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C-1772-2013

Foja: 1

FOJA: 86 .- .-

NOMENCLATURA : 1. [40]Sentencia
JUZGADO : 2º Juzgado de Letras de la Serena
CAUSA ROL : C-1772-2013
CARATULADO : GALLARDO / I. MUNICIPALIDAD DE LA SERENA

La Serena, dieciocho de Noviembre de dos mil trece

Vistos: Que a fs.12 y siguientes comparece, Cristian Eduardo Gallardo Cortés,


transportista, c.i. 9.537.578-2, domiciliado en Pintor Marcial Plaza N° 2931, Los
Torreones, La Serena, quien deduce demanda de indemnización de perjuicios, en
juicio sumario, en contra de la Ilustre Municipalidad de La Serena, rut 69.040.100-
2, representada por su alcalde Roberto Elías Jacob Jure, c.i. 6.356.671-3,
domiciliado en Arturo Prat 451 y Los Carrera 303 piso 2, La Serena.

Agrega que el 15 de julio de 2011, interpuso querella y demanda civil de


indemnización de perjuicios en causa rol 5675-2011 ante Primer Juzgado de Policía
Local de La Serena, en contra de Claudia Ximena Alister Bascur, en su calidad de
conductora y propietaria del vehículo BF-LD 75, es del caso que el 11 de junio de
2011, a las 16:30 horas, en circunstancias que conducía su vehículo colectivo,
marca Toyota Yaris XLI, año 2007, color negro, PPU ZG6470, por Avenida Viña del
Mar, en dirección poniente, con derecho preferente de paso, por su pista derecha
y al llegar a la intersección con calle Millaray colisionó al vehículo, Station Wagon,
marca Daihatsu, modelo Terios 1.5, año 2008, PPU BF-LD-75, conducido por la
querellada, quien no se encontraba atenta a las condiciones de tránsito del
momento.

En la sentencia de primera instancia se llega a la conclusión de que fue él quien no


respetó el derecho preferente de paso de la querellada, en atención a que al
momento del accidente no se encontraba la señal vertical de PARE, en la
intersección de calles Avenida Viña del Mar y calle Millaray, razonando que
estaríamos en presencia de un cruce no regulado.
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En atención a lo anterior es la misma Dirección de Tránsito de la Ilustre
Municipalidad de La Serena que mediante oficio informa que efectivamente la
señalética vertical de signo PARE, no se encontraba al momento del accidente y
según declaración de vecinos hace varios meses que había sido robada.

Señala que no se puede determinar su responsabilidad infraccional o civil


indemnizatoria, ya que en la misma Ley de Tránsito en los artículos 94 y 169 inciso
V, se señala la responsabilidad de la Municipalidad respectiva tanto en la
instalación como mantención de las señales del tránsito de las vías urbanas y
también su responsabilidad civil por los daños producidos como consecuencia de la
falta o inadecuada señalización.

Indica que en cuanto a la acción civil, la sentenciadora da lugar a la demanda civil


presentada por Claudia Ximena Alister Bascur, teniendo como antecedente que su
responsabilidad infraccional, lo que a la luz de lo señalado no existe de su parte
responsabilidad.

Expresa que por último hay que tener especial consideración, en cuanto a que la
Municipalidad de La Serena, tenía y tiene la obligación de mantener la señalización
de tránsito adecuada en la intersección de las calles individualizadas y esto
ocasionó enormes perjuicios morales y patrimoniales, por cuanto se le hizo
responsable de una infracción y de una obligación pecuniaria, que en
circunstancias normales, con la debida señalización no hubiese tenido y por el
contrario sería su persona la victima a indemnizar. Que el actuar negligente de la
Municipalidad le ocasionó serios perjuicios morales y pecuniarios, razón por la cual
demanda a fin de que se indemnice por los perjuicios que su actuar no ajustado de
derecho le ocasionó.

En cuanto al derecho cita el artículo 94 de la ley 18.290, concordado, además, con


el artículo 169 inciso 5°. En cuanto a la normativa general respecto de la
responsabilidad civil, señala que hay que tener presente además lo que dispone el
artículo 2314 del Código Civil, y a su vez, el artículo 2329 del mismo cuerpo legal.

Expresa que los hechos que originan la presente demanda constituyen un


cuasidelito atribuible a la demandada, toda vez que, debiendo realizar la
instalación y mantención de la señalización del tránsito, no lo hizo. No cabe duda
que entre el hecho y el daño existe la relación de causalidad que la ley requiere
para que el perjuicio sea indemnizable. En efecto, los daños producidos en su
persona y patrimonio son consecuencia directa de la negligencia de la demandada
quién, al no representarse las consecuencias de su falta de vigilancia oportuna, se
colocó en la situación de tener que indemnizar los perjuicios ocasionados, es decir,
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de haber estado la señalización correspondiente, no habría sido condenado, y por
el contrario sería la víctima a indemnizar.

Cita los artículos 2320, 2329 y 1556 del Código Civil.

Por todo lo expresado anteriormente demanda los siguientes conceptos:

Daño emergente directo, la cantidad de $3.487.025, que corresponden a la


compra de repuestos y reparación del mi vehículo, e indemnización a la que fue
condenado en causa 5675-2011 del Primer Juzgado de Policía Local de La Serena.

Desvalorización del vehículo, la cantidad de $548.000 que corresponde al 10%


del valor comercial del vehículo siniestrado de su propiedad, entendiendo que por
mucho de que se realicen las reparaciones a los daños materiales causados al
vehículo, nunca tendrá el mismo valor comercial que un vehículo que no ha sufrido
choques y daños.

Lucro cesante, la cantidad de $1.500.000 que es la suma que dejó de percibir,


puesto que es un vehículo de alquiler y estuvo sin salir a recorrido entre el día del
accidente y hasta el día 11 de agosto de 2011, periodo que demora en realizar las
reparaciones, en atención que el taxi colectivo le reportaba la cantidad de $25.000
diarios de ingresos líquidos.

Daño moral, la cantidad de $ 2.000.000 entendiendo por tal todas las acciones
lesivas al espíritu humano y a la afectividad y emotividad personal intrínseca a
cada persona que ha sufrido un padecimiento y un menoscabo, como el hecho de
verse involucrado en un accidente de tránsito, sin tener responsabilidad en ello,
verse expuesto a un procedimiento judicial, de pagar las indemnizaciones y costas
sin tener los medios para pagarlas y sobretodo el hecho de tener que perder la
herramienta de trabajo, por el actuar negligente de la demandada.

Indica que de lo señalado anteriormente se desprende que los elementos de la


responsabilidad están plenamente establecidos, a saber:

1) Capacidad del demandado: La demandada es plenamente capaz.

2) Culpa o dolo: Para que un hecho o una omisión que daña a otro, engendre
responsabilidad, no basta que tenga por autor a una persona capaz de delito o
cuasidelito, es indispensable que haya sido ejecutado con dolo o culpa. Lo normal
es que en materia de culpa se compare el accionar del autor del daño con la que
habría observado un tipo de hombre ideal, existen normas que establecen la
culpabilidad de manera objetiva como el caso de los artículos 2314, 2320, 2329 del
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Código Civil, en relación con los artículos 94 y 165 inciso 5 de la Ley de Tránsito N°
18.290.

3) Existencia de daño: El daño es todo detrimento, perjuicio, menoscabo, dolor o


molestia que sufre un individuo en su persona, bienes, libertad, honor, crédito,
afectos, creencias entre otros. El daño supone la destrucción o disminución, por
insignificante que sea, de las ventajas o beneficios patrimoniales o
extrapatrimoniales de que goza un individuo. Su cuantía y la mayor o menor
dificultad para acreditarlo y apreciarlo son indiferentes, pues, la ley no las
considera. Como requisitos del daño se señalan licitud del interés protegido o
interés legítimo; la ley no protege intereses ilícitos, certidumbre del daño, es decir,
que sea real, efectivo, tanto que, a no mediar él, la víctima se habría hallado en
una mejor situación y además que sea directo, es decir, que sea consecuencia
cierta y necesaria del hecho ilícito, que en el caso de la demanda se ve plenamente
establecido. El daño en el caso que nos convoca se ve reflejado por el
incumplimiento de la demandada.

4) Nexo causal entre la acción culposa y el daño: hay relación causal cuando el
hecho doloso o culpable es la causa directa y necesaria del daño, cuando sin él
éste no se habría producido. No caben dudas acerca del cumplimiento de este
requisito, al ser producto del incumplimiento de la demandada los daños sufridos.

Por lo que en virtud de lo dispuesto en los artículos 2314, 2320, 2329, y siguientes
todos del Código Civil, en concordancia con los artículos 94 y 169 inciso 5 de la Ley
de Tránsito N° 18.290; en relación a los artículos 254 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil; solicita, tener por presentada demanda de indemnización de
perjuicios, en juicio sumario, en contra de la Ilustre Municipalidad de La Serena,
representada por su alcalde Roberto Jacob Jure, admitirla a tramitación y
condenarlos al pago total de $7.535.025, por concepto de daño emergente directo,
desvalorización del vehículo, lucro cesante y daño patrimonial y moral
efectivamente causados, más intereses, reajustes o la suma que se estime
ajustada al mérito de autos, con costas.

A fs.49 y siguiente, tuvo lugar comparendo de estilo, con la asistencia de la parte


demandante y la demandada. La demandante ratifica íntegramente su demanda
con expresa condenación en costas.

La demandada, contesta por escrito antecedente que se incorporó a fs.40 y


siguientes, señalando que la versión de los hechos expuesta por el demandante, se
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encuentra absolutamente desvirtuada al tenor de la causa rol 5675-2011 seguida
ante el 1° Juzgado de Policía Local de La Serena, quien sostiene que el 11 de junio
de 2011, conducía su vehículo colectivo, por Avenida Viña del Mar en dirección
poniente, con derecho preferente de paso por su pista derecha y al llegar a la
intersección con calle Millaray, colisionó al vehículo StationWagon, conducido por
Claudia AlisterBascur, quien "no se encontraba atenta a las condiciones de tránsito
del momento; ni se detuvo en la intersección mencionada".

Señala que en la causa Rol N° 5675-2011 se concluyó exactamente lo contrario,


según consta en la sentencia de 6 de febrero de 2012, que en su considerando XI
señala que: “ponderando los antecedentes antes reseñados conforme lo dispone el
artículo 14 de la Ley 18.287, son suficientes para tener por acreditado que en
circunstancias en que don Cristian Eduardo Gallardo Cortés, conducía el taxi
colectivo ZG 6470, por calle Viña del Mar en dirección poniente, al llegar a la
intersección de ésta con la calle Millaray, continuó la marcha e ingresó a la
intersección, irrespetando el derecho preferente de paso que le asistía al
StationWagon BFLD 75, guiado por Claudia Ximena Alister Bascour, por la referida
Millaray en dirección Sur, colisionando ambos vehículos; hechos constitutivos por
parte de Gallardo Cortés, de una infracción a lo dispuesto por el artículo 139 de la
Ley del Tránsito; infracción que fue la causa principal de la colisión de autos y a
consecuencia del cual ambos conductores resultaron con lesiones de carácter leve
y los vehículos involucrados en esa, dañados”. Asimismo, el considerado XII
señala: "Que autor de la referida infracción a lo dispuesto por el artículo 139 de la
Ley de Tránsito, resulta ser don Cristián Gallardo Cortés, quien a objeto de
excusarse de su responsabilidad alegó que la Sra. Aliste no respetó el disco pare
existente en la referida intersección, por lo que si bien él intentó frenar y
esquivarla, no logró su objetivo, impactándola, alegación que se rechaza de plano
por cuanto, al no haber señal de tránsito vertical, opera el derecho preferente de
paso".

En el considerando XV, se señala que habiéndose acreditado que el único


responsable de la colisión de autos es Cristián Eduardo Gallardo Cortés, es que
procedió acoger la demanda deducida en su contra, porque conforme a la ley se
encuentra obligado al pago de las indemnizaciones; y por tanto, se rechazó la
demanda interpuesta por Gallardo Cortés en contra de Claudia Ximena
AlisterBascur.

Indica que conforme lo anterior, se acogió la querella y se condenó a Cristian


Eduardo Gallardo Cortés, al pago de una multa a beneficio municipal como autor
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de una infracción a lo establecido en el artículo 200 Nº 11 y 40 de la Ley del
Tránsito.

Señala que la sentencia de primera instancia fue apelada y confirmada por la


Iltma. Corte de Apelaciones de la Serena con fecha 13 de agosto de 2012, a pesar
del resultado en el proceso, del cual no fue parte, el demandante ahora pretende
revivir parte del mismo, rescatando de éste los elementos que aparentemente le
benefician y desechando los que le perjudican. Es así como expone que el
accidente se habría producido porque al momento del accidente no se encontraba
la señal vertical de "pare" en la intersección de calles "Avenida del Mar y calle
Millaray", sin embargo, ello ya no es, ni puede ser motivo de discusión, por cuanto
la responsabilidad infraccional del demandante Cristián Gallardo Cortés, fue
establecida en sentencia ejecutoriada, la cual dictaminó que el demandante fue
quien infringió las normas del tránsito, al no respetar el derecho preferente de
paso que le al vehículo conducido por Claudia Alister.

Indica que no es efectivo lo indicado por el demandante, en relación al informe de


la Dirección de Tránsito de la I. Municipalidad de La Serena contenida en Oficio
1481 de 1 de diciembre de 2011, rolante a fojas 98 y 99 del expediente del
Juzgado de Policía Local, por cuanto en el mismo no se efectúa ninguna
explicación referente a la señalética en cuestión, no indica en parte alguna lo que
dice el demandante que “la señalética vertical del signo Pare no se encontraba al
momento del accidente”, ello no concuerda con el tenor del informe en cuestión.

Advierte que los hechos expuestos en la demanda, carecen de todo fundamento a


la luz de la sentencia citada, estimándose inoficioso entrar en discusiones respecto
de cómo se produjeron los hechos, pues lo único cierto es que al respecto, existen
dos pronunciamientos tanto del Tribunal a quo, como también del Tribunal ad
quem, el primero rechazando la demanda de Cristian Gallardo Cortés y el segundo,
confirmando dicha resolución.

Expresa que la determinación de la responsabilidad civil e infraccional del


demandante en la colisión del de autos 11 de junio de 2011, es una materia
anteriormente conocida y resuelta por dos tribunales distintos de nuestro país, por
lo que no es procedente, que el demandante trate de obtener una nueva sentencia
declarativa, esta vez, tratando malamente de justificar su manifiesto
desconocimiento de la ley de tránsito, que por cierto y así fue acreditado en el
juicio anterior, fue causa basal del accidente, encubriéndolo esta vez, con otra
causa de pedir, la supuesta "falta de servicio". Es evidente el hecho, que el
demandante está tratando de evitar el efecto propio de las sentencias firmes o
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ejecutoriadas cual es la cosa juzgada regulada en el artículo 177 de nuestro Código
de Procedimiento Civil.

Alega que no existe relación de causalidad alguna entre el accidente y la no


existencia de una señal "PARE", ello por cuanto la causal directa e inmediata de la
colisión fue la imprudencia y desconocimiento por parte del demandante, de la Ley
de Tránsito, esto se acreditó en la causa rol N°5675-2011, ya que el demandante
hizo caso omiso a una de las normas de tránsito más importantes relativas al
derecho preferente de paso y que se deben aplicar, precisamente, en los cruces no
regulados como ocurrió en la causa referida. De tal entidad es la norma
contemplada en el Título XI de la Ley 18.290, que constituye uno de los ítem que
la Dirección del Tránsito ha incorporado en el examen de habilitación para conducir
vehículos motorizados, titulado precisamente "derecho preferente de paso"
regulado en los artículos 139 al 143: “todo vehículo que se aproxime a un cruce
deberá hacerlo a velocidad razonable y prudente, deteniéndose si fuere necesario,
y el de la izquierda cederá el paso al vehículo que se acerque al cruce por la
derecha, el que tendrá derecho preferente de paso. El conductor del vehículo de la
izquierda reiniciará la marcha e ingresará a la intersección sólo cuando se asegure
que no hay riesgos de accidente, en atención a la distancia, visibilidad y velocidad
de los otros vehículos que se aproximen por la derecha". Asimismo este artículo
establece los casos en que no se aplicará el derecho preferente de paso, que por
cierto, no es ninguna situación aplicable en el caso en comento: "Este derecho
preferente de paso no regirá en los siguientes casos: 1.-En los cruces regulados;
2.-En aquellos cruces donde se haya determinada la preferencia mediante signos
"PARE" o "CEDA EL PASO"; 3.-En las zonas rurales, donde tendrá preferencia el
conductor del vehículo que circule por un camino principal, con respecto al que se
aproxime o llegue por una vía secundaria. Se entenderá por camino principal, el
que tenga pavimento de concreto, asfalto, macadam bituminoso definitivo o los
que expresamente determine y señalice la Dirección de Vialidad, y 4.-Respecto de
los vehículos que se vayan a incorporar a una zona de tránsito en rotación".

En razón de lo anterior, concluye que no existe responsabilidad directa ni indirecta


de la Municipalidad pues la razón de la colisión se debe a la irresponsabilidad del
demandante ante un cruce no regulado.

Además señala que se funda la demanda en la responsabilidad extracontractual de


derecho privado regulada en el artículo 2314 y siguientes del Código Civil, al
respecto, debemos señalar la improcedencia de los fundamentos invocados, toda
vez que, tal como lo ha señalado la doctrina, no se puede hablar de
responsabilidad "extracontractual" del Estado en los términos que las normas del
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Código Civil utilizan para el término "extracontractual", ya que de su sola lectura,
aparece claro que no resulta congruente ni adaptable su contenido al Estado o a
cualquiera de sus órganos, los cuales no cometen ni pueden cometer "delitos" o
"cuasidelitos" ya que intrínsecamente, por su propia conformación de personas
jurídicas, son incapaces de ello, toda vez que son entes ficticios carentes de razón
y , en consecuencia carecen "per se" de la posibilidad de cometer delitos o
cuasidelitos, los que suponen necesariamente una intencionalidad (dolo) o
negligencia (culpa) en su comisión. En consecuencia, la falta de fundamento legal
se advierte en forma evidente de la sola lectura del aludido artículo en su parte
final cuando señala que "es obligado a la indemnización, sin perjuicio de la pena
que le impongan las leyes por ese delito o cuasidelito".

Hace presente que la responsabilidad del Estado es Especial y de Derecho


Público, cuyas fuentes normativas no se contienen en el Código Civil, sino que en
otros cuerpos legales, los cuales no han sido invocados por el demandante. Su
regulación es autosuficiente y se trata de una responsabilidad "constitucional", no
civil, no siendo aplicables a su respecto las reglas de derecho común del Título
XXXV del Libro IV del Código Civil.

Concluye que el actor, ha demandado de indemnización de perjuicios, basándose


en una supuesta responsabilidad extracontractual de la Municipalidad, fundada en
la responsabilidad patrimonial extracontractual del Derecho Privado, del que
comete un delito o cuasidelito (Art. 2.314 del C.C.), buscando responsabilidad en
los términos que se establece en el artículo 2.320 del Código Civil, lo cual es
incompatible e improcedente a los órganos de la Administración del Estado,
careciendo en consecuencia la presente demanda del suficiente fundamento
jurídico para ser acogida.

Expresa que el actor reclama como indemnización por daño emergente la suma de
$3.487.025, correspondientes a la compra de repuestos y reparación de su
vehículo e indemnización a la que fue condenado en la causa Rol 5675-2011, es
del caso que el daño emergente que consiste exclusivamente en la disminución
real y efectiva que se produce en el patrimonio del afectado como consecuencia
directa del incumplimiento del demandado, el que se produce única y
exclusivamente por la imprudencia y falta de conocimiento de la Ley de tránsito del
propio demandante, por lo que malamente puede imputarse responsabilidad
alguna a su representada.
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Respecto del ítem "desvalorización del vehículo", señala que tampoco es
procedente que traslade su propia responsabilidad en los hechos, por lo que se
tiene que rechazar íntegramente dicho concepto.

En cuanto al lucro cesante, se reclama la suma de $1.500.000, al respecto se


remite a los fundamentos expresados, agregando que fue expresamente
condenado a pagar, no sólo sus propios daños sino a pagar una multa derivada de
la infracción a la ley y pagar el daño directo, desvalorización y daño moral sufrido
por Claudia Ximena Alister Bascur, por lo que solicita se rechace dicho concepto.

Señala que en cuanto al daño moral, se reclama la suma de $2.000.000, el


demandante alega haber sufrido daño moral por el hecho de haberse visto
involucrado en un accidente de tránsito sin tener responsabilidad en ello, verse
expuesto a un procedimiento judicial de lato conocimiento, pagar las
indemnizaciones y costas a las que fue condenado. Es del caso que el demandante
efectivamente fue condenado, precisamente, por tener la única y exclusiva
responsabilidad en los hechos, al irrespetar las normas de tránsito y en razón de
su propia imprudencia y mal manejo de su vehículo, ocasionar como causa directa
la colisión aludida. Esto se demuestra, ya que el demandante fue parte perdidosa
en el juicio y además fue condenado en costas, lo que demuestra la falta de
fundamentos plausibles al interponer la querella infraccional con indemnización de
perjuicios, al igual que, la falta de fundamentos para apoyar la demanda que
mediante la presente actuación se contesta, ya que se trata de la aflicción física o
psíquica de la persona, la que en caso alguno es desarrollada por el actor.

Por tanto solicita se tenga contestada la demanda de indemnización de perjuicios,


rechazarla, en todas y cada una de sus partes, por los motivos ya fundados y, en
el evento improbable de que ésta sea acogida, los montos demandados
necesariamente sean prudencialmente regulados y rebajados conforme a derecho,
con expresa condenación en costas.

Llamadas las partes a conciliación, esta no se produce.

A fs.51 y a fs.72, se recibió la causa a prueba.

A fs.79, se cita a la partes a oír sentencia.


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CONSIDERANDO:

I.-En cuanto a la objeción documental:

Primero: Que, a fs.40 y siguientes la parte demandada en el primer otrosí de su


presentación, ha formulado objeción documental señalando:

Que objeta los documentos presentados por la parte contraria agregados a fojas 1
y siguientes, signados con los números 2,3,4,5,6,7,8 y 9, en general por ser
fotocopias simples que emanan de terceros y no haber sido reconocidos en juicio,
por no ser oponible a su parte y por no constar su autenticidad ni integridad,
solicitando se le reste todo mérito probatorio.

Segundo: Que, concedido traslado a la incidencia a fs.49 y siguiente, esta se


contestó a fs.52 y siguiente, solicitando desde ya su total rechazo por las
consideraciones de hecho y derecho que expone en cuanto a los documentos
signados con los números 1,2,3,4,5,6,7 y 8 señala que las copias de los
documentos señalados objetados, son copias de documentos originales autorizados
y timbrados por el SII, los cuales tienen el valor probatorio que se les otorga a los
instrumentos públicos. A mayor abundamiento, la contraria objeta los documentos,
fundamentando en que estos consistirían en instrumentos privados que emanan de
terceros que no son parte del juicio y que no son oponibles a su parte. Lo cual
corresponde a una interpretación errada de la naturaleza jurídica de los
documentos señalados, por tanto estos instrumentos serían copias de documentos
originales.

Ahora bien, para efectos de acreditar la autenticidad e integridad de estos


documentos objetados, estos serán debidamente acompañados en la instancia
procesal respectiva. Los cuales podrán ser cotejados con las copias acompañadas
en la presentación de la demanda. Además la contraparte en su objeción de
documentos no señala causa legal en que se fundamenta la objeción planteada.
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Por tanto y en virtud de lo señalado en los artículos 342, 343 y 346 del Código de
Procedimiento Civil; solicita tener por evacuado el traslado conferido en autos,
rechazando en todas sus partes la objeción documental presentada por la
contraparte, en virtud de los argumentos de hecho y derecho antes expuestos,
todo con expresa condenación en costas.

Tercero: Que, previo necesario es señalar los documentos impugnados, son


aquellos que se acompañaron con ya se dicho en el primer otrosí de la
presentación de fs.12 y siguientes signados con los N°s, 2,3, 4, 5, 6, 7, 8 y 9:

-Factura 165322 de DAITOCAR REPUESTOS, de 21 de junio 2011, que da cuenta


de la compra de repuestos como radiador, parachoque, capot, bisagras de capot,
tapabarro, focos ópticos, depósito limpia parabrisas; por la suma de $357.550.

-Factura 165375 de DAITOCAR REPUESTOS, de 22 de junio 2011, que da cuenta


de la compra de repuestos; por la suma de $43.750.

-Factura 165556 de DAITOCAR REPUESTOS, de 28 de junio 2011, que da cuenta


de la compra de repuestos como soporte de parachoque y máscara; por la suma
de $39.400.

-Guía de despacho 19925 de DAITOCAR REPUESTOS, de 01 de julio 2011; por la


suma de $13.500.

-Boleta de ventas y servicios 376122 de 06 de julio de 2011 que da cuenta de la


compra de filtro de aire; por la suma de $3.550.

-Boleta de ventas y servicios 376424 de 08 de julio de 2011 que da cuenta de la


compra de repuestos como reten bomba aceite y empaquetadura tapa válvula; por
la suma de $9.650.

-Boleta de ventas y servicios 377560 de 21 de julio de 2011 que da cuenta de la


compra de repuestos como reten rodamientos alternador y bomba de agua; por la
suma de $27.000.

-Boleta de honorarios electrónica N°35 emitida por Roberto Enrique Cortes


Villarroel, de 12 de mayo de 2013, que da cuenta de la atención profesional por los
servicios y trabajos de desabolladura, pintura, reparación de chasis, parachoques,
motor, soldadura de block, revisión y eliminación de airbag, por la suma de
$1.680.000.
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Cuarto: Que, no siendo causa de objeción documental el hecho de que el


documento conste en fotocopia y diciendo relación con el valor probatorio el hecho
de emanar de un tercero, la objeción se desestima.

II.-En cuanto al fondo.

Quinto: Que, a fs.12 y siguientes comparece, Cristian Eduardo Gallardo Cortés,


quien deduce demanda de indemnización de perjuicios, en juicio sumario, en
contra de la Ilustre Municipalidad de La Serena, representada por su alcalde
Roberto Elías Jacob Jure, solicitando admitirla a tramitación y condenarlos al pago
total de $7.535.025, por concepto de daño emergente directo, desvalorización del
vehículo, lucro cesante y daño patrimonial y moral efectivamente causados, más
intereses, reajustes o la suma que se estime ajustada al mérito de autos, con
costas, por los fundamentos que constan en lo expositivo de este fallo y que se
dan por reproducidos para evitar repeticiones inoficiosas.

Sexto: Que, habiéndose notificado personalmente a fs.25, a la demandada se


citó a comparendo de estilo el cual se ejecutó a fs.49 y siguiente, con la asistencia
de la parte demandante y la demandada. La demandante ratifica íntegramente su
demanda con expresa condenación en costas.

Séptimo: Que, por su parte la demandada, contesta por escrito, antecedentes


que se incorporaron de fs.40 a fs.48 y solicita que ésta sea rechazada en todas sus
partes, con costas solicitando se tenga contestada la demanda de indemnización
de perjuicios, rechazarla, en todas y cada una de sus partes, y, en el evento
improbable de que ésta sea acogida, los montos demandados necesariamente
sean prudencialmente regulados y rebajados conforme a derecho, con expresa
condenación en costas, basándose en las fundamentaciones que constan en la
parte expositiva de esta sentencia.
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Octavo: Que, la demandada señala que los hechos que relata en su libelo
constituyen cuasidelito atribuible a la demandada, toda vez que, debiendo realizar
la instalación y mantención de la señalización del tránsito, no lo hizo.

Noveno: Que, por su parte el demandado expresa que la determinación de la


responsabilidad civil e infraccional del demandante en la colisión del de autos 11
de junio de 2011, es una materia anteriormente conocida y resuelta por dos
tribunales distintos de nuestro país, por lo que no es procedente, que el
demandante trate de obtener una nueva sentencia declarativa. En razón de lo
anterior, concluye que no existe responsabilidad directa ni indirecta de la
Municipalidad pues la razón de la colisión se debe a la irresponsabilidad del
demandante ante un cruce no regulado.

Además alega que se funda la demanda en la responsabilidad extracontractual de


derecho privado regulada en el artículo 2314 y siguientes del Código Civil, al
respecto, alega la improcedencia de los fundamentos invocados, toda vez que, tal
como lo ha señalado la doctrina, no se puede hablar de responsabilidad
"extracontractual" del Estado en los términos que las normas del Código Civil
utilizan para el término "extracontractual", ya que de su sola lectura, aparece claro
que no resulta congruente ni adaptable su contenido al Estado o a cualquiera de
sus órganos, los cuales no cometen ni pueden cometer "delitos" o "cuasidelitos" ya
que intrínsecamente, por su propia conformación de personas jurídicas, son
incapaces de ello, toda vez que son entes ficticios carentes de razón y , en
consecuencia carecen "per se" de la posibilidad de cometer delitos o cuasidelitos,
los que suponen necesariamente una intencionalidad (dolo) o negligencia (culpa)
en su comisión.

Hace presente que la responsabilidad del Estado es Especial y de Derecho


Público, cuyas fuentes normativas no se contienen en el Código Civil, sino que en
otros cuerpos legales, los cuales no han sido invocados por el demandante. Su
regulación es autosuficiente y se trata de una responsabilidad "constitucional", no
civil, no siendo aplicables a su respecto las reglas de derecho común del Título
XXXV del Libro IV del Código Civil.

Décimo: Que, la parte demandante a objeto de acreditar el fundamento de su


pretensión, acompañó al proceso los siguientes antecedentes documentales:
C-1772-2013
Foja: 1
En el primer otrosí de fs.12 y siguientes y se agregaron de fs.01 a fs.11:

1.-Certificado de dominio vigente de mi vehículo ZG-6470.

2.-Factura 165322 de DAITOCAR REPUESTOS, de 21 de junio 2011, que da cuenta


de la compra de repuestos como radiador, parachoque, capot, bisagras de capot,
tapabarro, focos ópticos, depósito limpia parabrisas; por la suma de $357.550.

3.-Factura 165375 de DAITOCAR REPUESTOS, de 22 de junio 2011, que da cuenta


de la compra de repuestos; por la suma de $43.750.

4.-Factura 165556 de DAITOCAR REPUESTOS, de 28 de junio 2011, que da cuenta


de la compra de repuestos como soporte de parachoque y máscara; por la suma
de $39.400.

5.-Guía de despacho 19925 de DAITOCAR REPUESTOS, de 01 de julio 2011; por la


suma de $13.500.

6.-Boleta de ventas y servicios 376122 de 06 de julio de 2011 que da cuenta de la


compra de filtro de aire; por la suma de $3.550.

7.-Boleta de ventas y servicios 376424 de 08 de julio de 2011 que da cuenta de la


compra de repuestos como reten bomba aceite y empaquetadura tapa válvula; por
la suma de $9.650.

8.-Boleta de ventas y servicios 377560 de 21 de julio de 2011 que da cuenta de la


compra de repuestos como reten rodamientos alternador y bomba de agua; por la
suma de $27.000.

9.-Boleta de honorarios electrónica N°35 emitida por Roberto Enrique Cortes


Villarroel, de 12 de mayo de 2013, que da cuenta de la atención profesional por los
servicios y trabajos de desabolladura, pintura, reparación de chasis, parachoques,
motor, soldadura de block, revisión y eliminación de airbag, por la suma de
1.680.000.

10.-Copias autorizadas de liquidación del crédito, tasación de costas procesales y


regulación de personales en causa rol 5675- 2011 de Primer Juzgado de Policía
Local de La Serena, de 17 y 31 de diciembre de 2012, por $1.312.625.

Décimo primero: Que, en orden a probar sus defensas la demandada acompaña


los siguientes antecedentes documentales:
C-1772-2013
Foja: 1
Agregados de fs.32 a fs.39, acompañados en el segundo otrosí de la presentación
de fs.40 y siguientes:

1.-Copia autorizada de sentencia de 6 de febrero de 2012 dictada por el Primer


Juzgado de Policía Local de La Serena, en causa Rol 5.675-2011 caratulada
"Gallardo con Alister", en la que a fojas 115 se condena a don Cristián Gallardo
Cortés demandante en estos autos.

2.-Copia autorizada de sentencia de 13 de agosto de 2012, de la I.Corte de


Apelaciones de La Serena, que confirma la sentencia señalada en el N° 1.

3.-Copia autorizada de la certificación de encontrarse firme y ejecutoriada la


sentencia acompañada en el N° 1, de 15 de noviembre de 2012.

De fs.62 a fs.67, los acompañados por la demandada en el otrosí de fs.68 los


siguientes:

1.-Copia autorizada de liquidación de crédito efectuada con fecha 17 de diciembre


de 2012 por el Primer Juzgado de Policía Local de La Serena, en la causa Rol Nº 5
675 2011, y de resolución de fecha 31 de diciembre de 2012 que la tiene por
aprobada y regula las costas personales.

2- Copia autorizada de cuatro escritos, presentados por el demandante, en la


causa infraccional Rol Nº 5675-2011, del Primer juzgado de Policía Local de La
Serena, que dan cuenta del abono efectuado por el demandante al crédito
liquidado por el Primer Juzgado de Policía Local de La Serena, fechas 15 de mayo
de 2013, 5 de junio de 2013, 11 de junio de 2013 y 15 de julio de 2013, por un
total de $1.230.000.-correspondiente al monto total liquidado.

Décimo segundo: Que, en orden al mismo fin sólo la parte demandante rindió
prueba testimonial al tenor de la interlocutoria de prueba de fs.51 y 72, haciendo
comparece a Lino Antonio González Pasten. Alejandro Exequiel Rodríguez Vilca y
Basilio del Rosario Rojas Milla, quien contestes en sus dichos, sin tacha y
debidamente juramentados señalaron a fs.75 y siguientes:

Comparece Lino Antonio González Pasten, quien indicó que es efectivo que el 11
de junio de 2011 el vehículo patente ZG-6470 colisiono con el vehículo BF LD-75,
lo que sabe ya que trabaja de colectivero y ese día se comunicaron por radio lo
sucedido y acudió al lugar donde ocurrió el accidente y allí estuvo toda la tarde con
varios colegas mas ya que no se podía dejar el vehículo solo.
C-1772-2013
Foja: 1
Donde ocurrió el hecho - esquina - siempre ha tenido un disco pare, pero lo
arrancan y no le reponen, sabe que existe ya que lleva años trabajando en el
rubro. Agrega que como 5 meses después del accidente volvieron a instalar el
disco pare. El accidente ocurrió cuando Cristian venia bajando por Viña del Mar y la
otra persona por calle Millaray la cual tiene un disco pare, el que no se encontraba
en ese momento, la otra persona llegó y pasó.

La municipalidad es responsable, ya que cuando arrancan un letrero tardan


demasiado tiempo en reponerlos por lo tanto los automovilistas transitan sin
contar con la señalización correspondiente, en este caso específico tardaron como
cinco meses en reponerlo.

Cristian Gallardo es dueño del vehículo colectivo y en cuanto a la otra persona no


sabe, lo anterior lo sabe ya que en el rubro se conocen todos y se sabe quiénes
son los dueños de los autos.

En cuanto a los montos fueron, él tuvo que pagar un millón trescientos a la


señora, a la dueña del otro vehículo y dos millones doscientos en reparación del
auto de él. El conversó que tenía que pagar, ya que lo habían condenado en un
juicio en el Juzgado de Policía Local. Producto del accidente el quedó mal
anímicamente y estuvo dos meses sin trabajar ya que tuvo que mandar a reparar
su vehículo y además es su única fuente de ingreso.

Comparece Alejandro Exequiel Rodríguez Vilca, es efectiva la colisión lo que


sabe ya que a él le comentaron y lo vio pues en ese momento pasó por la calle
donde ocurrió el accidente pues tiene el mismo recorrido pero no se detuve ya
que iba con pasajeros, los vehículos estuvieron ahí desde las 5 de la tarde hasta
las 11 de la noche.

Considera que el accidente se debió a que no estaba el disco pare de calle Millaray
ya que Viña del Mar tiene preferencia y la Municipalidad cada vez que falta una
señalización no la repone a tiempo, demora demasiado tiempo en reponer las
señalizaciones, lo mismo pasa con los semáforos, se llama a Carabineros para que
no se produzcan accidentes pero ellos se demoran en llegar, lo cual también es
responsabilidad de la municipalidad. Es importante señalar que si hubiera estado
pintado el piso con la señalización correspondiente no se hubiera producido ese
accidente.

Agrega que es constante el robo de los discos pares en el año 2011 hasta que la
municipalidad cambio el diseño hace un año aproximadamente y desde esa fecha
no se han producido robos de los mismos ya que cambio el pilar que lo soportaba
C-1772-2013
Foja: 1
que era de perfil por un pilar que ya no sirve para el antejardín. En el año del
accidente la municipalidad no reponía las señalizaciones con la premura que se
requería, tardaba demasiado.

El Colectivo es de Cristian Gallardo, en cuanto al otro vehículo sabe que es de una


señora llamada Claudia, que era la señora que iba manejando al momento del
accidente.

Cristian tuvo que pagar un millón trescientos a la señora por orden del Juzgado de
Policía Local y dos millones doscientos que el gastó en la reparación de su
vehículo. Cristian estuvo dos meses sin trabajar que fue el tiempo que se demoró
en estar lista la reparación del vehículo y además se lastimó la espalda producto
del choque. Hace presente que un día en la oficina cuando uno va a timbrar tarjeta
le pregunté cómo estaba y dijo preocupado y agobiado por las deudas ya que no
se encontraba trabajando, además que uno esté o no esté trabajando tiene que
pagar igual el arriendo de la línea, o sea la prestación de servicios. Se encuentra
mal emocionalmente ya que uno sin trabajar no puede cumplir con sus
compromisos ya que es su única fuente de ingreso.

Comparece Basilio del Rosario Rojas Milla, señala que llegó después del
accidente al lugar y como transita constantemente por ahí vio lo que había pasado
y se detuvo. Esto se produjo porque no estaba la señalética de transito que era un
disco pare en calle Millaray. Si la municipalidad hubiera marcado en el piso la
señalización correspondiente, no hubiera sucedido ese accidente.

Es efectivo porque en esa esquina siempre ha existido un disco pare y en ese


momento no estaba, además que podrían haber demarcado el piso con el mismo
signo. Esto ocurrió por una negligencia de la municipalidad se viene confiado por
Viña del Mar porque los vehículos que vienen por calle Millaray tienen que
detenerse.

El colectivo es de Cristian Gallardo lo que sabe porque él comentó cuando se lo


compro. En cuanto al propietario del otro vehículo lo desconoce, solo sabe que al
momento del accidente lo iba manejando una señora. Cristian tuvo que pagar en el
juico de Policía Local un millón trescientos mil pesos a la señora, más los gastos de
la reparación de su auto que fueron alrededor de 2 millones doscientos. El después
del accidente quedo mal anímicamente ya que él era un hombre alegre y andaban
todo decaído producto de las deudas ya que no podía trabajar porque era su único
ingreso. Él estuvo sin trabajar como dos meses.
C-1772-2013
Foja: 1
Décimo tercero: Que, en cuanto a lo señalado por la demandada relativo a que
el demandante trata de obtener una nueva sentencia, siendo que otro tribunal ya
se ha pronunciado, cabe señalar que la sentencia a la que hace referencia y que
fue confirmada por la Corte de Apelaciones de La Serena, se pronuncia sobre la
responsabilidad infraccional del demandado en una causa en que la demandada no
fue parte, y por lo tanto la acción interpuesta en estos autos corresponde a una
totalmente distinta a la perseguida en el Juzgado de Policía local, por cuanto
actualmente se demanda de indemnización de perjuicios a la Municipalidad de La
Serena debido a que su actuar negligente habría sido la cusa del accidente.

Décimo cuarto: Que, respecto a la alegación de la demandada en cuanto a la


improcedencia de los fundamentos de derecho invocados en la demanda, cabe
señalar que el régimen que rige la responsabilidad del estado es un tema
ampliamente discutido y que ha originado criterios dispares en la jurisprudencia.

Décimo quinto: Que, por lo mismo, aún cuando la actora no haya invocado la
normativa que rige la falta de servicio, en este caso es el tribunal el llamado a
encuadrar los supuestos fácticos en el marco normativo que regula el asunto, y si
concurren los presupuestos legales se deberá atribuir la responsabilidad que en
autos se persigue.

Décimo sexto: Que, sin perjuicio de lo señalado en el considerando anterior,


cabe aclarar que, en efecto, el estatuto que rige la responsabilidad de la
Administración por falta de servicio es diferente de la responsabilidad que regula el
Código Civil.

Décimo séptimo: Que, en palabras del Ministro Señor Muñoz en el fallo


pronunciado por la Tercera Sala de la Corte Suprema con fecha 03 de octubre de
2013 en causa Rol N° 2043-2013 “…la función municipal debe ser realizada de
acuerdo a la legalidad vigente y que como parte de la administración del estado le
son plenamente aplicables los principios generales que la rigen, entre ellos la
responsabilidad y las normas bajo las cuales se determina la misma, que están
consignadas en el artículo 38 inciso 2 de la Constitución Política de la República,
Ley N° 18.575 y artículo 142 de la Ley Nº 18.695 Orgánica de Municipalidades.
C-1772-2013
Foja: 1
Así, los actos u omisiones que ejecuten los órganos municipales y sus funcionarios,
en ejercicio de sus funciones o derivados de ilícitos en el ejercicio de las mismas
que produzcan daño, generan responsabilidad.”

Más adelante en el mismo fallo citado señala que “Respecto de la evolución


jurisprudencial se observa que ciertas sentencias descansan en la aplicación de la
legislación de derecho civil, como en otros fallos se invocan principios de derecho
público. Son casos específicos en que se hace efectiva la responsabilidad del Fisco,
puesto que los tribunales realizan esfuerzos y diversas distinciones para
excluirla...Sin embargo, será en la sentencia dictada en “Hexagón con Fisco”, de
28 de julio de 1987, en que expresamente se declaran inaplicables las
disposiciones del Código Civil para decidir la demanda dirigida contra el Fisco,
resolviendo el caso sobre la base de las normas constitucionales y legales diversas
al Código Civil.”

Luego afirma que “En lo sustancial la jurisprudencia ha evolucionado hasta llegar a


un estado, pacífico en la actualidad, que reconoce la responsabilidad del Estado-
Administrador, exigiendo, en la mayoría de los casos, un factor de imputación, el
que se hace descansar en la noción de “falta de servicio” que incluye la actividad
jurídica ilegal de la Administración, su mala organización, el funcionamiento
defectuoso, las omisiones o silencios cuando debió actuar, todo lo que debe
originar la afectación de un bien de los administrados…”

“Que para quien suscribe este parecer la responsabilidad del Estado y del Estado
Administrador en particular arranca de los artículos 1°, 2°, 4°, 5°, 6°, 7°, 38 de la
Constitución Política de la República, 4° y 42 de la Ley 18.575. El análisis queda
radicado en las normas legales, puesto que la ponderación de cualquier falta de
correspondencia o antinomia con las normas constitucionales, en el caso concreto,
escapa a la competencia y análisis del derecho aplicable por cuanto la Ley 18.575
fue dictada con posterioridad a la entrada en vigencia de la Constitución de 1980.
Es así como el artículo 1° de la mencionada ley establece el ámbito de aplicación y
luego dispone el artículo 4° que el “Estado será responsable por los daños que
causen los órganos de la Administración en el ejercicio de sus funciones”. Es así
como el artículo 42, en correspondencia con el artículo 4°, dispone que los
“órganos de la Administración serán responsables del daño que causen por falta de
servicio”.

Estas disposiciones son las que regulan legalmente la responsabilidad general del
Estado Administrador.”
C-1772-2013
Foja: 1
Y por último, señala “Que la doctrina francesa sistematizada por Paul Duez,
conceptualiza la falta de servicio en tres categorías: 1° El servicio ha funcionado
mal; 2° El servicio no ha funcionado; 3° El servicio ha funcionado tardíamente;
(Paul Duez, La responsabilité de la publique, segunda edición 1938, Editorial
Dollez, página 27, citado por José Miguel Valdivia, “Orígenes de la noción de Falta
de Servicio”, la Falta de Servicio, Legal Publishing, 2012, páginas 40 y 41). A tales
categorías se ha sumado aquellas situaciones en que el daño se ocasiona debido a
la mala organización o mal funcionamiento de los organismos públicos.

9°.- Que clarificados los presupuestos de la Responsabilidad del Estado


Administrador, se establece que la definición de mayor entidad se encuentra en la
opción del legislador por el factor de imputación, el que lo sitúa en la falta de
servicio, excluyendo toda posibilidad de reconducción al Código Civil…”

Décimo octavo: Que, la falta de servicio se configura cuando un determinado


organismo de la Administración del Estado ha funcionado mal, no ha funcionado o
ha funcionado tardíamente y a consecuencia de ello, la víctima ha experimentado
algún daño, requiriéndose por lo tanto la causalidad material para atribuir la
responsabilidad.

Décimo noveno: Que, en el caso de autos la falta de servicio de la municipalidad


alegada por la demandante consistiría en no haber repuesto oportunamente la
señal “pare” que habría sido sustraída de la intersección de calle Millaray con
Avenida Viña del mar, sector Las Compañías, La Serena, ya que al momento del
accidente que se detalla en la demanda, este no se encontraba instalado en dicha
intersección. Por lo tanto, en el caso que nos convoca, la responsabilidad por falta
de servicio radica en la inobservancia de la Municipalidad demandada de su deber
de instalar y mantener la señalización del tránsito que se encuentra establecido en
el artículo 94 ley 18.290.

Vigésimo: Que, por su parte el artículo 169 inciso 5° de la ley 18.290 establece
que “la Municipalidad respectiva o el Fisco, en su caso, serán responsables
civilmente de los daños que causaren con ocasión de un accidente que sea
consecuencia del mal estado de las vías públicas o de su falta o inadecuada
señalización”.
C-1772-2013
Foja: 1

Vigésimo primero: Que, los antecedentes que se han allegado a este juicio por
la actora y la demandada, de los cuales se ha hecho detallada mención
precedentemente, especialmente la prueba testimonial rendida a fojas fs.75 y
siguientes en que comparecen Lino Antonio González Pasten quien indicó que
“Donde ocurrió el hecho - esquina - siempre ha tenido un disco pare, pero lo
arrancan y no le reponen, sabe que existe ya que lleva años trabajando en el
rubro. Agrega que como 5 meses después del accidente volvieron a instalar el
disco pare. El accidente ocurrió cuando Cristian venia bajando por Viña del Mar y la
otra persona por calle Millaray la cual tiene un disco pare, el que no se encontraba
en ese momento, la otra persona llegó y pasó”; Alejandro Exequiel Rodríguez
Vilca quien declara que “Considera que el accidente se debió a que no estaba el
disco pare de calle Millaray ya que Viña del Mar tiene preferencia y la
Municipalidad cada vez que falta una señalización no la repone a tiempo, demora
demasiado tiempo en reponer las señalizaciones, lo mismo pasa con los semáforos,
se llama a Carabineros para que no se produzcan accidentes pero ellos se demoran
en llegar, lo cual también es responsabilidad de la municipalidad. Es importante
señalar que si hubiera estado pintado el piso con la señalización correspondiente
no se hubiera producido ese accidente.

Agrega que es constante el robo de los discos pares en el año 2011 hasta que la
municipalidad cambio el diseño hace un año aproximadamente y desde esa fecha
no se han producido robos de los mismos ya que cambio el pilar que lo soportaba
que era de perfil por un pilar que ya no sirve para el antejardín. En el año del
accidente la municipalidad no reponía las señalizaciones con la premura que se
requería, tardaba demasiado”; Basilio del Rosario Rojas Milla quien declara
que “en esa esquina siempre ha existido un disco pare y en ese momento no
estaba, además que podrían haber demarcado el piso con el mismo signo. Esto
ocurrió por una negligencia de la municipalidad se viene confiado por Viña del Mar
porque los vehículos que vienen por calle Millaray tienen que detenerse.”. Y
teniendo presente el documento acompañado como parte de la prueba
documental por la demandada a fojas 40 consistente en copia autorizada de
sentencia de 6 de febrero de 2012 dictada por el Primer Juzgado de Policía Local
de La Serena, en causa Rol 5.675-2011 caratulada "Gallardo con Alister", en la que
en la foja 113 en el considerando X se indica que … “a fojas 81 inspección
personal del tribunal, en que este advierte que a Septiembre de 2011, por calle
Millaray en su esquina norponiente existe un cuadro de cemento y en medio de
éste una muestra de un perfil metálico cuadrado y que mientras se realizó la
C-1772-2013
Foja: 1
inspección observó que los automóviles que circulaban por calle Millaray en
dirección sur disminuían la velocidad al llegar a la intersección y que una vecina
manifestó que la señal fue robada hace dos meses; a fojas 98 informe del Director
del Tránsito de la Ilustre Municipalidad de La Serena, en el cual indica que por
calle Millaray en dirección sur existe señal vertical pare y en dirección norte,
demarcada en la calzada…”

Vigésimo segundo: Que, se le otorgará el valor de plena prueba las


declaraciones de los testigos anteriormente individualizados que se encuentran
contestes en el hecho y en sus circunstancias esenciales, y que no fueron
tachados, en cuanto a que la señal “pare” de la intersección de calle Millaray con
Avenida Viña del mar, sector Las Compañías, La Serena, no se encontraba
instalada en dicha intersección al momento del accidente debido a que no se
repuso a tiempo por la Municipalidad de La Serena, ente encargado de mantener
la señalización del tránsito en dicho sector, lo cual constituyó la causa del
accidente que se describe en autos, encontrándose justificada la relación de
causalidad entre el hecho y el daño, esto es, que ha sido la falta de señalización
que se le reprocha al órgano municipal demandado la que generó el daño, y que
este no se ha podido producir en ausencia de dicha falta de servicio.

Vigésimo tercero: Que, conforme a lo razonado precedentemente, no puede


menos que estimarse que ha sido la falta de servicio anotada, causa directa e
inmediata del accidente sufrido por la actora, por lo que tocará a continuación
determinar la naturaleza y entidad de los perjuicios, así como su cuantía.

Vigésimo cuarto: Que, por concepto de daño emergente directo el actor


demanda la suma de $3.484.025 por concepto que corresponde a la compra de
repuestos y reparación de su vehículo e indemnización a que fue condenado en
causa Rol 5675-2011 del Primer Juzgado de Policía Local de La Serena, y para
acreditar dichos conceptos acompaña copias autorizadas de liquidación del crédito,
tasación de costas procesales y regulación de personales en la causa
anteriormente individualizada, de fechas 17 y 31 de diciembre de 2012, por la
suma total de $1.312.625, acompaña además boletas, facturas y guías de
despacho que se encuentran individualizadas en el considerando tercero de esta
sentencia, que suman el total de $2.174.400.
C-1772-2013
Foja: 1

Vigésimo quinto: Que, respecto a los conceptos de desvalorización del vehículo y


lucro cesante, no se darán por acreditados ya que el actor no rindió prueba
alguna, correspondiéndole a éste la carga de la prueba.

Vigésimo sexto: Que, respecto a la suma demandada por concepto de daño


moral, si bien el demandante no rindió probanza alguna, de los hechos que
constan en autos que no son controvertidos, esto es, el hecho de que el
demandante don Cristian Gallardo, el día 11 de junio de 2011colisionó su taxi
colectivo con otro vehículo, y que con fecha seis de febrero de dos mil doce fue
condenado $1.312.625 según consta en documentos que rolan a fojas 10 y 11, y
teniendo presente que atendida la naturaleza subjetiva del daño moral y que éste
se produce siempre que un hecho externo afecta a la integridad física o moral de
un sujeto, acreditada que sea alguna de esas afectaciones, nace la obligación de
indemnizar y teniendo presente que evidentemente verse expuesto a una colisión,
hecho en el cual no se ha tenido responsabilidad y de lo que se ha seguido daños
en el automóvil provoca sufrimiento y una alteración en el quehacer cotidiano,
detrimento que debe ser resarcido y cuya regulación se estima prudente fijarla en
la suma de $ 500.000.

Vigésimo séptimo: Que, las sumas establecidas en este fallo por conceptos de
daño emergente y daño moral devengarán los intereses corrientes contados desde
que la sentencia cause ejecutoria, con reajustes de acuerdo a la variación que
haya experimentado el IPC desde la fecha de ocurrencia del hecho hasta su pago
efectivo.

Por estas consideraciones y visto, además, lo dispuesto en los artículos 144, 160,
162, 170, 254, 342 N°2, 384 N°2, 430 y 432 del Código de Procedimiento Civil,
artículo 1698 del Código Civil, artículos 19 N°1 y 38 inciso 2 de la Constitución
Política de la República , artículos 94 y 169 inciso 5° de la ley de la Ley de
Tránsito, N°18.290, Ley N° 18.575 y artículo 142 de la Ley Nº 18.695 Orgánica de
Municipalidades. Se resuelve:
C-1772-2013
Foja: 1
I. Que, se rechaza la objeción documental formulada a fojas 40.

II. Que, se hace lugar a la demanda de fojas 12 y se condena a la demandada


Municipalidad de La Serena a pagar a actor don Cristian Gallardo, las siguientes
sumas:

1. Daño emergente: la suma de $3.487.025.

2. Daño moral, la suma de $500.000.

III. Que, las sumas establecidas en este fallo por conceptos de daño emergente y
daño moral devengarán los intereses corrientes contados desde que la sentencia
cause ejecutoria, con reajustes de acuerdo a la variación que haya experimentado
el IPC desde la fecha de ocurrencia del hecho hasta su pago efectivo.

IV. Que, cada parte pagara sus costas.

Anótese, notifíquese y archívese en su oportunidad.

Dictada por doña Ghislaine Landerretche Sotomayor. Juez de Letras Titular.


Autoriza doña Isabel Cortés Ramos. Secretaria Subrogante.

Se deja constancia que se dio cumplimiento a lo dispuesto en el inciso final del art. 162 del
C.P.C. en La Serena, dieciocho de Noviembre de dos mil trece
C-1772-2013
Foja: 1

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