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EN LO PRINCIPAL: SE ADHIERE A LA APELACIÓN.

EN EL OTROSÍ: SE
HACE PARTE Y ALEGATOS

ILUSTRÍSIMA CORTE DE APELACIONES DE TALCA

HÉCTOR TRIVIÑOS ARANEDA, abogado por la parte demandante, en


los autos sobre querella de restablecimiento, caratulada
“Gotelli con Montes”, rol de tribunal A Quo Nº 1154-2019
Tercer Juzgado de Letras de Talca, Rol ingreso Corte, Libro
Civil Nº 1530-2019 a SS.I. con respeto digo:

Que, encontrándome dentro de plazo, vengo en adherirme a la


apelación interpuesta por la contraria a la sentencia
definitiva del tribunal A Quo, a fin de que SS.I. confirme la
sentencia de primera instancia, con las siguientes
declaraciones, pues se estiman gravosas a esta parte:

1. Declare la procedencia de la indemnización de perjuicios


solicitada, de acuerdo al mérito y a las pruebas
acompañadas, por el monto de 540.000 pesos o la suma que
estime pertinente, según lo expresado en el petitorio de
la querella.

2. Declare por el mérito de autos y por expresa disposición


legal, que la parte demandada sea condenada expresamente
en costas.

Las anteriores declaraciones en conjunto con la confirmación


de la sentencia, se realizan en base a los siguientes
fundamentos de hecho y de derecho que se pasan a exponer:

1. Procedencia de la indemnización de perjuicios.

La sentencia del Tribunal A Quo, establece, en lo


pertinente, en su parte resolutiva, letra I: “(…) sólo en
cuanto se condena a estos últimos a restablecer las cosas
al estado anterior al 31 de octubre de 2018, dentro de
tercero día de que cause ejecutoria este fallo,
rechazándose en lo demás el aludido libelo”. El rechazo
de la indemnización de perjuicios lo fundamenta el

1
tribunal A Quo en el considerando 9º, que establece en lo
pertinente: “(…) los medios de convicción referidos en la
reflexión que antecede resultan del todo insuficientes
para dar por acreditado el daño material demandado, toda
vez que el presupuesto que obra en autos, si bien no fue
objetado, el mismo, en su calidad de instrumento privado-
no fue ratificado por su autor en estrados.”

Al respecto, se debe hacer presente que el considerando


8º de la sentencia impugnada, acredita el despojo
violento mediante el empleo de fuerza en las cosas, por
expresa confesión de los querellados en el libelo, (sin
perjuicio de los demás medios probatorios que no fueron
ponderados sobre este punto por estimarse suficiente la
confesión judicial expresa para resolver la querella de
restablecimiento). De la destrucción del cerco y del
puente, se colige necesariamente la existencia de un daño
material a esta parte, que según lo expuesto en la
sentencia de primer grado es improcedente en cuanto a
indemnizar, pues no fue ratificado su monto por el autor
del presupuesto del cierre perimetral. De esta forma, se
rechaza la indemnización de perjuicios solicitada, no por
no verificarse sus elementos o requisitos, sino porque no
estaría acreditado el monto de estos perjuicios.

Junto a lo anterior, debe señalarse sobre este punto,


parte del petitorio de la demanda: “Tener por interpuesta
demanda de indemnización de perjuicios, de naturaleza
extracontractual, en contra de doña BERNARDITA FUENZALIDA
OSSA y su cónyuge, don CARLOS JOSÉ MARTINIANO MONTES
BRAHM, CON EXPRESA CONDENACIÓN EN COSTAS, fundada en los
antecedentes de hecho y de derecho ya invocados, a título
de daño material por la suma de 540.000 (quinientos
cuarenta mil) pesos, correspondiente a la avaluación que
consta en el acta de constatación de daños de carabineros
de Chile de 31 de octubre de 2018, o en la suma que
estime S.S. pertinente, tomando en consideración que la
cotización solicitada supera por este trabajo los 600.000
(seiscientos mil) pesos”.

Claramente, se solicita, al Tribunal A Quo que regule el


monto de los perjuicios con amplias facultades en caso

2
que no otorgue el monto que figura en el instrumento
público denominado acta de constatación de daños por
540.000 pesos, medio probatorio que no fue considerado
por el tribunal A Quo en el considerando 9º ni en ninguna
otra parte de la sentencia para dar curso a la
indemnización de perjuicios, por lo que el rechazo de la
indemnización dice relación más que nada por no
considerar lo solicitado en el petitorio, en conjunto con
no ponderar el instrumento público denominado “acta de
constatación de daños” de Carabineros de Chile, el cual
sí es enunciado como instrumento producido por esta
parte, en el considerando Tercero de la sentencia
impugnada, (página 25 de la sentencia, letra d).

Cabe señalar, además, SS.I. que, en la indemnización por


daño material solicitada, se debe considerar el carácter
solidario entre los demandados, según las normas de la
responsabilidad extracontractual (particularmente, el
art.2317 C.C.), más los reajustes correspondientes según
la variación experimentada por el índice de precios al
consumidor.

Sin perjuicio de lo anterior, como la Sentencia apelada


no realizó la ponderación de los elementos que hacen
procedente la indemnización de perjuicios, A
continuación, se expone como los elementos de la
indemnización de perjuicios, se acreditan a través de la
prueba rendida.

a) Daño y su monto
Respecto al daño, cabe señalar este que está
acreditado y que da ha lugar la querella de despojo
violento.

Respecto al monto, se acompañó a autos, documentos


públicos, parte denuncia Nº 304 y acta de
constatación de daños carabineros de Chile, ambos de
31 de octubre de 2018: los daños constatados por los
cabos 1º, Daniel Fuentealba Silva y Carlos Saavedra
Roa son: 32 polines de pino impregnado, (cortados en
su base), 500 mt de alambre de púas y un puente de
3
madera de 7 m de largo por 70 cm de ancho (cortado),
el avalúo son 540.000 pesos.

Consta además en autos, que el cerco destruido, tiene


un metraje equivalente al deslinde norte de los
predios de los querellantes y demandantes, lote 3:
38,11 m; lote 4: 37,76 m; lote 5: 37,42 m y lote 6,
37,09 m, que dan como resultado 150,38 m lineales.

Además, se acompañó a autos, presupuesto de Juan Sazo


Palomera, de 6 de marzo de 2019, por cierre
perimetral de 135 metros lineales, que, incluidos sus
materiales, varía entre 600 mil pesos y 650 mil
pesos, según las hebras de alambres que considera.
Este presupuesto, SS. I. que sirve de base para una
presunción, permite acreditar que la avaluación de
los daños que consta en el acta de daños de
Carabineros de Chile está acorde a un precio real y
a valor de mercado para una construcción de este
tipo, e incluso es menor a la señalada en este
presupuesto, por lo que debe considerarse acreditado
su monto mínimo, por 540 mil pesos, sin perjuicio de
que S.S. acceda a un monto mayor, según lo solicitado
en la demanda y considerando además que los metros de
cerco destruido corresponden a 150,38 m lineales.

b) Imputabilidad: Responsabilidad a título de dolo o


culpa.

La culpa, señala el jurista Meza Barros, citando a


Alessandri, que “se define como “la falta de aquella
diligencia o cuidado que los hombres prudentes emplean
ordinariamente en sus actos y negocios propios. Los
artículos 2319 y 2329 la hacen sinónima de descuido o
negligencia”. Continúa, señalando que “La culpa
extracontractual, pues, se traduce en una negligencia
del hechor que, como consecuencia, origina el evento
dañoso”, Continuando este autor: “concordamos con
Alessandri en que la culpa es una misma en materia
contractual y extracontractual, pues en ambas importa
una conducta descuidada, negligente, falta de previsión,
imprudente (…). Se señala, además que “la doctrina está

4
de acuerdo en que la culpa se debe apreciar en
abstracto, esto es, comparándola con un modelo ideal
que, según Alessandri, debe ser un hombre prudente
colocado en su misma situación”1.

Por otra parte, el dolo, “supone, por tanto, un


propósito preconcebido de dañar, el deseo de ver
realizado el daño que es una consecuencia de una acción
u omisión (…)”. Continúa el mismo autor: “en rigor, si
el agente obra a sabiendas que causará daño, pero sin
intención de producirlo, no hay dolo. Pero el acto
ejecutado en tales circunstancias, será, sin duda,
gravemente culpable y la culpa grave, en sus
consecuencias civiles, se equipara al dolo2.”

Exponiendo sobre la prueba de autos, debe apreciarse el


conocimiento y la conducta adoptada por los demandados.

(i) Conocimiento por los demandados de que los


demandantes tienen títulos y planos inscritos.

Declaración de testigo Darío Urízar Bianchi, al primer


punto contra interrogación 5, al preguntarle sobre el
deslinde sur del predio de la poseedora inscrita sin
cabida, doña Bernardita Fuenzalida: “Cuando empezó todo
esto investigue y trate de hablar con la señora y no
pude tener mucha información, se negó a hablar conmigo”.

Al punto 2, el mismo testigo señala: “(…) La gente que


hizo esto no era la forma de solucionar las cosas ya que
con antecedentes fui a hablar con ella y su respuesta
fue nula, trataron de no hablarme y me decían siempre
que su abogada estaba muy ocupada.”

Parte denuncia de la demandada, de 15 de diciembre de


2019, ante la Policía de Investigaciones, declaración de
relación de los hechos, acompañada por la demandada:

1 René Ramos Pazos, De la responsabilidad extracontractual, Editorial


Lexis Nexis, segunda edición 2006, páginas 50-52.
2 Meza Barros, op. Cit. Pág 262.
5
“Vengo a la Policía a denunciar lo que acontece en mi
propiedad, de número rol de avalúo 08086-00052 de la
comuna de San Rafael, a mediados del mes de octubre del
presente año el propietario continuo del lado sur de mi
propiedad, de nombre Darío, el cual parceló su propiedad
en parcelas de agrado, con lo cual colocó deslindes,
pasando por mi propiedad, lo cual me molesté y corté el
deslinde y saqué el puente que habían construido para
pasar a mi propiedad, el día de hoy vengo a hacer la
denuncia porque los actuales dueños de los terrenos han
conversado conmigo explicándome que ellos tienen plano y
que eso lo que vale, cosa que no es así, porque yo tengo
la escritura desde el año 1997, con el dominio vigente
el cual dice textual el límite sur con José Peñaloza y
canal san Rafael que lo separa en parte, además adjunto
fotografías, y fotocopias de escritura, dominio,
certificado de avalúo fiscal, certificado de obras
municipales”.

Es importante señalar, que en el mismo parte figura la


demandada con educación universitaria completa. Y
posteriormente en la declaración de los demandados ante
la Policía de Investigaciones figuran ambos con
educación universitaria incompleta, acreditando por
tanto tener estudios completos hasta instrucción
secundaria.

(ii) Conocimiento de que su predio no tiene cabida


inscrita.

Consta en su escritura y certificado de inscripción,


acompañado por esta parte tanto como los demandados,
que su predio no tiene superficie inscrita y que la
demandada doña Bernardita Fuenzalida Ossa es poseedora
inscrita con cabida incierta. Además, no tiene ningún
plano inscrito de su propiedad que acredite su figura.
De don Carlos Montes, su marido (acreditado en autos
según consta en su declaración), se debe presumir del
mismo grado de conocimiento de esta situación, pues
reside en ese predio junto con su cónyuge hace más de
22 años, según consta en declaración ante la Policía de
Investigaciones.

6
(iii) Acreditación de los antecedentes fidedignos de
los predios.

Junto a lo anterior se debe hacer presente la


declaración testimonial de don Darío Urízar que señala
un deslinde recto mediante un cerco antiguo divisorio
entre predios, al inicio y al final, que en la parte
central desaparece:

Se expone declaración testimonial, al punto uno contra


interrogación 2, al explicar sobre el deslinde Norte de
los predios que vendió: “El cerco es antiguo, se nota
construido desde la parcela uno y siguiendo una línea
recta a través de como estaba puesto el plano que yo
puse, ese cerco se corta, y vimos las estacas del cerco
anterior, habían árboles que mostraban los deslindes y
que fueron cortados a la fuerza que presumo que fue el
señor Montes o la señora Bernardita, pero fue realizado
por un tercero, en el terreno ocho que nos desmarcó el
topógrafo que existe un cerco de árboles de (SIC)
estaban cortados, cuando fui a preguntar al SAG me
señalaron que se utilizaban estos árboles para demarcar,
y estos fueron cortados por terceros y siguiendo con la
línea recta uno encuentra los pilotes antiguos y los
árboles que delimitaban, siguiendo en esta línea ese
(SIC) encuentra el cerco original que fue cortado,
existiendo prueba que existía el cerco”.

Mismo testigo, al primer punto contra interrogación 5,


al preguntarle sobre el deslinde sur del predio de la
poseedora inscrita sin cabida, doña Bernardita
Fuenzalida: “Cuando empezó todo esto investigue y trate
de hablar con la señora y no pude tener mucha
información, se negó a hablar conmigo y por medio de la
escritura primero era una adjudicación judicial por un
remate donde no había una superficie clara y lo único
que decía sobre el deslinde sur era parcialmente canal
san Rafael, lo cual yo pienso su deslinde sur no es
recto, es un rectángulo, esa interpretación es muy
ambigua, no calza la superficie que ella dice tener con
la escritura.

7
Lo que me pareció al leer su escritura era muy ambigua,
ya que al decir parcialmente canal san Rafael, al verlo
satelitalmente o con los planos de bienes nacionales es
rectangular no hay un deslinde sur”.

Además, se incluyó la prueba documental “Antecedentes


del predio los Aromos”, donde se expone un breve resumen
de los datos de las inscripciones anteriores de donde se
originan los predios de los demandantes de indemnización
(y querellantes), más imágenes satelitales, planos SAG
certificados y aprobados por resolución, y Resolución y
plano de Bienes Nacionales, con el objetivo de demostrar
la línea recta divisoria entre predios y su superficie
cierta y determinada.

Además, se acompañó a autos, estudio realizado respecto


al predio denominado San Alfonso, donde solamente falta
la escritura de adjudicación de la notaría Aliro Velozo
Muñoz, de 25 de septiembre de 19873, pues los demandados
acompañaron las otras dos que no se agregaron por esta
parte: la compraventa notaría Patricio Zaldívar de 1 de
febrero de 1983 y compraventa notaria Mario Baros
González, de 10 de junio de 1997. De estos antecedentes
se desprende la omisión en la cabida y alteración en los
deslindes del Predio de la demandada, causados por
errores en los registros.

Luego, se acompañó Decreto Supremo MOP Nº 2008 de 19 de


octubre de 1951, que declara explotación provisional del
Canal San Rafael y de los antecedentes para su dictación
(motivación del acto administrativo), señalando este
último en lo pertinente: “Como actualmente el Canal San
Rafael se encuentra terminado y ya ha dado servicio de
agua en la última temporada de riego, procede la
dictación de un Decreto Supremo que declare estas obras
en explotación, a contar del 1º de julio del presente
año…”. De lo anterior, se acredita que el canal estaba
construido antes del año 1951 (ya había funcionado en la
anterior temporada de riego), y, la primera inscripción

3 Fue revisada en el Archivo Judicial de Santiago y no es relevante para


efectos de esta adhesión.
8
del predio del cual es actual poseedora inscrita sin
cabida cierta la apelante Bernardita Fuenzalida, ocurrió
el 15 de julio de 1955, a F 359 vta Nº 537 CBR Talca, lo
que acredita que el canal estaba antes de la primera
inscripción del predio, y a su vez, esta primera
inscripción, no señala en ningún deslinde al canal San
Rafael. En los mismos antecedentes, se da cuenta donde
se originan los errores, en la tabla adjunta.

Finalmente se acompañó autorización de la asociación de


Canalistas del Canal San Rafael, de 30 de noviembre de
2018, para poner puentes sobre el canal dentro de
nuestros predios, desde los lotes 2 al 8, que permite
acreditar, en conjunto al documento público plano del
Canal San Rafael del Catastro de Bienes Nacionales,
lámina D, que efectivamente parte de este canal pasa por
dentro de nuestros predios; Por este motivo la
asociación de canalistas autorizó la instalación de
estos a los poseedores de los lotes 2 al 8, resultantes
de subdivisión del lote 4 del predio los Aromos. En este
mismo plano de construcción del canal, comparado con los
accionistas de la obra que figuran en el Decreto MOP
citado, aparecen como propietarios y predios, Sucesión
Francisco Torres, Predio San Rafael (Nº 57, 1 acción) y
Sucesión José Peñalosa (Nº 37, 15 acciones) concordando
plenamente esta información con lo indicado en el plano
del canal, en cuanto a qué secciones del canal pasa en
cada predio, mostrando claramente una línea divisoria en
línea recta entre éstos.

De los puntos (i) (ii), en relación a lo señalado en


(iii) anteriores, se aprecia claramente, una conducta a
lo menos negligente de los demandados, rechazando
cualquier tipo de diálogo con los demandantes,
rechazando cualquier posición distinta a la de ellos,
realizando prácticas evasivas a través de una supuesta
abogada que decían tener y tomaron deliberadamente la
conducta de causar daño que posteriormente quisieron
justificar mediante una denuncia por un supuesto delito
de usurpación, donde se aprecia claramente en el Parte
denuncia, de 15 de diciembre de 2019, ya transcrito, que
el daño causado fue porque se molestaron.

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Sin ser peyorativos, SS.I. si se aprecia la culpa en
abstracto, del comportamiento de personas medias, con
educación universitaria incompleta, sabiendo de que el
título e inscripción de su predio podía tener datos
incompatibles respecto a sus vecinos colindantes, los
cuales tenían planos inscritos y de los cuales tenían
conocimiento, además considerando que el título de doña
Bernardita Fuenzalida no tiene cabida, además
considerando que existe un cerco antiguo en línea recta
que desaparece al centro por razones desconocidas (justo
donde hay árboles de eucaliptus) y vuelve a aparecer, en
la misma línea recta al oriente llegando al estero Los
Robles (o estero Las Chilcas), ¿se hubieran preguntado,
al menos, que realmente había posibilidad de estar
equivocados? ¿por qué negarse a hablar con los
poseedores inscritos colindantes? ¿por qué elegir
deliberadamente la conducta dañosa?

El motivo se grafica en la Repregunta al punto 2, del


Testigo Darío Urizar:

“esto de los deslindes partía del lote número 2 hasta el


lote 8, por alguna razón p4scaron (SIC) del lote número
3 en adelante donde habían unos eucaliptus, Yo pienso
que su motivación es el terreno y los árboles. De lo
cual podría hacer pasado que la gente hubiese cortado
los árboles que no se dio, yo creo que la motivación de
ellos fue los árboles”.

Es más, ni siquiera la negligencia justifica el actuar


violento, y bajo ningún respecto estas conductas son
amparadas por el derecho, tal como se lo señala el
considerando octavo de la sentencia de primer grado,
pues importaría amparar jurisdiccionalmente la justicia
de propia mano.

Sin perjuicio de lo anterior, la querella de


restablecimiento se fundamenta en la paz social, por lo
que el despojo violento perfectamente, puede
identificarse con el dolo, aunque para efectos de

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acreditar la responsabilidad extracontractual, basta con
acreditar la culpa.

Por lo anterior, SS.I. se debe dar por acreditado una


conducta a lo menos negligente o culposa por parte de
los demandados, al no haber tomado una conducta que no
tuviera como consecuencia causar daño.

Sin perjuicio de lo anterior, el demandado don Carlos


Montes Brahm, ni siquiera es poseedor del predio sin
cabida inscrita, por lo que su conducta es incluso más
negligente. Cabe señalar que la acción indemnizatoria es
de naturaleza personal y en caso de condenar a ambos,
deben responder solidariamente.

c)Relación de causalidad de los dos elementos


anteriores.

Señala el Jurista Meza Barros en relación a este


elemento: “se producirá esta relación de causalidad
cuando el dolo o culpa ha sido la causa necesaria del
daño, de manera que si no hubiera mediado el daño no se
habría producido4”.

Con respecto a este elemento, solo cabe señalar, que se


verifica mediante la prueba acompañada a autos, una
relación directa causa-efecto: la destrucción del cerco
y puente es causa directa del actuar doloso o culposo de
los demandados.

Junto a lo anterior, se indica que es procedente la


indemnización de perjuicios en conjunto con la querella
interpuesta, lo cual es confirmado y según lo resuelto
por la E. Corte Suprema, el 23 de octubre de 1952. R.,
t52, sec. 1ª p.363: “(…) la indemnización de perjuicios
en los interdictos posesorios en una consecuencia emanada
de la aceptación de la demanda, y si los efectos recaída
en ésa pueden ser discutidos en juicio ordinario, no se
divisa razón alguna para sostener que lo resuelto en

4 Ramos Meza Barros, Manual de Derecho Civil, de las Fuentes de las


Obligaciones, Editorial Jurídica, décima edición, año 2010, tomo II,
página 270.
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orden a la indemnización pueda mantenerse en pie, con la
autoridad de cosa juzgada”5.

2. Procedencia de la condena en costas.

La sentencia del Tribunal A Quo, establece, en lo

pertinente, en su parte resolutiva, letra II: “Que no se

condena a la parte querellada al pago de las costas de la

causa, por haber tenido motivos plausibles para litigar”.

Al respecto, cabe hacer presente que el tribunal A Quo,

no considera la norma especial respecto de la condena en

costas en los interdictos posesorios, prescrita en el

artículo 562 del CPC: “Si se da lugar a la querella, se

condenará en costas al demandado. En caso contrario, al

actor”. Es así que, en la especie, al dar ha lugar la

querella de restablecimiento, debe condenarse en costas a

los querellados, pues no existen motivos plausibles que

justifiquen la violencia en el despojo.

POR TANTO, y en mérito a lo expuesto y lo dispuesto en los

arts. 200, 216, 217 y demás pertinentes del C. P. Civil,

RUEGO A SS.I. tener a esta parte por adherida al recurso de

apelación interpuesto, a fin que la I. Corte conociéndole,

confirme el fallo aludido, y en lo particular, además lo

enmiende declarando:

1) la procedencia de la indemnización de perjuicios

solicitada, por el monto de 540.000 pesos o la suma que se

estime pertinente; y

2) que la parte demandada sea condenada expresamente en

costas en la sentencia de primer grado,

con expresa condena en costas del recurso de apelación.

5 Repertorio de Legislación y Jurisprudencia, tomo XII, segunda edición


actualizada, 1998, p. 377.
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EN EL OTROSÍ: Vengo en comparecer ante S.S. ILUSTRÍSIMA.,

haciéndome parte en el presente recurso de apelación, para

todos los efectos de continuar con él en esta instancia;

incluido los alegatos de las partes en la vista de la causa.

POR TANTO,
RUEGO A S.S. ILUSTRÍSIMA: Tenerme por parte para todos los

efectos legales en el presente recurso de apelación,

incluidos los alegatos de las partes.

13

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