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MAL

San Agustín aún debe explicar por qué Dios ha creado un mundo en el que son
posibles estos males, o deficiencias, naturales.
A San Agustín le interesaba especialmente el problema del mal. Si Dios es
completamente bueno y todopoderoso, ¿por qué hay mal en el mundo?
Su respuesta gira en torno a la idea de que los seres humanos son racionales.
Argumenta que, para poder crear criaturas racionales, como el ser humano, Dios
tuvo que concederles libertad de albedrío. El libre albedrío significa poder elegir, lo
que incluye escoger entre el bien y el mal. Por este motivo, Dios tuvo que dejar
abierta la posibilidad de que el primer hombre, Adán, escogiera el mal en lugar del
bien.

Finalmente, San Agustín sugiere una tercera solución al problema, y nos pide que
observemos el mundo como algo bello. Afirma que, aunque el mal exista, este
contribuye a un bien general mayor que la ausencia del mismo, así como las
disonancias musicales pueden hacer más hermosa una melodía o las zonas
oscuras aumentar la belleza de un cuadro.

CIUDAD DE DIOS Y CIUDAD TERRENA

La ciudad terrena y la ciudad de Dios no son lugares físicos, sino conceptos. Según
Agustín la Humanidad está dividida en dos.

Por un lado está la mayoría de las personas, que se comportan de forma egoísta.
Actúan en su propio beneficio y dejan a Dios de lado. Desprecian a Dios y se aman
a sí mismos más que a él. Estos son los habitantes de la ciudad terrena.

Por otro lado están aquellos que se acercan a Dios y lo aman por encima de todas
las cosas. Estos son los habitantes de la ciudad divina. Si bien la Iglesia tiene una
conexión especial con Dios, el mero hecho de pertenecer a ella no garantiza la
salvación. La Iglesia y la ciudad de Dios no son la misma cosa. Tampoco lo son el
Estado y la ciudad terrena.

Los habitantes de estas dos ciudades están mezclados y en lucha. En el futuro


ambas ciudades se separarán y los ciudadanos de cada una de ellas resucitarán
con sus cuerpos para recibir su merecido premio… o castigo. El premio de los
habitantes de la ciudad de Dios es la contemplación de Dios por el resto de la
eternidad.
El castigo de los habitantes de la ciudad terrena es el tormento sin fin ardiendo en
las llamas del Infierno. Eso sí, de acuerdo con la gravedad de los pecados de cada
uno este sufrimiento será más o menos doloroso.

5 VÍAS DE TOMÁS DE AQUINO

Movimiento: nos consta por los sentidos que hay seres de este mundo que se
mueven; pero todo lo que se mueve es movido por otro, y como una serie infinita de
causas es imposible hemos de admitir la existencia de un primer motor no movido
por otro, inmóvil. Y ese primer motor inmóvil es Dios.

Eficiencia: nos consta la existencia de causas eficientes que no pueden ser causa
de sí mismas, ya que para ello tendrían que haber existido antes de existir, lo cual
es imposible. Además, tampoco podemos admitir una serie infinita de causas
eficiente, por lo que tiene que existir una primera causa eficiente incausada. Y esa
causa incausada es Dios

Contingencia: hay seres que comienzan a existir y que perecen, es decir, que no
son necesarios; si todos los seres fueran contingentes, no existiría ninguno, pero
existen, por lo que deben tener su causa, pues, en un primer ser necesario , ya que
una serie causal infinita de seres contingentes es imposible. Y este ser necesario es
Dios.

Grados de perfección: observamos distintos grados de perfección en los seres de


este mundo (bondad, belleza,...) Y ello implica la existencia de un modelo con
respecto al cual establecemos la comparación, un ser óptimo, máximamente
verdadero, un ser supremo. Y ese ser supremo es Dios.

Grados de perfección: observamos distintos grados de perfección en los seres de


este mundo (bondad, belleza,...) Y ello implica la existencia de un modelo con
respecto al cual establecemos la comparación, un ser óptimo, máximamente
verdadero, un ser supremo. Y ese ser supremo es Dios.

Conocimiento: Fe y Razón en San Agustín y Santo Tomas

San Agustín elaboró un pensamiento cristiano con muchísima influencia de Platón.


Estaba convencido de que la verdad es única y que a ella conducen tanto la fe como
la razón. Entiende que: la razón conduce a la fe, ya que aunque sus verdades no
sean demostrables, sí demuestra que tiene sentido y es legítimo creer en ellas. Por
otro lado, es la fe la que orienta correctamente a la razón al conducirla hacia la
verdad. A su vez, es la razón la que permite esclarecer los contenidos de la fe.
También entiende que el verdadero conocimiento no puede referirse a los objetos
sensibles de este mundo, sino a las ideas, que siendo eternas, necesarias e
inmutables, son la expresión de lo verdadero..Para Agustín de Hipona, las ideas, no
son independientes, sino que están contenidas en la misma inteligencia divina.

Tomás de Aquino se propone esclarecer cuáles son los contenidos específicos de


la fe y la razón, y qué relación guarda la una con la otra. Los contenidos de la fe
son aquellos transmitidos por medio de la revelación divina, los de la razón son los
que el ser humano puede llegar a alcanzar mediante el uso del entendimiento. La
teología se basa en la revelación, la filosofía en la argumentación racional.Santo
Tomás no puede admitir que el conocimiento de la existencia de Dios resulte
evidente, entiende que demostrar racionalmente la existencia de Dios requiere de
un proceso de razonamiento que conduzca finalmente a Dios como su única
explicación posible.

DEFINICIONES

Filosofía. Conjunto de reflexiones sobre la esencia, las propiedades, las causas y


los efectos de las cosas naturales, especialmente sobre el hombre y el universo.
La filosofía fue para San Agustín el amor y esfuerzo del alma entera hacia la
sabiduría y hacia la verdad. La verdad era para San Agustín el ideal supremo al que
se entregó con pasión. Esta verdad es la que se refiere al alma y a Dios, los dos
objetos de su preocupación filosófica.

Feliz.Estado de ánimo de la persona que se siente plenamente satisfecha por gozar


de lo que desea o por disfrutar de algo bueno.
La felicidad consiste en conocer y poseer a Dios. Agustín enseña que la felicidad
radica en el proceso de tomar con alegría lo que la vida nos proporciona. El camino
a la felicidad está en Dios.
descarta que la felicidad consiste en los honores placeres u otros bienes ya que son
bienes efímeros fundamentando la felicidad en estar cerca de Dios

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