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PRIMERA PÁGINA
SUFICIENTE
Tu presencia es suficiente
para que el lugar deje de existir.
Tu llegada es suficiente
para que nunca llegue el tiempo.
PECES INESPERADOS
PULSERAS
POEMA SURREALISTA
2
¿Es condición de amor, cariño mío,
confesarme asesino, siendo víctima?
SIN MANOS
No esperaba
que me atravesaras cual flecha pagana.
No esperaba
que entraras en mi lenguaje, en mis palabras
3
y en los gestos de mis manos.
No esperaba
que te volvieras culta.
No esperaba
perder la corona y mi derecho de sucesión:
era fuerte y famoso,
mis soldados llenaban la tierra y el mar
y mis banderas cubrían los orientes.
No esperaba que hubiera un terremoto,
que se partiera el mar,
y que un día, tus ojos me dividieran en dos.
No esperaba
cuando te besé, olvidarme los labios.
No esperaba
cuando te abracé, volver sin manos.
INSUFICIENCIA
4
Sigo sintiéndome pequeño, amor mío
siempre que viajo por tus ojos.
Siempre que miro tus manos
me siento pequeño.
Siempre que me acerco a tu belleza salvaje, amor mío,
me siento pequeño.
Siempre que repaso mis escritos,
antes de verte, amor mío,
me siento pequeño.
No abandones
tu gallinero lacrado: la luz está roja,
no ames a mujer ni a rata:
la luz del amor está roja,
no cohabites con pared, piedra o asiento:
la luz del sexo está roja.
Sigue clandestino,
y no descubras tus decisiones ni a las moscas,
sigue analfabeto,
y no formes parte del adulterio ni de la escritura:
en nuestra época, el adulterio
es menos grave que el delito de la escritura.
Si intentas
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buscar una casa de cartón que te albergue,
una señora -de los restos de la guerra- que quiera consolarte
o unos pechos rotos
y una vieja nevera,
encontrarás la luz roja.
Si intentas
preguntar a tu profesor de clase: ¿por qué
se distraen los árabes de ahora con las noticias de las derrotas?
¿Por qué los árabes de ahora son cristal que se rompe sobre cristal?
Encontrarás la luz roja.
No viajes
con pasaporte árabe por los barrios árabes:
te matarán por una piastra
y, hambrientos por la noche, te devorarán.
No seas huésped de Hatim Tai2*:
es un embustero
y un estafador.
No te dejes engañar por miles de esclavas
y cofres de oro.
Amigo:
no vayas solo de noche
entre los colmillos de los árabes;
tu estancia se reduce a tu casa,
tu pueblo desconoce tu linaje.
Amigo:
Dios se apiade de los árabes.
EL LENGUAJE IMPOSIBLE
El escritor en mi país
habla todas las lenguas del mundo
menos la árabe:
tenemos una lengua temerosa
en la que se han taponado todos los agujeros de la libertad.
EL POEMA Y LA GEOGRAFÍA
... Aquí
el poeta nace en un saco de polvo,
canta a reyes de polvo,
a caballos de polvo
y a espadas de polvo.
Es un milagro
que el poeta convierta la noche en día.
Es un milagro
que plantemos flores
entre asedio y asedio.
Nosotros no escribimos
-como el poeta occidental- poesía,
escribimos, amiga mía,
el acta de suicidio.
DOS ESCRITORES
El buen escritor
es aquel a quien carcome los huesos
el germen del valor.
El mal escritor
es el que se traga antes de dormir
el remache de la máscara.
9
FLOR
LA PALABRA
ANUNCIO DE POESÍA
Si mi época no es bella,
¿cómo quieres que la embellezca?
Si me siento sobre las ruinas,
escribo sobre las ruinas
y me enamoro sobre las ruinas,
¿cómo voy a regalarte un ramo de flores?
10
Los mamelucos quieren dominarme,
beberme la sangre y la tinta,
quieren la cabeza del poema para descansar,
y a la poesía y al amor he confiado mi poder.
1
Cada día
me siento con un amigo italiano, Roberto.
Cada día
llevo esbozos de poesía
y me los como en lugar del desayuno...
Roberto conoce mi rostro,
mide el viaje de mi tristeza en metros.
2
Cada día
camino sobre las hojas secas.
Cada día
hablo con el lenguaje de la hierba
y entiendo los sentimientos de los árboles.
Cada día
construyo una esperanza con los colores del espectro
y un pueblo de flores...
Cada día
guardo en él la montura del mar.
La policía dice: no hay mares.
Cada día
11
construyo un país en el que vivo
y las lluvias lo arrastran...
3
Cada día
me pongo un abrigo,
cruzo la calle,
ocupo un asiento,
pido un café
y compro los periódicos de los países de Oriente Medio.
No me entusiasmo por abrirlos:
las noticias son las noticias
en el siglo primero y en el décimo.
Las noticias son las noticias...
4
Cada día
me siento con un amigo italiano, Roberto.
Cada día
pido una copa de coñac francés,
me trago una espada de fuego,
escribo poesía en una servilleta
y llora al leerla la chica del bar...
5
Cada día
se sienta en mi cama una mujer
y el destino me la arrebata.
Cada mujer lleva un hijo mío
y el huracán la golpea.
Cada día
escribo un poema a la libertad
que prohiben hasta los que son libres...
6
Ay, amiga mía:
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las hormigas tienen patria,
los gusanos tienen patria,
las ranas tienen patria,
los ratones tienen patria,
las liebres tienen patria,
las lagartijas y las cucarachas...
pero yo no poseo ninguna patria.
Por eso, amiga mía, vivo
en una patria de alquiler.
SUEÑO NACIONAL
CALENDARIO
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Hemos atravesado las tinieblas,
Franqueado lo impasible, inmóvil,
Excavando los huesos amontonados,
Y no hemos encontrado lo extraviado.
Regresamos al calendario:
¿Se puede engañar a los días?
Y oímos gritar a los restos
Tras el sarcasmo de las cifras.
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AL SAYYAB
Badr Shakir Al Sayyab (Iraq, 1926-1964)
TESTAMENTO DE UN AGONIZANTE
16
es mi cuerpo, y del agua de Iraq.
17
ABD AL WAHHAB AL BAYATI
(Iraq, 1926-1999)
MORIR EN LA POESÍA
NACIMIENTO
La creatividad es amor,
El amor es muerte
y la creatividad, el amor y la muerte son nacimiento.
¿Por qué, entonces, murieron Neruda y Hikmet?
¿Por qué la última rosa
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del balcón de mi casa se abrasó?
¿Por qué la estrella de mi amor se ocultó?
BAGDAD
A pesar de lo que dure el diálogo de la distancia,
Bagdad seguirá siendo
sol incandescente,
fuente renovada,
fuego eterno,
visión cósmica
para la infancia del poeta.
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AMAL DUNQUL (Egipto, 1940-1983)
EL FUTURO TESTAMENTO
GÉNESIS
Capítulo primero
Capítulo tercero
Dije: Que haya justicia en la tierra: ojo por ojo y diente por diente.
Dije: ¿Devorará el lobo al lobo y el cordero al cordero?
No pongas la espada en cuellos de niños y ancianos.
Vi al hijo de Adán matando al hijo de Adán, incendiando
las ciudades, hincando su puñal en el vientre de embarazadas,
arrojando los dedos de sus hijos a los caballos como pienso, decorando el
banquete de la
victoria con rojos labios gimientes.
La justicia había muerto y regía la ley del rifle. Sus hijos
eran crucificados en las plazas o ahorcados en los rincones.
Dije: Que haya justicia en la tierra, pero no la hubo.
La justicia sólo la poseyeron seres sentados en tronos de cráneos con sudarios
como manteles.
Y Dios vio que eso no era bueno.
22
ADONIS (ALI AHMAD SAID) (Siria, 1930-)
EL TIEMPO
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¿Es un cuerpo esto que veo o un esqueleto de barro?
Me inclino, arreglo dos ojos y remiendo una cadera.
Tal vez la intuición me ayude
y me guíe un fulgor de memoria
pero es inútil que investigue la delgada hebra,
inútil que junte una cabeza, dos brazos y dos piernas
para descubrir la identidad del muerto.
26
¿Soy más que un ser, mi historia es mi abismo
y mi plazo mi incendio?
¿Qué es esto que en una carcajada se eleva
de mis miembros ahogados?
¿Soy múltiples seres que se preguntan:
¿Quién eres? ¿De dónde vienes?
¿Son mis órganos los bosques del combate
en una sangre-viento, en un cuerpo-hoja?
27
A pesar de que haya amado la creación en tu nombre,
no me reconocerás, nada me unirá a ti,
aparte de estas huellas enterradas en mi alma
que me lloran y me hacen llorar sobre ti.
3
Sobre las que se grababan los nombres de los infieles que debían ser lapidados, según la
ley divina.
28
Deliro. Venus es la ajorca de mis días,
Capricornio mi brazalete
y las flores en sus corolas son balcones...
29
la tierra un niño y los mitos mujeres
¿o tal vez sueños?
LA CIUDAD
Dormí con la ciudad
en el comienzo de las ramas,
en el inicio de las heridas.
Estaba sobre mi lecho,
más agitada que un navío en alta mar,
y el semen la estremecía,
le abría todas las venas...
Al despertar, el lecho era un río,
por amor,
y el semen la historia de dos amantes,
y eran sus pechos dos ciudades.
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FADWA TUQAN
(Palestina, 1917 – 2003)
LA ROCA
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Mundo de mis sentimientos
Y he danzado con
La agilidad de los pájaros
Y una risa loca. Luego, desde
Las profundidades de mi desesperación,
Una llamada sacude mi espíritu
Y en secreto amenaza:
"No escaparás.
Estoy aquí.
No hay escapatoria
Ni refugio".
La sombra de la roca negra traza
Figuras deformadas.
En vano intento retirarla,
En vano pretendo huir.
No hay escapatoria.
¡Cuánto he explorado la tierra de
la desgracia!
He aspirado el elixir del consuelo
En la miseria de los prisioneros como yo,
Prisioneros del destino.
He penetrado entre la gente,
Donde están las tragedias
Y las lágrimas,
Donde los látigos silban y caen
Sobre los rebaños humanos,
Sobre las espaldas desnudas
Y los humillados cuellos,
Donde los dóciles esclavos
Huyen en grupos
Hundiéndose en lágrimas,
Sangre
Y sudor.
Continué: busqué consuelo
Para la desgracia
Pero no hay escapatoria.
La maldición de la negra roca
Nació conmigo
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Para ser mi sufrimiento.
Muda,
Pegada a mí,
Su sombra sigue los pasos de mi vida.
Mira cómo se ha instalado
Con su arrogancia
En mi pecho.
¡Déjame!
No podemos vencerla.
Las cadenas de mi prisión no se romperán.
Mi espíritu permanecerá
Cerrado
Y yo seguiré solo
En la lucha.
Solo
Con el intenso dolor,
Con el tiempo,
Con el destino.
Solo
Con esta roca negra
Aplastándome.
No hay escapatoria.
(Del poemario: La encontré (1957)
33
SAMIH AL QASIM (Palestina, 1939-2014)
ALFABETO DE LA VIDA
Mim
Mi alegría de ti
No me otorga felicidad.
Que mi tristeza por ti
Me la otorgue.
Ya
Oh dispersión eterna,
Te abrazo,
Me convierto en ti
Y me balanceo al borde de la locura,
Ruiseñor en la tempestad,
Tempestad en la fiebre,
Al borde de la locura.
¿Quién soy yo para soportar toda esta pasión?
Deslízate, pie,
Y que la oscura lila goce
De mi recuerdo estallado
En el abismo de la locura.
La
Entre el alba y el alba estaremos solos,
Tu pudor angelical estará con nosotros,
Frente a mi osadía,
El mundo estará con nosotros
Y estaremos solos.
Entonces, ¿eso es el amor?
Al alba
La tibieza de tu cuello sobre mi brazo me despierta,
Un mechón de tu cabello fino tiembla
En el jazmín de tu respiración,
Tu respiración rítmica cual plegaria.
Hundo mi rostro en tu regazo y lloro.
Que las mariposas y los pájaros vengan
A vivir con nosotros,
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Que el cristal de la ventana y la ventana sepan,
Que el pequeño limonero y el jardín del cielo sepan,
Que el mundo entero sepa que vivimos.
Con las manos unidas,
Hemos traspasado el milagro con el milagro.
Dal
Cuando paso junto a ellos
La gente se burla de mis murmullos
Y de mi risa,
Se compadece del viandante extranjero
Y reza una oración por mi juventud
Perdida en la locura.
Perdonémosles, oh amada alejada de mí,
Porque ellos no te ven caminando a mi lado.
Perdonémosles, oh amada.
Ya
Entre la tarde y la tarde me quedo solo
Y se queda conmigo el valium tranquilizante,
Se queda conmigo el escandaloso Albinoni
Y me quedo solo.
Mi cuerpo está habitado por ti, alejada de mí,
Mi alma está fundida contigo por los siglos de los siglos.
Amén.
Como si jamás hubieras existido,
Como si existieras desde siempre,
Eso es el amor.
KUFR QASIM4
A pesar de la noche del oprobio y las iniquidades,
ya te llega, Kufr Qasim, la misión del combate.
A pesar de la fuerza del tirano, que espumarea de rabia.
A pesar del azude de alambradas que se alza en el sendero.
A pesar del rencor de los fusiles que empuña la injusticia,
hemos llegado aquí. ¡Trágate la vergüenza, gobernante!
Que somos de tu pueblo; sobre el recuerdo de los crímenes
puesto en pie, y sobre la promesa de las víctimas.
4
Traducción de Pedro Martínez Montávez y Mahmud Sobh.
35
Soberbios hijos tuyos, desde la resistente Galilea
venimos para enfrentarnos a la opresión.
Desde el bravo Carmelo te llegamos,
como llamas volando por los campos corruptos.
¡Amadísimas tumbas!... Otras tumbas que no lo parecen
os saludan mil veces. ¿Qué consuelo traeros,
si en la familia del dolor somos hermanos?
Por eso te llegamos, urgiéndote, Kufr Qasim,
a que despiertes... ¡Responde a la llamada!
* * *
* * *
37
al abrirla mis manos
se deshizo en espinas,
sobre mi corazón, contra mi rostro,
¡Queridísimo hermano!
Para ti, allá en Beirut,
allá donde agonizas.
Igual que una azucena sin raíz,
como un río que su fuente ha perdido,
como una canción sin comienzo,
como una tempestad sine existencia.
Para ti, donde mueres
como el sol otoñal,
con mortajas de seda.
Allá donde
-¡herida mía, y vergüenza!-
estás agonizando.
Tú, que viertes el agua de tu rostro en mi fuego.
Para ti, desde mi alma combatiente,
desnuda y muerta de hambre,
el más hondo saludo,
¡la maldición perenne de tu casa!
38
JOUMANA HADDAD (Líbano, 1970-)
ÁRBOL AZUL
39
Que viví por mucho tiempo
Y cuando me hice fruta
Supe
Lo
Que
Me
Esperaba.
Y desde aquel día me voy
Me reencarno en cada nube y viajo
El deseo es mi camino y la tormenta mi compás
El amor no ancló en ningún puerto
Gemela de la marea alta y de la marea baja
De la ola y la arena
De la abstinencia de la luna y de sus vicios.
El que conoce mi ritmo me conoce
Me sigue
Pero nunca me alcanza.
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