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DENUNCIA POR INFRACCIÓN AL PRINCIPIO DE LEGALIDAD

SEÑOR PRESIDENTE DE LA COMISIÓN DE REPRESION DE LA COMPETENCIA


DESLEAL DEL INDECOPI:

ESTUDIO PARA LA DEFENSA Y LOS DERECHOS DE LA MUJER-DEMUS, identificada


con R.U.C. XXXXX, señalando domicilio para estos efectos en Calle Chinchón 710, San
Isidro, debidamente representada por su Apoderado, señor Enrique Bardales Mendoza,
identificado con D.N.I. 08571041, ante usted con el debido respeto nos presentamos y
decimos:

Que, en virtud del anuncio publicitario difundido por la empresa SAMITEX S.A. (en
adelante SAMITEX), con domicilio en Av. El Sol 1191 - 1197 Urb. la Campiña Chorrillos
Lima Perú, teléfono (511) 213 1300 y fax: (511) 213 1397; respecto del producto
denominado Camisas John Holden, interponemos denuncia ante su Despacho por
considerar que el referido anuncio infringe el artículo 3° del Decreto Legislativo 961-
Normas de Publicidad en Defensa del Consumidor, por afectar de modo manifiesto el
Principio de Legalidad, en el extremo de mostrar imágenes que afectan la dignidad de las
mujeres mostrándolas como un objetos; por fomentar conductas antisociales al enaltecer
la infidelidad como una situación deseada socialmente y finalmente, por mostrar
situaciones temerarias como aceptadas a pesar que vulneran el orden público que debe
imperar en nuestra sociedad.

Argumentamos lo dicho en base a los siguientes fundamentos de hecho y de derecho:

1. LEGITIMIDAD PARA OBRAR:

DEMUS es una Organización No Gubernamental (ONG) que trabaja en contra de las


prácticas discriminatorias y la violación de los derechos humanos de las mujeres,
ejerciendo un rol de presión y vigilancia ante el Estado y las instituciones de la sociedad
civil para que cumplan con sus responsabilidades en materia de ejercicio y goce de
derechos de las mujeres.
Ante ello, teniendo en cuenta que la empresa SAMITEX viene difundiendo un anuncio en
el que se ofende a la mujer mostrándola como un objeto, y adicionalmente fomenta las
conductas antisociales al mostrar la infidelidad como una situación deseable -en contra de
lo establecido en el artículo 3º del Decreto Legislativo 691, y adicionalmente de los
derechos fundamentales de las personas y el interés social regulados en la Constitución
de 1993- consideramos que nuestra institución se encuentra plenamente legitimada para
formular la presente denuncia.

2. ANUNCIANTE:

La Sala de Defensa de la Competencia del Tribunal del INDECOPI ha establecido como


criterio de interpretación que, debido a que las afirmaciones publicitarias contenidas en un
anuncio se encuentran referidas a los productos de una empresa 1, ésta resulta
beneficiaria directa de dicho anuncio. Por lo tanto, la empresa denunciada, se encuentra
dentro de lo definido como anunciante para efectos de las normas de publicidad y como
1
Artículo 13º.- Tratándose del contenido de los anuncios se considera responsable a la persona
natural o jurídica anunciante (…).
tal, debe responsabilizarse por la información brindada a los consumidores a través del
anuncio publicitario cuestionado; es evidente el nexo causal existente entre la difusión de
los anuncios y la conducta de la denunciada.

3. PUBLICIDAD COMERCIAL:

Las normas de Publicidad en defensa del Consumidor (Decreto Legislativo N° 691)


determinan que no todo anuncio estará regulado por la Ley; solo podrán ser analizados
bajo la misma, aquellos anuncios que configuran una comunicación pública, dirigida a
potenciales consumidores –ya sean consumidores finales, un intermediario o un
proveedor de bienes y servicios-, que busque fomentar, directa o indirectamente, la
adquisición de bienes o la contratación de servicios y lograr –o al menos generar la
posibilidad- de captar o desviar las preferencias de los receptores del mismo.

En el caso en concreto, el anuncio cuestionado cumple con todas las características antes
mencionadas para ser considerada una publicidad comercial:

 Se trata de una comunicación pública ofrecida en diferentes canales de televisión.


Por ello, es viable su revisión (ex -post).
 Dirigida a consumidores de camisas para caballero.
 Se busca fomentar directamente que el producto John Holden sea adquirido.
 El anuncio esta dirigido a tratar de desviar la preferencia de los consumidores de
otras marcas de camisas para orientarlas al producto John Holden.

Es por ello, que todo lo afirmado en el anuncio publicitario deberá ser revisado 2 de
conformidad con lo establecido por las normas de Publicidad Comercial en Defensa del
Consumidor a fin de no causar daños al interés general del mercado.

4. CUESTIONES PREVIAS:

Según lo establece el articulo 2 de las Normas de Publicidad en Defensa del


Consumidor3, los anuncios deberán ser juzgados teniendo en cuenta que el consumidor
queda influenciado mediante un examen superficial e integral del mismo; es decir, no

2
Artículo 29º.- A partir de la vigencia del presente Decreto Legislativo, todos los organismos integrantes del
Estado quedan impedidos de aplicar sanciones en materia de publicidad comercial,
debiendo denunciar ante la Comisión de Represión de la Competencia Desleal las infracciones a las normas
de publicidad que conozcan en el área de su competencia, a fin de que este órgano proceda a imponer las
sanciones que legalmente correspondan. Está prohibido el control previo de la publicidad en cualquier área o
sector de la actividad económica sin excepción. La fiscalización de los anuncios, en todos los casos, sólo
podrá realizarse con posterioridad a la difusión de éstos. Es nula cualquier sanción dispuesta por un órgano
del Estado que contravenga lo señalado en el
presente artículo.

(Texto según el Artículo 14º del Decreto Legislativo Nº 807).

3
Artículo 2º.- Las normas deben interpretarse y aplicarse de buena fe, en armonía con los principios de la
ética o deontología publicitaria generalmente aceptados.
Los anuncios deben ser juzgados teniendo en cuenta el hecho que el consumidor queda influenciado
mediante un examen superficial del mensaje publicitario.
Las normas se aplican a todo el contenido de un anuncio, incluyendo las palabras y los números, hablados y
escritos, las presentaciones visuales, musicales y efectos sonoros.
deberá tratarse de un análisis exhaustivo, profundo o descontextualizado, pues el
consumidor evalúa el mensaje publicitario extraído del anuncio en su conjunto.

Asimismo, es necesario mencionar, que la protección se ha limitado a tutelar a aquellos


consumidores razonables, entendiéndose como tales aquellos que se desenvuelven en el
mercado con diligencia a efecto de tomar decisiones de consumo adecuadas a sus
expectativas.

Por otro lado, el artículo 3° de las Normas de la Publicidad en Defensa del Consumidor,
establece:

“Artículo 3º.- Los anuncios deben respetar la Constitución y las leyes


Ningún anuncio debe favorecer o estimular cualquier clase de ofensa o discriminación racial, sexual,
social, política o religiosa.

Los anuncios no deben contener nada que pueda inducir a actividades antisociales, criminales o
ilegales o que parezca apoyar enaltecer o estimular tales actividades.”

Ello se encuentra fundamentado en el Principio de Legalidad, el cual alude al respeto por


el Ordenamiento Jurídico, es decir, es una exigencia que se presenta a todo publicista de
que su mensaje no debe ir en contra del Ordenamiento Jurídico en general.

Por otro lado, consideramos importante recordar que la dignidad es el fundamento y la


esencia de todos los demás derechos fundamentales, por lo que no puede ser dejada de
lado para el análisis de cada caso en particular, sino que debe ser ponderada siempre
respecto del resto de derechos. Al respecto, el artículo 1º de la Constitución de 1993
señala lo siguiente:

“La defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y
del Estado.”

La dignidad por ello, en tanto valor absoluto, no puede ser dejada de lado como un
elemento de análisis para cada caso en particular, sino que debe respetarse en todo
momento y debe primar sobre cualquier otro derecho, de tal modo que el hecho de
presentar a una persona equiparable a un objeto, o menospreciarla a tal grado de
mostrarla como inferior, entre otros supuestos, atentan contra la dignidad de las personas.

Pasando a otro punto, es necesario mencionar que si bien nuestra constitución también
protege la libre iniciativa privada y la libre expresión de ideas, el mismo cuerpo normativo
y demás normas del ordenamiento la restringen de modo expreso para evitar que los
derechos fundamentales de las personas se vean medrados ante eventuales excesos.

Respecto de la libre iniciativa privada, la Constitución Política establece lo siguiente:


Artículo 58: La iniciativa privada es libre. Se ejerce en una economía social de mercado. Bajo este
régimen, el estado orienta el desarrollo del país, y actúa principalmente en las áreas de promoción
de empleo, salud, educación, seguridad, servicios públicos e infraestructura.

En virtud del artículo precedentemente citado, los privados pueden tomar iniciativas
empresariales para desarrollarse óptimamente en el mercado. Siendo estas iniciativas de
origen privado como ya se dijo, el empresario debe limitar su actividad en aras de no
contravenir las normas.
Asimismo, la libertad de expresión, por propia naturaleza jurídica, no podría ser absoluta,
sino que se encuentra limitada entre otras razones, debido a que el respeto a la dignidad
humana debe cumplirse siempre, aun si ello implica que se limite la libertad de expresión.

Tal como señala Bernales al comentar el artículo 2º, inciso 4 de la Constitución, la libertad
de expresión puede conceptualizarse en lo siguiente:

“(…) consiste en poder comunicar pensamientos, ideas, opiniones,. Mientras la libertad de


información se refiere, en general, a los datos de la realidad, la de expresión tiene que ver con
comunicar las propias ideas. Desde esta perspectiva, la libertad de expresión no es sino una de las
especies de la libertad de información y de formular opiniones.”4

Por ello, podemos decir válidamente, que la libertad de expresión no es un derecho


absoluto, tan es así que se encuentra regulada. Si bien es cierto, no existe censura
previa, sí se reconoce la posibilidad de establecer responsabilidades posteriores a su
ejercicio, las cuales deben encontrarse expresamente fijadas por ley; estas
responsabilidades pueden ser tanto administrativas, civiles, o penales.

Siguiendo la misma línea de razonamiento, Enrique Bardales establece lo siguiente:


“La publicidad constituye una de las manifestaciones de la libertad de expresión y como tal
está sujeta a un conjunto de limitaciones, que tienen que ver con el respeto a la dignidad
humana y con las limitaciones que están contenidas en el Decreto Legislativo Nº 691. En
consecuencia, la autoridad administrativa, al evaluar el contenido de una publicidad desde la
dimensión del ejercicio de la libertad de expresión, debe asumir la calidad de derecho relativo o
regulado del mismo, no afectando el núcleo de otros derechos fundamentales como serían el
de la igualdad y de la no discriminación.”5 (el resaltado es nuestro)

Por ello, la libertad en el uso del humor, la fantasía y/o exageración en la publicidad
comercial, deberá ser limitada con mayor incidencia cuando tales licencias se utilicen de
modo tal que puedan favorecer o estimular cualquier atentado contra la dignidad de las
personas a través de conductas ofensivas o discriminantes, que cuando las mismas
sean capaces de promover la vulneración del orden público o de las buenas
costumbres, dada la mayor ponderación del interés protegido en el primer caso frente al
segundo.

Pasando a otro punto, es necesario mencionar que el artículo 03 del Decreto Legislativo
también prohíbe la difusión de anuncios que enaltezcan conductas antisociales. Al
respecto en la Resolución N° 009-2007/CCD-INDECOPI emitida dentro del expediente
N° 136-2006/CCD-INDECOPI, se estableció lo siguiente:
“(…) es preciso señalar que el acto de favorecer o estimular una ofensa o una conducta
discriminante no es igual ni tiene el mismo alcance que el acto de inducir, apoyar, enaltecer o
estimular actividades antisociales, criminales o ilegales. (…) En el segundo caso, la sanción reside
en la necesidad de cautelar, esencialmente, el orden y el interés general en su sentido
extendido. (…) el bien jurídico tutelado al momento de sancionar la publicidad capaz de
inducir a actividades antisociales, criminales o ilegales o que parezca apoyar, enaltecer o
estimular tales actividades es que no se promueva la vulneración de la moral, la salud y la
seguridad pública a los cuales se refiere el artículo 59 de la Constitución”. (el resaltado es nuestro)

En efecto, resulta ajustado a derecho, según los principios que rigen nuestra sociedad,
que las empresas anunciantes respeten a cabalidad los parámetros exigidos de moral y

4
BERNALES, Enrique. La Constitución de 1993. Análisis Comparado. CIEDLA. Lima, 1996.
5
BERNALES, Op. Cit. pp. 145.
buenas costumbres, lo que implica el deber de no mostrar, de algún modo al público en
general, una valoración positiva sobre el desarrollo de actitudes antisociales frente a
personas, circunstancias, escenarios o situaciones con las que una persona puede
encontrarse en su vida cotidiana.

Asimismo, según lo establecido jurisprudencialmente, deberá entenderse por “inducir” al


hecho de persuadir a alguien a realizar a una acción determinada.

Por su parte, “enaltecer” se entiende como sinónimo de “ensalzar”, “engrandecer” y


“alabar”, lo que implica realizar elogios o alabanzas de las cualidades de algo o de
alguien.

Según este razonamiento, teniendo en cuenta que el Estado Peruano fomenta los
valores y principios morales, podemos concluir que no resulta ajustado a derecho
fomentar conductas en las cuales se aprecie la infidelidad como una situación deseada
e incluso loable, debido a que dicha apreciación podría incentivar negativamente a la
sociedad dándoles a entender que se trata de una conducta no reprochable cuando ello
se aleja de la realidad.

5. DESCRIPCION DEL ANUNCIO MATERIA DE DENUNCIA

En este punto, consideramos de suma importancia efectuar una descripción detallada del
anuncio cuestionado.

La publicidad se inicia con la imagen de una pareja que se besa de modo apasionado
mientras rápidamente ocultan la ropa de ambos y demás objetos personales debajo de la
cama para esconderlos. Unos instantes después, el hombre acompaña a la mujer y la
ayuda a salir por la ventana vestida tan solo con una camisa de caballero;
simultáneamente otra mujer –entendemos la novia o esposa - entraba a la habitación del
protagonista, mientras éste último hacía un gesto de complicidad, ante la infidelidad
cometida. Finalmente, se enfoca a la mujer que salió por la ventana en camisa, la cual
voltea a su izquierda y encuentra a otras dos mujeres en las mismas circunstancias (la
cornisa de la ventana) semi-desnudas en señal de que ella también había sido engañada;
para concluirse con la frase en off “un momento diseñado por JOHN HOLDEN”.

6. FUNDAMENTOS DE NUESTRA DENUNCIA:

Luego de haber revisado a detalle el contenido del anuncio cuestionado, se hace


necesario determinar el mensaje del mismo en aras de determinar si existió infracción a
las normas publicitarias, en concreto, por la afectación del principio de no denigración y de
la prohibición del enaltecimiento de conductas antisociales, ambos regulados en el articulo
3 del Decreto Legislativo 691.

Al respecto, resulta evidente que el anuncio sugiere al consumidor razonable, luego de un


análisis superficial e integral de las escenas mostradas: i) El afán del protagonista de
ocultar rápidamente a su acompañante, quien viste el producto promocionado; ii) La
llegada de una mujer, entendemos la esposa o novia del protagonista, la cual se muestra
engañada ante el público en general en una clara muestra de infidelidad por parte del
protagonista; y iii) la imagen de la mujer escondida que al estar parada en la cornisa de la
ventana donde se ocultaba, voltea y encuentra a dos mujeres más en la misma situación,
muestra de que todas fueron engañadas de la misma forma por el protagonista.
Como podrá apreciar su Despacho, el mensaje del anuncio cuestionado resulta en
extremo claro: se enaltece la infidelidad como conducta socialmente deseable y
plena manifestación de viveza y astucia por parte del protagonista. Adicionalmente,
al mostrarse a las mujeres que participan en el anuncio como seres humanos
vilmente engañados y utilizados como objetos, se termina mostrando como
aceptable la afectación de la dignidad de las involucradas, a pesar que las mismas
merecen el respeto a sus derechos fundamentales.

A continuación detallaremos cada una de las infracciones materia de nuestra denuncia,


que deberán ser sancionadas según lo establecido en el artículo 3 de las Normas de
Publicidad de Defensa del Consumidor.

a) Enaltecimiento de conductas antisociales:

En un primer punto, observando el anuncio cuestionado, podemos apreciar luego de un


análisis superficial e integral, que las imágenes mostradas enaltecen una conducta
antisocial, la infidelidad, debido a que se aprecia un joven que –en un acto de “proeza” ha
logrado engañar a tres mujeres -todas ocultas en la cornisa de la ventana bajo la misma
modalidad- induciéndonos a pensar que incluso, una cuarta mujer, será engañada de la
misma forma.

En efecto, esta situación de infidelidad es mostrada por el anunciante como una


manifestación de astucia y viveza generándose con ello el enaltecimiento y elogio a dicha
actitud antisocial; de modo incomprensible se muestra como aceptable el hecho de
engañar a las mujeres de una manera tan burda y grosera para satisfacer las
necesidades sexuales del protagonista, lo que implicaría reconocer, de algún modo,
que dicha conducta sería aceptable –e incluso loable para afirmar la superioridad
masculina- en situaciones cotidianas, teniendo en cuenta que en realidad se trata
de una valoración positiva inaceptable y claramente reprochable por la sociedad.

Siguiendo la misma línea de razonamiento, consideramos ilícito que a través del


enaltecimiento de la infidelidad –conducta que nuestra institución prefiere no valorar en
esta oportunidad pero que sin embargo, es manifiestamente inaceptada y no deseada por
la sociedad-, la empresa anunciante promocione sus camisas para caballero;
consideramos un total desmérito jurídico el haber tenido que recurrir a mostrar a un
hombre infiel (con 3 mujeres y por serlo con una cuarta) totalmente irrespetuoso con las
mujeres, como un símbolo de viveza y masculinidad deseada para inducir al público
masculino a compartir dicha valoración y sentirse identificados con ella para adquirir las
camisas JOHN HOLDEN.

Sin lugar a dudas, como ya se mencionó y al margen de las valoraciones de nuestra


institución respecto de esta conducta antisocial, la infidelidad constituye una situación no
deseada socialmente, por cuanto constituye una conducta contraria a las normas mínimas
de respeto a los valores morales imperantes en nuestro país; el anuncio materia de
denuncia enaltece y elogia la conducta de un joven, mostrándolo como astuto y
desentendido del respeto que se debe mostrar a las mujeres y en realidad, a todo ser
humano; no es válido mostrar como natural y aceptable una situación de esta
naturaleza porque ello, implica sugerir la aceptación y el reconocimiento de una
valoración positiva sobre el desarrollo de actitudes antisociales frente a personas,
circunstancias, escenarios o situaciones con las que una persona puede
encontrarse en su vida cotidiana.

b) Afectación a la dignidad de la mujer:

En este punto, consideramos importante recordar que la dignidad es el fundamento y la


esencia de todos los demás derechos fundamentales, por lo que no puede ser dejada de
lado para el análisis de cada caso en particular, sino que debe ser ponderada siempre
respecto del resto de derechos.

Asimismo, como se mencionó entre las cuestiones previas, la dignidad, en tanto valor
absoluto, debe primar sobre cualquier otro derecho, de tal modo que el hecho de
presentar a una persona equiparable a un objeto, o menospreciarla a tal grado de
mostrarla como inferior, entre otros supuestos, atentan contra la dignidad de las personas.

Volviendo al caso concreto, como ya se mencionó, en un primer momento se muestra a la


pareja ocultando las evidencias de su encuentro intimo; posteriormente la mujer es
escondida en la cornisa de la ventana mientras otra mujer entra a la habitación;
finamente, la mujer que había sido escondida voltea a su izquierda, y encuentra a otras
dos mujeres en las mismas circunstancias, como clara evidencia de que todas las
involucradas habían sido engañadas de la misma forma por el protagonista.

Lo dicho, resulta una clara manifestación de irrespeto a la dignidad de las mujeres; el


anunciante ha informado, a través de un mensaje publicitario, que la utilización de
varias mujeres para satisfacer los deseos sexuales de un hombre, es símbolo de
masculinidad, astucia y viveza, sin tener en cuenta el respeto que merecen las
mujeres como seres humanos dignos que son.

Al respecto, consideramos necesario citar lo resuelto por la Comisión en un procedimiento


similar:

(…) la Comisión estima que la apreciación de la imagen y del mensaje del anuncio cuestionado
denotan una subordinación de una parte del cuerpo femenino o de su totalidad a la satisfacción
erótica masculina, (…) para la Comisión, el mensaje del anuncio materia del presente
procedimiento busca asociar el contenido del canal televisivo promocionado, no solamente
con el erotismo de la imagen que muestra, sino además con la sujeción de la mujer frente a
la satisfacción del hombre, a través de la misma. En consecuencia, para la Comisión resulta
evidente que, tanto las imágenes como el mensaje del anuncio cuestionado, presentan un
efecto negativo respecto a la imagen de la mujer, debido a que se utiliza el concepto de lo
femenino, en perspectiva subordinada a lo masculino. Ello, con la finalidad de presentarlo
como un objeto de alto contenido erótico (…)6 (el resaltado es nuestro).

En efecto, resulta contrario a las normas publicitarias que los anunciantes utilicen a la
mujer mostrándola como objeto para promocionar sus productos; por ello, sin lugar a
dudas, el anuncio cuestionado -al mostrar la afectación de la dignidad de esas
mujeres como una situación deseada, sin tener en cuenta que nuestro
ordenamiento establece que la dignidad es el derecho madre de los derechos
fundamentales- resulta una manifiesta vulneración a las normas publicitarias
debido a que se está induciendo a los consumidores a pasar por alto derechos

6
Resolución Nº 163-2006/CCD-INDECOPI, emitida dentro del EXPEDIENTE Nº 111-2006/CCD.
fundamentales, incentivándolos a tratar a las mujeres como objetos, cuando en
realidad ello es reprochable jurídica y moralmente.

En consecuencia, el anuncio cuestionado es capaz de desarrollar, incrementar o contribuir


a perpetuar una consideración social indebida y no deseada por el ordenamiento
constitucional, que se refiere a estimar u opinar que la mujer se encuentra subordinada a
la satisfacción erótica masculina en el sentido de ser utilizada como un objeto, una y otra
vez, para satisfacer sus deseos sexuales.

Por ello, nuestra institución considera que, teniendo en cuenta pronunciamientos


precedentes de la Comisión y los derechos fundamentales, el anuncio que publicita las
camisas JOHN HOLDEN favorece que en la sociedad se produzcan humillaciones
respecto de la dignidad de la mujer, lo cual va en contra del interés social de evitar
favorecer algún tipo de discriminación u ofensa sexual respecto de las mujeres.
c) Fomento de la alteración del orden público:

Finalmente, es necesario mencionar que el anuncio publicitario, en la parte final del


mismo, enaltece la alteración del orden público, a través de la presentación de tres
mujeres paradas en el borde de una delgada cornisa a varios pisos de altura en un alto
edificio citadino, cuando en realidad, dicha situación, lejos de ser aceptada o deseable,
configura una maniobra altamente temeraria que pone en riesgo la vida de dichas
personas.

Respecto al orden público, consideramos oportuno mencionar lo establecido por la Corte


Suprema de Justicia en la Casación N° 2516-98:

“el orden público debe entenderse, conforme a la doctrina imperante, como aquella situación de
normalidad en que se mantiene y vive un estado cuando se desarrollan las diversas actividades
individuales y colectivas, son que se produzcan perturbaciones o conflictos; así mismo, lo
caracteriza el conjunto de normas o instituciones cuyo objeto consiste en mantener en un
país el buen funcionamiento de los servicios públicos, la seguridad y la moralidad de las
relaciones entre particulares”

Tal y como se establece en la cita precedente, el orden público constituye el conjunto de


normas o instituciones destinadas a mantener el país en buen funcionamiento de los
servicios públicos, la seguridad y la moralidad de las relaciones entre particulares. Por
ello, toda conducta que altere este orden y tranquilidad poniendo en riesgo la seguridad
de las personas, debe ser considerando reprochable y valorado de forma negativa.

Sin embargo, el anunciante en una clara muestra de irresponsabilidad presenta como


aceptable -incluso como símbolo de viveza y astucia-, esconder a las mujeres que ha
utilizado para satisfacer sus necesidades sexuales en los términos mostrados, a
sabiendas que dicha conducta resulta manifiestamente reprochable teniendo en cuenta
las normas mínimas de orden público que imperan en las ciudades, e incluso que se
puede estar alentando a las personas a poner en riesgo sus vidas con actitudes tan
irresponsables.

Ante ello, consideramos que su Despacho debe tener en cuenta que los anuncios
publicitarios no deben fomentar conductas ilícitas, sobre todo, si las mismas implican
poner en riesgo la vida de un ser humano; sin lugar a dudas, el anunciante, con pleno
conocimiento de la ilicitud de mostrar imágenes tan temerarias que atentan contra el
orden público, ha ignorado manifiestamente el orden público que debe imperar en nuestra
ciudad.

7. CONCLUSIONES:

Luego de todo lo expuesto, consideramos que ha quedado fehacientemente probado que


el anuncio cuestionado ha infringido el artículo 3 del Decreto Legislativo 691 en el extremo
de enaltecer conductas antisociales tales como la infidelidad y adicionalmente, mostrar
como aceptable la vulneración del derecho a la dignidad que las mujeres tienen como
seres humanos.

En efecto, el anuncio de las camisas JOHN HOLDEN, busca que los consumidores
masculinos se sientan identificados con el personaje, quien en aras de demostrar su
viveza y masculinidad, engaña a tres mujeres –dando a entender que lo hará con una
cuarta- utilizándolas como objetos sexuales en desmedro de su dignidad, para satisfacer
sus necesidades eróticas.

Por ello, consideramos que la conducta que la empresa SAMITEX presenta como
aceptable –inclusive deseable y loable-, pero que en realidad constituye un
enaltecimiento de conductas antisociales que implican la afectación de la dignidad
de las personas, deberá ser drásticamente sancionada con la multa más alta 7
establecida para estos supuestos, no solo por ir en contra de nuestro
ordenamiento, sino en contra de la moral y buenas costumbres sociales que la
constitución protege.

Asimismo, reiteramos que consideramos reprochable el hecho que el anunciante fomente


que las personas alteren el orden público mostrando a tres mujeres que, de manera
temeraria, se ocultan en la delgada cornisa de un edificio muy alto en plena ciudad; sin
lugar a dudas resulta reprochable mostrar estas imágenes de conductas ilícitas, teniendo
en cuenta que con ellas se puede inducir al público en general que las mismas son
aceptadas por nuestro ordenamiento al margen de la alteración del orden público que
denotarían.

POR TANTO:

A usted señor presidente de la Comisión de la Represión de la Competencia


Desleal, le solicitamos se sirva tener por admitida la presente denuncia, tramitarla de
acuerdo a Ley y declararla FUNDADA en su oportunidad, asimismo, solicitamos ordenar
7
Artículo 16°.- El incumplimiento de las normas establecidas por este Decreto Legislativo dará lugar a la
aplicación de una sanción de amonestación o de multa, sin perjuicio de que la Comisión ordene en su caso la
cesación de los anuncios y/o la rectificación publicitaria.

Las multas que la Comisión de Represión de la Competencia Desleal podrá establecer por infracciones al
presente Decreto Legislativo serán de hasta cien (100) UIT. La imposición y graduación de las multas será
determinada por la Comisión de Represión de la Competencia Desleal, teniendo en consideración la gravedad
de la falta, la difusión del anuncio, la conducta del infractor a lo largo del procedimiento, los efectos que se
pudiese ocasionar era el mercado y otros criterios que, dependiendo de cada caso particular, considere
adecuado adoptar la Comisión.

La rectificación publicitaria se realizará por cuenta del infractor, en la forma que determine la Comisión de
Represión de la Competencia Desleal, tomando en consideración los medios que resulten idóneos para
revertir los efectos que la publicidad objeto de sanción hubiera ocasionado.
el cese definitivo del anuncio publicitario cuestionado y se ordene el pago de costos y
costas.

PRIMER OTROSI DECIMOS: Adjuntamos copia de los documentos que acreditan la


existencia de nuestra representada.

SEGUNDO OTROSI DECIMOS: Adjuntamos copia del DNI y del poder otorgado a favor
de nuestro representante.

TERCER OTROSI DECIMOS: Adjuntamos la tasa por concepto de Denuncia de


Competencia Desleal, así como copias suficientes para la debida notificación a la
empresa denunciada.

CUARTO OTROSI DECIMOS: Cumplimos con adjuntar la grabación en video el anuncio


publicitario materia de la denuncia, transmitido por vía televisiva.

Lima, 17 de mayo de 2021

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