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Análisis del libro “El hombre en busca de sentido”

De manera personal, considero muy enriquecedor el conocer de un tema a partir de la experiencia, y es


justo esto lo que Víctor Frankl plasma en el libro, su experiencia de vida en los campos de concentración.
Me agrada que es sobrio en sus relatos, y mucho más que da pautas en las que va explicando los términos
psicológicos empleados, en tanto, haré el análisis de la lectura a partir de algunas de las frases que
llamaron mi atención.

“Lanzarse contra la alambrada”, refiriéndose a las cercas de alambre electrificada, y que quien decidiese
por voluntad propia acercarse a ellas para cometer suicidio, más adelante el autor menciona también el
respeto que se le daba a quienes decidían “no luchar más” por vivir, es algo muy crudo, pero totalmente
válido, ya que, así como existe el respeto por la vida, existe el respeto por la muerte.

“Lo único que importaba es que el nombre de uno o el del amigo fuera tachado de la lista de las
víctimas, aunque todos sabían que por cada hombre que se salvaba se condenaba a otro”. El ubicar estas
vivencias en los campos de concentración me resultó conmovedor, ya que para lo que algunos
significaban una alegría, para otros implicaba sufrimiento y/o muerte.

“El prisionero que perdía la fe en el futuro —en su futuro— estaba condenado. Con la pérdida de la fe en
el futuro perdía, asimismo, su sostén espiritual; se abandonaba y decaía y se convertía en el sujeto del
aniquilamiento físico y mental”, sin duda existe un fuerte vínculo entre el estado de ánimo de una persona
—su valor y sus esperanzas, o la falta de ambos— y la capacidad de su cuerpo para conservarse inmune,
saben también que, si repentinamente pierde la esperanza y el valor, ello puede ocasionarle la muerte.
Recuerdo que en alguna ocasión en una sesión psicológica que tuve, la terapeuta mencionó la estrecha
relación entre las enfermedades corporales y los procesos emocionales, específicamente hablábamos del
Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP) que tengo, ella me explicaba como desde la perspectiva de la
medicina holística, este podía estar ligado a los aspectos emocionales que debía trabajar, y reconozco que
después de haber realizado todo el proceso terapéutico y de seguir el tratamiento médico, la relación con
mi cuerpo y mis emociones ha mejorado en demasía.

“Adormecimiento de las emociones” hace mención a diversos aspectos emocionales, como la agonía
mental que era causada por lo irracional que resultaba todo lo acontecido en el campo de concentración.
La apatía que mostraban los capos, refiriéndose a esta como un mecanismo necesario de autodefensa. El
conflicto mental como destructor del alma, que era mucho más fuerte que los conflictos de la fuerza de
voluntad que experimenta un hombre hambriento. La desvalorización de todo lo que no redunde en el
interés de la conservación de la propia vida. Me resultó muy enriquecedor el poder identificar cada uno de
ellos y asociarlos con experiencias personales y profesionales, es como tener una perspectiva más realista
al respecto.

“El amor es la meta última y más alta a que puede aspirar el hombre” “La salvación del hombre está en
el amor y a través del amor”. “Comprendí como el hombre, desposeído de todo en este mundo, todavía
puede conocer la felicidad-aunque sea momentáneamente- si contempla al ser querido”. Nietzsche:
"Quien tiene algo por qué vivir, es capaz de soportar cualquier cómo" pudieran ser la motivación que
guía todas las acciones psicoterapéuticas y psicohigiénicas con respecto a los prisioneros. Siempre que
se presentaba la oportunidad, era preciso inculcarles un porque —una meta— de su vivir, a fin de
endurecerles para soportar el terrible como de su existencia. Estas frases son significativas para mí dado
que las relaciono con las pérdidas más significativas que he tenido hasta ahora, la muerte de mi abuelo
paterno y la muerte de mi mejor amigo, particularmente el segundo, quien falleció a causa de
complicaciones de salud por la leucemia linfoblástica aguda; una de las razones por las que él se aferró a
la vida, después de haberse enterado de su diagnóstico, fue la idea de hacer realidad el sueño del amor de
su vida de casarse, y así lo hizo, se aferró con todas sus fuerzas a la vida, aún recuerdo el brillo de sus
ojos el día de su boda, lo feliz que estaba de haber podido cumplir su sueño junto al amor de su vida y el
estar en compañía de quienes fuimos sus seres queridos. Y unos meses después de celebrar su boda, acudí
a su sepelio, donde su mamá platicó que unos minutos antes de morir, él volteó hacia el cielo y sonrió. Mi
abuelo, ha sido una de las personas que más huella ha dejado en mi vida, fue una persona muy dedicada y
dado que vivía en otro estado, se esmeraba mucho cuando venía a visitarnos o cuando nosotros podíamos
ir a verlos, guardo sus recuerdos con mucho amor. Ambos me enseñaron a lo largo de su vida en mi vida
lo importante que es el amor hacia uno mismo y el compartirlo con las personas que están a nuestro
alrededor.

A lo largo de la lectura fui imaginándome los escenarios que Frankl describía, y no pude evitar
relacionarlos con la película “La lista de Schindler” ya que, aunque son perspectivas distintas, Frankl fue
un prisionero del campo de concentración y Oskar Schindler fue empresario alemán, miembro del Partido
Nazi, que puso en marcha un elaborado, costoso y arriesgado plan para salvar a más de mil judíos del
Holocausto y lo logró. Y como en un principio lo mencioné, esta lectura me pareció sumamente
enriquecedora, porque pude conocer una perspectiva diferente respecto a lo acontecido en esa época.
Durante años me negué a leer este libro, porque no me sentía preparada para ello, y al saber que una de
mis primeras tareas en este diplomado era su lectura me hizo replantearme si me sentía lista o no para
hacerlo, y le agradezco a la maestra Gaby que nos lo encomendará, me quedó con una perspectiva más
amplia y sumamente enriquecida, tanto a nivel personal como profesional.

A modo de conclusión, reitero nuevamente, que la aventura de la vida es totalmente subjetiva, porque, así
como existen personas que sólo “resisten y existen” sin encontrarle un sentido a su vivir, también
existimos quienes tratamos de tomar la vida con todos sus matices, y es que como indica el autor, “vivir
significa asumir la responsabilidad de encontrar la respuesta correcta a los problemas que ello plantea y
cumplir las tareas que la vida asigna continuamente a cada individuo”.

El libro me deja con la intriga de informarme más acerca de la logoterapia y sus técnicas, a nivel
profesional me agrada que su mira sea más bien al futuro, es decir, a los cometidos y sentidos que el
paciente tiene que realizar en el futuro. Centrándose en el significado de la existencia humana, así como
en la búsqueda de dicho sentido por parte del hombre. La logoterapia intenta hacer al paciente plenamente
consciente de sus propias responsabilidades; razón por la cual ha de dejarle la opción de decidir por qué,
ante qué o ante quién se considera responsable. Aunque apenas estoy iniciando esta aventura de la
tanatología, no tengo duda alguna que me llevare un aprendizaje muy grato, con todos los matices que
vendrán de por medio.

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