IGLESIA CRISTO DE PODER CHILE

21
D Í A S de
AYUNO
& O R A C I Ó N
DESDE EL 26 DE OCTUBRE AL 15 DE NOVIEMBRE

El Ayuno es una disciplina bíblica que nos ayuda a experimentar una

mayor relación personal con Dios. El ayuno es renunciar temporalmente
a ciertos placeres, como también a algunos tipos de alimentos, para
consagrar nuestro cuerpo, nuestro corazón, nuestros pensamientos y
nuestro tiempo exclusivamente para estar íntimamente con Dios a
través de la oración y la lectura de Su Palabra (la Biblia).

Los 21 Días de Ayuno están inspirados en la experiencia que vivió Daniel,

un joven hebreo que consagró sabiamente su corazón a Dios, en tiempos
de dificultad. A través de la disposición de su corazón por medio del
ayuno, Dios lo bendijo a él; proveyéndole de su protección,
promoviéndolo a un lugar de influencia y respondiendo sus oraciones a
favor de su familia y su pueblo. [Te animamos a leer Daniel, capítulo 11]

Jesús dijo: "Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lávate la cara, de
modo que no muestres a los hombres que ayunas, si no a tu Padre que
está en secreto. Y tu Padre que te ve en secreto te recompensará"
[Mateo 6:17-18].

¿CÓMO REALIZAR EL AYUNO DE DANIEL?

ALIMENTOS
Durante los 21 días, podemos comer todo
tipo de Vegetales, Frutas, Legumbres y
Frutos Secos. Se puede beber Agua o Jugos
100% naturales. Se permite de manera
excepcional los alimentos integrales. Se
debe evitar comer Carnes o productos con
alto contenido en grasa. También evitar el
[DANIEL 10:2-3] Café, Refrescos, Sodas, comidas con
preservantes, Azúcar refinada, Harina y
Lácteos, etc.

ORACIÓN Y LECTURA
Cada día debemos disponer de algunos
minutos para orar y leer la Biblia. A través
de nuestras redes sociales proveeremos
cada mañana de un Devocional y una cita
bíblica que te ayudará a tener una dirección
más clara de "por qué" y "cómo" orar
eficazmente en tu tiempo de intimidad con
[DANIEL 10:12] Dios.

El Ayuno debe ser una experiencia de alegría y de enriquecimiento

espiritual. Es un tiempo de sacrificio, pero a la vez, un tiempo que
debe darnos esperanza. El ayuno es un acto de humildad y humillación, y
por medio del ayuno Dios trabaja y moldea nuestros corazones a la
semejanza de Jesús para cumplir Su voluntad y propósito de Sanidad y
Restauración en nuestras vidas, en nuestras familias y en nuestras
ciudades.

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