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7
Podría mentir,
Diciendo que hubiera querido descubrir el mundo,
Pero realmente me hubiera gustado despertarme cada
día,
En un nuevo país extranjero.
Soñaba que estaba atrapada en la red de un pescador,
Soñaba que soy el pescador, las perlas y el lago.
Quiero ir al mar,
Y desde ahí observar la dura ausencia que me aprieta.
Maysun Saqr al-Qasimi
2002 ~ Emiratos Árabes Unidos10
Vi
como si hubiese andado por la plaza
como si la plaza me hubiese visto
como si hubiésemos andado,
y nuestro andar hubiésemos visto allí.
Oí
como si hubiese escuchado la conversación
11
como si la conversación me hubiese oído
como si hubiésemos escuchado,
y nuestra conversación silenciosa hubiésemos oído allí
Dhabiya Khamis
1958 ~ Emiratos Árabes Unidos12
Si lo amara como una rosa y él fuera una golondrina
Hombre, te amo
y casi te odio.
Eres deseo del día
y yo noche sin ocaso.
Mi sangre te busca
como la tierra. 13
¿Qué le digo al cuerpo,
que sueña contigo así
como late el corazón?
¿Le cuento
que es firme como el filo del cristal,
como el corazón de una estrella muerta?
Esquizofrenia
La niña y la circuncisión
Tu apodo es
Maravillaos
Fragmento
¿Quién me defenderá?
(A un pretendiente que tuvo el atrevimiento de pedirle ma-
trimonio)
Respóndeme enseguida
¿Voy yo a ti o tú vienes a mí?
Mi corazón acepta lo que digas.
A salvo te hallarás de la sed y del sol
cuando ocurra tu encuentro conmigo,
pues mi boca es dulce fuente cristalina,
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las ramas de mi pelo, sombra umbrosa,
Respóndeme enseguida…
Bahira Abdulatif
1957 ~ Irak
36
Mujer
39
Nidaa Khoury
1959 ~ Israel
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Muerte es ondulación
La muerte viene a mí
me saluda con besos
nunca suficientes
me besa hasta la muerte
planta mil besos en mi cuerpo
en mi cintura y mi pecho
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en mi espalda planta sus semillas
mi enajenada amante
con ella, bebo la calle de besos
a escondidas de las miradas de la gente
atrás de las bombas de gas lacrimógeno
la muerte arriba a puerto de nuevo flirteando entre olas
la muerte es el cereal que yo muelo
en mi tormento
y me encamino al horno de la revolución
y a los arcos de la prisión
Una estación
Parada en la estación
cazando mi hambre
mis manos son bosques sin trigo
sin pedazo de pan
El significado de Expiración
entre los escorpiones del lugar
y los Ángulos del tiempo
yo me esparzo como el humo
el Secreto de las formaciones de Dioses está sobre la
tierra 47
y como el suelo vino desde el árbol
Regresa la poesía
al final de la noche,
y entra a su casa,
cansada.
Amamanta a sus hijos
aún despiertos.
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Los alimenta
uno
a uno.
Con los pechos secos
llora.
Reza la última cena.
¡Se acuesta!
Mona Kareen
1987 ~ Kuwait
51
Muriendo como estatua
A los veintitrés,
llegas con
tu triste familia,
pensando que eres una
chica que va a
aeropuertos pero nunca…
52
Kumari
Querida Kumari,
Yo, por supuesto,
no sé si
Kumari fue tu
verdadero nombre,
se volvió una
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costumbre en el
golfo cambiar.
Quien esconde sus ojos
Brillando en las
marchas
al borde del infierno:
Una única carretera
que nos aleja de
la ciudad de Platón
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Aquí, nadie…
Felicidad
55
Una poeta
escribió un poema
sobre su amor
y lo dejó
en el balcón.
Su amado vino
y lo robó.
Muy solitario. 56
El cuarto de la oscuridad.
Soy de la oscuridad, mi
tierra es una mariposa envejecida,
mis predicadores son el desierto
Me baño ahí…
57
Warda al-Yaziji
Siglo XIX ~ Líbano
Oh corazón afligido
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Yo soy Lilith, la diosa de dos noches
que vuelve de su exilio.
Soy Lilith, la mujer destino.
Ningún macho escapa a mi suerte
y ningún macho quisiera escapar.
Yo la leona seductora, 74
regreso para cubrir de vergüenza a las sumisas
y reinar sobre la tierra.
Regreso para sanar la costilla de Adán
y liberar a cada hombre de su Eva.
Yo soy Lilith
y vuelvo de mi exilio,
para heredar la muerte
de la madre que he criado.
Souzanne Alaywan
1974 ~ Líbano
Los desórdenes de la palabra
Nada,
nada salvo la lluvia.
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Porque la mañana perdió su tristeza
porque yo renuncié a mi deseo,
y vacié las palabras de sus muchos despojos
porque, sin amores,
mi corazón es la rosa de la oscuridad
mi cuerpo árbol de la ausencia
porque la tinta no es sangre,
porque mis fotos no se me parecen
y la luna colgada del armario. no es buen abrigo para mi
alma
porque absolutamente, de verdad, amé
y sólo cuando fui destruida
comprendí el volumen de la tragedia.
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Imaginemos la escena
Temerosos
como dos lágrimas,
en los ojos de un niño 79
penetrando el corazón
su rosa herida.
Él la ama
y ella le ama,
pero
al final de la larga calle
se separarán.
Mira el mensaje
que difunde
su triste mirada.
Desde su maleta
mira las luces que se extinguen,
tras sus pasos
el enjambre de estrellas
que precipitan sobre sus alas.
Él solamente
se llevará
sus cálidas lágrimas,
ella desaparecerá
en la encrucijada
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reclinada
sobre su sombra
y la ternura de sus últimas palabras:
Que los ángeles te acompañen.
Hermoso niño
hubiera sido posible encontrarle en la vida
si no estuvieran todas estas paredes tras los años.
Aquí me detengo.
¿Quién acabará el sueño?
Marte
Noche consejera
en las ventanas
las paredes,
su voz apagada
vela sobre la lluvia
las sombras de sus manos temblorosas.
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Noche consejera
de pronto
una gata de densa nube,
de negro corazón apenas la amenaza el abandono
con todo su corazón apenas teme
que caigan en el manto negro las estrellas de sus ojos
como lágrimas negras.
Maya Abu Al Hayyat
1980 ~ Líbano
Un camino para la pérdida
No guardo rencor,
pero los vecinos siempre son entrometidos.
No reprocho,
pero los enemigos matan.
Mis hijos crecen,
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y nadie piensa todavía
en transmitir la última hora de noticias,
cerrar canales religiosos,
sellar techos y paredes de escuelas,
acabar con la tortura.
No me atrevo a hablar.
Cualquier cosa de la que hablo sucede.
No quiero hablar
prefiero estar perdida.
Similitudes
Un médico tunecino
le dijo a mi papá:
“Es una condición psiquiátrica”.
Me había gustado y la consideraba una casa
antes de que pronunciara esa frase
que causó muchos moretones
y derrumbó la casa.
Respóndeme enseguida…
No fue amor
lo practicado
fuimos combate de fuerzas
entre dos cuerpos
colmados de reproches
cansancio
sudor frío
al galope... al galope... al galope
sin poder conquistar
UNA VOLUNTAD
A Lamia’ la hembra
A ti mi pequeña hija
el timbre de los murmullos
yo silencié
la risa triste
104
ahogué
el éxtasis de los olores
que enterré
cuando mi juventud se alejó
Hacia ti
Todos los caminos
que nunca pisé
Para ti
todo el fruto
mis manos se abstuvieron
de recoger
Enséñame la noche..
***
105
Enséñame la noche..
***
Enséñame la noche..
***
Enséñame la noche..
Enséñame la noche..
para construirte
con mis sueños un trono
y dormir a tus plantas
106
***
Enséñame la noche..
Tengo dientes
me paro sobre dos pies
y en mis ojos se instala una niebla antigua.
Todavía me parezco a ti, infante.
Lloro y nadie entiende por qué.
Cada vez que me siento aburrido 111
introduzco el peligro en mi vida.
Mi única diversión es
ver cómo se me caen las cosas de la mano
una y otra vez,
y en mi boca hay un nombre
con el que llamo ciegamente a todas las cosas.
Lamiae El Amrani
Siglo XX ~ Marruecos
Del poemario Tormenta de especias
A lo lejos
Verdor ardiente
Despierta en la noche
me visita tu mirada
tus ojos de verde
y verde esperanza
me acerco a ellos
y cabalgo en tu cama
tú corres en mis ríos
yo corro en tu mirada
La criada
La compra
La honra
Retrato de un viaje
Ni en una mujer.
A lo lejos
En un escaparate espera,
como una muñeca de porcelana,
a ser recogida por un viejo tren,
sin saber que solo la llevará
a otro callejón peor.
Pero ella sigue esperando a su tren, 121
ese que viene, y no llega,
pero sube en el primero que llega.
(Segunda parte)
La esperanza ofreció
ese clamor agudo
el jugo de la pasión
anduvo ahorcando
toda voluntad extraña a mí.
En la garra de tus brazos
122
mi voz se suspendía
testigo era el que veía
cómo mi corazón
se pierde entre tu pecho.
Al fluir en tus sueños de verano
me fui de mí sin llevar
más que una sonrisa,
una rosa que escondía
entre los labios para sorprender
tu calor, tu sabor a agua,
tu piel dorada, y tu boca
de donde bebe mi tranquilidad.
Sirena durmiente
Rodeada de azul,
entre girasoles flotantes
desliza sus labios
sobre la superficie
buscando una estrella.
Sus manos son como 123
alas desnudas de plumas
que conducen su piel
por el sendero remoto
de los agujeros negros
que deja el tiempo.
Coronando su ombligo
un cordón la une a la tierra
de falsos universos
que se le aparecen,
pero de ellos solo permanece
la sombra.
Lágrimas disecadas
En su cara se refleja
una apasionada fuerza.
En sus mejillas
se dibuja el rubor
de una ilusión inquieta,
como el iris que la rodea
cuando el pacífico
125
la estrecha entre sus pestañas
para que flote
libre entre los vaivenes
de la brisa.
Luego vuela entre espuma,
que acaricia sus entrañas.
Sus dedos delicados,
se convierten en
un sueño azul
prohibido como aquellas
esperanzas derrochadas
en medio de una noche abandonada
a orillas de Valparaíso.
Libertad
En tu amor y amor
un mar en tus ojos
Te eternizo
Al-Khansa
575 - 645 d.C. ~ Omán
140
Mi ojó lloró y me despertó
141
Eran mis hijos
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Nasra Al Adawi
Siglo XX ~ Omán
149
Mi mujer africana
Te echo un vistazo,
mi mujer africana
tu piel está llena de brillo.
El color de la montaña,
persistencia de tu lucha,
prevalece entre todos 150
tu mirada, más allá del alcance de la distancia,
un símbolo de determinación.
Tu corazón es el más bueno,
una leona en tu alma.
Desechar el frío
Tengo la voluntad
para tocar el cielo
Y no necesito alas
posibilitando la altura que busco,
la derrota, no tiene definición en mi cabeza.
Tengo la aspiración, y estoy lista para tomar ese sueño. 155
Una mujer como yo, lo encontrará lejano,
a muchas millas más.
Mi madre la molió
cabeza en paredes y azulejos
como mi padre se enfureció,
tírame al agua sucia
162
Ceremonia fúnebre de una rosa roja
Vivamos y amemos,
trata de ganar mi corazón, mi núcleo
esa es mi verdadera gracia
será que tu eres
virtuoso y sincero
ya que soy mujer
con carne y sangre.
166
Parveen Shakir
Siglo XX ~ Pakistán
Catarsis
Antes de casarme
mi madre solía
tener pesadillas.
Sus gritos de terror
me estremecían.
Yo la despertaba
174
para preguntarle:
“¿Qué sucede?”
Con los ojos en blanco,
ella me miraba fijamente.
No podía recordar sus sueños.
La desperté,
pero se rehusó a contarme el sueño.
¡Ojos sensibles,
ojos pensativos,
ojos que miran hacia adelante,
ojos que cantan
que se arman de odio y de ira
o que son abismos llenos de misterios!
A pesar de sí mismos.
A la señorita C.
Me alejo
de tus guirnaldas de rosas rosadas,
tus fresas de satén rojo brillante.
Líbano,
rosas rosadas,
fresas rojas
Adiós.
Adiós.
Fadwa Tuqan
Siglo XX ~ Palestina
En las olas
Aquella noche
las caras se desvanecieron en torno nuestro
y todo desapareció
menos el brillo azul de
tus ojos y la llamada
en aquel brillante azul
188
donde mi corazón
navegó cual barco
guiado por las olas.
Las olas nos condujeron
a un mar sin playas,
sin límites
y sin resistencia
a que las olas contarán
la eterna historia de la vida
resumida en una mirada.
y la tierra se inundó con
el impulso de la marea, el viento y la lluvia.
Aquella noche
mi jardín se despertó
y los dedos del viento
arrancaron su cercado.
En mi jardín, la hierba,
las flores y los frutos se estremecieron
con la danza del viento y la lluvia.
Todo se desvaneció
aquella noche
menos el brillo azul de tus ojos
y la llamada
en el brillante azul
donde mi corazón navegó
cual barco guiado por las olas.
189
La roca
Mira cómo esa negra
Roca ha sido amarrada a mi pecho
con las cadenas del arrogante destino,
con las cadenas del absurdo tiempo.
Mira cómo aplasta
mis frutos y mis flores,
me esculpe con el tiempo
190
y me destruye con la vida.
¡Déjame! No podemos vencerla.
Las cadenas de mi prisión no se romperán.
Permaneceré en soledad
Mientras el destino sea mi prisión.
Déjame
permanecer así:
sin luz,
futuro
ni esperanza.
La roca negra no tiene escapatoria
ni refugio.
Este terreno no es
apto para plantar.
Aquí la tierra es
dura, áspera, seca.
Las uñas de un muerto
dejan arañazos.
202
Cierro los ojos. El polvo
obstruye mi garganta.
Yo no sabía que la tierra
pudiera ser tan pesada.
Quizás, si levantara
un brazo, alguien podría
pasar por mi tumba un día
y, como en las películas de terror
nocturnas, ver una mano sin vida,
una mano abierta, unos dedos
semi-encrespados…
y gritar.
Yo no he muerto hoy.
Pero algo de mí sí lo ha hecho.
Y aún sigue yaciendo
en esa pútrida tumba,
fermentado su conocimiento en la oscuridad.
Laylà ‘Allush
1948 ~ Palestina
Senda de afecto
Nací en Junio.
Y por eso mi frente está marcada con espinas.
Y por eso estoy a la espera de una aurora
que despeje la penosa noche de mis ojos.
Nací en Junio.
Y por eso el verdugo aguarda, 206
tratando de cambiar mi nombre.
Atusa sus mostachos y refuerza
las rendijas de mi prisión
dejando libre el campo abierto para las bestias
que anhelan mi carne.
Nací en Junio.
Y por eso ellos construyeron un centenar
de espantapájaros que clavaron
en mis vestidos robados,
en mis zapatos,
en mi abrigo
empalándolos con flechas envenenadas
en mi tierra,
ocultando la espada de mi abuelo
vendiendo sus despojos
ante mis ojos.
En Junio nací yo.
En Junio volví a la vida de nuevo.
Y por eso espero el alba
con nervio,
carne
y ojos.
Y por eso
aún engendro hijos.
Para defender mi hogaza de la bolsa de la bestia
en la noche tortuosa,
es por lo que
mi antigua rama de olivo 207
ha despertado, al cabo de veinte años,
con estremecimiento de creación, y se ha tornado
en látigo de fuego en mi mano.
El camino hacia el afecto
215
Combustible
Idioma de la piel
fusionando su más fina costura
con una fluida luz
con un dedo levantado 217
baile de labios
cada sentencia completa
él le habla a las sombras
de las hojas
papel de seda ensartado
cortado en delicadas banderas
en qué lado de la conversación
es que alguien comenzó?
Nosotros buscamos.
Abrimos la cámara.
Nos preparamos para lo que contiene
esperanza, números, perdones,
y, por qué no, tijeras
para cortarnos el pelo,
221
ahora
a muchos pies de distancia.
Cosmos sagrado
225
Aceptar el cielo en una gran cuenca
recuerda el olor a
artemisa después de la
tormenta
236
Suheir Hammad
1973 ~ Palestina
Esto no es un poema, es una promesa
Al borde de las
lágrimas, de la cordura y de la guerra,
me siento impotente, sin
esperanzas y sin vida.
¿Qué les diré a los jóvenes?
Cómo decirles, «…tu voz no
238
significa nada para quienes
piensan que la vida es el control
de los demás y la codicia? ¿Y dónde
están seguros quienes tratan
de no hacer daño a los demás?
Yo no quiero hacer daño a nadie, ¡Dios lo sabe!
En Irak, los niños miran con miedo
el cielo de la noche, como si
no hubiese estrellas, sólo bombas en el
Cosmos.
Y le temen a la tierra, porque
ahora cuentan los cánceres
de sus capuchas, donde
antes no los había.
¿Y cómo les diré a los jóvenes yanquis
que la cultura popular no tiene nada que ver
con la justicia ni con todo lo que los
aísla del mundo? ¿Y cómo gritaré,
si no me queda voz?
¿Y quién responderá a mis preguntas?
No será Rachel Corrie. Está muerta.
Y no importa lo que diga algún ejército.
He visto las fotos
Iba vestida de un color naranja
luminoso y estaba viva un minuto antes, y luego muerta
bajo los escombros, un minuto después.
En cuanto a mí, al parecer
ya me dejan insensible los palestinos
239
muertos, porque el asesinato de esta
muchacha
blanca de Olympia, Washington,
me ha partido el corazón y me ha helado la sangre.
Unos diez palestinos han caído
asesinados desde
ayer, cuando una excavadora Caterpillar,
conducida por un hombre,
demolió ese hogar que era su cuerpo.
Si alguien conoce a su familia, transmítanle
mi pésame y mi dolor.
Su teléfono, que le servía para las reuniones,
está en internet.
Allí se puede
leer lo que contaba sobre su experiencia en
Palestina.
Era una buena escritora.
Hay gente que dice,
«Para empezar,
no debería haber estado allí».
Ahora está muerta.
«¡Que se joda!».
Ahora está muerta.
«¡Puta traidora!».
Ahora está muerta.
¿Qué les diré a los jóvenes sobre la
no violencia, cuando
pueden ver
240
por sí mismos
que ni el naranja luminoso ni el megáfono
ni las cámaras ni la ciudadanía yanqui
impiden que a uno lo maten?
Recuerdo los tiempos en que linchaban a muchachos ne-
gros
y los descuartizaban por mirar a mujeres blancas.
Ahora los dólares de los impuestos aplastan la contesta-
ción
dondequiera que florezca.
Escudos humanos para objetivos humanos.
Hay palabras que retiro. Las
recupero
y ya no le permitiré a nadie que dicte mi
lenguaje.
No existe un «ala derecha», un ala es natural,
y el asesinato
puede ser humano, pero no natural,
incluso si los animales se devoran entre sí.
¿Es eso lo que somos, animales?
Si es así, reivindícalo, hijo de puta.
No existe una «madre de todas las bombas».
Blair, Sharon, Bush, todos
tienen madres y no importa lo que hagan, hay
algo que aman.
El poder blanco, el petróleo, la necesidad de ser
los únicos elegidos por Dios, lo que sea,
pero aman algo, porque
241
sus madres los amaron.
Una bomba no ama nada, no tiene madre y
no se ocupa de la vida.
No existe una madre de todas las bombas,
Sólo la autodestrucción de la humanidad.
No existe seguridad en ser un matón. Lo sé, porque
me han intimidado y sé,
con mis primeras canas, que el poder
verdadero
no se ejerce sobre otros, sino sobre uno mismo.
Esto no es un poema, no es una amenaza.
Es una promesa.
Dios tiene más imaginación
que todos nosotros juntos y no sé
cuál será la forma de retribución, pero
he visto antes el karma y lo veré
de nuevo y, entonces, proclamaré
los nombres de los inocentes y me pondré de lado
de aquellos que mantuvieron sus manos limpias
de sangre
y sus corazones limpios de odio.
Hoy es difícil no sentir odio. Pero a mí
me han amado, yo he amado y sé
que quienes deshumanizan a su enemigo
se deshumanizan a sí mismos.
La paz y la justicia son divinas.
Rachel Corrie escribió,
«A pesar de todo, estoy segura de que por mucho
242
que hubiera leído, asistido a conferencias,
visto documentales y escuchado relatos personales,
nada me hubiera preparado
para la realidad de la situación
aquí.
No es posible imaginarla hasta que se ve,
E, incluso entonces,
una es consciente de que la
experiencia
no tiene nada que ver con la realidad: con las
dificultades
que tendría el ejército israelí si disparase
contra una ciudadana
estadounidense, y con el hecho de que yo tenga dinero
para comprar agua,
pero el ejército destruya los pozos y, por supuesto,
con el hecho
de que siempre me queda la opción de marcharme de aquí.
A nadie
de mi familia, en mi ciudad,
le han disparado nunca un misil, mientras
conducía su coche,
desde una torre al final de una calle.
Tengo un hogar. Puedo ir a contemplar
el océano.»
Ahora está muerta. Y el océano
echará de menos su mirada. Palestina añorará
su corazón, pero su familia
243
recordará su coraje.
Y el presidente de los Estados Unidos de
América
(¿cuándo ocurrió otra vez?) ha
declarado la guerra contra Irak y se nos prometen
muchas muertes.
¿Qué les diré a los jóvenes sobre lo que sea?
En especial sobre humanidad y moralidad.
Un mes antes de que la mataran, Rachel
escribió a los suyos,
«Mucha gente quiere que la escuchen,
y yo
creo que debemos usar nuestros privilegios de
internacionalistas para que esas voces sean escuchadas
sin intermediarios
en los Estados Unidos, en vez de a través del filtro
bienintencionado
de internacionalistas como yo. Sólo estoy
empezando
a aprender, en lo que espero que sea
una intensa experiencia,
sobre la capacidad organizadora de la gente
contra toda clase de dificultades,
y sobre la capacidad de resistir.»
Exijo más apelativos: heroica, valiente, soldado.
Esta mujer joven hizo lo impensable,
no pestañeó, no dudó en dar un paso al frente, no
se echó atrás 244
ante la muerte. ¿Qué mayor diferencia puede haber
que la fragilidad de un cuerpo de mujer frente a una má-
quina
de destrucción?
¿Qué mayor historia se puede contar?
Al borde de la guerra, ojalá nos infundan fuerza
aquellos que Rachel Corrie
defendió hasta morir. Al borde de la guerra, ojalá
nos inculquemos esperanza. Al borde
de la guerra -¡un momento!- esto no es una guerra.
Al borde de lo que sea este nuevo
proyecto imperialista, ojalá Rachel Corrie
esté viva en nuestra resistencia, en nuestra búsqueda
de la justicia y en el espíritu de femenina hermandad.
Al borde de la guerra, ojalá recordemos
lo divinos que pueden llegar a ser los humanos.
Lo que haré
No bailaré al ritmo de su tambor de guerra.
No prestaré mi alma y mis huesos a su tambor
de guerra.
No bailaré a su ritmo.
Conozco ese ritmo, es un ritmo sin vida.
Conozco muy bien esa piel que usted golpea.
Estuvo viva aún después de cazada, robada,
expandida.
No bailaré al ritmo de su tambor de guerra.
Yo no voy a estallar por usted.
Yo no voy a odiar por usted, 245
ni siquiera voy a odiarlo a usted.
No voy a matar por usted.
Especialmente, no moriré por usted.
No voy a llorar la muerte con asesinato ni suicidio.
No me pondré de su lado ni bailaré con bombas
porque todos los demás están bailando.
Todos pueden estar equivocados.
La vida es un derecho, no un daño colateral o casual.
No olvidaré de dónde vengo.
Yo tocaré mi propio tambor.
Reuniré a mis amados cercanos y nuestro
canto será danza.
Nuestro zumbido será el ritmo.
No seré engañada.
No prestaré mi nombre ni mi ritmo a su sonido.
Yo bailaré y resistiré y bailaré y persistiré y bailaré.
Este latido de mi corazón suena más alto que
la muerte.
Su tambor de guerra no sonará más alto que
mi aliento.
Ahlam Bsharat
1975 ~ Palestina
Mi nombre brilla
Tenía miedo
Que fuéramos al
Mercado de animales,
Era jueves
Y tenía miedo de que mi padre comprara
En lugar de mí
Un buey
Para arar la tierra. Se lo han dicho:
Ella es delgada y feroz
Y la “ella”
Era yo.
Mi padre dijo:
De aquí.
No sabía por qué “aquí” exactamente.
Extiende tu mano.
Yo estaba mirando las manos de mi padre
Entonces me levanté
extendí mis manos
Y arrastré
De una caja vieja
Un nombre usado
Mi padre dijo
Aquí todo es barato
Asequible para los pobres
Y se reía.
Se ruborizaba junto al
Verde, marrón, amarillo negro
Y el color rojo.
252
Copa de níquel
Como el resto
pensé en un escape.
Pero tengo miedo a volar
una fobia a los puentes congestionados
y accidentes de tráfico,
de aprender un nuevo idioma.
262
Mi plan para una huida simple,
Una pequeña partida:
empacar a mis hijos en una maleta
y un nuevo lugar para vivir.
Las direcciones me confunden:
No hay bosques en la ciudad,
tampoco desiertos.
Conoces un camino para los perdidos que
no termine en un asentamiento?
Pensé en hacerme amigos a los animales,
de los adorables en lugar de tener
juguetes de plástico para mis hijos.
Y antes de sacrificar cualquier otro, quiero
un lugar por quedar perdido.
Mis hijos van a crecer,
sus preguntas serán múltiples,
y yo no digo mentiras,
pero los maestros distorsionan lo que digo.
No tengo rencores,
pero los vecinos son siempre ruidosos.
No los culpo,
pero el enemigo mata.
Mis hijos ya crecieron
y nadie les ha dicho todavía
que transmitan las últimas noticias,
apagaron canales religiosos,
techos y paredes de la escuela sellados,
terminando con tortura. 263
No me atrevo a hablar
de lo que está pasando.
No quiero hablar.
Prefiero estar perdida.
Mi casa
Tú no puedes verlas.
Tengo moratones en los ojos de mirar las colinas.
Están dentro,
bajo la piel,
en el lugar más cercano de lo que se llama alma.
270
Las colinas son algo extraordinario y lejano
especialmente las que están en la ruta de Jericó a Ammán.
Desde un taxi
parecen una hilera de almas
o un francotirador
que contempla la ruta del desierto.
Todo encaja como una ecuación matemática:
los vivos están en un lado
y los muertos en otro
pero allí, sobre esas colinas
los imagino saludándonos
e intentando bajar a la carretera
donde los coches brillan y desaparecen en el viento
como sus gritos ahogados,
donde los camiones pesados transportan las piedras
por el carril derecho a la luz del atardecer
turnándose,
donde el viento es el verdadero conductor
que nos arrastra tras él
con nuestros cuellos vueltos hacia atrás.
Ahora puedo entender que todo empezó desde aquí,
desde una tierra árida y seca.
Después de eso todo es mera casualidad:
los árboles, los ríos, los insectos, la forma de las nubes, la
hierba
y los puentes colgantes.
Todo terminará también aquí
sin llevarse nada de todo este mundo
271
salvo el enigma del comienzo.
Estoy fascinada con las colinas,
no puedo dejar de mirarlas
como si intentara recordar dónde nos conocimos
como si tuviera su nombre en la punta de la lengua
e intentara extraerlo
desde un valle profundo en mi interior.
Desde mi niñez creo
que si miro algo el tiempo suficiente se moverá.
Por supuesto, eso nunca ha sucedido
pero las colinas parecen estar a punto de empezar a cami-
nar hacia mí.
Miro solo las gotas de luz
que brillan sobre ellas
como cien ojos abiertos al mismo tiempo.
Mis maletas están en el maletero
y aquí,
y en el aire caliente del Valle
siento que lo que han doblado mis manos hace poco
no era mi ropa
sino almas
y lo que ven mis ojos
surgiendo del parabrisas del coche
no son colinas
sino la escabrosidad del camino por el que hemos
venido
antes de llegar a este mundo
desnudos y cubiertos de sangre 272
y finalmente capaces de
gritar.
Ámal Yarrah
1945 - 2004 ~ Siria
273
Mi anhelo es ardiente
y no sé qué quiere,
sin embargo,
amo la vida.
274
¿Desde qué hueco esta roca?
Estoy desesperada.
Vivo en uno de los viejos barrios de la ciudad.
Las gentes de todas las casas forman una sola familia
que se prestan unos a otros el pan a la tarde
y se reúnen por la noche junto al que tiene televisión.
Y que todos los jueves
preparan una fiesta en la que bailan las niñas.
Empezó la guerra:
y hoy no ha venido aún el que quiere mi alma.
Empezó la guerra:
Ayer despedimos a un mozo del barrio,
y hoy no vino mi amado todavía.
Yo estoy desesperada:
Lloran todas las cosas.
El cielo arde. La tierra arde.
Y en los ojos de los niños anida un terror loco.
5 278
Y todas las mañanas
visitaré tu tumba.
Te dejaré un clavel.
¡Te gustaban tantísimo, amor mío, los claveles!
Hazel García
Malak
2002 - biboMustafá
~ México Sahioni
1957 ~ Siria
279
De “Nostalgia”
¡La nostalgia!
Un poeta fracasado
Reescribe cada poema
Cientos de veces.
280
2
¡La vida!
Comienza y termina
Con un grito.
Grita para conocerte.
¡La memoria!
Es la herencia del miedo
Del olvido.
El cervatillo duerme
Cerca del lobo
En la imaginación de un niño
Que nunca vio una matanza.
De “Luna y otros poemas”
La duda de la respuesta
no es del interés de
la pregunta.
2
281
Tolerante
Perdonó los errores al difunto.
5
Nadie impide que el sol
caiga en los brazos del horizonte
Es una adicción al amor.
Deprimido
En ciudades neblinosas
él no tiene sombra.
He envejecido en los caminos
Tanta envidia
tantos celos
chupa el mundo
y déjame en paz.
Al nacer
y saliendo de las entrañas
cayeron mis alas
y hasta hoy
sigo intentando volar.
No llores
no llores ahora,
déjame primero
terminar el barco.
Detrás del sueño
voy volando
a recoger las estrellas de luz
de la tuya, inmensa.
Alguien llama
abre tu corazón
y no cierres las ventanas
de tus ojos,
alguien busca refugio.
Sola en la vida
como una luciérnaga
en un camino oscuro
en una ciudad muerta.
285
Sus piernas son muy largas,
empiezan en los brazos de la patria
y terminan en la garganta del exilio.
¿Has oído mi silencio?
es el único que sabe
cuanto te quiero.
Ojalá se estiren
mis manos,
que crucen los continentes
para abrazarte.
Ayúdame
a encontrar
a mi familia,
a mi tierra,
a mi patria.
Ayúdame a encontrar
mi identidad en ti.
Maram al-Masri
1962 ~ Siria
286
Maté a mi padre
aquella noche
o aquel día
ya no lo sé,
huyendo con una sola maleta
que llené de sueños sin memoria,
y una fotografía
mía con él 287
de cuando era pequeña
y me llevaba en brazos.
Enterré a mi padre
en una hermosa caracola
en un profundo océano,
pero me encontró
escondida bajo la cama
temblando de miedo
y de soledad.
¿Es un crimen
si mis pies se alegran de tocar la esencia
de la tierra
cuando bailo?
¿Es un crimen
si desnudo mis hombros
y dejo flotar mi pelo?
¿Es un crimen
288
pintarme los labios
y decir que tengo boca?
¿Es un crimen
si soy una chica
como todas las otras chicas del mundo?
¿Si tengo un cuerpo,
si duermo,
si canto
si escribo
si tengo deseos
si amo?
¿Es un crimen vivir en un país
donde ahorcan
la libertad?
En una foto de recuerdo
el joven de veinte años
se tumba en medio del campo
sobre la verde hierba de su pueblo.
Posa, orgulloso de su juventud.
No sabe
o quizás sí
que pronto
289
será su savia.
Fadwa Souleimne
1972 ~ Siria
290
A ti
que me has matado en ese tiempo
y a quien he matado en ese tiempo
tiempo de muerte
ese tiempo
293
Shurouk Hammoud
1982 ~ Siria
294
En pantallas
cual papel en ávida chimenea
veo arder al mundo,
percibo el olor del tiempo y lo que espera;
de consonantes caracteres
se ha llenado.
Observo a niños con rostros marchitos,
como muñecas a quienes nadie prestaba atención. 295
En pantallas
advierto al clero pagar sus dignidades a los guardianes,
por temor a las barbas que oxidan
mandamientos de saliva.
En pantallas
aspiro el aroma de la frialdad,
cual pólvora que domina todos los idiomas,
hasta volverme inepto
y mi maternidad reposa sobre sus lápidas.
En pantallas
distingo multicolores banderas
como ataúdes y sueños descalzos;
palidecieron sus lunas,
tartamudeó el camino.
En pantallas
veo arder al mundo
y rocío mis cenizas.
Carnet de identidad del poeta
No necesitas nada
para ser un cielo
sino algunos brazos maternos
y la luz incondicional
no necesitas nada
para ser poeta
300
sino algo de fragmentación
y una boca
que intente sonreír.
Nesrine Khoury
1983 ~ Siria
301
Grandes pérdidas
306
Hawa Jibril
Siglo XX ~ Somalia
Es mi hermano más joven,
el que me está amenazando
se está quejando, piensa que le he hecho mal.
Como los hombres que saltan desde las sombras, él me
quiere
tener esta noche.
Me habría matado si Dios no me hubiera perdonado la
vida.
308
Él estaba sentado de su lado sosteniéndose en el borde
del cuenco
Entonces ¿por qué me amenaza si él tiene suficiente?
Warsan Shire
1988 ~ Somalia
Hueso
311
Mi mujer extranjera se muere y no quiere que la toque.
313
Fea
Tu hija es fea.
Conoce la pérdida íntimamente,
lleva ciudades enteras en su tripa.
Cuando era niña, la familia no quería cogerla.
Era madera astillada y agua de mar.
Les recordaba a la guerra.
En su quince cumpleaños le enseñaste 314
a recogerse el pelo como una cuerda
y a ahumarlo con ardiente incienso.
Le hiciste hacer gárgaras con agua de rosas
y mientras tosía, dijiste
las chicas macaanto como tú no deberían oler
a soledad o vacío.
Tú eres su madre.
Por qué no la avisaste,
la abrazaste como a un barco podrido,
y le dijiste que los hombres no la amarían
si está cubierta de continentes
si sus dientes son pequeñas colonias,
si su estómago es una isla
si sus muslos son fronteras.
¿Qué hombre querría tumbarse
y ver el mundo arder
en su dormitorio?
La cara de tu hija es una pequeña revuelta,
sus manos son una guerra civil,
un campo de refugiados detrás de cada oreja,
un cuerpo contaminado por cosas feas.
Pero Dios,
¿acaso el mundo
no le queda bien?
315
Para mujeres difíciles de amar
eres un caballo que corre solo
y él trata de domarte
te compara con una autopista imposible
con una casa en llamas
dice que le ciegas
que nunca podría dejarte
olvidarte
querer algo que no seas tú 316
le mareas, eres insoportable
toda mujer antes o después de ti
se empapa en tu nombre
llenas su boca
sus dientes duelen con la memoria de tu sabor
su cuerpo es sólo una sombra buscando la tuya
pero tú eres siempre demasiado intensa
tu manera de quererle asusta
sin pudor y sacrificial
te dice que ningún hombre puede llegar a ser como
el que vive en tu cabeza
e intentaste cambiar, ¿verdad?
Cerraste más la boca
trataste de ser más suave
más guapa
menos volátil, menos despierta
pero incluso durmiendo podías sentirle
viajando lejos de ti en sueños
así que ¿qué querías hacer, cariño,
abrirle la cabeza?
No puedes construir hogares en seres humanos
alguien debería habértelo dicho ya
y si se quiere marchar
déjale marchar
eres terrorífica
y extraña y hermosa
algo que no todo el mundo sabe cómo amar.
317
Hamdi Khalif
Siglo XXI ~Somalia
Cuando tu ciudad estaba en llamas
y las balas estallaron con la brisa,
cuando tu alma estaba cansada
y las bombas hacían difícil respirar
Aún así
como a Nabi Ibraahiim, las llamas no te quemaron
y las balas no te rompieron
pues eres la rosa que creció del concreto.
Dime 319
¿cómo son tus manos tan suaves como pétalo?
si las mías están desgastadas y visten de guerra
Dime
¿cómo te mantienes erguido?
si mi espalda está curvada
y en mi columna hay una hendidura
Porque yo
dejé mi orgullo en el suelo
cuando llamé al puerta de un extraño
rogando por la paz
y un pedazo de pan
entre mis dientes.
Dime
¿cómo hueles las flores?
si apesta a putrefacción
No necesitaba el disparo
para que mis arterias coagularan
y mi corazón se detuviera
porque estoy muerta por dentro.
Soy como las hojas de un árbol
floreciendo al viento
No tengo raíces
no doy frutos
y queda muy poco de mí.
Pero tú
tú eres la rosa que creció del cemento
Por favor
cántame 320
recuérdame
las canciones de nuestra madre
Apacíguame
silencia mi llanto
ámame
Enjabóname en canciones de cuna
Huwaa huwaa
Yo escucharé el silencio
antes que la palabra,
abrevaré en su propia boca,
entonces nacen las cosas, las palabras el mundo.
y si existe un dios
es allí donde habita
Vivimos en un país...
Vivimos en un país
ebrio de guerra y violencia
Medellín se hundirá en la tristeza
en cuanto te hayas ido nos quedaremos ahí
esperando la luz simplemente
para agradecerte que hayas venido
346
...
gracias por haber venido a estar con nosotros
desplazados que han huido de nuestros pueblos
nuestro pasado nuestro presente despojado
qué futuro para nuestros hijos aquí en La Cruz
es nuestra alma la que han arrancado
allá con nuestras tierras
...
disparos esporádicos desde la montaña frente a nosotros
tranquilla una mujer me dice
en el camino de vuelta
la lucha está lejos
bajo las lentas espirales
de los halcones negros
una botella de vino chileno
pasa de mano en mano
...
No sé nada de este país que dices
puedes vivir cómodamente en Pensilvania
y no saber nada del resto del mundo
cuéntame tú que dices que tu voz es apresurada
como una caricia interrumpida
...
una bomba estalló en medio de la noche
justo al lado de nuestro hotel en Bogotá 347
Eso me abrió los ojos, dices.
desde entonces he tratado de entender
...
libertad grita la multitud de pie como un solo hombre
tras la lectura de un poema
en el auditorio Carlos-Vieco
LIBERTAD
Tenía diez años y la cabeza llena de cielo
Permítanme decir:
por eso se creó la poesía
para resolver los problemas de la familia
cuando es necesario
y a veces para lavar los platos y pulir los vasos...
Estoy cansada,
352
eso es todo.
Las “putas” tienen derecho a cansarse
a cerrar las piernas por un tiempo,
para evaluar el daño y medir la distancia entre
sus nalgas y la vida
y el cliente sólo tiene que esperar hasta que
el agujero se haya reparado y los bordes se hayan secado.
¿Sabes qué es lo que más duele?
Mis oídos.
Estaban completamente arruinados por el grito
el grito de la lluvia en el exterior
y el viento en las cerraduras, cada vez que mi puerta es
golpeada por uno de ellos
como tú, que no has pagado ni un céntimo
así que a cambio te pedí que recitaras un poema al entrar
en mí.
“¡La puta poeta!”
¿es eso lo que te has dicho?
Sí, este soy yo en mi momento más débil
pero puedes negar que estabas al borde de las lágrimas
cuando terminaste?
Pusiste la cabeza entre las manos y lloraste como lo ha-
cen los niños.
También recuerdo lo que dijiste antes de irte: Te quiero.
Todo esto sucedió en menos de una hora
mientras el viento aullaba fuera
como una jauría de perros
353
y los lobos lejanos se hacían eco de los aullidos.
*
Permítanme decir
para esto - y sólo esto - fue creada la poesía:
para limpiar las huellas de nuestros cuerpos,
para enderezar las sábanas y las almohadas
y para abrir la puerta al final y decir... adiós.
El amor hace de la mujer un hombre y del hombre
una mujer
La de la locura soy
nací para sanar
a la tierra fue otorgada
¡Encinta!
Tengo el relucir del sol,
la luz de la luna
la sinceridad del sol poseo
y de la luna la pasión.
tengo del sol el oro
de la luna la plata.
ni el amor me arrastra
(2)
367
Nabilah Al-Zubair
1964 ~ Yemen
Todavía
369
369
Desilusión
370
370
Documentando
371
Esquinas
Hay un espejo
Sobre los espejos hay medio corazón
Presumiendo lo mejor... muerto
372
372
Amistad
373
Ocurre
Ocurre que
Nos encontramos en el mismísimo comienzo
Nada atrás
Nos alejamos de ello
Ni poema
Ni árbol
374
Sucede
Que nos encontramos
El tiempo nos separa
Corrimos lejos... labio con labio
Sucede que nos encontramos
«Algo» nos hace extraños
Apegados
Apartados
Por un cabello
374
Iglesias durmientes
375
Un relámpago