Está en la página 1de 5

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA


UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA
CUMANÁ ESTADO SUCRE
UNIDAD CURRICULAR: PENSAMIENTO POLÍTICO VENEZOLANO.

Pensamiento Político
Venezolano.

TUTOR ACADEMICO:
Abg. Carlos González.

BACHILLER
FAJARDO FUENTES SOLYUANLEX
CI: 28499703

CUMANÁ, enero DE 2023


1.- Pensamiento Político Emancipador.

El pensamiento emancipador articulado sobre estas partes, avanzó en un


proceso expansivo sobre la ideología, la cuestión del Estado, la teoría política, la
lucha de clases y la historia. Mismas que se proponen sujetas a la dinámica de las
relaciones sociales centrales, el juego de los fenómenos objetivos y la conciencia
social que de estos se tiene.

Esta ha sido una síntesis nodal en el estudio del desarrollo capitalista y la


lucha socialista comunista, permitió al conjunto de sus movimientos un avance
profundo con el que se han acumulado nuevos vehículos de acción y análisis.
Evidentemente tal ordenamiento del marxismo está conectado e influido por el
panorama socio-cultural de su época del cual desprende sus síntesis, al igual que
ahora bajo el aporte de su propio acumulado histórico a cuestas. Es decir, estas
tres partes integrantes están sujetas a los grandes movimientos de la sociedad
contemporánea, expresando una constante configuración de sus marcos de apoyo
lejos de los antojos destructivos anti, pos y neo marxistas.

Dicha estructuración nos ha demostrado que aquí como en cualquier


formulación es indispensable incorporar una postura históricamente exigente, de
conocimiento organizado a los fines. Lógicamente en algún punto dicha
clasificación e inducción a la penetración temática desde esta centralidad llega a
ser empujada como una contención tanto para tal penetración como para la
reconfiguración de nuestro pensamiento en el eje de su transformación
permanente.

2.- Pensamiento Político Revolucionario

El pensamiento político es el resultado de una perspectiva sociocultural,


que no se desvincula del entorno universal. Es al mismo tiempo, una filosofía que
encuentra como requisito, las circunstancias históricas y culturales del
subcontinente (2). En otras palabras, el pensamiento político latinoamericano
responde preguntas y cuestiones relacionadas con realidades histórico-culturales
de la región.

El pensamiento revolucionario convertido en un gran colectivo ausculta el


estatus de la mentira imperante, del encubrimiento de realidades terribles que
estallan constantemente en las sociedades, de las nuevas y viejas conexiones
entre los problemas sociales. Toma nota de las verdades que reclaman sus raíces
e historias, de la narrativa que invoca pacientemente un tratamiento desgranado,
que se sustente en las formas de pensar de los pueblos con las que se vincula y
conjuga por el desarrollo de los movimientos.

Ciertamente el pensamiento revolucionario enfrenta los mayores retos que


haya tenido en toda su historia, resolver sus problemáticas implica innumerables
tareas y necesidades, desde su articulación universal en las condiciones históricas
del ahora, el recambio de los medios para sortear las más complejas situaciones,
hasta las formas de accionarse desde abajo.

3.- Pensamiento Político Republicano.

El republicanismo liberal democrático, que comprende autores como


Aristóteles, Montesquieu, Hamilton y Los Federalistas, la noción de bien común
aparece asociada no con el gobierno del pueblo sino con el gobierno de las leyes
y con la noción moderna de representación. Para este republicanismo, la
participación del pueblo es, ciertamente, importante, pero ésta se limita a la
elección de los gobernantes. El pueblo no participa directamente en el gobierno y
esto es precisamente lo que distingue una república de una democracia. En esta
modalidad republicana se afirma la autonomía del individuo frente al Estado y el
predominio de sus derechos individuales, especialmente el de propiedad, frente a
las obligaciones que puedan tener para con la comunidad. La participación de los
individuos en la esfera pública se reduce a la mera expresión de los intereses
privados mediante el voto. De ahí que no se requiera de virtud cívica alguna, sino
de un marco legal e instituciones que regulen los procesos electorales,
transformando las preferencias de los electores en puestos de representación.

Ambos tipos de republicanismo ofrecen respuestas desde lugares distintos


al problema de la política en la modernidad. En efecto, el republicanismo liberal–
democrático busca corregir, disminuir o, en el extremo, eliminar los efectos más
nocivos de cierto liberalismo de corte conservador o privatista. De ahí que no sea
opositora a cualquier forma de liberalismo. Es más, el republicanismo liberal no es
antagónico, sino más bien es próximo, a cierta versión del liberalismo, en
particular el liberalismo igualitario representado por autores como John Rawls o
Ronald Dworkin. Por su parte, el republicanismo democrático–radical no
solamente busca corregir los excesos privatistas del liberalismo conservador sino,
ante todo, busca sustituir el modelo de democracia liberal contemporáneo por un
modelo democrático–republicano, de matriz popular, ligado estrechamente a la
tradición socialista.36 Ciertamente, no es un republicanismo que aspire a
desfondar todas las bases institucionales de las democracias contemporáneas.
Pero su crítica, en honor a la verdad, resulta muchas veces incompatible con los
supuestos institucionales y normativos de las democracias liberales realmente
existentes.

es una ideología y una teoría política que postula gobernar una nación


como una república, es decir, como una "cosa pública" o un asunto que compete a
toda la ciudadanía y no solo a una determinada clase social o a unas élites. El
renacimiento del republicanismo en la teoría política contemporánea ha vuelto a
poner en el centro los estudios sobre la genealogía histórica de esta singular
tradición de pensamiento político. Esto ofrece un acercamiento a las definiciones
genéricas y específicas de la noción de república y una aproximación a los
itinerarios de vuelo de los conceptos de republicanismo y república. Todo ello con
el propósito de ofrecer una clave de lectura para diferenciar al republicanismo
democrático radical del republicanismo liberal–democrático y, al mismo tiempo,
analizar las consecuencias asociadas a la puesta en práctica de esa operación
clasificatoria.

También podría gustarte