Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Que, en virtud del anuncio publicitario difundido por la empresa SAMITEX S.A. (en
adelante SAMITEX), con domicilio en Av. El Sol 1191 - 1197 Urb. la Campiña Chorrillos
Lima Perú, teléfono (511) 213 1300 y fax: (511) 213 1397; respecto del producto
denominado Camisas John Holden, interponemos denuncia ante su Despacho por
considerar que el referido anuncio infringe el artículo 3° del Decreto Legislativo 961-
Normas de Publicidad en Defensa del Consumidor, por afectar de modo manifiesto el
Principio de Legalidad, en el extremo de mostrar imágenes que afectan la dignidad de las
mujeres mostrándolas como un objetos; por fomentar conductas antisociales al enaltecer
la infidelidad como una situación deseada socialmente y finalmente, por mostrar
situaciones temerarias como aceptadas a pesar que vulneran el orden público que debe
imperar en nuestra sociedad.
2. ANUNCIANTE:
3. PUBLICIDAD COMERCIAL:
En el caso en concreto, el anuncio cuestionado cumple con todas las características antes
mencionadas para ser considerada una publicidad comercial:
Es por ello, que todo lo afirmado en el anuncio publicitario deberá ser revisado 2 de
conformidad con lo establecido por las normas de Publicidad Comercial en Defensa del
Consumidor a fin de no causar daños al interés general del mercado.
4. CUESTIONES PREVIAS:
2
Artículo 29º.- A partir de la vigencia del presente Decreto Legislativo, todos los organismos integrantes del
Estado quedan impedidos de aplicar sanciones en materia de publicidad comercial,
debiendo denunciar ante la Comisión de Represión de la Competencia Desleal las infracciones a las normas
de publicidad que conozcan en el área de su competencia, a fin de que este órgano proceda a imponer las
sanciones que legalmente correspondan. Está prohibido el control previo de la publicidad en cualquier área o
sector de la actividad económica sin excepción. La fiscalización de los anuncios, en todos los casos, sólo
podrá realizarse con posterioridad a la difusión de éstos. Es nula cualquier sanción dispuesta por un órgano
del Estado que contravenga lo señalado en el
presente artículo.
3
Artículo 2º.- Las normas deben interpretarse y aplicarse de buena fe, en armonía con los principios de la
ética o deontología publicitaria generalmente aceptados.
Los anuncios deben ser juzgados teniendo en cuenta el hecho que el consumidor queda influenciado
mediante un examen superficial del mensaje publicitario.
Las normas se aplican a todo el contenido de un anuncio, incluyendo las palabras y los números, hablados y
escritos, las presentaciones visuales, musicales y efectos sonoros.
deberá tratarse de un análisis exhaustivo, profundo o descontextualizado, pues el
consumidor evalúa el mensaje publicitario extraído del anuncio en su conjunto.
Por otro lado, el artículo 3° de las Normas de la Publicidad en Defensa del Consumidor,
establece:
Los anuncios no deben contener nada que pueda inducir a actividades antisociales, criminales o
ilegales o que parezca apoyar enaltecer o estimular tales actividades.”
“La defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y
del Estado.”
La dignidad por ello, en tanto valor absoluto, no puede ser dejada de lado como un
elemento de análisis para cada caso en particular, sino que debe respetarse en todo
momento y debe primar sobre cualquier otro derecho, de tal modo que el hecho de
presentar a una persona equiparable a un objeto, o menospreciarla a tal grado de
mostrarla como inferior, entre otros supuestos, atentan contra la dignidad de las personas.
Pasando a otro punto, es necesario mencionar que si bien nuestra constitución también
protege la libre iniciativa privada y la libre expresión de ideas, el mismo cuerpo normativo
y demás normas del ordenamiento la restringen de modo expreso para evitar que los
derechos fundamentales de las personas se vean medrados ante eventuales excesos.
En virtud del artículo precedentemente citado, los privados pueden tomar iniciativas
empresariales para desarrollarse óptimamente en el mercado. Siendo estas iniciativas de
origen privado como ya se dijo, el empresario debe limitar su actividad en aras de no
contravenir las normas.
Asimismo, la libertad de expresión, por propia naturaleza jurídica, no podría ser absoluta,
sino que se encuentra limitada entre otras razones, debido a que el respeto a la dignidad
humana debe cumplirse siempre, aun si ello implica que se limite la libertad de expresión.
Tal como señala Bernales al comentar el artículo 2º, inciso 4 de la Constitución, la libertad
de expresión puede conceptualizarse en lo siguiente:
Por ello, la libertad en el uso del humor, la fantasía y/o exageración en la publicidad
comercial, deberá ser limitada con mayor incidencia cuando tales licencias se utilicen de
modo tal que puedan favorecer o estimular cualquier atentado contra la dignidad de las
personas a través de conductas ofensivas o discriminantes, que cuando las mismas
sean capaces de promover la vulneración del orden público o de las buenas
costumbres, dada la mayor ponderación del interés protegido en el primer caso frente al
segundo.
Pasando a otro punto, es necesario mencionar que el artículo 03 del Decreto Legislativo
también prohíbe la difusión de anuncios que enaltezcan conductas antisociales. Al
respecto en la Resolución N° 009-2007/CCD-INDECOPI emitida dentro del expediente
N° 136-2006/CCD-INDECOPI, se estableció lo siguiente:
“(…) es preciso señalar que el acto de favorecer o estimular una ofensa o una conducta
discriminante no es igual ni tiene el mismo alcance que el acto de inducir, apoyar, enaltecer o
estimular actividades antisociales, criminales o ilegales. (…) En el segundo caso, la sanción reside
en la necesidad de cautelar, esencialmente, el orden y el interés general en su sentido
extendido. (…) el bien jurídico tutelado al momento de sancionar la publicidad capaz de
inducir a actividades antisociales, criminales o ilegales o que parezca apoyar, enaltecer o
estimular tales actividades es que no se promueva la vulneración de la moral, la salud y la
seguridad pública a los cuales se refiere el artículo 59 de la Constitución”. (el resaltado es nuestro)
En efecto, resulta ajustado a derecho, según los principios que rigen nuestra sociedad,
que las empresas anunciantes respeten a cabalidad los parámetros exigidos de moral y
4
BERNALES, Enrique. La Constitución de 1993. Análisis Comparado. CIEDLA. Lima, 1996.
5
BERNALES, Op. Cit. pp. 145.
buenas costumbres, lo que implica el deber de no mostrar, de algún modo al público en
general, una valoración positiva sobre el desarrollo de actitudes antisociales frente a
personas, circunstancias, escenarios o situaciones con las que una persona puede
encontrarse en su vida cotidiana.
Según este razonamiento, teniendo en cuenta que el Estado Peruano fomenta los
valores y principios morales, podemos concluir que no resulta ajustado a derecho
fomentar conductas en las cuales se aprecie la infidelidad como una situación deseada
e incluso loable, debido a que dicha apreciación podría incentivar negativamente a la
sociedad dándoles a entender que se trata de una conducta no reprochable cuando ello
se aleja de la realidad.
En este punto, consideramos de suma importancia efectuar una descripción detallada del
anuncio cuestionado.
La publicidad se inicia con la imagen de una pareja que se besa de modo apasionado
mientras rápidamente ocultan la ropa de ambos y demás objetos personales debajo de la
cama para esconderlos. Unos instantes después, el hombre acompaña a la mujer y la
ayuda a salir por la ventana vestida tan solo con una camisa de caballero;
simultáneamente otra mujer –entendemos la novia o esposa - entraba a la habitación del
protagonista, mientras éste último hacía un gesto de complicidad, ante la infidelidad
cometida. Finalmente, se enfoca a la mujer que salió por la ventana en camisa, la cual
voltea a su izquierda y encuentra a otras dos mujeres en las mismas circunstancias (la
cornisa de la ventana) semi-desnudas en señal de que ella también había sido engañada;
para concluirse con la frase en off “un momento diseñado por JOHN HOLDEN”.
Asimismo, como se mencionó entre las cuestiones previas, la dignidad, en tanto valor
absoluto, debe primar sobre cualquier otro derecho, de tal modo que el hecho de
presentar a una persona equiparable a un objeto, o menospreciarla a tal grado de
mostrarla como inferior, entre otros supuestos, atentan contra la dignidad de las personas.
(…) la Comisión estima que la apreciación de la imagen y del mensaje del anuncio cuestionado
denotan una subordinación de una parte del cuerpo femenino o de su totalidad a la satisfacción
erótica masculina, (…) para la Comisión, el mensaje del anuncio materia del presente
procedimiento busca asociar el contenido del canal televisivo promocionado, no solamente
con el erotismo de la imagen que muestra, sino además con la sujeción de la mujer frente a
la satisfacción del hombre, a través de la misma. En consecuencia, para la Comisión resulta
evidente que, tanto las imágenes como el mensaje del anuncio cuestionado, presentan un
efecto negativo respecto a la imagen de la mujer, debido a que se utiliza el concepto de lo
femenino, en perspectiva subordinada a lo masculino. Ello, con la finalidad de presentarlo
como un objeto de alto contenido erótico (…)6 (el resaltado es nuestro).
En efecto, resulta contrario a las normas publicitarias que los anunciantes utilicen a la
mujer mostrándola como objeto para promocionar sus productos; por ello, sin lugar a
dudas, el anuncio cuestionado -al mostrar la afectación de la dignidad de esas
mujeres como una situación deseada, sin tener en cuenta que nuestro
ordenamiento establece que la dignidad es el derecho madre de los derechos
fundamentales- resulta una manifiesta vulneración a las normas publicitarias
debido a que se está induciendo a los consumidores a pasar por alto derechos
6
Resolución Nº 163-2006/CCD-INDECOPI, emitida dentro del EXPEDIENTE Nº 111-2006/CCD.
fundamentales, incentivándolos a tratar a las mujeres como objetos, cuando en
realidad ello es reprochable jurídica y moralmente.
“el orden público debe entenderse, conforme a la doctrina imperante, como aquella situación de
normalidad en que se mantiene y vive un estado cuando se desarrollan las diversas actividades
individuales y colectivas, son que se produzcan perturbaciones o conflictos; así mismo, lo
caracteriza el conjunto de normas o instituciones cuyo objeto consiste en mantener en un
país el buen funcionamiento de los servicios públicos, la seguridad y la moralidad de las
relaciones entre particulares”
Ante ello, consideramos que su Despacho debe tener en cuenta que los anuncios
publicitarios no deben fomentar conductas ilícitas, sobre todo, si las mismas implican
poner en riesgo la vida de un ser humano; sin lugar a dudas, el anunciante, con pleno
conocimiento de la ilicitud de mostrar imágenes tan temerarias que atentan contra el
orden público, ha ignorado manifiestamente el orden público que debe imperar en nuestra
ciudad.
7. CONCLUSIONES:
En efecto, el anuncio de las camisas JOHN HOLDEN, busca que los consumidores
masculinos se sientan identificados con el personaje, quien en aras de demostrar su
viveza y masculinidad, engaña a tres mujeres –dando a entender que lo hará con una
cuarta- utilizándolas como objetos sexuales en desmedro de su dignidad, para satisfacer
sus necesidades eróticas.
Por ello, consideramos que la conducta que la empresa SAMITEX presenta como
aceptable –inclusive deseable y loable-, pero que en realidad constituye un
enaltecimiento de conductas antisociales que implican la afectación de la dignidad
de las personas, deberá ser drásticamente sancionada con la multa más alta 7
establecida para estos supuestos, no solo por ir en contra de nuestro
ordenamiento, sino en contra de la moral y buenas costumbres sociales que la
constitución protege.
POR TANTO:
Las multas que la Comisión de Represión de la Competencia Desleal podrá establecer por infracciones al
presente Decreto Legislativo serán de hasta cien (100) UIT. La imposición y graduación de las multas será
determinada por la Comisión de Represión de la Competencia Desleal, teniendo en consideración la gravedad
de la falta, la difusión del anuncio, la conducta del infractor a lo largo del procedimiento, los efectos que se
pudiese ocasionar era el mercado y otros criterios que, dependiendo de cada caso particular, considere
adecuado adoptar la Comisión.
La rectificación publicitaria se realizará por cuenta del infractor, en la forma que determine la Comisión de
Represión de la Competencia Desleal, tomando en consideración los medios que resulten idóneos para
revertir los efectos que la publicidad objeto de sanción hubiera ocasionado.
el cese definitivo del anuncio publicitario cuestionado y se ordene el pago de costos y
costas.
SEGUNDO OTROSI DECIMOS: Adjuntamos copia del DNI y del poder otorgado a favor
de nuestro representante.