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3.

1 LAS DECISIONES DE LA COMISIÓN SUBSTANCIADORA: IRRECURRIBLES


E INATACABLES
La realidad es que la propia ley de Trabajadores al Servicio del Estado, así
como el reglamento de la Comisión Substanciadora no prevé recurso alguno
contra las decisiones de esta, bajo el supuesto de que ningún tribunal menor
puede recibir la jurisdicción plena de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
En ese sentido, el intento por recurrir la decisión de la Comisión Substanciadora
generará que el juez que conozca de la demanda de amparo, la deseche por
considerarla notoriamente improcedente, con fundamento en el artículo 177 de la
Ley de Amparo (vigente hasta el dos de abril de dos mil trece) 1, en relación con el
diverso 73, fracción XVIII, del mismo ordenamiento legal, al estimar que las
resoluciones definitivas dictadas por el Pleno del Consejo de la Judicatura Federal,
en los juicios para dirimir los conflictos o diferencias laborales entre el Poder
Judicial de la Federación y sus servidores públicos, en términos de la fracción XII
del apartado B del artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, no son susceptibles de ser impugnadas en forma alguna,
conforme a lo previsto en el artículo 100, párrafo noveno, de la propia
Constitución.
Consecuentemente, en la especie es preciso examinar las cuestiones de
procedencia y definir si la facultad materialmente jurisdiccional del Consejo de la
Judicatura Federal puede o no sujetarse al control constitucional. Lo anterior
porque, aun cuando el Consejo de la Judicatura Federal sea un órgano
formalmente judicial, con funciones principalmente administrativas, lo cierto es que
al resolver contiendas laborales actúa como tribunal, de modo que debe
determinarse si sus fallos en materia laboral pueden ser examinados a través del
juicio de amparo directo, no obstante que el artículo 100 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, categóricamente disponga que las decisiones
del Consejo serán definitivas e inatacables y, por lo tanto, no procederá juicio ni
recurso alguno, en su contra, salvo las que se refieran a la designación,
adscripción, ratificación y remoción de magistrados y jueces.
Así, la Constitución Federal, en sus artículos 94 y 100, establece:
‘Art. 94.- (…)
La administración, vigilancia y disciplina del Poder Judicial de
la Federación, con excepción de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, estarán a cargo del Consejo de la Judicatura Federal en los
términos que, conforme a las bases que señala esta Constitución,
establezcan las leyes. (…)’

1
Artículo 61, fracción III, de la nueva Ley de Amparo , las decisiones de dicho Consejo no son susceptibles de
impugnarse bajo las reglas de este ordenamiento legal.
‘Art. 100.- El Consejo de la Judicatura Federal será un órgano
del Poder Judicial de la Federación con independencia técnica, de
gestión y para emitir sus resoluciones. (…)
Las decisiones del Consejo serán definitivas e inatacables y,
por lo tanto, no procede juicio ni recurso alguno, en contra de las
mismas, salvo las que se refieran a la designación, adscripción,
ratificación y remoción de magistrados y jueces, las cuales podrán ser
revisadas por la Suprema Corte de Justicia, únicamente para verificar
que hayan sido adoptadas conforme a las reglas que establezca la ley
orgánica respectiva. (…)’
Por último, no debe pasar inadvertido que, de conformidad con lo dispuesto
en la fracción XII del Apartado B, del artículo 123 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, los conflictos de trabajo entre el Poder Judicial de la
Federación y sus servidores serán resueltos por el Consejo de la Judicatura
Federal; los que se susciten entre la Suprema Corte de Justicia y sus empleados
serán resueltos por esta última; de manera que los asuntos tramitados ante la
Comisión Substanciadora del Poder Judicial de la Federación, no solamente han
de derivar en una resolución dictada por el Pleno del Consejo de la Judicatura
Federal sino, en su caso, por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, cuyos supuestos serían exactamente los mismos y contra sus
resoluciones sería igualmente improcedente el juicio de amparo.
3.2. EL PRINCIPIO PRO-PERSONA
Se precisa que la reforma al artículo 1° de la Constitución relativa a que los
derechos humanos deben interpretarse conforme a la propia Ley Suprema y los
tratados internacionales de la materia favoreciendo en todo tiempo la protección
más amplia a las personas, no puede llegar al extremo de hacer procedente el
juicio de amparo cuando no lo es, ya que si bien este juicio es un medio de
defensa extraordinario contra actos de autoridad violatorios de garantías
individuales, su procedencia no es irrestricta e ilimitada, ya que, por un lado, la
Constitución en su artículo 107 establece las bases para su procedencia y
substanciación y, por otro lado, el legislador ordinario señaló de manera
enunciativa mas no limitativa, los casos en que dicho medio de defensa es
improcedente, por lo que si tal improcedencia puede derivar de alguna
disposición de la ley, con mayor razón puede emanar de la Ley Fundamental.
3.3.- CRITERIOS DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA
Las manifestaciones que ha hecho nuestro máximo tribunal sobre el papel
de la Comisión Substanciadora, en el entendido de que es clara la imposibilidad
de atacar sus resoluciones, son ESCASAS y destacan las siguientes:
1. Registro digital: 177676 Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Novena Época. Materias(s): Laboral Tesis: I.7o.T.84 L Fuente: Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXII, Agosto de 2005, página
1839 Tipo: Aislada SÉPTIMO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA DE
TRABAJO DEL PRIMER CIRCUITO.

COMISIÓN SUBSTANCIADORA ÚNICA DEL PODER JUDICIAL DE LA


FEDERACIÓN. ES COMPETENTE PARA CONOCER DE LA DEMANDA
PROMOVIDA CONTRA UNA RESOLUCIÓN QUE DETERMINE LA
SUSPENSIÓN O DESTITUCIÓN DEL CARGO DE UN SECRETARIO,
ACTUARIO U OFICIAL JUDICIAL, DECRETADO POR JUECES DE
DISTRITO Y MAGISTRADOS DE TRIBUNALES COLEGIADOS Y
UNITARIOS DE CIRCUITO. Las resoluciones dictadas por Jueces de
Distrito o por Magistrados de Tribunales Colegiados y Unitarios de Circuito,
que determinen el cese, destitución o suspensión de un secretario,
actuario u oficial judicial de su jurisdicción, por la comisión de faltas y
responsabilidades administrativas, son de naturaleza materialmente laboral,
por lo que la competencia para conocer de la demanda que se promueva
en contra de esas resoluciones, recae en la Comisión Substanciadora
Única del Poder Judicial de la Federación, en términos de lo que establecen
los artículos 152 al 161 de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio
del Estado, pues de lo contrario, se dejaría en estado de indefensión a los
empleados del Poder Judicial de la Federación, a quienes se les aplique
alguna de las referidas sanciones, porque la Ley Orgánica del Poder
Judicial de la Federación no prevé algún medio de defensa para combatir la
resolución que concluya con el cese, destitución o suspensión de su
empleo, derivada de un procedimiento seguido por dichos funcionarios. Se
afirma que dicha comisión es la competente porque el artículo 97, párrafo
cuarto, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, otorga
a Jueces y Magistrados la facultad de nombrar y remover al personal de su
adscripción, por lo que al emitir una resolución que afecte los derechos
laborales de los trabajadores, lo hacen en su carácter de patrón y en
representación del Consejo de la Judicatura Federal; conclusión a la
que se llega de la interpretación del artículo 68 de la Ley Orgánica del
Poder Judicial de la Federación y por ende, contra esas determinaciones
no procede el juicio de nulidad ante el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y
Administrativa, lo cual también excluye la posibilidad de la procedencia del
amparo indirecto, por no ser un acto de autoridad el que se reclama,
además, dejaría de tener aplicación el artículo 68 de la ley orgánica citada,
que prescribe que la administración, vigilancia, disciplina y carrera judicial,
compete al Consejo de la Judicatura Federal, pues este órgano colegiado
no conocería de la legalidad de la actuación de Jueces y Magistrados
cuando impongan esas sanciones.
2. Registro digital: 2012193 Instancia: Plenos de Circuito Décima Época
Materias(s): Común Tesis: PC.I.L. J/20 L (10a.) Fuente: Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación. Libro 33, Agosto de 2016, Tomo III,
página 1446 Tipo: Jurisprudencia. PLENO EN MATERIA DE TRABAJO
DEL PRIMER CIRCUITO

COMISIÓN SUBSTANCIADORA ÚNICA DEL PODER JUDICIAL DE LA


FEDERACIÓN. ES IMPROCEDENTE EL AMPARO INDIRECTO SIN
EXCEPCIÓN ALGUNA CONTRA LOS ACTOS INTRAPROCESALES O
MERAMENTE ADJETIVOS QUE EMITE EN LOS CONFLICTOS DE
TRABAJO. En la Ley de Amparo no se prevé excepción alguna a la regla
única y limitativa contenida en su artículo 107, fracción V, relativa a la
procedencia del juicio de amparo indirecto contra actos en juicio cuyos
efectos sean de imposible reparación, siendo éstos, "los que afecten
materialmente derechos sustantivos tutelados en la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos y en los tratados internacionales de los que
el Estado Mexicano sea parte". Ahora bien, los actos adjetivos emitidos por
la Comisión Substanciadora Única del Poder Judicial de la Federación, en
la substanciación del expediente laboral relativo a los conflictos de trabajo
suscitados entre dicho Poder y sus servidores públicos, tienen efectos
meramente formales o intraprocesales, y no afectan derechos
sustantivos (vida, libertad, patrimonio, salud, privacidad e
inviolabilidad de las comunicaciones particulares), pues sólo implican,
en todo caso, una infracción a normas procesales que no irrogan perjuicio a
las partes en los precitados derechos sustantivos, de ahí que sea
improcedente el amparo indirecto contra aquellos actos, sin excepción
alguna. Entonces, ante la connotación que el legislador aportó en la ley
respecto de lo que debe entenderse por actos de imposible reparación, no
pueden seguir siendo aplicables las jurisprudencias anteriores a la entrada
en vigor de la Ley de Amparo para estimar procedente el juicio de amparo
indirecto para actos adjetivos, ni mucho menos, como acontece en el caso,
debe considerarse su procedencia por no ser impugnables las resoluciones
emitidas por el Consejo de la Judicatura Federal en Comisión o en Pleno
por mandato del párrafo noveno del artículo 100 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, so pretexto de que se perturban
derechos adjetivos en grado predominante o superior, pues ésta se generó
porque la anterior ley no proporcionó los elementos necesarios para que el
juzgador determinara con precisión qué actos debían o no ser impugnables
en la vía biinstancial por su difícil reparación, de modo que desde la
vigencia de la nueva Ley de Amparo, no es factible la admisión de
demandas de amparo indirecto cuyo acto reclamado no represente una
afectación material a derechos sustantivos tutelados en la Constitución
Federal y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea
parte.

Contradicción de tesis 13/2015. Entre las sustentadas por los Tribunales


Colegiados Séptimo y Décimo Séptimo, ambos en Materia de Trabajo del
Primer Circuito, y Tercero de Circuito del Centro Auxiliar de la Décima
Región, con residencia en Saltillo, Coahuila. 6 de junio de 2016. Mayoría de
nueve votos
3.4. CRITERIO DISCORDANTE DENTRO DEL PJF
La ejecutoria de dieciocho de junio de dos mil quince por la que el Décimo
Séptimo Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Primer Circuito resolvió un
recurso de queja reza así:
[…..
"SEXTO.-Son fundados los agravios transcritos.-Se afirma lo anterior,
porque lo considerado por el a quo violó lo dispuesto por el artículo 107, fracción
V, de la Ley de Amparo, ya que… (las determinaciones de la Comisión
Substanciadora) son un acto de imposible reparación para efectos del juicio de
amparo, en virtud que en el caso, como lo alegan los recurrentes, las
consecuencias que se generan con motivo tal determinación no podrá ser
controvertidas con motivo de las resoluciones que emita el Pleno del Consejo de
la Judicatura Federal.
Por su parte, el a quo en el auto de veinticinco de marzo de dos mil quince,
dictado en el expediente **********, desechó la demanda de amparo por estimar
que en términos de los artículos (sic) 61, fracción XXIII, en relación con el diverso
107, fracción V, de la ley de la materia dicho acto no era de naturaleza irreparable,
puesto que no afectaba derechos materialmente sustantivos tutelados en la
Constitución Federal y en los tratados internacionales de los que el Estado
Mexicano sea Parte,… efectos se pueden enmendar al momento de emitirse el
dictamen y obtener un fallo favorable ...’ (foja 39 reverso).
Como se adelantó, tal determinación resulta desacertada como a
continuación se expone.-En principio, resulta indispensable acudir al texto vigente
del artículo 107, fracción III, inciso b), de la Constitución Federal. Del examen de
la disposición transcrita se advierte, que la Constitución Federal instituyó como
una de las bases que deberían reglamentarse en la legislación secundaria, la
procedencia del juicio de amparo indirecto contra actos en juicio cuya ejecución
fuera de imposible reparación, puesto que su texto se limitó a enunciar su sola
existencia, sin ofrecer alguna definición sobre los pormenores acerca de cómo
habría de concebirse en la legislación derivada, o respecto de las formas y
procedimientos cómo debería de operar en la práctica, lo que se encomendó al
Congreso de la Unión al momento de emitir la legislación secundaria que
desarrollaría y reglamentaría las instituciones y principios constitucionales que
rigen el amparo, con la única condición de mantener intactos sus principios y
fines.
Como puede advertirse, en principio, contrario a lo sustentado por el
juzgador recurrido, la procedencia del juicio de amparo indirecto respecto de los
actos dictados dentro de un proceso, al señalar que serían controvertibles
únicamente los que tuviesen una imposible reparación, el Constituyente no tuvo la
intención de vedar su acceso cuando se reclamaran violaciones cometidas
durante el procedimiento, lo que se entiende, porque aspectos de esa naturaleza,
pueden generar afectación de derechos sustantivos y principios protegidos
constitucionalmente, como sería el acceso a la tutela judicial previsto por el
artículo 17, párrafo segundo, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos. En esas condiciones, su objetivo fue el limitar el número de juicios de
amparo indirectos en los que se reclamen tales violaciones adjetivas, a efecto de
concentrar su reclamo en el juicio de amparo directo que se promueva en contra
de la sentencia en la que se resuelva el fondo del asunto litigioso, regla de
interpretación constitucional que debe servir para analizar la norma secundaria
que de ella emana.
Ahora, tal como lo sostuvieron los recurrentes en el agravio que se analiza,
el concepto de ‘imposible reparación’ a que se refiere el precepto constitucional
-107, fracción III, inciso b)- que se interpreta, no puede ser conceptualizado de la
misma forma en aquellos casos (regla general) en los que existe un medio
ordinario o extraordinario de defensa, a aquellos en los que la resolución final
resulte inatacable. Por lo anterior, es que este Tribunal Colegiado estima que el
artículo 107, fracción III, inciso b), de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, no puede ser analizado de forma aislada, sino en íntima
relación con los diversos 1o., 17 y 123, apartado B, fracción XII, del Pacto Federal,
así como, el artículo 25 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos (Pacto de San José de Costa Rica), invocado por los recurrentes.
Resultando, que de estimar que las violaciones al procedimiento que se
cometan en los conflictos de trabajo suscitados entre el Poder Judicial de la
Federación con sus trabajadores no pueden ser sujetas de control constitucional
en la vía indirecta (en las etapas que se tramitan ante la comisión), las
excepcionaría de todo medio de control, puesto que, como se ha expuesto, la
resolución final que emita el Pleno del Consejo de la Judicatura Federal resulta
incontrovertible por así disponerlo expresamente la Constitución Federal.
Por lo expuesto, es que cuando se impugnen violaciones al procedimiento
cometidas en conflictos de trabajo suscitados entre el Poder Judicial de la
Federación con sus trabajadores, deben estimarse como de imposible
reparación para efectos del artículo 107, fracción III, inciso b), del Pacto Federal,
puesto que su irreparabilidad radica, precisamente, en que no podrán ser
analizados con motivo de la resolución final que se dicte, interpretación conforme
con la que se garantiza el acceso a un medio de defensa para combatir tal clase
de actos y que es acorde al principio pro persona contenido del (sic) artículo 1o.
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Apoya a lo anterior,
la tesis 1a. CCCXL/2013 (10a.), del tenor siguiente: ‘INTERPRETACIÓN
CONFORME. NATURALEZA Y ALCANCES A LA LUZ DEL PRINCIPIO PRO
PERSONA.’… se hace imperativo que deba sujetarse desde luego su análisis a
través de la vía de amparo indirecto, pues de lo contrario, implicaría una
denegación de justicia o el impedimento del acceso al recurso judicial efectivo,
conllevando la violación al artículo 17, párrafo segundo, de la Constitución
Federal. Ilustra el anterior criterio la tesis aislada, que dice: ‘TUTELA JUDICIAL
EFECTIVA. LOS ÓRGANOS ENCARGADOS DE ADMINISTRAR JUSTICIA, AL
INTERPRETAR LOS REQUISITOS Y LAS FORMALIDADES ESTABLECIDOS EN
LA LEY PARA LA ADMISIBILIDAD Y PROCEDENCIA DE LOS JUICIOS, DEBEN
TENER PRESENTE LA RATIO DE LA NORMA PARA EVITAR FORMALISMOS
QUE IMPIDAN UN ENJUICIAMIENTO DE FONDO DEL ASUNTO.’
En conclusión, una causa de improcedencia únicamente puede restringir el
acceso a la impartición de justicia, pero no impedirlo de forma total, puesto que,
para ello, debería existir una justificación constitucionalmente válida, lo que ha
quedado evidenciado que en el presente caso no se presenta, mientras que el
mandato constitucional impone la obligación para los órganos jurisdiccionales
federales de velar por el acceso real y efectivo a los medios de defensa
establecidos en la legislación, lo que no puede tener lugar si el juicio de amparo
directo es improcedente en contra del laudo dictado por el Pleno del Consejo de la
Judicatura Federal y el juicio de amparo indirecto tampoco es apto para
controvertir los actos intraprocesales dictados por la Comisión Substanciadora
Única del Poder Judicial de la Federación, puesto que ello implicaría crear un
estado de excepción proscrito por el Pacto Federal y el artículo 25 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa
Rica), en el que el Estado Mexicano se ha comprometido a considerar como
derecho fundamental el de contar con un recurso sencillo, rápido y efectivo para
controvertir todo acto de autoridad que se considere que ha vulnerado su esfera
jurídica.
Esta interpretación es congruente con lo establecido por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, la que sobre tal prerrogativa ha
señalado que ese derecho no se satisface por el mero hecho de que algún
recurso jurisdiccional esté previsto en la legislación del Estado, sino que ese
recurso debe ser efectivo en orden a la protección de los derechos, como se
dispuso en el Caso Ivcher Bronstein, párrafos ciento treinta y seis y ciento
treinta y siete; opinión consultiva 18/03.-Sirve de apoyo a lo anterior, la tesis del
tenor siguiente: ‘TUTELA JUDICIAL EFECTIVA. EL LEGISLADOR NO DEBE
ESTABLECER NORMAS QUE, POR SU RIGORISMO O FORMALISMO
EXCESIVO, REVELEN UNA DESPROPORCIÓN ENTRE LOS FINES DE LAS
FORMALIDADES Y LOS REQUISITOS PREVISTOS EN LA LEY PARA
PRESERVAR LA CORRECTA Y FUNCIONAL ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA.’
Y toda vez que, no existe posibilidad alguna de que tal acto sea sujetado a
control constitucional con posterioridad, puesto que el juicio uniinstancial es
notoriamente improcedente en contra de la resolución que emita el Pleno del
Consejo de la Judicatura Federal, por lo que, al vedar de forma total el acceso a la
justicia, los recurrentes no cuentan con posibilidad alguna de reparación de
la violación alegada, lo que hace patente, precisamente, su irreparabilidad
para efectos del artículo 107, fracción V, de la Ley de Amparo.-Sustenta a lo
anterior, la tesis que señala: ‘RECURSO JUDICIAL EFECTIVO. EL JUICIO DE
AMPARO CUMPLE CON LAS CARACTERÍSTICAS DE EFICACIA E IDONEIDAD
A LA LUZ DEL ARTÍCULO 25 DE LA CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE
DERECHOS HUMANOS.’
…..]
3.5 LA JUSTICIA LABORAL- CONTINENTAL
Ante la imposibilidad de recurrir las decisiones del Pleno del Poder Judicial
de la Federación, el afectado de algún derecho por parte del procedimiento puede
recurrir al Sistema Interamericano.
Los organismos del Sistema Interamericano -la Comisión y la Corte- llevan
a cabo diversas acciones destinadas a la observancia, promoción y protección de
los derechos humanos en la región.
I. Comisión Interamericana (CIDH): posee CUATRO facultades a saber:
1.- Audiencias: El capítulo IV del Reglamento de la Comisión describe el sistema
de audiencias ante este organismo, las cuales puede celebrar por motivación
propia o de la parte interesada. Las audiencias pueden tener por objeto:
 Información de carácter general o particular relacionada con uno o más
Estados Miembros de la OEA. Reciben el nombre de audiencias generales,
son públicas por regla general y se llevan a cabo por lo menos dos veces al
año, durante los períodos ordinarios o extraordinarios de sesiones de la
CIDH. Cualquier organización o grupo de organizaciones legalmente
reconocidas, víctima de violaciones a los derechos humanos o su
representante pueden solicitar una audiencia ante la CIDH. Para ello, deben
llenar una planilla de solicitud en línea a través de la página
http://www.oas.org/es/cidh/ algunas semanas antes de que inicie el período
de sesiones. En la solicitud es recomendable incluir un informe
describiendo la situación de derechos humanos por la cual urge realizar una
audiencia, así como las peticiones respectivas a la Comisión y al Estado.
Los resultados de las audiencias son posteriormente recogidos en el
Informe Anual que debe presentar la CIDH ante la Asamblea General, el
cual es hecho público a través de la página ya mencionada.
 Recibir información con relación a alguna petición de un particular, de un
caso en trámite ante la Comisión.
 Hacer seguimiento a las recomendaciones emitidas por la CIDH.
 Hacer seguimiento a medidas cautelares emitidas por la Comisión.
El artículo 63 del Reglamento establece las garantías para las personas que
colaboren con la CIDH: el Estado no puede enjuiciar, ni ejercer represalias
contra las personas que colaboren con la CIDH en una audiencia ni contra
sus familiares.
2.- Observaciones in locus: Los artículos 53 a 56 del Reglamento de la Comisión
disponen que la CIDH puede nombrar una Comisión Especial con el objetivo de
realizar visitas a Estados para documentar en el lugar una situación general o
específica de derechos humanos. Estas se deben realizar bajo invitación o
anuencia del Estado. La Comisión establece su propio plan de trabajo y deben
contar con las garantías de que podrán entrevistar libre y privadamente a quien
consideren pertinente, que podrán transitar libremente por el país, que tendrán
acceso a prisiones y centros de reclusión y podrán entrevistar a las personas
recluidas en esos lugares, que el Estado les facilitará todos los documentos que
necesiten para cumplir con su mandato y que podrán hacer uso de los medios
necesarios para recabar y reproducir la información que consideren pertinente. De
igual forma, el Estado debe comprometerse a que no tomará ninguna represalia
contra las personas o entidades que hayan colaborado con la Comisión.
3.- Peticiones Individuales: Los artículos 45 al 51 de la Convención Americana de
Derechos Humanos, 23, 24 y del 28 al 50 del Reglamento de la CIDH establecen
la competencia de la Comisión de recibir, procesar y decidir sobre peticiones de
denuncias individuales que reciban, los requisitos que deben cumplir, el
procedimiento aplicable y las posibles decisiones que pueden tomar al respecto.
En efecto, cualquier persona, grupo de personas o entidad no
gubernamental legalmente reconocida en uno o más Estados Parte de la
Convención pueden presentar peticiones relacionadas a violaciones de las
disposiciones contenidas en la Declaración o en cualquiera de las convenciones
firmadas y ratificadas por el Estado en cuestión.
3.6.- PROCEDIMIENTO
Toda denuncia o petición ante la Comisión Interamericana se debe realizar
a través del sistema online en la siguiente página:
http://www.oas.org/es/cidh/portal/ en el cual el peticionario se tendrá que registrar
para luego enviar la denuncia. En dicha página se ofrece una explicación detallada
de cómo se utiliza la página y la información que se debe enviar.
A)- Requisitos que debe cumplir una petición:
1. Nombre de la persona o personas denunciantes, o el de su representante
legal, en caso de que sea una entidad no gubernamental, y el Estado donde
está legalmente reconocida.
2. Si el peticionario desea que su identidad se mantenga confidencial y las
razones para ello. El nombre de la víctima no puede ser mantenido bajo
confidencialidad, pues debe ser conocida por el Estado para llevar a cabo
las acciones pertinentes, aunque es posible que, si el caso se publica, se
utilice nada más la inicial de su nombre.
3. Dirección de correo electrónico y física del peticionario para recibir
información de la Comisión.
4. Relación detallada del hecho o situación denunciada en orden cronológico,
incluyendo lugar y fecha. Se debe adjuntar documentos u otros elementos
de prueba que soporten la relación de los hechos. Documentos oficiales no
deben ser autenticados, basta con copias simples.
5. Nombre de la víctima de ser posible, así como de cualquier autoridad
pública que tuvo o haya podido tener conocimiento de la situación
denunciada.
6. Indicación del Estado que el peticionario considera responsable por la
violación a la Convención o a otros mecanismos aplicables, por acción u
omisión.
7. Cumplimiento con el plazo: la petición debe ser presentada dentro de los
seis meses posteriores a que la víctima es informada de la decisión que
agota los recursos internos. En caso de que aplique alguna de las causales
de excepción al agotamiento de los recursos internos, debe ser presentada
en un plazo razonable luego de que ocurre la violación del o los derechos
humanos denunciada.
8. Gestiones empleadas para agotar las instancias internas o la imposibilidad
de agotarlas. De forma excepcional, se puede presentar una denuncia ante
la CIDH sin haber agotado los recursos internos, si se demuestra que se ha
cumplido alguno de los siguientes supuestos:
a. No exista en la legislación interna el debido proceso legal para
la protección de los derechos lesionados;
b. no se haya permitido al lesionado acceder a los recursos de la
jurisdicción interna o se le haya prohibido agotarlos;
c. haya retardo injustificado en la decisión sobre los recursos.
9. Indicación de si la denuncia ha sido sometida a otro procedimiento de
arreglo internacional.
B)- Tramitación inicial y Admisibilidad:
La Secretaría Ejecutiva de la CIDH tiene la responsabilidad del estudio y
tramitación inicial de las peticiones presentadas que cumplan con los requisitos. Si
no los cumple, puede pedirle al peticionario que los complete. Cada petición se
recibirá, se registrará y se dará acuse de recibo al peticionario. Si dos o más
peticiones versan sobre los mismos hechos, personas o patrones de conducta
similares, la Comisión las puede acumular y tramitar en conjunto. Posteriormente,
la Secretaría Ejecutiva envía las partes pertinentes de la petición al Estado y
solicitará información, la cual debe ser entregada a los tres meses a partir de su
transmisión. El Estado puede solicitar una prórroga si tiene fundamentos para
ello, pero no pueden pasar de cuatro meses a partir de su transmisión.
Las consideraciones y cuestionamientos a la admisibilidad deben
presentarse antes de que la CIDH se pronuncie sobre ésta. En casos de gravedad
y urgencia, o cuando se considere que la vida o integridad personal de una
persona está en peligro inminente, la CIDH puede solicitar al Estado que envíe sus
observaciones e información sobre admisibilidad y fondo del asunto dentro de un
plazo razonable.
C)- Causales de inadmisibilidad:
 Que la materia esté pendiente de un mecanismo de arreglo ante otro
organismo internacional, excepto si a) el organismo internacional está
llevado a cabo un examen general de derechos humanos; b) no conduzca a
su arreglo efectivo o c) si los peticionarios son personas diferentes.
 Que el asunto ya haya sido examinado por la Comisión u otro organismo
internacional.
 Que la petición no exponga hechos que caractericen una violación de los
instrumentos de derechos humanos.
 Que sea manifiestamente infundada o improcedente.
 Que la inadmisibilidad o improcedencia resulten de una prueba
sobrevenida.
D)- Grupo de Trabajo sobre Admisibilidad: conformada por tres o más miembros
de la Comisión que se encargarán de estudiar la admisibilidad de las peticiones
entre período de sesiones y formulará recomendaciones al Pleno.
Una vez consideradas las posiciones de las partes, la CIDH se pronunciará
sobre la admisibilidad en un informe público, el cual será incluido en el Informe
Anual. Con ocasión del informe, se registrará la petición como caso y se iniciará el
procedimiento sobre el fondo.
E)- Procedimiento de Fondo:
Una vez abierto el caso, se da cuatro meses a los peticionarios para que
presenten sus observaciones sobre el tema de fondo. Una vez recibidas, se
transmiten las partes pertinentes al Estado, quien tendrá cuatro meses para enviar
sus observaciones.
Antes de pronunciarse sobre el fondo, la CIDH fija un plazo para que las
partes se manifiesten sobre si desean iniciar el procedimiento de solución
amistosa. Sí lo considera necesario, la Comisión puede convocar a las partes a
una audiencia.
F)- Acciones que puede tomar la Comisión sobre un caso:
I. Solución amistosa (art. 40): a petición de alguna de las partes o por
iniciativa propia, la CIDH se puede poner a disposición de las partes para
llegar a una solución amistosa apegada a los principios de derechos
humanos en cualquier estado de la petición o caso.
II. Desistimiento (art. 41): el peticionario puede desistir por escrito de su
petición o caso en cualquier etapa. La CIDH decidirá si archiva el caso o lo
continúa, con el objetivo de tutelar un derecho determinado.
III. Archivo de peticiones o casos (art. 42): la CIDH puede decidir el archivo de
una petición o caso cuando no existan o subsistan los motivos que la
fundamentaron, no cuenten con la información necesaria o el peticionario
se muestre desinteresado en el proceso.
IV. Puede afirmar o negar que haya habido violación a los derechos humanos
alegados en la petición.
G)- Informe preliminar: La Comisión debe indicar su decisión final en un informe.
Si decide que hubo una violación de derechos humanos, debe enviar un informe
preliminar al Estado con las recomendaciones correspondientes, el cual tendrá
un tiempo determinado para informar sobre las medidas adoptadas. De igual
forma, notificará al peticionario sobre el envío del informe preliminar al Estado. En
caso de que el Estado sea parte de la Convención Americana, el peticionario
tendrá un mes para enviar su postura con respecto al envío del caso a la Corte
Interamericana.
H)- Sometimiento del caso a la Corte: Si el Estado en cuestión es parte de la
Convención Americana y en caso de que no haya cumplido con las
recomendaciones del informe preliminar, la Comisión puede someter el caso a
jurisdicción de la Corte Interamericana.
Seguimiento: Si a los tres meses de enviado el informe preliminar al Estado
no se han tomado las medidas necesarias o no se ha sometido el caso a la Corte
Interamericana, la CIDH emitirá un informe definitivo con su opinión, conclusiones
finales y recomendaciones sobre el caso. Este informe será enviado a las partes
interesadas, las cuales deberán informar a la Comisión, en el plazo establecido
por ella, sobre el cumplimiento de las recomendaciones. En base a esta
información recibida, la CIDH decidirá si se publica o si se incluye en el Informe
Anual. luego de la publicación del informe sobre la solución amistosa o el informe
definitivo, la CIDH puede adoptar las medidas que considere necesarias para
evaluar el cumplimiento de las recomendaciones, como solicitar información o
celebrar audiencias.
I)- Carga de la prueba: se considerarán verdaderos los hechos alegados en la
petición que hayan sido transmitidos al Estado si éste no presenta pruebas
suficientes para contradecirlos o si no existen otros elementos de convicción que
resulten en una conclusión contraria. (art. 38)
Denuncias interestatales: la Convención Americana contempla la posibilidad de
que un Estado denuncie a otro por el incumplimiento de sus obligaciones con
respecto a los derechos contenidos en la Declaración u otras convenciones en el
marco de la OEA. El procedimiento seguido es el mismo que el de las peticiones
individuales, pero aún no ha sido utilizado.
4- Medidas Cautelares: El artículo 25 del Reglamento establece que, a petición de
parte o por iniciativa propia, la Comisión puede solicitar a un Estado que adopte
medidas cautelares cuando exista una situación de gravedad o urgencia que
presente un riesgo de daño irreparable a las personas o al objeto de una
petición o caso pendiente ante el Sistema Interamericano. Una medida cautelar
puede estar relacionada con una petición o caso o ser solicitada de forma
independiente. A efectos de tomar una decisión, la Comisión considerará que:
 La gravedad de la situación significa el serio impacto que una acción u
omisión puede tener sobre un derecho protegido o sobre el efecto eventual
de una decisión pendiente en un caso o petición ante los órganos del
Sistema Interamericano.
 La urgencia de la situación se determina por la información que indica que
el riesgo o la amenaza sean inminentes y puedan materializarse,
requiriendo de esa manera acción preventiva o tutelar.
 El daño irreparable significa la afectación sobre derechos que, por su propia
naturaleza, no son susceptibles de reparación, restauración o adecuada
indemnización.
Una medida cautelar puede proteger a una persona o grupo de personas
que sean determinadas o determinables a través de su ubicación geográfica, o su
pertenencia o vínculo a un grupo, pueblo, comunidad u organización.
Una solicitud de medida cautelar debe contener:
 Los datos de las personas propuestas como beneficiarias o información que
permita determinarlas.
 Descripción detallada y cronológica de hechos que sustentan la solicitud y
cualquier información disponible.
 Descripción de las medidas de protección solicitadas.
Al revisar una petición de medida cautelar, la Comisión considerará lo siguiente:
 El contexto.
 Si se ha denunciado la situación de riesgo ante las autoridades
competentes, y si no, las razones para ello.
 La identidad del beneficiario o la determinación del grupo que sería
beneficiario.
 La expresa conformidad del beneficiario, en caso de que haya sido
solicitada por un tercero, y si no, si la ausencia de conformidad se
encuentra justificada.
Antes de tomar alguna decisión respecto a las medidas cautelares, la
Comisión requerirá al Estado involucrado información relevante, a menos que la
inmediatez del daño potencial no admita demora, en cuyo caso la decisión se
revisará lo más temprano posible. El otorgamiento de medidas cautelares se hace
en forma de resolución. Estas no constituyen un prejuzgamiento sobre ninguna
petición o caso.
La Comisión debe evaluar periódicamente las medidas cautelares para
decidir si mantenerlas, modificarlas o levantarlas. El levantamiento de la
medida cautelar puede ser por iniciativa propia o por una petición formal del
Estado, pero primero debe consultar con el peticionario. Una medida cautelar
puede ser levantada si no se da una respuesta satisfactoria a la Comisión sobre
requerimientos hechos.
La CIDH puede adoptar las medidas de seguimiento que considere
pertinentes: requerir información a las partes interesadas, cronogramas de
implementación, audiencias, reuniones de trabajo, visitas de seguimiento y
revisión. La Comisión puede solicitar medidas cautelares a la Corte. Si en el
asunto se hubieren otorgado medidas cautelares, se mantendrán hasta que la
Corte comunique su resolución. Si la Corte las desestima, la Comisión no
considerará una nueva solicitud sobre el mismo asunto, a menos que existan
nuevos hechos que así lo justifiquen.
II. Corte Interamericana (Corte IDH)
1- Opinión Consultiva: Cualquier Estado Miembro de la OEA, la Comisión
Interamericana o cualquier otro organismo de la Organización puede solicitar a la
Corte la interpretación de la Convención, de otros tratados de derechos humanos
del Sistema Interamericano o de leyes internas.
2- Sometimiento de Casos: El Estatuto y el Reglamento de la Corte establecen el
procedimiento y medidas que puede adoptar la Corte cuando se somete un caso
ante ella. La Comisión Interamericana o Estados Parte de la Convención
Americana pueden someter casos ante la Corte Interamericana contra Estados
que sean igualmente parte de la CADH. A las partes se les informará sobre el
sometimiento del caso ante la Corte, luego de lo cual podrán presentar sus
escritos ante la Corte de forma física o electrónica.
La Corte Interamericana únicamente se pronuncia sobre el cumplimiento o
no del Estado con sus obligaciones en materia de derechos humanos y en sus
sentencias establece medidas de reparación integral a las víctimas. No tiene
jurisdicción para condenar a individuos o llevar a cabo ningún proceso
penal.
A)- El Estado es responsable de violaciones de derechos humanos por:
 Acción: consecuencia de un hacer o actuar de un Estado o sus agentes.
 Aquiescencia: consentimiento tácito del Estado o sus agentes.
 Omisión: consecuencia de que el Estado o sus agentes no actúen cuando
debían hacerlo.
B)- Partes:
 El Estado designa a un Agente para representarlo ante la Corte. De igual
forma, puede nombrar a un Agente Alterno para asistir al Agente en sus
funciones y suplirlo en sus ausencias temporales.
 La Comisión designará a un Delegado para representarlo ante la Corte.
 Las víctimas pueden designar a un Representante, el cual debe estar
debidamente acreditado. En caso de que las víctimas no hayan designado
a un Representante por sí mismas, la Corte designará a un Defensor
Interamericano para que las represente. En caso de que exista pluralidad
de víctimas o representantes, se designará a un Interviniente Común, quien
será el único autorizado para la presentación de escritos de solicitudes,
argumentos y pruebas, incluyendo las audiencias públicas.
Las víctimas pueden presentar, a través de sus Representantes, sus
escritos de solicitudes, argumentos y pruebas de forma autónoma, y continuarán
actuando así durante todo el proceso.
C)- Otros actores:
 Amicus curiae: persona o institución ajena al litigio o proceso que presenta
a la Corte razonamientos en torno a los hechos o formula consideraciones
jurídicas, a través de un documento o alegato presentado en audiencia.
 Declarantes: víctimas, peritos o testigos que declaren ante la Corte.
D)- Medidas Provisionales
El artículo 27 del Reglamento prevé que la Corte puede adoptar Medidas
Provisionales solicitadas por la Comisión en casos que aún no llegan a su
jurisdicción, o a solicitud de parte en un caso contencioso en cualquier estado del
proceso. Al igual que las medidas cautelares de la Comisión, la Corte adopta estas
medidas en casos de extrema gravedad y urgencia, para evitar daños irreparables
a la persona.
La solicitud de medida cautelar puede ser enviada a través de cualquier
medio de comunicación. Quien sea que reciba la solicitud, debe ponerla en
conocimiento del presidente de la Corte de manera inmediata. Antes de adoptarla,
la Corte puede solicitar al Estado, la Comisión, las víctimas o sus representantes
información sobre el asunto. Si la Corte no estuviese reunida en el momento, el
presidente de la Corte, en consulta con la Comisión Permanente, puede emplazar
al Estado a tomar las medidas urgentes necesarias para asegurar la eficacia de
las medidas provisionales que la Corte podría adoptar.
3.7.- PETICIÓN A LA CIDH vs LA COMISIÓN SUBSTANCIADORA DEL PJF
Según el artículo 23 del Reglamento de la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos, “cualquier persona o grupo de personas, o entidad no
gubernamental legalmente reconocida en uno o más Estados miembros de la OEA
puede presentar a la Comisión peticiones en su propio nombre o en el de terceras
personas, referentes a la presunta violación de alguno de los derechos humanos
reconocidos, según el caso, en la Declaración Americana de los Derechos y
Deberes del Hombre, la Convención Americana sobre Derechos Humanos” y
aplica a :
 Prácticas de los Estados
 Leyes de los Estados
 Casos individuales
 Acción urgente
 Casos de menores de 18 años
Cuando se ha admitido a trámite una petición, la Comisión Interamericana
procede a analizar en detalle las supuestas violaciones de derechos humanos.
También puede intentar llegar a una “solución amistosa” entre las partes
implicadas. Si la Comisión Interamericana halla una violación de derechos
protegidos por el tratado de derechos humanos aplicable, publicará un informe
sobre el fondo del caso que incluirá recomendaciones al Estado con el objetivo de
terminar con las violaciones de derechos humanos, implementar reparaciones y/o
realizar cambios en la ley.
Si un Estado no cumple las recomendaciones de la Comisión
Interamericana, la Comisión puede decidir hacer público el caso o remitirlo a la
Corte Interamericana de Derechos Humanos, si está implicado un Estado parte
que ha aceptado la competencia de la Corte.
Si la Comisión Interamericana halla una violación de los derechos humanos
protegidos según el tratado de derechos humanos aplicable, publicará un informe
sobre el fondo que incluirá recomendaciones al Estado dirigidas a acabar con las
violaciones de los derechos humanos, implementar reparaciones y/o realizar
cambios en la ley. Este informe será trasmitido al Estado en cuestión. Si el Estado
no cumple las recomendaciones de la Comisión Interamericana en un plazo de 3
meses, la Comisión remitirá el caso a la Corte Interamericana (si concierne a un
Estado parte que ha aceptado la competencia del Tribunal, de acuerdo con el
artículo 62 de la Convención Americana), o publicará un informe definitivo con
conclusiones y observaciones finales.
Los casos vistos por la Corte Interamericana finalizan normalmente con una
sentencia que puede incluir una orden de pago de reparaciones a las víctimas de
violaciones de derechos humanos.
3.8- EL CASO MEXICANO
La Corte Interamericana de Derechos Humanos se ha pronunciado en
contra de México en casos contenciosos. A continuación, mencionaremos de
manera breve algunos de los casos en los que se ha pronunciado la Corte en
contra de nuestro país y las consecuencias que estas sentencias
El primer asunto en el que se pronunció la Corte IDH contra México fue el
Caso Alfonso Martín del Campo Dodd, quien fue acusado por el Estado
Mexicano de homicidio, al momento de su detención fue torturado para hacerlo
confesar, siendo esta la única prueba para sentenciarlo 50 años. En este Caso, la
resolución de la Corte versa sobre la aceptación de las excepciones preliminares
interpuestas por el Estado Mexicano, relativa a la competencia ratione temporis de
la Corte para conocer del asunto, por tratarse de hechos que sucedieron antes de
la aceptación de la competencia contenciosa de la Corte IDH por México.
El segundo asunto contra México fue el Caso Castañeda Gutman, quien
acude ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a denunciar la
presunta violación a sus derechos políticos, al derecho de protección judicial y de
igualdad ante la ley, por no permitirle registrarse como candidato ciudadano en el
proceso electoral de 2006. La resolución de la Corte fue, declarar violado el
artículo 25 relativo a la protección judicial condenando al Estado Mexicano a
adecuar su legislación secundaria a las normas superiores; sin embargo, la Corte
consideró que no hubo violación a los derechos humanos relativos a los Derechos
Políticos del ciudadano y tampoco al derecho de igualdad ante la ley.
Posteriormente, en el año 2009 la Corte IDH se pronuncia sobre el Caso
Campo Algodonero, asunto que reviste una gran trascendencia por el contexto
histórico-social al que obedece, relativo a las desapariciones y muertes de mujeres
en Ciudad Juárez. El caso se promueve por la desaparición y muerte de varias
jóvenes, cuyos cuerpos fueron encontrados en un campo algodonero en Cd.
Juárez, responsabilizando al Estado por su falta de protección a las víctimas, falta
de prevención de los crímenes, falta de erradicación de patrones de violencia de
género, falta de respuesta ante la desaparición y falta de diligencia en las
investigaciones. Cabe señalar que el Estado mexicano fue duramente condenado
por la Corte IDH en este caso, dada la gran cantidad de mujeres que han
desaparecido y muerto en esa región fronteriza, inclusive se condenó, entre otras
cosas, al Estado mexicano a establecer monumentos, cursos de educación
que acaben con los patrones de violencia de género, indemnizar a las
víctimas, crear bases de datos con información de niñas y mujeres
desaparecidas, mejorar los mecanismos de respuesta ante desapariciones
forzadas, entre otras cosas.
En lo relativo al Caso Radilla Pacheco, el Estado Mexicano fue condenado
por la desaparición forzada del Señor Radilla a manos de militares. Este caso
implicó una profunda transformación del sistema jurídico nacional, siendo la pauta
para la reforma constitucional sobre derechos humanos de 2011, con la que se da
entrada a nuestro sistema a diversos principios como el control de
convencionalidad, el principio pro persona, entre otros.
El Caso Fernández Ortega y otros, relativo a la violación sexual y tortura
de la señora Fernández Ortega, así como la falta de debida diligencia en la
investigación y sanción de los responsables de esos hechos y la falta de
reparación adecuada, por el uso del fuero militar y las dificultades que enfrentan
las personas indígenas, en particular las mujeres, para acceder a la justicia. Esta
sentencia en contra del Estado Mexicano lo condena a reparar los daños,
capacitar a las fuerzas Armadas en relación a los Derechos Humanos, separar
los fueros militar y civil y revisar el sistema de impartición de justicia militar,
cuando participen civiles, la implementación de cursos de formación y capacitación
para mujeres y niñas indígenas sobre sus derechos y para que puedan continuar
con su educación.
El Caso Valentina Rosendo Cantú y otra contra el Estado Mexicano es
similar en cuanto a los hechos y la resolución de la Corte IDH al caso Fernández
Ortega, fortaleciendo así la condena contra el Estado mexicano de delimitar el
fuero militar y el civil a fin de que no se establezca una violación institucional de
los derechos humanos basada en el fuero militar.
En el Caso Cabrera García y Montiel Flores, los campesinos
ambientalistas, se condenó al Estado mexicano por la violación a diversos
artículos de la Convención Americana relativos a los hechos alegados por las
víctimas, en este caso, se enfatiza el problema persistente en nuestro país en
relación con las violaciones perpetradas por militares en contra de civiles y
violaciones al debido proceso.
En el Caso García Cruz y Sánchez Silvestre, que versa sobre las
detenciones arbitrarias de las presuntas víctimas y las violaciones al debido
proceso en la causa penal en la que han sido condenados, de manera ilegal. En
este caso, que ha sido el último resuelto por la Corte IDH en contra del Estado
Mexicano, se consignó un acuerdo de solución amistosa en el que el Estado
reconoce totalmente su responsabilidad internacional por la violación a los
Derechos Humanos de las víctimas.
3.9.- DEBATE
Como hemos visto, por tratarse del poder encargado de resolver los
conflictos que son sometidos a su cosndieracion, en tratándose de conflictos entre
sus empleados y el Poder Judicial de la Federación se presenta una situación
suigéneris donde el trabajador se encuentra francamente en desventaja porque
debe recorrer un camino donde su contrario es juez y parte del problema.
La tutela efectiva de legalidad y acceso a la justicia es -paradojicamente-
negada a los que en algún momento trabajaron y entregaron su tiempo y
capacidades para el poder encargado de velar por esas garantías de justicia. Y
aunque es claro pensar que el proceso llevado ante el mismo poder no tiene que
ser per se un mecanismo sesgado a favor de la autoridad, la realidad es que lo
que impacta el acceso efectivo a la ultima ratio de la justicia es la imposibilidad
legal de recurrir la sentencia que no sólo no favorezca al empelado sino -aún-
aquella que adoslezca de irregularidades en el procedimiento, porque es claro que
cualquier proceso de solución de controversias es resuelto por otro ser humano
que está sujeto a sus pasiones, a sus limitaciones técnicas y emotias y que por
tanto es falible, para superar estas debilidades es que desde hace siglos en nuestr
sistema germano-romanico se estableció un mecanismo de apelación cuyo
objetivo es someter a otros ojos y a otra mirada los hechos controvertidos para
que se analice si la primera decisión fue adoptada con pleno apego a los principios
normativos que rigen la solución de las controversias.
Abordar el tema de la solución de los conflictos donde el Poder Judicial
funja como patrón no es un tema fácil de abordar y mucho menos algo fácil de
instrumentar en la práctica, el constituyente mexicano desde hace más de un siglo
doto de autonomía a los poderes de la Unión; en aras de dotarlos de la capacidad
de oponerse efectivamente a sus pares, los lineamientos de la fundación de
nuestra nación fueron creados para evitar dominancias de un poder a otro y -como
es obvio- se estableció la jerarquía de todo el sistema político mexicano para
evitar que escalafones menores se convirtieran en obstáculos al desarrollo y
funcionamiento de toda la estructura estatal pero especialmente de los niveles
superiores encargados de tomas las decisiones de dirección del sistema
burocrático nacional.
Al final, creo que la verdadera consecuencia de este trato desigual a los
trabajadores que alguna vez pertenecieron al Poder Judicial de la Unión será la de
desalentar el ingreso de personal calificado que coadyuve a un verdadero sistema
de justicia. La incertidumbre a que son sometidos generará presión en cuanto al
acceso y reclutamiento y devendrá en una especie de “canibalismo” al interior de
la burocracia judicial, a sabiendas que los que caigan en el procedimiento de la
Comisión Substanciadora serán arrastrados por una vorágine burocrática de la
que ninguna otra autoridad será garante de seguridad jurídica.
El argumento principal que ha sostenido esta irregularidad en el sistema
jurídico mexicano es que ningún tribunal debe tener supremacía sobre nuestro
Máximo Tribunal, porque eso no sólo destruiría los pilares de la jerarquía y la
competencia por niveles del sistema judicial, sino que crearía otra anomalía -aún
mayor- al debilitar al máximo tribunal respecto de uno de menor jerarquía, aún y
cuando habláramos de un tema específico. Deberíamos dejar de llamarlo el
máximo tribunal si existiera otro que tuviera el poder (más poder) de cuestionar las
decisiones que tomara el pensado plenipotenciario poder judicial.
Personalmente, no considero que esta anomalía de excepción podría
crearse, toda vez que nuestro sistema jurídico ya acepta excepciones como las
que refieren a la justicia electoral, sobre las que nuestro máximo tribunal está
vedado de decisión y cuyas sentencias deben respetarse aún por los propios
ministros de la Suprema Corte. De tal suerte, que el sistema si pudiera aceptar un
mecanismo alternativo al que hoy tenemos como derecho positivo.
En ese sentido, el papel de los litigantes del área laboral será el de generar
ideas novedosas y alternativas acerca de la mejor forma de acercar el
procedimiento de solución de controversias laborales entre los trabajadores y el
Poder Judicial de la Federación, ese sentido presentamos las siguientes:
3.9.1.- PROPUESTA DEL DOCTOR ÍTALO
El Doctor Italo especialista en el área laboral propone la creación de un
cuerpo colegiado de profesionales en derecho laboral pero que fueran de
nacionalidad distinta a la mexicana para que no existiera conflicto de intereses en
la resolución de controversias. La resolución de este órgano sería igualmente
inatacable por vía del amparo, pero se aseguraría la imparcialidad y
profesionalismo técnico de sus integrantes para resolver lo más objetivamente
posible al tenor de la legislación vigente.
Personalmente, creo que esta idea enfrentará el rechazo de los
nacionalistas que sentirán que se cede soberanía a favor de extranjeros para
resolver un problema de corte doméstico.
3.9.2.-PROPUESTA DEL QUE ESCRIBE:
El autor de las presentes líneas propone que la Comisión Substanciadora
sea traslada al poder legislativo, especialmente a la Cámara de Diputados, con
objeto que la integración de la misma sea conformada por legisladores de diversos
partidos que pueden conocer y juzgar los conflictos laborales de otro poder (el
Judicial) sin que estuvieran necesariamente predispuestos a favor del estado
mexicano.
Esta resolución seria recurrible vía amparo directo, únicamente en caso de
derrota del trabajador y el amparo tendría como único efecto el de reponer el
procedimiento.
4.-CONCLUSIONES
Como analizamos en la primera parte del presente trabajo, el servidor
público recibe tal denominación en función de que pertenece al cuerpo burocrático
que tiene por objeto cumplir con las funciones de gobierno respecto de una
sociedad, estado o nación. Estos seres humanos no son diferentes del resto y se
dedican a una profesión especifica como lo hace el resto de las personas, de tal
suerte, que en esencia un burócrata no es un mexicano diferente de un campesino
o un empresario.
Y es cierto, que la propia legislación burocrática acepta diferencias en
cuanto a la calidad de los servidores públicos (de base, de confianza y eventuales)
la realidad es que esta diferencia tiene por objeto delimitaciones administrativas
más que jurisdiccionales. En esencia, todas las personas dedicadas al servicio
público deberían contar con los mismos derechos y por tanto las mismas
expectativas de protección respecto de los mismos.
Las prestaciones laborales de los sindicatos burocráticos son conquistas
historias que han demandado intensas luchas y aunque puedan o no ser
comoartidas por otros grupos de la sociedad mexicana, la realidad es que
consagradas que fueron el las leyes merecen el respeto de legalidad que cualquier
norma vigente y positiva supone.
Hacer diferenciaciones en cuanto al tipo de trabajadore públicos que
existen, especialmente a aquellos que sirven al soberano poder de resolver los
conflictos privados y públicos que le son sujetos, no sólo es un contrasentido a la
lógica de razonamiento jurídico de la tradición occidental romana de la que
descendemos sino que trastoca el espíritu de igualdad que guía las democracias
de occidente desde hace por lo menos dos siglos.
Nuestro sistema no puede aceptar este tipo de excepciones de trato
procesal basadas únicamente en el argumento de que un tribunal todopoderoso
no puede ser juzgado por un tribunal que se entendería de menor rango, no por la
propia estructura sino por la suposicion que el máximo poder no acepta
evaluaciones de ningun tipo por parte de ojos externos.
La modernidad obliga a ver las fronteras de la soberanía con nuevas
perspectivas, de modo que, el cambio que ha de producirse en nuestro sistema
jurídico laboral respecto de los trabajadores del Poder Judicial no debe ser visto
como una perdida de poder o supremacía, sino por el contrario como la mejor
garantía de comprobación pública de las actuaciones de nuestros máximos jueces
son capaces de resistir cualquier tipo de escrutinio sin importar la fuente de tal
evaluación.
En el segundo cpaitulo, vimos que el órgano encargado por la ley dentro del
Poder Judicial Federal para sustentar el procedimiento de resolución de
controversias de dicho poder es la Comisión Substanciadora y como el propio
cuerpo normativo a dotado a esta institución de los requerimientos mínimos
orgánicos para cumplir con su misión, dejando el resto a la supletoriedad que
supone -ahí si- el trato que da le ley general de procedimiento al resto de los
trabajadores públicos que se ven forzados a llevar a tribunales sus pretensiones
de justicia laboral.
La integración de esta Comisión trata de retratar la composición tripartita de
las juntas de conciliación y arbitraje en un esfuerzo por emular la representatividad
y legitimidad de aquellas, sin embargo, se vuelen pretensiones vacías cuando al
analizar las disposiciones procedimentales que rigen el “juicio” que esta Comisión
desarrolla se aprecia que existe una clara ventaja a favor del poder que paga y
pagaba el salario de todos los involucrados.
Los dados cargados a favor del patrón, pero esencialmente la inexistencia
de un medio de impugnación valido que regrese la jurisdicción a un órgano
diferente de aquel que emitió la resolución que se combate es justamente la mayor
crítica que podemos hacer del suigéneris procedimiento de resolución de
conflictos laborales entre las personas y el Poder Judicial de la Federación.
Nuestro sistema jurídico es referente mundial en cuanto a la existencia de
una institución jurídica que vuelve accesible a todos los individuos la defensa de
los derechos humanos que han costado tanta sangre a la humanidad. Nuestro
juicio de amparo es un modelo imitado e imitable de control constitucional, pero
sobre todo de protección de derechos humanos y garantías individuales, sin
embargo, en el caso que nos ocupa es el propio poder jurisdiccional mexicanos
quien coartó la capacidad defensiva de dicho juicio y lo hizo ineficaz cuando
hablamos de las actuaciones de la Comisión Substanciadora.
Es claro, que nadie ha dotado, ni nadie piensa que dicha Comisión es
infalible, por lo que han existido y seguramente se seguirán presentando
irregularidades en el proceso que realiza la Comisión, ello incluso sin calificar que
dichas irregularidades se vuelvan, verdaderamente, violaciones a los derechos
fundamentales que el pacto federal protege tan celosamente.
Finalmente, las propuestas.
ANEXOS
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
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Nuevo León. Fondo Editorial Nuevo León, Universidad Autónoma de Nuevo León,
2005.
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Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, México. Esfinge, 2012.
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REYNOSO CASTILLO, Carlos, Curso de Derecho burocrático, México, Porrúa.
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TOLEDO, Vicente, Legislación del Trabajo de los Estados Unidos Mexicanos [en
línea] México,
Instituto de Investigaciones Jurídicas, “fecha de publicación desconocida”. [citado
05-07-2013], Formato pdf, Disponible en Internet:
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htm?l=789

LEGISLACION Y JURISPRUDENCIA
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Ley Federal del Trabajo.
Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado.
Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación.
Apéndice al Semanario Judicial de la Federación.

Bolaños Linares, Rigel, Derecho laboral burocrático. México, 3ª ed., Porrúa, 2010,
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13 Reynoso Castillo, Carlos, Curso de Derecho burocrático. México, 1ª ed.,
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Pallares y Lara, Sergio, Las Relaciones Laborales en el Servicio Público, 1ª ed.,
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