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LA EDUCACIÓN Y EL EDUCADOR EN EL DESARROLLO Y SOSTENIBILIDAD DE

LAS NACIONES

NOMBRES

YINELA ALEXANDRA RODRÍGUEZ REYES


GLORIA MERCEDEZ SÁNCHEZ ROBLES
CARLOS ANDRÉS TAFUR CARDONA

CORPORACIÒN UNIVERSITARIA IBEROAMÉRICANA


MAESTRÍA EN EDUCACIÓN
EDUCACIÓN Y SOSTENIBILIDAD EN AMÉRICA LATINA
BOGOTÁ D.C SEPTIEMBRE DE 2019
América Latina ha venido advirtiendo unos cambios a nivel social, político,
económico y desde luego educativo, este último se ha convertido para la región
latinoamericana quizá, en el reto más grande que pueden estar teniendo los gobiernos en
la actualidad, puesto que se evidencia una intención de volverle a dar el lugar que se
merece la educación dentro de la sociedad ya que “El derecho a la educación se
reconoce, promueve y protege en todos los niveles, desde el local hasta el mundial, y
refleja plenamente la interrelación entre los actuales procesos duales de mundialización
y localización”[CITATION Tom02 \p 10 \l 3082 ], en este orden de ideas, es preciso afirmar
que el acto educativo debe considerarse en primera instancia como un derecho
fundamental al cual todos los sujetos de la sociedad deben acceder.

Ahora bien, es claro que en estos intentos de recuperar en su esplendor el aparato


educativo, el continente especialmente en el siglo XXI ha buscado re-centralizar los
sistemas educativos con la intención de garantizar una educación inclusiva, de calidad y
de fácil acceso a todas las personas lo que se puede traducir en una educación
sostenible:

Ejemplo de ello son la Declaración de São Pablo (2002), la Declaración


de Buenos Aires (2007) y la Declaración de Lima (2014), en las que los
gobiernos de los países de la región se comprometen con la promoción
de sistemas educativos que garanticen una educación de calidad con
cobertura universal, sin discriminaciones, cuyas necesidades
económicas se vean cubiertas en parte por la asignación de ingresos
significativos en términos del PIB de cada país; que aseguren la
incorporación de nuevas tecnologías, el desarrollo sostenible y la
ciudadanía global; que promuevan la integración regional y den un
lugar y un tratamiento digno a los profesores, a quienes se reconoce
como los primeros agentes de promoción y concreción de los
compromisos de una educación entendida desde la doble perspectiva de
bien público y de derecho fundamental [CITATION Esl15 \p 225 \l 3082 ]

Sin embargo también se ha podido observar que, aún se sigue en la lucha por
cimentar bases sólidas para una educación sostenible, encarando de frente fenómenos
como el capitalismo, el eurocentrismo y la colonialidad del saber que en el caso de los
lugares más inhóspitos y de difícil acceso siguen siendo alienados “entre otras cosas,
porque bajo esas circunstancias se da cabida un modelo educativo para ciudadanos
cosmopolitas, como imagen precisa de saberes que prepara a sus estudiantes para ser
buenos consumidores, obviando, en aulas perdidas en montañas, valles y páramos del
campo, toda la ruralidad” [CITATION Ari17 \p 55 \l 3082 ] . En contra posición a lo anterior
en el continente Americano se debe hablar ahora en un nuevo lenguaje, de un educador
nuevo y por ende de un sistema educativo nuevo que posibilite el acto educativo desde
una perspectiva sostenible.

Paulo Freire gran Pedagogo y cursor de una pedagogía liberadora y una


educación diferente, también hace toda una apuesta en la solidez del pensamiento
crítico Latinoamericano a través de la educación liberadora como él mismo la concebirá
ya que, “cobra existencia su pensamiento en una pedagogía en que el esfuerzo
totalizador de la praxis humana busca, en la interioridad de esta, re-totalizarse como
práctica de libertad”[CITATION Fio \p 6 \l 3082 ] que se consolida en el hecho de
reconocer que, no existe educación sin la sociedad humana y en este orden no existe
sujeto fuera de ella. Para América latina es claro que la solidez de su educación depende
de la libertad de su sociedad para progresar y desarrollarse, no bajo la concepción
colonizadora del saber, sino bajo la concepción liberadora del conocimiento y el
pensamiento:
Mientras que la educación colonial tenía como uno ·de sus principales
objetivos, al lado de la "desafricanización" de los nacionales, la
preparación de cuadros subalternos para la administración, ahora lo
importante es la formación del hombre nuevo y de la mujer nueva, a lo
cual se asocia la creación de aquel nuevo tipo de intelectual a que antes
me refería. y esta fundamental tarea no podrá ciertamente llevarse a cabo
con lo que la sociedad en reconstrucción heredó del
colonizador[CITATION Esc85 \p 55 \l 3082 ].

De modo que, ahora se debe hablar del hombre nuevo en clave de educación y
por supuesto de sistemas educativos nuevos que permitan afianzar la postura crítica del
pensamiento si verdaderamente se quiere emancipar la educación y hablar ahora en
términos de sostenibilidad y no de producción. Ante lo anterior también se han venido
acumulando esfuerzos para dinamizar la educación en las sociedades latinoamericanas,
enmarcando procesos de innovación, como sucede con el establecimiento de los
sistemas regionales de innovación que en este siglo XXI especialmente ha dejado ver
que los sistemas educativos pueden ser observados desde una perspectiva tecnológica
que permite la inclusión y la posibilidad de que todos los sujetos gocen del acto
educativo a través de las herramientas de innovación tecnológica, ya que como asegura
el texto “Sistema Regional de Innovación” (Llisterri & Pietrobelli, 2011) la tarea
principal de estos SRI en AL es lograr que se consoliden y se implementen de manera
asertiva y desarrollista cada uno de los sistemas de innovación que se han venido
llevando adelante, impactando positivamente el aparato educativo y en él los sistemas
educativos que hay en los diferentes países de Latinoamérica.

En concordancia con lo anterior, es prudente reconocer que efectivamente no se


puede lograr este ideal de darle una renovación a los sistemas educativos y de hablar de
aquel hombre nuevo en término de Freire, si no se pone el foco de atención en las
necesidades que afrontan los educadores. Para ello ahora se debe abordar un tema
también fundamental que no es otro que el de preguntarse por ¿cuáles deben ser los
incentivos que se les debe otorgar a los maestros?.

Al hablar de incentivos para los docentes, hay que hablar de la forma como
algunos maestros llegan acceder a ellos, algunos porque tienen los medios, otros porque
logran acceder a programas de gobierno y aprovechan el momento, en la actualidad son
muy pocos los profesores que pueden culminar algun curso de actualización o
continuar con sus estudios para poderse cualificar o ascender en el escalafón. En el caso
de Colombia los docentes oficiales sufrieron un cambio brusco en el año 2002 con el
decreto 1278, este logró obstaculizar la carrera docente de los maestros que se
integrarían al Magisterio a partir de este periodo; ya que con los nuevos artículos
consignados en este documento para poder mejorar su escala salarial deben concursar.

Los docentes del ser sector privado no se salvan, muchos aceptan una
remuneración económica muy baja que medianamente alcanza para satisfacer sus
necesidades y a la hora de capacitarse solo va uno ellos para que posteriormente
replique lo aprendido a sus compañeros. Estos aspectos generan ruido, ya que por no
invertir en el colectivo docente completo en muchos casos no se comparte la
información completa o es percibida de forma diferente.
Actualmente para que los docentes mejoren sus condiciones labores y se
cualifiquen, lo primero que se debería hacer es ampliar el presupuesto para la
educación, pero esto difícilmente se verá, ya que el dinero es invertido en la política
económica, los gobiernos latinoamericanos deberían pensarse la educación como una
posibilidad de desarrollo, como lo hacen los países europeos, al respecto (Vaillant 2010)
menciona que los acuerdos han pautado las recientes transformaciones de la educación
superior europea han tenido un impacto importante en las instituciones formadoras y en
los programas de formación docente.

La carta número 5 “Maestros y formación docente en Singapur”, es otro claro


ejemplo, de cómo este país tiene un propósito fundamental con sus docentes, y sus
estudiantes, la construcción de nación, toda la comunidad educativa tiene claro ese
objetivo, a pesar de que los temas para el fortalecimiento académico lo eligen los
funcionarios del Ministerio de Educación, son pensados con una finalidad educativa, en
cambio en Latinoamérica, simposios, seminarios, cursos son diseñados desde un
problema base, al cual hay que darle solución porque emergió en el momento.
Situaciones como las que suceden en el continente son puntos de partida para
replantearse la inmediatez de la solución a una necesidad educativa, es por ello que
ante los acontecimientos que se presentan en un país y se vuelven problema surgen las
políticas públicas como medio para mitigar pero no como solución definitiva.

Ahora bien, el reto está en los maestros latinoamericanos que persiguen el ideal
de transformar vidas, que piensen en una educación desafiante, contradictoria que le
permita a sus estudiantes alcanzar cargos altos a posicionarse en una sociedad que
reclama a gritos un cambio, (Puryear, n7, p .4), refiere que se debe preparar a los
alumnos para los trabajos de una economía moderna, e internacionalmente competitiva.
Deben fomentar el cambio científico y tecnológico. Deben promover la equidad social y
la movilidad. Y deben preparar a la gente para que participen en sistemas democráticos.

En esa medida, es importante conocer que no solo en Colombia se rotula la


educación pública como de baja calidad, y la privada está en un rango de “buena“ ,a
nivel latinoamericano también hay indicadores que muestran que lo importante es
llenar salones, que los profesionales no licenciados también tienen incidencia en el
desempeño académico de los estudiantes, pero de todo esto surgen estadísticas que
muestran que la educación también ha llegado a los sectores rurales como ya se ha
dicho al inicio.

Ahora yendo un poco más a lo local, reconocer la situación actual de la


educación y los educadores en Colombia es un tema que no solamente compete al
gremio educativo, sino a toda la sociedad puesto que sin educación no hay garantía de
desarrollo, de innovación, de derechos, de equidad, de igualdad.

Sin duda alguna, el componente docente es uno de los factores claves para
mejorar la calidad educativa, pero ¿Cuál es la situación de los docentes en Colombia?,
¿Cuál ha sido la atención al docente como sujeto activo de aprendizaje?, ¿Cómo se
concibe socialmente al docente de hoy?

Según Nieva y Martínez (2016) el “docente es considerado como uno de los


factores fundamentales para los procesos de enseñanza aprendizaje”, un docente con
excelente nivel de formación, con un sinfín de estrategias metodológicas, con
motivación y creatividad es garantía de una óptima formación en sus estudiantes y de
construcción social, generando así una lluvia de propuestas que ubican al docente como
centro de mejora en educación, gestor de inclusión y promotor de equidad social.

Sin embargo, la situación actual del docente Colombiano evidencia una profunda
incoherencia e inconformidad, aunque se toma al docente como uno de los pilares en el
proceso de enseñanza no se le ofrecen las garantías en educación y formación integral
que él necesita, las instituciones con programas en pregrados y postgrados son diversas
y heterogéneas lo que permite la enseñanza de docentes en instituciones de todo tipo,
que algunas veces, impactan desfavorablemente en su proceso (Rodríguez e Hinojo,
2017) y en su mayoría tienen un control mínimo por parte del Ministerio de Educación
Nacional (MEN).

Al mismo tiempo, las universidades que ofrecen programas en ciencias de la


educación cuentan con lineamientos diferentes lo que no proporciona una sola mirada
para todos los estudiantes del país, si bien es cierto que la educación debe adaptarse al
contexto y a las necesidades de los estudiantes, también es importante resaltar que las
universidades deben apuntar al objetivo de formar “docentes comprometidos con el
proceso pedagógico, implicados en la labor educativa, orientada al desarrollo humano
que trasciende el aprendizaje de contenidos” (Nieva y Martínez 2016), bajo un mismo
hilo conductor que garantice la coherencia, la claridad y visión total compartida dando
respuesta a las políticas de estado en educación.

Para agregar, la profesión docente está socialmente desvalorada en Colombia, la


mayoría de los egresados, ya sean de colegios públicos o privados, desean no ven al
magisterio como su primera opción, prefieren estudiar carreras que socialmente están
valoradas como rentables por la cantidad de ingresos, aunque si bien prefieren la
estabilidad laboral que puede dar la secretaria de educación, saben que el incremento del
salario depende única y exclusivamente a los procesos de evaluación que realice y estos
no dan cuenta de los esfuerzos, métodos y estrategias utilizadas, además de que no
generan una retroalimentación en cuanto a fortalezas y elementos a mejorar por parte
del docente.

En comparación con otros países, los docentes cuentan con una alta
remuneración a lo largo de toda su vida laboral, en Colombia esto no ocurre. Mientras
que en países como Singapur hay un amplio financiamiento en educación y se pretende
a través de la capacidad y compromiso invertir en la formación docente como garantía
de calidad, en Colombia son los sindicatos docentes los qua han intervenido en procura
de un aumento salarial y de una mejor remuneración.

Aunque Colombia ha dado grandes pasos para mejorar su calidad educativa en


cada uno de sus aspectos importantes, es necesario que se planteen políticas públicas
con mayor impacto en educación, que generen controles y exigencias en las
universidades, en los docentes y en los entes gubernamentales bajo una mirada integral
y renovadora.
CONCLUSIONES

 La fuente del pensamiento crítico, liberador tiene su fundamento primero en la


idoneidad, formación y visión del educador que a su vez se fundamenta en el
desarrollo óptimo del sistema educativo, pero para ello es sumamente importante
que se adelanten esfuerzos de devolverle a la educación el lugar que se merece
dentro de las dinámicas sociales.
 El pensamiento Crítico latinoamericano debe tener su sustento en una emancipación
total del aparato ideológico colonizador que por mucho tiempo ha tenida sesgada a
la educación y sus sistemas, para lograr instaurar una nueva concepción
epistemológica del conocimiento que no tenga distinción alguna de los sujetos y
mucho menos exclusión de aquellos que pueden brindar un mejor desarrollo a las
sociedades y a las ciencias humanas y sociales, dando un giro de 180 grados a la
forma como aún están concebidos los sistemas educativos al interior de las
sociedades latinoamericanas.
 Aunque Colombia ha dado grandes pasos para mejorar su calidad educativa en
cada uno de sus aspectos importantes, es necesario que se planteen políticas
públicas con mayor impacto en educación, que generen controles y exigencias
en las universidades, en los docentes y en los entes gubernamentales bajo una
mirada integral y renovadora.
 Es fundamental para el desarrollo de calidad educativa que los esfuerzos
realizados por cada sector del sistema y por cada integrante del mismo se
articulen coherentemente mostrando una sola dirección y un objetivo claro a
cumplir, así todos estarán en una labor compartida y sincronizada ejerciendo una
práctica colectiva, la suma de las partes generará grandes resultados.
 Los incentivos que se deben ofrecer a los educadores deben consolidarse
verdaderamente a través de una políticas educativas que bajo la supervisión del
ministerio, verdaderamente permitan que primero haya una formación o
cualificación en lo que respecta al ámbito académico, luego una calidad de vida
optima en la que sean reconocidos por sus labores de enseñanza y unas
garantías a nivel de salud, estabilidad tanto laboral como familiar, como
afectiva.

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