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CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

SALA DE CASACIÓN LABORAL

RIGOBERTO ECHEVERRI BUENO


Magistrado ponente

SL18504-2016
Radicación n.° 73262
Acta 46

Bogotá, D. C., seis (06) de diciembre de dos mil


dieciséis (2016).

Decide la Corte el recurso extraordinario de anulación


interpuesto por los apoderados de AMBAS PARTES contra
el laudo arbitral proferido el 23 de septiembre de 2015,
dentro del conflicto colectivo suscitado entre el SINDICATO
NACIONAL DE TRABAJADORES DE LA INDUSTRIA DE
LAS CONCESIONES MADERERAS PARA LA
TRANSFORMACIÓN DE LA PULPA, PARA LA
FABRICACIÓN DEL CARTÓN, EL PAPEL Y DERIVADOS
DE ESTOS PROCESOS Y DE LAS ARTES GRÁFICAS DE
COLOMBIA – SINTRAPULCAR – SECCIONAL BOGOTÁ y la
COMPAÑÍA COLOMBIANA RECICLADORA S.A. –
COLRECICLADORA S.A.

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Radicación n.° 73262

I. ANTECEDENTES

El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria


de las Concesiones Madereras para la Transformación de la
Pulpa, para la Fabricación del Cartón, el Papel y Derivados
de estos procesos y de las Artes Gráficas de Colombia –
SINTRAPULCAR- Seccional Bogotá presentó pliego de
peticiones el 12 de marzo de 2013 ante la Compañía
Colombiana Recicladora S.A.- Colrecicladora S.A., que dio
origen a un proceso de negociación colectiva. Una vez
agotada la etapa de arreglo directo, sin que las partes
hubieran llegado a algún acuerdo en algunos puntos, el
Ministerio del Trabajo, a través de las resoluciones Nros.
00005200 de 20 de octubre de 2013, 00636 de 24 de
febrero de 2015 y 02655 de 14 de julio del mismo año,
constituyó e integró un tribunal de arbitramento
obligatorio, con el fin de que resolviera definitivamente el
diferendo colectivo suscitado entre las partes.

Luego de haber sido instalado el Tribunal de


Arbitramento el 4 de septiembre de 2015 y de haberse
prorrogado el término para fallar, previa autorización de las
partes, el 23 de septiembre de 2015 fue proferido el laudo
arbitral que hoy es objeto de impugnación (fls. 162-178 del
cuaderno principal).

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Radicación n.° 73262

II. EL LAUDO ARBITRAL

Para los fines que interesan a la definición de los


recursos extraordinarios de anulación, el tribunal de
arbitramento resolvió, entre otros, los siguientes aspectos:

“Igualmente por Unanimidad en algunos puntos de análisis del


pliego de peticiones y en otras por decisión mayoritaria de los
Árbitros, el Tribunal determinó que sobre los siguientes artículos
del Pliego de peticiones, por tratarse de facultades de las partes,
y no pueden ser impuestos por el tribunal de arbitramento, a
riesgo de comprometer la esfera íntima de gestión y gobierno, por
tratarse de facultades constitucionales y legales, en consecuencia
este Tribunal no dispone de competencia para dirimirlos. Por lo
tanto las partes se remitirán a lo que establezca la Ley. Veamos:

SE INHIBE EL TRIBUNAL POR FALTA DE COMPETENCIA


RESPECTO DE LOS SIGUIENTES ARTÍCULOS DEL PLIEGO DE
PETICIONES:

(…)

Artículo 10 del pliego de Peticiones. Numeral 10.1 Primera parte,


referido a Escalafones. Por mayoría se inhibe. Acta No. 05 del
16 de septiembre de 2015
Numeral 10.2. Ascensos y vacantes. Acta No. 04 del 11 de
septiembre de 2015 Por mayoría se inhibe.
Artículo 27 del Pliego de peticiones. Tabla de indemnización.
Por mayoría se inhibe.

(…)

ARTÍCULOS DEL PLIEGO DE PETICIONES QUE SE NIEGAN

Artículo 7 del Pliego de Peticiones. Prima de antigüedad. Por


mayoría se niega.
Artículo 9 del Pliego de Peticiones. – Transporte. Por mayoría e
niega.
Artículo 11 del Pliego de Peticiones, literales a. prima de junio y d.
Prima de pescado. Por mayoría se niega.
(…)
Artículo 25 del Pliego de Peticiones. Auxilio para deportes. Por
mayoría se niega.
Artículo 26 del Pliego de Peticiones. Auxilio de anteojos. Por
mayoría se niega.

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Radicación n.° 73262

LAUDO ARBITRAL

(…)

ARTÍCULO 2. Vigencia. El presente Laudo Arbitral tendrá una


vigencia de dos (2) años contados a partir de su ejecutoria. No
obstante lo anterior y exclusivamente respecto del aumento
salarial para aquellos trabajadores que por cualquier motivo no
hubiesen obtenido un aumento salarial a partir del 1 de Enero de
2015, los Árbitros adoptaron una decisión retrospectiva en los
términos que más adelante quedarán consignados.

(…)

ARTÍCULO 5. Salarios. COLRECICLADORA reconocerá


incrementos salariales así:
1) Retrospectivamente y a partir del 1 de enero de 2015, para
aquellos trabajadores afiliados a SINTRAPULCAR que por
cualquier circunstancia no hubieren recibido un aumento, en
virtud de los principios de no discriminación, el Laudo ordena
que se reconozca en forma igualitaria el mismo aumento que la
empresa reconoció para todos los trabajadores, o sea, el 4.6%
más 0.3 para un total de 4.9%.
En ningún caso se podrá pagar este aumento decretado por el
Laudo adicionado al que ya hubiese realizado la empresa. Y solo
se realizará a los trabajadores afiliados a SINTRAPULCAR que no
lo hubieren recibido.
2) A partir del 1 de Enero de 2016, para quienes se beneficien del
presente laudo, se ordena un incremento salarial del IPC del
año inmediatamente anterior, o sea el que se establezca a 31
de Diciembre de 2015, más 0.3%.
3) Quienes para la fecha de los incrementos aquí decretados
devenguen el salario mínimo legal, éste será incrementado
adicionalmente en el 0.3%.

(…)

ARTÍCULO 10. Permisos para diligencias sindicales. La


empresa COLRECICLADORA S.A. reconocerá permiso remunerado
hasta por ocho (8) horas al mes, no acumulables a un Directivo
Sindical de SINTRAPULCAR Nacional o Seccional, para atender
diligencia de naturaleza sindical.
Parágrafo. Los permisos se solicitarán con mínimo cinco (5) días
de anterioridad para que la empresa COLRECICLADORA,
organice los reemplazos correspondientes.

(…)

ARTÍCULO 12. Auxilios educativos. La empresa


COLRECICLADORA S.A. reconocerá lo siguiente:

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Radicación n.° 73262

Corresponde a $332.175 pesos moneda corriente por año por


cada hijo del trabajador menor de 25 años que se encuentre
estudiando. No es acumulable. Este valor se gira a nombre del
trabajador y no constituye salario.
El auxilio es otorgado para cursar estudios por parte del
trabajador y/o por los hijos reconocidos de éste.
El trabajador debe presentar la matrícula del año o semestre de
educación formal del trabajador o de su hijo según sea el caso.
Este auxilio cubre también el pago de derechos de grado.
En el caso que el estudio sea de un hijo del trabajador se debe
presentar el registro civil.
Parágrafo 1. Los árbitros por mayoría deciden que los auxilios o
beneficios adicionales aquí establecidos, no constituyen salario ni
factor de salario para ningún efecto laboral o parafiscal, con
EXCEPCIÓN de la Prima de Navidad y prima de Vacaciones, que
tienen impacto salarial.
Parágrafo 2. En ningún caso, se acumularán, ni coexistirá, ni
serán beneficios simultáneos, paralelos, ni compatibles, ni se
repetirán o duplicarán incrementos o pagos derivados del
presente laudo y cualquier otro acuerdo individual o colectivo.

Artículo 13. Préstamos para calamidad doméstica y


vivienda. La empresa COLRECICLADORA S.A. reconocerá a los
beneficiarios del presente Laudo, préstamos así:

Corresponde hasta 100% de su salario básico vigente con un tope


de $3.221.750.00 pesos moneda corriente. Este préstamo no
tendrá cobro de intereses.
En caso de calamidades sucesivas se presta hasta su cupo
disponible.
El plazo máximo para el pago de este préstamo corresponde a 12
meses calendario.
Consideraciones adicionales requieren aprobación del
representante legal de Colrecicladora.
El trabajador debe firmar el formato de autorización de descuento
con el respectivo plan de pagos cuyo control será llevado por el
Jefe de Contabilidad.
Nota: Las primas se pueden incluir como parte del plan de pagos.
Este préstamo puede ser utilizado para los siguientes conceptos:
Compra y reparación de vivienda, levantamiento de gravamen
hipotecario, matrículas de educación, siempre y cuando se reúna
los requisitos legales para ello.

Artículo 14. Auxilio de maternidad. COLRECICLADORA,


durante la vigencia del presente laudo, reconocerá un auxilio de
maternidad por la suma de Doscientos mil pesos ($200.000) por
cada hijo que nazca vivo, de un trabajador de la empresa, previa
presentación del registro civil de nacimiento, que se cancelará
dentro de los diez (10) días siguientes a su presentación.

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Artículo 15. Auxilio de defunción. La empresa


COLRECICLADORA S.A. reconocerá lo siguiente a los beneficiarios
del presente Laudo:
Un auxilio por defunción, así: El valor de este auxilio corresponde
a $332.175 pesos moneda corriente. Este valor se gira a nombre
del trabajador y no constituye salario. Se otorga para los gastos
funerarios en caso de muerte de cualquier de las siguientes
personas: Padre, madre, esposa o compañera permanente e hijos
del trabajador.
Para su pago el trabajador debe presentar el certificado de
defunción y comprobar el parentesco (En el caso de los padres
presentar registro civil, en el caso de la esposa o compañera
permanente presentar partida de matrimonio o declaración extra
juicio).
Este auxilio se puede otorgar hasta tres veces en el año por
trabajador.
Parágrafo. Este beneficio. No constituye salario para ningún
efecto prestacional ni parafiscal.
En ningún caso se acumularán, ni coexistirá, ni serán
beneficiarios simultáneos, ni paralelos, ni compatibles, ni se
repetirán o duplicarán incrementos o pagos derivados del
presente laudo y cualquier otro acuerdo individual o colectivo.

III. RECURSOS DE ANULACIÓN

Fueron interpuestos por la organización sindical y la


empresa y concedidos por el Tribunal. Esta Sala avocó el
conocimiento del asunto y ordenó correr traslado a las
partes por separado (fls. 5-6 del cuaderno principal),
presentándose solamente la oposición de la empresa frente
al recurso del sindicato.

IV. RECURSO ORGANIZACIÓN SINDICAL

La organización sindical presenta su impugnación


frente al laudo arbitral, solicitando: i) la anulación respecto
de las cláusulas relativas a la vigencia del laudo arbitral,
incrementos salariales, permisos de orden sindical, auxilios
educativos y préstamo para calamidad doméstica y

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vivienda; ii) la devolución al Tribunal para que se pronuncie


sobre los puntos 10.1 sobre escalafones y 10.2 relativo a
ascensos y vacantes y 27 referido a tabla indemnizatoria; y
iii) la convocatoria al Tribunal para que decida
positivamente las peticiones de prima de antigüedad,
transporte, prima de junio y auxilios de deporte y de
anteojos.

En aras de fundamentar su solicitud, el sindicato


recurrente sostiene que la cláusula sobre vigencia del laudo
debe ser anulada por esta corte, dado que se estableció en
dos años, sin tener en cuenta que se pidió que fuera de un
año (1 de enero a 31 de diciembre de 2013). Además,
resalta que la demora por parte del Ministerio del Trabajo
para convocar el tribunal de arbitramento no podía ser
trasladada a los trabajadores, provocando situaciones sin
definición alguna para éstos y desestimulando la
negociación colectiva, dado el trámite de la convocatoria,
pues en éste existen tiempos vacíos, al no tomarse la
decisión en los términos legales, además de que las
decisiones no se notifican de manera eficiente.

Asimismo, indica que se hace imperativo anular el


artículo 5 del laudo, en la medida en que ordenó
incrementos salariales a partir del 1 de enero de 2015 y se
disponga a devolverlo a los árbitros para que definan sobre
este beneficio, respecto de los años 2013 y 2014 de manera
retrospectiva, pues claramente en este periodo los
trabajadores no recibieron aumento salarial como lo pedían
en el pliego de peticiones, sino por la decisión unilateral de

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la empresa, lo cual deslegitima el accionar de los sindicatos,


por cuando basta entonces con que el patrono de buena fe
haga incrementos según su particular consideración.
Precisa que no se compadece con la situación de los
salarios devengados por los trabajadores que el reajuste sea
del 0.3%, con desconocimiento de que, por ejemplo, en el
2016, el IPC rodea el 4% y la inflación dejó de estar
regulada.

Arguye, igualmente, que en el pliego de peticiones el


sindicato solicitó que los permisos para diligencias de orden
sindical fueran de 40 horas y el Tribunal solamente
concedió 8 horas, tiempo que resulta limitado y obstaculiza
la actividad de los dirigentes a fin de realizar una buena
representación de la organización sindical, de manera que
los miembros de Junta Directiva deben poder acceder a un
tiempo razonable para efectuar su gestión como presentar
documentos ante las entidades administrativas o generar
vínculos de solidaridad con otras organizaciones sindicales.

En cuanto a la decisión por auxilios educativos, pide


su anulación, dado que la cuota establecida de $322.175 no
se compadece con los costos económicos para carrera
técnica o universitaria y a lo sumo serviría para menguar
los gastos de transición, primaria y secundaria, ya que el
monto resulta insuficiente para estudios superiores, que
implican gastos elevados para transporte, materiales y
matrícula, deficiencia que, dice, se puede predicar respecto
de los demás derechos, salvo primas de navidad y de
vacaciones.

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De otra parte, pide la anulación parcial del artículo


13 del laudo que estableció el préstamo para compra y
reparación de vivienda, por cuanto el sindicato pidió la
suma de $40.000.000, mientras que se concedió como valor
máximo el salario básico cuando éste es en promedio menor
a un (1) millón de pesos, de suerte que establecer este
monto como préstamo para vivienda resulta irrisorio,
máxime en las condiciones del sector inmobiliario en la
ciudad de Bogotá.

En relación con la solicitud de devolver a los árbitros


el expediente para que se pronuncien sobre escalafón
salarial, vacantes y tabla indemnizatoria, asevera que la
empresa presentó la documentación relativa a los diferentes
cargos existentes, lo que hace posible implementar el
escalafón salarial que reconozca las destrezas necesarias
para éstos; que se requiere el establecimiento de un comité
que se ocupe del tema de las vacantes para que no sean
ocupadas por personas nuevas, teniendo en cuenta el
esfuerzo constante de los trabajadores de la empresa que
permita a éstos obtener cargos superiores; y que la tabla
indemnizatoria legal por despido sin justa causa viene
disminuyendo desde la Ley 50 de 1990, por lo que la
solicitud del sindicato pretende que los trabajadores reciban
una suma de dinero que les permita iniciar la búsqueda de
un nuevo trabajo.

Sobre los puntos negados por el Tribunal, aduce que


debían haber sido concedidos, por cuanto los árbitros se

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basaron en meras especulaciones sobre la situación


económica de la empresa, lo cual no está probado, siendo
que el fundamento de la decisión son los argumentos
parcializados de los falladores, razón más que suficiente
para volver a convocar al Tribunal para que acceda a lo
solicitado. En este orden, afirma que el monto solicitado
para prima de antigüedad no resulta exagerado, pues no se
paga todos los años y los salarios de los trabajadores son
bajos; que el beneficio para transporte constituye una
sentida necesidad en una ciudad como Bogotá en donde
cada día es más costoso, de donde emerge que un
transporte en rutas puede ayudar a los empleados a
mejorar su calidad de vida; que la prima de junio se halla
justificada como la de diciembre y que, a pesar de estar
reconocida en la ley como un derecho mínimo, el sindicato
aspiraba a mejorar en sus condiciones; que también se
pretendió el auxilio para deportes en un monto mínimo lo
cual en nada afectaría económicamente a la empresa; y
que, contrario a lo aducido en el laudo, las entidades
prestadoras de salud o administradoras de riesgos
profesionales no asumen el pago de anteojos.

V. OPOSICIÓN

Aduce la empresa que no le asiste razón a la


organización sindical en su recurso y que el laudo arbitral
consultó, en los aspectos impugnados, los criterios de
equidad y proporcionalidad.

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VI. CONSIDERACIONES

La función de esta Corporación, en sede del recurso


extraordinario de anulación, de conformidad con el artículo
143 del C.P.T. y de la S.S., se limita a verificar la
regularidad del laudo arbitral, proferido con ocasión de un
conflicto colectivo de intereses, así como a corroborar que
aquél no haya extralimitado el objeto para el cual fue
convocado o que no haya vulnerado derechos o facultades
constitucionales, legales o convencionales consagrados a
favor de cualquiera de las partes o que no contenga
cláusulas abiertamente inequitativas para éstas. De igual
forma, cuando los árbitros tenían competencia para definir
algún aspecto y no lo hicieron, podrá la Sala devolver el
expediente a fin de que efectúen el pronunciamiento
correspondiente.

En la sentencia SL17703-2015, sobre el papel de la


Corte, en sede del recurso extraordinario de anulación, se
asentó:

El art. 143 del C.P.T. y S.S. prevé:

ARTICULO 143. - D. 1818/98 art. 195. Homologación de


laudos de tribunales especiales. El laudo que profiera un
tribunal especial de arbitramento, cuando el arbitraje fuere
de carácter obligatorio, será remitido con todos sus antecedentes
al Tribunal Supremo del Trabajo (hoy Sala Laboral de la Corte
Suprema), para su homologación, a solicitud de una de las partes
o de ambas, presentada dentro de los tres días siguientes al de su
notificación. El tribunal, dentro del término de cinco días,
verificará la regularidad del laudo y lo declarará exequible,
confiriéndole fuerza de sentencia, si el tribunal de arbitramento no
hubiere extralimitado el objeto para el cual se le convocó, o lo
anulará en caso contrario.

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Si el tribunal hallare que no se decidieron algunas de las


cuestiones indicadas en el decreto de convocatoria, devolverá el
expediente a los árbitros, con el fin de que se pronuncien sobre
ellas, señalándoles plazo al efecto, sin perjuicio de que ordene, si
lo estima conveniente, la homologación de lo ya decidido.

A partir de una lectura de esa disposición pueden derivarse


tres (3) actuaciones que le corresponde adelantar a esta Sala de la
Corte al momento de resolver un recurso de anulación: (I) declarar
exequible el laudo, confiriéndole fuerza de sentencia o, lo que es lo
mismo, NO anularlo; (II) anularlo cuando aparezca fundado un
motivo de invalidez; (III) devolver el expediente al Tribunal cuando
los árbitros hayan omitido decidir sobre algunos puntos para los
cuales fueron convocados.

De la mano con esas tres posibilidades de orden legal en las


que puede desembocar el resultado el recurso, y de forma muy
excepcional, la jurisprudencia de esta Corporación, en aras
preservar la voluntad de los árbitros y, en esa medida,
salvaguardar el arbitraje como uno de los medios eficaces y
óptimos para la solución de los conflictos colectivos, ha aceptado
la viabilidad de introducir (IV) «[…] precisos elementos que
modifiquen el significado, alcance, o entidad de una cláusula,
para despojarlas de los rasgos jurídicos o económicos que la
hacen ilegal o inequitativa» (CSJ SL, 15 may. 2007, rad. 31381).
Con ello, se busca conservar el contenido esencial de algunas
cláusulas, mediante la precisión, modificación o aclaración de
algunas notas o frases que, de no existir, hacen que la disposición
sea perfectamente rescatable.

Evidentemente, para que ello sea así, debe existir un


pronunciamiento positivo de los árbitros respecto a algún punto
del pliego de peticiones, que, en aras de su asepsia, la Corte
pueda entrar a condicionar o modular para despojarlo de los
elementos que lo hacen abiertamente inequitativo o ilegal.

De esta forma, el abanico de decisiones que puede adoptar


la Corte al resolver el recurso de anulación es un tanto restringido,
pues se contrae a esas tres posibilidades (anula, no anula o
devuelve) y a una cuarta muy excepcional (condiciona o modula).
Por las mismas razones, no podría entrar a anular una cláusula y
a continuación, dictar una decisión de reemplazo, dado que su
competencia, por disposición legal, se agota en la anulación.

Al respecto, en sentencia CSJ SL13016-2015, esta Sala


explicó:

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[…] la competencia de la Corte se contrae a (i) invalidar una


determinada decisión cuando exhiba un motivo de anulación o (ii)
declararla exequible en caso contrario; o (iii) a devolver el
expediente a los árbitros cuando hayan omitido pronunciarse
respecto de un punto sobre el cual se encuentren en el deber de
hacerlo. Pero en definitiva no tiene atribuciones para dictar un
fallo de reemplazo, sustituyendo el deber de los árbitros de decidir
en equidad.

Siendo ello es así, es de advertir que el recurso de anulación


propuesto por la organización sindical no puede tener éxito, puesto
que, en últimas, lo que se persigue con él es que esta Sala, por vía
del recurso extraordinario, anule parcialmente unas disposiciones
del laudo y conceda unos auxilios y beneficios no reconocidos
expresamente por el Tribunal de Arbitramento.

Bajo este marco, la Corte se pronunciará sobre cada


uno de los puntos objeto de inconformidad expuestos por
ambas partes en sus respectivos recursos de anulación, en
los siguientes términos:

i) Vigencia del laudo arbitral e irregularidades del


proceso de negociación colectiva

Contrario a lo alegado por el sindicato recurrente, esta


Sala de la Corte tiene asentado que, de conformidad con el
artículo 461, numeral 2 del C.S.T., los árbitros tienen
competencia para fijar la vigencia del laudo en un término
que no supere los dos (2) años, dependiendo de las
particularidades de cada caso, por lo que tienen autonomía
para definir la vigencia sin superar este tope máximo, así
no corresponda con lo solicitado por la organización
sindical en el pliego de peticiones.

En efecto, en la sentencia SL7808-2016, sobre este


puntual aspecto se sostuvo:

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Reprocha el Sindicato recurrente la vigencia del Laudo


dispuesta por el Tribunal de Arbitramento, en tanto estima que al
fijarla por dos (2) años se superaron los parámetros del Pliego de
Peticiones de acuerdo con el cual el plazo era de un (1) año,
comprendido entre el 1º de noviembre de 2012 y el 31 de octubre
de 2013 (fls. 93 y 94 del cuaderno principal).

El Tribunal adujo como apoyo de su decisión, que era viable


hacer uso de la discrecionalidad que el legislador le otorgó en el
literal b) del art. 461 del C.S.T., es decir, los dos años, «que
permitiría en los puntos de decisión, obtener la tranquilidad
laboral y pacificación laboral en el ámbito de las relaciones
directas y de entendimiento entre las partes, por el período que
permita obtener el provecho interpartes de la relación laboral
entre estas suscitado por virtud de los contratos celebrados y su
ejecución (…) Así las cosas, no es incompatible con el campo de
aplicación de su vigencia lo dispuesto en el artículo 463cccc (sic)
para determinar que al ser tan puntuales los temas que se
definen en este laudo y exclusivos para su vigencia este laudo
señalará como periodo de su vigencia los dos años a que se
contrae a (sic) norma citada(…)».

Para el caso que ocupa la atención de la Sala, se impone


memorar que ha sido criterio uniforme de la Corte Suprema de
Justicia los siguientes aspectos: (i) que en virtud de lo estatuido
en el num. 2º del art. 461 del C.S.T., los Tribunales de
Arbitramento tienen competencia para determinar la vigencia de
un laudo en un periodo que «no puede exceder de dos años»; y (ii)
un fallo arbitral puede señalar un término de vigencia distinto al
aspirado en el pliego de peticiones, siempre que no supere el
señalado por la ley (ver sentencia CSL SL del 18 de abr. 2006,
rad. 28.770).

En aquella oportunidad la Corporación citó los siguientes


apartes de la sentencia CSJ SL de Homologación del 15 de feb.
2000, rad. 14.048, para precisar:

“La vigencia de los Laudos es uno de los puntos de mayor


trascendencia en cuanto concierne a la equidad. Por lo tanto,
exige de los falladores un cuidado especial para procurar la
realización teleológica de la función arbitral. Este tema constituye
uno de los aspectos de ‘envoltura’ de la normatividad colectiva en
la medida en que lo dispuesto por los árbitros sobre él afecta al
conjunto de ella. Por eso mismo, en principio, no puede ser
abocado aisladamente, sino dentro del contexto de las
resoluciones del tribunal.

“En ese orden de ideas, las únicas limitaciones en derecho que


tienen los árbitros al señalar los linderos temporales del fallo
colectivo que profieran son las que determine expresamente la ley,

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sin que estén sujetos a la camisa de fuerza de las aspiraciones de


las partes sobre el particular.

“Y esa única restricción legal está contenida en el artículo 461 del


código sustantivo del trabajo que precisamente regula ‘El efecto y
vigencia de los fallos arbítrales’, y en su numeral 2 prescribe que
‘La vigencia del fallo arbitral no puede exceder de dos años’.

“De tal modo que los árbitros pueden disponer que desde la fecha
de expiración de la convención colectiva denunciada en adelante
rija el fallo arbitral durante el lapso que en equidad estimen
razonable, sin exceder de dos años y siempre que ese punto haya
sido sometido a su decisión.

“Del precepto invocado se desprende que así los mismos


trabajadores hayan fijado en el pliego de peticiones una vigencia
superior al bienio y ello no hubiera sido materia de acuerdo en la
etapa de arreglo directo, si el conflicto se resuelve por medio de
arbitramento, el Laudo que allí se profiera, por disposición
expresa del legislador, no puede exceder de dos años. Ello quiere
decir que en ese evento, no priva la voluntad de quienes
promovieron el conflicto, en virtud del mandato legal y de la
misma naturaleza económica afectada por la constante evolución
de las condiciones económicas, que exigen una revisión del
contenido convencional para efectos de adecuar sus cláusulas a
la realidad del momento y del inmediato futuro, como también de
estabilizar las condiciones de la prestación de los servicios.

“La razonable limitación de los dos años es válida ya que


por lo explicado sería poco probable en la realidad, que los
mismos trabajadores en la autocomposición suscribieran una
convención colectiva de trabajo a perpetuidad o por lo menos
durante un lapso mayor.

“Más dentro de ese lindero legal, los árbitros están facultados


para señalar el ámbito temporal de la nueva normatividad
arbitral no avenida por las partes, llegando incluso a
disponer que su expiración sea ulterior a la propuesta por
los trabajadores en el pliego de peticiones.

“Esta modalidad de vigencia, que la doctrina denomina de


‘duración estipulada’ o ‘impuesta legalmente’, evita inclusive el
desgaste tanto de las organizaciones sindicales como de las
empresariales que se ven en la necesidad de tramitar un conflicto
cuando no han resuelto el anterior, como se ha visto en alguno
casos en que el Tribunal profiere un Laudo cuando ya ha vencido
el plazo propuesto por los trabajadores en el pliego de peticiones,
como tuvo oportunidad de expresarlo esta Sala en Homologación
del 22 de noviembre de 1989. De manera que es ahí donde esa
disposición legal cumple con el cometido de garantizar también la
estabilidad en las condiciones de prestación del servicio.”

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Radicación n.° 73262

En cuanto a las fechas que el Tribunal de arbitramento definió se


enmarcaban dentro de los dos (2) años en comento, al decir: «El
presente laudo arbitral rige a partir de la fecha de su expedición
(21 de abril de 2014) y hasta el 21 de abril de 2016», debe
recordarse que la fecha de inicio de la vigencia del laudo arbitral
resulta de la expedición de tal decisión, ya que las normas
convencionales anteriores se extienden hasta el día anterior al que
se pone fin al conflicto colectivo, en este caso con el laudo arbitral
tal como lo consagra el citado artículo 461 del C.S.T.

A la luz de este criterio jurisprudencial, a pesar de que


la organización sindical pretendió que la vigencia del laudo
fuera de un (1) año, comprendida entre el 1 de enero y el 31
de diciembre de 2013, el tribunal de arbitramento podía
imponer una vigencia diferente sin superar el máximo legal,
tal como se hizo en el presente asunto, en el que se ordenó
que la decisión tendría vigor durante dos (2) años contados
desde su ejecutoria.

Ahora bien, sobre la presunta demora por parte del


Ministerio del Trabajo para convocar el tribunal de
arbitramento desde la presentación del pliego de peticiones,
la Sala no tiene competencia alguna para examinar
posibles irregularidades presentadas durante el desarrollo
del conflicto colectivo del trabajo, tal como se sostuvo
recientemente en la sentencia SL7801-2016, en la que se
destacó que “… esta Sala de la Corte ha tenido oportunidad
de fijar la orientación doctrinaria sobre su falta de
competencia para pronunciarse sobre irregularidades o
vicios que pudieron cometerse en el trámite del conflicto
colectivo del trabajo”.

ii) Retrospectividad incrementos salariales

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Radicación n.° 73262

Carece de fundamento la solicitud del sindicato


recurrente relativa a que la Corte debe remitir el expediente
para que los árbitros se pronuncien sobre el aumento
salarial retrospectivo de los años 2013 y 2014, por cuanto
este beneficio no fue solicitado en el pliego de peticiones por
la organización sindical, tal como consta a folios 52-58 del
cuaderno principal, de suerte que el Tribunal no tenía la
obligación de pronunciarse sobre el mismo como lo plantea
desacertadamente el recurrente.

Vale la pena destacar que la función del recurso


extraordinario de anulación en la legislación del trabajo, es
esencialmente mostrar que los árbitros desconocieron
facultades o derechos constitucionales, legales o
convencionales de las partes o que adoptaron cláusulas
abiertamente inequitativas para las partes, mas no
constituye un instrumento que permita modificar o variar
las condiciones iniciales del conflicto de intereses
adelantado entre las partes, pues ello implicaría un
desconocimiento del debido proceso constitucional y del
objetivo del proceso de negociación colectiva.

De igual forma se equivoca la organización sindical


cuando afirma que el Tribunal dispuso para el segundo año
de vigencia del laudo arbitral un incremento equivalente al
0.3%, pues basta una simple lectura de su texto para
entender que lo que dispusieron los árbitros fue un
aumento salarial equivalente al IPC del año inmediatamente

17
Radicación n.° 73262

anterior, esto es, 2015, más 0.3%, por lo que el movimiento


general del índice de precios al consumidor sí fue tomado
en cuenta para otorgar este beneficio.

Por los anteriores motivos, no son de recibo los


argumentos planteados por el sindicato en contra del
artículo 5 del laudo arbitral.

iii) Permisos sindicales

En materia de permisos para diligencias sindicales, a


pesar de que la organización sindical pretendió que se
dispusiera extralegalmente la consagración de un permiso
sindical remunerado a los directivos sindicales de la
Subdirectiva Bogotá o en la ciudad en que se llegase a
conformar equivalente a 40 horas para cada uno, lo cierto
es que el Tribunal determinó que fuera hasta por ocho (8)
horas al mes, no acumulables, a un directivo sindical y con
la exclusiva finalidad de atender diligencias de naturaleza
sindical.

Contrario a lo alegado por la organización sindical, el


permiso otorgado en el laudo no luce limitado y reducido
para efectuar diversas diligencias del sindicato, tales como
entrega de solicitudes, documentación, peticiones y/o
similares o conexas lo cual puede razonablemente efectuar
un solo directivo sindical encargado de dicha misión y no
todos como lo pretendió el sindicato. Además, el tiempo de
8 horas se torna en proporcional para la finalidad de

18
Radicación n.° 73262

atender gestiones de naturaleza sindical, que no puede ser


confundida con la representación directa de la organización,
como lo hace la recurrente, pues para tal efecto justamente
el Tribunal estableció otros beneficios como los permisos
sindicales – nacionales e internacionales, para asistir a
congresos regionales, nacionales o internacionales, así
como los permisos remunerados para cursos sindicales o
los permisos para asistir a reuniones de junta directiva
seccional o nacional.

En consecuencia, resulta infundado el reproche


elevado por el sindicato recurrente en contra del artículo 10
del laudo arbitral.

iv) Auxilios educativos, préstamo para vivienda y


puntos negados por equidad

La organización sindical no cumple con su obligación


de mostrar a la Corte por qué la cláusula de auxilios
educativos resulta inequitativa de cara a las condiciones
económicas y financieras de la empresa. Para la Sala la
mera afirmación de que el monto de $332.175 pesos por
año no alcanza para cubrir los gastos de carreras técnicas
y/o universitarias no es suficiente. Además, de proceder la
Sala a anular la cláusula sería en perjuicio de la propia
organización sindical, pues, como se dijo, al inicio de las
consideraciones, las facultades de la Corte en sede del
recurso de anulación no van hasta poder dictar una
decisión de reemplazo, que sustituya a los árbitros.

19
Radicación n.° 73262

Igual acontece con el artículo 13 que contiene el


beneficio de préstamo para vivienda y otros, pues la
impugnante se limita a sostener que lo concedido es
insuficiente en las condiciones del sector inmobiliario en la
ciudad de Bogotá y que el sindicato había demandado un
monto superior, olvidando mostrar por qué aquél era
inequitativo y cuál era el fundamento para otorgar uno
superior por parte de los árbitros, además de que su
anulación conllevaría al perjuicio de la propia organización
sindical.

Los reproches sobre los puntos negados totalmente


por el Tribunal, relativos a prima de antigüedad,
transporte, prima de junio y auxilios para deportes y para
gafas no muestran la presunta inequidad y, en todo caso,
de procederse a su anulación sería en perjuicio del mismo
sindicato, pues la Corte carece de facultades para emitir
una decisión en reemplazo de la proferida por los árbitros.

Por consiguiente, no es fundada la objeción expuesta


en contra de los artículos 12 y 13 del laudo sobre auxilios
educativos y préstamos para vivienda y otros.

v) Devolución al tribunal de arbitramento para que


se pronuncien sobre escalafón salarial, vacantes
y tabla indemnizatoria

Vale la pena recordar que el Tribunal decidió inhibirse


respecto de los puntos 10.1 sobre escalafón salarial, 10.2
sobre vacantes y ascensos y 27 sobre tabla indemnizatoria,

20
Radicación n.° 73262

contenidos en el pliego de peticiones presentado por el


sindicato, en razón de que versaban sobre facultades de las
partes y que eran temas que pudieran ser impuestos vía
arbitral, dado que comprometerían la esfera íntima de
gestión y gobierno de la empresa.

La Sala encuentra que tal consideración sí es


predicable respecto de los artículos 10.1 y 10.2 del pliego
de peticiones, por cuanto allí se pretendía la creación de un
comité integrado por dos (2) representantes de la empresa y
dos (2) representantes del empleador cuya finalidad era
reglamentar los ascensos y el lleno de vacantes y establece
un escalafón salarial lo cual evidentemente, en los términos
en que están redactadas las peticiónes, limita seriamente la
libertad y la facultad del empleador de establecer quiénes y
bajo qué condiciones pueden obtener una promoción en el
empleo y la forma en que deben llenarse los cargos libres
de la empresa, así como la fijación de los salarios según los
cargos, aspectos que se derivan de la facultad del ius
variandi que le otorga la legislación del trabajo a cualquier
patrono y que puede ser utilizada por éste según sus
necesidades particulares (ver sentencias CSJ SL, 13 may,
2008, Rad. 34622 y CSJ SL, 15 jul. 2008, Rad. 35927).

No obstante, la Sala no encuentra que los derechos y


facultades reconocidos constitucional o legalmente al
empleador se vean afectados por la petición 27 relativa a
tabla indemnizatoria como para predicar la incompetencia
de los árbitros para examinarla según el criterio equidad.

21
Radicación n.° 73262

En efecto, con el punto 27 del pliego de peticiones la


organización sindical solamente pretende que se establezca
una tabla indemnizatoria en caso de despido sin justa
causa que proceda de manera adicional a la legal, así:

“27.1 80 días de salario promedio cuando el trabajador tuviera un


tiempo de servicios superior a dos (2) meses y no mayor a un año.
27.2. Si el trabajador tuviera más de un año de servicios
continuos y menos de diez (10), se le pagará treinta (30) días
adicionales de salario promedio sobre los ochenta (80) días del
literal 27.1, por cada uno de los años de servicio subsiguiente al
primero y proporcional por fracción.
27.3 Si el trabajador tuviera diez (10) o más años de servicios y
menos de veinte (20) años, se le pagará treinta (30) días
adicionales de salario promedio sobre los días del literal 27.1 y
27.2, por cada uno de los años de servicio subsiguientes al
primero y proporcional por fracción.
27.4 Si el trabajador tuviera veinte años (20) o más de servicios
continuos y menos de treinta (30), se le pagarán veinte días de
salario promedio más que los del literal anterior por cada año de
los servicios subsiguientes al primero y proporcional por fracción.
27.5 Si el trabajador tuviera más de treinta años (30) de servicios
continuos, se le pagarán treinta (30) días de salario promedio
más que todos los días juntos de los anteriores literales”.

Sobre este tipo de peticiones, en las que la


organización sindical tiene por objeto la superación de un
mínimo legal, en cuanto a aumentar los montos por
indemnización por despido sin justa causa, esta Sala ha
resaltado que los árbitros tienen plena competencia para
conocerlos, pues no comprometen las facultades del
empleador y se enmarcan dentro de la finalidad genuina de
un proceso de negociación colectiva, que esencialmente es
superar beneficios laborales legales consagrados a favor de
los trabajadores. En la sentencia SL8693-2014, se afirmó:

“No halla la Sala motivo de anulación en el artículo sexto


que dispuso incrementar el valor de los días a pagar por despido
sin justa causa, porque con ello los árbitros no rebasan sus

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Radicación n.° 73262

facultades ni constituye inequidad, pues como lo ha dicho esta


Corte, unos de los fines de las organizaciones sindicales es
«mejorar las consecuencias de una desvinculación injusta».
(Sentencia del 15 de febrero de 2007, radicación 31147).

Sobre este particular tema la jurisprudencia de la Sala se


ha pronunciado, y ha dicho que la decisión de los árbitros de
hacer un reajuste en la tabla indemnizatoria por terminación del
contrato sin justa causa, no constituye inequidad; así, por ejemplo,
en sentencia del 14 de octubre de 2009, radicación 41917, esto
dijo la Corte:

Además, respecto al incremento de la indemnización por despido,


frente al monto legalmente previsto, debe decirse que no aparece
una manifiesta inequidad que conduzca a la anulación del punto,
amén de que el Tribunal de Arbitramento, por mayoría, consideró
que el hecho generador del resarcimiento, ocurriría de modo
excepcional y que el valor de la indemnización no se configura en
una carga excesiva para la entidad.

De manera que se devolverá la actuación al tribunal


de arbitramento para que, dentro de los diez (10) días
siguientes a su reinstalación decida sobre el artículo 27 del
pliego de peticiones conforme a la parte motiva de esta
providencia.

VII. RECURSO EMPLEADORA

La empresa, en la sustentación de su recurso de


anulación, plantea esencialmente que se configuró una
protuberante inequidad por parte de los árbitros en los
artículos 14 sobre auxilio de maternidad y 5, numerales 2 y
3, referido a incrementos salariales, así como una
extralimitación en la competencia, al imponer el artículo 15
de la decisión, concerniente al auxilio de defunción.

Para sustentar los anteriores reproches, la empresa


alega que el hecho de establecer un auxilio de maternidad a

23
Radicación n.° 73262

favor de los trabajadores sindicalizados cuando los que no


están vinculados a un sindicato no gozan de este beneficio
conlleva a que en la práctica se generen condiciones
inequitativas y discriminatorias que vulneran los derechos
fundamentales de quienes han decidido libremente ejercer
su derecho de asociación negativo y ponen en riesgo la
situación económica de la empresa, tal como, dice, queda
evidenciado en la sentencia SU- 569 de 1996 de la Corte
Constitucional, por lo que se impone un trato igualitario a
todos los trabajadores que se encuentren dentro de un
mismo contexto laboral, según el mandato constitucional.

Aunado a lo anterior, arguye que el Tribunal carecía


de competencia para fijar el auxilio de defunción, pues no
puede modificar el pliego de peticiones presentado por la
organización sindical y, por esta vía, decidir sobre aspectos
no solicitados, de suerte que, al establecer a favor del
sindicato un auxilio que nunca solicitó, se vulneran los
derechos de la organización sindical y de su facultad
autónoma de fijar el alcance del pliego de peticiones.
Resalta que, en materia de laudos arbitrales, opera el
principio de congruencia, imponiéndole a los árbitros no
pronunciarse sobre puntos que no han sido objeto de
discusión entre trabajadores y empresa.

Finalmente, reprocha que imponer incrementos


salariales para el segundo año de vigencia del laudo arbitral
así como para el personal sindicalizado que devengue el
salario mínimo a la fecha constituye un acto que pone en
riesgo los intereses de la empresa y, por consiguiente, la

24
Radicación n.° 73262

posibilidad de generar empleo. En igual sentido, manifiesta


que los árbitros desconocieron que la empresa en los
últimos años ha efectuado aumentos por encima de la
inflación permitiéndoles a sus trabajadores conservar e
incrementar el poder adquisitivo de sus salarios, de donde
se imponía recordar que las decisiones de los árbitros
debían ser tomadas con base en la equidad,
proporcionalidad y razonabilidad, tal como lo advirtió esta
Corte en las sentencias CSJ SL, 26 feb. 2014, rad. 59713 y
CSJ SL, 2 may. 2012, rad. 53128.

VIII. CONSIDERACIONES

i) Vulneración principio de igualdad trabajadores


no sindicalizados

Contrario a lo alegado por la empresa recurrente, los


árbitros no desconocieron el principio de igualdad
constitucional y de no discriminación, al ordenar a favor de
los trabajadores sindicalizados el auxilio de maternidad en
la suma de $200.000 por cada hijo que nazca vivo, pues la
situación de aquéllos no es igual a la de los trabajadores no
sindicalizados como para predicar que ambos tipos de
empleados merecen un igual tratamiento jurídico.

En efecto, el ordenamiento jurídico permite que los


trabajadores que se sindicalizan puedan promover
conflictos de intereses ante el empleador cuya finalidad es
la suscripción de convenciones colectivas del trabajo que
mejoren las condiciones laborales vigentes para los

25
Radicación n.° 73262

contratos individuales de los miembros de la organización


sindical, de manera que si aquéllos obtienen beneficios
laborales adicionales, ello no se torna en discriminatorio
frente a los trabajadores no sindicalizados, pues
justamente la Constitución Política de 1991 y los tratados
internacionales, tales como los Convenios 87, 98, 151 y
154 de la Organización Internacional del Trabajo – O.I.T.-,
protegen el derecho de asociación sindical y de negociación
colectiva para los trabajadores que libremente opten por
vincularse a un sindicato.

Recientemente, en la sentencia SL5887-2016, sobre


este aspecto puntual, se dijo:

“A juicio de la Sala, tal circunstancia no constituye un trato


discriminatorio infundado, debido a que los trabajadores afiliados
al sindicato no se encuentran en la misma situación jurídica de
quienes no están sindicalizados. La ley laboral autoriza a los
primeros a promover conflictos colectivos y adelantar
negociaciones orientadas a la suscripción de convenciones
colectivas para mejorar sus contratos de trabajo. De forma que, si
en uso de esta posibilidad de negociación y suscripción de
acuerdos colectivos, un trabajador sindicalizado obtiene un valor
agregado en sus condiciones de empleo a diferencia de otros
trabajadores no asociados, ello no es ilegítimo; por el contrario, el
Derecho lo permite y, más aún, lo promueve en el marco de la
política de estímulo a la libre asociación sindical, concertación
laboral y trabajo decente.
Por esto, en estos eventos podría decirse que existen dos
factores de diferenciación objetivos y razonables, que operan
sincrónicamente. El primero consiste en la afiliación o pertenencia
a una organización sindical que tienen unos a diferencia de otros,
como acto jurídico que por antonomasia habilita el acceso a los
beneficios que otorga privilegiadamente la calidad de
sindicalizado. El segundo, consiste en que es la ley, de manera
objetiva, la que consiente estas diferencias en favor del grupo de
los trabajadores asociados y beneficiarios de convenciones
colectivas.
En este orden de ideas, la percepción de beneficios
convencionales que deriva de la calidad de sindicalizado y que, en
cierto momento, pueda generar diferencias remuneratorias en

26
Radicación n.° 73262

relación con trabajadores no asociados, no constituye un trato


discriminatorio injustificable, pues unos y otros, desde el punto de
vista jurídico, están situados en un plano desigual…”

De esta manera, carece de fundamento el reproche de


la empresa, al afirmar que la concesión del auxilio de
maternidad afecta el principio de igualdad de los
trabajadores no sindicalizados, pues, como se vio, éstos no
se hallan en una situación jurídica idéntica a quienes están
afiliados a una organización sindical.

En consecuencia, no es atendible el reproche esbozado


por la empresa para anular el artículo 14 del laudo arbitral.

ii) Auxilio defunción. Principio de congruencia del


laudo arbitral

Resulta claro que cuando el Tribunal concedió el


auxilio por muerte de padre, madre, esposa o compañera
permanente e hijos del trabajador vulneró el principio de
congruencia que cobija las actuaciones de los árbitros,
según el cual éstos solamente pueden decidir sobre los
puntos presentados en el pliego de peticiones, sin que estén
legitimados para efectuar condenas ultra y extra petita, de
suerte que, al no constituir dicho auxilio una de las
aspiraciones de la organización sindical, según la
documental de folios 52-59 del expediente, el Tribunal no
podía examinarlo, ni concederlo.

En sentencia CSJ SL, 4 dic. 2012, rad. 55501, sobre


este punto se dijo:

27
Radicación n.° 73262

“En sentencia de anulación del 1° de junio de 2005


radicado 25583, sobre la imposibilidad de los árbitros de fallar
ultra petita, se sostuvo: “de tiempo atrás esta Sala de la Corte
ha considerado que <el arbitramento debe respetar el
principio de congruencia ( C. de P.C. art. 672-8 y 9) en su
triple implicación: a) Absteniéndose de resolver en puntos no
sujetos a su decisión, b) Considerándose imposibilitado para
conceder ultra petita, es decir más de lo pedido; y C)
Decidiendo todos los puntos planteados> (Sentencia de la
Sala Plena Laboral del 19 de julio de 1982. Gaceta Judicial
No. 2410)”.

Más recientemente, en la providencia CSJ SL7078 de


2016, se señaló:

“Esto, claro, sin soslayar que el Tribunal de arbitramento


debe advertir aspectos tales como no inmiscuirse en derechos de
las partes y que la decisión le rinda culto al principio de
congruencia, esto es, que no otorgue beneficios que no fueron
implorados en el pliego de peticiones, como tampoco reconocerlos
con una suma mayor”.

En consecuencia, se anulará el artículo 15 del laudo


arbitral.

iii) Retrospectividad incrementos salariales

Ahora bien, en cuanto a los reproches frente a la


cláusula 5 sobre salarios, la Corte encuentra que no tienen
una mínima sustentación que permitan un
pronunciamiento de fondo, pues la empresa solo se limita a
afirmar que el incremento salarial ordenado por los árbitros
para el segundo año de vigencia del laudo pone en riesgo los
intereses de la empresa, sin sustentar mínimamente cómo y
por qué se genera la inequidad para las condiciones
actuales económicas de aquélla, por lo que lo alegado no

28
Radicación n.° 73262

deja de ser una simple acusación sin sustento probatorio


alguno. En este sentido, la Sala ha insistido que quien
recurre en sede de anulación debe sustentar por qué el
criterio de equidad acogido por los árbitros resulta
equivocado a la luz de las pruebas allegadas al trámite
arbitral. En efecto, en sentencia SL9346-2016, se dijo:

La Corte en sentencia de anulación de 5 de agosto de 2004,


rad. 24443, reiterada en decisión de la CSJ SL 5693-2014, 26 feb.
2014 rad. 60417, adujo:

En relación con esa manifestación del recurrente, cumple repetir


que los arbitradores tienen la expresa facultad para dictar su fallo
en equidad, por lo que se ha admitido que sólo en casos
excepcionalísimos al estudiar el recurso de anulación es posible
enfrentar su criterio de equidad con el de la Corte y por tal razón
ha sido aceptada la posibilidad de anular un laudo cuya
inequidad resulte manifiesta. Mas, esa potestad debe manejarse
con la mayor mesura, de tal suerte que sólo puede acudirse a ella
cuando exista una prueba suficiente que permita concluir la
"manifiesta inequidad", porque a los jueces laborales, y desde
luego a la Corte Suprema de Justicia, no se les faculta para fallar
con fundamento en su íntima convicción, aunque se les libera de
la tarifa legal de pruebas.

Tampoco desconoció el Tribunal que la empresa efectuó


incrementos salariales a los trabajadores, pues justamente
en la cláusula quinta del laudo ordenó el aumento en la
remuneración del 4.9% solamente para los trabajadores
afiliados al sindicato que no hubiesen recibido el aumento
otorgado por la empresa para todos los trabajadores y que,
por ello, no se podía pagar de manera adicional al que ya se
hubiese realizado por la empresa, de manera que se ordenó
exclusivamente para quienes no lo hubiesen recibido.

En consecuencia, no son fundados los reproches


expuestos en contra del artículo 5 del laudo arbitral.

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Radicación n.° 73262

En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de


Justicia, Sala de Casación Laboral, administrando justicia
en nombre de la República y por autoridad de la ley,

RESUELVE

Primero: Anular el artículo 15 del laudo arbitral


emitido dentro del conflicto colectivo suscitado entre el
SINDICATO NACIONAL DE TRABAJADORES DE LA
INDUSTRIA DE LAS CONCESIONES MADERERAS PARA
LA TRANSFORMACIÓN DE LA PULPA, PARA LA
FABRICACIÓN DEL CARTÓN, EL PAPEL Y DERIVADOS
DE ESTOS PROCESOS Y DE LAS ARTES GRÁFICAS DE
COLOMBIA – SINTRAPULCAR – SECCIONAL BOGOTÁ y la
COMPAÑÍA COLOMBIANA RECICLADORA S.A. –
COLRECICLADORA S.A.
Segundo: Devolver a los árbitros el expediente, para
que, dentro de los diez (10) días siguientes a su
reinstalación, decida sobre el artículo 27 del pliego de
peticiones conforme a la parte motiva de esta providencia.
Tercero: No anular las demás disposiciones del
laudo arbitral, impugnadas por el sindicato y la empresa
recurrentes.

Cópiese, notifíquese, insértese en la gaceta judicial y


envíese el expediente al Ministerio de Trabajo para lo de su
competencia.

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Radicación n.° 73262

JORGE LUIS QUIROZ ALEMÁN


Presidente de Sala

GERARDO BOTERO ZULUAGA

JORGE MAURICIO BURGOS RUIZ

FERNANDO CASTILLO CADENA

CLARA CECILIA DUEÑAS QUEVEDO

RIGOBERTO ECHEVERRI BUENO

LUIS GABRIEL MIRANDA BUELVAS

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