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Fallas en el sistema de lubricación

Motor a gasolina

I. RESUMEN
II. INDICE
III. INTRODUCCION

El funcionamiento es el siguiente: un bomba, generalmente de engranajes, toma el


aceite del depósito del motor, usualmente el carter, y lo envía al filtro a una presión
regulada, se distribuye a través de conductos interiores y exteriores del motor a las
partes móviles que va a lubricar y/o enfriar, luego pasa por el radiador donde se
extrae parte del calor absorbido y retorna al depósito o carter del motor, para
reiniciar el ciclo.
Para el correcto funcionamiento de este sistema se debe inspeccionar visualmente
para detectar fugas, y presiones y temperaturas anormales de fluido (aceite) de
lubricación.

Los controles al sistema pueden realizarse visualmente midiendo con la varilla de


medición el nivel de aceite para controlar el consumo o detectar pérdidas y
mediante instrumentos como son los manómetros de presión y los termómetros
controlar las condiciones del aceite y del circuito y a la vez el funcionamiento del
motor.

IV. MARCO TEORICO

Las fallas del sistema básicamente son falta de nivel de aceite por pérdidas o
consumos elevados, alta temperatura del aceite por mal estado del sistema de
refrigeración del aceite o mal funcionamiento del motor, baja presión de aceite por
bajo nivel o degradación del aceite, falla de la bomba de circulación, falla del
regulador de presión o incremento en los huelgos de las partes móviles del motor
por desgaste.
Las reparaciones del circuito, en la práctica se basan principalmente en la limpieza
de los componentes del circuito y aletas del radiador de aceite, reemplazo de los
filtros y cambios periódicos del aceite, antes de su degradación total.
Las reparaciones mayores se limitan al reemplazo de los componentes dañados
del circuito, los cuales en su mayoría son elementos estáticos y solamente la
bomba de circulación es susceptible de roturas por tener partes en movimiento.
Fundamentalmente, al trabajar en este sistema se debe tener la precaución de que
el mismo no se encuentre bajo presión y que el aceite se haya enfriado lo
suficiente para que un contacto con él no produzca una quemadura.
V. ANALISIS DEL PROBLEMA

Un lubricante automotriz que no cumple con las recomendaciones del fabricante o


que ya está degradado genera:

• Desgaste prematuro de partes internas del motor: cigüeñal, pistones, metales, árbol de
levas, etc.

• Mayor emisión de contaminantes, lo que afecta al convertidor catalítico.

• Carbonización en la cámara de combustión, lo que provoca la pre-ignición.

• Evaporación del propio producto.

Función

Al dar marcha al motor, suben y bajan los pistones realizando sus ciclos en un orden
predeterminado, varias veces por minuto. Lo idóneo es que la mayor parte de la potencia del
motor se emplee en mover al cigüeñal y no en desplazar sus propios componentes. Así, para
tener mayor eficiencia y evitar el desgaste provocado por la fricción generada entre el pistón y
el cilindro, como en el resto de los componentes metálicos del motor, se debe emplear aceite
como sustancia lubricante.

El sistema de lubricación asegura que cada pieza móvil en la máquina obtenga el aceite
necesario para que se pueda desplazar con facilidad.

En ese sentido, las dos principales piezas que requieren aceite son los pistones (para que se
puedan deslizar con facilidad dentro de los cilindros) y cualquier soporte que le permita al
cigüeñal y al árbol de levas girar libremente.

En la mayoría de los automóviles, se succiona aceite del cárter por la bomba de aceite, se pasa
por un filtro para remover impurezas y después se riega a alta presión a las uniones y a las
paredes de los cilindros. El aceite se escurre de nuevo hacia el cárter, donde se recolecta de
nuevo para repetir el ciclo infinitamente.

Además, este sistema reduce la fricción entre las partes giratorias y deslizantes del motor, a la
vez que ayuda a enfriar y limpiar dichas partes debido a la circulación de aceite. A continuación
se presentan las acciones que pueden dañar al motor por el sistema de lubricación.
Acciones que pueden dañar al motor por el sistema de lubricación:

1. No revisar el nivel de aceite (alto o bajo nivel de aceite)

Cuando la bomba de aceite funciona, manda una señal al tablero de instrumentos e informa si
existe una presión correcta, alta o baja. Cuando la presión o el volumen están bajos, no se
puede garantizar que el lubricante llegue a los lugares más recónditos del motor, además, la
baja presión provoca daños irreversibles a los árboles de levas, válvulas, pistones, bielas y
principalmente a los cojinetes de biela, bancada y cigüeñal.
2. Sobre revolucionar el vehículo (en frío)

El motor no se debe sobre revolucionar (acelerón) después de arrancarlo ya que en esos


primeros instantes, la lubricación del motor es crítica, y por la baja temperatura del aceite está
mucho más viscoso, es decir, tarda más en llegar a los puntos más alejados del motor, por lo
tanto su capacidad de proteger dichas partes es poca y seguramente habrán daños
irreparables en los cojinetes de biela y bancada, pistones, entre otros.

La mejor manera de calentar el vehículo es manejándolo. Sólo se necesita permitir que el


vehículo esté encendido durante 30 segundos antes de empezar el recorrido. Hacerlo por más
tiempo simplemente desperdicia combustible e incrementa las emisiones contaminantes.

Aunado a ello, el manejo agresivo (alta velocidad, aceleración rápida y detención brusca) daña
las partes internas del motor y desperdicia combustible.

3. No cambiar ó utilizar lubricante de baja calidad


El aceite, inevitablemente, se deteriora con el uso. Una de las razones es la presencia de los
contaminantes, como por ejemplo el combustible no quemado, productos de combustión, o
suciedad introducida con el aire de admisión. Estos “agresores” pasan a través de los aros del
pistón al cárter en cantidades mínimas por ciclo, pero deben ser combatidos por los aditivos
del aceite, ya sea a través de una neutralización química, o evitando que se aglomeren para
que no puedan causar daños en el motor. Esto va consumiendo los aditivos.

Otros contaminantes son los metales provenientes del desgaste, suciedad de reparaciones o
cambios de aceite, agua, etc. El lubricante lo único que puede hacer en estos casos es
mantenerlos en suspensión en un tamaño mínimo para que circulen por el filtro y los
conductos, pero no puede eliminarlos. Dichos contaminantes salen del motor solamente en el
cambio de aceite.

Otra forma de deterioro del lubricante es la oxidación en sí. Toda sustancia que deba trabajar a
alta temperatura y en contacto con el aire sufre este proceso. En el motor, el aceite es batido
constantemente, con lo que la oxidación es muy grave. Los lubricantes de más alta calidad
soportan por más tiempo de uso estas condiciones al tener aditivos antioxidantes, pero no se
puede prolongar en forma indefinida su uso.

El proceso de oxidación del aceite es producido por el combustible proveniente de una


combustión incompleta que genera en el cárter del motor reacciones químicas complejas. El
engrosamiento del lubricante es evidente a los pocos kilómetros de uso. Debemos destacar
que el combustible al principio licúa al aceite, pero luego contribuye en mayor medida al
incremento en su densidad.

4. Tener fugas de aceite (retenes en mal estado, cárter perforado)

La ausencia total de lubricación (aceite) en el sistema, conduce al daño del cojinete,


provocando la destrucción total de la pieza, como se puede observar en la fotografía.
No obstante, es más frecuente el fallo por lubricación insuficiente, en el que la cantidad de
lubricante que llega al sistema eje-cojinete, no permite mantener la película de aceite y se
produce el contacto entre las dos piezas. El funcionamiento prolongado en esas condiciones
también produce la destrucción total del conjunto.

El daño en un retén del motor, provoca el escape del aceite por ese extremo. La pista de los
cojinetes, próxima al retén presentará daños; debido a la rotura de la película lubricante por
pérdida de presión de aceite (ralladuras), signo de una lubricación insuficiente como se
muestra en la imagen.

Recomendación: vigilar posibles pérdidas de aceite por los retenes y sustituirlos en caso
necesario.

5. Uso excesivo de aditivos

Los aceites contienen los aditivos que exigen los fabricantes de automóviles para que los
lubricantes se comporten de acuerdo a sus requerimientos. Por ejemplo: evitar la formación
de carbones y lodos, minimizar el desgaste, no formar espumas, favorecer el arranque en frío y
prolongar su tiempo de uso.

El comportamiento del aceite es controlado en pruebas muy estrictas, de larga duración,


realizadas en motores estandarizados, controlados especialmente. En ellos se simula toda la
vida del motor, en condiciones exageradamente severas de uso.

Además, agregando más aditivos que los requeridos por los lubricantes, no se logra un mejor
rendimiento, ya que las mezclas que se obtienen no son homogéneas, ni equilibradas, por lo
que se pueden generar efectos negativos. El lubricante se espesa demasiado, deja de fluir
correctamente y la función de lubricar y refrigerar de un aceite no se cumple adecuadamente.

También hay que tener en cuenta qué tipo de aditivos se le agregan ya que algunos de ellos
producen desgastes excesivos en el motor.

Mientras mayor calidad tenga el aceite, éste minimizará más los daños y consecuencias.
Es necesario saber que el aceite por sí solo no puede garantizar buenos resultados, deben
existir varios factores para alcanzar los resultados esperados:

a) Piezas genuinas

b) Aceite de alta calidad

c) Un adecuado mantenimiento

VI. PROPUESTAS .-

VII. CONCLUCIONES.-

VIII. RECOMENDACIONES.-

1. Revisar cada 1000 Km el nivel y las condiciones del aceite del motor:

Si llegara a estar bajo el nivel, se deberá rellenar con aceite de las mismas características, y si el
aceite estuviera degradado o contaminado, deberá realizar el reemplazo del mismo.

PARA MAYOR INFORMACIÓN:

2. Hábitos de manejo

Dentro de este tema se tratará el hecho de que cuando el vehículo se pone en marcha después
de un lapso considerable, el aceite se deposita en el cárter y se enfría. Con esto su viscosidad
se incrementa, por lo que se deberá acelerar gradualmente y no forzar la marcha del vehículo
hasta que éste alcance su temperatura óptima de trabajo. Con esta consideración,
garantizamos que el aceite haya generado su película de lubricación en todos los
componentes, además de que la presión de aceite ya es la correcta y los elementos mecánicos
han quedado protegidos.

3. No se recomienda mezclar marcas de aceites y menos cambiar a una marca de baja calidad

Siempre se deberá revisar que el producto cumpla con las Normas Oficiales Mexicanas.

4. Fugas de aceite de motor


Cuando se detecte una fuga se debe acudir de inmediato con el mecánico, para reportarle el
problema y solucionarlo adecuadamente, quedan prohibidos los remedios temporales, ya que
estos se convertirán con el tiempo en un problema mayor.

5. Uso de aditivos

Como hemos explicado, modifican la viscosidad del aceite, por lo que el uso prolongado de los
mismos puede obstruir los conductos de lubricante, dando como resultado un bajo flujo de
aceite y generar daños en los componentes mecánicos internos.

Observaciones para centros de servicio

Para los talleres que realizan el servicio de sustitución del aceite de motor, deberán tener en
cuenta las siguientes recomendaciones:

1. No tirarlo ni quemarlo.

2. Almacenarlo en un contenedor en el área de residuos peligrosos.

3. No mezclarlo con otras sustancias, como disolventes.

4. Entregarlo a un recolector autorizado para darle el tratamiento adecuado.

IX. BIBLIOGRAFIA
X. ANEXO

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