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Diploma Superior y

Programa de Actualización en Docencia Universitaria

(PADOC 2021)

CLACSO - FEDUBA

Trabajo Final Integrador de los Módulos:

- Módulo 5 “Estado, Sociedad y Universidad” y


- Módulo 6 “Sistemas Universitarios”

“Análisis y Reflexiones sobre la Declaración de la III Conferencia Regional de


Educación Superior en América Latina y el Caribe. CRES 2018. Córdoba
Argentina a la luz de los temas trabajados en los dos módulos de la cursada y
en relación al impacto de la propia práctica docente en el especial contexto de
la pandemia por COVID-19”

Participante:

Giovanna A. Mejía Cruz

27 Septiembre 2021
El presente trabajo elige como documento eje para el análisis, la Declaración de la III
Conferencia Regional de Educación Superior en América Latina y el Caribe. CRES 2018
realizada en Córdoba, por considerarla pertinente y actualizada a los dilemas del contexto que
nos compete. En ese sentido, en primer lugar, se resumirá los puntos cruciales del documento
relacionados discutiendo su relación al contexto peruano y la práctica docente en este país (País
de procedencia de la autora de este texto) como punto de partida. Para cerrar discutiendo desde
las diversas lecturas de estos dos cursos, las dificultades y los pendientes para la región.

Iniciaré reafirmando la declaración que nos encontramos en un mundo en crisis, una crisis
previa a la pandemia y agudizada por ella. Antes de ella ya nos encontrábamos ante la demanda
y necesidad de un cambio radical discutidas en las 3 conferencias: velar por sociedades más
justas, democráticas igualitarias y sustentables. En esta declaración en particular (CRES 2018),
se reafirma el postulado de que la Educación Superior (en adelante ES) es un bien público
social, un derecho humano y universal y un deber de los Estados lo cual es un logro en sí mismo
tomando en cuenta el contexto histórico-político de los gobiernos (neoliberales). En esta
declaración se enfatizan los principios que en que basa esta convicción: el acceso, el uso y la
democratización del conocimiento como un bien social, colectivo y estratégico, esencial para
poder garantizar los derechos humanos básicos e imprescindibles para el buen vivir, la
construcción de una ciudadanía plena, la emancipación social y la integración regional solidaria
Latinoamericana y caribeña (CRES, 2018). Esto en consonancia con el cuarto objetivo de
desarrollo sostenible (ODS) de la Agenda de desarrollo adoptada por la UNESCO (2030) se
puede llevar a cabo revisando accesos al sistema, generación de políticas de acciones
afirmativas (con base en género, etnia, clase y discapacidad) para lograr el acceso universal, la
permanencia y la titulación. Se demanda un compromiso activo con la transformación social,
cultura, política, artística, económica y tecnológica; rechazando las dictaduras y atropellos a
las libertades públicas a los derechos humanos y a toda forma de autoritarismo en la región.
Sin embargo, con motivo de la pandemia, la brecha digital y las desigualdades preexistentes
ahondaron en la distancia a la meta final.

En suma, se reafirma la necesidad de hacer efectivo el acceso universal, así como la


permanencia y el egreso de la ES, atendiendo a una formación de calidad con inclusión y
pertinencia local y regional. La declaración reporta que aún el camino es largo, pues aún hay
mucha población, sin acceso a los derechos sociales básicos, al empleo, a la salud, al agua
potable o a la educación; es decir con desigualdades pronunciadas, en donde la ES sigue siendo
un privilegio y no un derecho. Para poder alcanzarlo, se plantean 7 ejes temáticos listados y
comentados a continuación:

1. El papel estratégico de la ES en el desarrollo sostenible de América latina y el caribe:


La CRES 2018 señala la necesidad de transformar la gobernanza y economía, logrando
que las políticas públicas e instituciones se ajusten a los nuevos propósitos. El rol
estratégico invita a reflexionar sobre que tipo de sociedad deseamos para contribuir a
transformar, el desafío es construir los mecanismos que permitan que la misión, el
enfoque y la actuación de los sistemas e instituciones de ES se integren en función de
su responsabilidad social. Didrikinsson (2008) nos introdujo al concepto de
investigación estratégica, la que respondería a intereses de corto, mediano y largo
plazo (básica, aplicada o experimental) que depende del establecimiento de prioridades
nacionales, sociales o específicas que contemplen una solución relacionada a un
contexto, a problemas. En este sentido, responde la necesidad de generar conocimiento
como el pilar señala, en el ejercicio de su responsabilidad social; proponiendo
soluciones para el desarrollo del país o la región, y el bienestar de las mayorías de la
población, sobre todo de las más pobres (u otras minorías). Viendo así el rol de la
universidad como comprometida a resolver problemas concretos, a desarrollar
tecnologías fundamentales y promover la generación y transferencia de nuevos
conocimientos y soluciones tecnológicas, con pertinencia social.
Respecto a la gobernanza, Chiroleu (2016) nos habla de que las tendencias de signo
opuesto en el cogobierno universitario abonan la existencia de un escenario complejo
en el que el cogobierno va perdiendo peso específico y se debilita, más allá de que
procure contener una mayor diversidad de actores. Este es un reto aún vigente, que
como producto de la pandemia 2020-2021 se han complejizado, cuestionando lo
previamente dado por establecido.
2. La ES como parte del sistema educativo de América latina y el caribe. La CRES 2018
demanda una articulación con otros niveles del sistema educativo, asumiendo la
formación de docentes con calidad desde las políticas públicas, en diseño e
implementación que revaloricen esta profesión, reconociendo su centralidad y
recompensando adecuadamente el desempeño educativo. Didrikinsson (2008) nos
hablaba de una crisis de las disciplinas, de la perdida de hegemonía y legitimidad de la
universidad y también de crisis de la organización tal como la conocimos; crisis que
aún no superamos. En la región hemos vivido esta crisis, el Perú no ha sido ajena a ella,
el sector educativo con mayor dramatismo. Sin embargo, en los últimos años el estado,
desde su brazo ministerial, ha repotenciado el desarrollo de la carrera docente,
reconociendo su centralidad desde la mejora en su formación, con incentivos. Lo
pendiente es que esto se vaya replicando a nivel de ES incorporando la recompensa
adecuada tan demandada desde el pueblo peruano y llegando a la articulación con los
otros niveles.
3. ES, internacionalización e integración de América Latina y el Caribe: La CRES 2018
enfatiza este pilar, el mismo que establecido por CEPAL (2016) de: garantizar una
educación inclusiva, equitativa y de calidad para el necesario cambio social y
económico. Aquí se demanda la cooperación inter institucional basada en la relación
solidaria entre iguales, con énfasis en la cooperación SUR- SUR y la integración
regional. Reygadas (2008) observaba el panorama de hace una década sobre este tema,
encontrando algunos puentes entre puntos de vista: tales como diálogos interculturales,
intentos de aproximar posiciones liberales y comunitaristas, programas sociales que
combinaban equidad con lógicas de mercado, intentos por construir alternativas
socialdemócratas modernas, sistemas de educación y seguridad social que mejorarían
su capacidad para ofrecer servicios de calidad toda la población, relaciones más
equitativas entre hombres y mujeres de las nuevas generaciones, espacios públicos
donde confluyan distintos sectores sociales; como algunos ejemplos de que en diversos
países de América Latina se estaban transgrediendo las fronteras étnicas, de género y
de clase en torno de las cuales se han configurado las desigualdades persistentes. Pero
era sin embargo consciente de que de este cambio político y cultural a una modificación
de las estructuras sociales y de la distribución de recursos, aún había un trecho muy
largo. Pronosticaba con razón, que muchos países latinoamericanos se mantendrían,
bajo nuevas condiciones, las desigualdades persistentes; pero que en otros podrían ir
dándose otros escenarios. Considero que un esfuerzo como el del PADOC está
considerado entre las redes de acceso a ES que deberemos modelar dentro de este pilar,
a la par que modificaciones institucionales de fondo.
4. ES, diversidad cultural e interculturalidad, en donde se enfatiza la deuda histórica de
los estados y sociedad latinoamericana y caribeñas con los pueblos indígenas y
afrodescendientes, aún existe déficit en el disfrute efectivo de los derechos humanos
incluso en ES. El tema de la deuda de la reconciliación con nuestros pueblos por la
historia de colonialidad vivida, es un tema que de manera objetiva y subjetiva
interfieren con el disfrute efectivo de estos derechos. En este sentido mi país, Perú, tiene
algunos pasos dados, gracias al informe de la Comisión de la Verdad se han establecido
algunos pilares que se han ido trabajando y otros aún relegados, quedan pendientes en
manos del Estado y de la Sociedad civil.
5. Rol de la ES de cara a los desafíos sociales de América Latina y el Caribe. En este pilar
se enfatiza la necesidad de integrar las sabidurías populares, la vida cotidiana, la
auténtica inteligencia ética y estética, visualizando a la ES como co-creadora de
conocimiento e innovación, haciendo de estos saberes articulados a prácticas sociales,
transformación social y construcción de estructuras más equitativas y de valores
compartidos. Ya Didriksson (2008) avizoraba que la producción de conocimiento está
en los contextos de aplicación pues los criterios de verdad ya no son intrínsecos a las
disciplinas pues estas deben su dinámica y sentido a otros contextos. Siendo estos
contextos los particulares de cada contexto situado (país y cultura). El mismo autor (tal
como se menciona líneas arriba, punto 1) con el concepto de investigación estratégica,
aplicada, nos trae una vía para desarrollar e integrar estos conocimientos; revalorando
las prácticas desde una mirada de el estudiante y su entorno como protagonistas. Las
ciencias sociales tienen aquí un nicho aún no explotado del todo para poder impulsar
investigaciones interdisciplinarias para la creación de conocimiento.
6. La investigación científica y tecnológica y la innovación como motores del desarrollo
humano, social y económico para América Latina y el Caribe. En este sentido, la CRES
2018 enfatiza la libertad de pensamiento y la expresión para la sociedad en su conjunto,
habiendo conseguido los conocimientos pertinentes para las realidades particulares. De
esta manera, integrando la teoría y la práctica de la mano, el conocimiento apuntalará a
la justicia social; reconociendo que el conocimiento es producto del acervo intelectual
y experimental de la humanidad, siendo por tanto un bien común, y por regla general
de dominio público. Didriksson (2008), mencionaba la necesidad de diseñar y poner en
marcha un nuevo paradigma Latinoamericano y caribeño centrado en los aprendizajes
y en un nuevo modelo de oferta académica: una que pueda ofrecer la más amplia gama
de experiencias científicas, tecnológicas y humanísticas que hagan posible un salto de
calidad en la responsabilidad social y el compromiso de las instituciones de ES, a través
de una ruptura con los esquemas tradicionales, reproductivistas y técnico-funcionales.
En este sentido el pensamiento crítico entre otras competencias, es requerido tanto en
el docente como en el estudiante universitario; que permita una creación antes que una
tradición.
7. A 100 años de la reforma 1918, la CRES 2018, demanda que las instituciones de ES
condenen las violaciones a los DDHH desde su autonomía y su rol social de defender
los derechos políticos y sociales y plantear críticamente su inserción en el modelo
neoliberal. Esto va de la mano con lo señalado por Clark (en Krotsch, 2001), quien
señala que la universidad apoya más en las dimensiones simbólicas y normativas que
en las coercitivas o instrumentales, lo que tiene que ver con la importancia que en ella
tiene el valor de la libertad, asociada a la producción de conocimiento o a la enseñanza;
siendo el poder intelectual el que debe potenciarse en esta lucha.

Para cerrar, una reflexión final: La CRES 2018 enfatiza la necesidad de garantizar la cobertura
universal para todos los jóvenes de 18-23 años, revisando los procedimientos de acceso y
estableciendo políticas de acción afirmativa basadas en género etnia, clase y discapacidad, para
ampliar la inclusión social. Se enfatiza la necesidad de la gratuidad, acompañada de becas para
estudiantes de bajos recursos y provenientes de poblaciones marginadas. Pero diversos autores
revisados en estos cursos nos brindan data sobre los avances en pos de esa meta y retrocesos
que han devenido en los diversos estados de la región; dando cuenta de las dificultades
encontradas en el camino. De esta manera si bien Reygadas en el 2008 señalaba que los
excluidos de siempre hacían sentir sus reclamos en distintos foros, en espacios mediáticos y
políticos; que se había establecido una nueva franja de intelectuales de minorías en posiciones
más relevantes y con mejores recursos para promover los cambios, que si bien se estaban
cambiando algunas prácticas cotidianas en América Latina; aún podían ser incluirse cambios
más participativos e incluyentes y que los sistemas educativos, de salud y de seguridad social
podrían funcionar mejor para garantizar un piso básico de igualdad para todos los ciudadanos.
Con mayor énfasis, Chiroleou en el 2016 nos llama atención sobre este tema, señalando que
para que la expansión de este bien social (ES) alcance a más sectores de la sociedad podría
efectivamente constituirse una forma de democratización, sin embargo discute este concepto
señalando que al extender el bien (democratizarlo) por sí mismo, no anula exclusiones
anteriores ni implica que los diferentes grupos sociales tengan oportunidades equivalentes de
obtener resultados similares en el tránsito educativo. Duru-Belllat (en Chiroleou 2019),
mencionaba también que elevar continuamente el nivel escolar y estimular a los alumnos a
proseguir sus estudios puede actuar de una manera inversa a la esperada pues los lugares
disponibles son limitados y la inflación de diplomas, tiende además a reducir el valor de los
mismos. Aquí está el meollo del porqué no alcanzamos con las medidas democratizadoras, el
logro de la meta, esta definición pone el acento en la reducción de las desigualdades
sociales. Por ello la democratización se debe dar, pero acompañada de transformaciones
en estructura y reorganización de las propias instituciones al interior y al exterior de las
mismas. Tanto el concepto de inclusión como el de democratización apuntan a operar sobre la
desigualdad social mediante la ampliación de las bases sociales de la institución en términos
de clase o de grupos sociales. Garantizar el acceso, por lo tanto, es la punta del iceberg tal como
lo menciona Chiroleu (2016) y aunque a menudo concentra la atención de demandantes; debe
ser seguida por acciones similares para asegurar la permanencia y la graduación en
instituciones de alta calidad académica, con medidas de compensación de las deficiencias de
su formación en el nivel medio. La misma autora en el 2019, en su investigación nos reporta
los impactos de los esfuerzos de 3 países latinos, como ejemplos y modelos a seguir moldeado
de acuerdo a cada contexto particular. Queda mucho por hacer, definitivamente con la
pandemia, la brecha digital y las desigualdades multiplicadas por este periodo que para muchos
fue de retroceso, el reto está multiplicado. Esperemos que podamos afrontarlos de la mano con
los gobiernos de nuestros países y las redes internacionales sugeridas en la CRES 2018.

Referencias Bibliográficas

Krotsch, P. (2001). Educación superior y reformas comparadas. Apartado 4: “La perspectiva


de Barton Clark en la comprensión de la educación superior”, pp. 66-91. Buenos Aires,
UNQ.

Didriksson, A. (2008). “Contexto global y regional de la educación superior en América Latina


y el Caribe.” En: Gazzola, A. L. y Didriksson A. (Ed.): Tendencias de la educación
superior en América Latina y el Caribe. IESALC/UNESCO, Caracas.

Chiroleu, A. (2016). La democratización universitaria en América Latina: sentidos y alcances


en el siglo XXI (Cap. 5). En: El derecho a la universidad en perspectiva regional.
Editorial CLACSO/IEC CONADU.

Chiroleu A. (2019). Expansión de oportunidades en la educación superior en Argentina, Brasil


y Chile: alcances y límites de una política necesaria. En Ezcurra, A. M (Comp) Derecho
a la educación. Expansión y desigualdad: tendencias y políticas en Argentina y América
Latina. UNTREF.

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