Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
=> Para poder recibir algo, también hay que dar siempre
algo a cambio (Intercambio Equivalente). Normalmente el
pago se hace por adelantado. Eso significa que si en
algún momento de la vida que no se espera nos ocurre
algo bueno, bien seguro que lo merecemos porque algo
habremos hecho antes para que nos lo den. Por otro lado
también significa que si en una situación concreta no
ponemos todo de nuestra parte, será mejor que no
esperemos grandes ganancias a cambio (y no se trata
sólo del dinero, porque bajo este mandato entra todo lo
que existe en el Universo). Y seamos realistas: en el día
a día la gran mayoría de las veces no ponemos nuestra
energía al 100%. Podremos alegar que es muy cansado
(¿Pereza?), que la energía se agota si la das. Seamos
conscientes de que todo es un vasto sistema de energía
que está interconectado (todo afecta a todo), de modo
que si empujamos algo en un lugar, bien seguro que
habremos provocado que algo se mueva en otra parte.
No hay que dar sin permitirnos recibir, y no hay que
recibir sin molestarnos a dar. La sensación de pérdida es
una ilusión, si algo se ha dado, más tarde o más
temprano llegará algo que llenará ese hueco que ha
quedado.
La Envidia es la tensión negativa que trabaja este
proceso a nivel del Amor, es decir, que nos alerta de que
no damos lo mejor de nosotros mismos o no nos
permitimos recibir lo mejor que nos pueden dar. La
Envidia se despierta cuando buscamos algo y vemos que
otro lo tiene, o cuando vemos que otros sí tienen esa
complicidad especial con el Universo de permitirse
recibir la Abundancia y parece que todo les es dado con
facilidad. La Envidia no es razonable, es decir, lo que se
codicia no siempre es algo que necesitamos de verdad,
pero la Envidia nos hace creer que no es justo que otros
tengan lo que nosotros no podemos. Se convierte en un
riesgo, cuando obramos como consecuencia de la
envidia que sentimos, dirigiendo negatividad hacia la
persona envidiada.