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ENCOPRESIS
ESTUDIANTES:
SERIE: 400-I
AYACUCHO-PERU
2021
Dedicamos este presente trabajo
primeramente está dedicado a dios, luego a
nuestros padres por el apoyo que nos
brinda, y a usted profesora por la
contribución con sus conocimientos en
nuestra formación profesional.
INDICE
1.1. Definición
1.2. Tipos
1.3. Etiología
1.4 . Etapas
2.1. Evaluación
2.1.1. Entrevista
2.2. Tratamiento
1.1 Definición
Según Jiménez et al. (2006) menciona que el término encopresis se emplea para hacer
referencia a una pauta de defecación inadecuada, que consiste en que el niño evacua el
intestino en un lugar socialmente inapropiado cuando ya tiene edad para defecar en el
sitio correcto, y no padece una enfermedad orgánica que pueda explicar su conducta. La
encopresis como trastorno psicofisiológico requiere la intervención conjunta de
profesionales médicos (pediatras o gastroenterólogos) y de salud mental. (p.01).
Por otro lado, para Feria et al. (2010) la encopresis se caracterizan por la emisión de
heces en lugares inadecuados por un niño, cuyo nivel de desarrollo implica la capacidad
de tener control sobre la misma. El control del intestino se desarrolla gradualmente
durante el periodo de tiempo. Esta adquisición de hábitos higiénicos está afectada por
muchos factores, tales como la capacidad intelectual, la madurez social del niño y las
interacciones psicológicas entre el niño y padres (p.11).
1.2 Tipos
Los tipos de encopresis que pueden presentar los niños o niñas son:
1.3 Etiología
Según la SEPEAP (2019) Más del 90% de los estreñimientos en la infancia son de
origen funcional. El 10% de los casos de estreñimiento diagnosticados en la etapa
infantil se deben a causas de origen orgánico. Pese a no ser el grupo más numeroso, es
fundamental hacer un correcto diagnóstico etiológico, por las implicaciones en el
manejo y pronóstico de este tipo de estreñimiento. El estreñimiento de origen funcional
viene definido, por los criterios del grupo de consenso Roma para el estudio de los
trastornos gastrointestinales funcionales.
Los criterios se clasifican en dos grandes grupos en función de la edad. Por un lado, los
que afectan a neonatos y niños pequeños y, por otro, a niños mayores y adolescentes. En
relación con el estreñimiento, la edad de corte son los 4 años. En los criterios Roma IV,
se reduce de 2 meses a 1 mes, el tiempo necesario que debe mantenerse la
sintomatología para poder hacer el diagnóstico. Una de las diferencias que encontramos
con la versión previa de los criterios Roma, es que actualmente se contempla la
posibilidad de que, en el grupo de edad menor a 4 años, el niño ya haya alcanzado un
adecuado control de esfínteres. Esta es la razón por la que se incluyen dos criterios
adicionales: uno, en caso de presentar incontinencia fecal posterior a la adquisición del
control voluntario, y otro, si se producen deposiciones voluminosas que sean capaces de
obstruir el inodoro. En el niño mayor de 4 años, el estreñimiento funcional se incluye
dentro de los trastornos funcionales de la defecación, junto con la incontinencia fecal no
retentiva. La incontinencia fecal no retentiva (Roma IV H3b) se caracteriza por
presentar defecación en lugares inapropiados en el contexto sociocultural del niño, en
ausencia de retención fecal. Esta patología supone el 30% de las incontinencias fecales
y no está asociada al estreñimiento. La mayoría de las incontinencias fecales o
encopresis sí son de origen retentivo y asociadas a estreñimiento crónico. (P. 419)
Levine (1982) Analiza tres períodos evolutivos que considera críticos en la génesis de
la encopresis:
2.1 EVALUACIÓN
Según (Bragado, 2013) La evaluación médica tiene como principal objetivo descartar la
presencia de anomalías orgánicas que expliquen la incontinencia, al mismo tiempo,
ofrece información de interés para el terapeuta de conducta sobre el grado de retención
fecal y las disfunciones fisiológicas derivadas del estreñimiento funcional.
Generalmente se realiza la siguiente secuencia de pruebas
1. Historia médica
4. Radiografías
5. Manometría anorrectal
6. Biopsia rectal
2.2 Entrevista
Entrevista clínica
La entrevista clínica tiene una especial relevancia ya que supone el inicio de la relación
entre el terapeuta y las personas implicadas en el proceso terapéutico.
Jiménez C. et, al (2006) La entrevista es una técnica muy útil porque con ella se pueden
conseguir varios objetivos a la vez: obtener información relevante del caso, crear un
clima emocional positivo, propiciar expectativas favorables para el cambio y motivar a
las partes a participar activamente en todo el proceso. Lo ideal es entrevistar por
separado a padres y niños, para luego tener una entrevista conjunta.
Es decir, la entrevista con el niño es especialmente delicada, no sólo por el tema que
aborda, sino también por la resistencia de los niños a hablar sobre un problema que les
genera mucha vergüenza y que desean ocultar.
Dado que los episodios de encopresis suelen acontecer, en mayor proporción, fuera del
contexto escolar, es posible que en el colegio no se hayan enterado del problema, por
tanto, aunque no es necesaria una entrevista con los profesores, si es conveniente
indagar acerca del posible impacto de la encopresis en el colegio.
1. Historia de la encopresis.
Primaria - secundaria:
• Inicio de la encopresis y eventos precipitantes.
¿Sabe cómo proceder cuando tiene que hacer caca, se le ha enseñado?
¿Existe retraso en alguna otra área de desarrollo: marcha, lenguaje, habilidades de
autonomía...?
Retentiva – no retentiva:
¿Con qué frecuencia va al baño? ¿Suele aguantarse las ganas hasta llegar a casa?
•Condiciones estimulares que generan pautas de retención: dificultad para
expulsar las heces, malestar al defecar
¿Hace deporte o algún tipo de ejercicio físico? ¿Bebe agua, leche, zumos
o refrescos? ¿Tiene una dieta variada y rica en fibra (cereales, verduras…)?
¿Suele ir por su cuenta al retrete? ¿Con qué frecuencia y cómo son las heces cuando
es así? ¿Cuánto tiempo dedica?
3. Problemas concurrentes
a) Enuresis
¿Tiene también problemas controlar el pis?
b) Signos de ansiedad, depresión (tristeza, aislamiento) u otras alteraciones
emocionales. Déficit de atención / hiperactividad.
Conductas de oposición y desobediencia. Dificultades en el rendimiento
académico.
¿Tiene algún otro problema al margen de la encopresis?
2.1.2 REGISTROS
Morales (2015), nos especifica que, durante al menos dos semanas antes de la
intervención y sin alterar las costumbres cotidianas se pedirán registros de
observación a los padres y al niño. (p.73)
Si el niño no maneja el reloj, usar referentes temporales (al levantarme, al llegar al cole,
recreo, antes de comer, etc.)
¿Dónde haces
¿Cómo era la
caca? ¿Has ¿Te diste
caca?
Día Lugar Váter (v) sentido cuenta de que
Dura
Y (casa, parque, Ropa ganas de te
Rasposa
hora cole…) Interior (RI) hacer caca? manchabas?
Blanda
Otros (O) Si/No Si/No
Líquida
• Cómo se desviste
• Cómo se sienta
Árbol de decisiones
Según (Bekkali y Cols.,2009) La desimpactación es necesaria para evacuar las masas fecales
al principio del tratamiento. Esto puede llevarse a cabo de forma rectal u oral. En la
desimpactación rectal se aplican enemas. Los más ampliamente utilizados y recomendados son
los enemas que contienen fosfatos como el fosfato de hidrógeno de sodio y el fosfato
monosódico. Las dosis recomendadas son de 30ml por 10 kg de peso o medio enema para niños
preescolares y de ¾ hasta uno en niños escolares. A menudo, éstos tienen que aplicarse varias
veces. Una alternativa es la desimpactación oral con polietilenglicol (PEG; macrogol). Se dan
grandes dosis diarias desde 1.5g por kg de peso. Para que este laxante osmótico sea efectivo se
requieren suficientes fluidos orales. Una vez que las grandes masas de heces han pasado,
debería darse una dosis menor de mantenimiento. A través de estos procedimientos se consigue
el 80% de éxito en los niños con desimpactación rectal y el 68% en los niños con
desimpactación oral, llevando ambos a una normalización de los tiempos de tránsito colónico
A diferencia de los laxantes, cuyos efectos se observan unas cuantas horas después de
haberlos ingerido, los enemas estimulan la defecación casi de forma inmediata.
Schaefer (1979) distingue entre los enemas de “limpieza” (vacían el recto y el colon
descendente) y los enemas lubricantes. Entre los primeros, destacan los enemas
fosfatados (hipertónicos) por su gran eficacia. También pueden utilizarse enemas
salinos normales (isotónicos), aunque resultan menos eficaces que los primeros y es
preciso utilizar un mayor volumen de esta solución. Para uso pediátrico se recomiendan
los micro enemas (Micralax) de efecto rápido y eficaz. Los supositorios de glicerina
poseen los mismos efectos que los enemas y son más sencillos de administrar, pero
tienen un éxito restringido
Según Bragado, C. (2013) Afirma del Control del hábito de la defecación es pues;
encopresis infantile.
http://www.paidopsiquiatria.cat/files/encopresis_0.pdf?fbclid=IwAR2qngRrA-
KFMefQLW8pHCvUFJWG7zceJGpuXGa58gskPcpkojfY4FynREY
Jiménez, M., García, A., Moreno, C., Sánchez, M., De Cos, A y Sala, R (2006).
Evaluación Cognitivo Conductual de la Encopresis.
https://psicopatocognitiva.files.wordpress.com/2012/02/unidad-6-evaluacion-
cognitiva-de-la encopresis.pdf?
fbclid=IwAR2XaRRYEHGX1MBD8mJ_1MyqKIpkyQ0VnQdVmBA6dr3hKBPDcP
1X6oBGFpQ
Feria, M., Cárdenas, M., Vázquez, J., Palacios, L y Peña, F (2010). Guía
Clínica para el Manejo de los Trastorno de Eliminación (enuresis y encopresis).
http://inprf-cd.gob.mx/guiasclinicas/manejo_trastornos.pdf
https://www.pediatriaintegral.es/wp-content/uploads/2017/03/Pediatria-Integral-
XXI-1_WEB.pdf
Bekkali N, van den Berg M, Dijkgraaf MGW et al (2009). Tratamiento de impactación fecal
rectal en el estreñimiento infantil: enemas versus altas dosis de PEG oral. Pediatría,
124: e1108-e1115.