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saludable
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Un plan de alimentación que ayuda a controlar su peso incluye una variedad
de alimentos saludables. Agregar una variedad de colores a su plato es como
si estuviera comiendo un arcoíris. Las verduras de hoja verde oscura, las
naranjas y los tomates—incluso las hierbas frescas—están llenos de
vitaminas, fibra y minerales. Agregar pimientos, brócoli o cebollas
congelados a guisos y tortillas aumenta el color y los nutrientes.
Fruta
Vegetales
Agregue variedad a las verduras asadas o al vapor con una hierba como el
romero. También puede sofreír verduras en un sartén con un poco de aceite.
También puede probar verduras congeladas o enlatadas para un
acompañamiento rápido. Simplemente cocínelos en el microondas y sirva.
Busque verduras enlatadas sin sal, mantequilla o salsas cremosas agregadas.
Para variar, pruebe una verdura nueva cada semana.
Carnes
Si su receta favorita requiere freír pescado o pollo empanizado, pruebe
variaciones más saludables horneando o asando a la parrilla. Tal vez incluso
pruebe frijoles secos en lugar de carnes. Pregúntales a sus amigos y busca
en Internet y revistas recetas con menos calorías; ¡Te sorprenderá descubrir
que tienes un nuevo plato favorito!
Comida reconfortante
La alimentación saludable se basa en el equilibrio. Usted puede disfrutar de
sus comidas favoritas, aunque tengan un alto contenido de calorías, grasas o
azúcares adicionales. La clave es comerlas solamente de vez en cuando y
equilibrarlas con los alimentos más saludables y más actividad física.
El caso es que el problema no es el café con leche, sino el azúcar y sacarina que añades.
¿Sabías que el azúcar puede acelerar el envejecimiento?
Si te interesa saber más sobre el azúcar, hace un tiempo hablé en otro artículo sobre todo
lo que no sabemos sobre los azúcares.
¿La solución?
¡Fuera todo eso! Educa a tu paladar al sabor del café y la leche y no a ese terrible dulzor
innecesario que tomas cada mañana. Al principio lo sentirás raro, pero en unos días,
cuando tu paladar se acostumbre amarás el sabor de tu nuevo desayuno.
Hay una cantidad muy variada de edulcorantes que son el mejor sustituto al azúcar.
Y si tienes debilidad por el azúcar, en otro artículo te expliqué en detalle cómo dejar de
comer dulces y el azúcar.
Toma una pieza de fruta en lugar de zumo (te aportará más fibra y saciedad).
Elige un pan integral (cuyo primer ingrediente sea pan integral de…) o un pan tipo wasa
acompañado con un poquito de queso, atún, salmón ahumado, crema de cacahuete 100%,
guacamole o simplemente tomate y aceite, en vez de los típicos embutidos o procesados
tan poco saludables.
Solo con estos pequeños cambios ya tienes diferentes recetas sanas y ligeras para
empezar bien el día.
Por ejemplo:
Por contra, huye de grasas vegetales refinadas (palma, girasol, maíz…) presentes en la
mayoría de alimentos procesados.
Si quieres saber más sobre este tema, hace un tiempo, mi compañera Marián explicó en
un artículo todo lo que debemos saber sobre las grasas.
En resumen, el punto 3 significa consumir alimentos naturales sin transformar y sin
envases ni etiquetas ¡más alimentos frescos del mercado y menos procesados del
supermercado!
Cuando comas carne, intenta que sea carne de pasto y aves de corral evitando siempre
procesados cárnicos (hamburguesas, salchichas…)
Por último potencia las legumbres (lentejas, garbanzos, alubias, habas, soja…) como fuente
de proteínas 2 veces por semana al principio. Con el tiempo lo ideal es llegar a 4 veces por
semana, es decir, ¡legumbres, legumbres y más legumbres!
¿Qué te han parecido estos consejos para comer sano? Fáciles, ¿verdad? Entonces
aplícalos cuanto antes y verás como casi sin darte cuenta ¡Comerás más saludable, más
sabroso y te sentirás más feliz!