, pero si son lesionados pueden surgir
indemnizaciones, y autónomos por constituir una categoría que se diferencia de los demás.
Son protegidos por el derecho civil, penal, administrativo y constitucional. Su estudio y
desarrollo se hace en los cursos de derecho civil, pero actualmente se contemplan en las
Constituciones y se estudian también en el derecho constitucional. Estos derechos son: a)
el derecho a la vida que comprende el estudio: i) del aborto; ii) la eutanasia; iii) el suicidio;
iv) la fecundación asistida; b) el derecho a la integridad física: i) tratamientos quirúrgicos; ii)
esterilización; iii) cambio de sexo; iv) exámenes médicos obligatorios; v) disposición de
parte del cuerpo (contemplada por la Ley General de Salud del 7 de mayo de 2002 que le
dedica únicamente el artículo 74 a la donación y trasplante de órganos. Define lo que es
implante y exige la voluntad del donante o de sus herederos en caso de muerte; pero espera
la reglamentación y la promulgación de una ley especial); vi) trasplante de órgano; vii)
destino del cadáver; c) derecho al honor; d) derecho a la intimidad; e) derecho a la identidad
personal; f) derecho a la imagen; g) derecho a la libertad; h) derecho a la replica; i) derecho
a la no discriminación.
2 En Australia en 1984 se logró el congelamiento de embriones y en 1985 el congelamiento
de óvulos.
3 La procreación no natural, sino artificial no es un fenómeno desconocido y nuevo, pues
en Grecia y Roma se ensayó y en los siglos XVI y XVII se realizan los primeros experimentos
técnicos y se logra, entre ellos, la fecundación artificial del gusano de seda y en los perros,
pero no imaginaron que podía aplicarse a la especie humana.
4 Los óvulos se obtienen mediante laparoscopia o por punción focicular.
5 Artículo 9.1.2.
6 Artículo 24, párrafo 2, de la Constitución.
Los casos de fecundación in vitro pueden presentar variantes. Para ilustrar esta afirmación
me concretaré a citar los casos enumerados por María Jesús Moro Almaraz de fecundación
in vitro "Pueden darse los siguientes supuestos: «Hijo» del óvulo y semen de la pareja en
tratamiento, gestado por la mujer de la misma. «Hijo» del óvulo de la mujer de la pareja,
gestado por ella, y de semen de donante. «Hijo» de óvulo de gametos de la pareja, gestado
por una segunda mujer. «Hijo» de óvulo de la mujer de la pareja, semen de donante gestado
por una segunda mujer. «Hijo» de óvulo donado, semen del varón de la pareja y gestado
por la mujer de la pareja. «Hijo» de óvulo de donante, semen del compañero y gestado por
una tercera mujer. «Hijo» de óvulo de donante, que a su vez es la gestante, y semen del
miembro masculino de la pareja. «Hijo» de óvulo de donante, a su vez gestante, y semen
de donante. «Hijo» de óvulo y semen de donante, gestado por la mujer de la pareja»
(Aspectos civiles de la inseminación artficial y la fecundación in vitro, Barcelona, Bosch,
1998, p. 213).
8 De acuerdo con el artículo 32 de la Constitución ninguna persona está obligada a hacer lo
que la ley no mande, ni impedida de hacer lo que ella no prohíbe.
9 Artículo 226 del Código Civil.
10 Artículo 2473 del Código Civil.
BIBLIOGRAFÍA
“El Derecho y la Salud”
Temas a Reflexionar
Brena Sesma, Ingrid
pags. No. 1-2
Aspectos éticos de la fertilización asistida
“Ginecología y Reproducción”
Nicholson, Roberto
1992., 3-113 - 118
pp. 114/115.
Diccionario de la lengua Española.
21ª. Ed., Espasa Calpe, Madrid,
p. 1400.
Breve discurso sobre bioética y derecho
La revolución biogenéteica versus sistema familiar
Universidad de Deusto, Estudios de Deusto,
Lledó Yagüe,
vol. 34 núm. 2., pág. 342.
Parte de la Información se obtuvo en:
www.reproducción.com.mx/
www.derecho.com/xml/disposiciones/min/disposiciòn.xml?,d_disposicion=325808
www.ivi.es/tratamientos/fecundación/htm
https://revistas.juridicas.unam.mx/index.php/cuestiones-
constitucionales/article/view/5790/7633

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