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·.··yi,,.,
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DISENO GRAFICO
Y COMUNÍCACIÓN

Daniel Tena Parera.


Profesor titular de Comunicación Audiovisual y Publicidad
Universidad Autónoma de Ba"Trelona

Prólogo de:

José María Ricarte Bescós


.:·.·;.1¡ Catedrático de Comunicación Audiovisual y Publicidad
·.·
UniversidadA.ut4noma de Ba"Trelona

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1
Director de la Colección Pearson Comunicación
Marcial Murciano
Decano Facultad de Comunicación
Umversida.d Alltónoma de Barcelona

PEARSON
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Madrid • Médm • Sanlafé de Bogotá • Buenos Aires • Caracas • Lima • Montevideo •San Juan • San José
Santiago • Séo Paulo • Whitel'Jains·
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«N'lli!stros objetivos no son los productos sino las perso'lllJS'>>


{LÁSZLÓ MOHOLY•NAGY)

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DANIEL TENA PAR.ERA


JJim1o gráfico-y~

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· .......... por: Lavel. S.A.


¡.

BtPRBO EN FS>AflA-PRJNTED 1N SPAIN


1

Una de las tareas que debe resolver el diseñador gráfico es dis-


poner los elementos fonnales en un espado determinado. Así, la
compaginación pennite enlazar el mensaje semántico y el mensaje
estético que asocian el contenido y la forma; además, permite confi-
gurar el mensaje gráfico en. cuanto a los significados que transporta
y en cuanto a los estímulos visuales que presenr.a al receptor.
La función de 1a compag,inadón será detenninar,.precisamente, la
'forma en qué"Ios elementos tipográficos ocuf>en el espado gráfico o
espado de compaginación. En otras palabras, siruar, disponer, dis-
triliuir, oigan.izar en el espado-formato concreto'de compaginación
los distintos signos o elementos tipográficos --textos e ilustraciones,
junto con los demás elementos tipográficos- a partir de una idea di-
rectriz para obtener el efecto deseado. Este efecto deseado es co-
municar el mensaje global de la mejor manera posible mediante una
forma estéticamente agradable y fácilmente accesible. Desde esta
perspectiva, la com~ginaaón es una parte importante de lo que de-
nominamos genériamente diseño gráfico. Diferenciaremos diseño
gráfico de la compaginación en el sentido dé que el primero consis-
te- en mejorar la percepción del mensaje desde todos sus ámbitos;
por el contrario, la compaginación, aun persiguiendo el mismo ob-
jetivo, tiene carácter restrictivo dado que su trabajo consiste en la co-
locación de los .élementos que apárecen enJa página.
Desde que en fos años. setenta Allan Kaye, de los laboratoóos de
·Rank Xerox en Palo Alto-California, creó un lugar de· trabajo autó-
nomo denominado Dynabook, la compaginación empezó a ser algo
diferente a lo que era. El Lisa, equipo del año 1981, dio paso al Ma-
dntosb, que ya pennitió integrar textos e imágenes en Ja pantalla.
'-· Desde la década de los años ochenta del siglo pasado, las impreso-
ras láser, los escáneres y una lista inacabable de equipos digitales
permiten obtener de manera más fácil trabajos gráfi~ que antes
eran realizados, exclusivamente, por ~· El lingote de la
linotipia, los tipos de la monotipia, las galeradas, las compaginadas,
etc., han quedado olvidados con .el trabajo en la computadora.
La transformación que esto ha significado para el diseño gráfico
representa una mejora muy significativa, pero no por ello deja de En segundo lugar, es importante tener presentes los.factores ópti~ .
pnxtucir ciertos inconvenientes funcionales. La introducción de las cos. Una letra de cuerpo mayor que otra prop::>Jtionará una lectura
tecnologías avanzadas, sobre todo de la computadora y en concreto · mejor, siempre y cuando esté dentro de unos umbrales perceptivos
de los sistemas de edición electrónica, ha revolucionado el trabajo de adecuados. Este factor es básico en el momento de jerarquizar la in-
los profesionales del sector gráfico. En pocos años se ha pasado de formación textual en la página. Los elementos que destacan en la pá-
que ·un texto fuese picado una media de tres veces antes de ser im- gina son considerados más importantes que los que se presentan
preso, a que sea el autor quien teclee por primera y última vez el minimizados. La visibilidad de los elementos, o capacidad de estos en
texto. La creación del tex.tor la corrección de estilo y preparación Qe ser vistos, es una característica importante dado que siempre debe-
los originales ... todo ello es sustituido, en la mayoria de los casos, mos· estar por encima del umbral mínimo para que un elemento grá-
por una sola operación: es el propio autor del texto quien lo teclea fico sea visible al receptor en unas determinadas condiciones.
en su ordenador y ese texto es la base para la compaginación pos-
En tercer lugar, debemos considerar Íos factores estéticos que se
terior. Así pues, tra&ajos que antes eran propios de la imprenta cada orientan en función de un gusto predominante. La estética se define
vez más son realizados por e1- propio autor del contenido. Esto hace _aquí como una ~uesta concreta a las necesidades. de la cultura, dé
que el diseñador, en su defecto, deba suplantar las limitaciones téc- la técnica,.·de la ·tecnología que demanda una sociedad en un mo-
.nicas del autor y realizar la revisión técnica de la página acabada. Es-
mento dado.
coger un fonnato,. la extensión del texto, las fotografías, los
márgenes..., podemos convenir que, en general, las funciones que Ffnalmente, en cuarto lugar debemos ser conscientes de los fac-
antes.eran realizadas por diversas personas con una cualificación es- tores socioculturales, que pueden vanar.. mucho de un lugar a otro o
pecífica para el trabajo que efectuaban, ahora las desempeña o pue- de un grupo social a otro. Además, tieñen que ver de manera direc 4

de desempeñar una sola persona desde la computadora y en un ta con los conceptos que sobre los aspectos sotj3.Ies se fonnari de-
tiempo sensiblemente inferior. Por todo ello, se hace absolutamente terminados grupos sociales. Así, la opinión sobre la ecología, sobre
necesario tener los conocimientos tipográficos imprescindibles para la violencia, sobre el consumo, etc., pueden influir en la percepción
trabajar en la gestión integral de contenidos. estílm.ul4DS visuales en el ~ntido de que el receptor puede es-
·1ª(pre~pue:sro o no a esos estímulos aú.tura1es.
Por las tizones anteriores· nos disponemos a adentrarnos-ert~•
.treno conflictivo para el diseño gráfico, que no es otro que la relación Los factores enumerados hacen que el receptor pueda o no sin-
existente y real entre las rutinas productivas y-el conocimiento cien- tonizar de una manera más. o menos intensa con el diseño de un
tífico. La tradición milenaria de la imprenta de Gutenberg_ se transfor· mensaje gráfico detenninado. Cabe añadir~ los significados que
ma hoy en día en la agilidad que representan los procesos digitales. pueden darse a una misma formulación visual quedan más o menos
De todas formas, recoger aquellos conocimientos heredados de la realzados por la compaginación. De esta manera, la más que posible
. tradición, conservados por el uso/cotidiano y contrastados, si es po- polisemia convierte al código tipográfico en un factor principal. Es
sible, con el conocimiento actual, es una tarea imprescindible. Esté por ello por lo que debemos asegurar que el código tipográfico sea
ronocimienro actual habremos de relacionarlo con el conocimiento visible. Y esto se COf?.Sígue por su reiterada repetición, que sin duda
tecnológico y con el conocimiento científico que se aplica al diseño convierte al mensaje' gráfico en un mensaje necesariamente redun-
gráfico. De todo ello debe salir la consolidación teórica y práctica de dante. Sea como sea~ la utilización de un específico código tipográ-
un arte, el gráfico, aplicado a un fenómeno psico-social, la comuni- fico, o manera de hacer una determinada estructuración del mensaje
cadón. De esta ·forma se podrá controlar mejor el grafismo en cuan- gráficó~ le da al mismo tiempo el estilo ·característico de la publica-
to a la expresividad gráfica d~ lo que se dice y de cómo se dice. ción. Asf pues, el uso de Jlil3. tipografía con trazos gruesos en títulos,
Como bien decía Gérard Blancba.rd~ en una opinión que dejó re- o de cursiva para subrayar determinadas palabras de un texto, co-
ftejada en su libro La. letra, _•toda compaginación determina una ma- rresponde a ese código que pOdríamos denominar tradicional. El uso
~ de 0cupar él espado de ese plano mensurable- (Blanchard, indiscriminado. de los recursos tip9gráficos o sin un criterio eVidente · '
1990: 141). Creemos, como-Géclrd Blanchard, que la distribución de para el receptor hace que exista una confusión, una entropía, incer-
los elementos en el espacio gráfico está en fundón de una serie de tidumbre o desorden del sistemá gra:fico, ocasionado por el uso del
aspectos que hay que tener en cuenta al efectuarla. Estos aspectos código tipográfico. Esta siruación dificulta la necesaria inteligibilidad
·, Gérard 8lanchan:I, la Jetm. Bar- deben ser relacionados y considerados en el acto de la construcción del mensaje gráfico. .
·éBona. CHC 1990. E'sle autor es· del mensaje gráfico. El diseñador, dando respuesta a las exigencias de la lectura del re-
tila referencia obligada en tualquie- · En primer lu<Mr, encontramos los hábitos de lectura. y el uso que ceptor y utilizando un medio gráfico determinado, define la formu-
lil de las aproximaciones al fenóme. ~:
·
00
del· diseño gráfim. Estudioso de hace el receptor de los mensajes gráficos. En cada uno de los casos, lación visual. Para ello debe combinar los diferentes· elementos del
la obra grcib, teorizó sobre la 1'>o- pueden llegar a ser muy diferentes de unos receptores a otros. Así, la texto de tal forma que utilizando sus vari~ pueda dar toda la
plJa mmo ·CJbíetD de CDIJUlica.. cultura occidental da más importancia a la parte superior de· la página información exigible. Visibilidad, visualidad, legibilidad e inteligibili-
ción. y Ja lectura más nonna! ~ la que se efectúa de izquierda a derecha. dad global serán los objetivos a cubrir.
Hablando únicamente de. los textos. debemos utilizar correcta-
. ••

··-~~~~~e.,;¿~
.. · · . · . ·

Frgura 2.2
.... ,_
. •
mente todos los recursos que nos proporcionan las diferentes series
de los caracteres: redonda, cursiva, negrita... , y también las posibili-
dades aportadas por los diferentes cuerpos según la función que
cuqiplen los textos: titulares, texto seguido, notas, pies de fotogra-
ña.:. El empleo de cada recurso debe mantenerse constante en toda
la publicación y mostrarse de forma evidente. De esta manera, los tí-
tulos de los capítulos de un libro deben ser formulados siempre del
nmmo modo en toda la publicación: el cuerpo, el interlineado, la jus-
tificación y el tipo de letra deben ser siempre los mismos y estar en
la misma posición. Así, el lector identificará fácilmente la intención
dada por el diseñaaor y descodificará el mensaje correctamente. De
la misma manera que con los elementos de texto se debe actuar con
·el resto de signos gráficos. Si se actúa del modo indicado anterior-
' ~·
mente, se consigue establecer un código que aporta información adi-
cional que es interpretada por el receptor y al que se le facilita así el
acceso a la información. Para establecer el código en la tipograña, lo
más adecuado es partir del uso tradicionalmente aceptado. La utili- del receptor frente a esta doble posibilidad. Es en este espado don~
zación de una u otra forma de este código dará a la compaginación de se generan casi infinit~ posibilidades según la forma de plegado.
un carácter más tradicional o más moderno, pero no por eso debe As.Ír aparecen diferentes espacios de compaginación como es el caso
ser menos eficaz. La compaginación tradicional utilizará formulaciO;. de los trípticos, de los cuartos irregulares y en general de los dife-
nes muy ortodoxas, basadas en la compaginación de los libros clási- rentes tipos de casados del pliego de máquina que dan forma a las
cos. La compaginación moderrw.., . más preocupada .por el impacto publicaciones en hojas. Además,_.poclemos considerar los plegados
visual, dará prioridad. a las variables visuales, basando en buena par- que no construyen una publicación· en hojas sino que ·forman espa-
. _J~.J:i f,o~~9ó.~,_pca en el contraste de esas .variables. Sea el sis- - cios de lectura alternativos, como es el caso -de los embalajes. Fruto
0

tema ele8J.1Ío· uno u 9tro -o lo más usual, una mezcla de los dos-, de dobleces del pliego de máquina, ronstruyen objetos tridimensio-
el resultado final debe ser conforme con las diferentes exigencias nales que tienen un uso y una distnbución dif~te según las nece-
que se le plantean al diseñador. sidades de cada producto. Por último, debemos distinguir el espacio
en rollo (Figura 2.3), que es el más antiguo de todos los espacios de
compaginación -al ser el utilizado en la Antigüedad por los egipcios
Espacios de compaginación y los chinos~ entre· otros pueblos- y al mismo tiempo el más mo-
derno. En este sentido, el soporte de transmisión que utilizaban los
El espacio utilizado para distribuir los elementos gráficos no es en egipcios consistía en rollos de papiro. Estos papiros fueron la prime-
ningún caso siempre igual. Existen diversos espacios de compagina- ra forma de libro que se conoce. Posterionnente, con la sustitución
ción, y cada uno de ellos tiene unas características propias que vie- del papiro por el pergamino, se fue generalizando el uso del libro en
nen obligadas por el distinto uso que de ellos se hace. Como afirma hojas'. Así se pasó· del rollo a la reunión de varias hojas de forma rec-
Gérard Blanchard (Blimchard, 1990: 143), en primer lugar encontra- tangular o cuadrada llamada códice. Los primeros sistemas digitales
mos el espacio folio (Figura 2.1), que corresponde á la superficie de de representación de la· información utilizaron un· sistema que bien
papel ni enrollado ni plegado; Puede tener cualquier tamaño, desde podríamos considerar como espacio: roªº~ Toc.favía en la actualidad,
el empleado.en las tarjetas de visita hasta el formato utilizado en un.~··.
póster. La percepción de los elementos que coexisten e~ este espa-.
r
~gunas páginas we~ tienen Si!.~· l •tnc hacia arriba o hacia .
~jo utilizando el espacio rollo. Cada uno de los espacios de com-
do de compaginación es esencialmente global. La distribución de los paginación donde la información está solamente presente en la zona
elementos ha de atender básicamente a aspectos de visualidad y no abierta correspondiente a la pantalla de la computadora -y en la que
tanto, aunque también, a las consideraciones sobre la legibilidad. En además existe información por arriba y por abajo- deben ser consi-
el espacio folio toda la información se da de una sola vez y es im~ :-# derados como espacios en rollo.
portante el esfuerzo .de jerarquii.ación y de diferenciación· de los ele-
mentos. En segundo lugar, podemos distinguir el espacio códice o El diseñador gráfico está obligado a distribuir los elementos grá-
espacio de folios doblados (Figura 2.2). Este espado corresponde a ficos en cada uno de los espacios destinados para ellos de una ma-
Ja doble página o al espacio que ocupa el impreso tridimensional. La nera distinta según el uso que se haga de kda uno. Así, en función Figura 2.3
Figura 2. l
compaginación es, en este caso, diferente en la página de la derecha de los diferentes eseacios utilizados para la compaginación y del uso
de estos espacios Pür parte del lector, podemos observar las distin- Espacio rollo o continuo.
que en la de la izquien:la _al ser diferente también el comportamiento
/·¡,.:~.elllllllii,e~- J-·
tas maneras 'de afrontar ·ta ~smicturación del mensaje· gdrico. Del .·_el-~qqtf3rio el uso será c1e·fürma·~~ua? A partir de a~ ~os r-.·-::,,_~-~--i
mismo mod.01 las diferentes formas de leer un prodtietó 8ráfico pro- resolver los mensajes gráficos fundamentándonos en la visualidad y
vocan las distintas clases de formulaciones visuales. Al fijamos en el en la legibilidad.
modo como utiliza o lee el receptor un mensaje gráfico, observare-
mos que lo hace de dos formas diferentes: la tipolectura y la tipovi-
sión (Blanchard, 1990: 143). Formatos ..y. casados
La tipolectura corresponde a la lectura normal que se realiza al Uno de los aspectos báslCos que debemos tener en cuenta al ini-
leer un libro. Esta forma de lectura se basa en una primera percep- ciar el diseño de un mensaje gráfico y su posterior producd6n es el
ción ·global para pasar rápidamente a una percepción local de los estudio de las dimensiones finales del producto, es dedrt su forma-
caracteres del texto. A partir de estas dos percepciones, una global to. En general,• se entien~ pór formato las dimensiones y Ja forma
y ia otra local, hay que diferenciar dos formas de lectura: la lectura del soporte aé" los proouéfus gráficos. Una vez determinado el for-
continua y la lec:tufa discontinua. La lectura continua corresponde a mato, espacio gráfico o de compaginación, podremos determinar las Figura 2.4
1a · propia de los textos lineales que se realiza de manera .h9mo- medidas interiores del mismo: la caja de texto, los márgenes, el cuer-
génea. En ella la compaginación cumple la fundó~ de facilitar la Rectángulo obtenido a partir d.e
po, el~~ demás medidas n~ para la estructura del las figuras geométricas.
lectura· --legibilidad- así como la comprensión del texto -inteli- . inensaje gráfico. La forma más común.1:1t;ili2:ada en los ~presos es el
gibilidad-. Por su parte, la lectura discontinua o fragmentaria co- rectángulo, ya sea este prolonga.do o apaisado. Sus proporciones se
rresponde a la lectura de textos aislados . como es el caso de la pueden obtener fácilmente a pattir de Cualquier figura geométrica o
prensa. Básicamente se realiza de manera arbitraria y heterogénea. bien por su cálculo (Figura 2.4).
En estecaso la compaginación debe clarificar visualmente cuál es el
La elección del formato no es una cuestión arnitraria.
Se basa en!
,recorrido más idóneo por la página. La función de legibilidad que- ·
da aquf en segundo plano en beneficio de la percepción visual, que
cuestiones creativas, pero estas están ~ndicionadas por los formatos ·
es prioritaria. La visualidad de los elementos debe orientar la mira- existentes en el mercado, en el caso de los soportes papel, o por los
da del lector..Si el lector considera realmente interesantes determi- formatos de las pantallas en el caso de los soportes digitales. En e1··
. nadas textos, pasará a leerlos, momento en el que· entra en acción momento de decidir. el formato de úil impreso, sea este un libro, una
revista, un folleto o cualquier otro tipo de impreso, se debe opmm.;., ·
la legibilidad de ese texto. La jerarquización que se efectúe de la in-
formación, a través,.de los recursos visuales, permite realizar lectu- zar su .formato respecto al número de ejemplares que saldrál'l del:
ras en diferentes niveles. Este caso es muy utilizado, por ejemplo, ae
formato fabricación del papel. La elección del fÓrmato para el. im-
en las enciclopedias visuales donde conviven pies de fotografía ex- preso debe tener en cuenta los formatos de papel existentes en el
plicativos, esquemas, textos breves... un conjunto de informaciones mercado. Doblando sucesivamente el papel de los forma.tos básicos;
1

que no necesitan de una lectura continua para su comprensión. El se obtienen los formatos finales de los impresos (Figura 2.5).
lector puede ~eer un pie de foto y no otro, puede leer un párrafo de Además de los formatos. básicos existen en el merado ·los· for-.
texto y no otro, etc. matos normalizados (Figura 2.6), de uso general en los formatos ter-
1
En oposición a la tipolectura existe la tipovisión. La tipovisión co-
nesponde a la lectura que se realiza de los anuncios publicitarios en
los que la primera cosa que debe buscar el compaginador es el im-
pacto visual para captar la atención del lector. De esta forma, la com-
paginación se estructura con la idea de captar y fijar la atención.
Contrastes, efectos, repeticiones, variedad de elementos que en defi.· Cuarto
oiti\ía sirven para fijar la atención del lector en el mensaje gráfico. En...
muchos casos, los impresos son tratados basándose en este tipó de -
lectura, aun cuando no respondan a la necesidad de captar la aten-
·Folio··
ción. Las razones las encontramos en dos sentidos: en primer lugar,

_...__.
en el mercado competitivo donde se insertan los impresos; en se- .
gundo lugar, el auge de aplicaciones infonnáticas que han democra-
ti7.ado los medios productivos y un consecuente uso indiscriminado
de los recursos gráficos. Todo ello en un espacio muy reducido, con Octavo ....
lo que se obtiene ciertamente una saturación o polución de recursos
gráficos que no hacen más que confundir al receptor. De esta forma, Dieciseisavo \.
para compaginar lo primero que se debe plantear es ¿cómo se usará . Figura 2.5
o leerá el impreso?, ¿se hará de una forma o lectura discontinua o por Formato de los impresos.
Figura 2.6
..._..__.._.......----....-----------.Ao
Formatos normalizados.

A2
A1

A3

Figura 2.8
Las dimensiones de la caja de composición se pueden obtener en A partir·de módulos podemos
minales de los impresos, pero que también pueden encontrarse ca- función del formato del impreso. Existen diferentes métodos para de- obtener el fomiato del producttl
r
•. mo materia primera para la impresión. los formatos normalizados.se terminar las dimensiones de la caja de texto, de los márgenes y de gráfic.o.
obtienen a partir del formato· base AO, que mide 84,1x118,9 cm y las demás medidas de la página. Las dimensiones obtenidas deberán
que tiene una supemcie de un metro cuadrado; la proporción entre ajustarse respecto a las variables del texto (cuerpo/interlineado, me-
sus lados es 1: {Z. dida, fuen~e y justificación). También podemos aplicar métodos geo-
. Cualquiera que sea el formato el~gido, ha,-Y que tener en cuenra métricos como el de la regla de la. diagorihl y dé la. perpendicular o
que pueden ser interpretados como estáticos o como dinámicos. Los basándonos· en módulos (Figura 2.8). En cualquier caso, se. pueden
esráticos son aquellós formatos donde la proporción o relación en- obtener las dimensiones de los formatos y la distríb'ución de márge-
tre sus lados es un número entero o fraccionarlo, pero racional. Los nes interiores con métodos clásicos y modernos. Los métodos clási-
.formatos dinámicos son aquellos en los que la proporción entre sus cos se fundamentan, básicamente, en las proporciones áurea o
lados se expresa mediante un número irracional. En-este sentido, el ternaria, mientras que.los métodos modernos pueden utilizar diver-
uso tradicional ha establecido que determínadas ·proporciones sean .sos sistemas arbitrarios (Figura 2.9).
aceptadas como base para la constrUcción de formatos más estéti- Por último, antes de entrar en la estructuración interior del for-i
cos. La más agradable entre todas las proporciones es la proporción mato, debemos plantearnos también lo que sucede con los formatos 1

'I 11
áurea o regla de oro. La proporción áurea se manifiesta en la natu- digitales. En. lo que se refiere a los fonnatos de pantalla (Figura
... 2.. 10),1
r.deu y ha sido estudiada ya desde la Antigüedad clásica (egipcia, estos se miden en pfxeles. Por lo general, los fonnatos de pantalla
griega y romana). Además de la proporción áurea son utilizadas, en miden 64o X 480, 800 X 600 y 1024 X 768 píxeles. En estos casas,los

___
.,._ ...,./
Ja determinación de los espacios gráficos, la proporción ternaria,
' que presenta una relación de 2:3, y la normalizada, con una relación
' de t:l,4.
problemas derivados de las exigencias de los tamaños de papel no
existen y el formato adopta siempre una orientación apaisada. Es
preciso· remarcar también la relación existente entre los formatos di- 1
gitales y el formato televisivo, de vídeo o cinematográfico. Así por
1

Como vimos ya en el Capítulo anterior, las formas expresan as-·


pectas cognitivos (nobleza, equilibrio, estabilidad, monotonía, etc.) ejemplo, el fonnato de televisión 4:3 se corresponde con el de 64o x
que deben considerarse en el momento de detenninar el formato pa- 480 píxeles. Aun así, los criterios de distribución del espacio interior
ra cada una de las formas: cuadrado, rectángulo, triángulo, etc.; tam- pueden ser muy semejantes y el criterio de construcción puede ser
bién sus dimensiones, un tamaño grande o pequeño, van a influir en igual al de un fonnato proporcional en soporte papel.
la recepción del mema.je gráfico.
En la construcción de formatos, sea cual sea el elegido para el Retículas Figura 2.9
producto gráfico, podremos obtener a partir de él rectángulos inte- Es posible el uso de criterios
riores que sean proporcionales al formato mediante la ampliación o En toda publicación se hace obligado un ~rio, una estructu- arbitrarios en la determinación del
Figura 2.7 formato y de los rectángulos
reducción por la diagonal. F..5to va a facilitar la obtención de la caja ra, una unidad. Para facilitar la labor de combinar, distribuir, organi-
de texto o de otras medidas del producto gráfico (Figura 2.7). . ·:zar... los elementos de la página, función esta de la compaginación, interiores.
4:3 el compaginador utiliza la retícula. La retícula es, en este sentido, la ortodoxo no permitirá tantas divisiones como en un impreso de cri-
1,66:1 estrucrura oculta y que determina la composición de la página; es, terios más libres; una publicación para jóvenes permitirá más divi-
por tanto, la división espacial del espacio de compaginación. Al mis- siones que si es para gente adulta); etc.
mo tiempo, el uso de una determinada retícula como sistema de or- Cualquier división horizontal que realicemos no excluye otras, es
16:9 denación de los elementos representa una actividad mental y decir, podemos combinar diferente número de columnas en una mis-
produce una expresión y significación que es consecuencia del tra- ma publicación. La utilización, por ejemplo, de una subdivisión a tres
Ibajo del diseñador. La retícula cumple la tarea de facilitar el tra~ajo columnas no excluye la posibilidad de combinarla con una, dos o
de ordenar, de clarificar, de jerarquizar los elementos de la págma. seis columnas. Si cogemos el caso de un libro, en este tipo de pu-
1
En este sentido, la retícula se basa en unos usos universales pero que blicaciones es usual realizar el índice a dos columnas, mientras que
Figura 2.1 O están mediatizados por factores sociales y culturales, entre otros as- el texto puede estar a una. Si por el contrario miramos una revista,
1: pectos. . esta puede tener determinados artículos o incluso páginas de un mis-
El inicio de la parcelación del espacio de compaginación empie- mo artículo a dos columnas y otras a tres columnas. Si observamos
za .determinando los mátgenes: de cabeza, de pie, de lomo y de cor- un periódico, veremos que algunas páginas contienen muchas co-
te. Dentro de la zona interior resultante dividiremós el espacio de lumnas y en cambio otras clisponen la información en otro número
compaginación horizontalmente en columnas y verticalmente en sec- de oolüiitrots. Este recurso sirve en muchos casos para distinguir par-
ciones. La altura total de las columnas debe coincidir con un núme- tes de un todo, pero más importante aún, sirve para aligerar la mo-
ro exacto de líneas de texto, normalmente el de texto seguidQ, notonía de determinadas publicaciones, sobre todo si estas son
mientras que los anchos. se corresponden con la medida de anchos extensas.
de composición de los. textos. eada· división tiene unas características y una problemática con-
De la exhaustiva y correcta disposición de cada una de las indi- cretas. Así, la división a una columna es la más general y de alguna
caciones de la retícula dependerá que el trabajo de compaginar sea manera la más clásica. Coincide con el rectángulo de los grafISmos y
más fácil y por tanto más rápido o, por el contrario, más lento y se- delimita, por tanto, los márgenes. Es el inicio de todas las divisiones
guramente con defectos que deberán posteriormente corregirse. Ha- )?.9Steriores. No· permite demasiadas variaciones al quedar todos lei
cer una lista de las Úldicaciones que .deben incluirse en ta retícula no grafismos encuádrados por los rectángulos exteriores. Otra. división
sirve de mucho, dado que ni en todas las retículas es necesario po- .muy utilizada en determinados impresos --revistas-; es la de tres co-
ner todas las indica.dones, ni tampoco deben ser siempre las mismas. lumnas. Es una división clásica que da mucha agilidad al compagi-
Todo depende de la dificultad del trabajo a realizar y, en función de nador. Las tres columnas, a su vez, pueden dividirse en seis, lo cual
ello, la retícula deberá indicar aquellos aspectos que al compaginar, hace que la página sea más dinámica. Por su parte, la columna ge-
o incluso al diseñar, sean necesarios. neral puede estar dividida en dos. Esta división en dos columnas es
muy estática y sólo se aligera si se subdivide a su vez en cuatro· u
1 ·De la división del rectángulo en sentido.horizontal se obtienen las
ocho columnas. Ahora bien, la división en ocho columnas puede re-
\ columnas. Si la división se realiza en sentido vertical se obtiene lo
sultar excesiva y, en el-.caso de formatos pequeños, no permite utili-
que denominamos secciones. De la intersección de ambas subdivi-
zar cuerpos legibles para el texto sin riesgo de provocar defectos de
siones obtenemos una cuadrícula más o menos densa, constituida
composición (calles en las columnas de texto, excesivos guiones se-
por módulos, que parcelan el espacio de compaginación y que faci-
guidos, particiones incorrectas o espaciados e interlettados conflicti-
litarán la posición de los elementos de manera unificada en todas las
v9s). Finalmente, podemos realizar <:fivisiones en siete y nueve
páginas.
columnas que son, por definirlas de alguna manerá, distribuciones li-
Si hablamos (le columnas, por lo general podemos dividir la pá- bertarias. Según la clase de publicación, lo usual es combinar dife-
.gina en dos, tres colwÍlnas, más los múltiplos de- estas, siempre que rentes divisiones de la página. De esta forma, puede suceder que tina
· el formato lo permita; e incluso en cinco, siete y nueve columnas. De página dividida en siete columnas utilice seis· de ellas p~ 1a com-
esta ·forma, obtenemos las siguientes posibilidades: 1, 2j 3, 4, 5, 6, 7, posición del texto a tres columnas y se deje la séptima flotante, pa-
8 y 9 columnas, divisiones más que suficientes para que. se pueda . ra poner en ella pies de fotograña, notas, sumarios u otros elementos
utilizar alguna o algunas de estas, en la mayotia de los casos. Las di- que la página pueda llevar. Las retículas de tres columnas y poste-
visiones pares ofrecen menos dinamismo que las divisiones impares; . ,riormente las de seis constituyen una división muy usual en publica-
pero el uso de unas u otras deberá considerarse en virtud de la clis- , dones como las revistas, hojas informativas e incluso en diversos
. posición de los grafismos que nos permitan tanto unas como otras. impresos de publicidad, al proporcionar una estructura segura y al
El uso de un número u otro de columnas vendrá determinado por mismo tiempo con infinitas posibilidades de fombinación. Se puede
fadores como: el formato (cuando este sea mayor, permitirá más di- variar el diseño según nuestro interés particular. Si se utiliza una es.-
visiones); el tipo de publicación (no es lo mismo una revista que u~ . t¡uctura con JX>C3S divisiones, como es el caso de tres columnas, se
libro o un periódico); el carácter de la publicación (un carácter más puede conducir de manera astuta la atención del lector si se utilizan
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los recursos visuales de manera generosa y audaz. La disposición del tina vez realizada la división horizontal de la páginat es necesa~ ¡
texto, de las ilustraciones y de los correspondientes blancos puede rio también esrudiar la división vertical. Dos, tres, cuatro, cinco, seis ~
hacer variar el recorrido visualt y esta variabilidad permite dar a ca- o más divisiones verticales facilitarán, de la misma manera que lo ;
da una de las páginas el iruerés y el dinamismo deseados por el di- hacen las columnas, la distribución de los éiementos en la página.
señador. Si no se realiza la compaginación con inteligencia, puede La retícula en su dimensión vertical debe obligatoriamente JI1ec1ir
dar como resultado páginas extremadamente formales y poco imagi- siempre un número exacto de líneas del cuerpo e interlineado más
nativas o inadecuadas para cumplir su función principal. Si tenemos utilizado en el documento, es decir, del texto segúido. Así pues, la
· dividida la página en tres, pasar a seis es sumamente sencillo. No altura del recuadro destinado a los grafismos ha de equivaler a un
obstante, la medida de la columna. al verse muy reducida en deter- nÚIJl.ero exacto de líneas.
minados formatos, puede inhabilitar esta subdivisión para trabajos de Para que todas las páginas de la pÚblicactón tengan fás mismas
texto seguido. La escasa medida de composición no permitirá la uti- dimensiones en altura debemos vigilar el registro de las líneas en las
lización de un cue[po adecuado a la lectura continuada, con lo que diversas páginas de la publicación. Con el objeto de que el registro
perderemos en legibilidad del textb: Alflft1''~iderando este incon- de las líneas te~ga la correcta alineación~ todas· las dimensiones, en
veniente, su usg _puede resultar muy útil en deter.cnireldos trabájos. alii.ira, de los diferentes elementos de la página y sus blancos cO-
Es particularmente interesante cuando los textos breves predominan irespondientes -que no son texto seguido- han de equiValer a· un
sobre las ilustraciones, como es el caso de listados o relación de pro- número exacto de líneas del cuerpo y del interlineado utilizado pa-
ductos, precios... Se puede, por ejemplo, utilizar seis columnas para ra deternúnar la medida de altura de la retícula. Si en una página o
notas o pies de fotografia, combinadas con una estructura de tres co- en una columna se sustituye el texto seguido por una ilustración, con
lumnas. se pueden crear así énfasis y equilibrios de las páginas con sus blancos y su pie de fotografía, todo ello debe coincidir con un
mucha diversidad. A.sí pues, el diseñador puede no llenar de graftS- número de líneas del texto seguido. S6lo de esta fonna se puede ase·
mos el espacio disponible en las columnas. Puede resultar mucho gurar que el registro de líneas y de los diversos elementos de la pá-
lnás efectivo dejar alguna colwnna flotante en blanco, resetvándola gina sea visualmente correcto, que los blancos que se. distribuyen
para los contragrafismos u otros elementos de complemento. entre los grafismos siempre sean los mismos y qüe las dimensiones
Las retículas pares, de dos y cuatro columnas, é ·incluso las de -d'e'1as piiginas ~también coincidenter(Figura 2.U).
ocho, son de fácil uso en cualquier espacio gráfico. Siempre se po-
drá combinar columnas para obtener un ancho de composición ma-
yor, o bien dejar columnas en blanco. De esta forma la diversidad de
fónnulas visuales puede ser infinita. Cada utilización dará un resul-
tado absolutamente diferente. Cada trabajo a realizar, y las demás ca-
racteDsticas que lo pueden llegar a condicionar, requieren una labor Para hablar de tipografía, en su acepción de diseño de los ele-
especial por parte del diseñador, que deberá adaptar la formulación mentos gráficos que pueden aparecer en la página (es decir, de los
visual a todas las necesidades que pueden tener los participantes del caracteres y por extensión de los demás elementos decorativos), se
mensaje gráfico. De todas las retículas con columna8 pares, la más hace obligado en primer lugar hablar de dos cuestiones previas: la ti-
clásica es la de dos. Las de cuatro columnas permiten obtener infi- pometria y la tipología. La tipometria consiste en todo el sistema de
nitas variantes y por tanto proporcionan un gran dinamismo. Si las unidades y medidas tipográficas que nos permiten la medición del
cuatro columnas las convertimos en ocho, sucede que la medida de material tipográfico, por lo que además facilitará su utilización en el
composición, en el caso de que el formato sea pequeño, no permi- espado gráfico. La tipología es el estudio de los tipos de imprenta,
te utilizar un cuerpo de texto adecuado para la legibilidad. Sí sirve, caracteres y demás si~~ que se emplean en la págip.a y que dejan
como en el caso de las seis columnas, para relaciones de direccio- constancia ·de su presencia coloreando la superficie del ~pacio grá-
nes, precios o, como en los periódicos, para los anuncios breves. ficp. El estudio tipológico nos permitirá diferenciar las clases de ca-
Además, la utilización de las ocho columnas vale en la mayoría de racteres, analizar su uso y, por supuesto, planificar ·de antemano su
los casos para dejar espacios en blanco. utilización sistemática.
En cualquier caso, la combinación de las retículas permite infini-
dad de posibilidades, sólo limitadas por la imaginación del dise- ;..Especificación de la tipografía
ñador. Así, por ejemplo, en una página ·donde, a simple vista, se
observa un texto compuesto a dos columnas, con abundantes már- Debemos entender por tipometría el conjunto de medidas y sis-
genes, se puede esconder la retícula utilizada. Las dos columnas pue- temas de medición de los caracteres de ~nta, de los blancos y,
den coincidir con una subdivisión de cuatro o incluso de seis en general, de todo el material gráfico. Los sistemas de medición tra-
columnas, y hasta de siete o nueve, dejando algunas columnas flo- dicionalmente utilizados son: el sistema Didot, o europeo, y el siste-
r.antes para blancos. ma de picas o angloamericano, ambos en base doce.

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