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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DEL PERU

ALUMNO:

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- JARAMILLO DAVILA NEXAR U21232670
- MONDOÑEDO RIVAS ELMER RODOLFO U21320026
- VILLENA HERRERA JONH KEY U21232605

GRUPO:

10

CURSO:

PROBLEMAS Y DESAFIOS EN EL PERÚ ACTUAL

DOCENTE:

LOURDES MARISOL RIOJA CARMONA

FECHA:

ENERO 2022
Material de trabajo de la semana 1
Tema Entre la tradición y la modernidad
Logro Al final de la sesión, el estudiante explica las contradicciones del proceso de
modernización que se dio durante el siglo XIX.

A partir del video correspondiente al tema Entre la tradición y la modernidad y la lectura del texto
de Nelson Manrique titulado Identidad Peruana y Peruanidad, pp. 17 – 26, contesten a las
siguientes preguntas. Este material debe ser llevado a la próxima clase. En base a este trabajo, se
desarrollará la siguiente sesión.

1. ¿Cuáles eran las características más saltantes de la sociedad colonial?


 Jerarquía de clases, en la cima de la sociedad colonial se encontraban los españoles
peninsulares estos eran dueños de esclavos, de grandes cantidades de tierras y podían
ocupar cargos públicos.

 La sociedad era clasista y racista donde implementaron el llamado “sistema de castas” que
se clasificaba a las personas por razas.

 Los indígenas y nativos que se dedicaban hacer encomenderos o mitayos, aunque eran
libres tenían muchas limitaciones sociales.

 Las personas eran básicamente de color, los cuales trabajan en las minas y no tenían
derecho de ninguna clase (explotación).

2. Con sus propias palabras, describa los principios de la modernidad en lo que debían fundarse
la república peruana.

Para fundarse la republica peruana, se tenía que tener en cuenta los siguientes principios de
modernidad: En primer lugar, el ser humano usa la razón de manera autónoma. En segundo lugar,
debía haber libertad e igualdad entre todos los seres humanos (derechos naturales). En tercer
lugar, el pueblo tenía soberanía de elegir al gobierno. En cuarto lugar, se busca la independencia
de toda influencia religiosa. Como último principio se practicaba la adaptación con doctrinas
basadas en la razón.

3. Con sus propias palabras, explique qué entiende por Estado y nación

Definimos los términos estado y nación de la siguiente manera:


 Estado: Organización política que integra a una población en un territorio bajo una
autoridad. Todo estado debe ser soberano e independiente de otras comunidades.
 Nación: hace referencia al conjunto de personas de un mismo origen, que tienen en
común un reglamento, una historia, una cultura, un conjunto de tradiciones y órganos de
gobierno propios.
4. ¿Por qué Manrique considera que en el Perú el Estado precedió a la nación?

Porque el joven estado nació a la independencia como una República que venía a suceder el
estado virreinal que se recusaba, pero las condiciones para construir una comunidad nacional no
existían.
Además, porque hubo una orden Republicana que manifestó la existencia de ciudadanos
autónomos, sujetos independientes considerados iguales ante la ley y gran parte de la población
peruana era ajena a esa condición.

5. Explique las diferentes posiciones que se plantearon para insertar a la población india.

Alguno de los intentos por insertar a la población indígena fueron las siguientes:
a. Se abolió la palabra indio y los que eran llamados así eran considerados como peruanos, esto
en su momento fue considerado muy importante.
b. La abolición de los títulos nobiliarios que decretó Bolívar terminó de liquidar los liderazgos
étnicos indígenas, a través del cual los indios se articulaban con la sociedad.
c. Se consideró a los indígenas como herederos de los Incas.
d. Se abolió el trabajo indígena gratuitito
Alguno de los intentos por insertar a la población indígena fueron las siguientes:
a. Se abolió la palabra indio y los que eran llamados así eran considerados como peruanos, esto
en su momento fue considerado muy importante.
b. La abolición de los títulos nobiliarios que decretó Bolívar terminó de liquidar los liderazgos
étnicos indígenas, a través del cual los indios se articulaban con la sociedad.
c. Se consideró a los indígenas como herederos de los Incas.
d. Se abolió el trabajo indígena gratuitito
Para insertar a la población indígenas, se establecieron las siguientes características:

 Se abolió el trabajo indígena gratuitito, se empezó a recompensar su mano de obra.

 Se consideró a los indígenas como herederos de los Incas, para darle mayor importancia.

 Se abolió la palabra indio y los que eran llamados así eran considerados como peruanos,
esto en su momento fue considerado muy importante.

 La abolición de los títulos nobiliarios que decretó Bolívar terminó de liquidar los liderazgos
étnicos indígenas, a través del cual los indios se articulaban con la sociedad.

6. A partir de "la herencia colonial de América Latina", identifique las continuidades y rupturas
del Perú colonial en el Perú republicano.

 Persistencia de la utilización gratuita a la fuerza de trabajo indígena, los obreros tenían


que ofrecer su trabajo sin recompensa alguna.

 Desigualdad y racismo, los indios debían pagar un tributo y los blancos eran exonerado de
esos pagos.
 Servicios a la Republica, los indios trabajaban un porcentaje de días gratuitamente en
obras estatales.

 Poder de la Iglesia. Esta impulsó a la catequización de los indios y la educación en todos los
niveles.

7. ¿Por qué Manrique plantea que el Perú representa la paradoja de una república sin
ciudadanos?

Porque la gran mayoría de la población no gozaba con el pleno derecho de la libertad, la exclusión
a los indios hacia que la vida no sea igual a otros lugares. Una minoría de ciudadanos se creían la
encarnación de la nación, con derechos hacer todo lo que querían y sin un control, el cual, excluían
a las grandes mayorías.

8. Explique por qué Manuel González Prada calificó de gran mentira a la república que se
implantó en el país. ¿Está de acuerdo con esa calificación? Justifique su respuesta.

Manuel González Prada tenía la razón al calificar de esa forma al país. Porque de acuerdo a los
hechos que se dieron en su momento en el país, todo era diferente, puesto que, se ponía a la
oligarquía delante de todo y el pueblo tenía muchas restricciones, no gozaba de derechos,
utilizaban la ignorancia del pueblo para sus propios beneficios. Se decía que en el Perú todo se
viola o pisotea nada se respeta, solo se funde en fraude y mentiras.

Tema Aspectos políticos de la República Aristocrática (1895 – 1919)


Logro Al final de la sesión, el estudiante explica las características políticas del periodo
denominado como República Aristocrática.

En base al video observado, contesten a las siguientes preguntas:

1. ¿Cómo se puede definir el periodo denominado como República Aristocrática (1895 –


1919)?

La republica aristocrática fue un periodo de nuestra historia republicana, donde se produjo el


dominio político, a través de una oligarquía dedicado a la agro-exportación, minería y las finanzas.
Esta oligarquía estaba supeditada al capital inglés y tenía como brazo político al partido civil, que
controlaba el poder Ejecutivo, Legislativo, Judicial y la educación universitaria .

2. Explique las características más saltantes de la oligarquía.

La oligarquía estaba en manos de un número reducido de personas, el cual tenía una clase social
privilegiada. Presenta las siguientes características:
 El Racismo.
 El catolicismo.
 La concepción señorial de la sociedad.
 El Paternalismo
 La concentración de poder en las alianzas familiares.
 Visión reducida y excluyente.

3. A partir del video observado y la lectura del fragmento del texto de Manuel Burga y Alberto
Flores Galindo, explique los rasgos de la mentalidad oligárquica.

El pensamiento oligarca
¿Qué elementos definirían a esta mentalidad oligárquica? En primer lugar, el catolicismo. La
religión, como en la época colonial, se encuentra presente en los principales actos de la vida social.
Es uno de los instrumentos que vinculan a los oligarcas con las clases subalternas (…) Las grandes
haciendas costeñas, como en sus similares andinas, encontramos una capilla y un santo patrón
que originaba una festividad anual en la que participaban todos con un mismo fervor cristiano (…)
El catolicismo protegía a la sociedad oligárquica de cualquier amenaza externa proponiendo un
ideal de “perfección” y “ventura” individual.
El catolicismo conservador estuvo acompañado por una “concepción señorial” de la sociedad. La
condición de oligarca no solo nacía de la posesión de determinados bienes: contaba también la
pertenencia a una determinada familia. Pero esto último no era solo un problema biológico o la
herencia de un apellido: significaba asumir un determinado comportamiento donde contaban la
“moralidad”, el respecto “de sus iguales” y la obediencia de sus “subalternos”. Este sentimiento
señorial terminó invadiendo la vida cotidiana. Una anécdota puede ayudar a ilustrar el peso de su
influencia: por 1900 la familia Porra Barrenechea habitaba en Barranco y en los meses de verano
acostumbraban don Guillermo Porras y su señora, doña Juana Barrenechea, pasear alrededor de
una parque cercano, como lo hacían otras familias que frecuentaban ese balneario; una noche en
la banca que ellos acostumbraban ocupar en el parque se encontraba otra pareja la que se había
sentado allí a pesar que los Porras tuvieron la precaución de enviar antes a una criada a reservar
una banca en un parque que se suponía público.

Este incidente dio lugar a un intercambio de expresiones con los “intrusos” que obligó a su vez a
un mutuo desafío a duelo entre el Sr. Porras y el Sr. del Campo, que así era como se apellidaba el
inesperado ocupante de la banca. El duelo terminó con la absurda muerte de Guillermo Porras.
Pero ese no fue un caso singular, ni raro; la caballerosidad llegaba al extremo de obligar a morir
por nimiedades (…).
Las concepciones señoriales exigían que no se ocultara la pertenencia a una clase social. Todo lo
contrario: debía exhibirse como signo de prestigio y mecanismo de dominación. Es por eso que el
esplendor de la oligarquía fue sellado con el implemento de un consumo lujoso y de una vida
articulada en torno a la ostentación (…)
Junto con la caballerosidad, las relaciones entre la oligarquía (y al lado de ella también los
gamonales) y las clases populares estaban regidas por la combinación entre violencia y
paternalismo. El paternalismo era la derivación lógica de la privatización de la vida política y existía
gracias al débil desarrollo del Estado y de sus aparatos ideológicos o represivos. Expresaba de una
manera muy evidente el lugar privilegiado que tenía las relaciones personales que posibilitaban la
comunicación entre el propietario y sus trabajadores, impidiendo paralelamente la comunicación
en la base: en otras palabras, lo que Julio Cotler ha denominado el “triángulo sin base”, es decir, la
comunicación de arriba hacia abajo y no entre los de abajo.
El paternalismo, aunque parezca contradictorio en una primera impresión, era acompañado por el
racismo. El poder omnímodo del propietario para dirigir la empresa y administrar justicia-exigía
admitir su superioridad y la condición inferior del indio. Se consideraba al indio producto de una
serie de degeneraciones. Un ser inferior al que había que explotar o proteger, pero al que no se le
podía conceder los mismos atributos que a los ciudadanos: de hecho, el “analfabetismo” ayudaba
a justificar su completa marginación de la vida política.
(…)
La familia fue la cédula central de la sociedad oligárquica. Todavía persistían elementos de la
familia extensa. Las alianzas matrimoniales eran un mecanismo que aseguraba la pertenencia a
una clase social. Al igual que la nobleza colonial la oligarquía tuvo rasgos endogámicos. Es por eso
que los matrimonios eran cuidadosamente sopesados y nacían luego de un prolongado noviazgo,
en el que era decisiva la voluntad de los padres.
La intolerancia y la fuerte tendencia represiva de la oligarquía mostraba los temores de una clase
que se sabía numéricamente reducida, con un poderío económico solo aparente, rodeada de una
masa indígena y campesina a la que despreciaban para ocultar el temor que los asediaba.
(…) La oligarquía terminó construyendo-para difundirla luego a otras capas sociales-, una imagen
mitificada de la historia peruana en la que se exaltaban los elementos hispánicos (por occidentales
y cristianos), mientras se disminuía, menospreciaba o en todo caso, se omitía la tradición indígena,
para ellos el proceso histórico peruano aparecía nítidamente definido, la nación existía, el Perú era
una unidad: en cierta manera, ellos eran el Perú, así lo creyeron. (Burga y Flores Galindo 1991, pp.
91-97)

La mentalidad de la oligarquía eran las concepciones señoriales exigían que la pertenencia a una
clase social debiera exhibirse como signo de prestigio y mecanismo de dominación. Junto
con la caballerosidad, las relaciones entre la oligarquía y las clases populares estaban regidas por
la combinación entre violencia y paternalismo. El paternalismo era acompañado por el racismo,
aunque parezca contradictorio en una primera impresión.
El Estado que constituyó la oligarquía se caracterizó, en primer lugar, por un débil desarrollo de
sus aparatos administrativos. La sociedad política se encontró en cierta medida atrofiada. Esta
es la razón por la cual resulta sobrevalorada la función de los periódicos o de los organismos
gremiales como la Cámara de Comercio (fundada en 1888), la Sociedad Nacional de Industrias
(1895), la Sociedad Nacional de Minería (1896), la Sociedad Nacional Agraria (1896) o la Asociación
de Ganaderos del Perú (1915). Resulta una consecuencia natural que la burocracia civil sea poco
numerosa: en 1905 Joaquín Capelo anotaba que en Lima, sede de la administración central,
apenas figuraban quinientos empleados públicos.
Sólo en apariencia el Estado oligárquico fue un Estado nacional. Es preciso tener en cuenta la
fuerte fragmentación regional que todavía a principios del siglo XX seguía caracterizando a la
sociedad peruana. Esta fragmentación regional afectó al bloque oligárquico hasta el punto de
poder distinguir con bastante claridad a las familias oligárquicas de la costa norte, vinculadas
directamente a la caña de azúcar (Aspíllaga, Pardo, Piedra), de las que se habían originado en la
sierra central y combinaban
las actividades mineras con la ganadería ovina (Fernandini, Olavegoya, Valladares), o de aquellas
otras cuya historia marchó paralelamente con el comercio lanero en el sur peruano.

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