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POESIA PARA DISFRUTAR

AUTOR: LENIN PALACIOS


GONZALEZ
GRUPO: 1-F NL: 32
DEDICATORIA
Se lo dedico especialmente a mis padres por haberme
apoyado en todo momento, por sus valores, por sus
consejos y por sus motivaciones de ser una persona de
bien.

Se lo dedico a mi maestro, quien se ha tomado el


trabajo de transmitirme sus conocimientos para lograr
mis metas y sueños.
Se lo dedico a mi hermano ya que gracias a su ayuda
esto no sería posible de realizar.

INTRODUCCION
La poesía es una de las ramas más hermosas de la
literatura, es capaz de maravillar o enamorar a alguien
con unas simples líneas de palabras, causa una
tormenta de emociones sin sentido o hacernos llorar
con un solo verso.

El poema es una compasión u obra artística,


perteneciente al género de la poesía, que posee
diversas variaciones y normas que en sus orígenes
englobaba a cualquier texto perteneciente a la
literatura.
INDICE
1: El prisionero. Pag: 5
2: Égloga I. Pag: 5
3: Soledad primera. Pag: 6
4: La primavera. Pag: 6
5: Rima xiv. Pag: 7
6: Triangulo armónico. Pag: 7
7: Dieciséis de septiembre. Pag: 8
8: Los niños mártires de Chapultepec. Pag: 8
9: Insomnio. Pag: 9
10: Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba. Pag: 10
11: Rima xv. Pag: 11
12: Tu nombre. Pag: 12
13: Te seguiré callada. Pag.13
14: No es que muera de amor. Pag: 14 y 15
15: Apuros de atacón
1.- EL PRISIONERO
(Anónimo, España)
Que por mayo era, por mayo, cuando hace la calor, cuando
los trigos crecen y están los campos en flor, cuando canta la
calandria y responde el ruiseñor, cuando los enamorados
viven su amor; y yo, triste, aislado, que vivo en esta prisión;
que ni sé cuándo es de día ni cuándo las noches son, sino por
una avecilla que me cantaba el albor. Matómela un cazador;
denle mal galardón.

2.- Égloga I
(AUTOR) Garcilaso De La Vega
Con mi llorar las piedras enternecen su natural dureza y la
quebrantan; los árboles parece que se inclinan: las aves que
me escuchan, cuando cantan, con diferente voz se
condolecen, y mi morir cantando me adivinan. Las fieras,
que reclinan su cuerpo fatigado, dejan el sosegado sueño por
escuchar mi llanto triste.
Tú sola contra mí te endureciste, los ojos aún siquiera no
volviendo a lo que tú hiciste salid sin duelo, lágrimas,
corriendo.

3.- SOLEDAD PRIMERA


(AUTOR) Luis De Góngora y Argote
El joven, al instante arrebatado a la que, naufragante y
desterrado, lo condenó a su olvido.
Este, pues, Sol, que a olvido lo condena, cenizas hizo las que
su memoria negras plumas vistió, que infelizmente sordo
engendran gusano, cuyo diente. minador antes lento de su
gloria, inmortal arador fue de su pena, y en la sombra no más
de la azucena, que del clavel procura acompañada imitar en
la bella labradora el templado color de la que adora, víbora
pisa tal el pensamiento, que el alma, por los ojos desatada,
señas diera de su arrebatamiento.

4.- LA PRIMAVERA
(AUTOR) Tomas De Iriarte
Ya alegra la campiña la fresca primavera; el bosque y la
pradera renuevan su verdor.

Con silbo de las ramas los árboles vecinos acompañan los


trinos del dulce ruiseñor.

Este es el tiempo, Silvio, El tiempo del amor.

5.- RIMA XIV (AUTOR) Rubén Darío


El ave azul del sueño Sobre mi frente pasa:
Tengo en mi corazón la primavera y en mi cerebro el alba.
Amo la luz, el pico de la tórtola, la rosa y la campánula, el
labio de la virgen y el cuello de la garza. ¡Oh, [...] sé que me
ama!...

6. TRIANGULO
AROMONICO
(AUTOR) Vicente Huidobro
Thesa
La bella
Gentil princesa
Es una blanca estrella
Es una estrella japonesa
Thesa es la más divina flor del Kyoto
Y cuando pasa triunfante en su palanquín
Parece un tierno lirio, parece un pálido loto Arrancando una
tarde de estío del imperial jardín.

7. DIECISEIS DE SEPTIEMBRE
(AUTOR) Andrés Quintana Roo
Al miserable esclavo (cruel decía) que independencia ciega
apellidando, de rebelión el pabellón nefando alzó una vez en
algazara impía, de nuevo en las cadenas, con más rigor a su
cerviz atadas, aumentemos las penas, que a su última
progenie prolongadas, en digno cautiverio por siglos
aseguren nuestro imperio.

8. LOS NIÑOS MARTIRES DE CHAPILTEPEC


(AUTOR) Amado Nervo
Como renuevos cuyos aliños un viento helado marchita en
flor, así cayeron los héroes niños ante las balas del invasor.

Allí fue... los sabinos la cimera con sortijas de plata


remecían; cantaba nuestra eterna primavera su himno al sol:
era diáfana la esfera; perfumaba la flor... ¡y ellos morían!

9. INSOMNIO (AUTOR) Gerardo Diego


Tú y tu desnudo sueño. No lo sabes. Duermes. No. No lo
sabes. Yo en desvelo, y tú, inocente, duermes bajo el cielo.
Tú, por tu sueño, y por el mar las naves.

En cárceles de espacio, aéreas llaves te me encierran,


recluyen, roban. Hielo, cristal de aire en mil hojas. No. No
hay vuelo que alce hasta ti las alas de mis aves.

Saber que duermes tú, cierta, segura -cauce fiel de abandono,


línea pura- tan cerca de mis brazos maniatados.

Qué pavorosa esclavitud de isleño, yo, insomne, loco, en los


acantilados, las naves por el mar, tú por tu sueño.

10. ESTA TARDE, MI BIEN, CUANDO TE


HABLABA
(AUTOR) Sor Juana Inés De La Cruz
Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba, como en tu rostro y
tus acciones vía que con palabras no te persuadía, que el
corazón me vieses deseaba.

Y Amor, que mis intentos ayudaba, venció lo que imposible


parecía, pues entre el llanto que el dolor vertía, el corazón
deshecho destilaba.

Baste ya de rigores, mi bien, baste, no te atormenten más


celos tiranos, ni el vil recelo tu inquietud contraste

Con sombras necias, con indicios vanos, pues ya en líquido


humor viste y tocaste mi corazón deshecho entre tus manos.

11. RIMA XV
(AUTOR) Gustavo Adolfo Bécquer
Cendal flotante de leve bruma, rizada cinta de blanca
espuma,
rumor sonoro
beso del aura, onda de lun:
eso eres tú.
Tú, sombra aérea, que cuantas veces voy a tocarte te
desvaneces como la llama, como el sonido, como la niebla,
como el gemido del lago azul
de arpa de oro,
En mar sin playas onda sonante, en el vacío cometa errante,
largo lamento
del ronco viento,
ansia perpetua de algo mejor, ¡eso soy yo!
Yo, que a tus ojos, en mi agonía, los ojos vuelvo de noche y
día: yo, que incansable corro y demente tras una sombra, tras
la hija ardiente de una visión!

12. TU NOMBRE
(AUTOR) Jaime Sabines
Trato de escribir en la oscuridad tu nombre.
Trato de escribir que te amo. Trato de decir a oscuras todo
esto. No quiero que nadie se entere, que nadie me mire a las
tres de la mañana paseando de un lado a otro de la estancia,
loco, lleno de ti, enamorado. Iluminado, ciego, lleno de ti,
derramándote Digo tu nombre con todo el silencio de la
noche, lo grita mi corazón amordazado.

Repito tu nombre, vuelvo a decirlo,

lo digo incansablemente,

y estoy seguro que habrá de amanecer.

13. TE SEGUIRE CALLADA


(AUTOR) Julia de Burgos
Te seguiré por siempre, callada y fugitiva,
por entre oscuras calles molidas de nostalgia,
o sobre las estrellas sonreídas de ritmos
donde mecen su historia tus más hondas miradas.
Mis pasos desatados de rumbos y fronteras
no encuentran las orillas que a tu vida se enlazan.
Busca lo ilimitado mi amor, y mis canciones
de espalda a los estático, irrumpen en tu alma.
Apacible de anhelos, cuando el mundo te lleve,
me doblaré el instinto y amaré tus pisadas;
y serán hojas simples las que iré deshilando
entre quietos recuerdos, con tu forma lejana.
Atenta a lo infinito que en mi vida ya asoma,
con la emoción en alto y la ambición sellada,
te seguiré por siempre, callada y fugitiva,
por entre oscuras calles, o sobre estrellas blancas.

14. NO ES QUE MUERA DE AMOR


(AUTOR) Jaime Sabines
No es que muera de amor, muero de ti.
Muero de ti, amor, de amor de ti,
de urgencia mía de mi piel de ti,
de mi alma, de ti y de mi boca
y del insoportable que yo soy sin ti.
Muero de ti y de mí, muero de ambos,
de nosotros, de ese,
desgarrado, partido,
me muero, te muero, lo morimos.
Morimos en mi cuarto en que estoy solo,
en mi cama en que faltas,
en la calle donde mi brazo va vacío,
en el cine y los parques, los tranvías,
los lugares donde mi hombro
acostumbra tu cabeza
y mi mano tu mano
y todo yo te sé cómo yo mismo.
Morimos en el sitio que le he prestado al aire
para que estés fuera de mí,
y en el lugar en que el aire se acaba
cuando te echo mi piel encima
y nos conocemos en nosotros,
separados del mundo, dichosa, penetrada,
y cierto , interminable.
Morimos, lo sabemos, lo ignoran, nos morimos
entre los dos, ahora, separados,
del uno al otro, diariamente,
cayéndonos en múltiples estatuas,
en gestos que no vemos,
en nuestras manos que nos necesitan.
Nos morimos, amor, muero en tu vientre
que no muerdo ni beso,
en tus muslos dulcísimos y vivos,
en tu carne sin fin, muero de máscaras,
de triángulos oscuros e incesantes.
Muero de mi cuerpo y de tu cuerpo,
de nuestra muerte, amor, muero, morimos.
En el pozo de amor a todas horas,
inconsolable, a gritos,
dentro de mí, quiero decir, te llamo,
te llaman los que nacen, los que vienen
de atrás, de ti, los que a ti llegan.
Nos morimos, amor, y nada hacemos
sino morirnos más, hora tras hora,
y escribirnos y hablarnos y morirnos.

15.APUROS DE UN
ATACON
(AUTOR) Aquiles Nazoa

Contando - ya voy por cien -


para quedarme dormido,
hambriento, solo, aburrido,
vengo de Cagua en tren.
Paramos junto al andén
de una pequeña estación,
y allí sube un hembrón
de tan espléndido empaque,
que, iniciado el plan de ataque,
le busco conversación.
No me tengo que esforzar
para “buscarle pelea”,
pues ella también desea,
por lo visto, conversar.
La coge, para empezar,
por el tema del calor,
y a falta de algo mejor
con que seguir adelante,
se pega a hablar de un cantante
que es de mí mismo color.
Tratando de contener
aquel torrente espantoso
que por estar de gracioso
yo mismo he puesto a correr,
le ofrezco: - ¿Quiere leer?
Y ella, alarmada: - ¡Que horror!
Si usted supiera, señor,
a mí, libro no me pasa…
Y eso que tengo en mi casa
“Los Tintanes del Amor”.
Y empieza el cuento sin fin
en torno a cierta historieta
que su hermanita Enriqueta
se está leyendo en “Pepín”.
Para ponerse carmín
apaga un poco el motor;
pero con furia mayor
vuelve a la carga al instante
¡de nuevo con el cantante
que es de mí mismo color!
Ya tengo la sensación
de que, prendida en la oreja,
lo mismo que una cangreja
llevo a la dama en cuestión.
¡Oh lector, por compasión,
moviliza tu saber
y dime qué debo hacer
contra su implacable charla!
Sin tener que asesinarla,
¿cómo callo a esta mujer?

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