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Moras. No hay nada como frutos del
bosque frescos, llenos de color y sabor.
Una tacita de estas frutas súper
antioxidantes nos brindan tan sólo 95
calorías y muchas vitaminas.
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Pechuga de pavo. Los paladares
exigentes pueden optar por el jamón de
pechuga de pavo (Tres rollos de
mediano grosor nos brindan 90
calorías).
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Huevos rellenos. Llévate dos huevos cocidos sin
yema y rellenos con atún light (en agua) o queso
panela. (80 calorías, aproximadamente).
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Chile morrón. Estas verduras
nativas de México se han convertido
en ingrediente de muchos platillos
alrededor del mundo. De ellos se
saca la especie denominada paprika
y son ricos, como todos los chiles,
en vitamina C. No son nada picantes
y una porción equivalente a un chile
te dará solamente 50 calorías.
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VIDA SANA…
Por suerte, ahora vemos a deportistas de élite, como Rafael Nadal, que entre set y set saca sus
plátanos (también llamados bananas) y se los come. El pensamiento de la gente en líneas generales
es "Si Rafa Nadal come plátanos es porque han de ser buenos y saludables". Menos mal que come
eso. Ahí las grandes marcas vieron un gran filón y no desperdician la oportunidad de poner a comer
o beber a los deportistas de élite alimentos o bebidas, aparentemente, saludables.
Márketing aparte, pensemos en los beneficios de la fruta entre comidas. Cuando tenemos ese
famoso "gusanillo del hambre", vamos y lo matamos. Eso está bien, el problema es con qué lo
saciamos. Mal vamos si lo hacemos siempre con comida basura, patatas fritas, refrescos, etcétera.
¿Por qué no nos comemos unas aceitunas, excelente fuente de aceite de oliva, un ácido graso
omega 9 con múltiples beneficios? Pero analicemos esta fruta de la que estamos hablando.
A continuación ofrecemos algunas deliciosas y sencillas recetas que sin duda nos ayudarán a
mantener el hambre a raya mientras llega la hora de la comida, con lo que podremos concentrarnos
en el trabajo, alimentaremos de forma sana a nuestro cuerpo y, a la larga, el efecto se reflejará en la
báscula, siempre y cuando sea acompañado de un buen plan de alimentación y algo de ejercicio.
Sándwich de plátano
Entre dos rebanadas de pan de caja, preferentemente integral, un plátano en rebanadas largas y
delgadas. Sabe a gloria.
Plátanos fritos
Cortados en lonchas delgadas y a lo largo, se les esparce azúcar moreno y se colocan sobre una
plancha caliente. Cuando el azúcar comienza a sacar burbujas (2-3 minutos) se retiran y se les
espolvorea un poco de canela. A los amantes de lo dulce les puede gustar con leche condensada,
eso sí, sin abusar.
Se nos viene el mundo encima cuando nuestros hijos entran a la primaria y necesitan llevar un
lonche, ¿qué le puedo dar? ¿cuánto? ¿cómo? Son preguntas que asaltan nuestra mente.
Esta es una guía que te damos para que sepas que factores debes tomar en cuenta.
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Lo primero es conocer cuántas horas pasan entre el desayuno y almuerzo del niño para así decidir qué
cantidad de alimento le vas a enviar.
La lonchera no debe reemplazar a ninguna comida, ya que ésta representa apenas el 10 por ciento de
todo lo que se ingiere en el día, es importante no descuidar la cantidad de lo enviado, a fin de evitar
que el niño llegue sin ganas al almuerzo, que sí es una comida importante, junto con el desayuno y la
cena.
Las loncheras incluyen los mismos elementos para todas las edades, las cantidades varían de acuerdo
con el peso y las pocas o muchas actividades que realiza el menor durante ese día.
Los elementos esenciales son: una botella de agua + fruta + cereales y algo de proteína. Deben ser
fácil de transportar y en recipientes adecuados para evitar que se derramen.
Puedes darle un formato entretenido para que a los niños les sea amigable comerlos y enseñarles lo
que les aporta alimentarse bien, diciéndole que le darán más energía para jugar y para que no se
enferme. Si le preparas su colación y le pasas dinero, lo más seguro es que se alimente con comida
que no le aporte más que exceso de calorías y ningún aporte nutritivo. No se trata de prohibir
alimentos como papas fritas o los hot dogs, pero sí evitar que el consumo de estos se haga un hábito.
Evita las golosinas, bebidas de fantasía y papas fritas, entre otros. Elige alimentos que el niño disfrute:
sabrosos, sencillos y saludables.
A veces no se tiene el tiempo para ir al gimnasio o gastar una hora haciendo ejercicio. Sin embargo,
pequeñas rutinas o cosas cotidianas pueden ser vistas como un tipo de ejercicio y cuantas más
pequeñas actividades hagamos, más kilos perderemos o al menos servirá para mantenernos en
nuestra línea.
Hay evidencia inequívoca sobre los perjuicios y daños que provoca el sedentarismo en la salud. De
poco sirven 30 minutos en la elíptica si el resto del día permanecemos sentados frente al ordenador o
echados en el sofá haciendo zapping para después irnos a la cama a descansar tras tan agotadora
rutina.
Por ejemplo, un reciente estudio mostró y comprobó que las personas cuyos trabajos precisan más de
6 horas al día sentados tienen casi un 70% más de posibilidades de desarrollar sobrepeso en
comparación con aquellos cuyo trabajo es más activo con menos horas de silla.
A continuación algunos sencillos consejos, unos para quemar calorías y otros para, al menos, no ganar
peso.
Podríamos decir “solo un programa al día”. ¿Y si el programa dura tres horas al día? Es increíble la
cantidad de horas al día invertidas frente al televisor y eso no hace más que aumentar el diámetro de
nuestra cintura.
No nos paramos a pensar en la cantidad de horas que pasamos sentados haciendo actividades que
bien podríamos hacer de pie o caminando. Por ejemplo, mucha gente precisa, por necesidades
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propias de su trabajo, pasar muchas horas al día al teléfono; se puede caminar durante esta actividad,
siempre y cuando el teléfono sea inalámbrico. Cuando se está planeando o pensando una estrategia,
también se puede estar de pie.
De pie en el escritorio
Hemingway se levantaba temprano para escribir y lo hacía de pie. Con el siguiente dato haremos
conciencia acerca del desgaste calórico cuando se está de pie en comparación a cuando se está en la
silla. Haciendo nuestras actividades sentados gastaremos en promedio unas 63 calorías, si hacemos
las mismas actividades en el escritorio, pero de pie, gastaremos el doble, unas 127 calorías ¿Hay más
qué decir?
Sí, esas pelotas grandes utilizadas en los gimnasios. No sería sano para nuestra espalda pasar toda la
rutina de trabajo sentados en uno de estos artefactos, sin embargo, podemos hacer algunas
actividades sentados en este tipo de pelotas en vez de la silla normal: contestar mails, ver algún
programa de T.V.