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MATICES QUE PUEDEN PRESENTAR LA IRA

QUE ES LA IRA: COMO EMOCION


Paul Ekman y sus colaboradores realizaron un atlas de emociones faciales y consideraron 6
emociones universales: sorpresa, ira, tristeza, asco, miedo y felicidad (Pinel, 2007).
Las personas iracunda o enojona:
 Contraen y bajan las cejas para producir un ceño fruncido.
 Se forman arrugas sobre el puente de la nariz.
 Los ojos se achican y miran fijo.
 Los labios se aprietan mucho uno contra otro y la mandíbula está tensa y en posición de
morder.
 En algunas personas también se dilatan las aletas de la nariz.
 La expresión facial se acompaña con otros movimientos corporales como:
 Cerrar las manos en forma de puños,
 Manos en posición de querer ahorcar a alguien o de arañarle,
 Sacudir la cabeza y adoptar posturas agresivas como colocar las manos en las caderas
(Boyes, 2007).

CONSECUENCIAS DE LA IRA EN EL CUERPO Y LA MENTE


Si, implotas o la ira estalla hacia adentro del cuerpo, se convierte en enfermedad. Defecto de
la IRA: Patrones de comportamiento repetitivo y destructivo aparecen como mecanismo de
defensa.
Altera la visión: Efecto de túnel.
Cálculos biliares o Piedras en la vesícula:
Cáncer: Relacionada con acidosis en el cuerpo producida por grandes cantidades de cortisol.
Depresión del sistema inmune, al inhibir las emociones como la ira o el resentimiento.
Enfermedades cardiacas: Envenena la sangre: cuando se vierte cortisol al torrente sanguíneo y
ésta se vuelve ácida. Derrame cerebral. Arterias carótidas. Ataque isquémico transitorio.

En México las enfermedades al corazón acaban cada año con la vida de 87 mil personas.
Mientras que en el mundo afectan a más de un millón 700 mil (Holadoctor, 2012).
Si, explotas o la ira estalla hacia afuera del cuerpo, se convierte en violencia
ENFERMEDADES: ELLO PRODUCE INFLAMACIONES, SOMATIZADAS EN:
Amigdalitis, Apendicitis, Artritis, Bursitis, Colitis, Cistitis, Diverticulitis, Gastro-enteritis,
Gingivitis, Laringitis, Otitis, Tendinitis, Uretritis y Vaginitis (Martel, s/f).
Por ejemplo: La Artritis es la inflamación de una articulación:
Puede afectar cada una de las partes del sistema locomotor humano: trátese de los huesos,
ligamentos, los tendones o los músculos. Se caracteriza por la inflamación, la rigidez muscular
y dolor todo lo cual corresponde en el plano metafísico a: encierre, crítica, pena tristeza o ira
(Martel, s/f).
Las Leyes de la enfermedad indican que la IRA nunca es buena, porque daña al que la siente
y a quien va dirigida, a su vez la Etiología refiere que la FRUSTRACIÓN es resultado de que las
cosas no se hagan conforme a nuestros deseos y respecto al TEMOR, se observa que nos da
miedo tomar decisiones, nos sentimos incapaces de hacer lo correcto, no queremos
equivocarnos, pensando, ¿qué será de mi si no me va bien en esto o aquello?.

Sin darnos cuenta nos convertimos en presa fácil de la IRA, ya que el neurótico cegado por
esta, es injusto, despiadado, impaciente, irracional y cerrado. Debemos darnos cuenta que las
emociones contrarias a la IRA: son la paciencia, la caridad, la clemencia y el humanismo.

Capítulo 09: La depresión llamada: “IRA CONGELADA” por muchos profesionales, tiene una
sola causa: El egoísmo; frustración de que las cosas no se hagan a nuestra manera.

En Doble AA. El Libro Azul Nos Habla De Los Matices De La Ira


Primero daremos una lista de las formas y matices que pueden presentar la ira en algunas
ocasiones
Intolerancia, Vanidad, Tensión, Desconfianza,
Desprecio, Rigidez, Sarcasmo, Ansiedad,
Envidia, Cinismo, Auto-compasión, Sospechas,
Odio, Descontento, Malicia, Celos.

El miedo también debiera estar en esa lista, ya que muchos de nosotros creemos que la ira es
frecuentemente una manifestación del temor.
No siempre estamos seguros acerca de qué nos produce ese temor. En ocasiones, no es más
que un miedo vago, generalizado e indefinido. Y puede ocasionar una ira igualmente
generalizada, que repentinamente acabará enfocándose sobre algo o alguien.
MIEDO –TEMOR Parte baja
Intolerancia, Vanidad, Tensión, Desconfianza,
Desprecio, Rigidez, Sarcasmo, Ansiedad,
Envidia, Cinismo, Auto-compasión, Sospechas,
Odio, Descontento, Malicia, Celos.
Ya no tengo vesícula dolor en mi hígado, sabor amargo en boca calor en cara y taquicardia
dolor en boca del estomago .. Detonantes ideas fijas de venganza. Mi si se me dispara alzo la
voz mi hablar es imperativa, hija esposa los ignoro con desdén si me hacen la observación.
Los sentimientos de frustración también pueden dar origen a la ira. Pienso por los demás y
supongo por los demás. Y yo la mía justifico mi resentimiento "justificado" es más difícil el
manejo acertivo de mis pensamientos y juicios

Los sentimientos de frustración también pueden dar origen a la ira. Los bebedores problema
no gozamos particularmente de un alto nivel de tolerancia cuando nos vemos enfrentados a la
frustración, bien sea real o imaginaria.
Para nosotros, el pasante de esas indigestas emociones era el alcohol.

Tal vez el resentimiento "justificado" sea el de más difícil manejo. Es el resultado final de la
ira "correcta" largamente acariciada. Cuando le permitimos que continúe, lentamente irá
minando nuestras defensas contra el consumo de bebida.
Capítulo 15 LA IRA: UNA EMOCIÓN DESTRUCTIVA
(Tomado del “Folleto de la Salud Mental” de Septiembre de 1968)
Hemos descubierto y firmemente creemos que la ira es una emoción, completamente
destructiva. Este aspecto de la ira -dañar- es en sí mismo una emoción destructiva y negativa
que debe ser evitada a cualquier precio.

¡NO! LA IRA NUNCA ES BUENA: SIEMPRE DAÑA A QUIEN LA TIENE Y A MENUDO A OTROS Y NO
TIENE NINGUNA UTILIDAD BAJO NINGUNA CIRCUNSTANCIA

La acción constructiva puede ser tomada SIN IRA. En realidad, todas las acciones apropiadas
se realizan sin ira. Lo sabemos, hemos experimentado ambas situaciones y conocemos los
aspectos destructivos de la ira. Sabemos que la ira hace que la persona “pierda los estribos”,
diga cosas de las que más tarde se arrepentirá y cosas que pueden hacer daño irreparable a
él y a otros, lo hace sentir culpable y con resentimiento, y puede arruinar una situación hasta
destruir todo lo bueno que pudo haberse logrado.

TEMPERAMENTO COLERICO

LOS TEMPERAMENTOS EN GENERAL


I El Dr. Jorge Hagemann escribe en su Psicología: "Las modificaciones (o las diferencias) de los
estados generales del alma se refieren menos al conocimiento que al sentimiento, o sea
menos al espíritu que al corazón. No tanto en el modo de conocer cuánto en la manera de
sentir y apetecer se manifiesta cómo el corazón, centro de los sentimientos y afectos, es en
unos y otros más fácil o lenta, más profunda o superficialmente excitable. Esta diversa
excitabilidad del corazón o el diverso temple, conque un alma se inclina a un determinado
sentir o apetecer, se llama temperamento. Si consideramos los rasgos fundamentales de los
temperamentos individuales y los agrupamos según su semejanza, se pueden dividir en cuatro
grupos, a los cuales ya la antigüedad dio sus nombres estables, uniendo arbitrarias teorías con
acertadas observaciones: temperamentos sanguíneo, colérico, melancólico, flemático. Estos
temperamentos se distinguen entre sí en cuanto que la excitabilidad del sanguíneo es fácil y
superficial, la del colérico fácil y honda, la del melancólico lenta y profunda, y por fin, la del
flemático es lenta y superficial. Ya que el corazón (el sentimiento y afecto) está tan
íntimamente relacionado con el espíritu y la fantasía, la diversa excitabilidad del mismo tiene,
en consecuencia, una diversa actitud en el mismo entendimiento y fantasía".

El temperamento es, pues, una disposición fundamental del alma, que se manifiesta
particularmente, cuando esta recibe una impresión, ya sea por ideas y representaciones o bien
por acontecimientos exteriores. El temperamento nos da la contestación a esta pregunta:
¿Cómo se conduce el hombre, qué sentimientos lo embargan, qué móvil le impulsa a obrar,
cuándo algo le impresiona?. Así por ejemplo: ¿cómo se porta el alma, cuando es alabada o
reprendida, cuando se la ofende, cuando advierte en sí cierta simpatía o tal vez antipatía hacia
tal persona, o cuando, en ocasión de una tormenta o de hallarse de noche en un camino
solitario, le sobreviene el pensamiento de un inminente peligro?
Cuando más adelante se diga: el colérico, el sanguíneo, etc., hace así o de otro modo, no
quiere eso decir: "tienen que hacerlo así", o "lo hacen siempre así", sino: "lo hacen
ordinariamente así" o "se inclinan a hacerlo así".
CAPÍTULO II EL TEMPERAMENTO COLÉRICO I. Esencia del temperamento colérico. I. Esencia
del temperamento colérico. El alma del colérico por las influencias que recibe, se excita de
inmediato y con vehemencia. La reacción sigue al instante. La impresión queda en el alma por
mucho tiempo. II. Distintivo del colérico así del bueno como del malo. El colérico siente y se
entusiasma por lo grande - no busca lo ordinario, sino aspira a lo grandioso y sobresaliente. Tiende a lo alto, sea en las
cosas temporales ambicionando una fortuna grande, un comercio muy extenso, una casa
magnífica, un nombre prestigioso, un puesto destacado, - o sea en las cosas de su alma
sintiendo en sí un deseo vehemente de santificarse, de hacer grandes sacrificios por Dios y por
el prójimo y de salvar muchas almas para la eternidad. La virtud innata del colérico es la
generosidad, que desprecia lo bajo y vil y suspira por lo noble, grande y heroico. En estas sus
aspiraciones a lo grande le apoyan:
1º Un entendimiento agudo. Las más de las veces, si bien no siempre, el colérico es un buen
talento; es un hombre intelectual, al paso que su fantasía y especialmente su vida interior no
se hallan desarrolladas, sino han quedado un tanto raquíticas.
2º Una voluntad fuerte, que no se amilana ante las dificultades, sino, por el contrario, emplea
toda su vitalidad, y persevera a costa de grandes sacrificios hasta llegar a su meta. No conoce
lo que es pusilanimidad y desaliento.
3º Un gran apasionamiento. El colérico es el hombre de las grandes pasiones; rebosa de
violento apasionamiento máxime cuando encuentra resistencia o persigue sus altos
proyectos.
4º Un instinto a menudo inconsciente de dominar y sujetar a los demás.
El colérico ha nacido para mandar; está en su elemento, cuando puede ordenar y organizar las
grandes masas del pueblo. La imprudencia es para el colérico un obstáculo sumamente
peligroso en su aspiración hacia lo grande. El es al punto absorbido por lo que una vez ha
deseado y se lanza apasionada y ciegamente hacia la meta concebida sin reflexionar siquiera,
si el camino adoptado realmente conduce al fin. Ve este único camino elegido en un momento
de pasión y de poca reflexión sin darse cuenta de que por otro camino pudiera llegar a su fin
con mucha más facilidad y seguridad. Encontrándose ante grandes obstáculos en un camino
errado puede, cegado por la soberbia, resolverse con dificultad a desandar lo andado, y
prueba aún lo imposible por conseguir su fin. Llega, por decirlo así, a perforar la pared con la
cabeza, teniendo al lado una puerta que le franquea la entrada. De este modo, malgasta sus
energías, se ve alejado poco a poco de sus mejores amigos y acaba por estar aislado y mal
visto en todas partes. Después de echarse a perder sus más bellos éxitos, todavía niega que él
mismo es la causa principal de sus fracasos. Esta imprudencia en la elección de medios la pone
de manifiesto también en sus aspiraciones a la perfección, de modo que a pesar de todos sus
grandes esfuerzos no llegará a la perfección.
El colérico puede prevenir este peligro sometiéndose dócil y humildemente a las normas del
director espiritual.
III. Cualidades malas del colérico.
III. Cualidades malas del colérico.
I. Cualidades malas del colérico.
I. Orgullo: que se manifiesta sobre todo en los siguientes puntos:
a) El colérico es muy pagado de sí mismo. Tiene en alta estima sus cualidades personales y sus
éxitos y se tiene por algo excepcional y llamado a altos destinos. Hasta sus mismas faltas, por
ejemplo, su orgullo, testarudez y cólera, las considera como justificables y aún dignas de toda
aprobación.
b) El colérico es muy caprichoso y ergotista. Cree tener siempre razón, quiere tener la última
palabra, no sufre contradicción y no quiere ceder en nada.
C) El colérico se fía mucho de sí mismo. Es decir, de su ciencia y facultades. Rechaza la ayuda
ajena, gusta hacer solo los trabajos ya por creerse más apto que los demás en la plena
seguridad de su propia suficiencia para llevar a feliz término la obra emprendida. Difícilmente
se convence de que aún en cosas de pequeña monta requiere el auxilio divino; por lo cual, no
es de su agrado impetrar la gracia de Dios y quisiera con sus propias fuerzas resistir
victoriosamente a grandes tentaciones. Por esta presunción, en la vida espiritual cae el
colérico en muchos y graves pecados y es esta también la causa porque tantos coléricos, a
pesar de sus grandes sacrificios, no llegan nunca a hacerse santos. En él radica una buena
parte del orgullo de Lucifer. Se conduce, como si la perfección y el cielo no debieran atribuirse
en primer lugar a la gracia divina, sino a sus personales esfuerzos. d) El colérico desprecia a su
prójimo. A los demás los tiene por tontos, débiles, torpes y lerdos, por lo menos en
comparación suya. Este menosprecio por el prójimo lo pone de manifiesto en sus palabras
despreciativas, burlonas e inconsideradas y en su proceder altanero con los que le rodean,
sobre todo con sus súbditos. +

e) El colérico es ambicioso y mandón. Siempre quiere figurar en primer término, ser


aplaudido y suplantar a los demás. Su ambición le hace empequeñecer, combatir, y
perseguir a aquellos que se le cruzan en el camino, y esto no raras veces con medios poco
nobles. f) El colérico se siente hondamente herido cuando es avergonzado y humillado. No
sin mal humor recuerda sus pecados, pues le obligan a tenerse en menos y no pocas veces
llega hasta desafiar a Dios. II. Cólera El colérico se excita profundamente por la contradicción,
resistencia u ofensas personales. Este estado de ánimo se exterioriza por palabras duras, que
si bien pronunciadas en forma cortés y correcta hieren, no obstante, hondamente por el tono
en que las profiere. No hay nadie que pueda herir tan dolorosamente con menos palabras que
un colérico. Pero lo más agravante es que el colérico, en la vehemencia de su ira, hace 15
recriminaciones falsas y exageradas, y en su apasionamiento llega a interpretar mal y
tergiversar las mejores intenciones del que se cree ofendido, y estas falsamente supuestas
ofensas las reprocha con las expresiones más amargas. La justicia con que trata a sus
semejantes hace que se enfríen sus mejores amistades. Su ira culmina no pocas veces en el
paroxismo de la rabia y del furor; de aquí hay un solo paso al odio reconcentrado. Los grandes
insultos jamás los olvida. El colérico en su ira y orgullo se deja llevar de acciones que el sabe
muy bien que le serán perjudiciales, por ejemplo, a su salud, trabajo, fortuna; acciones por las
cuales se verá obligado no solo a abandonar su empleo, sino también a romper con viejas
amistades. El colérico es capaz de abandonar proyectos acariciados durante largos años,
solamente por no ceder a un capricho. Dice el P. Schram en su "Teol. mist.",II.66: "El colérico
prefiere la muerte a la humillación". III. Hipocresía y disimulo. La soberbia y terquedad conducen al
colérico no pocas veces a medios tan ruines como el disimulo e hipocresía, pudiendo ser, por otra parte, muy noble y
sincero por naturaleza. No queriendo confesar una debilidad o derrota, disimula. Al ver que sus proyectos no salen a
pedir de boca, a pesar de su empeño, no le resta más que fingir y valerse de fraudes y mentiras. El P. Schram dice en
otro lugar: "Si es castigado, no corrige sus vicios, antes bien, los oculta". IV. Insensibilidad y dureza. El colérico es, ante
todo, un hombre intelectual; tiene, por decirlo así, dos inteligencias, pero un solo corazón. Esta deficiencia en la vida
sentimental le trae no pocas ventajas. No se apesadumbra al verse privado de consolaciones sensibles en medio de la
oración y puede soportar por largo tiempo el estado de aridez espiritual. Es ajeno a sentimientos tiernos y afectuosos y
aborrece las manifestaciones delicadas de amor y cariño que suelen nacer de las amistades particulares. Tampoco una
mal entendida compasión es capaz de hacerle abandonar el camino del deber y de obligarle a renunciar a sus principios.
Mas esta frialdad de sentimientos tiene también sus grandes desventajas. El colérico puede permanecer indiferente e
insensible frente al dolor ajeno y si su propio encumbramiento lo reclama, no vacila en pisotear despiadadamente la
felicidad que otros disfrutan. Sería de desear que los superiores de índole colérica se examinaran diariamente, si no han
sido tal vez duros y exigentes con sus súbditos, particularmente con los enfermizos, débiles de talento y remisos.

IV. Cualidades buenas del colérico


IV. Cualidades buenas del colérico Cuando el colérico pone su vitalidad característica al servicio del bien, llega a ser
un instrumento sumamente apto para la gloria de Dios y la salvación de las almas redundando todo ello en su propio
aprovechamiento espiritual y temporal. A todo ello contribuye sobremanera la agudeza de su entendimiento, su
aspiración a lo noble y grande, el vigor y decisión de su varonil voluntad y esa maravillosa amplitud y claridad de miras
con que concibe sus pensamientos y proyectos.
Con relativa facilidad puede llegar el colérico a la santidad. Los santos canonizados por la Iglesia, son, en su gran
mayoría, coléricos o melancólicos Un colérico sólidamente formado no siente mayores dificultades para mantenerse
recogido en la oración; pues, con la energía de su voluntad desecha fácilmente las distracciones; y ello se explica ante
todo tomando en cuenta que por naturaleza sabe reconcentrar con gran prontitud e intensidad toda su atención en un
determinado asunto. Y esta es probablemente también la razón por que los coléricos llegan tan fácilmente a la
contemplación, o, como la llama Santa Teresa, a la oración de la quietud. En ningún otro temperamento podrá hallarse
la contemplación propiamente dicha con tanta frecuencia como en el colérico. El colérico bien desarrollado, es muy
paciente y fuerte en sobrellevar dolores corporales, sacrificado en los sufrimientos, constante en penitencias y
mortificaciones interiores, magnánimo y noble para con los menesterosos y débiles, lleno de repugnancia contra todo lo
vil y bajo. Y aunque la soberbia penetre el alma del colérico, por decirlo así, en todas sus fibras hasta las últimas
ramificaciones, de modo que parezca no tener otra pasión más que la soberbia, sabe no obstante sobrellevar y aun
buscar voluntariamente las más vergonzosas humillaciones, si seriamente aspira a la perfección. Por su naturaleza
insensible y dura tiene pocas tentaciones de concupiscencia y con gran facilidad puede llevar una vida casta. Sin
embargo, entregándose el colérico voluntariamente al vicio de la impureza y buscando en él su satisfacción, resultan
atroces y horrendas en él las erupciones de esta pasión. El colérico logra hacer grandes cosas también en su labor
profesional. Por ser su temperamento activo, se siente incitado continuamente a la actividad y al trabajo. No puede
estar desocupado y sus trabajos los hace con rapidez y aplicación; todo le va muy bien. En sus empresas es persistente y
no se amedrenta ante dificultades. Puede colocárselo sin cuidado en puestos difíciles y confiarle grandes cosas. En el
hablar el colérico es breve y conciso; ni es amigo de inútiles repeticiones. Esa forma breve, concisa y firme en su hablar y
presentarse da a los coléricos, que trabajan en la educación, mucha autoridad. Las educadoras coléricas tienen 17 algo
de varonil y no dan a sus alumnos el brazo a torcer como les pasa muchas veces a las melancólicas indecisas. Los
coléricos además saben callarse como un sepulcro.

De lo que el colérico tiene que observar particularmente en su propia educación. propia


educación.
 El colérico debe sacar grandes pensamientos de la palabra de Dios (meditación, lectura, sermón), o de la
experiencia de su propia vida. Ellos han de arraigarse bien en su alma y entusiasmarle siempre de nuevo hacia el
bien y las cosas de Dios. No hace falta que sean muchos esos pensamientos.
 Al colérico San Ignacio de Loyola, le bastaba el de: "Todo para la mayor gloria de Dios"; al colérico San Francisco
Javier: "¿Qué aprovecha al hombre ganar el mundo entero si con ello daña su alma?".
 Un buen pensamiento, que cautiva al colérico le servirá de norte y guía para conducirlo, a pesar de todas las
dificultades a los pies de Jesucristo.
 2. Un colérico debe aprender a pedir diariamente a Dios con constancia y humildad su ayuda divina. Mientras
no haya aprendido esto, no adelantará mucho en el camino a la perfección. Pues también para el colérico vale la
palabra de Cristo: "pedid y recibiréis". Y si además se venciera para pedir un consejo y apoyo a su prójimo,
aunque no fuera sino a su superior o confesor, adelantaría aún más.
 3. Un colérico debe dejarse llevar en todo por este buen propósito: No quiero buscar nunca mi propia persona,
sino he de considerarme siempre: a) como instrumento de Dios que El puede usar a discreción, y b) como siervo
de mi prójimo, que diariamente se sacrifica por los demás. Debe obrar según la palabra de Cristo: "Quien entre
vosotros quiera ser el primero, sea el siervo de todos"
 . 4. Un colérico tiene que luchar continuamente contra el orgullo y la ira. El orgullo es su desgracia, la humildad
su salvación. Por lo tanto: a) ¡haz sobre este punto tu examen particular por mucho años! b) ¡humíllate por
propia iniciativa ante los superiores, el prójimo y la confesión! ¡Pide por una parte a Dios y a los que más de
cerca te rodean, humillaciones, y por otra acepta con generosidad las que te sobrevengan! Vale más para un
colérico ser humillado por otros que humillarse a sí mismo.
VI. De lo que hay que observar en la educación de un colérico. n colérico.
El colérico puede con sus facultades ser de grande utilidad a la
familia, a los que le rodean, a la comunidad y al estado. Pues ha
nacido para ser jefe e incansable organizador. El colérico bien
educado va en pos de las almas extraviadas sin descanso ni
respeto humano.
Propaga con constancia la buena prensa y trabaja de buena gana a
pesar de malos éxitos en el florecimiento de las asociaciones
católicas, siendo así una bendición para la Iglesia.
Mas, por otra parte, si el colérico no combate las malas cualidades
de su temperamento, la ambición y la obstinación le podrán llevar
al extremo de causar como la pólvora, grandes estragos y
confusión en las asociaciones públicas y privadas.
Por lo cual, el colérico merece una esmerada educación, sin
escatimar trabajos y sacrificios, ya que son grandes los bienes que
ella aporta.
1. Al colérico hay que perfeccionarlo bien en cuanto sea posible, a
fin de que aprenda realmente algo, siendo sus aptitudes
excelentes. De lo contrario, querrá el mismo perfeccionarse más
tarde, descuidando su labor profesional o, lo que es mucho peor,
envaneciéndose sobremanera de sus habilidades aunque en
realidad no haya cultivado sus aptitudes, ni en rigor haya
aprendido algo.
2. Los coléricos menos aprovechados de talento o con sus
facultades poco desarrolladas (en las fuerzas de sus facultades),
pueden llegar, una vez independientes o con el cargo del superior
en las manos a grandes desaciertos y amargar la vida, de los que
les rodean, obstinándose en sus ordenanzas, aunque no
entiendan mucho ni tengan claros conceptos de lo que se trata.
Tales coléricos obran a menudo según aquel famoso axioma:
"Sic volo, sic jubeo; stat pro ratione voluntas". Así lo quiero, así
lo ordeno; baste mi voluntad por razón.
3. Hay que inducir al colérico a que se deje educar
voluntariamente, es decir, a que acepte voluntaria y alegremente
todo lo que se le ordena para humillar su orgullo y refrenar su
cólera. No se corregirá el colérico con un tratamiento duro y
orgulloso, antes bien, se agriará y endurecerá más; en cambio,
proponiéndole razones y motivos sobrenaturales se le podrá
llevar fácilmente a lo bueno. En la educación del colérico no hay
que dejarse llevar por la ira diciendo: "A ver si llego a romper la
terquedad de este hombre". Al contrario, hay que quedarse
tranquilo y esperar a que también se tranquilice el educando;
luego, se le podrá hablar en estos términos: "Sea sensato y
déjese conducir de manera que puedan subsanarse sus faltas y
ennoblecerse lo bueno en usted". También en la educación del
niño colérico lo principal será el sugerirle buenos pensamientos,
ponerle ante los ojos su buena voluntad, su pundonor, su
repugnancia a lo bajo, insinuarle su felicidad temporal y eterna e
inducirle a corregir bajo la dirección del educador, sus faltas y
perfeccionar sus buenas cualidades, por iniciativa propia. No
conviene 19 agriar al niño colérico con castigos vergonzosos,
sino más bien hay que persuadirlo de la necesidad y justos
motivos del castigo impuesto.

Viviendo sobrio
15. VIGILAR LA IRA Y LOS RESENTIMIENTOS
La ira ya ha sido mencionada en este folleto. Pero algunas amargas
experiencias nos han convencido de que es tan importante que
merece la atención especial de cualquier persona que desee
sobreponerse a un problema de trago.
La hostilidad, el resentimiento, la ira, cualquiera que sea la palabra
que usted utilice para describir este sentimiento, parece tener una
estrecha relación con la intoxicación y probablemente una relación
aún más profunda con el alcoholismo.
Por ejemplo, algunos científicos preguntaron a un gran número de
alcohólicos por qué se emborrachaban, y una de las más importantes
respuestas fue "Para poderle echar la bronca a alguien". En otras
palabras, sentían la fuerza y libertad para expresar su ira cuando
estaban borrachos, fuerza y libertad de que no podían hacer gala
cuando se encontraban sobrios.
Alguien ha sugerido que puede existir una relación bioquímica, sutil e
indeterminada, entre el alcohol y los cambios físicos que acompañan
la ira. Un estudio experimental entre alcohólicos sugirió que los
resentimientos pueden crear en la sangre de los alcohólicos una
cierta condición de incomodidad que se desvanece con una
borrachera. Un renombrado psicólogo ha sugerido recientemente que
los bebedores pueden gozar la sensación del poder sobre otros que
puede traer la influencia del alcohol.
Se han informado hechos claros acerca de la estrecha correlación
que existe entre el beber y los asaltos y homicidios. Parece que en
algunos países sucede una gran proporción de estos delitos cuando la
víctima o el delincuente se encuentran bajo la influencia del alcohol.
Las violaciones, las peleas domésticas conducentes al divorcio, el
estupro y maltrato de los niños y los atracos también son
frecuentemente paralelos a una condición de bebida excesiva.

Aun aquellos de nosotros que no hemos tenido experiencias en ese


tipo de conducta podemos entender fácilmente la clase de rabia
furiosa que puede llevar a algunas personas a pensar en una violencia
extrema cuando están suficientemente borrachos. Por eso
reconocemos el peligro potencial de la ira.
No parece existir ninguna duda de que la ira es un estado natural que
ocurre en el animal humano de vez en cuando. Al igual que el temor,
puede también tener algún valor de supervivencia para todos los
miembros de la especia homo sapiens. La ira hacia ideas abstractas
tales como la pobreza, la enfermedad y la injusticia ha producido
indudablemente cambios y mejoras en diversas culturas.

Pero tampoco puede negarse que los asaltos violentos o verbales


cometidos bajo la ira excesiva son deplorables y le hacen daño a la
sociedad como un todo, tanto como a los individuos. Por ello, muchas
religiones y filosofías nos urgen a librarnos de la ira para poder hallar
una vida más feliz.
Sin embargo un gran número de personas tienen la certeza de que
reprimir la ira es inconveniente para la salud emocional, de que
debemos dar rienda suelta a nuestra hostilidad en alguna forma, o de
lo contrario podría envanecer nuestro interior haciéndonos volver esa
ira hacia nosotros mismos, y conduciéndonos a una profunda
depresión.
La ira en todos sus aspectos es un problema humano universal. Pero
representa una amenaza especial para los alcohólicos. Nuestra propia
ira puede matarnos. Los alcohólicos recuperados están casi
unánimemente de acuerdo en que la hostilidad, las peleas y los
resentimientos nos hacen desear beber, y por consiguiente
necesitamos estar alerta contra esos sentimientos. Hemos
encontrado formas mucho más satisfactorias que la bebida para
manejar este tipo de problemas.
Volvemos a ellas posteriormente. Primero daremos una lista de la
formasy matices que pueden presentar la ira en algunas ocasiones:
Intolerancia
Vanidad
Tensión
Desconfianza
Desprecio
Rigidez
Sarcasmo
Ansiedad
Envidia
Cinismo
Autocompasión
Sospechas
Odio
Descontento
Malicia Celos
Algunos miembros de A.A. han podido, durante su sobriedad, seguir la
huella de todas esas sensaciones que conducen a la ira subyacente.
Durante nuestros días de bebedores, muchos de nosotros
dedicábamos muy poco tiempo a pensar en este tipo de cosas.
Preferíamos lamentarnos por ellas, o reaccionábamos excesivamente,
especialmente después de haberlas atenuado con otro trago.
Tal vez el miedo también debiera estar en esa lista, ya que muchos de
nosotros creemos que la ira es frecuentemente una manifestación del
temor. No siempre estamos seguros acerca de qué nos produce ese
temor. En ocasiones, no es más que un miedo vago, generalizado e
indefinido. Y puede ocasionar una ira igualmente generalizada, que
repentinamente acabará enfocándose sobre algo o alguien. Los
sentimientos de frustración también pueden dar origen a la ira. Los
bebedores problema no gozamos particularmente de un alto nivel de
tolerancia cuando nos vemos enfrentados a la frustración, bien sea
real o imaginaria. Para nosotros, el pasante de esas indigestas
emociones era el alcohol.
Tal vez el resentimiento "justificado" sea el de más difícil manejo. Es
el resultado final de la ira "correcta" largamente acariciada. Cuando
le permitimos que continúe, lentamente irá minando nuestras
defensas contra el consumo de bebida.
Aun en el caso de que realmente hayamos sido tratados injustamente
o exageradamente, el resentimiento es un lujo que, como neuróticos
no nos podemos permitir. Para nosotros, toda situación de ira es
autodestructiva, porque nos puede conducir nuevamente a mis
impotencias y mi voluntad no la de DIOS.
(En los libros "Alcohólicos Anónimos" y "Doce Pasos y Doce
Tradiciones" se trata en detalle la forma de manejar estos
resentimientos).
No podemos pretender ser expertos en la comprensión de la
psicología profunda; por ello, inicialmente tenemos que
concentrarnos, no tanto en buscar las causas de nuestras
sensaciones molestas de ira, como en tratar de gobernar esas
sensaciones ya sea que las creamos justificadas o no. Tratamos de
controlar esas sensaciones para que no nos engañen y conduzcan
nuevamente a beber.
Hola me llamo Brenda y me reconozco como una persona neurótica.
Defecto de la IRA: Patrones de comportamiento repetitivo y destructivo aparecen como
mecanismo de defensa.
Mi ira es reactiva COMO EMOCIÓN como defecto Lo utilicé y lo uso para el control y
justificar mi frustración ante las situaciones que no me agradan que según a mi mal juicio no
es correcto el resultado de las situaciones que se presentaron en mi vida; consecuencia de ella
me quitaron mi vesícula, donde por una llamada telefónica con una airada discusión por un
fui a dar al hospital.
Provengo de una familia con patrones de total dependencias de unos con otros al tener un
hermano con problemas de adicción desde los 15 años y ser padre a los 16 años
PARA MI EL ECHO a perder su vida para mi juicio tan pequeño. ACLARO
Para mí esto me hizo sentirme muy responsable de sus elecciones de vida y frustrarme en mi
adolescencia por que ver que mi familia junto conmigo entrar al ciclo de ser codenpendientes,
me hizo sentir mucha ira congelada y reactiva por sus amistades sobretodo resentimiento
por la muchachita que tontamente a mi juicio lo embauco para engancharse con él y con
nosotros porque ella a mi juicio una chiquilla de 14 años con una familia toxica y destruida
buscaba donde refugiarse y al ver esto resentirme con ella día a día .

Pero ella no fue el motivo principal como yo lo pensé muchos años. Porque desde mi infancia
al ser una niña con mucha FRUSTRACIÓN presento esta FRUSTRACCION EN CONJUNTO CON
LA IRA por ser tener mucha exceptivas de vida que no fueron cumplidas, como resultado de
no tener la vida de la familia perfecta y conforme a mis deseos de tenerlo que soñaba, se
disparo en mi una enorme ansiedad por tener una mamá con patrones neuróticos reactivos
de donde yo aprendí de la mejor maestra con respecto al TEMOR, IRA ,FRUSTRACION por
Cumplir expectativas de ser hija de numero 10 y que sacaba 8 en sus exámenes me ponía my
ansiosa, obediente para que no me gritaran o reprendieran y mansa ósea totalmente
dominada, existía en mi familia mucha comparación y obvio comparándome con mis primas
que eran bonitas de piel blanca rubias y chicas de cuadro de honor en escuela de paga mis
prototipos a seguir que no lo seria al ser yo la típica estereotipo mexicana chaparrita, pelo
negro, morenita y poco agraciada surge en mi el rechazo, golpes en mi estima por mi realidad
física e intelectual se abre mi herida de rechazo y no aceptación a mi realidad que se
acrecienta .Al tener una accidente a mis 11 años y perder casi un brazo el derecho con el que
escribía perder un año de ciclo escolar, casi la vida donde mi mamá tuvo decidir entre su
religión y mi vida al autorizar una trasfusión de sangre. Con esto para mi todas las
circunstancias acrecentaron mas mi retraimiento y resentimiento Tal vez el resentimiento
"justificado para ser una persona frustrada con mucho resentimiento, dolor, miedo y baja
estima seguir rechazando y odiando mi realidad.
Siempre vivir con ira como defecto representado en mis conductas violentas hablar de golpe u
el sarcasmo y rechazar sobre la religión hacer reclamos a DIOS al que en ese momento
según conocía, porque yo la auto conmiseración en mi infancia controlo a mi mama y padre
por el amor de culpa. Pero mi rechazo en mi se acrecentó sobre todo físicamente y sale a
relucir la manipulación como una niña y ahora como una persona con discapacidad.
Paquete Informático de información que se aprende desde el seno materno y de reacciones ,
conductas paternas.
Se van al sistema nervioso y reacciones y yo interpreto todo lo que pasa y según lo que yo
supongo y es mi representación del mensaje, y hay un nivel de conciencia.
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[0:34 a. m., 3/9/2020] dabrenluz🤭: La realidad creando una serie de condiciones simbólicas
que representan las reacciones de los otros frente a ellas interpretación la interpretación es un
juego bastante importante en el enojo esto genera molestia agresión enojo y hasta que no te
das cuenta que es tu representación la tuya la que está en juego cuando estás escuchando lo
que crees escuchar y que no necesariamente ni lo que el otro te quería decir ni lo que
realmente pretendía el mensaje hasta ese momento se lo vas hacer esta falta de conciencia te
colocas en un nivel de conciencia En dónde termina que esto es tuyo que no sé lo que es una
interpretación relaciona directamente con los patrones iníciales El enojo al final de cuentas la
identidad es el resultado de muchas sumas de identificaciones parecerte al otro pues al final
es un proceso natural.
Un poco diferenciado para el enojo es un proceso que tiene que ver con enfermedad paquete
informático influye en su forma en la persona ella que es la que percibe la realidad no por
herencia ,si no por las creencias o sea el paquete informático aprendido a nivel familiar que
determina que las personas participen en las dinámicas familiares, sociales en su entorno
como parte de la vida cotidiana de cada uno de ese nucleo núcleo familiar para adaptarme a
esa realidad. Estoy totalmente de acuerdo con lo que dice nuestra conducta tiene mucho que
ver con la máquina que nos tocó la nuestro cuerpo que tenemos y la manera de funcionar de
ese cuerpo que está terminada por de la carga genética no esté si somos buenos o malos para
determinadas cosas hay algo que viene determinado genéticamente sociológico psicológico
[0:47 a. m., 3/9/2020] dabrenluz🤭: No puedo contenerme sí entonces hay un truquito en la
terapia cognitivo conductual conectar el cerebro racional cuando estamos enojados yo digo
Ponte hacer una operación matemática multiplica 3226 por 12 más más 33 menos 5 y en el
momento que tú te pones hacer es ejercicio se conecta el otro de mis suegros porque porque
requiere de esa tensión y es muy fácil de esa manera vencer es enojo que se les momento
claro no se trata de siempre traer un papelito y estar haciendo cuentas no hay que buscar Cuál
es el origen y qué es lo que somos así y también tiene mucho que ver con la voluntad hay
gente que le gusta ser enojona que le gusta gritar que se siente poderosa con eso Y eso bueno
eso es mucho más difícil hacer que que cambies un problema muy complejo

No se corregirá el colérico con un tratamiento duro y orgulloso, antes


bien, se agriará y endurecerá más; en cambio, PSÍQUICO y Espiritual
recordar que la gente no tiene programa y yo si, ya no puedo tomar
esa copa de veneno y con la guía de un poder superior (el programa)
respiración de ha, respiración de 8 veces me retiro al baño, hago la
meditación de la serenidad ,tengo globos de colores y los inflo , Y SI
NO BAJA en la noche si no baja la emoción porque en mi es defecto
escribo en mi tarea diaria y después practico meditación reflexiva ,
me apadrino , me pongo a lavar mis trastes patio, Recuerdo esto
SÓLO POR HOY tendré un programa y trataré de seguirlo lo mejor que
pueda, Y para calmar la mente leo la literatura matices de la ira. Y
mis fraternas que hablan de la ira para mi inventario diario.

La Ira – Enemigo Personal y del Grupo


"Como queda expresado en el libro Alcohólicos Anónimos: ‘El
resentimiento es el ofensor Número Uno’. Es la primera causa de las
recaídas a beber. Bien lo sabemos los A.A.: ‘Beber significa volverse
loco finalmente o morir’.
"Un castigo muy parecido amenaza al grupo de A.A. Con un grado
suficiente de ira, se pierden tanto la unidad como el propósito. Con un
grado mayor de indignación ‘virtuosa’, el grupo puede desintegrarse; en
realidad, puede morir. Por ello, evitamos la controversia. Por ello, no
prescribimos ningún castigo por ningún tipo de mala conducta, por
grave que sea. De hecho, no se puede privar a ningún alcohólico de su
derecho a pertenecer por causa alguna.
"El castigo nunca sana a nadie. Sólo el amor puede sanar".
CARTA, 1966

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El que Recae Necesita Comprensión
"A menudo se pueden atribuir las recaídas a la rebeldía; algunos de
nosotros somos más rebeldes que otros. Las recaídas pueden ser
debidas a la ilusión de que uno puede curarse del alcoholismo. Las
recaídas también pueden ser atribuidas al descuido y a la satisfacción
de sí mismo. Muchos de nosotros no logramos capear sobrios estos
temporales. Las cosas siguen bien por dos o tres años – y luego, no se ve
más al compañero. Algunos de nosotros sufrimos de un excesivo
sentimiento de culpabilidad por los vicios o las costumbres que no
podemos o no queremos abandonar. El no estar suficientemente
dispuestos a perdonarnos a nosotros mismos, y a rezar -–esta
combinación nos conduce a las recaídas.
"A algunos de nosotros, el alcohol nos ha causado más daño que a otros.
Algunos nos vemos acosados por una serie de calamidades y no parece
que podamos encontrar los recursos espirituales para superarlas. Hay
quienes estamos físicamente enfermos. Otros que somos propensos a
un agotamiento casi constante, a las inquietudes y a la depresión. Estas
condiciones a menudo contribuyen a las recaídas – a veces son los
factores dominantes".
CHARLA, 1960

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