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Análisis del libro “Martes con mi viejo profesor”

He encontrado muchas ideas interesantes surgiendo en mí al leer el libro, la idea que plantea del proceso
de muerte que tiene una persona por una enfermedad degenerativa que consume todo el cuerpo y lo va
dejando poco a poco sin vida, me ha hecho pensar en lo que es verdaderamente importante y en lo
ocupados que a veces estamos tratando de conseguir lo material o cosas realmente innecesarias que no
podemos ver lo que en verdad tenemos y a lo que debemos prestar atención.
Me parece increíble cómo va describiendo los cambios que ocurren en la vida y van acercando a algunas
personas y alejando a otras, pienso en mis padres, en mis hermanos y en toda la familia que tengo lejos,
todas esas personas que en algún momento me acompañaron y ahora están en un lugar muy diferente.
Durante los días que tardé en leer el libro experimenté distintas emociones al tener recuerdos de gente
que no vive más o simplemente no tenemos contacto, me he puesto a pensar en el destino, en la manera
en que moriré y me pregunto si mi muerte será como la de Morrie que tuvo la oportunidad de
documentarla o será algo muy fugaz e inesperado, me dieron muchas ganas de hablar con tantas
personas, decir tantas cosas.
Particularmente me sentí muy triste cuando terminé de leer el libro, lloré la muerte del profesor como si
hubiera sido un amigo mío, fue tan profundo el relato y tan descriptivo que tuve la sensación de que lo
hubiera conocido, su manera de apreciar la vida y darle un sentido completamente diferente a lo
material, a las relaciones y a la misma fama que puede existir entre las personas.
Siento miedo de que alguien a quien amo se vaya y no me entere o que solo de repente me entere de que
está muriendo, la fragilidad de la vida me ha golpeado de manera sobrecogedora, me pregunto entonces
cuál es el sentido de la acumulación o de una reputación, el dinero o los trabajos bien remunerados,
entre muchos otros aspectos.
No creo que la vida deba basarse en trabajar todos los días de tu vida hasta que tu cuerpo no aguante
más y mueras pero hay muchas razones para pensarlo, lo difícil que es encontrar un trabajo, el
mantenerlo, obtener lo mínimo indispensable a través del esfuerzo propio, no le veo lo malo pero he
llegado a asegurarme de que lo verdaderamente importante es el bienestar y la tranquilidad, y el amor
propio.
Me surgieron nuevamente las preguntas que plantea el libro, ¿estoy viviendo la vida que quería vivir?
¿He vivido la vida que deseaba? ¿He alcanzado mis metas? ¿Me convertí en quien yo quería durante mi
infancia? ¿Hay algo más que esto en la vida? Son el tipo de preguntas que me han estado golpeando
desde que leí el libro y me hizo darme cuenta de que muchas de las cosas que creía importantes no lo
son tanto, que algunas cosas que nunca pensé relevantes lo son en realidad.
Una idea que maneja el libro que se me hizo sumamente inquietante en cierto momento es la de “más es
mejor” que nos hace ir por la vida acumulando o queriendo algo que no tenemos y darnos cuenta de que
el sentido de la vida no se encuentra en lo material, todo lo material está hueco, tiene un valor impuesto
que no es intrínseco y que si lo sacamos del contexto en el que tiene valor, muy probablemente en otro
diferente no tenga ningún valor.
La vida se me hace, después de leer el libro, algo tan frágil, algo tan único y tal vez hasta breve, es sólo
un fugaz momento en la historia de nuestra especie que tal vez sólo nosotros somos capaces de razonar,
contabilizar y hasta monetizar, llenándola de cosas innecesarias y extravagantes para que adquiera un
sentido que alguien nos hizo pensar que era el correcto.

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