Explora Libros electrónicos
Categorías
Explora Audiolibros
Categorías
Explora Revistas
Categorías
Explora Documentos
Categorías
CUSCO – PERÚ
FILOSOFIA Y LOGICA
Como reflexión racional y sistemática se origina en Grecia, (s. VII–VI a.C.) donde fue un saber por
excelencia, gozó de un singular prestigio, que se ha mantenido a lo largo de toda la historia.
Se le atribuye a Pitágoras de Samos haber utilizado por primera vez el término filosofía. Sócrates
se calificaba así mismo como filósofo con lo cual pretendía decir que era un “amante de la
sabiduría”. Platón decía que el asombro es el origen de la filosofía. Nuestros ojos nos “hacen
participes del espectáculo de las estrellas, del sol y de la bóveda celeste”. Aristóteles decía que
“pues, la admiración es lo que impulsa a los hombres a filosofar, empezando por admirarse por lo
extraño a las vicisitudes de la luna, del sol y por el origen del universo”. (Ferrater, 1994
El termino amor se interpreta como la pasión del espíritu humano por conocer el mundo y por
conocerse a sí mismo. Filosofía es el amor, al conocimiento de lo esencial y lo general. Es la
búsqueda desinteresada del saber por el saber mismo.
El termino sabiduría significaba entre los pensadores presocráticos, el conocimiento del mundo, de
los primeros principios.
La filosofía es la ciencia de los primeros principios y de las primeras causas de lo que ES. La filosofía
es estudio de fundamentos; se esfuerza por conocer, el principio de los principios, la causa última.
Por eso la filosofía es denominada Metafísica o Filosofía primera. (Maynade, 1979)
Existen diversas disciplinas filosóficas, cada una de ellas abordan una parte de la realidad
(Chavez, 2004). Algunas de ellas son:
• Ética. Estudia la conducta o comportamiento moral del hombre en sociedad. Analiza si dicho
comportamiento es bueno o malo ante nosotros y ante los demás; y mide el grado de
responsabilidad de dicho acto de acuerdo al criterio de libertad.
• Lógica. Es el estudio de los principios, métodos, reglas, leyes, que su utilizan para distinguir el
buen razonamiento (correcto) del mal razonamiento (incorrecto)
• Ontología. Es el estudio del ser de las cosas, del ser en tanto ser y los accidentes propios del
ser y de la realidad.
• Estética. Rama que trata de lo bello y los diferentes modos de aprehensión de realidades
bellas. Se relaciona con la esencia y la percepción de la belleza.
Respecto de la ética sostiene “el mal es producto de la ignorancia y la verdad se busca practicando
la virtud” (arethé) “saber es virtud que se puede enseñar”. El Mal es sólo la falta de inteligencia o
de conocimiento. Inicia la autorreflexión e interiorización: Conócete a ti mismo. Sócrates hace de la
filosofía su vocación y de la búsqueda de virtud moral, la justicia y la verdad su misión en la vida.
Esta búsqueda comienza en el interior del hombre (moral).
Aplicó la Mayéutica como método filosófico, a partir del cual en algún momento concluye “sólo sé
que nada sé”. La mejor manera de enseñar y entender la filosofía es a través de la conversación. El
método socrático es el arte de hacer preguntas y de pensar en compañía para luego obtener
respuestas (dialogar), pues la verdad se obtiene mediante una investigación común. El método
socrático, es sobre todo, un método interrogativo, tendiente a que el el interlocutor se contradiga a
sí mismo a fin de que reconozca su propia ignorancia. (Dynnik, 1962)
- Ironía. Sócrates haciéndose pasar por ignorante pretende generar perplejidad, incertidumbre,
y contradicción en el conocimiento de su interlocutor para que de este modo reconozca su
ignorancia y experimente la necesidad de buscar el saber, la verdad. Por tanto, la ironía es un
proceso de higiene mental, mediante el cual reconocemos los límites y posibilidades del
conocimiento. Mediante preguntas y respuestas, en algún momento el que pretende saber algo, al
final no lo sabe.
- Mayéutica (arte de dar a luz). Una vez eliminados los prejuicios podemos reconocer la verdad
en nuestro interior (conócete a ti mismo, busca la verdad dentro de ti). Sólo hay que esforzarse
intelectualmente por poseerla. La
Actitud hacia la política: Sócrates fue obediente con las leyes de Atenas, pero en general evitaba la
política, puesto que él consideraba que había recibido una advertencia divina. Creía que había
recibido una llamada para ejercer la filosofía y que podría servir mejor a su país dedicándose a la
enseñanza y persuadiendo a los atenienses para que hicieran examen de conciencia y se ocuparan
de su alma. No escribió libro alguno ni tampoco fundó una escuela regular de filosofía.
Filósofo griego de nombre Arístocles. Hijo de una de las familias más nobles de Grecia, pariente del
sabio Solón y el rey Codro. A los veinte años conoció a Sócrates y lo acompañó hasta su muerte.
Fue creador de un centro de libre educación, denominado La Academia.
a) Teoría de las ideas. Platón origina el Idealismo como corriente. Afirma que las cosas
sensibles son imitaciones pálidas de las ideas que son las únicas verdaderas, reales,
eternas y no empíricas. Dice que el mundo no es creado, sino el resultado ordenado
por un Demiurgo y que el alma es el principio del movimiento y de la vida (sostiene la
inmortalidad y transmigración del alma)
La clase de una persona viene determinada por un proceso educativo que empieza en el nacimiento
y continúa hasta que esa persona ha alcanzado el máximo grado de educación compatible con sus
intereses y habilidades. Los que completan todo el proceso educacional se convierten en filósofos–
reyes. Son aquellos cuyas mentes se han desarrollado tanto que son capaces de entender las ideas
y, por lo tanto, toman las decisiones más sabias. Platón asocia las virtudes griegas con la estructura
de clase del Estado ideal:
Llamado el estagirita, discípulo de Platón. No aceptó que el mundo fuera una simple sombra como
pensaba su maestro. Por lo que se le distanció por las posiciones idealistas, para elaborar un
pensamiento de carácter naturalista y realista. Fundó su famoso Liceo en Atenas.
Teoría de las Causas. La causa en Aristóteles no es entendida como en la ciencia actual (causa–
efecto), sino él explica la razón de cómo llegan a ser, cómo son y para qué son todas las cosas
(Huisman, 2001). Aristóteles las concretiza en cuatro:
Ética. El fin último del hombre es la búsqueda de la felicidad. Para algunos, la felicidad consiste en
los placeres; para otros, en las riquezas; pero el hombre sabio la busca en el ejercicio de la actividad
que le es propia al hombre, es decir, en la vida intelectiva. Ello no excluye el goce moderado de
los placeres sensibles y de los demás bienes, con tal que no impida la contemplación de la verdad.
Sobre esta base desarrolla Aristóteles el concepto de virtud.
La virtud. Consiste en el justo medio. El actuar del hombre debe estar regido por la prudencia o
regla recta. No debemos ir a los extremos. Son dos modalidades:
Todas las virtudes son hábitos que se adquieren por medio de la repetición. La virtud por excelencia
es la justicia, la cual consiste en el acatamiento de las leyes y en el respeto a los demás ciudadanos.
Aristóteles afirma que el hombre es un "animal político" por naturaleza. Sólo los animales y los
dioses pueden vivir aislados. La fuerza natural hacia la reproducción y la conservación inclina a los
hombres a vivir unidos, primero en la familia, luego en la aldea (unión de varias familias) y finalmente
en la Ciudad–Estado (ni muy pocos, ni demasiados habitantes). El buen funcionamiento de una
Ciudad–Estado no se asegura solamente por aunar voluntades hacia un mismo fin; se requiere
también de leyes sensatas y apropiadas que respeten las diferencias y eduquen a los ciudadanos
para la responsabilidad civil dentro de la libertad (Aristóteles no concibe el derecho de ciudadanía
ni para las mujeres ni para los esclavos).
Existen tres formas puras de gobierno: Monarquía (gobierno de uno), Aristocracia (gobierno de
los mejores) y Democracia
(gobierno de muchos). A éstas se oponen tres formas impuras de gobierno: la Tiranía, la Oligarquía
y la Oclocracia (o forma de desgobierno). No se puede decir cuál de ellas es la mejor, pues la forma
de gobierno para un pueblo hay que deducirla de una indagación objetiva. De acuerdo a las
circunstancias se puede decidir cuál es más conveniente para un determinado estado. En principio,
toda forma de gobierno es buena si quien gobierna busca el bien de los gobernados.
A diferencia de lo que había ocurrido con la filosofía griega (preocupación por el arché), la
filosofía medieval centra su
interés en Dios. El tema fundamental de reflexión pasa a ser la divinidad, quedando subordinada
la comprensión e interpretación del mundo, del hombre, de la sociedad, etc., al conocimiento
que se pueda obtener de lo divino. La fe, que suministra las creencias a las que no se puede
renunciar, pretende entrar en diálogo con la razón. Dos son las etapas fundamentales
SANTO TOMÁS DE AQUINO (1225-1274)
Nace cerca de Aquino, (Italia). Su obra es el resultado de la síntesis de la filosofía aristotélica
con la tradición filosófica y teológica del cristianismo y, en cuanto tal, representa el momento
cumbre de la Escolástica cristiana.
Santo Tomás, replantea la relación entre la fe y la razón, dotando a ésta de una mayor
autonomía. Acepta el predominio de lo teológico sobre cualquier otra cuestión filosófica, así
como los elementos de la fe que deben ser considerados como imprescindibles en la reflexión
filosófica cristiana: el creacionismo, la inmortalidad del alma, las verdades reveladas de la Biblia
y los evangelios. Tomás insiste en la existencia de una única verdad, que puede ser conocida
desde la razón y desde la fe. Sin embargo, reconoce la independencia de esos dos campos,
por lo que cada una de ellas tendrá su objeto y método propio de conocimiento.
La filosofía se ocupará del conocimiento de las verdades naturales, que pueden ser alcanzadas
por la luz natural de la razón; y la teología se ocupará del conocimiento de las verdades
reveladas, de las verdades que sólo puede ser conocidas mediante la luz de la revelación divina.
a) Prueba del Movimiento. Nos consta por los sentidos que hay seres de este mundo que
se mueven; pero todo lo que se mueve es movido por otro, pero no es posible una serie infinita
de causas: por lo que hemos de admitir la existencia de un primer motor inmóvil. Ese primer
motor inmóvil es Dios.
c) Prueba del Ser Necesario. Hay seres que comienzan a existir y que perecen, es decir,
que no son necesarios; si todos los seres fueran contingentes, no existiría ninguno, pero existen,
por lo que deben tener su causa en un primer ser necesario, pero una serie causal infinita de
seres contingentes es imposible. Este ser necesario es Dios.
d) Prueba de los grados de Perfección. Observamos distintos grados de perfección en
los seres de este mundo (bondad, belleza,...) Y ello implica la existencia de un modelo con
respecto al cual establecemos la comparación, un ser óptimo, máximamente verdadero, un ser
supremo. Ese ser supremo es Dios.
e) Prueba del Orden o Finalidad. Observamos que seres inorgánicos actúan con un fin;
pero al carecer de conocimiento e inteligencia sólo pueden tender a un fin si son dirigidos por
un ser inteligente. Luego, debe haber un ser sumamente inteligente que ordena todas las cosas
naturales dirigiéndolas a su fin. Ese ser inteligente es Dios.
Fue secretario de la cancillería de estado de Florencia. Su célebre obra El Príncipe (1532), está
dedicado a Lorenzo de Médici y le exhorta en ella a liberar Italia del yugo extranjero y a crear un
poderoso Estado Nacional; de qué manera se llega al poder y cómo éste, alcanzado, se conserva.
Para este italiano el Estado no se explica por la voluntad divina, sino por causas naturales; el
progreso en la historia depende de la acción del hombre. La política nada tiene que ver con la moral,
la ética o la religión.
a) El Estado. El hombre es por naturaleza perverso y egoísta, sólo preocupado por su seguridad y
por aumentar su poder sobre los demás; sólo un Estado fuerte, gobernado por un príncipe astuto
y sin escrúpulos morales, puede garantizar un orden social justo que frene la violencia humana
(Huisman, 2001). Algunos le atribuyen la invención de la dictadura moderna. Sus ideas políticas
estaban impregnadas de sentido práctico y una visión realista de gobierno.
El bien del Estado no se subordina al bien del individuo o de la persona humana en ningún
caso, y su fin se sitúa absolutamente por encima de todos los fines particulares por más
sublimes que se consideren.
Aboga por la creación de un ejército poderoso, pero formado no por mercenarios, sino por
ciudadanos. Siendo así que todos los Estados cambian por evolución o por revolución. Un Estado
que desee conservar su libertad o independencia debe mantenerse siempre en guardia.
b) El Príncipe. El príncipe o el gobernante, tiene como misión la felicidad de sus súbditos y ésta
sólo se puede conseguir con un Estado fuerte. Para conseguirlo tendrá que recurrir a la astucia,
al engaño y, si es necesario, a la crueldad. La virtud fundamental es la prudencia, para la
conveniencia del Estado. Si el interés de la patria exige traición o perjurio, se comete. "La
grandeza de los crímenes borrará la vergüenza de haberlos cometido". Los medios no importan:
no es necesaria la moral, sino un realismo práctico, no lo que debe ser, sino lo que es en realidad.
Política y moral son dos ámbitos distintos e incluso contradictorios.
La personalidad del príncipe debe poseer condiciones especiales para llegar al Poder y
mantenerse en él:
• Capacidad de manipular situaciones, ayudándose de cuantos medios precise mientras
consiga sus fines: lo que vale es el resultado. "El que consigue el poder es el Príncipe, el
que consigue el orden y la paz son los súbditos".
• El gobernante debe poseer destreza, intuición y tesón, así como habilidad para sortear
obstáculos, y moverse según las circunstancias.
Para Maquiavelo la mejor forma de gobierno es la República: "el gobierno de muchos es mejor que
el de unos pocos". Aunque él era republicano y aspiraba a convertir a Florencia en un Estado fuerte.
En El Príncipe acepta, como mal menor, que en ciertos momentos de corrupción y desorden es
más útil y eficaz la acción de un solo personaje, adornado de cualidades excepcionales.
Materialista inglés. Por su manera de pensar se consideró un filósofo renacentista, aunque sus
trabajos son del siglo XVII. Sus principales obras son: Novum Organum y De la Dignidad de la
Ciencias, ambas parten de su gran proyecto de renovación que llamó “la gran restauración”.
Opinaba que nuestro conocimiento de la naturaleza debe tener fines prácticos; a la naturaleza se
le domina obedeciéndola. Creía que la lógica de la inducción es el instrumento de la ciencia.
Propone que el método científico se regule por una lógica de la Inducción y no por la lógica
aristotélica, de ahí que a su obra la llame Novum Organum, el nuevo instrumento de la investigación.
Bacón opina que hay algo en nuestra mente que nos inclina a elegir el error y el camino más fácil,
por eso, antes de iniciar el método de la interpretación de la naturaleza, es necesario eliminar los
prejuicios (los ídolos de la mente). Los Ídolos son nociones falsas generalizados, pero se debe
eliminar antes de iniciar cualquier investigación, estos son:
• Ídolos de la caverna. Son prejuicios que surgen en cada individuo, debido a su carácter, su
educación, sus convicciones.
• Ídolos del foro. Son prejuicios llamados “ídolos de la plaza” y provienen de la asociación
interhumana a través del lenguaje. El uso impreciso de la lengua condiciona también nuestra
interpretación de las cosas.
• Ídolos del teatro. Son prejuicios que se originan en la actividad acrítica con que aceptamos las
opiniones de ciertas personas (filósofos) de prestigio y autoridad. (Cópleston, 1996)
Es famoso su aforismo “pienso luego existo” (cogito ergo sum), es decir sólo la razón es el elemento
suficiente y conveniente para llegar a la verdad. De todo se puede dudar, menos de la propia duda,
“si dudo es porque pienso y si pienso, me doy cuenta que existo”.
El objetivo de Descartes era el logro de la verdad filosófica mediante la razón. Pretendía construir
una filosofía que asegurase el conocimiento perfecto de todas las cosas que el hombre puede
conocer.
Sostiene que nuestros conocimientos válidos sobre la realidad provienen del entendimiento. La
realidad está compuesta de tres tipos de sustancias:
El contenido de la mente cuando piensa son las ideas, las cuales son de dos clases: Ideas claras y
distintas, de las que no se pueden dudar; e Ideas oscuras y confusas, que hay que desecharlas por
dar campo a la duda.
• De la evidencia. Solamente se debe aceptar como verdadero aquel conocimiento que sea
evidente, claro y distinto.
• Del análisis. Cada dificultad hay que dividirla en tantas partes como sea posible y necesario para
resolverla mejor.
• De la síntesis. Hay que empezar por los objetos más sencillos y más fáciles de conocer, para
subir gradualmente hasta el conocimiento de lo más complejos.
• De la enumeración, hay que hacer enumeraciones tan complejas y revisiones tan generales
como para estar seguros de que no omitimos nada.
Según Descartes la idea de Dios es innata en el entendimiento humano, pero para explicarnos la
presencia de tal idea, necesitamos suponer la existencia de ese ser perfecto y nuestra dependencia
de él. (Cópleston, 1996), (Williams, Descartes, el proyecto de la investigación pura, 1996)
Obras principales: Discurso del Método, Meditaciones Metafísicas, Los Principios de la Filosofía,
Tratado de las Pasiones, El Tratado del Mundo y el Tratado del Hombre.
Fundador del idealismo clásico alemán. Se sitúa en el umbral del pensamiento moderno. Su filosofía
se denomina Criticismo, o también idealismo trascendental, y se caracteriza por el escepticismo y
una pérdida de fe tanto en la religión como en la metafísica, no obstante en un principio la defendía.
Por eso que a su filosofía en conjunto se la ha dividido en dos grandes etapas o períodos: el período
precrítico que duró desde 1746 hasta 1770 y el período crítico que comprende el tiempo de
publicación de las tres grandes críticas, a partir de 1781 en adelante.
El período precrítico o físico. Kant trató de hallar una defensa para la metafísica en respuesta a las
críticas surgidas de los desarrollos de la ciencia. Pero luego se dio cuenta que no se podía justificar
los métodos racionalistas usados en la metafísica. Luego cuestiona la metafísica.
En esta etapa también domina el interés por las ciencias naturales y sus obras refieren casi
exclusivamente a cuestiones físicas y matemáticas. Su obra más importante de este período es
“Historia natural universal y teoría de los cielos”. Aquí expone la formación entera del sistema
cósmico partiendo de la hipótesis de una nebulosa primitiva. Se trata de una gran hipótesis
evolucionista: Las leyes que actualmente rigen el cosmos presidieron su evolución de la cual, por
lo tanto, se excluye toda intervención divina. También afirmaba que el espacio y el tiempo son
formas intuitivas.
El período crítico se va caracterizar por los cuestionamientos anteriores acerca del conocimiento,
la ética, la estética. Su filosofía en este período se sintetiza en cuatro preguntas (Cópleston, 1996).
• ¿Qué puedo conocer? Quien responde a esta pregunta es la metafísica. Este es el tema central
de su libro “Crítica de la razón pura”.
No podemos ver el mundo en sí, sino sólo cómo aparece para nosotros. El único conocimiento
teórico cierto se dan en las matemáticas y en la ciencia natural. Pero este conocimiento viene
condicionado por las formas apriorísticas que existen en nuestra conciencia. Y este conocimiento
tiene para todos las mismas características generales.
• ¿Qué debo hacer? Contesta la moral. Trata de responder esta pregunta en su libro
“Fundamentación de la metafísica de las costumbres”, que según Kant requería a su vez de una
fundamentación crítica, por eso luego escribe “Crítica de la razón práctica”.
Las acciones morales se realizan sólo por respeto al deber (obediencia a la ley que dicta nuestra
conciencia) y no por simpatía hacia el prójimo o cualquier otro tipo de inclinación natural. Es un
mandato incondicional que en la medida posible debe ser universal, esto es, un imperativo
categórico.
Uno de sus imperativos categóricos es: Actúa de tal modo que puedas querer que la máxima que
guía tu acción pueda convertirse en ley universal.
• ¿Qué me está permitido esperar? A esta pregunta contesta la religión. Los temas en que se
deriva esta pregunta se relacionan con la virtud, la felicidad y el sumo bien, que se resuelven
también en “La crítica de la razón práctica” y algunos de sus otros escritos como “La crítica del
juicio”.
• ¿Qué es el hombre? Resuelve la antropología. Pero no una antropología cualquiera sino una
antropología del hombre como sujeto cognitivo. Trata de responder con su libro “Antropología”.
(aunque en realidad este libro fue trabajo de sus estudiantes
Kant diferenciaba los modos de pensar en proposiciones analíticas y sintéticas. Una proposición
analítica (juicio analítico) es aquella en la que el predicado está contenido en el sujeto (ejemplo, los
hombres son seres racionales). La verdad de este tipo de proposiciones es evidente, porque afirmar
lo contrario supondría plantear una proposición contradictoria. El predicado “seres racionales” no
añade nada al concepto de hombre en el que está implícitamente contenido. Tales
proposiciones son llamadas analíticas porque la verdad se descubre por el análisis del concepto en
sí mismo. Los juicios analíticos son necesarios porque el pensamiento debe reconocer como
verdadero en el predicado lo que ha reconocido como verdadero en el contenido del sujeto, y tal
reconocimiento es a priori.
Los juicios analíticos son universales y necesarios, pero son inútiles en cuanto que no aumentan el
saber que ya poseemos, sino sólo los explican.
Las proposiciones sintéticas, en cambio, son aquellas a las que no se puede llegar por análisis puro.
Cuando se añade a un conocimiento obtenido un conocimiento nuevo estamos haciendo un juicio
sintético. Todas las proposiciones comunes que resultan de la experiencia del mundo son sintéticas
(ejemplo, el agua tiene una densidad específica mayor que la del aceite). En este ejemplo vemos
que el predicado no es pensado en el contenido del sujeto, sino que se le añade por síntesis a éste
como algo nuevo. Tal aumento es experimental, a posteriori. Por tanto, no tiene carácter de
necesidad ni de universalidad.
Sin embargo, es pertinente que el conocimiento deba consistir en un aumento del saber, y esto
sólo es posible por medio de la experiencia, que a un contenido añade otro nuevo, a posteriori.
Pero su carácter de no necesidad lo limita, por lo que es necesario agregar el elemento universal y
necesario, a priori, para que sean posibles la matemática y la ciencia. Por ello, es necesario un juicio
sintético a priori.
Las proposiciones empíricas dependen tan sólo de la percepción pero las proposiciones a priori
tienen una validez esencial y no se basan en tal percepción. La diferencia entre estos dos tipos de
proposiciones puede ser ilustrada por la empírica “el agua tiene una densidad específica mayor que
la del aceite” y la a priori “los hombres son seres racionales” o, “dos más dos son cuatro”.
Kant sostiene que es posible formular juicios sintéticos a priori. Esta posición filosófica es conocida
como trascendentalismo. Al explicar cómo es posible este tipo de juicios, Kant consideraba los
objetos del mundo material como incognoscibles en esencia. Desde el punto de vista de la razón,
sirven tan sólo como materia pura a partir de la cual se nutren las sensaciones. Los objetos, en sí
mismos, no tienen existencia, y el espacio y el tiempo pertenecen a la realidad sólo como parte de
la mente, como intuiciones con las que las percepciones son medidas y valoradas (Cópleston,
1996).
Nace en Stuttgart en 1770, Filósofo idealista objetivo, representante de la filosofía clásica alemana.
En su juventud se distinguió por sus ideas radicales, saludo la revolución francesa, se alzó contra
el régimen feudal de la monarquía prusiana. Fue profesor en las universidades de Heidelberg en
1816 y de Berlín a partir de 1818, que lo llevaran a asumir una defensa del estado absolutista
prusiano. Para Hegel todo cuanto ha existido, existe y existirá tiene su fundamento en la Idea
Absoluta o razón Universal y desarrolla un sistema filosófico a través del cual busca comprender la
totalidad mediante el método dialectico.
Concibe el mundo con incesante movimiento que transcurre por necesidad y afirma que es un
movimiento racional, pero este movimiento no es mecánico sino dialectico, lo más importante es
que Hegel diviniza a aquel movimiento o devenir racional, llamándole Idea Absoluta o Razón
Universal, esto significa para Hegel el movimiento de la Idea Absoluta no es mecánico, sino de
forma dialéctica, y afirma que en el interior de cada entidad del universo se encuentra germinando
aspectos contradictorios que le van a permitir su desarrollo a partir de su negación, en ese sentido
la idea se hace naturaleza inerte, luego vida, y, después, ser humano, vida racional productora de
cultura, que le hace ser consciente de todo este proceso. En síntesis, si la Idea Absoluta, la razón
pensante lleva en si la contradicción, todo lo pensado está sujeto a contradicción. Por consiguiente,
todo lo existente está sujeto a cambio. Nada hay estable, absoluto, inmutable. Todo lo que existe
debe cambiar, perecer, sin excepción. Pero tal proceso genera su contrario, es decir, que en lo que
perece se engendra lo que nace, en lo viejo se desarrolla lo nuevo, y, a su vez, cuando lo nuevo
llegue al máximo de su desarrollo engendrara su contrario, es decir, aquello que es lo nuevo y lo
ha de superar. Y así, sucesivamente, hasta reencontrarse a sí mismo en un superior estado
cualitativo, distinto al estado cualitativo del cual partió. Todo lo existente está sujeto a esta condición.
Por lo que Hegel considera que la Idea Absoluta se realiza en el pensamiento de los seres humanos,
y el devenir de esta Idea Absoluta es dialectico y si se pretende reflejar lo real, se debe de emplear
la dialéctica en la investigación a través de la siguiente triada:
b. Espíritu objetivo, Constituye las manifestaciones del espíritu subjetivo que se concretan en
instituciones necesarias para la sociedad: el derecho, la moralidad y la eticidad.
c. Espíritu absoluto, Es la comprensión de todo el proceso de la Idea Absoluta, mediante las
manifestaciones de la humanidad dentro del Estado: arte, religión y filosofía. Para Hegel la filosofía
debe limitarse a explicar el mundo, no tiene que imaginar cómo debería ser.
En su filosofía política, manifiesta que la historia es el discurrir de la Idea Absoluta, como espíritu y
en la humanidad, por lo tanto como racional, es un proceso necesario. La idea desea desarrollarse
libremente, por eso el norte de la historia es el “reino de la libertad” este reino es inevitable. En la
historia no hay regresión, cada etapa es superior a la otra. Al analizar la historia de la humanidad,
Hegel sostiene que las manifestaciones culturales, en tanto manifestación de la idea en su
despliegue hacia la libertad, tienen como punto de inicio los pueblos asiáticos y su punto culminante
en Alemania. En consecuencia, el Estado es la realización de la libertad que busca el espíritu
consciente. Por eso, dentro del Estado el hombre es racional. El objetivo de la educación es
asegurar que los individuos dejen de considerarse individuales con el fin de alcanzar una conciencia
colectiva que se someta al Estado; es decir, que entienda que los ciudadanos existen gracias al
Estado. De ahí que para Hegel el hombre es hombre en virtud del Estado. (Cópleston, 1996),
Filósofo, historiador, economista y político judío–alemán. Sus ideas protagonizaron una serie de
reacciones a nivel mundial: desarrolló el materialismo histórico y el materialismo dialéctico. Sus
principales obras son “El Capital”, “Manuscrito Económico-filosófico”, “Miseria de la Filosofía”, “La
Sagrada Familia”, entre otros.
Su filosofía parte de una crítica al idealismo de Hegel. Para Hegel, "todo lo racional es real y lo
real es racional" y que la realidad es, por tanto, de naturaleza racional. Para Hegel la realidad es
reducible a la idea y da una primacía al sujeto sobre el objeto. Pero Marx afirma que el saber no es
sólo conocimiento teórico sino también acción (praxis). La realidad no es la idea sino la materia, la
naturaleza. Fuera de la naturaleza no existe nada, por tanto, los seres superiores son imaginaciones.
El materialismo dialéctico es una interpretación de Engels, pero Marx no corrige a Engels y, por
lo tanto, debemos suponer que lo acepta. El materialismo dialéctico es la inversión de la dialéctica
hegeliana: donde Hegel dice espíritu, habrá que decir materia. Se puede definir como la visión
dialéctica de la realidad material. Lo único existente es la materia, que es esencialmente dinámica,
automotriz (se mueve a sí misma al margen del hombre) y está sometida a las leyes de la dialéctica
(lucha de contrarios, el salto cuantitativo a lo cualitativo y viceversa y negación de la negación).
• Religiosa: Parte de la tesis de Feuerbach que dice que el ser humano es el creador de Dios y
de la religión. El hombre necesita conocerse, entonces se propone a sí mismo como objeto de
su conocimiento y proyecta fuera de sí un conjunto de cualidades que le pertenecen a él. Todas
esas cualidades las sitúa en un ser fuera de sí y le llama Dios (queda alienado). Dios es
simplemente una pura proyección del hombre. El hombre debe volver a reencontrarse consigo
mismo. Por eso, cuando el hombre se dé cuenta que Dios es un puro ser pensado, negará a Dios
y dejará de estar alienado.
El hombre para Marx tiene valor supremo, es fin en sí mismo, y esto lleva consigo la libertad y la
condena de todo tipo de esclavitud, como puede ser la alienación. El hombre es un ser dinámico,
en constante desarrollo hacia su plenitud. El hombre es el protagonista de la historia y está llamado
a transformar la realidad mediante la praxis. El humanismo de Marx es ético, ateo, materialista,
económico, comunitario, revolucionario y científico. (Althusser, 1967) (Marx, 2012)
Es uno de los más notables pensadores del Perú contemporáneo. Nació el año 1925, falleció
tempranamente en Lima en 1974. Hizo estudios de Filosofía en la Universidad de San Marcos y
posteriormente en México y París. Augusto Salazar corresponde, entre otros, el mérito de haber
renovado la reflexión filosófica en nuestro medio, estableciendo pautas para tornarla más rigurosa
de lo que fue tradicionalmente. Su sólida formación científica y filosófica lo convirtió en uno de los
más auténticos exponentes de las nuevas corrientes del pensamiento latinoamericano.
La contribución filosófica más importante se dio en el campo de la ética y la axiología, abarcando
también otras áreas de las ciencias humanas. Su obra y su vida muestran su permanente
preocupación por construir un pensamiento auténtico, nutrido de la propia realidad peruana. El
rasgo más distinto de la personalidad es su esencial calidad de maestro. Luchador tenaz de la
defensa de sus ideas, a través de sus ensayos y artículos periodísticos, de su vida misma, supo
enseñar virtudes de consecuencia y autenticidad. La posición de Salazar Bondy, se encuentra de
una doctrina social humanista.
Fue uno de los ideólogos y gestores de la Reforma Educativa Peruana, en el Gobierno Militar de
Velasco Alvarado. Para impulsar la Reforma Educativa, Salazar partía del siguiente diagnóstico:
Nuestra educación ha sido encubridora y alienante, incapaz de promover transformaciones
revolucionarias; antes bien, ha sido inmovilizadora y ha estado orientada a mantener el orden de
cosas. Mientras sigamos dependiendo de los otros no vamos a desarrollar. La mayor parte de las
obras de Salazar Bondy están dedicadas al análisis y discusión de la realidad peruana y de los
procesos de dominación prevalecientes en el mundo contemporáneo. Entre los libros más
significativos se pueden mencionar: “Dominación y Liberación”: escritos 1966-1974 (1995) “La
Educación del Hombre Nuevo”: “La Reforma Educativa Peruana (1975), “Didáctica de la Filosofía”
(1967), "En torno a la educación", "¿Existe una filosofía en nuestra América", "Bartolomé o de la
liberación", "Historias de las ideas en el Perú contemporáneo".
3. SABER HUMANO
El vocablo “saber” se equipara con frecuencia al término “conocimiento”. Sin embargo, es muy común
en la literatura filosófica emplearla en un sentido más amplio que conocimiento. De acuerdo con ello,
mientras que el conocimiento se refiere a situaciones objetivas y da lugar, una vez debidamente
comprobado y sistematizado, a la ciencia, el saber puede referirse a toda suerte de situaciones, tanto
objetivas como subjetivas, tanto teóricas como prácticas.
Entendido el saber en un sentido muy amplio, el saber es un “contacto con la realidad”, con el fin de
discriminarla a fin de captar de ella sus características o propiedades y fijarla en el pensamiento, para
posteriormente transmitirla a otros sujetos, sistematizada e incorporada a un cuerpo de conocimiento.
Hay por esto un desarrollo histórico del saber, desarrollo que se manifiesta en la evolución de la ciencia
y la filosofía.
En la historia de la filosofía se han propuesto diversas divisiones o clasificaciones del saber. Así
tenemos, por ejemplo:
La historia biológica y social del hombre nos demuestra claramente que la práxis precedió a la
teoría en la marcha que jalona las diversas etapas por qué paso la humanidad. En el estado
actual de la evolución de nuestra especie no podemos anteponer la práctica a la teoría, puesto
que el orden de la adquisición del conocimiento se ha invertido a consecuencia de la
acumulación cultural que a través de la ciencia y de la filosofía desemboca en el esclarecimiento
de los fenómenos naturales y problemas humanos. Pero, en el, momento en que la práxis abrió
la primera senda, fue sólo la acción fundida con la teoría señala rumbos, y la unidad de ambas,
la actividad gnosicopráxica, facultó la ascensión del género Homo en el proceso que va de los
homínidos primitivos a nosotros.
Cuando un remotísimo antepasado nuestro utilizó por primera vez el puño como masa y el
pulgar y el índice en movimiento como pinzas, quedó creada la técnica que, en su estricto
significado, representa la acción instrumental sistematizada y dirigida con fines preconcebidos.
No sabemos en qué momento preciso ocurrió, ni tampoco cuándo ese ser se separó de sus
hermanos arborícolas y emprendió la conquista del suelo erguido en dos piernas, mas es
filogenéticamente cierto que desde ese instante mano y cerebro, influyéndose recíprocamente,
dieron paso a la serie de Homos que posteriormente y con la creación de un instrumentos más
útil, más eficaz, único en su originalidad, la palabra, dieron paso al tronco de nuestro linaje, al
Homo sapiens, hombre de pensamiento. La liberación de la mano trajo aparejado el desarrollo
del cerebro. El rostro todavía bestial de nuestro antecesor comenzó a afinarse y gradualmente
debió adquirir cierta nobleza, reflejo de nuevas funciones intelectivas que iba adquiriendo.
Que las cosas debieron transcurrir así, nos lo demuestra el estudio de la estructura de nuestro
cerebro. Cuanto más importante es la función de un órgano, mayor es el área de representación
en la corteza cerebral. Las yemas de los dedos, con ser muchísimo menos extensas que la piel
de la espalda, poseen, por ejemplo, una localización cerebral mayor, precisamente por la
riqueza de sus receptores sensoriales y, que, por el carácter filogenéticamente reciente de la
adquisición, demostrado además por la consecuencia fisiológica de la importancia de la mano
como guía de orientación del hombre en lo que concierne a sus relaciones con el mundo
exterior y su propio cuerpo. La mano, se convierte a partir de los tres meses en el principal
instrumento de exploración táctil y con su actividad comienza la fase del reconocimiento, esto
es, la separación entre sujeto y objeto, y la acción conjunta de la sensibilidad y la motricidad. El
homínida, como el niño de hoy y de siempre, conquistó el mundo exterior tocando cada objeto
con su mano, y fue por ella como la vida se abrió un camino hacia la inteligencia. El homínida
cede paso al Homo faber, y toda acción manual tiene entonces valor cognoscitivo que con la
eclosión del lenguaje y la relación entre la percepción y la mano, logra la objetivización de
deseos que configura el estadio humano por excelencia, la etapa perceptiva y proyectiva.
.
3.4. Voluntad de la escala del saber.
Todo acto de la voluntad es una actuación orientada. El proceso volitivo viene por sí mismo determinado por los
impulsos y los motivos, que son el reflejo de las necesidades e intereses, etc. de los individuos en la psique.; de
los impulsos por medio de los cuales un objeto determinado o un posible resultado pueden convertirse en la
finalidad del acto o la actuación; pero, los impulsos no actúan directamente como impulsos ciegos, sino que
están condicionados por la toma de conciencia del fin, finalidad que debe regularse conscientemente de tal
modo que todo el curso de la actuación se determine por dicho fin, conduciéndola a su realización.
La existencia de la voluntad en el ser humano está condicionada por el hecho de que éste tiene importantes
objetivos y tareas. Cuanto más significativas y atractivas sean éstas para el hombre, tanto más fuerte es- en
condiciones por demás iguales- su voluntad, tanto más intensos sus deseos, tanto más tenaz su ambición para
realizarlas. Para el ser humano es significativo- como ya se ha dicho- todo lo que se relaciona con sus necesidades
y con sus intereses. Por la voluntad, el hombre se eleva sobre el nivel de los puros instintos naturales orgánicos,
tiene por premisa una vida social en la cual la conducta del hombre está condicionada por la organización de la
vida social del trabajo y, regida por la moral y el derecho. En la vida social destacan los bienes y valores sociales
que para el individuo pasan a primer plano, como valores objetivos, independientemente de sus instintos. La
acción volitiva es una acción específicamente humana por medio de la cual el hombre transforma y modifica
conscientemente el mundo.
Voluntad y conocimiento, la actividad humana práctica y teórica, que se basa en la unidad de los subjetivo y de
lo objetivo, de lo ideal y de lo material, resuelven cada una por su parte y a su manera el contraste que existe
entre ellos. El conocimiento supera la subjetividad unilateral de la idea en tanto tiende a adaptarla a la realidad
objetiva. La voluntad supera la objetividad unilateral de la realidad negando prácticamente su apariencia
absoluta, tiende a formar adecuadamente la objetiva realidad de la idea. En este sentido, el conocimiento (el
teórico) y la voluntad, la “actividad práctica”, se representa o exponen como dos aspectos, dos métodos, dos
medios de la destrucción de la “unilateralidad” tanto de la subjetividad como también de la objetividad
El hombre, al poder expresar de manera abstracta objetos y la acción de producir, crea un nuevo plano
de la práxis, el mental o racional. La acción se sintetiza en el símbolo, la palabra. Este, consecuencia de
la vida social, a través de millones de años, no sólo fija los resultados de la actividad cognoscitiva del
hombre, sino que es, además requisito indispensable para la formación de saberes y pensamientos y,
medio de expresión de los mismos.
Para el hombre actual, en posesión del lenguaje, se hallan vinculados a la palabra no sólo pensamientos
(conceptos, juicios, etc.) sino también sensaciones, percepciones y representaciones, ya que ningún acto
cognoscitivo (o de saber) se realiza al margen del pensar.
El pensamiento, lo mismo que el proceso de reflexión sensorial de la realidad, se verifica en el concepto,
juicio y el raciocinio, que, tanto por su contenido como por su forma, constituyen un reflejo de la
realidad material en el cerebro humano.
El término Antropología procede de las voces griegas: anthropos: hombre y logos: estudio, tratado,
investigación, etc.
Etimológicamente significa “estudio o investigación del hombre”.
La Antropología Filosófica es una disciplina filosófica que estudia la esencia del hombre, su
significado, la finalidad de su
Se le considera al hombre como un animal racional, esta definición viene desde Aristóteles, cuya
capacidad lo desarrolla en la sociedad, de igual modo lo define como un animal político.
Desde la antigüedad griega, el hombre es considerado como ser social, un ente que la sociedad lo
modela, cuya existencia se adecúa al trabajo como un factor principal de su evolución. Existen otras
tesis que niegan su condición social, las mismas que promueven la alienación del ser humano, por
lo que carece de un fundamento científico de la realidad. Esta observación mantiene el debate sobre
el origen y la esencia (naturaleza) del ser humano.
DUALIDAD HUMANA
Esta teoría sostiene que la naturaleza del hombre es dual, está constituido por materia y espíritu. El
hombre posee un cuerpo que es mortal, perecedero, pero también tiene un espíritu o alma. Tanto
el espíritu como la materia participan en el hombre, pero son entidades completamente distintas e
independientes con características propias, haciendo que el hombre sea un ser dividido.
• El uso de la mano, como órgano de aprehensión, hace al hombre apto para crear objetos nuevos
(herramientas, utensilios, casa, etc.) y afianzar de este modo los lazos entre los individuos de la
especie.
• Un ser social. A través del instinto gregario propio de los animales, que los obliga a vivir
formando grupos, el hombre ha sido el único en posibilitar la presencia de la sociedad.
Para el idealismo, el espíritu es un don divino, que es inmaterial, inmortal, invisible, incorpóreo e
indestructible. Esta entidad se une al hombre en el momento del nacimiento y se separa del hombre
en el momento de la muerte. Para el materialismo son características espirituales del hombre: su
capacidad consciente y reflexiva, su racionalidad, su cultura, sus pensamientos, su voluntad, su
experiencia moral, estética, sentimientos, etc.
4.3. Teorías sobre el origen del hombre: Creacionismo. Evolucionismo.
CREACIONISMO
Doctrina idealista y religiosa acerca de la creación del mundo y del hombre en virtud de un solo
acto creador como la explicación que da la Biblia acerca de la creación del mundo y del hombre
por Dios. El hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios. (Giraldo, 2003)
EVOLUCIONISMO
Es una de las teorías mejor fundamentadas científicamente que trata acerca de la evolución
biológica y de los mecanismos que la explican. Esta teoría afirma que las especies se trasforman a
lo largo de sucesivas generaciones y que en consecuencia, están emparentadas entre sí al
descender de antepasados comunes. (Giraldo, 2003)