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PEDROZA RODRIGUEZ JOSE ROBERTO EMMANUEL

No. De Lista 780 Registro: 4569169 Anatomía

Hemorragia subaracnoidea.
Es un sangrado en el espacio situado entre el cerebro y las membranas que lo recubren. En
ocasiones se acompaña de un hematoma dentro del cerebro.
La hemorragia subaracnoidea es una emergencia médica, siendo esencial su diagnóstico precoz e
ingreso para tratamiento adecuado del paciente.
Es más frecuente en la edad media de la vida y afecta más a las mujeres.
¿Qué síntomas produce?
El inicio de los síntomas suele ser brusco, y puede estar desencadenada por un esfuerzo físico, tos,
defecación, relación sexual..., aunque en muchos casos no se encuentra un factor desencadenante.
El síntoma de aparición más frecuente es el dolor de cabeza, que destaca por su intensidad; definido
en muchas ocasiones como “el más intenso que jamás he sufrido”. A menudo el dolor predomina a
nivel de la nuca. Suele acompañarse de náuseas y vómitos. El inicio puede ser también como un
síncope, con o sin recuperación posterior. Otros síntomas son crisis epilépticas, déficits neurológicos
tales como falta de movilidad de un lado del cuerpo, disminución de conciencia llegando al coma,
etc.
El pronóstico está directamente relacionado con el estado inicial del paciente; pero pronóstico para
los que ingresan en estado más grave
¿Por qué se produce una hemorragia subaracnoidea?
La causa más frecuente es la ruptura de un vaso sanguíneo intracraneal anómalo,
fundamentalmente de un aneurisma (una dilatación anormal a modo de saco de una arteria cerebral
cuya pared está debilitada y puede romperse ante un aumento de la presión arterial).
La hemorragia subaracnoidea debida a aneurisma tiene una elevada mortalidad, falleciendo
alrededor del 30% de los pacientes, un tercio de ellos antes de llegar al hospital. Alrededor de la
mitad de los que sobreviven puede quedar con algún tipo de secuela.
En un grupo de pacientes no se encuentra una causa de sangrado, atribuyéndose su origen a la
ruptura de pequeños vasos tras un aumento brusco de la tensión arterial. Estas hemorragias tienen
un carácter más benigno y mejor pronóstico, siendo su mortalidad y complicaciones muchos
menores.
Es el cerebro el más propenso a sangrar en sí mismo. Una de las formas más frecuentes es que
ocurra en el espacio subaracnoideo, condición esta conocida como Hemorragia Subaracnoidea
(HSA).
Existen diferencias estructurales en los vasos sanguíneos cerebrales que los hacen diferentes a los
del resto del organismo y de hecho más propensos a sangrar en los diferentes compartimentos
PEDROZA RODRIGUEZ JOSE ROBERTO EMMANUEL
No. De Lista 780 Registro: 4569169 Anatomía

intracraneales:
1. Los vasos extracraneales entran a los diferentes órganos a través de un hilio y
los intracraneales lo hacen formando una red en el exterior del órgano, en el
interior de los surcos y fisuras de la anatomía cerebral. Solo pequeños vasos
penetran al interior del parénquima.
2. Las paredes arteriales de los vasos intracraneales cuentan con pocos
elementos musculares y menos tejido elástico de sostén, incluido la ausencia
de membrana elástica externa, por otra parte el revestimiento de la adventicia
es más débil.
3. Las grandes arterias se confinan a las cisternas basales del encéfalo, donde el
tejido conectivo de sostén es escaso. Las mencionadas cisternas, no son más
que espacios ocupados por líquido cefalorraquídeo y localizado entre la
membrana aracnoidea externa y la superficie del encéfalo. Constituye el sitio
por el cual transcurren los vasos y nervios que tienen relación inmediata con el
cerebro y cerebelo.
4. El drenaje sanguíneo se realiza a través de venas que a su vez vierten su
contenido en repliegues dúrales denominados senos venosos.

Trombosis cerebral.
Se llama trombosis cerebral (TC) al cuadro neurológico que se produce cuando
ocurre la muerte de una zona determinada del encéfalo por falta del riego sanguíneo
necesario para la vida, consecuencia de una obstrucción de la luz de la arteria
nutricia por un coágulo desarrollado en su interior de manera lenta y gradual.
 El efecto de la trombosis depende de la extensión y localización del área
cerebral interesada. Puede dar lugar a una hemiplejía, con parálisis y pérdida
de la sensibilidad de una mitad del cuerpo, con pérdida de la capacidad de
hablar, torpeza de movimientos, visión borrosa o doble, confusión y pérdida de
conciencia. Cuando afecta la parte derecha del cerebro, las manifestaciones
se producen en el lado izquierdo del cuerpo, y viceversa.
 La parálisis tiende a mejorar algunas horas después de lo ocurrido el ataque, y
la recuperación incluye fisioterapia, para devolver la funcionalidad a los
miembros afectados, y en su caso logopedia.

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