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Índice

Poesía selecta de Egipto ...3

Poesía selecta de Emiratos Árabes Unidos ...10

Poesía selecta de España ...16

Poesía selecta de Irak ...36

Poesía selecta de Israel ...40

Poesía selecta de Kuwait ...49

Poesía selecta de Líbano ...57

Poesía selecta de Marruecos ...95

Poesía selecta de Mauritania ...128

Poesía selecta de Omán ...140

Poesía selecta de Pakistán ...156

Poesía selecta de Palestina ...178

Poesía selecta de Siria ...273

Poesía selecta de Somalia ...307

Poesía selecta de Sudán ...333

Poesía selecta de Túnez ...345

Poesía selecta de Yemen ...369


Fatma Kandil
1958 ~ Egipto
Una cuarta faz

Después de todo esto vuelves a decirme: ¿quieres que sea


tuyo? Y yo te respondo: no, no quiero que seas mío. Me ha-
blas de la señora de la montaña cuando señaló a la cumbre
nevada y se despojó de sus ropas. Dijiste: estaba desnuda y
temblaba, la llevé a su cama y pasé la noche. Te pregunto:
¿cómo pasaste la noche? Respondes: como se pasan todas
las noches. Entonces, te hablo de un hombre que permanecía
sentado bajo mi cama, yo tenía la fiebre alta y él me iba po- 4
niendo bolsas de hielo en la frente. Estaba apesadumbrado
y cuando abría los ojos sonreía y me pedía que los cerrase,
quería contarle un cuento siempre que me despertaba, quería
hablarle de ti, pero se marchó, se marchó cuando convenía
que los demás se marchasen. Preguntas: y no te tocó. Res-
pondo: no me tocó.
La vez anterior me cogiste del pelo de repente y dijiste: no
quiero del amor más que los principios, la paloma zurce la
ropa de este día. Te dije: cuando sea una anciana dejaré a mis
esposos y a mis hijos para irme a dormir contigo. Entonces
tú también serás un anciano y no quedará pelo sobre tu fren-
te, la piel la tendrás arrugada, la desplegaré con mis labios
y pasaré mi cuerpo por encima de ella para que se derrame,
dormiré siempre sobre ti para demostrarte que mis arrugas
no son más que hojas de árbol. ¿Me amas?
Dices: pero el maneuvering es lo que te transporta de éxtasis
a éxtasis, es lo que hace que empieces a agitarte justo des-
pués de explotar, yo digo: no creo que duerma contigo cuan-
do tenga esposo, puede que por motivos éticos: igual que no
te he traicionado a ti, no le traicionaré a él.
Apagaremos la lámpara para que luzca el rayo.
Pero tú traicionas a Fátima, comparas la vagina de ella con
una oquedad y el pene…
y le preguntas a él: cómo pasaste la noche, le odias si duerme
con otra mujer y te vengas de él con tu arma cargada de éti-
ca: igual que no te he traicionado a ti, no le traicionaría a él.
Decides, escribiré: pene, vagina, vulva… luego lo tachas
todo con una X.
Dices: lo escribiré para borrarlo, lo escribiré para que mi
cuerpo se convierta en un tejido penetrado por los otros, lo 5
escribiré para traicionarle.
Pero surge el gemido, el grito que busca su significado, el
grito opresivo.
Lo esconderé en algún sitio.
Seguirá y seguiré escribiéndolo pero asemejaré el orgasmo,
trataré de asemejar el orgasmo con un rascacielos cuyos cris-
tales se rompen de una sola vez.
Escribiré: tu pene era un cincel que me esculpía para conver-
tirme algún día en esa estatua de bronce que se da la vuelta
y después torna a su sitio con la suficiente parsimonia como
para que puedan contemplarla los únicos asiduos de la sala
que saben cuántas noches hubieron de invertirse en dar una
vuelta así. Y cuando las luces que la dominan y la hacen
brillar se apaguen y sus rasgos se escondan, vendrás a frotar
el lugar de sus miradas y vaciar mis oídos de sus delicadas
y floridas palabras, escuchando con atención tu jadeo en mis
adentros. Puede que encuentres en la superficie unos araña-
zos, muchos arañazos; pero nosotros, tú y yo los soslayare-
mos.
Rana Al-Tonsi
1981 ~ Egipto
1

A veces, pierdo las ganas de hablar,


Quiero solamente moverme
en círculos inacabados de luz

2
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Podría mentir,
Diciendo que hubiera querido descubrir el mundo,
Pero realmente me hubiera gustado despertarme cada
día,
En un nuevo país extranjero.
Soñaba que estaba atrapada en la red de un pescador,
Soñaba que soy el pescador, las perlas y el lago.

Cuando crucen nuestros pasos,


En otro tiempo,
En un lugar donde habitaran extraños que nos conocie-
ran,
Quizá pudiera quererte.
4

Porque somos árboles desarraigados de la tierra,


De la casa,
De los ángeles y del mundo,
Porque somos árboles solitarios,
Nos destrozamos solos.
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5

Cuando vuelva yo,


Averiguaría de tu existencia ahí.
Cortaríamos entonces el camino con el cuchillo,
Y jugaríamos con la vida.
No heriría el uno al otro, nunca.

Esta noche no me apetecería salir de casa.


Cada vez que abro una puerta,
Asoma la soledad con cabeza de diablo.
Las mantas sobre mi pecho son muy pesadas,
Las cargas no parecen pasajeras.
Abandono el insomnio para que respire,
Y con precisión escucho los pasos de mi corazón palpi-
tante.
Soñaba que mi padre me llevaba en un pequeño carro
de madera,
Paseaba por lugares que parecían la casa.
Soñaba que mis ojos atraían los espacios de territorios
extensos,
A niños perdidos, cotillas de cigarros y anzuelos.
Una mirada me atraía a nueva fantasía,
Y nueva geografía se convertiría en sólida cuando me
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alejaba.
Lucho contra la depresión con fuerza,
Mientras la depresión me levantaba como los colum-
pios de mi infancia.
Te agarro con deseo y luego te pierdo con deseo.
Te cuento historias sobre la luna,
Mientras un peatón ciego tropieza en la oscuridad.
Las palabras más normales me dan susto,
Se convierten en grilletes sobre mi corazón.

Quiero ir al mar,
Y desde ahí observar la dura ausencia que me aprieta.
Maysun Saqr al-Qasimi
2002 ~ Emiratos Árabes Unidos10
Vi
como si hubiese andado por la plaza
como si la plaza me hubiese visto
como si hubiésemos andado,
y nuestro andar hubiésemos visto allí.


como si hubiese escuchado la conversación
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como si la conversación me hubiese oído
como si hubiésemos escuchado,
y nuestra conversación silenciosa hubiésemos oído allí
Dhabiya Khamis
1958 ~ Emiratos Árabes Unidos12
Si lo amara como una rosa y él fuera una golondrina

Hombre, te amo
y casi te odio.
Eres deseo del día
y yo noche sin ocaso.
Mi sangre te busca
como la tierra. 13
¿Qué le digo al cuerpo,
que sueña contigo así
como late el corazón?

¿Le cuento
que es firme como el filo del cristal,
como el corazón de una estrella muerta?
Esquizofrenia

Porque todo está bien,


quiebro el espejo... No me arreglo.

Porque todo está bien,


mi novio no me abraza,
ni me regala rosas. 14
Porque todo está bien,
los niños van de negro,
queman pasto
y de un caballito de madera hacen un fusil.

Porque todo está bien,


la única profesión del Oriente
es la muerte y salvarse de ella.

La niña y la circuncisión

Cumplí siete años,


ahuyentaba los gallos,
jugaba con ovejas
imitaba el cacareo de las gallinas,
robaba golosinas
y el vestido de mi hermana menor.
Leía las revistas de mi hermano mayor,
esparcí las plumas del almohadón
sobre su cabeza.

Me rodearon siete mujeres viejas,


el cuchillo reptó hacia mi flor,
al brotar la sangre,
las mujeres trinaban. 15
Mi hermana me miró asustada.
Y yo, ya no ahuyenté gallos.
Hassāna At-Tamīmiyya
Siglo VIII ~ España
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Al emir abderrahmán II pidiéndole protección con-
tra yabir, gobernador de Elvira

Hacia el de la generosidad y la gloria


fueron mis cabalgaduras, desde lejos,
abrasadas por el fuego del mediodía,
para que repare mis quebrantos,
pues es el mejor reparador,
17
y para que me proteja
del señor de la injusticia, Yabir.
Mis hijos sin padre y yo
estamos en sus manos,
como pájaros en las garras de un águila.
Mucho merezco que de mí se diga
que estoy aterrada por la muerte de al-Hakam
que era mi valedor;
¡caiga sobre él la lluvia!
Si viviese,
el destino feroz no me hubiese entregado
a la ferocidad de un poderoso.
¿Conseguirá Yabir borrar
lo que la mano de al-Hakam escribió?
Entonces la mayor maldad
se cometerá con lo que poseo.
A al-hakam I con motivo de la muerte de su padre abúl-
l-majsí

A ti vengo ¡oh al-Hakam!


doliente por Abu-l-Majsi.
¡Dios riegue su tumba
de lluvia perenne!
Yo vivía en la abundancia,
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amparada en su bondad,
hoy me refugio en la tuya
¡oh al-Hakam!
Tú eres el guía
al que toda la gente sigue
y al que todas las naciones
dieron las llaves del poder.
Nada temo si tú eres el escudo
en el que me protejo;
ningún mal podrá afligirme.
¡Continúa cubierto de una gloria
que hace someterse a árabes y no árabes!
A abderrahmán II, agradeciéndole el haberle atendido
a su petición

¡Oh hijo de los dos Hisam!


el más generoso de los hombres,
el mejor pasto para quien lo anda buscando.
¡cuando entra en el combate,
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blandiendo su lanza,
tiñe su extremo de pusísimo rojo!
Decidle: ¡Oh el e más preclaro linaje
de todos los humanos
de noble estirpe por sus padres y abuelos!
Has sido generoso conmigo
y no has consentido en mi injusticia:
por ello has de ser siempre alabado.
Si acampo, me cubres con tus dones,
y si parto, me das el viático para el camino.
Wallada bint
al-Mustakfi
Siglo XI ~ España
Cuando caiga la tarde

Cuando caiga la tarde, espera mi visita,


pues veo que la noche es quien mejor encubre los secretos;
siento un amor por ti, que si los astros lo sintiesen
no brillaría el sol, ni la luna saldría
y las estrellas no emprenderían su viaje nocturno.
21
Si hubieses sido justo en el amor

Si hubieses sido justo en el amor que hay entre nosotros,


no amarías, ni hubieses preferido, a una esclava mía.
Has dejado la rama que fructifica en belleza
y has escogido rama que no da frutos.
Sabes que soy la luna de los cielos,
pero has elegido, para mi desgracia, sombrío planeta.

Yo, ¡por Dios! merezco la grandeza

Yo ¡por Dios! merezco la grandeza


y sigo orgullosa mi camino.
Doy gustosa mi mejilla a mi enamorado
y doy mis besos a quien los quiera.
Tras la separación

Tras la separación, ¿habrá medio de unirnos?


¡Ay! Los amantes, todos de sus penas se quejan.
Paso las horas de la cita en el invierno
sobre las ascuas ardientes del deseo,
y cómo no, si estamos separados.
¡Qué pronto me ha traído mi destino lo que temía! 22
Más las noches pasan, y la separación no se termina,
ni la paciencia me libera, de los grilletes de la añoranza.
¡Que Dios riegue la tierra que sea tu morada,
con lluvias abundantes y copiosas!.

Tu apodo es

Tu apodo es el hexágono, un epíteto


que no se apartará de ti
ni siquiera después de que te deje la vida:
pederasta, puto, adúltero, cabrón, cornudo y ladrón”.
Quasmuna Bint Ismail
Siglo XI ~ España
Ay, gacela, que pastas

Ay, gacela, que pastas siempre en este jardín,


soy semejante a ti
por esa soledad y por mis ojos negros,
las dos estamos solas, sin amigo.
¡Soportemos, pacientes, lo que manda el destino!
24
Veo un vergel

Veo un vergel donde ya ha llegado


el tiempo de la recolección,
mas no veo el jardinero que extienda su mano
para recoger los frutos.
¡Qué lástima!
Se marchita la juventud perdida
y queda en mí, solitario,
lo que no me atrevo a nombrar.
Umm Al-Kiram
Bint Al-Mutasim
Siglo XI ~ España
¡Ay! Ojalá supiera

¡Ay! Ojalá supiera


si hay algún medio de estar solos
donde no lleguen los oídos del espía.
¡Qué maravilla!
A solas quiero estar con un amado
que vive, aunque se vaya, en mis entrañas
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y en mi pecho.

Maravillaos

La enfermedad del amor


logra hacer descender la luna
desde los cielos a la tierra
en la oscuridad de la noche.
Lo amo de tal manera
que si él se alejase de mí
mi corazón le seguiría.
Nazhun bint al-Qala’I
Siglo XII ~ España
Desgraciado que al verme

Desgraciado que al verme


cree que se cumple su deseo
de encender a mi costa el fuego del combate,
¡Vete a comer por ahí y buen provecho!
Que yo he sido creada
para vestir sedas y lino.
28

Fragmento

[...] Has de encender el fuego y una lluvia


de sedas desordene
la firmeza final de tu mirada [...]

Las perlas de la noche

Las perlas de la noche, que preciositas son,


y aún más hermosa la noche del domingo.
Si entonces estuvieras a mi lado,
y no viesen a nadie
los ojos del espía, descuidados,
al sol de la mañana observarías
en brazos de la luna
a una gacela entre
los brazos de un león.
Poema número dos

Di a ese hombre rastrero unas palabras


que se repitan hasta el día del juicio:
En Almodóvar te criaste,
donde la mierda extiende su perfume,
donde incivilizados nómadas caminan con orgullo,
por eso te enamoras de todo lo redondo;
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naciste ciego y amas a los tuertos.
He pagado poema por poema;
por mi vida, ahora dime quién es mejor poeta;
si soy mujer por mi naturaleza
mi poesía es hombre.

¿Quién me defenderá?
(A un pretendiente que tuvo el atrevimiento de pedirle ma-
trimonio)

¿Quién me defenderá de un amante de plomo,


tardo para entender insinuaciones y deseos,
que quiere unirse a una mujer
que ni siquiera le daría bofetadas
aunque se las pidiese
ni en la cabeza que precisa un cauterio,
ni en la cara, que está pidiendo un velo.?
Hafsa bint al-Hayy
al-Rakuniyya
Siglo XII ~ España
A Aby Yafar

Tú, que presumes de arder


en más encendido afecto,
sabe que me desagradan
tu billete y tus lamentos.
Jamás fue tan quejumbroso
el amor que es verdadero,
31
porque confía y desecha
los apocados recelos.
Contigo está la victoria:
no imagines vencimientos.
Siempre las nubes esconden
fecunda lluvia en el seno.
Y siempre ofrece la Palma
fresca sombra y blando lecho.
No te quejes; que harto sabes
la causa de mi silencio.
Dile a ese poeta

Dile a ese poeta de quien nos ha librado


el que se haya caído sobre mierda:
vuelve a tu pozo, hijo de la mierda,
igual que hace la mierda.
Y si vuelves a vernos algún día,
verás, oh tú, el más despreciable y vil,
32
sin discusión, de entre los hombres
que esa es la suerte que te espera
si andas medio dormido.
¡Barba que ama la mierda y odia el ámbar,
que no permita Dios que nadie vaya a verte
hasta que te hayan enterrado!
Por vestirme de luto

Por vestirme de luto me amenazan


por un amado que me han muerto con la espada.
¡Qué Dios tenga clemencia con quien sea
liberal con sus lágrimas,
o con quien llore por aquél que mataron sus rivales,
y que las nubes de la tarde,
33
con generosidad como la suya,
rieguen las tierras donde quiera que se vaya!
Relámpago

Preguntad al relámpago tremolante,


mientras la noche está en calma,
cómo es que me produce debilidad, al recordar a mis amados.
Su efecto ha sacudido en mi corazón un pálpito
y la abundante lluvia de su nube,
me hizo llover el párpado.
34
Respóndeme enseguida

Respóndeme enseguida
¿Voy yo a ti o tú vienes a mí?
Mi corazón acepta lo que digas.
A salvo te hallarás de la sed y del sol
cuando ocurra tu encuentro conmigo,
pues mi boca es dulce fuente cristalina,
35
las ramas de mi pelo, sombra umbrosa,
Respóndeme enseguida…
Bahira Abdulatif
1957 ~ Irak
36
Mujer

Tendría que volver a engendrar


a la tribu,
proteger los lobos
de sus ovejas,
y
cazar proezas
37
hasta el crepúsculo,
antes de disfrutar
del status de
“Esclava”.
Lamía Abbás Amara
1929 ~ Irak
38
Un camino que ignoramos
pero recorremos
con dolor y miedo, con odio y carencias

39
Nidaa Khoury
1959 ~ Israel
40
Muerte es ondulación

La muerte viene a mí
me saluda con besos
nunca suficientes
me besa hasta la muerte
planta mil besos en mi cuerpo
en mi cintura y mi pecho
41
en mi espalda planta sus semillas
mi enajenada amante
con ella, bebo la calle de besos
a escondidas de las miradas de la gente
atrás de las bombas de gas lacrimógeno
la muerte arriba a puerto de nuevo flirteando entre olas
la muerte es el cereal que yo muelo
en mi tormento
y me encamino al horno de la revolución
y a los arcos de la prisión
Una estación

Parada en la estación
cazando mi hambre
mis manos son bosques sin trigo
sin pedazo de pan

Mis muslos son palmeras devoradas por fechas de 42


diáspora
mi pecho está lleno de peces hambrientos
y un campo de miseria es mi frente
ellos me cazan

Ni bosque, ni desierto, ni mar, ni campo


Esta es mi nueva patria para los tiempos nuevos.
Trigo sagrado

Un lugar excava hondo en ti y toca para ti la música


de la Primera Guerra Inhumana. El musgo te llena con
anhelos de reposar en un templo en orden decorado con
rosas.

Las puntas de tus dedos exudan cera sin quemar. 43


La virginidad pasa junto a ti, lanzando una maldición
sobre ti.

Oh, tonto, extiende tus mangas y ultímate tú mismo en


la oscuridad final, ultímate tú mismo hasta las fechas y
el pan, ultímate tú mismo hasta el agua engañosa que
mora dentro de ti.

Oh, tú que estás restringido por el conocimiento, la gi-


tana danzó con sus tobilleras hasta que la morada del
fuego se extinguió, el palestino clama en su cautiverio
hasta que cava entre la morada del agua.

¡Oh, ser humano, libérate! ¡Que el lugar se fragmente


en tu copa!

¡Oh, ser humano, muere y deja que el Tiempo vague en


tu tristeza!
Oh, tonto, regocíjate en tu vida arrancada a una muer-
ta Eternidad, porque aquel que no conoce ni tristeza ni
gozo pierde tanto Vida como Muerte. Un lugar le en-
seña a la mujer acerca de su cuerpo mientras el bosque
del Tiempo respira aires de vino desde el mercado del
Jerusalén árabe, arrancando el velo de sabiduría como
la inmundicia de la condición humana es derramada por
la noche. 44
Oh, tonto, todos los secretos del adorable Tiempo ya-
cen dormidos en tu miserable umbral, un gato siamés
te enseña las maneras burguesas del conquistador que
acecha en tu pan.

Oh, tonto, ni la pasión de hablar ni la revolución pueden


seducirte.

Levántate, oh, combatiente, y deja tu viejo cigarro, car-


ga el arma del sueño y las uñas del viajero a Belén, has-
ta la caverna del profeta.

Álzate, oh, Luchador, para que el hogar de la araña que-


de escueto y la cera roja brote debajo de las puertas de
las casas, álzate y recaptura el fuego del profeta y que
un nuevo niño brote de tu cara.
La zarza ardiente del nuevo testamento

En el nombre de Dios estábamos allí desde que la pala-


bra comenzó

En el nombre de Dios combatíamos a los demás desde


la interpretación
45
En el nombre de Dios fuimos quemados, puesto que el
significado era diferente

Y Dios es Grande todavía, el uno y el único.

El día once del mes noveno la Tierra abortó


en el año dos mil uno
la tierra abortó su ser con un aeroplano preñado de des-
trucción

La Buena Madre Tierra cayó entre humo


cuando ellos estaban (existían)
cuando agitaban sus manos
con cualquier cosa
agitaban con cualquier cosa desde todas partes

Oh Tierra ellos agitaban, entre humo


agitaban antes que cayeran humanos desde su útero
agitaban con vigor, y desaparecieron entre humo para
siempre
La Zarza (del nuevo testamento) está ardiendo en llamas
Oh Gran Dios
¡En el noveno mes!
¿Cuántos niños nacieron y cuántos se perdieron?

En el Nombre de Dios, desde que existió la palabra,


Nacimos y el significado fue distinto para nosotros.
46
Khwatem al melh

El significado de Expiración
entre los escorpiones del lugar
y los Ángulos del tiempo
yo me esparzo como el humo
el Secreto de las formaciones de Dioses está sobre la
tierra 47
y como el suelo vino desde el árbol

Comprendo los secretos de las cosas


y termina el significado de nunca terminar
me liberé de la fundición de mi alma en su vaso

Estoy toda sobre las márgenes de la eternidad


la sabiduría que yo no puedo abarcar
sobre comprensiones y lenguas

Estoy desposada con mis plumas, celebrando nuestras


comas
las palabras son mis antepasados
como en sus cantidades las arenas de Abraham

El crimen de edades remotas


se recuesta sobre mi espalda
del mismo modo que el trasero yo
cargo la historia y el conocimiento
y aislada me muero
El mapa derramado

Un país para el zumbido de los pájaros, es habitado


por los picos
un país se construye para abrazos y muerte
un país se construye para las fechas y las piedras
los antepasados toman posesión de las tierras
los antepasados el heroísmo histórico y la historia 48
lo fechan, y lo documentan
los templos del vaivén
entre el mapa escanciado
en el convenio
y el prisionero que está siendo vigilado por
los fantasmas

Los antepasados combaten el tiempo


los antepasados se prueban el petróleo
antepasados hechos de plumas
esparcidas sobre toda la faz de la tierra
y la tierra se fertiliza con menosprecio
la tierra es rescatada
y los antepasados creen en la tierra
granado, menta y petróleo.
tumbas. Abejas hechas
de cera y plantas
Sa’diyya Mufarreh
1964 ~ Kuwait
49
Cansancio

Regresa la poesía
al final de la noche,
y entra a su casa,
cansada.
Amamanta a sus hijos
aún despiertos.
50
Los alimenta
uno
a uno.
Con los pechos secos
llora.
Reza la última cena.
¡Se acuesta!
Mona Kareen
1987 ~ Kuwait
51
Muriendo como estatua

A los veintitrés,
llegas con
tu triste familia,
pensando que eres una
chica que va a
aeropuertos pero nunca…
52
Kumari

Querida Kumari,
Yo, por supuesto,
no sé si
Kumari fue tu
verdadero nombre,
se volvió una
53
costumbre en el
golfo cambiar.
Quien esconde sus ojos

Brillando en las
marchas
al borde del infierno:
Una única carretera
que nos aleja de
la ciudad de Platón
54
Aquí, nadie…
Felicidad

Ella se sienta en la mesa de la cocina;


Una mesa para un hombre, una mujer, y tres hijos.
Coloca su mano debajo de ella…

55
Una poeta
escribió un poema
sobre su amor
y lo dejó
en el balcón.
Su amado vino
y lo robó.
Muy solitario. 56
El cuarto de la oscuridad.

Soy de la oscuridad, mi
tierra es una mariposa envejecida,
mis predicadores son el desierto
Me baño ahí…

57
Warda al-Yaziji
Siglo XIX ~ Líbano
Oh corazón afligido

Oh corazón afligido, ¿ no te preguntas cuándo


vas a sufrir el aguijón de los avatares del destino?

calamidades de toda clase se han cernido sobre ti


y ni un sólo día pasa sin recuerdos.
59
¿Acaso Dios te ha hecho invulnerable para que ni las
piedras hieran
tu costado y las desgracias resbalen tu piel desnuda?

la paz sea con el rostro de Jalil, el amado de Dios, y su


fuego,
en cuyas entrañas están enterrados para siempre cora-
zón y coraje.
Rosa turca, soy rosa árabe

Rosa turca, soy Rosa árabe


y entre nosotras existe un parentesco muy cercano.

Tu padre te heredó el arte que por sus beneficios,


famoso es, entre los literatos.
60
Entre las mujeres de la época fuiste sublime, e incluso
alcanzaste los más altos rangos en el prestigio.

Como perlas, tus palabras revelan


una impecable conducta moral que deja atónita a la
gente.

Con las palabras desencadenaste pasión en el corazón


del amado,
que quedó atento para escuchar cada vez más.

Tus noticias provocan asombro en mis oídos,


tú, noble, inalcanzable detrás del misterio.

Enalteces el arte cuando se asoma,


la dulzura de tu carácter y la serenidad de tu criterio.

Tus palabras bordan el delicado papel con una refinada


caligrafía
y se manifiestan como un collar de perlas luminosas.
Inaya Jaber
Siglo XIX ~ Líbano
Sueño

Probé con todas las posibles noches


pero el mismo sueño
regresa sin cesar:
caigo siempre desde lo alto
rodeada de rostros
conocidos;
62
Sólo el rostro
que se parece a mí
me da miedo.
Es que soy hija única,
no tengo hermanas.
Así debería ser la vida

Cuando estamos juntos


qué curioso
no puedo escribir
ni una palabra,
ni un poema.
Curioso,
63
cómo – a tu lado- la poesía
no quiere decir ya nada:
dicho sea entre nosotros,
así
debería ser la vida.
Houmana Haddad
1970 ~ Líbano
¡Aporta tu hoz, segador!

¡Aporta tu hoz, segador!


Toma, aprieta, aspira, acaricia, enrolla, desenrolla,
se el hacha y el leñador.
El sentido y el contrario,
que tu recuerdo madure el fruto,
que tu mano navegue en la espera fluida
65
que tus dedos se disputen la luna y el ahogamiento.
Porque el río no comienza a correr,
más que cuando el árbol se inclina sobre él
y es el deseo
el que mueve montañas
no la fe.
Árbol azul

Cuando tus ojos se encuentran con mi soledad


el silencio se convierte en frutas
y el sueño en temporal.

Se entreabren puertas prohibidas,


y el agua aprende a sufrir.
Cuando mi soledad se encuentra con tus ojos,
el deseo sube y se derrama
66
a veces marea insolente.

Ola que corre sin fin


o savia cayendo gota a gota,
savia más ardiente que un tormento
comienzo que nunca se cumple.

Cuando tus ojos y mi soledad se encuentran,


me entrego desnuda como la lluvia
generosa como un seno soñado,
tierna como la viña que madura el sol
múltiple me entrego.

Hasta que nazca el árbol de tu amor,


tan alto y rebelde
tan rebelde y tan mío
flecha que vuelve al arco,
palmera azul clavada en mis nubes
cielo creciente
que nada detendrá.
Lástima si eso se queda atrás

Me arrellanaré sobre tu cama


como dactilares de fuego.
Me implantaré en tu noche,
y mi día brotará desde tu jarro.

Conoceré tus cuartos de memoria;


67
palabra por palabra,
Me arrellanaré sobre tu cama
como dactilares de fuego.
Me implantaré en tu noche,
y mi día brotará desde tu jarro.

Conoceré tus cuartos de memoria;


palabra por palabra,
y tus versos línea por línea.
correré y correré frente a ti,
y presionaré la mano del viento,
la traeré encima.
Mi boca se moverá desde tu frente hasta tu cuello,
desde tu nuca hasta el extremo más importante
y dejaré posar mis sueños sobre tus hombros,
me dejarás vagar.
Acércate.
La tierra se colapsa sobre mí
y yo no escaparé entre mí misma.
La lujuria desea saborearme,
pero yo no la guiaré hasta mi casa.
Mi traje me está devorando,
pero no lo ahuyentaré yo.
Acércate.
Penetras mi cabeza,
así me velo yo misma con mi fantasía,
y te acoso.
Acércate.
68
Yo no te llamaré mucho tiempo.
Ven, adhiérete,
no malgastes mi vertiginosa exaltación.
Desgracia para ti de mi fragancia,
si ella se queda atrás…
¡Y yo me voy!
El retorno de Lilith

“Las bestias monteses se encontrarán


con los gatos cervales,
y el peludo gritará a su compañero:
Lilith también tendrá allí asiento,
y hallará para sí reposo”.
Isaías 34:14

69
Yo soy Lilith, la diosa de dos noches
que vuelve de su exilio.
Soy Lilith, la mujer destino.
Ningún macho escapa a mi suerte
y ningún macho quisiera escapar.

Soy Lilith, dos lunas.


La negra no está completa sino por la blanca,
ya que mi pureza es la chispa del desenfreno
y mi abstinencia,
el inicio de lo posible.
Soy la mujer que cayó del paraíso,
y soy la caída del paraíso.
Soy la virgen,
rostro invisible de la desvergüenza,
la madre-amante y la mujer-hombre.
La noche, pues soy el día; la costa derecha,
pues soy la izquierda; y el Sur, pues soy el Norte.
Soy la mujer festín,
y los convidados al festín.
Me llaman la hechicera alada de la noche,
la diosa de la tentación y del deseo.
Me han nombrado patrona del placer gratuito,
de la masturbación
y liberada de la condición de madre,
para que sea el destino inmortal.
70
Soy Lilith, la de los blancos senos.
Irresistible es mi encanto,
pues mis cabellos son negros y largos y de miel son mis
ojos.
La leyenda cuenta que fui creada de la tierra,
para ser la primera mujer de Adán,
pero no me sometí.

Soy Lilith, que retorna del calabozo del olvido blanco.


Leona del señor y diosa de dos noches.
Yo reúno aquello que no puede ser reunido
en mi copa y lo bebo
ya que soy la sacerdotisa y el templo.
Agoto toda embriaguez,
para que no se piense que me puedo saciar.
Me hago el amor,
y me reproduzco,
para crear un pueblo de mi linaje,
ya que mato a mis amantes
para dar paso a los que aún no me han conocido.

Soy Lilith, la mujer selva.


No supe de espera deseable,
pero sí de leones y de especies monstruosas.
Fecundo todos mis flancos para fabricar el cuento.
Reúno las voces en mis entrañas,
71
para que se complete el número de esclavos.
Devoro mi cuerpo
para que no se me diga famélica
y bebo mi agua para nunca sufrir de sed.
Mis trenzas son largas para el invierno
y mis maletas no tienen cubierta.
Nada me satisface ni me sacia y aquí estoy de regreso,
para ser la reina de los extraviados en el mundo.
Soy la guardiana del pozo y el reencuentro de los opues-
tos.
Los besos sobre mi cuerpo,
son las heridas de aquellos que trataron quedárselo.
Desde la flauta de los muslos asciende mi canto,
y desde mi canto la maldición
se expande en agua sobre la tierra.

Soy Lilith, la leona seductora.


La mano de cada sirviente, la ventana de cada virgen.
El ángel de la caída y de la conciencia del sueño ligero.
Hija de Dalila, de María Magdalena y de las siete hadas.
No hay antídoto contra mi maldición.
Por mi lujuria se elevan las montañas y se abren los ríos.
Regreso para penetrar con mis flujos el velo del pudor,
y para limpiar las heridas de la falta con el aroma del
desenfreno.
Desde la flauta de los muslos asciende mi canto,
y por mi lujuria se abren los ríos.
72
¿Cómo podría no haber mareas
cada vez que entre mis labios verticales
brilla una sonrisa?
Porque soy la primera y la última.
La cortesana virgen.
El codiciado temor.
La adorada repudiada
Y la velada desnuda,
porque soy la maldición de lo que antecede.
El pecado desapareció de los desiertos cuando abandoné
a Adán.
Él se equivocó por completo, hizo añicos su perfección.
Lo hice descender a tierra, y para él alumbré la flor de la
higuera.

Soy Lilith, el secreto de los dedos que insisten.


Perforo el sendero, divulgo los sueños,
destruyo ciudades de hombres con mi diluvio.
No reúno dos de cada especie para mi arca,
más bien los transformo a todos,
para que el sexo se purifique de toda pureza.

Yo, versículo de la manzana.


Los libros me han escrito aunque ustedes no me hayan
leído.
El placer desenfrenado.
La esposa rebelde.
La realización de la lujuria que conduce a la ruina total.
73
En la locura se entreabre mi vestimenta,
los que me escuchan merecen la muerte
y los que no me escuchan morirán de despecho.

No soy remisa ni la yegua dócil,


soy el estremecimiento de la primera tentación.
No soy remisa ni la yegua dócil,
soy el desvanecimiento del último pesar.

Yo, Lilith, el ángel desvergonzado.


La primera yegua de Adán y la corruptora de Satán.
El imaginario del sexo reprimido y su más alto grito.
Tímida, pues soy la ninfa del volcán; celosa,
pues la dulce obsesión del vicio.
El primer paraíso no me pudo soportar.
Y me arrojaron de él para que siembre
la discordia sobre la tierra,
para que dirija en los lechos los asuntos,
de los que a mí se someten.
Soy Lilith, el destino de los conocedores y la diosa de
dos noches.
La unión del sueño y de la vigilia.
Yo, la poeta feto, perdiéndome gané mi vida.
Regreso de mi exilio para ser la esposa de los siete días
y las cenizas de mañana.

Yo la leona seductora, 74
regreso para cubrir de vergüenza a las sumisas
y reinar sobre la tierra.
Regreso para sanar la costilla de Adán
y liberar a cada hombre de su Eva.

Yo soy Lilith
y vuelvo de mi exilio,
para heredar la muerte
de la madre que he criado.
Souzanne Alaywan
1974 ~ Líbano
Los desórdenes de la palabra

¿Quién apagó la luz de la luna?


¡Qué lluvia es ésta qué extingue las estrellas!
¡Paredes! ¿dónde está mi ventana?
¿a quién llora el sauce junto a mi alma?
y tú, mano mía,
¿de dónde vienes con tanto valor? 76
Nada,
nada salvo la lluvia

Sobre el cristal de la ventana (mi otro rostro)


sobre su silueta amarilla como los dientes del otoño.
Sobre la acera cercana y lejana,
nada salvo la lluvia.

Sobre la pobre calle, con un amor pisoteado


en cuya piel apagan los cigarrillos,
sobre la inmensidad de los árboles
las farolas frías
(hermana de sus corazones
los audaces niños con delantales verdes y en radiantes
laberintos),
sobre el autobús rojo
sobre los paraguas presurosos como un camino de flores
de plástico,
sobre los transeúntes junto a la vida
sobre las nubes
sobre las mariposas de humo
volando apenas
hasta desaparecer
pues nada poseo sino a ella.

Nada,
nada salvo la lluvia.
77
Porque la mañana perdió su tristeza
porque yo renuncié a mi deseo,
y vacié las palabras de sus muchos despojos
porque, sin amores,
mi corazón es la rosa de la oscuridad
mi cuerpo árbol de la ausencia
porque la tinta no es sangre,
porque mis fotos no se me parecen
y la luna colgada del armario. no es buen abrigo para mi
alma
porque absolutamente, de verdad, amé
y sólo cuando fui destruida
comprendí el volumen de la tragedia.

Porque esta ciudad me recuerda


con voz de mujer,
que soy incapaz de olvidar la derrota
porque Dios es uno y la muerte no es tenida en cuenta,
y porque no volveremos a intercambiar nuestras cartas.
La lluvia provoca,
en el vacío entre una gota y otra
este eco atroz.

78
Imaginemos la escena

Empecemos por el final


dos enamorados en la noche.

Temerosos
como dos lágrimas,
en los ojos de un niño 79
penetrando el corazón
su rosa herida.

Su abrigo en sus hombros


su brazo alrededor,
temblando
de frío y libertad
como dos hojas de un árbol desnudo.

Él la ama
y ella le ama,
pero
al final de la larga calle
se separarán.

Mira el mensaje
que difunde
su triste mirada.
Desde su maleta
mira las luces que se extinguen,
tras sus pasos
el enjambre de estrellas
que precipitan sobre sus alas.

Él solamente
se llevará
sus cálidas lágrimas,
ella desaparecerá
en la encrucijada
80
reclinada
sobre su sombra
y la ternura de sus últimas palabras:
Que los ángeles te acompañen.

¡Qué cruel es la vida!


¿Quién acabará el sueño?

“Un puente de madera verde,


una barca que a su paso da luz al río y las ventanas,
los abrigos están fríos
con sus desnudas sombras
cubren los árboles y los monumentos
en el espejo del agua,
la profunda negrura, 81
dos rostros surcados de lágrimas
vasos de un último brindis”.

De pronto abro mis ojos,


un techo, sol y jaqueca.
En la polvareda de luz
se esconde
detrás de los fantasmas de las cortinas
una noche,
un puente
y dos enamorados.

Hermoso niño
hubiera sido posible encontrarle en la vida
si no estuvieran todas estas paredes tras los años.

Una muchacha que se aparecía


cuando yo me aparecía.
Los abandoné allí
en la larga calle,
en la encrucijada
en la maleta, en el mensaje y las estrellas que caen sobre
la lluvia.

¿Se separaron en verdad?


82
Duermo
perdida por el sueño
incapaz de devolver algo de ellos
hasta mí.
.
Mi corazón penetrado,
mi rosa herida.

Aquí me detengo.
¿Quién acabará el sueño?
Marte

Nada volví a desear en la tierra.

Los países de Dios ya no fueron amplios,


las almas se encogieron
como viejos zapatos.
83
Los continentes,
los pueblos
los corazones,
los linajes de asesinos y asesinados.

El sol bestia feroz


la noche,
murciélago grande que muerde la carne de las estrellas.
Los cadáveres,
son más numerosos que las flores
y la noria de sangre,
sigue dando vueltas.
Donde no hay sombras

Porque la blancura es desconcertante, como un país


desnudo, construiré en esta mancha del vacío una pe-
queña casa de madera coloreada. Sus dos ventanas, tras
los cristales, mirando al frente; su puerta que sonríe. Y a
pesar de que allí ni hace sol ni llueve, convertiré su techo
en sombrero donde aniden gorriones que vuelen sobre la
84
alambrada. Detrás haré un jardín sin valla y esparciré las
palabras, como flores que se abran con sólo tocarlas. No
estará llena de muebles mi casa. Abandonaré las cosas y
sus fantasmas donde no hay sombras.
Lágrimas negras

Noche consejera
en las ventanas
las paredes,
su voz apagada
vela sobre la lluvia
las sombras de sus manos temblorosas.
85
Noche consejera
de pronto
una gata de densa nube,
de negro corazón apenas la amenaza el abandono
con todo su corazón apenas teme
que caigan en el manto negro las estrellas de sus ojos
como lágrimas negras.
Maya Abu Al Hayyat
1980 ~ Líbano
Un camino para la pérdida

Como el resto de ustedes,


pensé en escapar.
Pero tengo miedo a volar,
fobia a los puentes congestionados
a los accidentes de tráfico,
a aprender un nuevo idioma.
87
Mi plan es una escapada sencilla,
una salida pequeña:
meter a mis hijos en una maleta
y a un nuevo lugar nos vamos.
Las direcciones me confunden:
no hay bosque en esta ciudad,
tampoco desierto.

¿Conoces un camino para la pérdida


que no termine
en un acuerdo?
Pensé en hacerme amigo de los animales,
del tipo adorable, como sustitutos
de los juguetes electrónicos de mis hijos.

Y antes de que nadie sacrifique a otro,


quiero un lugar para perderme.
Mis hijos crecerán,
sus preguntas se multiplicarán
y yo no digo mentiras,
pero los maestros distorsionan mis palabras.

No guardo rencor,
pero los vecinos siempre son entrometidos.
No reprocho,
pero los enemigos matan.
Mis hijos crecen,
88
y nadie piensa todavía
en transmitir la última hora de noticias,
cerrar canales religiosos,
sellar techos y paredes de escuelas,
acabar con la tortura.

No me atrevo a hablar.
Cualquier cosa de la que hablo sucede.
No quiero hablar
prefiero estar perdida.
Similitudes

Dame una diferencia,


aunque te refieras a la justicia,
el dolor o la historia:
el que odia se parece al que odia
y el asesino, el asesino.
89
Un edificio bombardeado desde el aire se
parece al que explotó.
Un niño agujereado
se parece a otro desgarrado.
Una madre en duelo
se parece a una madre en espera.

Dame una diferencia,


después de eliminar la justicia
de tu respuesta: la justicia,
es el derecho de todos los que viven
en los lugares equivocados de este mundo,
el derecho de los agraviados,
los débiles con escasos recursos.

La justicia no es pretexto del asesino,


muleta del malévolo,
ni espada del injusto.
Una diferencia
es entregarte a mis hijos
y parecerme a todos los demás.

¿Y si cada vez que salgo de casa,


es un suicidio,y cada retorno, un intento fallido?
¿Qué pasa si los neumáticos en llamas explotan
y los soldados se vuelven rebeldes? 90
¿Qué pasa si los adolescentes se vuelven radicales
y el conductor del camión se queda dormido al volante?
¿Qué pasa si encuentro lo que busco?
Quiero volver a casa entera.
Yo marco los caminos con migas
para ayudarme a ir y venir
hasta que los pájaros se
coman todo mi pan.
Como un animal doméstico

Aprendí a ganarme el favor de los dueños de casa,


mirarlos a los ojos con tristeza,
frotarles los hombros.

Mis demandas son básicas:


algunas palmaditas en la cabeza 91
y clemencia por mis horribles actos diarios.

Como un animal doméstico


espero su excedente de bondad,
sus caricias rápidas que señalan
mi retiro de su vecindad
antes de que se aburran
y me echen a un lado.

Y cuando están dormidos


hago lo que me place
con sus arreglos quisquillosos, pongo
sus despertadores
a cero con mis ladridos y hambre
y rasguños en la puerta.

Tiernamente no escucho a nadie.


Y muerdo, aullido y me doy la vuelta en
busca aprobación, maldiciones y atención.
Después de

Qué hacemos con secretos que permanecieron secretos,


con cadáveres amontonados dentro de nosotros
esperando pudrirse por completo,
con una felicidad desbordante en sonrisas
que ningún espejo refleja,
tu amor. 92
Eso viene sólo después de que el amor ha terminado,
con la reconciliación
después de que los amantes escupidos han muerto,
y la devoción después de que los medios
se han convertido en abundancia. . .
¿Qué hacemos con los caminos
después de la desaparición de los caminos
detrás de nuestras manos, y después del descubrimiento
de los labios
y todo lo que está pasando ahora?
Mi casa

Ninguna de las muchas casas en las que viví


me concierne.
Después de la tercera casa
perdí el interés, pero últimamente mis órganos y partes
del cuerpo
se han estado quejando de dolencias inexplicables. 93
Mis brazos se extienden más alto que un árbol.
Mi acromegalia. Y cuando corro
siempre es a velocidad variable.

Lo importante es pasar a los que caminan


más cercano a mí, dejarlos atrás
antes de que me dejen.

Un médico tunecino
le dijo a mi papá:
“Es una condición psiquiátrica”.
Me había gustado y la consideraba una casa
antes de que pronunciara esa frase
que causó muchos moretones
y derrumbó la casa.

Leí varios textos que tomé por casas


y me quedé un rato en ellos: “Espejos Líquidos”
fue una loca morada en la que olvidé a
mi primer amor.
También había revistas:
Al-Karmal, Poetas y Aqwass,
luego estudié ingeniería, me
especialicé en terremotos,
para construir casas cuyos cimientos
resistan climas e imprevistos.

Mis hijos me cavaron una zanja 94


y me dijeron: “Toma, descansa un poco, mamá”.
Pero las trincheras dejan marcas en la piel
como en un campo, y los pájaros
se juntaron y picotearon mis semillas
después de que el campo se hubiera ahogado en agua
estancada.

En un texto, puedo construir una casa


con ventanas y balcones
que dan a las galaxias y las estrellas,
pintarla con los escritos de Amjad Nasser,
quien dijo que uno debe distinguir
entre la imaginación y el conocimiento
en aras de una casa sólida,
incluso si está construida sobre la ilusión.

Levantaré mi casa a lomos de caballos


que la llevarán a los campos,
allí se detendrán mis piernas.
Hafsa bint al-Hayy (al-Rakuniyya)
Siglo XII ~ Marruecos
Dile a ese poeta…

Nos hemos librado de ese poeta


porque se ha caído sobre la mierda, pero dile:
Vuelve a tu pozo, hijo de la mierda,
igual que hace la mierda.
Y si vuelves a vernos algún día,
verás, oh tú, el más despreciable y vil,
96
sin discusión, de entre los hombres
que esa es la suerte que te espera
si andas medio dormido.
¡Barba que ama la mierda y odia el ámbar,
que no permita Dios que nadie vaya a verte
hasta que te hayan enterrado!

Respóndeme enseguida…

¿Vienes tú a mí o voy yo a tu lado?


mi corazón se inclina hacia lo que tú deseas;
mis labios son aguada dulce y transparente
y mis bucles ramas que dan sombra;
espero que estés sediento y ardiente
cuando llegue junto a mí la hora de la siesta.
Respóndeme enseguida…
Elogio aquellos labios porque sé
lo que digo y conozco de lo que hablo,
y les hago justicia, no miento ante Dios;
en ellos he bebido una saliva
más deliciosa que el vino.

Un visitante llega a tu casa:


97
su cuello es de gacela,
luna creciente sobre la noche;
su mirada tiene el embrujo de Babilonia
y la saliva de su boca es mejor
que la de las hijas de la parra;
sus mejillas afrentan a las rosas
y sus dientes confunden a las perlas,
¿puede pasar, con tu permiso,
o ha de irse, por alguna circunstancia?

Dama de la hermosura y la nobleza,


cierra los párpados,
benévola, ante las líneas que trazó mi cálamo, y míralas
con ojos de cariño, sin prestar atención a los defectos
del contenido y de la letra.
Envío un saludo, que los cálices de las flores abre
y hace zurear a las palomas en las ramas,
a quien ausente está, pero mora en mis entrañas
aunque mis ojos no puedan verlo.
Siento celos de mis ojos y de mí misma,
de ti, de tu tiempo;
aunque te encerrase en mis ojos hasta el día del juicio,
no estaría satisfecha.

Una mujer de mi rango no puede llorar


un amor de felonía.
Mis plañideras a sueldo 98
te llorarán por mí en el ocaso.
No me delatará mi garganta ya muerta,
ni podrá pronunciar nunca más tu nombre.
Las cantoras desmayarán las casidas
que bajo falso nombre te he escrito.
Enmohecidos rabeles se pudrirán de abandono
tras las celosía de los patios.
El ruiseñor de nuestras encuentros
será atravesado por sagita de mi ballesta.
Sólo la almohada de azahares
conocerá el amortiguado llanto
y la expiación de mi orgullo.
Quien te cantó entre los granados
es hoy mujer de zarza y ortiga,
por sus pezones rezuma
leche cuajada de adormidera.
¡Ay, qué muerte tan cuitada me diste!
¿Qué será de mí en las auroras
sin la brasa de tu piel
en el sepulcro frío mi lecho?
Por vestirme de luto me amenazan
por un amado que me han muerto con la espada.
¡Qué Dios tenga clemencia con quien sea
liberal con sus lágrimas,
o con quien llore por aquél que mataron sus rivales,
y que las nubes de la tarde,
con generosidad como la suya,
rieguen las tierras donde quiera que se vaya!
99

A Abderrahmán II, agradeciéndole el haberle atendido


a su petición

¡Oh hijo de los dos Hisam!


el más generoso de los hombres,
el mejor pasto para quien lo anda buscando.
¡cuando entra en el combate,
blandiendo su lanza,
tiñe su extremo de pusísimo rojo!
Decidle: ¡Oh el e más preclaro linaje
de todos los humanos
de noble estirpe por sus padres y abuelos!
Has sido generoso conmigo
y no has consentido en mi injusticia:
por ello has de ser siempre alabado.
Si acampo, me cubres con tus dones,
y si parto, me das el viático para el camino.
A Al-Hakam I con motivo de la muerte de su padre
abúl-l-majsí

A ti vengo ¡oh al-Hakam!


doliente por Abu-l-Majsi.
¡Dios riegue su tumba
de lluvia perenne!
Yo vivía en la abundancia,
100
amparada en su bondad,
hoy me refugio en la tuya
¡oh al-Hakam!
Tú eres el guía
al que toda la gente sigue
y al que todas las naciones
dieron las llaves del poder.
Nada temo si tú eres el escudo
en el que me protejo;
ningún mal podrá afligirme.
¡Continúa cubierto de una gloria
que hace someterse a árabes y no árabes!
Los siguientes poemas se dedican a Abu Yafar

Dama de la hermosura y la nobleza, cierra los párpados,


benévola, ante las líneas que trazó mi cálamo, y míralas
con ojos de cariño, sin prestar atención a los defectos
del contenido y de la letra
Preguntad al palpitante relámpago en noche serena,
si me ha hecho recordar mis amores a medianoche,
101
pues ha vuelto a hacer palpitar mi corazón
y me ha dado la lluvia que cae por mis mejillas.

Tú, que presumes de arder


en más encendido afecto,
sabe que me desagradan
tu billete y tus lamentos.
Jamás fue tan quejumbroso
el amor que es verdadero,
porque confía y desecha
los apocados recelos.
Contigo está la victoria:
no imagines vencimientos.
Siempre las nubes esconden
fecunda lluvia en el seno.
Y siempre ofrece la Palma
fresca sombra y blando lecho.
No te quejes; que harto sabes
la causa de mi silencio.
Fatiha Morchid Siglo
XX ~ Marruecos
Al atardecer
su día se asoma
Ya no importa
quién es la persona
que montará
su caballo

Está preparada para


103
para morir

Eché a mis espaldas


el mundo
y me apresuré para llegar a ti
atravesando puentes
derrumbados
por el temblor de la distancia

No fue amor
lo practicado
fuimos combate de fuerzas
entre dos cuerpos
colmados de reproches
cansancio
sudor frío
al galope... al galope... al galope
sin poder conquistar
UNA VOLUNTAD
A Lamia’ la hembra

A ti mi pequeña hija
el timbre de los murmullos
yo silencié
la risa triste
104
ahogué
el éxtasis de los olores
que enterré
cuando mi juventud se alejó

Hacia ti
Todos los caminos
que nunca pisé

Para ti
todo el fruto
mis manos se abstuvieron
de recoger
Enséñame la noche..

para engalanarme con mis heridas,


y sofocar con mi pie
las últimos suspiros del otoño.

***
105
Enséñame la noche..

para picotear el cuenco vacío del tiempo


y que me llegue la saciedad
de la boca del desierto.

***

Enséñame la noche..

Para percibir la reintegración de las partículas del barro


En mi cuerpo.

***

Enséñame la noche..

para Bailar con los fantasmas


que me atemorizan
y dormir sobre su fatiga
***

Enséñame la noche..

para construirte
con mis sueños un trono
y dormir a tus plantas
106
***

Enséñame la noche..

para nacer de un sueño


y amar mi muerte
al despertar.
Para mis palmas

Cuando de una pesadilla


vienes a mí
para intercambiar
tu cama...

Por mis palmas


107
dejo que mis mechones cuelguen
como cortinas azul marino
extiendan la penumbra de la espera
como una alfombra sufí
luego, como una nodriza gitana

Siéntate en solemne sumisión...


Sacudiendo la fatiga de tus pies
y las nubes de tu frente
contando la historia
de la Bella Durmiente
esperando que te quedes
para siempre en mis palmas.
De otro tiempo

Soy mujer de otro tiempo,


apoyo el estetoscopio sobre el corazón del mundo
que no me escucha.
Y cada vez que la roca
rompe mi flujo
lo entrego a las arenas.
108
El ímpetu del viento
arranca las ramas.
Las restantes
las consagraré a la nada.
Beberé el brindis
de la tempestad.
Tal vez pueda
morir de amor
por sobredosis.
Soukaina Habib Allah
Siglo XX ~ Marruecos
Una vida pasada

Tengo dientes
me paro sobre dos pies
y en mis ojos se instala una niebla antigua.
Todavía me parezco a ti, infante.
Lloro y nadie entiende por qué.
Cada vez que me siento aburrido 111
introduzco el peligro en mi vida.
Mi única diversión es
ver cómo se me caen las cosas de la mano
una y otra vez,
y en mi boca hay un nombre
con el que llamo ciegamente a todas las cosas.
Lamiae El Amrani
Siglo XX ~ Marruecos
Del poemario Tormenta de especias

A lo lejos

En la superficie aparece una mancha


es un alma dormida, cansada,
las estrellas del mar la acompañan
113
hacia la sepultura,
las nubes están de luto,
ya no lloran, ya no duermen.
El cielo se apaga.
y la ceremonia el mar la cubre
con una sábana blanca.

Verdor ardiente

Despierta en la noche
me visita tu mirada
tus ojos de verde
y verde esperanza
me acerco a ellos
y cabalgo en tu cama
tú corres en mis ríos
yo corro en tu mirada
La criada

Con su falda se tapa la rodilla,


para no ser vista
por ese jabalí mal herido.
Se esconde bajo una camisa
de su hermano mayor,
Para no ser observada
114
por esa rata que se cree una gacela.
No se pinta la cara,
Ni se pone perfume.
Con los ojos arrastra
el suelo de camino a hacer. ..

La compra

La honra

porque nunca han estado


solo en una cama,
en una cocina.
Sin alas

Sus alas amanecen rotas


y la bandera negra ondeando.
La ilusión la ha abandonado,
su vida se ha enterrado
bajo esos gritos
bajo esas sábanas que alguna vez,
que una vez la acariciaron, 115
la vida le ha dedicado
a una plancha insatisfecha,
a una voz de huracán,
a unos ojos que truenan,
a unas manos que taladran.

Retrato de un viaje

Y así nos encontramos


en un desierto de agua,
con torbellinos de agua,
donde sepultamos
nuestras lágrimas
y nuestros recuerdos pesados.
Allí bajo el agua
nos obligaron a dejarlos
para poder encontrar
el Oasis.,
del que todo el mundo habla.
Palabras

La honra para unos está


dentro de una...
para otros está
encadenada... a...
una cama, a una cocina.
Unos y otros 116
no saben ni lo que es

Ni en una mujer.

El secreto que clamé

Gloria terrestre que despierta


las pasiones de mí
amante venerado,
cuando suavemente rodea
con sus aires
mi noche encantada.
Sus verdes manos
vuelan como aves
y encienden las estrellas
que reaparecen en mis pozos.
Ven, le digo a la realidad
y a mi presente, esperando
que continúen existiendo
Primaveras otoñales

En esa noche de brisa salada


las palabras afiladas
causaron desiertos
entre las nubes,
el oído coagulado por el eco indiferente
asistía al drama danzante
117
que en el corazón de Oriente posaba,
como cuando la mosca
decide entregarse al agua para ahogarse.

A orillas del Marrakech

Fajos de luz en la mesilla


de unas noches arqueadas
lámparas obedientes
al silencio lluvioso,
membrillos ahorcados
en el jugo de sus ramas
arenas doradas donde
se entierran los gritos
manos que compran
cada ilusión abandonada
y Marrakech en medio
de un plato de cuscús.
los recuerdos cosechados.
Procuro olvidar su pasado
o el futuro que semejante
parece. A veces me vence
su existencia y los sentimientos
amanecen aniquilados,
los recuerdos pesan demasiado.
Pero él, prisión que ansío, vuelve 118
con sus encantos a reactivar
la memoria de nuestro
amor excomulgado.

A lo lejos

En la superficie aparece una mancha


es un alma dormida, cansada,
las estrellas del mar la acompañan
hacia la sepultura,
las nubes están de luto,
ya no lloran, ya no duermen.
El cielo se apaga.
y la ceremonia el mar la cubre
con una sábana blanca.
Tuareg

Caminamos miles y miles de años


sobre el brillo
de la arena silvestre.
Luego llegamos a pisar
las lentejuelas de un mar,
que siguen clavándose, en las orillas 119
de dos imaginarios
que se funden
en las escamas saladas
de un mediterráneo
que ahoga con sus brazos,
que araña con sus dientes blancos
de luna estéril,
cualquier suspiro
que se atreve a desafiar
sus entrañas
para unirse
al latido de ese laúd
que dejamos olvidado
en un rincón
de la vieja casa roja en Andalucía.
Nuestra alma nos la despojó el viento
y se quedó perdida
entre las brisas
de ese estrecho que nos separa.
Con los límites a cuestas

Una patria de cartón,


unas fronteras de hierro,
un color oscuro que tiñe
el olor a brisa quemada,
unos ojos de hielo fundido,
un suelo regado con sequilla, 120
el vientre vacío y la esperanza
como una eterna vela
que no se acaba, que no se apaga,
cruza un mar de arena
para encontrarse
otra vez con la miseria,
con la patria anhelada,
con la frontera detestada,
sueños de un flamenco africano
con la señal en la frente
de prohibido el paso
para una nueva vida,
para una dignidad ignorada.
La mujer de la acera

En un escaparate espera,
como una muñeca de porcelana,
a ser recogida por un viejo tren,
sin saber que solo la llevará
a otro callejón peor.
Pero ella sigue esperando a su tren, 121
ese que viene, y no llega,
pero sube en el primero que llega.

(Segunda parte)

Desemboca en una cama ajena,


con líneas en la espalda,
la cara dibujada a lo antiguo,
con cinco dedos, en color
medio rojo, medio morado,
los pelos salvajes
y la mirada,
todavía esa mirada espera
a un tren que viene, y no llega.
Más allá de la pasión

La esperanza ofreció
ese clamor agudo
el jugo de la pasión
anduvo ahorcando
toda voluntad extraña a mí.
En la garra de tus brazos
122
mi voz se suspendía
testigo era el que veía
cómo mi corazón
se pierde entre tu pecho.
Al fluir en tus sueños de verano
me fui de mí sin llevar
más que una sonrisa,
una rosa que escondía
entre los labios para sorprender
tu calor, tu sabor a agua,
tu piel dorada, y tu boca
de donde bebe mi tranquilidad.
Sirena durmiente

Rodeada de azul,
entre girasoles flotantes
desliza sus labios
sobre la superficie
buscando una estrella.
Sus manos son como 123
alas desnudas de plumas
que conducen su piel
por el sendero remoto
de los agujeros negros
que deja el tiempo.
Coronando su ombligo
un cordón la une a la tierra
de falsos universos
que se le aparecen,
pero de ellos solo permanece
la sombra.
Lágrimas disecadas

Del estanque de tu palma


recojo algunas caricias.
Con el tallo de tus dedos
escondes en mi pecho
cosechas de llamas
que alumbran con sus cenizas 124
cada rincón ermitaño
que escondía celosamente entre los rayos del alba.
En tus ojos
la lluvia me envuelve
y caigo como pluma blanca
en tu recuerdo.
Y cabalgo
apagando en tus pupilas
viejas estrellas de lejanos cielos.
En tu boca todavía arden
mariposas rojas
y grito ardientemente
para espantarlas.
Me escondo bajo el errante otoño
que deseca con su muerte
mis lágrimas verdes
que alimentaban nuestros sueños.
Misteriosas odas mapuches

En su cara se refleja
una apasionada fuerza.
En sus mejillas
se dibuja el rubor
de una ilusión inquieta,
como el iris que la rodea
cuando el pacífico
125
la estrecha entre sus pestañas
para que flote
libre entre los vaivenes
de la brisa.
Luego vuela entre espuma,
que acaricia sus entrañas.
Sus dedos delicados,
se convierten en
un sueño azul
prohibido como aquellas
esperanzas derrochadas
en medio de una noche abandonada
a orillas de Valparaíso.
Libertad

Adaptaré el tiempo a mi reloj


los límites de mi mirada
al infinito de mi alma
y nadaré entre venas del desierto
que una vez fue mar
para alcanzar la luz de la esperanza
que mantengo encerrada en mi mente.
126
Frotaré lámparas de Aladino
por si me conceden derrumbar tus fronteras.
Miraré al horizonte allá donde
todo es posible,
para ver si puedo alcanzarte,
con el filo de mis palabras.
Tenderé mi mano por si quieres atraparme,
y correré en la noche para ver si
entre sus lámparas encendidas
logro descifrar donde te cobijas.
Escaparé hasta del color que tiñe mi piel,
de la pupila de mis ojos,
del rizo de mi pelo,
hasta de los dientes de marfil marchito
para morirme en ti,
limpio, puro y humano
incoloro pero libre.
Apuntes para la memoria

Una taza de café sobre la mesa,


una silla coja,
un tapiz medio roto,
y su memoria borrada
a golpe de fuego .

Ella escribe cartas ,


127
sobre un techo agujereado
por la dureza del tiempo .

En su cara se dibujan caminos


gastados por la lejía,
y sigue escribiendo
con tiza sobre ese techo blanco,
a escondidas de su memoria.
Mbarka Mint al-Barra’
Siglo XX ~ Mauritania
128
La poesía y yo

El pecado es que no fui una piedra


Y los problemas del mundo me quitan el sueño
Y me escudo con la poesía
Y me hace compañía cuando estoy lejos de casa
Y la poesía es la mochila que siempre llevaré conmigo
Contiene el sabor y la fragancia de la tierra
129
Contiene matorrales de ramas espinosas
Contiene hojas de palmera cargadas de dátiles
Pinta todas las historias de amor en mi idioma
Sus colores forman el espectro desde la uva hasta el
amanecer
Y dije que trajera el más bello de los instrumentos de
cuerda
Para que el universo sepa cómo fluye la música
Y toque su melodía tranquilizadora
Que hace justicia a los enamorados
Las cartas cargan este mundo mío
Los problemas le quitan la tinta a la pluma
Los problemas le quitan tinta a la pluma
Cuando leo sobre el anhelo de los amantes ardo
Mensaje de un mártir

Disparen sus balas - nuestros corazones ya están en lla-


mas
En esta tierra, el dolor brota de mi angustia
Disparen sus balas - villano - porque yo
No voy a jugar a matar ni a huir
Mi sangre fertiliza y refresca esta tierra
130
Y planta una generación prometedora que es
plenamente consciente
Las extremidades crecen de las semillas de la metralla
Se forman manos y brotan coronas
Que apuestan a que esta tierra siempre será su hogar -
En cada rincón se mantienen firmes
Dondequiera que esté, esta tierra es mi pasión
La nostalgia se funde con este amor eterno
No me importa que haya explosiones
No me importa el trueno aniquilador
Aicha Mint Chigaly
Siglo XX ~ Mauritania
131
Elogio del lugar de la ropa

O mi amor, recuerda el pasado,


Tus fluentes lágrimas (llenas de) nostalgia
En el lugar de Dagreg y Toueijlatt
Desde la altura de Lahrach
Ahí cerca de los manantiales. 132
Y ahí, el lugar llamado Limé
El encantador remanso de Weymé Bameyré
A sólo una corta (caminata) de mañana de distancia.
Pero llegas ahí, en el paso Kedan.
Y un poco más allá,
La quebrada de Moilid.
Antes de eso ves muchos árboles y muchos claros.
Y ahí está Djeb, recortándose contra el Oeste.
Ah, mi amor, no te dejes conducir
A una vía muerta, ya que al este están los acantilados.
Ese era el dominio de los moros.
En estos lugares, ya no quedan amantes de la música
Ni caravanas pasando junto a rebaños de ciervos.
No hay otra divinidad que Dios.
Canto nostálgico acerca de la vida

¡Ah! Estos son tiempos inciertos.


Aún un momento de placer
Seguramente será seguido de días de dolor.
Hoy pasé por el terreno del viejo campamento
Y vi la rama del baobab que solía 133
erguirse detrás de las carpas.
Esta rama de baobab estaba negra y quemada.
¡Ah! Qué tristeza y desolación.
Quien quemó esa rama es un ignorante.
No hay otra divinidad que Dios.
Ah mi amor, habla.
Porque yo soy demasiado tímida, no puedo
Ir a verte a la casa de tus padres.
Y vos, no tomaste la precaución de dejar
y parir
Como para que pudiese encontrarte.
Mariem Derwich
Siglo XX ~ Mauritania
134
Mi grano de arena

Puse un grano de arena sobre el alba que arriba, escuché


la canción del que llama,
plegaria naciente y el cielo se abre...

En la dulzura de la ciudad aún dormida, sembré mi


grano de arena 135

Puse un grano de arena en la puerta de mi boca, amplió


los cuentos de los hombres,
paredes abiertas al interior…

En el cuerpo de los balbucientes amodorrados a la mitad de


sus sueños
sembré mi grano de arena

Puse un grano de arena en el cuello de la estrella, escuché a


la noche murmurar a la ciudad adormecida palabras de lo
que no existe …

En la espera de la mujer que parte, espejos y porfía, Sembré


mi grano de arena
Puse un grano de arena, en la duna tumbado,
dio vueltas y se multiplicó, hombre convertido en niño,
historia de un alfabeto que enjambra sus letras

En el esplendor de un crepúsculo, al ruido de las olas, sembré


mi grano de arena.

En el lento y profundo latido del universo


mi grano de arena se convirtió en risas y danzas y fuego 136
fatuo,
dibujó el libro de la cosas que no se dicen,
esas que solo se murmuran en la oscuridad, dormidos, a los
sueños de gigantes atrapados,

En la mirada que se abre a los mapas del mundo, sembré mi


grano de arena

Al hombre que reza, al hombre de ojos tristes, al hombre que


implora,
ofrecí mi grano de arena convertido en latido del alma, ese
pequeñito grano de arena
ese pequeñito grano de arena

En el silencio de una casa de los vientos, desplegada en la


inmensidad,
sembré mi grano de arena
para que te cuente, una y otra vez, los silencios de lo amplio,
Mi grano de arena, pequeñito, pequeñito, frágil fantasma, lo
siembro a tu rostro, en mis manos convertidas en libro, lo
dormí en mi lengua para que no muera

En la beatitud de un espacio mágico,


sembré mi grano de arena de muros blancos,
para que te cuente, una y otra vez, los silencios de lo amplio,
los silencios de las lejanías que tenemos adentro,
los silencios del vacío 137

Y la canción de esa que te habla…


El mar, el mar y tus ojos…

En la noche que renace y renace


Infinito de una estrella jamás igual a otra
en la claridad de la luna
allá, muy allá, allá desde lejos,
en un sueño que duerme y se mira soñar 138
el mar, el mar y tus ojos, el mar y tus ojos
alargo en mi lengua todas mis palabras desde los
silencios
las pongo en tu piel, lejos,
lejos el mar, el mar y tus ojos, el mar y tus ojos

Quizás abrirás tu mano


y liberarás
el viento
la arena hasta mis pies
la poesía
el amor en la punta de tus dedos
la canción de las letras
y la música de una confesión

El mar, el mar y tus ojos, el mar y tus ojos


Me duermo a tu costado
para que tu vida me susurre lo que hay detrás del
horizonte
en el olor salino de una noche ofrecida a la memoria
el mar, el mar y tus ojos dan un impulso a los viajes
un hombre en eso que baila en él
una mujer en el alba de los tiempos y las noches y los
crepúsculos y las auroras
un cuento amoroso a los niños extraviados

El mar, el mar y tus ojos, el mar y tus ojos


139
Abro tus párpados con la punta de mis palabras
un resplandor de niebla como ofrenda
una nota, una sola,
el mar, el mar y tus ojos,
el mar y tus ojos y una memoria impresa en el cielo
la mujer que te ama en su cabellera alborotada
el hombre que hizo de sus manos una lánguida pavana

El mar, el mar y tus ojos, el mar y tus ojos


Allá gira la cara hacia él
y yo lo reinvento, un mar y sus ojos, un mar y sus ojos
Así en mi noche de ausencia, el mar y sus ojos
depositando una sola gota de agua,
la del mar y sus ojos
la del mar y sus ojos
la del mar y sus ojos

En tu amor y amor
un mar en tus ojos
Te eternizo
Al-Khansa
575 - 645 d.C. ~ Omán
140
Mi ojó lloró y me despertó

Mi ojo lloró y me despertó.


La noche era dolor.

141
Eran mis hijos

Mis hijos se llevan mi dolor, lo levantan con cuidado.


Han caído hoy por la causa del Islam.
¿Quién dice que están muertos?
Están muy vivos
y vivos con honor.
Me siento orgullosa de ser la madre de los mártires.
142
Su hermano Sakhr

Ningún día ha sido tan triste como el día que Sakhr


me dejó. Dulce y amargo para siempre.
Sakhr era nuestro señor, nuestro jefe.
En el invierno Sakhr hizo una fiesta
y nos llevó.
Sakhr murió cuando teníamos hambre. 143
Sakhr fue nuestro guía
como una montaña cuya cima es el fuego.
Firme, cara perfecta, piadoso,
encendió la guerra en la mañana del miedo.
Él llevó banderas, salvó nuestra sangre, fue
testigo de asambleas, creó un ejército de los ejércitos,
sacrificador de camellos, un refugio para los oprimidos,
liberador de los presos, componedor de huesos.
Yo digo que no había nadie como él en el mundo.
El tiempo me invadía

El tiempo me ha roído, mordido y cortado.


El tiempo me ha dañado, me ha herido,
y ha destruido a mis hombres que han muerto juntos.
Esto ha conseguido inquietarme.
No había un puerto para el cruel,
que al igual que el sol halla refugio para el pueblo. 144
Vimos caballos galopar
y levantando polvo.
Y a los jinetes, con espadas brillantes, y grandes lanzas
grises;
¿Aquel que con sus lanzas destroza cuerpos
se convierte en blanco mortal de las espadas?
Derrotamos a quienes pensaban
que nunca serían derrotados.
Y aquel que piensa que no se verá perjudicado
piensa en lo imposible.
Evitamos acciones deshonrosas y honramos a nuestros
huéspedes.
Y guardamos los elogios (de personas).
Llevamos las armas en la guerra
y la seda, la lana y el algodón durante la paz.
Oh, mis ojos

Oh, mis ojos derramaron lágrimas generosamente.


¿No llorar por Sakhr, el generoso?
¿No derramar lágrimas por el joven audaz,
alto y bien parecido que poseía
cualidades de liderazgo y condujo a su pueblo?
145
La noche era dolor

Ojos nublados, llenos de lágrimas abundantes,


lloro a Sakhr con lágrimas inagotables.
No pude dormir, pasé la noche en vela,
como si mis ojos estuvieran pintados con ceniza.
Vigilo las estrellas sin encargarme de su protección, cubierta,
al mismo tiempo, con mi ropa desgarrada. Escucho y no me
alegro con la noticia narrada, 146
que llegó superando a las noticias anteriores
diciendo: “Sakhr estaba de pie y después en su tumba; cerca
del sepulcro está enterrado entre piedras.”
Ve, Alá no se separa de hombres
que rechazan la injusticia y piden el pago por la sangre
derramada.
Solías cargar un corazón generoso, puesto en su lugar, valiente.
Así como la punta de la lanza ilumina la noche,
tu imagen más amarga es libre e hija de hombres libres. Te
lloraré mientras se lamente la paloma,
siempre que las estrellas de la noche iluminen al viajero
nocturno,
y no me reconciliaré con el pueblo que les hizo la guerra hasta
que la noche más oscura se vuelva blanca.
Me desvela el recuerdo cuando anochezco
y amanezco descompuesta por lo violento del dolor,
por Sajr —y qué otro joven como él—;
qué día de calamidad, de gualdrapa alanceada,
y qué enemigo mortal cuando atacaba
para hacer valer a un agraviado por derecho,
¡Nunca vi entre los genios calamidad como la suya!
¡Nunca vi entre los hombres calamidad semejante!
147
Ni hombre más enérgico al hacer frente
a los azares del destino,
ni más noble y directo en los asuntos graves
¡cuántos huéspedes llamaban a su puerta y pedían asilo,
con el corazón erizado por el menor murmullo!
¡Qué noble y de fiar era! La noche caía sobre él
y lo encontraba libre de preocupaciones.
La salida del sol me recuerda a Sajr,
y lo tengo en mis labios a cada puesta,
y de no ser por la multitud que a mi alrededor
llora por sus hermanos, me daría muerte sin vacilar.
Pero sigo viendo a una madre que ha perdido a su hijo,
que llora y se lamenta a gritos por el día aciago,
la veo, desesperada, sollozando por su hermano
la tarde de su desgracia o anteayer,
no lloran a nadie como mi hermano, pero yo,
por el mío, me consuelo a mí misma al dar el pésame.
No, por Dios, no te he de olvidar,
hasta que me aparte de mi sangre y se cave mi tumba,
porque el día que me separé de Sajr dije adiós
a la más hermosa de las criaturas,
mi delicia y mi solaz.
¡Pobre de él y pobre de mi madre!
¡¿Va a estar en su sepulcro día y noche?!

148
Nasra Al Adawi
Siglo XX ~ Omán
149
Mi mujer africana

Te echo un vistazo,
mi mujer africana
tu piel está llena de brillo.
El color de la montaña,
persistencia de tu lucha,
prevalece entre todos 150
tu mirada, más allá del alcance de la distancia,
un símbolo de determinación.
Tu corazón es el más bueno,
una leona en tu alma.
Desechar el frío

A veces el clima se mantiene reflejando en mí,


tocandome en formas esperadas,
como el desierto invernal que flota hacia mí.
Deja la escarcha segura, en mi corazón.
El entumecimiento se expande más allá de mis manos y
pies, 151
no importa a cuánto calor me exponga,
agitar el frío en mí, toma mucho tiempo.
Necesito un fuego real para desechar el frío.
El frente

Descubriendo paz sin mí misma,


descubriendo alegría sin mis muros
la verdad en mí, parece perdida en el río.
cual es mi lugar, es una búsqueda desigual
cuanto tiempo me tendrá la tierra dentro…
Y cuando esté muerta, el cielo me mantendrá quieta, me
mantendré preguntándome sobre todos estos pensamientos. 152
Es hora de venir conmigo mismo,
solo para ser, quien puedo ser.
Lo mejor que puedo ser, de frente al espejo aceptando
quien soy.
Ataduras Morales

¿Cuál es el precio de estas lágrimas?


puesto que caen llevándose un gran estrés.
Detrás de tu alma con algunos lamentos,
Nuestro amor es nada pero, dolor y decepción
construyeron la pasión lejos de las pistas matrimoniales.
Llenamos nuestras vidas con demasiadas mentiras 153
descartamos nuestra alma con ataduras morales.
En otro momento, enseñamos a nuestros hijos las formas
decentes
Aún seguimos fallando en seguir nuestra moral,
cubriendo nuestros pecados con engaños,
para desterrar nuestro miedo, la cadena se repite.
Soy un niño con síndrome down

Nadie más, pero yo


me he estado mirando
como un extraño en la tierra,
Ellos me miran preocupados y temerosos
Yo les sonrío de vuelta.
¿Querrán asustarme? 154
¿O así es como soy?
Un niño con síndrome down,
alcanzo su amor
y no encuentro nada.
Me pregunto si soy real o una desviación en la tierra.
En su silencio educado, soy rechazado.
Soy un niño con síndrome down,
necesito de tu afecto.
Una mujer como yo

Tengo la voluntad
para tocar el cielo
Y no necesito alas
posibilitando la altura que busco,
la derrota, no tiene definición en mi cabeza.
Tengo la aspiración, y estoy lista para tomar ese sueño. 155
Una mujer como yo, lo encontrará lejano,
a muchas millas más.

Quizá, encuentres lágrimas


sostenidas en mis ojos
o cayendo como río
en el terreno de mi rostro,
es un momento de alivio
sin dar respuesta al dolor
recogido en mí
la dignidad me abraza,
Una mujer como yo, tuvo que aprender
a permanecer más allá de la calamidad.
Asia Majeed
~ Pakistán
Alas arrancadas de esperanza

Como la antigua diosa griega.


Ella también es un alma vieja en apuros,
vaga por valles abismales y desiertos rojos.
Sus alas arrancadas por afiladas escamas de agonía
ella no puede volar: está herida ahora.
Su anhelo de llegar a la tierra de la ataraxia.
157
ha aumentado la variedad,
con el deseo de encontrar consuelo en los brazos de su
amante.

Ella empuja las nubes


de revés de la oscuridad,
el impulso ilimitado de la voluntad
la obliga a escalar esa montaña de praxis.
¡Ah! Ella está atrapada ahora: no hay vueltas.
En el hechizo cegador de gigantes y brujas
¡Qué glorioso eres!
La adoran, un demonio de las criaturas terrenales
Ella ha hecho una conciliación y en
desheredación de la agonía del mundo,
sintió consuelo en la alianza del más allá.
Escribió versos de tristeza y cantó en voz alta.
los platinoides en sus poemas.
Tumbada rota y con alas recortadas,
en la memoria de su amante.
Humano frígido como un invierno helado

En una noche fría e invernal


salí de mi casa
para ver y disfrutar las
bellezas del invierno.
Solo, caminé y caminé por la carretera.
De repente escuché algunos gritos- 158
gritos de una mujer que viene de una casa.
Un hombre golpeando sin piedad a su esposa.
Estaba conmocionada
pero caminé más rápido en ese momento.

Después de unos pasos vi a un niño en medio del camino.


Temblando de frío, cansado de hambre
de pie, estaba frente a un restaurante con ojos brillantes
llenos de esperanza.
Los hombres comían y tiraban comida a los perros.
Pero nadie se dio cuenta de la desesperación del chico
mi corazón se llenó de dolor de nuevo,
más rápido caminé.

A cierta distancia presencié,


un grupo de personas bailando y disfrutando.
Con música y canciones a todo volumen
pero de un solo golpe todo cambió en un momento fugaz
cadáveres empapados de sangre por todas partes
nadie se detuvo,
mi corazón lloró las lágrimas de sangre
caminé más rápido de nuevo

Pero esta vez de regreso a casa,


esa noche presencié dos caras de una sola moneda.
Que realmente cubrió el alma humana
en una noche invernal,
vi la frialdad de los hombres 159
¿Soy un monstruo?

Gritos y llantos encantados,


sueños y deseos rotos
abandonado y rechazado
¡Fui traído a este mundo!

¿Era realmente una jerga? 160


¿O un niño no deseado?

Mi madre la molió
cabeza en paredes y azulejos
como mi padre se enfureció,
tírame al agua sucia

¿Era realmente un pecado?


¿O un crimen inmoral?

No ser una niña o un niño,


me criaron con
piedras y molesto
con silbidos desvergonzados.

¿Estaba realmente hecho para ser?


¿Colgado o quemado vivo?

Limpié mis propias cicatrices,


todas las noches sollozaba en voz alta
en mi alma atrapada,
que estaba enjaulado dentro.

¿Era realmente humano?


¿O un monstruo sangriento?

Rayé las líneas en


mis manos con un afilado 161
pedazo de cristal para hacer
¡Mi propio destino!

Estuve aquí solo por…


¿Baile y burla?

Con nuevo espíritu y devoción


ser insultado y agitado,
debo difundir esa noción
tenemos corazones con emociones.

¿Estaba realmente tan débil?


¿O frágil?

Papá me besó la primera vez,


con culpa en esos ojos
cuando le salvé la vida,
siendo un buen doctor.

Solo hago una pregunta


de todos los humanos crueles,
cuál es nuestra culpa
¿Por ser transgénero?

162
Ceremonia fúnebre de una rosa roja

Oh huerto, mi familia, fragante y colorida,


Lily, Pancy, Girasol y Daisy
me estoy muriendo, exhalando mis últimos suspiros,
ven a asistir a la ceremonia fúnebre
de esta indigente rosa roja tuya.
163
Jazmín, mi amor. ¿Por qué abres los pétalos con tristeza?
¿No puedes verme morir en apuros?
A menudo cambié mis colores,
no violó la belleza de este hermoso jardín.
El bálsamo de limón me calma cuando estoy desampara-
do,
durante mucho tiempo me he convertido
en víctima de manos de humanos crueles.
¡Como camaleones!
A veces perdí mi inocencia:mis colores cambiaron
¡Primero! Cuando un padre cruzó las manos
y suplicó por el matrimonio de su anciana hija,
vendió su alma y su yo para mantener
el falso prestigio con una dote cara
cómo lloré por su dolor
cuando la gente los aplastó a ambos bajo sus pies ...
Luego fue el día en que una madre lamentó
la muerte de su pequeño hijo,
la última esperanza en el ocaso de su vida.
En silencio lloré sobre la tumba de este joven
¡Quién pasó de rojo a ceniza!
Yo también lloré el día en que un amante malvado,
echó a perder la castidad de una princesa angelical.
Con rosas rojas, rosadas,
comparó su belleza
¡Ah! Lloré el día de su suicidio
y cambié mi color rojizo a negro.

Y ahora me estoy muriendo de nuevo hoy,


Cuando un pobre chico
164
que trató de venderme en un ramo,
corriendo de pilar a poste
y volviendo con las manos vacías
con su familia, me mantuve despierto con el estómago vacío.

Esta belleza disoluta mía,


no cambió su destino de pobreza
¡Mis lágrimas gotean sobre las afiladas espinas de este mundo
cruel!
Marigold ven,
y entiérrame con tus manos moradas tan profundamente.
Ya no soy rosa roja, solo un cactus.
Espantoso y espinoso
Estoy delgado, débil y marchito
Ay, no más abatimiento que puedo ver
¡Así que ven y asiste a la ceremonia fúnebre mía!

Bálsamo de limón, símbolo de simpatía,


caléndula símbolo de la justicia
Soy una mujer

Soy una mujer de carne y hueso


no hecha para tu extrema lujuria.

Tengo emociones, tengo sueños


O espero que no te olvides,
que yo también soy un humano como tú. 165
Si tan sólo mi propósito en la vida,
si tan sólo mi papel en la sociedad
¡Te habrías dado cuenta!

Deseos de ojos sedientos,


seco por las lágrimas de sangre.
O espero que no te olvides,
mucho sufro, soy mujer
un humano como tú.

Un cementerio este mundo sería


sin mí, no me aplastes hasta la muerte.
Esqueletos andantes serías,
búsqueda de mi alma, tan pura
¡Oh, por qué ignoras!

Vivamos y amemos,
trata de ganar mi corazón, mi núcleo
esa es mi verdadera gracia
será que tu eres
virtuoso y sincero
ya que soy mujer
con carne y sangre.

166
Parveen Shakir
Siglo XX ~ Pakistán
Catarsis

Descansando su cabeza en mi hombro hoy


él lloró por alguien, al contenido de su corazón.
Un agujero de la vida es requerido para saber totalmente
que bello es.
Para las chicas, no se revelan a sí mismas.
En encuentros momentáneos.
168
Tu actitud

Tu actitud hacia mí ha sido como


un experimentado diplomático hacia una joven periodista.
-cada declaración atenta de las implicaciones
y repercusiones posibles-
cada palabra cuidadosamente sopesada
(el problema perdido en el cenagal de las frases).
169
Nada de lo que dice, debería resultar ser
una flecha retrocediendo de sí mismo
(cual pueda arrepentirse).
Pétalos

Pétalo a pétalo, espora a espora


rumores de amor, esparcidos, puerta a puerta
como el dulce aroma, de una rosa floreciente.
Él me cortejó, siempre tan lento.

Como puedo decir, él me dejó


él no está más aquí,
la infamia es su verdad 170
y no la puedo ignorar.

Donde quiera que fuera, él regresa,


él regresa por mí,
su inconstante virtud es suficiente
para mantenerme feliz.
Él puede estar en tus manos,
el único, al que adorarás.
La noche de la separación
nunca tocará tu puerta.

Mientras yacía en su palma


en mi tórrida frente,
un sentimiento de rejuvenecimiento
alcanzó lo profundo de mi alma.

Un poco más, desde aquí.


Lo llamé nube, estrella o brisa
él me vio elusiva en la esencia de su ser.
Kishward Naheed
1940 ~ Pakistán
Nosotras, mujeres pecadoras

Somos nosotras, mujeres pecadoras,


quienes no sentimos temor ante la
grandeza de aquellos, los señores de hábito.

Quienes no vendemos nuestras vidas,


quienes no inclinamos la cabeza,
172
ni juntamos nuestras manos en señal de devoción.

Somos nosotras, mujeres pecadoras;


mientras aquellos que venden la cosecha de nuestros cuer-
pos,
se exaltan, se vuelven distinguidos,
se convierten en simples príncipes del mundo material.

Somos nosotras, mujeres pecadoras,


quienes salimos levantando la bandera de la verdad
contra la barricada de mentiras esparcida sobre las aveni-
das;
quienes encuentran historias de persecución
apiladas en cada umbral,
quienes se dan cuenta que esas
lenguas que podrían hablar,
han sido cercenadas.

Somos nosotras, mujeres pecadoras.


Incluso si la noche nos persigue
estos ojos no habrán de apagarse.
No insistan en volver a levantar
la pared ya construida.

Somos nosotras, mujeres pecadoras,


quienes no sentimos temor ante la
grandeza de aquellos, los señores de hábito.
Quienes no vendemos nuestros cuerpos, 173
quienes no inclinamos la cabeza,
ni juntamos nuestras manos en señal de devoción.
Un palacio de cera

Antes de casarme
mi madre solía
tener pesadillas.
Sus gritos de terror
me estremecían.
Yo la despertaba
174
para preguntarle:
“¿Qué sucede?”
Con los ojos en blanco,
ella me miraba fijamente.
No podía recordar sus sueños.

Una noche, una pesadilla la despertó,


mas ella no profirió ningún grito.
Yo le pregunté:
“¿Qué sucede?”
Me abrazó con fuerza, con temor silencioso.
Abrió los ojos y dio gracias al cielo.
“Soñé que te ahogabas”, me dijo,
“Y yo me tiraba al río para salvarte.”

Esa noche, un relámpago


mató a nuestro búfalo y a mi prometido.

Luego, una noche, mi madre se durmió


y yo permanecí despierta
mirando cómo abría y cerraba sus puños.
Trataba de asirse de algo
sin lograrlo y lo intentaba de nuevo.

La desperté,
pero se rehusó a contarme el sueño.

Desde ese día 175


no he podido dormir tranquila.
Y me mudé al otro patio.

Ahora ambas gritamos


en medio de nuestras pesadillas.

Y si alguien nos pregunta,


simplemente decimos
que no podemos recordar nuestros sueños.
La hierba en realidad es como yo

La hierba también es como yo,


tiene que desplegarse sobre la tierra
para satisfacerse a sí misma.
Pero su humedad, ¿qué manifiesta?
¿Un árido sentimiento de vergüenza
o el calor de una emoción? 176
La hierba también es como yo.
Tan pronto como logra erguirse,
la podadora,
obsesionada por convertirla en terciopelo,
la corta de nuevo.
¡Así se empeñan
en abatir a la mujer!
Pero el deseo de manifestar vida
no desaparece,
ni en la tierra ni en la mujer.
Reciban mi consejo:
la idea de hacer un camino, es buena.

Aquellos que no soportan la ardiente derrota de su coraje


son trasplantados en la tierra.
Es así como se vuelven poderosos;
pero no son más que paja, no son hierba.
Hablando conmigo misma

Castígame por haber escrito el significado del sueño


en mi propia sangre he escrito un libro guiado por una
obsesión,
castígame por haber pasado la vida santificando el sueño
del futuro
he vivido soportando las tribulaciones de la noche,
177
castígame por haber impartido el conocimiento
y las destrezas
de la espada al asesino
y por haber demostrado a la mente el poder de la pluma.

Castígame por haber desafiado al crucifijo del odio


yo soy el resplandor de las antorchas que arden contra el
viento,
castígame por haber liberado a la feminidad de la locura
de la noche alucinada,
castígame porque si yo vivo tú puedes perder el rostro.
Castígame porque si mis hijos levantan sus manos, llegará
tu fin
si una sola espada se desenvaina para hablar, llegará tu fin,
castígame por haber amado la vida nueva en cada
respiración.
Yo debo vivir mi vida y la habré de multiplicar más allá
de sí misma,
castígame porque entonces, la sentencia de tu castigo
llegará a su fin.
May Ziadeh
Siglo XX ~ Palestina
Ojos

En todas las caras hay ojos que son amuletos de


ébano y de plata,
que son agua que brota de las pestañas, orillas
de lagos rodeados de álamos.

Ojos, ¿no te sorprenden los ojos? 179


Lo sueños y los ojos grises,
ojos azules de mil tonos,
ojos de color ámbar y dulces,
la seducción de los ojos claros,
la fuerza y la dulzura de los oscuros.

Todos los ojos,


tan claros como el cielo,
tan profundos como el océano
o inmensos espejismos como el desierto

Los que atraen los sentidos en el reino etéreo


donde todo es belleza,
ojos cruzados por nubes llenas de relámpagos y
de lluvia.

Aquellos que miran hacia otro lado sólo para


conocer algo nuevo,
semillas de belleza,
ojos entornados y redondos, ojos almendrados y
rasgados,
hundidos en sus órbitas de tanto mirar.

Aquellos que, perezosos, giran lentamente,


o en los que los párpados se posan leves,
como una bandada de pájaros blancos
que planean sobre los lagos del norte. 180
De otros ojos manan rayos de fuego verde,
como alcayatas que atraen al corazón que
aguarda.

Y otros, y otros más…

¡Ojos sensibles,
ojos pensativos,
ojos que miran hacia adelante,
ojos que cantan
que se arman de odio y de ira
o que son abismos llenos de misterios!

Los ojos y sus secretos.

Ojos que esconden pensamientos íntimos o que


los revelan.

Ojos agobiados por un velo de apatía,


de pupilas dilatadas por el amor, o contraídas
por el odio.

Ojos que incesantemente preguntan “¿Quién


eres?”
y vuelven a preguntar tras cada respuesta.

Ojos que en un instantes deciden “tú eres mi 181


esclavo”
o que imploran “tengo que sufrir, ¿quién me va
a torturar?”

Ojos que dicen “quiero oprimir, ¿dónde está mi


víctima?”

Ojos que sonríen y que suplican.

Ojos en los que brillan la magia de la oración y


el éxtasis de quien reza.

Ojos que investigan todos los secretos y


preguntan “¿no me conoces?”

Ojos que alternan preguntas y tentaciones,


negaciones y afirmaciones.

Los ojos, los ojos, ¿no te asustan sus ojos?


Y tú, ¡cuál es el color de tus ojos, qué expresan,
apelan a lo visible o a lo invisible?

Acércate hasta el espejo

Mira tus talismanes encantados, ¿los habías


estudiado antes de ahora?
182
Observarlos en el fondo de su abismo,
encontrarás el deseo de saber.

Espían el ritmo de la creación, rastrean el


movimiento eterno de las estrellas
y en el abismo más profundo verás cada lugar,
cada rostro, cada cosa…

Y si quieres conocerme, o entender lo


desconocido,
observa tus pupilas,
tus ojos me van a encontrar en ellos mismos.

A pesar de sí mismos.
A la señorita C.

Tus ojos tan hermosos, querida belleza,


Su mirada es torturadora;
Tu nombre me encanta y lo deletreo
Tu nombre de arroyo susurrante.

Yo soy morena y tú eres rubia, 183


este contraste es delicioso,
un poco de lo más profundo de la ola se
mezcla con el celeste de los cielos.

Porque yo soy la noche, tú el día,


un día rosa y azul que brilla;
Yo, el lago; tú, la estrella resplandeciente;
Tú, el sueño y yo ... me encanta.
Una pequeña historia

Esta no es la historia del barco novato


que no había navegado en su vida;
Leer hay un ... casi un deleite,
es una relajación para la mente cansada.
Así que no es largo ni lánguido, No
tiene nada impenetrable o misterioso; 184
Es muy, muy corto y, quizás, ¡interesante!
Préstame a escuchar un interés serio.
Adiós, Líbano

Adiós, montañas libanesas.

Me alejo
de tus guirnaldas de rosas rosadas,
tus fresas de satén rojo brillante.

Egipto llamó con voz seria,


185
y ya el balanceo de mi barco
da nuevos frutos.

Pero mar, susurra tus canciones de cuna


por favor, porque me duele mucho.
Olas suaves de casa, solloza por mí.

No te vayas tan rápido, mi amor.


Dejándote, mi pecho está todo herido,
totalmente tierno.

Líbano,

tú me hiciste. Tus noches de mal humor


pusieron la oscuridad en mis ojos
y pusieron una vena de relámpago en mi alma.

Tus cascadas de encaje blanco tejieron


enredaderas de jazmín y serenatas de laúd a
través de mí,
y mi palabra es el Espíritu que
murmura en tus bosques.
Mis temporadas caprichosas son las tuyas:

mi alma es a veces salvaje,


una garza volando más
allá de la orilla del océano,
186
ya veces me acurruco
como una anémona cuando me tocan,
húmeda con delicadas lágrimas de espuma de mar.

Desapareciendo de la vista, eres un sueño


que termina. Pero el dolor continúa.
Adiós, mi nido.

Te amo, Líbano. Te adoro.


Líbano, adiós.
Mi corazón-

rosas rosadas,
fresas rojas

—Se convierte en vapor con la palabra:

Adiós.

Adiós.
Fadwa Tuqan
Siglo XX ~ Palestina
En las olas

Aquella noche
las caras se desvanecieron en torno nuestro
y todo desapareció
menos el brillo azul de
tus ojos y la llamada
en aquel brillante azul
188
donde mi corazón
navegó cual barco
guiado por las olas.
Las olas nos condujeron
a un mar sin playas,
sin límites
y sin resistencia
a que las olas contarán
la eterna historia de la vida
resumida en una mirada.
y la tierra se inundó con
el impulso de la marea, el viento y la lluvia.

Aquella noche
mi jardín se despertó
y los dedos del viento
arrancaron su cercado.
En mi jardín, la hierba,
las flores y los frutos se estremecieron
con la danza del viento y la lluvia.
Todo se desvaneció
aquella noche
menos el brillo azul de tus ojos
y la llamada
en el brillante azul
donde mi corazón navegó
cual barco guiado por las olas.
189
La roca
Mira cómo esa negra
Roca ha sido amarrada a mi pecho
con las cadenas del arrogante destino,
con las cadenas del absurdo tiempo.
Mira cómo aplasta
mis frutos y mis flores,
me esculpe con el tiempo
190
y me destruye con la vida.
¡Déjame! No podemos vencerla.
Las cadenas de mi prisión no se romperán.
Permaneceré en soledad
Mientras el destino sea mi prisión.
Déjame
permanecer así:
sin luz,
futuro
ni esperanza.
La roca negra no tiene escapatoria
ni refugio.

En vano intentó retirar su peso de mi pecho


olvidándome.
¡Cómo he penetrado en el corazón de la vida
y he recorrido cada dirección!
me he divertido,
he cantado
en las fuentes de la juventud.
dame mi copa
y beberé con ansia
hasta ausentarme del alegre mundo
que tanto me ha decepcionado.
En su regazo están mi dolor
y mi desgracia.
He huido del
mundo de mis sentimientos
191
y he danzado con
la agilidad de los pájaros
y una risa loca. Luego, desde
las profundidades de mi desesperación,
una llamada sacude mi espíritu
y en secreto amenaza:
“No escaparás.
estoy aquí.
No hay escapatoria
ni refugio”.
La sombra de la roca negra traza
figuras deformadas.
En vano intento retirarla,
En vano pretendo huir.
No hay escapatoria.

¡cuánto he explorado la tierra de


la desgracia!
he aspirado el elixir del consuelo
en la miseria de los prisioneros como yo,
prisioneros del destino.
he penetrado entre la gente,
donde están las tragedias
y las lágrimas,
donde los látigos silban y caen
sobre los rebaños humanos,
sobre las espaldas desnudas
y los humillados cuellos,
192
donde los dóciles esclavos
huyen en grupos
hundiéndose en lágrimas,
sangre
y sudor.
continué: busqué consuelo
para la desgracia
pero no hay escapatoria.
La maldición de la negra roca
nació conmigo
para ser mi sufrimiento.
Muda,
pegada a mí,
su sombra sigue los pasos de mi vida.
mira cómo se ha instalado
con su arrogancia
en mi pecho.
¡Déjame!
no podemos vencerla.
las cadenas de mi prisión no se romperán.
Mi espíritu permanecerá
cerrado
y yo seguiré sola
en la lucha.
solo
con el intenso dolor,
con el tiempo,
con el destino.
193
solo
con esta roca negra
aplastándome.
No hay escapatoria.
Sólo quiero estar en su seno

Sólo quiero morir en mi tierra,


que me entierren en ella,
fundirme y desvanecerme en su fertilidad
para resucitar siendo hierba en mi tierra,
resucitar siendo flor
que deshoje un niño crecido
194
en mi país.
sólo quiero estar en el seno de mi patria
siendo tierra
hierba
o flor.
Salma Jadra al-Yayyusi
Siglo XX ~ Palestina
Sin raíces

El timbre restalló alto y alarmante.


Luego, esa voz persistente y triste:
“Manda tu ayuda hacia Oriente,
que todos tus tíos se han convertido en refugiados”.
Lancé un hondo suspiro, muy angustiada por ellos.
Luego envié a mis tíos ropas
196
que había apilado para los mendigos,
pasas que había comprado y no comeríamos,
pegajosas piastras sin tintineo ni brillo,
lágrimas, lágrimas, lágrimas y un gemido.
Desde ese día no doy mis piastras a ningún mendigo,
porque se han convertido en refugiados mis primos
Sulafa Hiyyawi
1936 ~ Palestina
El viejo y la tierra

En los caminos de nuestra aldea,


entre sus olivos tiernos,
le dice el viejo a la tierra:
“Te consagré diez muchachos queridos.
No suspires,
no llores,
198
los consagré a la Patria...”.
Caminan los diez seres queridos en la oscuridad,
los oculta la marcha de una nube,
palpita la tierra en su corazón prendado
para besar sus pasos,
amortigua la sombra sus impacientes suspiros.
En los caminos de nuestra aldea,
junto a al-Lidda y ar-Ramla,
allí regresaron nueve;
habían terminado su marcha.
“Pero, ¿y vuestro décimo hermano?”
pregunta el viejo, mientras la luna entristecida,
contemplando, permanece en vela.
“Allí lo sembramos, padre.
Allí lo sembramos”
Hanan al-‘Ashrawi
1946 ~ Palestina
Mujeres y cosas

Las mujeres hacen que las cosas sean frías,


punzantes y duras
como un argumento legal lanzado
ante la amenaza de registro o detención.
O cálidas y suaves
como la justicia en un poema,
200
como la evocación de la imagen de la libertad,
como un baño caliente
y un largo remojo en una casa sin demoler.
Metamorfosis

El día en que Yasir fue tiroteado, su madre se


convirtió en piedra.
Envuelta en la bandera, su provisional mortaja,
se tendió en la desierta plaza de la ciudad.
Cada fría madrugada agarraba un puñado de
modestas flores
201
-jazmines, margaritas y rosas de su jardín
Mientras soldados perplejos que por allí pasaban,
de vuelta de su turno de noche, se asombraban
ante esa aparición vestida de niebla
que vagamente recordaba a alguna estatua.
La noche en que Raya fue tiroteada, las luces se
apagaron.
Mas su madre encendió una mortecina lámpara
enojada por su miedo supersticioso a los
presagios (...)
Muerte por enterramiento

Este terreno no es
apto para plantar.
Aquí la tierra es
dura, áspera, seca.
Las uñas de un muerto
dejan arañazos.
202
Cierro los ojos. El polvo
obstruye mi garganta.
Yo no sabía que la tierra
pudiera ser tan pesada.
Quizás, si levantara
un brazo, alguien podría
pasar por mi tumba un día
y, como en las películas de terror
nocturnas, ver una mano sin vida,
una mano abierta, unos dedos
semi-encrespados…
y gritar.
Yo no he muerto hoy.
Pero algo de mí sí lo ha hecho.
Y aún sigue yaciendo
en esa pútrida tumba,
fermentado su conocimiento en la oscuridad.
Laylà ‘Allush
1948 ~ Palestina
Senda de afecto

En la sorprendida calle, cogida por la garganta con las


nuevas noticias.
En la sorprendida calle, cogida por los aretes de este siglo
que llegan hasta el cuello ensangrentado.
En la sorprendida calle, cogida por mi viejo Jerusalén,
204
y a pesar de la alienación de los rótulos,
las tiendas y los cementerios,
reúno los fragmentos de mi ser
para encontrarme con mis parientes en la nueva Hayf~.

Los que me acompañan en nuestro calmo viaje en


minibús no saben nada de mi sufrimiento.
Pero yo tengo un rostro bien arraigado, auténtico,
mientras sus siete rostros son extraños, ajenos.
Esta tierra aún es la vieja tierra,
a pesar de los árboles de las laderas, confiscados,
a pesar de las nubes verdes y las plantas fertilizadas
y los aspersores de agua que tan eficazmente giran.
En la sorprendida calle, cogida por la garganta con las
nuevas noticias, los árboles me iban sonriendo con afecto
árabe.
En la tierra sentía una disculpa por las heridas de mi padre,
y en todos los puentes
la forma de mi rostro árabe
tenía un eco, allí, en los altos álamos,
en las espirales de anillos de humo.
Todo es aún árabe, a pesar del cambio de la lengua,
a pesar de los enormes camiones,
de los tractores extranjeros.

Cada alameda y naranjal de mis ancestros


reía para mí, Dios mío, con afecto árabe.
205
A pesar de los cambios, despidos y revisiones,
a pesar de las modernas canciones,
aspectos comerciales para impactar a los visitantes,
a pesar de los mares de luz desbordante,
a pesar de la tecnología,
de los muchos salmos, de los muchos clavos,
y de todo el ir y venir de pueblos extranjeros,
la tierra sigue cantando una afectuosa melodía árabe.

Incluso con propaganda ondeando en el aire


en lenguas que se multiplican y mezclan
en torno a extrañas excrecencias
de edificios modernos,
la tierra lo desafiaba todo, suavemente.

(Oh, abuelos! Incluso a la poderosa luz de la luna,


brillaba la tierra roja
con modestia árabe,
y cantaba, creedme,
con afecto.
Una nueva creación

Nací en Junio.
Y por eso mi frente está marcada con espinas.
Y por eso estoy a la espera de una aurora
que despeje la penosa noche de mis ojos.
Nací en Junio.
Y por eso el verdugo aguarda, 206
tratando de cambiar mi nombre.
Atusa sus mostachos y refuerza
las rendijas de mi prisión
dejando libre el campo abierto para las bestias
que anhelan mi carne.
Nací en Junio.
Y por eso ellos construyeron un centenar
de espantapájaros que clavaron
en mis vestidos robados,
en mis zapatos,
en mi abrigo
empalándolos con flechas envenenadas
en mi tierra,
ocultando la espada de mi abuelo
vendiendo sus despojos
ante mis ojos.
En Junio nací yo.
En Junio volví a la vida de nuevo.
Y por eso espero el alba
con nervio,
carne
y ojos.
Y por eso
aún engendro hijos.
Para defender mi hogaza de la bolsa de la bestia
en la noche tortuosa,
es por lo que
mi antigua rama de olivo 207
ha despertado, al cabo de veinte años,
con estremecimiento de creación, y se ha tornado
en látigo de fuego en mi mano.
El camino hacia el afecto

A lo largo del increíble viaje agarrado de la garganta


de fechas recientes…
por el increíble viaje dibujado por los aretes
del siglo
alcanzando el ensangrentado cuello,
en el sorprendente viaje arrebatado 208
a mi antigua Jerusalén
Y a pesar de las señales híbridas
de tiendas y cementerios,
reúno mi yo fragmentado para reunirme
con los parientes de Nueva Haifa.

Mis compañeros en nuestro viaje relajado


en el autobús.
No sabes nada mi sufrir.
Pero soy un rostro auténtico,
arraigado,
mientras que sus siete caras son ajenas.

Esta tierra sigue siendo la misma tierra.


A pesar de los árboles hipotecados
en las laderas,
a pesar de las nubes verdes y las
plantas fertilizadas
y aspersores de agua girando tan
eficientemente.
En el sorprendentemente viaje
agarrado de la garganta de las
nuevas cuentas,
los árboles me sonreían con afecto
árabe.
En la tierra sentí una disculpa por
las heridas de mi padre
y en todos los puentes, 209
la forma de mi cara árabe
resonó allí en los altos álamos,
en los sinuosos anillos de humo.
Todo es árabe todavía, a pesar del cambio
de la lengua,
a pesar de los abrazos de trocas y tractores extranjeros.
Cada persona y mis ancestros solemnes ven los campos
de naranjas
están sonriéndome a mí, lo juro, con afecto árabe.

A pesar de todo lo que he olvidado y revisado,


a pesar de las melodías modernas,
los inundantes mares de luz, a pesar
de la tecnología,
los muchos salmos, los muchos
clavos
y las idas y venidas de los pueblos
extranjeros,
la tierra siguió cantando una
afectuosa canción árabe.
Incluso con la propaganda
ondeando en el aire,
lenguas mezclándose,
multiplicándose,
alrededor de los edificios
modernos,
la tierra lo estaba desafiando
suavemente todo. 210
Oh mis abuelos, incluso en la cruda
luz del mediodía,
el suelo rojo brillaba
con modestia árabe
Y cantando, créanme,
con afecto.
Naomi Shihab Nye
1952 ~ Palestina
Tanta felicidad

Es muy difícil saber qué hacer con


tanta felicidad.
Con la tristeza hay algo con lo que
irse en contra de ella.
Una herida para curar con loción y
tela. 212
Cuando el mundo se cae a tu alrededor, tienes
piezas que recoger,
algo que sostener en las manos, como
boletos o el cambio.
Pero la felicidad flota.
No tienes que sostenerla.
No necesita nada.
La felicidad aterriza en el techo de
la casa de al lado, cantando,
y desaparece cuando quiere.
Tú eres feliz de todas maneras.
Incluso aunque una vez viviste
en una tranquila casa del árbol
y ahora vives sobre una cantera de ruido
y polvo
no puede hacerte infeliz.
Todo tiene vida por sí solo,
también se puede despertar lleno de
posibilidades
de café, pastel, duraznos maduros,
y amor incluso en el suelo que necesita ser
barrido,
las sábanas sucias y los discos rayados…
Ya que no hay espacio suficientemente grande
para tener tanta felicidad,
te encoges, levantas tus manos y dejas
que salga fuera de ti
hacia todo lo que tocas. No eres 213
responsable.
No tienes crédito, así como el
cielo de la noche
como la luna, pero que continúa sosteniéndola,
y compartiéndola,
y de esa manera, será conocida.
Dos países

La piel me recuerda como pasan los años,


cuando la piel no es tocada, un túnel gris
de soltería, pluma perdida
de la cola
de un pájaro, arremolinándose en un escalón,
barrido por alguien que nunca vio 214
que era una pluma. La piel comió, caminó
durmió por sí sola, supo cómo levantar la mano
para decir un “hasta luego”. Pero la piel siente
que nunca fue vista, nunca se consideró
estar en el mapa, nariz como una ciudad,
cadera como una ciudad,cúpula reluciente
de una mezquita
y los cien corredores de canela y
cuerda.

La piel tiene esperanza, eso es lo que la piel hace.


Cura sobre el lugar cicatrizado,
hace un camino.
El amor significa que respiras en dos países.
Y la piel recuerda– seda, hierba venenosa,
en lo profundo de su bolsillo
que es el secreto de la piel.
Incluso ahora, cuando la piel no está sola,
recuerda haber estado sola
y agradece algo más grande
que hay viajeros, que la gente va a
los lugares
más grandes que ellos mismos.

215
Combustible

Incluso en esta cita retrasada, a veces


tengo que lucir
la palabra “recibir”. Recibí su profunda
e interesante mirada.

Una planta de frijoles flourescentes debajo de la 216


lluvia de dulces palabras.
Dime lo que piensas— Estoy escuchando.

La historia alborotó sus veinte hojas.

Una vez mi maestra me mandó sentar en un gran taburete


por reírme. Ella pensó que los ojos
de mis compañeros me
tallarían a medida.
Pero dijeron lo contrario.

Nosotros también nos reiríamos si


supiéramos cómo.

Fijé mi mirada por la ventana


en una línea madura del cielo.

Ahí es donde yo iba.


El hombre cuya voz fue tomada de su garganta

Sigue siendo todo manos flexibles y gestos.

Idioma de la piel
fusionando su más fina costura
con una fluida luz
con un dedo levantado 217
baile de labios
cada sentencia completa
él le habla a las sombras
de las hojas
papel de seda ensartado
cortado en delicadas banderas
en qué lado de la conversación
es que alguien comenzó?

Usando dos pieles


la brillante pregunta marcada por México
se mantiene en la frente
como respuesta.
Famoso

El río es famoso para la pesca.

La voz alta es famosa para el silencio,


que sabía que heredaría la tierra
antes de que nadie la dijera.
218
El gato que duerme en la cerca
es famoso entre los pájaros,
observándolo desde la pajarera.

La lágrima es famoso, brevemente, a la mejilla.

La idea que llevas cerca de tu pecho,


es famoso a tu pecho.

La bota es famosa a la tierra,


más famosa que a los zapatos de vestir,
quienes son famosos sólo a los pisos.

La fotografía curvada es famosa


para quien la toma
y nada famoso
para el que está retratado.

Quiero ser famoso para los


hombres que barajan
que sonríen al cruzar las calles,
niños pegajosos en las filas de
los supermercados,
famoso como el que le devolvió
la sonrisa.

Quiero ser famoso como lo es


una polea, 219
o un ojal, no porque hiciera algo espectacular,
sino porque nunca olvidó lo que podía hacer.
Nathalie Handal
1969 ~ Palestina
El mundo no termina

Nosotros buscamos.
Abrimos la cámara.
Nos preparamos para lo que contiene
esperanza, números, perdones,
y, por qué no, tijeras
para cortarnos el pelo,
221
ahora
a muchos pies de distancia.
Cosmos sagrado

Nos han dicho que el espacio


es como dos labios oscuros chocando
como la ciencia ficción
esboza un pequeño cosmos
donde el miedo se esconde en un resplandor
donde el espacio negativo
222
se convierte en un lugar para desear
una constelación de melodías nebulosas
de débiles vocales agudas
un glosario de meteoros
un telescopio a dios
un blanco frío y brillante
tal vez la distancia nos perjudique
tal vez Júpiter
de repente nos sorprenderá
con una noción de santidad
pero en cambio un viejo planeta
ocupa todo el espacio
y nos recuerdan
las huellas del fuego
que hay en nuestra mirada
definiendo nuestras infidelidades
Cartas del océano

Él me dijo que mi piel era suave, teniendo su cuerpo dentro de


mí y si
sus pensamientos no hubieran sido en voz alta, así como si sus
pecados
no fueran un tapiz de ecos insoportables, como si sus frases
no fueran el final de la nada,
223
como si no fuera difícil morir.

Llévame a otro nombre.


Toma mis labios por las gaviotas,
toma mi cuerpo
a la niebla en la que una vez
encontramos misericordia, al rugido
que nos partió
por la mitad, y luego volver a armarme
como el mismo mundo.

El cielo azul de Julio se abrió


justo bajo nuestros corazones. Los pájaros
no estaban. Los barcos vacíos.
Las balas que nos ahogan. Los uniformes
como un país que ha olvidado
las reglas de natación.
Qué no nos hemos dicho?
A dónde hemos ido sin cavar en el amor como si fuera el
agua eterna?
Navegando por mi espalda estaban las
palabras que aprendiste en una oscura
noche
bajo los truenos
sentencias de las estrellas,
cielos vacíos, nieblas inquietas; tampoco
estaba cerca el horizonte, ni los soles
espléndidos o los nombres plasmados en
mi cuerpo 224
como
preguntas que alguna vez hicimos pero
la cual no se quería respuesta

El mar es un temblor de hora, así que


recuerda aquel largo verano
donde viste la luna dividirse en dioses.

Llevamos la muerte sobre


las olas, y no sentimos
la carga de nuestro
pesar.

Y los años pasan, y


el silencio viene,
y la
oscuridad toma distancia,
y la
muerte es una oración brumosa entre
dos palabras inmóviles.

Ya no sé donde estás, el mar


se ablandó después de la tormenta.
No puedo decirle a nadie lo que sé.

225
Aceptar el cielo en una gran cuenca

Cuando dudes del mundo


mira la oscuridad
individida

Mira la cima de Wheeler


acantilados como
226
oraciones interrumpidas
contemplar la cerúlea
piedra caliza reluciente

las sombras congeladas


las flores silvestres

mira el pino bristlecone


un laberinto de maravillas tortuosas

escucha las cuevas


cantar en silencio

recuerda el olor a
artemisa después de la
tormenta

ese arco Lexington


es un puente de preguntas
en la soledad de los
sueños que aquí

las distancias perturban el deseo


para evitar una colisión de respiraciones.

el desierto hace eco


en este oscuro cielo nocturno
227
las estrellas revelan el camino
un corazón puede iluminar un mundo.
Rafeef Ziadah
1970 ~ Palestina
Las tonalidades de la ira

Permítanme hablar en mi lengua árabe


antes de que también ocupen mi lenguaje.
Permítanme hablar en mi lengua materna
antes de que también colonicen su memoria.
Soy una mujer árabe de color
y nosotras venimos en todas los tonalidades de la ira.
229
Todo lo que mi abuelo siempre quiso hacer
fue levantarse al amanecer y observar a mi
abuela postrarse y rezar
en una aldea escondida entre Jaffa y Haifa.
Mi madre nació bajo un árbol de olivo
en un suelo que, dicen, ya no es mío;
pero yo cruzaré sus barreras, sus checkpoints,
sus locos muros de apartheid y volveré a mi hogar.
Soy una mujer árabe de color
y nosotras venimos en todas las tonalidades de la ira.
¿Escucharon gritar a mi hermana ayer,
mientras paría en un checkpoint
con soldados israelíes buscando entre sus piernas
la próxima amenaza demográfica?
llamó a su hija nacida, Jenin.
¿Y escucharon gritar a alguien
«¡estamos retornando a Palestina!»
detrás de las rejas de la prisión,
mientras le tiraban gas lacrimógeno en la celda?
Soy una mujer árabe de color
y nosotras venimos en todas las tonalidades de la ira.
Pero me dices que esta mujer que hay dentro de mí
sólo te traerá tu próximo terrorista:
barbudo, armado, pañuelo en la cabeza, negrata.
¿tú me dices que yo mando mis hijos a morir?
pero esos son tus helicópteros,
tus F-16 en nuestro cielo.
Y hablemos un segundo de este asunto del terrorismo…
230
¿No fue la CIA la que mató a Allende y a Lumumba?
¿Y quién entrenó a Osama primero?
Mis abuelos no corrían en círculos, como payasos,
con capas y capuchas blancas en la cabeza
linchando negros.
Soy una mujer árabe de color
y nosotras venimos en todas las tonalidades de la ira.
«¿Quién es esa mujer morena gritando en la
manifestación?»
Perdón. ¿Debería no gritar?
¿olvidé de ser todos tus sueños orientalistas?
el genio de la botella,
bailarina de la danza del vientre,
chica de un harén,
voz suave,
mujer árabe,
Sí, amo.
No, amo.
Gracias por los sándwich de manteca de maní
que nos tiras desde tus F-16, amo.
Sí, mis libertadores están aquí para matar a mis hijos
y llamarlos «daño colateral».
Soy una mujer árabe de color
y nosotras venimos en todas las tonalidades de la ira.
Así que déjame decirte que esta mujer que hay dentro de

sólo te traerá tu próxima rebelde.
Ella tendrá una piedra en una mano y una bandera
231
palestina en la otra.
Soy una mujer árabe de color…
ten cuidado, ten cuidado,
De mi ira.
Nosotros enseñamos vida, señor

Hoy, mi cuerpo fue una masacre televisada.


Hoy, mi cuerpo fue una masacre televisada
que tenía que caber en audio digital y en palabras limita-
das.
Hoy, mi cuerpo fue masacre televisada que tenía que caber
en un audio digital y palabras limitadas,
232
con suficientes estadísticas
como para contrarrestar una respuesta mesurada.
Yo había perfeccionado mi inglés y aprendido las resolu-
ciones de la ONU.
Pero, aun así, me preguntó:
“Señorita Ziadah, ¿no cree que todo se resolvería si deja-
ran
de enseñar tanto odio a sus hijos?”
Pausa.
Miro en mi interior.
Busco fortaleza para tener paciencia,
pero no tengo paciencia en la punta de la lengua
mientras caen bombas sobre Gaza.
La paciencia me ha abandonado.
Pausa.
Sonrisa.
“Nosotros enseñamos vida, señor”.
(Rafeef, acuérdate de sonreír).
Pausa.
“Nosotros enseñamos vida, señor”.
Nosotros los palestinos
enseñamos vida después de que ellos
hayan ocupado los últimos cielos.
Nosotros enseñamos vida después de que ellos
hayan construido sus asentamientos y muros de apartheid
más allá
de los últimos cielos.
Nosotros enseñamos vida, señor.
233
Pero hoy, mi cuerpo fue una masacre televisada
para caber en un audio digital y palabras limitadas.
Danos sólo un reportaje, un reportaje con lado humano.
Verás, esto no es político.
Sólo queremos hablarle a la gente
de ti y de tu pueblo,
así que danos un reportaje humano.
No menciones las palabras
“apartheid”
y “ocupación”.
Esto no es político.
Me tienes que ayudar
como reportera
a ayudarte a contar tu historia,
que no es un reportaje político.
Hoy, mi cuerpo fue una masacre televisada.
¿Y qué tal si me das un reportaje
sobre una mujer en Gaza que necesita medicinas?
¿Qué tal acerca de ti?
¿Tienes suficientes huesos rotos en las extremidades
como para cubrir el sol?
Pásame tus muertos y dame una lista
de sus nombres
en un total de mil doscientas palabras.
Hoy, mi cuerpo fue una masacre televisada
que tenía que caber en un audio digital y palabras limitadas
y conmover a quienes
son insensibles a la sangre 234
terrorista.
Pero ellos sintieron pena.
Sintieron pena por el ganado en Gaza.
Así que les di
resoluciones de la ONU
y estadísticas
y condenamos
y deploramos
y rechazamos.
Y no son iguales
ocupadores y ocupados.
Y cien muertos, doscientos muertos, y mil muertos.
Y entre eso,
entre crimen de guerra y masacre,
ventilé las palabras y sonreí,
-no exótica-
-no terrorista-
Y cuento:
Cuento cien muertos, doscientos muertos, mil muertos.
¿Hay alguien ahí?
¿Escuchará alguien?
Quisiera poder llorar sobre sus cadáveres.
Quisiera simplemente
correr descalza
por cada campo de refugiados
y abrazar a cada niño;
cubrir sus oídos
para que no escuchen el sonido 235
de las bombas
por el resto de sus vidas,
como yo lo escucho…
Hoy, mi cuerpo fue una masacre televisada.
Y déjame decirte:
No hay nada que tus resoluciones de la ONU
hayan hecho en absoluto sobre esto.
Y no hay un audio digital,
-ningún audio digital que se me ocurra,
y no importa cuán bueno sea mi inglés-
no hay audio digital
no hay audio digital
no hay audio digital
no hay audio digital
que los devuelva a la vida.
No hay audio digital que arregle esto.
Nosotros enseñamos vida, señor.
Nosotros enseñamos vida, señor.
Nosotros
los palestinos
nos levantamos
cada mañana
para enseñar
al resto del mundo
vida,
señor.

236
Suheir Hammad
1973 ~ Palestina
Esto no es un poema, es una promesa

Al borde de las
lágrimas, de la cordura y de la guerra,
me siento impotente, sin
esperanzas y sin vida.
¿Qué les diré a los jóvenes?
Cómo decirles, «…tu voz no
238
significa nada para quienes
piensan que la vida es el control
de los demás y la codicia? ¿Y dónde
están seguros quienes tratan
de no hacer daño a los demás?
Yo no quiero hacer daño a nadie, ¡Dios lo sabe!
En Irak, los niños miran con miedo
el cielo de la noche, como si
no hubiese estrellas, sólo bombas en el
Cosmos.
Y le temen a la tierra, porque
ahora cuentan los cánceres
de sus capuchas, donde
antes no los había.
¿Y cómo les diré a los jóvenes yanquis
que la cultura popular no tiene nada que ver
con la justicia ni con todo lo que los
aísla del mundo? ¿Y cómo gritaré,
si no me queda voz?
¿Y quién responderá a mis preguntas?
No será Rachel Corrie. Está muerta.
Y no importa lo que diga algún ejército.
He visto las fotos
Iba vestida de un color naranja
luminoso y estaba viva un minuto antes, y luego muerta
bajo los escombros, un minuto después.
En cuanto a mí, al parecer
ya me dejan insensible los palestinos
239
muertos, porque el asesinato de esta
muchacha
blanca de Olympia, Washington,
me ha partido el corazón y me ha helado la sangre.
Unos diez palestinos han caído
asesinados desde
ayer, cuando una excavadora Caterpillar,
conducida por un hombre,
demolió ese hogar que era su cuerpo.
Si alguien conoce a su familia, transmítanle
mi pésame y mi dolor.
Su teléfono, que le servía para las reuniones,
está en internet.
Allí se puede
leer lo que contaba sobre su experiencia en
Palestina.
Era una buena escritora.
Hay gente que dice,
«Para empezar,
no debería haber estado allí».
Ahora está muerta.
«¡Que se joda!».
Ahora está muerta.
«¡Puta traidora!».
Ahora está muerta.
¿Qué les diré a los jóvenes sobre la
no violencia, cuando
pueden ver
240
por sí mismos
que ni el naranja luminoso ni el megáfono
ni las cámaras ni la ciudadanía yanqui
impiden que a uno lo maten?
Recuerdo los tiempos en que linchaban a muchachos ne-
gros
y los descuartizaban por mirar a mujeres blancas.
Ahora los dólares de los impuestos aplastan la contesta-
ción
dondequiera que florezca.
Escudos humanos para objetivos humanos.
Hay palabras que retiro. Las
recupero
y ya no le permitiré a nadie que dicte mi
lenguaje.
No existe un «ala derecha», un ala es natural,
y el asesinato
puede ser humano, pero no natural,
incluso si los animales se devoran entre sí.
¿Es eso lo que somos, animales?
Si es así, reivindícalo, hijo de puta.
No existe una «madre de todas las bombas».
Blair, Sharon, Bush, todos
tienen madres y no importa lo que hagan, hay
algo que aman.
El poder blanco, el petróleo, la necesidad de ser
los únicos elegidos por Dios, lo que sea,
pero aman algo, porque
241
sus madres los amaron.
Una bomba no ama nada, no tiene madre y
no se ocupa de la vida.
No existe una madre de todas las bombas,
Sólo la autodestrucción de la humanidad.
No existe seguridad en ser un matón. Lo sé, porque
me han intimidado y sé,
con mis primeras canas, que el poder
verdadero
no se ejerce sobre otros, sino sobre uno mismo.
Esto no es un poema, no es una amenaza.
Es una promesa.
Dios tiene más imaginación
que todos nosotros juntos y no sé
cuál será la forma de retribución, pero
he visto antes el karma y lo veré
de nuevo y, entonces, proclamaré
los nombres de los inocentes y me pondré de lado
de aquellos que mantuvieron sus manos limpias
de sangre
y sus corazones limpios de odio.
Hoy es difícil no sentir odio. Pero a mí
me han amado, yo he amado y sé
que quienes deshumanizan a su enemigo
se deshumanizan a sí mismos.
La paz y la justicia son divinas.
Rachel Corrie escribió,
«A pesar de todo, estoy segura de que por mucho
242
que hubiera leído, asistido a conferencias,
visto documentales y escuchado relatos personales,
nada me hubiera preparado
para la realidad de la situación
aquí.
No es posible imaginarla hasta que se ve,
E, incluso entonces,
una es consciente de que la
experiencia
no tiene nada que ver con la realidad: con las
dificultades
que tendría el ejército israelí si disparase
contra una ciudadana
estadounidense, y con el hecho de que yo tenga dinero
para comprar agua,
pero el ejército destruya los pozos y, por supuesto,
con el hecho
de que siempre me queda la opción de marcharme de aquí.
A nadie
de mi familia, en mi ciudad,
le han disparado nunca un misil, mientras
conducía su coche,
desde una torre al final de una calle.
Tengo un hogar. Puedo ir a contemplar
el océano.»
Ahora está muerta. Y el océano
echará de menos su mirada. Palestina añorará
su corazón, pero su familia
243
recordará su coraje.
Y el presidente de los Estados Unidos de
América
(¿cuándo ocurrió otra vez?) ha
declarado la guerra contra Irak y se nos prometen
muchas muertes.
¿Qué les diré a los jóvenes sobre lo que sea?
En especial sobre humanidad y moralidad.
Un mes antes de que la mataran, Rachel
escribió a los suyos,
«Mucha gente quiere que la escuchen,
y yo
creo que debemos usar nuestros privilegios de
internacionalistas para que esas voces sean escuchadas
sin intermediarios
en los Estados Unidos, en vez de a través del filtro
bienintencionado
de internacionalistas como yo. Sólo estoy
empezando
a aprender, en lo que espero que sea
una intensa experiencia,
sobre la capacidad organizadora de la gente
contra toda clase de dificultades,
y sobre la capacidad de resistir.»
Exijo más apelativos: heroica, valiente, soldado.
Esta mujer joven hizo lo impensable,
no pestañeó, no dudó en dar un paso al frente, no
se echó atrás 244
ante la muerte. ¿Qué mayor diferencia puede haber
que la fragilidad de un cuerpo de mujer frente a una má-
quina
de destrucción?
¿Qué mayor historia se puede contar?
Al borde de la guerra, ojalá nos infundan fuerza
aquellos que Rachel Corrie
defendió hasta morir. Al borde de la guerra, ojalá
nos inculquemos esperanza. Al borde
de la guerra -¡un momento!- esto no es una guerra.
Al borde de lo que sea este nuevo
proyecto imperialista, ojalá Rachel Corrie
esté viva en nuestra resistencia, en nuestra búsqueda
de la justicia y en el espíritu de femenina hermandad.
Al borde de la guerra, ojalá recordemos
lo divinos que pueden llegar a ser los humanos.
Lo que haré
No bailaré al ritmo de su tambor de guerra.
No prestaré mi alma y mis huesos a su tambor
de guerra.
No bailaré a su ritmo.
Conozco ese ritmo, es un ritmo sin vida.
Conozco muy bien esa piel que usted golpea.
Estuvo viva aún después de cazada, robada,
expandida.
No bailaré al ritmo de su tambor de guerra.
Yo no voy a estallar por usted.
Yo no voy a odiar por usted, 245
ni siquiera voy a odiarlo a usted.
No voy a matar por usted.
Especialmente, no moriré por usted.
No voy a llorar la muerte con asesinato ni suicidio.
No me pondré de su lado ni bailaré con bombas
porque todos los demás están bailando.
Todos pueden estar equivocados.
La vida es un derecho, no un daño colateral o casual.
No olvidaré de dónde vengo.
Yo tocaré mi propio tambor.
Reuniré a mis amados cercanos y nuestro
canto será danza.
Nuestro zumbido será el ritmo.
No seré engañada.
No prestaré mi nombre ni mi ritmo a su sonido.
Yo bailaré y resistiré y bailaré y persistiré y bailaré.
Este latido de mi corazón suena más alto que
la muerte.
Su tambor de guerra no sonará más alto que
mi aliento.
Ahlam Bsharat
1975 ~ Palestina
Mi nombre brilla

Cuando llegué a la pubertad,


La señal era que sangraba
De entre mis muslos

En lugar de las lágrimas


De mis ojos. 247
Mi padre me llevó al mercado de la chatarra.
Mi padre dijo:
Creces
Ha llegado el momento.

Tenía miedo
Que fuéramos al

Mercado de animales,
Era jueves
Y tenía miedo de que mi padre comprara
En lugar de mí

Un buey
Para arar la tierra. Se lo han dicho:
Ella es delgada y feroz
Y la “ella”
Era yo.
Mi padre dijo:
De aquí.
No sabía por qué “aquí” exactamente.

Nos quedamos cerca de un anciano


Con ojos tristes
Y barba alta
Le dio a mi padre un cigarrillo 248
Después de cogerlo le temblaron las manos
Entonces dijo:

Extiende tu mano.
Yo estaba mirando las manos de mi padre
Entonces me levanté
extendí mis manos
Y arrastré
De una caja vieja
Un nombre usado

Mi padre dijo
Aquí todo es barato
Asequible para los pobres
Y se reía.

Abrí las manos


Miré al cielo
Y me convertí en un pájaro
Rezaba

Mientras cerraba los ojos


Abriendo mi boca
Un pájaro se cagó en ella

Cuando llegué a casa


Tiré mi nombre 249
En el plato de “níquel”
Que se usaba para nuestra comida
Antes de que se convirtiera en el plato de la comida de los
pollos

Y le eché agua y sal


Lo dejé toda la noche
Al día siguiente,

Me desperté antes de que todos


Agarró mi nombre

Lo lavé con la lana de acero


Hasta que brille.
Rojo

Había una tela


Dividida
Por nuestra sangre.

La colgamos en los tendederos


Sólo el aire caliente
250
Lo consolaba
Empujado por la boca del sol
Pasado en sus mejillas.

No arrojamos aquello se tensaba y desvanecía


De nuestros paños
Por más de una razón

Una de esas razones


Que lo cortaríamos
Y lo poníamos entre nuestros muslos

Para qué y cuántos


¿Era suficiente esta ropa?
Para cubrir nuestras pieles
O para cubrirnos en verano
O para evitar que nuestra sangre se filtre
Al suelo.
Nadie sabía de
Esas luchas
Que vivíamos
Nosotras las pequeñas

Y ellas las mujeres adultas


Contra los insectos que invadían los campos
Contra las moscas que revoloteaban sobre la comida,
251
Contra los mosquitos que caían en nuestras lágrimas,
Y contra la sangre,
Que caía entre nuestros muslos?

En esos aspectos, el barbecho.

Incluso después de que el clima fuera moderado


Las plantas crecieron
Y el verdor cubría el suelo

Se ruborizaba junto al
Verde, marrón, amarillo negro
Y el color rojo.

La rosa roja florecía


En los tomates,
Y entre los cuerpos de las campesinas
Sólo uno o dos
La lamía de la punta de su dedo
Por curiosidad
Luego el sabor del moho y la salinidad

Que salía de todo


Se descubrió.

252
Copa de níquel

Teníamos un cubo de limonada vacío


Acortado y colgando en el pozo
Llenándolo de agua

Y teníamos una vasija de barro


Cosemos el saco de arpillera que era la bolsa de azúcar 253
Y vestimos la jarra

Teníamos nuestra taza de agua de cinco centavos


Cada uno encontró un lugar para su boca
Dejando sus marcas con una abolladura o un rasguño
Para que el otro no beba donde ellos bebieron.
Esta taza era de diez bocas
Para mi madre, que se negó a dejar una huella,
hicimos una para ella
Y a mi padre, que se enfadó con nuestros juegos,
golpeando la taza en el suelo

Y cada uno de nosotros se puso la ropa del otro, Incluso


el espantapájaros llevaba el vestido de mi madre, La
botella de agua llevaba la camiseta de mi padre,
La bomba de agua llevaba los pantalones de mi padre,
Y mi enorme tío llevaba una pequeña piel de oveja,

Y yo llevaba el uniforme de mi difunta hermana


A la escuela.
Fatena al Ghorra
1977 ~ Palestina
Ardor

Soy hija de marinos que bogan por las costas.


Soy hija de la ola y la memoria.
La última de aquéllos a quienes Sansón
cediera su cabello,
Sacudido como una joven virgen,
La última descendiente del fresco y antiguo 255
feminismo..
Abro los brazos y gira el cosmos en sus once
direcciones.
Sonrío: me gotea miel desde los vírgenes
labios juguetones.
Camino y la tierra pierde su equilibrio,
cuando mi risa cascabelea se escuchan
timbres de seísmos.
Volcanes sacuden el sistema de los siete
estratos.

Soy hija de la virtud y el ocio


Hija de la pureza y del vicio
Hija de la negrura y la blancura
según mi dedo
las estrellas distinguen los límites de su
primera ubicación
Y si cierro los ojos
hay eclipse de sol hasta que vuelvo a abrirlos
y sumergen al mundo
en rayos de color algarrobo.
Si me recojo el pelo
vibra el cosmos devoto, agradecido.

Soy el hoy y el mañana


Su majestad, coronada en el trono espacial,
si miro de reojo los campos se convierten en
trigo y sol verde
256
y entonces soy el trigo y el sol verde
la primera cosecha
y la última.
Mujer de Café

Al viajero le otorga el sabor de la sal


Se baña en la magia del ritmo
y su llovizna la lleva a la parada del orden
Vierte en su fuego el sopor del instante y
el desmayo al llegar
Organiza los segundos del reloj de arena
257
enhebra un balcón de sollozos
ascienden sus vapores al límite de la
primera nube
un hombre con sabor a amapola aleja su
amargura tras veinte tazas.

Habla con el espíritu de pequeñas teselas


las ordena
y diluye en ellas su epopeya
cuyo aroma adora sus ropajes
hace de ella la imagen del primer embrión
El tótem de sus límites
práctica su acto enloquecido
el chillido lo toma hasta ser anulado cuando
ella se ondula
ella, que borra de sus pestañas los restos de
la primera vez,
es la única capaz, con sabor a café,
de cambiar el desmayo con ascensión.
Maya Abu Al-Hayyat
1980 ~ Palestina
¿Y si?

Cada vez que dejo la casa,


es un suicidio,
y cada regreso, un atentado fallido.
y si las llantas en llamas explotan
y los soldados vinieran taimados?
Y si los adolescentes se volvieran radicales
259
y el conductor de la camioneta se durmiera
en la rueda
Y si encuentro lo que estoy buscando?
Regresaría a casa llena.
Marco los caminos con migajas
para ayudarme a regresar e ir
hasta que los pájaros
se comen todo mi pan.
Similitudes

Dime una diferencia,


incluso si te refieres a la justicia,
dolor o historia:
el odiador representa al odiador.
y el homicida, el homicida.
Un bombardeo aéreo de un edificio 260
se ve como un estallido.
Un niño acribillado con agujeros
representa otro destrozado
Una madre desconsolada
representa una madre esperando.
Dame una diferencia,
después de la caída de justicia
de replicar: justicia
es el derecho de quien vive
en los lugares equivocados en este mundo,
el derecho del agraviado,
la semana con pobres recursos.
Justicia no es un pretexto del asesino,
un apoyo de malevolencia,
o una espada por el injusto.
Una diferencia
para entregar mis hijos a ti
y parecerse a cualquiera.
Como un animal doméstico

Aprendí a ir en favor de los


propietarios
Observe tristemente dentro
de sus ojos
frotar sus hombros
Mis demandas son básicas:
261
las patitas de alguien sobre mi cabeza
y clemencia por mi horribles acciones diarias
como un animal doméstico
Espero por sus excesos de ternura,
su pequeña señal de caricias
removerme de sus alrededores
antes de que queden aburridos
y me echen a un lado.
y cuando estén despiertos
haré lo que les complazca
con su acuerdo detallado,
borra sus alarmas del reloj
a mis ladridos y hambre,
y rascar de la puerta.
Tiernamente si no escucho a nadie.
Y si mordisqueaba, aullaba o daba vueltas alrededor
por aprobación, maldiciones y atención.
Un camino para el perdido

Como el resto
pensé en un escape.
Pero tengo miedo a volar
una fobia a los puentes congestionados
y accidentes de tráfico,
de aprender un nuevo idioma.
262
Mi plan para una huida simple,
Una pequeña partida:
empacar a mis hijos en una maleta
y un nuevo lugar para vivir.
Las direcciones me confunden:
No hay bosques en la ciudad,
tampoco desiertos.
Conoces un camino para los perdidos que
no termine en un asentamiento?
Pensé en hacerme amigos a los animales,
de los adorables en lugar de tener
juguetes de plástico para mis hijos.
Y antes de sacrificar cualquier otro, quiero
un lugar por quedar perdido.
Mis hijos van a crecer,
sus preguntas serán múltiples,
y yo no digo mentiras,
pero los maestros distorsionan lo que digo.
No tengo rencores,
pero los vecinos son siempre ruidosos.
No los culpo,
pero el enemigo mata.
Mis hijos ya crecieron
y nadie les ha dicho todavía
que transmitan las últimas noticias,
apagaron canales religiosos,
techos y paredes de la escuela sellados,
terminando con tortura. 263
No me atrevo a hablar
de lo que está pasando.
No quiero hablar.
Prefiero estar perdida.
Mi casa

Ninguna de las casas en las que he vivido


me importan. Después de la tercera casa
perdí el interés, pero más tarde mis órganos y
las partes de mi cuerpo
se han quejado de dolores
inexplicables. 264
Mis brazos se extendieron más grandes que un árbol.
Mi acromegalia. Y cuando corro
siempre es una velocidad distinta.
Lo importante es pasar a los que
caminan
más cerca de mí, los dejo atrás
antes de que me dejen.
Un doctor Tuneciano
le dijo a mi padre “es una condición psiquiátrica”.
Me había gustado y la consideraba
una casa.
antes de que ella dijera esa frase
que causó muchos moretones
y derribó la casa.
leí diferentes textos que tomé de casas
y me quedé ahí un momento: “Espejos líquidos”
fue un loco lugar en el cual olvidé
mi primer amor. También había revistas:
Al-karmal, Poetas y Aqwass,
en ese entonces estudié una ingeniería
especializada en terremotos
para construir casas con cimientos
que resistan los climas inesperados.
Mis hijos desenterraron la zanja por mí
y dijeron, “Aquí, descansa un poco, mamá”.
Pero las trincheras dejan marcas
en la piel
como en un campo, y los pájaros 265
que recogí y picotearon mis semillas
después de que el campo se
hubiera ahogado en agua
estancada.
En un texto, puedo construir una casa
con ventanas y balcones
que miran galaxias y estrellas,
pintarlo con los escritos de Amjad
Nasser
quien dijo que hay que distinguir
entre imaginación y conocimiento
por el bien de una casa sólida,
incluso si está construido por la
ilusión:
Levantaré mi casa a lomos de
caballos
que lo llevará a los campos,
allí mis piernas se detendrán.
Dalia Taha
1986 ~ Palestina

¿Recuerdas tu primera noche en este mundo?


No fue en El Cairo, París,
Kinshasa o Buenos Aires tu primera noche.
Podrías haber nacido en un pueblo tranquilo junto al río
o junto a un rascacielos
pero tu primera noche fue en la faz de la tierra.
Lo que rodea el lugar de tu nacimiento
no son las ciudades ni las localidades adyacentes 267
ni siquiera los países o los continentes vecinos
sino las galaxias y los planetas.
Probablemente tu nombre se decidió hace meses
y hubo quien empezó a atribuirte algunas características:
nervioso, tranquilo, reflexivo o sabio
pero tú eres un ser extraño
más cerca del espacio que nosotros.
Contigo no podemos superar la confusión de los primeros
momentos
de la llegada del invitado
preguntando por el viaje
esperándote en la sala de parto
o encontrándote en plena calle.
No sabemos exactamente cómo llegaste hasta aquí
ni podemos decirte: “la casa es tu casa”
hasta ahora no sentimos eso
y aunque actuamos como si poseyeran este lugar
somos invitados como tú
en este mundo.
Este es un buen momento para recordarlo
y esta es tu primera noche
en la faz de la tierra.
No estabas aquí cuando llovía esta mañana
pero la hierba aún está mojada fuera.
Entonces no sabías lo que era el tiempo.
Los días, las semanas y los meses no significaban
nada.
268
Después de eso
todo se repetirá,
tus palmas se cerrarán y se abrirán
y empezarás a distinguir la noche del día.
Tus ojos se acostumbrarán a los matices de los colores
luego empezarás a fijarte en las caras de la gente durante
mucho rato
de alguna forma.
La ciencia hasta ahora no lo comprende.
Dirás tus primeras palabras
y los mayores te pedirán que las repitas
y por alguna razón también
eso será maravilloso.
Luego el río, el rascacielos
y el rápido tren subterráneo tendrán nombre.
Entonces creerás que posees este mundo
o cosas en él, como tu hermana
o tus hijos
y podrás hacer la guerra
o arrancar los árboles.
A pesar de todo, por muy cruel que seas,
en algunos momentos de tu vida algo te sacudirá
y te recordará tu primer hogar
la vista de las colinas, por ejemplo,
pero eso llegará a su debido tiempo
ahora eres frágil y desconcertante,
todavía no tienes una vida
todos te observan.
269
Esta es tu primera noche en la faz de la tierra
y el ambiente es como de fiesta
por eso todos te consideran un regalo
pero si repetimos esta frase lo suficiente
“Esta es tu primera noche en la faz de la tierra”
descubriremos que en realidad eres un viajero
que acaba de llegar a una posada
en medio de una tormenta
pero las puertas de la posada siempre están abiertas
nunca se cierran
y tanto tú como la tormenta
entraréis.
La poeta que ama las colinas y a veces la ves caminando
por las calles de la ciudad de r sin un objetivo concreto

Tú no puedes verlas.
Tengo moratones en los ojos de mirar las colinas.
Están dentro,
bajo la piel,
en el lugar más cercano de lo que se llama alma.
270
Las colinas son algo extraordinario y lejano
especialmente las que están en la ruta de Jericó a Ammán.
Desde un taxi
parecen una hilera de almas
o un francotirador
que contempla la ruta del desierto.
Todo encaja como una ecuación matemática:
los vivos están en un lado
y los muertos en otro
pero allí, sobre esas colinas
los imagino saludándonos
e intentando bajar a la carretera
donde los coches brillan y desaparecen en el viento
como sus gritos ahogados,
donde los camiones pesados transportan las piedras
por el carril derecho a la luz del atardecer
turnándose,
donde el viento es el verdadero conductor
que nos arrastra tras él
con nuestros cuellos vueltos hacia atrás.
Ahora puedo entender que todo empezó desde aquí,
desde una tierra árida y seca.
Después de eso todo es mera casualidad:
los árboles, los ríos, los insectos, la forma de las nubes, la
hierba
y los puentes colgantes.
Todo terminará también aquí
sin llevarse nada de todo este mundo
271
salvo el enigma del comienzo.
Estoy fascinada con las colinas,
no puedo dejar de mirarlas
como si intentara recordar dónde nos conocimos
como si tuviera su nombre en la punta de la lengua
e intentara extraerlo
desde un valle profundo en mi interior.
Desde mi niñez creo
que si miro algo el tiempo suficiente se moverá.
Por supuesto, eso nunca ha sucedido
pero las colinas parecen estar a punto de empezar a cami-
nar hacia mí.
Miro solo las gotas de luz
que brillan sobre ellas
como cien ojos abiertos al mismo tiempo.
Mis maletas están en el maletero
y aquí,
y en el aire caliente del Valle
siento que lo que han doblado mis manos hace poco
no era mi ropa
sino almas
y lo que ven mis ojos
surgiendo del parabrisas del coche
no son colinas
sino la escabrosidad del camino por el que hemos
venido
antes de llegar a este mundo
desnudos y cubiertos de sangre 272
y finalmente capaces de
gritar.
Ámal Yarrah
1945 - 2004 ~ Siria
273
Mi anhelo es ardiente
y no sé qué quiere,
sin embargo,
amo la vida.

274
¿Desde qué hueco esta roca?

Caras que se giran,


labios que tiemblan con palabras,
pero los libros están cerrados,
y hay un silencio como de muerte
que rodea el lugar.
No entiendo este silencio. 275
Alguna lengua abre las puertas del cielo.
El lenguaje como si fueran señales,
el habla como si fueran lágrimas
derramadas por los ojos,
las voces no tienen resonancia,
y las palabras no tienen calor.
Iba inclinándome al cansado corazón,
entonces escuchaba su trágico rugido.
Ahora, ¿qué ha pasado,
qué roca ha entrado
y desde qué hueco
hasta dominar el silencio de la muerte?
Y ya no oigo
sino lamentos.
Todo está quieto,
y no oigo ninguna voz.
Apuntes de la guerra de junio

El estanque estaba lleno de patos.


El niño tiró una piedra, y el estanque se transformó en
blancas alas.
Las ondas de la esperanza perdida se queman bajo el
276
sauce.
El jardín está lleno de mujeres y niños,
pero los hombres no volvieron aún de la guerra.

Estoy desesperada.
Vivo en uno de los viejos barrios de la ciudad.
Las gentes de todas las casas forman una sola familia
que se prestan unos a otros el pan a la tarde
y se reúnen por la noche junto al que tiene televisión.
Y que todos los jueves
preparan una fiesta en la que bailan las niñas.
Empezó la guerra:
y hoy no ha venido aún el que quiere mi alma.
Empezó la guerra:
Ayer despedimos a un mozo del barrio,
y hoy no vino mi amado todavía.
Yo estoy desesperada:
Lloran todas las cosas.
El cielo arde. La tierra arde.
Y en los ojos de los niños anida un terror loco.

La guerra continúa todavía, 277


y tú sigues aún lejos de la familia blanca.
Mi melena siente nostalgia de tus dedos,
y mis cejas calientes,
de tus labios.
Me quedo mirando fija, temerosa, en un rincón del cuar-
to:
Y en mi oído resuenan solamente explosiones.
También yo estoy a punto de estallar
de lo que te deseo.

Lloraron las mujeres


en el barrio, los viejos y los niños.
Con las cabezas bajas, y una horrible vergüenza en los
ojos,
retornaron los hombres, algunos.
Retornaron los hombres:
Con la escopeta a rastras,
las ropas desgarradas,
sin suelas los zapatos.
¡Y cuánto me alegré, cómo canté,
porque en la larga fila no volvía
mi amado,
para vivir por siempre aquella vil derrota!

5 278
Y todas las mañanas
visitaré tu tumba.
Te dejaré un clavel.
¡Te gustaban tantísimo, amor mío, los claveles!
Hazel García
Malak
2002 - biboMustafá
~ México Sahioni
1957 ~ Siria
279
De “Nostalgia”

¡La nostalgia!
Un poeta fracasado
Reescribe cada poema
Cientos de veces.
280
2

¡La vida!
Comienza y termina
Con un grito.
Grita para conocerte.

¡La memoria!
Es la herencia del miedo
Del olvido.

El cervatillo duerme
Cerca del lobo
En la imaginación de un niño
Que nunca vio una matanza.
De “Luna y otros poemas”

La duda de la respuesta
no es del interés de
la pregunta.

2
281

Pasan por delante de la luna


Y ella pasa por delante de ellos.
A ninguno le importa el otro.
Luna y otros.

Tolerante
Perdonó los errores al difunto.

Hombres que buscan sus restos en lugares,


buscan sombras.
El sol está ausente.

5
Nadie impide que el sol
caiga en los brazos del horizonte
Es una adicción al amor.

Mis ojos se llenaron de ti


entonces todas las escenas se convirtieron
en ti.
282
7

La nostalgia no entiende de distancias


Llega donde quiere
con los ojos cerrados.

Deprimido
En ciudades neblinosas
él no tiene sombra.
He envejecido en los caminos

He envejecido en los caminos


en busca de la esperanza. . .
buscándote. . .
Te añoro tanto
como mis párpados
añoran a mis ojos.
283
Voy corriendo hacia ti
buscando tu luz en mi oscuridad.
Átate amigo mío
a mi corazón,
crece y brota en él,
quizá el mundo
sea más pequeño.
No puedo sentir tu sufrimiento,
porque estoy gozándolo.
Entre nosotros una guerra continua,
yo quiero ser yo
y tú quieres ser todo.
Se encuentran,
se saludan,
se hablan,
se toman algo juntos,
se separan,
y no dejan ninguna huella de sentimiento,
ya es la costumbre.
Hacia ti
voy caminando
porque yo solo
existo en ti.
Me robaron
las mañanas
los crepúsculos
y los sueños
284
entonces

Tanta envidia
tantos celos
chupa el mundo
y déjame en paz.
Al nacer
y saliendo de las entrañas
cayeron mis alas
y hasta hoy
sigo intentando volar.
No llores
no llores ahora,
déjame primero
terminar el barco.
Detrás del sueño
voy volando
a recoger las estrellas de luz
de la tuya, inmensa.
Alguien llama
abre tu corazón
y no cierres las ventanas
de tus ojos,
alguien busca refugio.
Sola en la vida
como una luciérnaga
en un camino oscuro
en una ciudad muerta.
285
Sus piernas son muy largas,
empiezan en los brazos de la patria
y terminan en la garganta del exilio.
¿Has oído mi silencio?
es el único que sabe
cuanto te quiero.
Ojalá se estiren
mis manos,
que crucen los continentes
para abrazarte.
Ayúdame
a encontrar
a mi familia,
a mi tierra,
a mi patria.
Ayúdame a encontrar
mi identidad en ti.
Maram al-Masri
1962 ~ Siria
286
Maté a mi padre
aquella noche
o aquel día
ya no lo sé,
huyendo con una sola maleta
que llené de sueños sin memoria,
y una fotografía
mía con él 287
de cuando era pequeña
y me llevaba en brazos.
Enterré a mi padre
en una hermosa caracola
en un profundo océano,
pero me encontró
escondida bajo la cama
temblando de miedo
y de soledad.
¿Es un crimen
si mis pies se alegran de tocar la esencia
de la tierra
cuando bailo?
¿Es un crimen
si desnudo mis hombros
y dejo flotar mi pelo?
¿Es un crimen
288
pintarme los labios
y decir que tengo boca?
¿Es un crimen
si soy una chica
como todas las otras chicas del mundo?
¿Si tengo un cuerpo,
si duermo,
si canto
si escribo
si tengo deseos
si amo?
¿Es un crimen vivir en un país
donde ahorcan
la libertad?
En una foto de recuerdo
el joven de veinte años
se tumba en medio del campo
sobre la verde hierba de su pueblo.
Posa, orgulloso de su juventud.
No sabe
o quizás sí
que pronto
289
será su savia.
Fadwa Souleimne
1972 ~ Siria
290
A ti
que me has matado en ese tiempo
y a quien he matado en ese tiempo
tiempo de muerte
ese tiempo

Vendrá ese instante donde


291
los ojos en los ojos
veremos que somos nada
salvo el reflejo de nuestra mirada
que dice perdón
nada más
perdón

Observa este perdón en mis ojos


y las vetas
la luz persiste delante de nosotros

En el borde de este abismo


oscilo entre yo y yo
no me precipito
ni vuelvo sobre mis pasos
los espejos me rodean
y hacen caer todos mis rostros
y bloquean todos los pasajes.
Exilio

La oscuridad me colocó un velo


este laberinto es sin claridad
el fuego que tomé puro de la luz
me cegó
perdida
su augurio apenas tocado
292
que me redujo a pedazos
yo recogí mis pedazos
y los confié a mi reflejo
pero en el reflejo no pude ver ningún reflejo
cogí mi voz con la esperanza de entender
y llamé
su imagen se me apareció
su imagen de antes
no aquella de hoy
la cual tomé con amor
y que me llevó en adelante
en busca de aquello que no es ya
al llegar a la acera de los refugiados
se evaporó
y caí
como las cenizas de aquellos que no tienen más ilusiones
miseria de caer allí
donde no se entierran los muertos
voy a llevarme de la mano
y regresaré no para regresar sino
como las cenizas de aquellos que no tienen más ilusiones
miseria de caer allí
donde no se entierran los muertos
voy a llevarme de la mano
y regresaré no para regresar sino
para encontrar mi muerte tal como yo la entiendo

293
Shurouk Hammoud
1982 ~ Siria
294
En pantallas
cual papel en ávida chimenea
veo arder al mundo,
percibo el olor del tiempo y lo que espera;
de consonantes caracteres
se ha llenado.
Observo a niños con rostros marchitos,
como muñecas a quienes nadie prestaba atención. 295
En pantallas
advierto al clero pagar sus dignidades a los guardianes,
por temor a las barbas que oxidan
mandamientos de saliva.
En pantallas
aspiro el aroma de la frialdad,
cual pólvora que domina todos los idiomas,
hasta volverme inepto
y mi maternidad reposa sobre sus lápidas.
En pantallas
distingo multicolores banderas
como ataúdes y sueños descalzos;
palidecieron sus lunas,
tartamudeó el camino.
En pantallas
veo arder al mundo
y rocío mis cenizas.
Carnet de identidad del poeta

Soy una hoja amarilla


el viento me olvidó
en el bolsillo de un huracán.
el desconsuelo es mi suegro
desde que me casé con el poema
las nubes alimentan a mis hijos 296
y muero en una maleta
el aislamiento es el color de mis gafas
soy un silencio ruidoso
buscando un beso
para quebrar la vítrea espera
en los ojos de mi poema
soy yo quien amontonó sus gritos
sobre un papel blanco
para volver sordo a este mundo negro.
quién puede
sino yo
seducir a una dama fascinante
llamada paraíso
así que dime
sólo una vez
cómo el poeta ‘mensajero’ podría ser un demonio.
mientras que el mensajero de la muerte es llamado án-
gel…
el psicópata
quien habla consigo mismo frente al espejo.
reprobándola a ella por deformar su rostro …
el psicópata
quien usa el perfume de la humanidad.
no es un psicópata real
él es poeta
él es yo
pero desafortunadamente
nadie busca en los protocolos de la ONU 297
¿las propiedades del poeta en las tierras de la sabiduría?
nadie le dice a platón
que
las ciudades sin poetas
no son más que el infierno
quién puede borrar el pizarrón de la noche
con una palabra
sino el poeta
¿dime quién?
oh esperanza
Me quiebro
todo se dobla
como un árbol contra el viento
todo se dobla
el núcleo de la verdad lo hace,
las canciones se doblan por los tristes,
las oraciones se doblan por las nubes,
la muerte se dobla por los mártires. 298
la sonrisa se doblega por el miedo
y yo me doblo por todos ellos
pero cuando mi patria se dobla
me quiebro.
Realización tardía

Como un imán desagradable


todos los corazones de hierro se sienten atraídos por mí
acumulo sudor, lágrimas y polvo
como una vieja servilleta de usos múltiples.
La lluvia que corteja a los corazones de los amantes
azota mi alma a la que no le queda nada 299
sólo retazos de espera,
y alardea con su fuerte puño
como un boxeador retirado.
Así que con el sarcasmo de una persona
que no tiene nada que perder;
Te lo digo:
Nada me ata a esta tierra
sólo mis pies
No necesitas nada

No necesitas nada
para ser un cielo
sino algunos brazos maternos
y la luz incondicional
no necesitas nada
para ser poeta
300
sino algo de fragmentación
y una boca
que intente sonreír.
Nesrine Khoury
1983 ~ Siria
301
Grandes pérdidas

Solíamos ver la sonrisa como una ventana


El corazón como el mar
Estar suspendido en el aire como un largo abrazo
El amanecer como un olor
La lluvia como los fetos
Y el resplandor como la euforia.
302
Solíamos cazar las estaciones sin anillos
Y lanzar arroz y dulces a las bandadas de golondrinas
que emigran.
Solíamos preparar un hueco en la pared para el cuervo
cojo,
En la tierra para los huevos de lagarto
Y barriendo todas las supersticiones de las fábulas.
Llamamos la casa: un mundo
Y dijimos:
De esta manera no perecerá.
Domingos de alicante

Por la mañana, comencé a escribir algo


Sobre el día de San Valentín,
Los domingos de Alicante,
Y la Sangría.
Recuerdo que me detuve en las cuatro letras de tu nombre,
Dije algo sobre flores que yacen enterradas bajo de las
303
almohadas
Algo sobre las canciones emotivas, y su viaje desde las
cintas de cassette hasta enlazarse on-line en el regazo de
las chicas.
Algo sobre largos besos lanzados aquí y allá
Mi soledad que truncó los abrazos de vacaciones, frente a
los barcos.
La fiebre de escribir se está calmando
No quiero nada de la escritura, de ti y ni de la vida misma,
Nací por casualidad y les traje la buena suerte a mis padres,
Por otra casualidad, todavía estoy viva, hasta ahora, podría
ser por la mala suerte de los numerosos métodos que hay
de matar.
Porque fracasé con el dibujo, he escrito, pensé: escribir
es mi truco para poner en papel mis impresiones sobre las
letras y sus curvaturas,
Y mientras volaba como un cuervo sobre los cadáveres de
tus historias de amor, me enamoré de ti.
Hoy estarás conmigo, en mi interior, entre mis dedos y en
las puntas de mis cabellos, en mis entrañas,
que se desgarran cada vez que libero las cuatro letras de
tu nombre en mi mente.
Pedí un vaso de sangría para ti, y para mí un beso
apasionado, tras ello, perdí la lengua y los sentidos.
Te dije que estaba sola en la costa.
Y cómo los barcos varados seducen con viajar en los
ojos de tu amante,
Te hablé de que me pierdo constantemente
304
con el idioma y con los mapas de Google,
Te conté lo del camarero que me escribió en un mal
inglés:
“Tienes los ojos más bonitos del restaurante”.
Te advertí que quizá él hubiera escupido en el vaso de
sangría.
Dijiste: “A la salud de tus ojos”,
Y levantaste el vaso.
Me enamoro de ti repetidamente

A los treinta, no hay cambios apreciables


Excepto por el cambio de volumen, que pasa de las me-
jillas a las caderas,
Las canas se reducen a un par de cabellos,
El miedo de llegar a los treinta
se traslada a los cuarenta.
305
No hay cambios apreciables.
Especialmente cuando te dicen la frase “te ves más
joven”
que siempre es válida.
/
Arrojo una piedra al río
Para ver mi cara tal y como es:
Un tronco de árbol truncado.
Bebo un poco de alcohol
Para ver el mundo tal como es;
Desde un agujero que marea ligeramente
Me enamoro de ti repetidamente
Para no ver nada tal y como es.
/
No abras la boca cuando te rías
No te sientes con los pies separados
No gires a la izquierda y a la derecha en el camino
No te muerdas las uñas
No hables alto
No frunzas el ceño
No llegues tarde a casa
No, no, no...
Demasiados “No” pendían de las orejas de una niña
pequeña, que creció
y comenzó a tintinear con pecados frente a ellos.

306
Hawa Jibril
Siglo XX ~ Somalia
Es mi hermano más joven,
el que me está amenazando
se está quejando, piensa que le he hecho mal.
Como los hombres que saltan desde las sombras, él me
quiere
tener esta noche.
Me habría matado si Dios no me hubiera perdonado la
vida.
308
Él estaba sentado de su lado sosteniéndose en el borde
del cuenco
Entonces ¿por qué me amenaza si él tiene suficiente?
Warsan Shire
1988 ~ Somalia
Hueso

Encuentro a una chica, la altura de un llanto pequeño


viviendo en nuestro cuarto de invitados. Se parece a mí
cuando tenía quince años
llena de pulpa y pimienta.
Pasa todo el día en el cuarto
midiéndose los muslos.
310
Su cuerpo es un largo suspiro.
La ves en el vestíbulo.
Más tarde esa noche mientras yacemos uno junto al otro
escuchándola vomitar en nuestro baño,
me dices que quieres salvarla.
Claro que quieres;
eso es lo que sabe hacer mejor:
enfermarte con la necesidad
de ayudar.
Tenemos los mismos labios,
ella y yo,
el tipo de labios en que los hombres piensan
cuando están con sus mujeres.
Está famélica.
Me miras directamente cuando nos cuenta
que a su padre le gusta golpear chicas
en la cara.
Puedo oírte en nuestro cuarto de invitados con ella.
¿De qué tiene hambre?
¿De qué podrías llenarla tú?
¿Qué puedes hacer, que no harías por mí?
Cuento mis costillas antes de irme a dormir.

311
Mi mujer extranjera se muere y no quiere que la toque.

Mi mujer es un barco volviendo a puerto de la guerra.


El médico hace de su cuerpo un mapa con tinta,
sosteniendo sus pechos con dos dedos, explica
lo que debe ser extraído, que quizás podamos mantener
el pezón. Su cuerpo es un hogar inundándose.
Tenemos miedo. Queremos saber
312
qué se llevará el agua consigo,
qué reclamará la tierra como propio.
Humedezco mis labios y ella mira al suelo.
Más tarde, en casa, llama a su hermana.
Hablan de maldiciones, el mal de ojo, su tía
que se ahogó. Es de mañana cuando viene a la cama
y me deja tocarla. Soy como un niño sediento
contra su pecho, su piel
como pergamino, seca y resquebrajada.
Mi mujer sentada en la cama del hospital.
La bata y el cuerpo juntos: 41 kilos.
Es un barco volviendo a puerto de la guerra,
su cuerpo, un pueblo en llamas, una prisión
con las puertas abiertas. No me deja que la abrace
ahora, cuando más lo necesita.
Miramos la pequeña televisión en la esquina del cuarto,
Pienso en todas las imágenes que debe cargar en su cuer-
po,
en cómo la memoria se encarna en un tumor.
La apatía es lo mismo que la guerra,
las dos te matan, dice.
Despacio como un cáncer en el pecho
o rápido como un machete en el cuello.

313
Fea

Tu hija es fea.
Conoce la pérdida íntimamente,
lleva ciudades enteras en su tripa.
Cuando era niña, la familia no quería cogerla.
Era madera astillada y agua de mar.
Les recordaba a la guerra.
En su quince cumpleaños le enseñaste 314
a recogerse el pelo como una cuerda
y a ahumarlo con ardiente incienso.
Le hiciste hacer gárgaras con agua de rosas
y mientras tosía, dijiste
las chicas macaanto como tú no deberían oler
a soledad o vacío.
Tú eres su madre.
Por qué no la avisaste,
la abrazaste como a un barco podrido,
y le dijiste que los hombres no la amarían
si está cubierta de continentes
si sus dientes son pequeñas colonias,
si su estómago es una isla
si sus muslos son fronteras.
¿Qué hombre querría tumbarse
y ver el mundo arder
en su dormitorio?
La cara de tu hija es una pequeña revuelta,
sus manos son una guerra civil,
un campo de refugiados detrás de cada oreja,
un cuerpo contaminado por cosas feas.
Pero Dios,
¿acaso el mundo
no le queda bien?

315
Para mujeres difíciles de amar
eres un caballo que corre solo
y él trata de domarte
te compara con una autopista imposible
con una casa en llamas
dice que le ciegas
que nunca podría dejarte
olvidarte
querer algo que no seas tú 316
le mareas, eres insoportable
toda mujer antes o después de ti
se empapa en tu nombre
llenas su boca
sus dientes duelen con la memoria de tu sabor
su cuerpo es sólo una sombra buscando la tuya
pero tú eres siempre demasiado intensa
tu manera de quererle asusta
sin pudor y sacrificial
te dice que ningún hombre puede llegar a ser como
el que vive en tu cabeza
e intentaste cambiar, ¿verdad?
Cerraste más la boca
trataste de ser más suave
más guapa
menos volátil, menos despierta
pero incluso durmiendo podías sentirle
viajando lejos de ti en sueños
así que ¿qué querías hacer, cariño,
abrirle la cabeza?
No puedes construir hogares en seres humanos
alguien debería habértelo dicho ya
y si se quiere marchar
déjale marchar
eres terrorífica
y extraña y hermosa
algo que no todo el mundo sabe cómo amar.
317
Hamdi Khalif
Siglo XXI ~Somalia
Cuando tu ciudad estaba en llamas
y las balas estallaron con la brisa,
cuando tu alma estaba cansada
y las bombas hacían difícil respirar
Aún así
como a Nabi Ibraahiim, las llamas no te quemaron
y las balas no te rompieron
pues eres la rosa que creció del concreto.
Dime 319
¿cómo son tus manos tan suaves como pétalo?
si las mías están desgastadas y visten de guerra
Dime
¿cómo te mantienes erguido?
si mi espalda está curvada
y en mi columna hay una hendidura
Porque yo
dejé mi orgullo en el suelo
cuando llamé al puerta de un extraño
rogando por la paz
y un pedazo de pan
entre mis dientes.
Dime
¿cómo hueles las flores?
si apesta a putrefacción
No necesitaba el disparo
para que mis arterias coagularan
y mi corazón se detuviera
porque estoy muerta por dentro.
Soy como las hojas de un árbol
floreciendo al viento
No tengo raíces
no doy frutos
y queda muy poco de mí.
Pero tú
tú eres la rosa que creció del cemento
Por favor
cántame 320
recuérdame
las canciones de nuestra madre
Apacíguame
silencia mi llanto
ámame
Enjabóname en canciones de cuna
Huwaa huwaa

Hurdoo hurdoo kaale


Hurdoo macanay kaale
Hurdadii ku heeso
Ane wee i heesa
huwaa huwaa
Ladan Osman
Siglo XXI ~ Somalia
Esta noche

Esta noche es un hombre ebrio,


su camiseta sucia.

No hay parejas hablando junto a los contenedores


de reciclaje,
ofreciéndome ayuda a descargar mis plásticos.
322
Ni siquiera está el gato blanco y negro
que se balancea elegantemente en el borde del basurero.

Sólo hay olor a aliento agrio. Sudor en el cuello de mi


camisa.
Una botella de agua rodando debajo de un auto.
Yo con mis pantalones de pijama demasiado pequeños
apilando jarras de jugo en las jarras de jugo
de los vecinos.

Observo si hay alguien bebiendo en su balcón


Me digo a mi misma que saludaré.
Asha Lul Mohamud Yusuf
Siglo XXI ~ Somalia
Huérfana

Últimamente no he intentado poemas, ni apresado la


atención pública.
He dejado de articular versos, adelantar mis palabras, no he
recitado las iniciales - las letras aliteradas de Alif. Me he
dejado de involucrar, jugando en las reglas esenciales,
pero ¿cómo puedo mantenerme inútil, mientras mi gente vive
duelo y dolor?
Con las historias que ellos son, debo emitir algunas palabras.
324

Una patria ha perdido a su padre. Es completamente


huérfana.
Hace tiempo su esposa cruzó. Se fue de este mundo. La tierra
está sellada entre canceles, detrás suceden actos oscuros.
No hay tíos que ayuden, no hay tías,
al contrario, se matan entre ellos; cavan sus tumbas vida
debilita vida; no hay día que suceda a otro.

Dilo: las víboras tienen lenguas tóxicas, como máscaras


humanas.
Dilo: no podemos observar a quienes alguna vez llamamos
intelectuales.
Dilo: nadie es diferente, todos son igual de malos.
¿En dónde están los Enviados? Fundidos en una fosa.
¿Los que desobedecieron órdenes? Navajas atravesaron sus
arterias
Se antagonizan entre sí, se ignoran entre sí,
estos ciegos Somalis, que no pueden distinguir el bien del mal.
Si alguna vez fueron poderosos, hoy se comprometen a su
propia muerte.

¡Hey Abees! Hubo maldiciones, aflicción, sufrimiento.


Encima de la tierra Somali, hay nubes de polvo desenrrolladas.
La humanidad no podría soportarlo, la explosión de calor y
325
terrible quemadura
o el terreno desechado, donde el mundo va a cagar.
Una estampida urgente, sin adobe para vivir.

Un terror tan intenso, se fragmentaron, se fugaron: algunos


son impotentes, aúllan en busca de ayuda, algunos han sido
atacados, las bombas les apuntan sin piedad,
algunos han sido cazados, escondidos en la jungla, algunos
yacen sin esperanza, arrojados a través del mundo árabe,
algunos van corriendo hacia el asilo en el oeste
algunos toman botes, se hunden hasta la muerte en el mar sin
fondo.
Estoy, más que nada, desconcertada. No entiendo tanto
infortunio.
Estoy aislada en la rabia- se siente como si todos
estuviéramos solos.
Estoy avergonzada por la falta,
por cómo nadie comprende-
una religión mal interpretada y sus constantes
contradicciones.
Qué insegura la situación del estudiante y el educador-ambos
conocen los símbolos en el Hadiz y el Corán
y eligen las líneas de texto que se acomodan a sus
afirmaciones. 326
Con la ausencia de tu piedad, el Corán pierde su eternidad.
Otras naciones nos acusan, y nosotros hemos desempeñado
esos actos.
Todos lo saben, excepto quienes actúan.

Oh, lloro y me lamento desde el corazón, rabia u agonía. Oh,


lloro y me lamento desde el corazón, por el futuro vacío
Oh, lloro y me lamento desde el corazón, por su “déja-me-
solo-para-tenerlo-todo”
Oh, lloro y me lamento desde el corazón, por el frívolo
odio y venganza
Oh, lloro y me lamento desde el corazón, porque no estaremos
asignados al paraíso
Oh, lloro y me lamento desde el corazón, porque el poder no
es silencioso ni callado
Piensa en una madre, como una hembra de camello cuya
descendencia ha muerto-
llenan su piel de hierbas, la engañan para que dé leche. La
madre mira a todos lados, pero su búsqueda termina desde el
amanecer hasta la oscuridad, se lamenta.
Cada vez que da un paso, una explosión desgarra su espina
dorsal,
cada paso que da, pesados escudos de artillería caen.

Permíteme no comer mi corazón, aunque la angustia me


acompañe 327
y el colonialismo y las dictaduras renazcan en mi país. Aunque
la esclavidud haya terminado, la puerta de la desigualdad de
abre-
los africanos negros son peores que los anteriores coloni-
zadores blancos.
Nuestros hombres han perdido conciencia y modales como
terneros instruidos para soportar la carga, para detenerse al
grito de ¡whoa!

Esqueletos animados, cabras desnutridas, se observan sus


huesos.
Pero nuestra desesperanza en los peores actos, esta sociedad
de cabeza,
la manera en que ejecutamos órdenes malévolas sin
resistirnos.
Hey Abees! La con ianza de la nación se ha atascado por el
bien egoísta.
Si estamos tan detrás de nuestros colegas,
luciendo tan terrible,
quizás lo apropiado sea dejar de vivir.
no para perdurar como si se pudiera,
sino para irnos completamente de esta tierra.

Permíteme interrumpir mi aliteración de Alif. Podría seguir


con esto.
Mi dios, nadie más es responsable. La culpa termina con
Ellos.
Dios, las sospechas, la voluntad de la eterna enfermedad.
328
Dios, la colusión, los rencores entre sí.
Dios, la temporada de sequía, la gran sequía ocurre ahora.
Esta es una oración por las lores y las hojas.
Mi dios, trae la calma. ¡Estamos sedientos por la paz!Y
después, introduce nuevos inicios, aire fresco-líbranos de
este odio intenso. Termino ahora:
que un líder, obedeciendo a Allah, nos mantenga juntos.
Declamando este poema, un gabay*, aliterado en D
para iniciar el debate,
diseminar, revelarte: el público.
¡Hey, tú- sé diligente! estoy tratando pero es difícil destruir la
injusticia, demoler el status quo.
La migración marítima incapacita a mi gente,
quiero hacerla retroceder.

No puedo soportar lo que está sucediendo,


es como sentir el daño,
329
mi cuerpo se sacude, angustiado, cada vez que las veo
desoladas
las lágrimas corren por mi rostro, mastico la sangre de mis
labios.

Todo Africa tiene dilemas, siempre hay disputas


pero en este afligido continente, los Somalíes se hunden
hasta el fondo
Sus corazones solo detestan, se han oxidado y reducido. El
amor por su patria desapareció, se autodestruyeron. La
conciencia se ha ido, la compasión se ha extraviado en una
trampa establecida por otros; que actúan a pesar de sus
intereses.
Los actos parecen pre-determinados; estamos destinados a ser
como Palestina.
A nadie le importa nada, la muerte de civiles no es de
interés.
El traficante y el intermediario dibujan el mortal fin del
juego.
Si las personas abandonan sus hogares y se esfuman en un
bote,
lastimadas por la discriminación, incapaces de retrasarse;
si el criminal se dispone a asesinar, y hay desastre y sequía;
si tormentas de arena arrasan, dispersando infección y
plaga;
si los niños hacen carreras, los mayores deciden ir-después
mi gente, yo exijo: ¿quiénes resistirán por nuestra patria?
Es una pregunta interesante la que hice, ¿cierto? Un
asunto a considerar. 330
Observa las multitudes de mujeres, todas las jóvenes
ahogadas,
todas privadas de derechos de vida básicos, a la deriva,
fuera de su país:
nuestro futuro flota en el mar, es un cadáver arrastrado
hasta la orilla.

Son devoradas, despellejadas por tiburones y criaturas


marinas,
perros salvajes las comerán como darib, el mejor aceite de
camello,
muchos cadáveres yacen decadentes en nuestras costas
profanados por la mirada de extraños, la piel ha pelado sus
carcazas,
sus vidas terminan en penuria, y no habrá un entierro
digno.
Mi gente está cegada por la avaricia,
volverse-rico-o-m rir-en-el-intento.
Estamos llenos de desconcierto, desorientados, apuñalando
por la espalda.
Un Estado que no puede leer, un rebaño reaccionario,
solamente hacemos bien al rogar, suplicando por dólares y
comida.
Estamos atrapados en el ciclo, en eterna pobreza…

Declamando estas lineas, deshago la joroba del camello, 331


Allah me ha criado aquí, para que yo pueda dibujar las
cortinas abiertas.
Décadas antes, los poetas declaraban primero la verdad en
sus debates:
han elaborado una cadena de poemas, que nosotros
llamamos el Deelley**.
Y yo he bosquejado este poema, para añadirlo a la cadena:
déjanos usar las palabras como una oración, deja que se siga
el consejo.
¡Oh, inmortal Allah! ¡Haznos cambiar antes de destruirnos!

No me permitas alargar tanto este poema, déjame llegar al


final:
si cultivamos nuestra tierra, si cavamos en nuestros campos,
si discernimos nuestra riqueza natural y el rico, profundo
océano,
las montañas que Allah hizo para nosotros, listas para las
minas,
los combustibles fósiles que gotean oscuro bajo tierra, los
depósitos minerales, las reservas de oro,
los animales domésticos, ordeñadas para llenar jarras de
leche,
si educamos a nuestra gente en conocimiento y fé,
el país tiene abundancia, permítenos volver y morar. Déjanos
purgar los demonios, disponer de diablos y sus obras- 332
no hemos usado nuestros recursos, permítenos hacerlo
ahora.

*gabay es poema en somalí


**Deelley es el duelo poético más famoso de Somalia
Najlaa Osman El Tom
Siglo XX ~ Sudán
Bajo Abundantes Sombras

Por alguna vaga razón, / aún recuerdo su rostro; /


la vendedora de té, / una adolescente, / hirviendo el agua
celestial del Nilo, / en su menta fresca, / y con su mano
delgada, / mezclando leche y azúcar, / ¡Oh, niña! /
Sudando la paciencia, / bajo el sol implacable; /
eres el clavel de esta calle oscura y podrida, 334
atestada de hombres, / persiguiendo prudentemente tu
vestidura desafiante / y en la comodidad de sus
abundantes sombras / refunfuñando por el calor.
Safia Elhillo
Siglo XX ~ Sudán
Cómo se dice

en el divorcio separo dos pilas libros: inglés


canciones de amor: árabe mis enojos mi escolaridad
mi nombre largo que se repite inglés inglés árabe
soy hija de alguien pero soy americana de nacimiento
se nota en mi corta memoria
mi glamour ahistórico mi lengua torpe cuando olvido la
336
palabra para [ ] en árabe
duermo ininterrumpidamente horas oscuras en los
aviones a casa y sueño que he perdido mi vuelo de
conexión sueño una boca nueva y fluida llena de franjas
difusas de árabe Sueño con mis yos alternativos,
cada uno con una cara prestada de las fotografías de la niña
que se convirtió en mi abuela cejas y cuerpo redondeado y
cursivo como el árabe
pero me despierto en las tierras fronterizas de siempre y me
aglomeran astillas brillantes de inglés en la boca
iris crocus inlet heron cómo me atrevo a amar una
palabra sin conocerla en árabe & lo que incluso
es la traducción es la inmigración sin ironía safia
significa puro toda mi vida ha sido verdad incluso en
mi árabe nublado
1000

mi compañero de cuarto un año en la universidad


decía de mi pequeñez
que cualquier hombre que me encontrara atractiva
tenía un rastro de pedofilia

& yo me encogía recién girada


337
de veintiún años con mis cejas
depiladas a arcos de adulto brotando
cada tres semanas
en pequeños brotes afilados ya los hombres
han intentado robarme

en sus taxis me acorralan en los callejones


de la nueva ciudad ya
aunque la demanda de mi nombre
nadie me pregunta la edad que tengo

aunque nunca nadie lo hizo me siento chirriante


y antigua en la repetición
de todo ello siento que mi niñez se ha ido por
generaciones mi línea de sangre
de la sangre llena de mujeres agotadas
de mujeres con sus rostros sin contorno

congelados en el tiempo con sólo un grosor


sobre la cintura un pequeño brote
sobre la cintura un pequeño brote
de gris para desmentir los años

me invento nombres para entregarlos


a los desconocidos en las fiestas
me recorto años de mi edad y comparto sin
sin que me pregunten que tengo
338
quince diecisiete y nadie parpadea
nadie deja de querer

que he desaparecido como todas las chicas


antes que yo a mi alrededor
todas las chicas que vendrán

todo el mundo piensa


que soy una niña pequeña y aún así
me cazan todavía muestran sus dientes
Estoy tan cansada que tengo
mil años mil años
años más viejo cuando se toca
Oda a los sudamericanos

basma y rudy fueron los primeros en sostener cada uno


un espejo en sus brazos donde podía ver
mi cara como sus caras y nos perforamos
nuestras narices y llevábamos gamar boba
en nuestras orejas y todos en la fiesta
y todos en la fiesta pensaban que eran pendientes de aro
339
y en los años de Nueva York
me agolpo en bares llenos de humo junto a ladin
& shadin & majid & linda & nedal
atheel & amir & elkhair & mo & mohammed & mo
y siempre nos quitamos los zapatos en los apartamentos
de los demás
apartamentos cenando cigarrillos
en el quemador de incienso haciendo té
con la buena menta seca que nos enseñaron nuestras
madres
a guardar en el congelador junto al chile
polvo de casa haciendo canciones y cenas
& chistes con el acento de nuestros padres & soy más
gracioso
cuando tengo dos idiomas para cóctel
cuando puedo decir recuerdo & todos estaban allí
la sala alquilada en la escuela secundaria los domingos
donde nuestros padres se ofrecieron a enseñarnos
árabe
para vernos balar alef baa taa thaa y enviar mensajes de
texto
a nuestros novios americanos que estábamos aburridos
y en los restaurantes todo el mundo nos pregunta
si somos parientes
y decimos que sí, que no salimos porque probablemente
seamos
primos hacemos fiestas de alquiler y proyectamos el
340
video
donde albabil canta gitar alshoug & yo no soy
el único que llora no el único hecho y rehecho
por el anhelo de la mutación que el árabe hace de mi
inglés
los ruidos metálicos que el inglés hace en mi ára-
be
ululamos en las bodas de los demás ululamos en el club
& sarah & hana hacen el mulah vegano & en inglés
safia
deletrea su nombre como el mío pero lo pronun-
cia
como purificado cose un parche de garmasees
a la espalda de mi chaqueta vaquera lavamos nuestra
ropa interior
en el fregadero y hacemos mensajes de grupo en
whatsapp
volvemos a casa y hacemos fotos de las pirámides
volvemos a casa y hacemos fotos del nilo nos traslada-
mos
a otras ciudades y nos sentimos doblemente dias-
póricos
y la hermana pequeña del compañero de trabajo de tu
primo me envía por correo electrónico
una lista de bigalas en oakland me trae cajas
de habas enlatadas del sótano de sus padres
sótano de sus padres y yo digo sudanesa-americana y
quiero decir también
341
sudanesa británica & canadiense & australiana & criada
en el golfo azza & yousra & amani & yassmin
& es cierto que mi gente está en todas partes
los tíos que conducen taxis al final de nuestras noches
el farmacéutico que rellena mi receta
que se llama así por el lunar que denota belleza
que adorna su mejilla izquierda espíritus guardianes de
cada
de cada bar de narguile, de cada fotografía no
etiquetada
de los crop tops y los pantalones cortos y los piercings y
los tatuajes
de henna y pañuelos en la cabeza y cortes interiores y
cabezas afeitadas
mis tapices bordados con cientos
de pequeños espejos que brillan como lentejuelas en la
luz cambiante
Fadila al-Shabbi
Siglo XX ~ Túnez
342
Palestina

“Cuando renuncio a todos mis deseos, permanece la


cólera en mis entrañas”.

Así habló un sabio poeta. El mundo nos da vueltas.


Se han secado nuestros campos, nuestras tierras se han
resquebrajado.
Pero nosotros, nosotros los fieles, hemos rechazado la 343
lluvia, esa lluvia de falsas verdades. Hemos levantado
nubes sobre las falsas nubes que, con los vientos hura-
canados de la sequía, hemos barrido.
Palestina, estoy aquí. Palestina, estoy aquí alimentán-
dome de hambre…de nostalgia.
Palestina, rescataremos la verdad de la entraña de los
años.
Nosotros, los fieles, escogimos a la muerte por veci-
na, le enseñamos una canción, en ella la ejercitamos y
cuando, de puro contento, se nos apareció, entonces la
enseñamos a dialogar…
Palestina, estoy aquí.
Palestina, estamos aquí… A la muerte enseñamos a
dialogar.
Amina Said
Siglo XX ~ Túnez
344
Siempre en el poema

Yo escucharé el silencio
antes que la palabra,
abrevaré en su propia boca,
entonces nacen las cosas, las palabras el mundo.

Digo: siempre en el poema


345
escucharé el silencio antes que las palabras

y tú respondes: si existe un dios


es allí donde habita.

Yo descubro la exacta vertiente


de la sombra y de la luz,
donde termina, donde comienza,
y el silencio palpita como el mar
en su vientre de sal,
palpita como el ala de un pájaro
domesticando lentamente el cielo,
como el viento la tierra la vida

y si existe un dios
es allí donde habita
Vivimos en un país...

Vivimos en un país
ebrio de guerra y violencia
Medellín se hundirá en la tristeza
en cuanto te hayas ido nos quedaremos ahí
esperando la luz simplemente
para agradecerte que hayas venido
346
...
gracias por haber venido a estar con nosotros
desplazados que han huido de nuestros pueblos
nuestro pasado nuestro presente despojado
qué futuro para nuestros hijos aquí en La Cruz
es nuestra alma la que han arrancado
allá con nuestras tierras
...
disparos esporádicos desde la montaña frente a nosotros
tranquilla una mujer me dice
en el camino de vuelta
la lucha está lejos
bajo las lentas espirales
de los halcones negros
una botella de vino chileno
pasa de mano en mano
...
No sé nada de este país que dices
puedes vivir cómodamente en Pensilvania
y no saber nada del resto del mundo
cuéntame tú que dices que tu voz es apresurada
como una caricia interrumpida
...
una bomba estalló en medio de la noche
justo al lado de nuestro hotel en Bogotá 347
Eso me abrió los ojos, dices.
desde entonces he tratado de entender
...
libertad grita la multitud de pie como un solo hombre
tras la lectura de un poema
en el auditorio Carlos-Vieco
LIBERTAD
Tenía diez años y la cabeza llena de cielo

Tenía diez años y la cabeza llena de cielo


Tomé prestadas las alas del sol
para volar hacia ese lugar entre dos orillas

Construí torres de arena


donde vivía aquella sombra que me servía de cuerpo 348
cuerpo madurado por un sol de verano extremo
Estaba en los pensamientos del viento
las entonaciones de la luz
componían mi paisaje

en el color del día


fruncí el ceño con las piedras
donde se refugiaban los escorpiones
en la isla, las mujeres iban enmascaradas
quizás por pudor

cielo en mi cabeza me hacía invisible


para ver mejor, golpeaba los cristales de las ventanas
donde el día se reunía
en un himno ordinario
buscaba el sentido de la forma -
en algún lugar ahí fuera debe existir el mundo
Tenía veinte años y estaba impaciente
por apuntalar en nuevos continentes
Dejé la casa de mi padre
entregué mi libertad aviar a la luz
entré en el espacio de la oscuridad

intenté abrir puertas invisibles


pretendí leer la materia misma del silencio
349
como una lengua materna
hizo un principio del pasado
y una doble ausencia del presente

cuerpo más vivo que muerto


Me negué a que la noche me separara
del día o el día de la noche

vigilante de los sueños que un sueño inventó


qué buscaba al abrir los ojos
sobre los colores del mundo
que el sol nunca pierde de vista

de la segunda memoria de las palabras


nace el sentimiento real
habito esa música
que no puedo ser el único en escuchar

sombra que sigue o precede a su sombra


en la frontera entre el sueño y lo real
me mantengo en mis propios márgenes
en el espacio y el tiempo

cómo saber si en esta nada


lugar donde una voz se libera
he venido por mi propia voluntad
o si me fue impuesta
350
Lamia Makaddem
Siglo XX ~ Túnez
351
La poesía fue creada para resolver problemas
familiares

Permítanme decir:
por eso se creó la poesía
para resolver los problemas de la familia
cuando es necesario
y a veces para lavar los platos y pulir los vasos...
Estoy cansada,
352
eso es todo.
Las “putas” tienen derecho a cansarse
a cerrar las piernas por un tiempo,
para evaluar el daño y medir la distancia entre
sus nalgas y la vida
y el cliente sólo tiene que esperar hasta que
el agujero se haya reparado y los bordes se hayan secado.
¿Sabes qué es lo que más duele?
Mis oídos.
Estaban completamente arruinados por el grito
el grito de la lluvia en el exterior
y el viento en las cerraduras, cada vez que mi puerta es
golpeada por uno de ellos
como tú, que no has pagado ni un céntimo
así que a cambio te pedí que recitaras un poema al entrar
en mí.
“¡La puta poeta!”
¿es eso lo que te has dicho?
Sí, este soy yo en mi momento más débil
pero puedes negar que estabas al borde de las lágrimas
cuando terminaste?
Pusiste la cabeza entre las manos y lloraste como lo ha-
cen los niños.
También recuerdo lo que dijiste antes de irte: Te quiero.
Todo esto sucedió en menos de una hora
mientras el viento aullaba fuera
como una jauría de perros
353
y los lobos lejanos se hacían eco de los aullidos.
*
Permítanme decir
para esto - y sólo esto - fue creada la poesía:
para limpiar las huellas de nuestros cuerpos,
para enderezar las sábanas y las almohadas
y para abrir la puerta al final y decir... adiós.
El amor hace de la mujer un hombre y del hombre
una mujer

No basta con que me toques con la mano


el amor es tocarme con todo, con la mujer
y la distancia
y un racimo de uvas.
No basta que me lleves debajo de ti y encima de ti
354
tienes que arrastrarme por los pies
y también a las pesadillas.
El amor no es una relación entre dos individuos
como nos dijeron
sino dos universos que se funden, una mezcla de agua
con agua.
Es amar a las mujeres como si fuera tú,
desear sus pechos
desgarrarse viendo su carne desnuda
jadear cuando una mujer se levanta el pelo con la mano
para ponerlo detrás
y así como tu corazón se debilita
cuando ves una fruta colgada
mi corazón se debilita por la misma razón.
Sin aire entre nosotros nos falta el aliento
sin el sol que sale sobre mí y sobre ti estamos sin ojos.
La idea: el amor hace de la mujer un hombre
y del hombre una mujer
y convierte el agua en amor
y el amor en la vida.
Yo me encarno en ti como me encarno en la luz y en la
tierra
y tú te encarnas en mí como la vida y la muerte.
Te reuní sólo porque te recogí de aquí y de allá
algo de tu corazón lo traje de una estación de tren
algo de tus ojos de los vasos de los bares
algo de tu piel de un cementerio
mientras tanto estás aquí 355
y no aquí.
Amel Moussa
Siglo XX ~ Túnez
356
Sacerdotisa de la locura

Sacerdotisa de la locura soy,


Entre las jaulas, mis piernas he dejado,
como prendas
y me he volado
a donde la blanca pelliza.
357
Hembra de la locura soy
mi razonamiento visto
retrocedo hacia delante
para embestir
a toda hermosura.

La de la locura soy
nací para sanar
a la tierra fue otorgada
¡Encinta!
Tengo el relucir del sol,
la luz de la luna
la sinceridad del sol poseo
y de la luna la pasión.
tengo del sol el oro
de la luna la plata.
ni el amor me arrastra

Ni el agua de las pestañas me lava.


en los días, creo estaciones,
Siembro en la edad mi presente
y canto:
Soy el porvenir
¡El pasado!

Muchacha de la locura soy


mi pasión es
inventar un candil para mi día.
358
creación de ilusión
que mira en el ojo de la verdad.
creación de una muerte
que hace reír las violetas,
alarga la vida de mi madre, la edad de mi padre.
creación de un cuerpo
donde se para el tiempo,
y echa hojas el lugar
un olivo.

Mujer de la locura soy


a la poesía doy prueba de mi afecto
preguntando
¿Cómo reside la hembra en la hembra
Sin
que vuelen los rayos de la tierra.
Me amo

Sobre mis yemas, me llevo


en mis pupilas, me cargo.
Como pañal, en mi piel me envuelvo.
por añoranza de mí, me abrazo.
Bendigo mi exaltación y mi abofeteo,
en mi pecho, me abrazo,
359
besando estas dos manos pintas con mi poesía
mis tablas, deletreo,
mis grabados en las rocas,
a la sed, lleva el agua mi imagen
y el cebo a las redes de caza.
Trascurro las voces nocturnas
en mi cincelar.
Debajo de mi sombra me duermo
con mi beduinismo me visto
Para fastidiar a las ciudades.
Me distraigo en mí misma
a la hora de hartarme de mí
Entro en mí como jardín
jardín que no calumnia entre mí y mí misma
me amo como algo imposible
que la arena no reconoce sus pies.
Ines Abassi
Siglo XX ~ Túnez
360
Ejercicio de soledad

Un muro de frágil deseo:


me apoyé en él
y lamí la sangre que fluía
de la herida de la rosa
que fue arañada por el aire
una loba de tu amor.
361
El olor de tu sangre me guía
hacia la luz.
El miedo que se cernía sobre nuestros encuentros
con sus alas emplumadas
te lo echaste a los hombros
pero nunca alzaste el vuelo.
El miedo es tu rostro.
El miedo es tu voz temblorosa
cuando me preguntas: ¿Dónde estás ahora?
Miedo: tu sonrisa,
la forma en que caminas,
tu propio cuerpo
en los espacios estrechos de la despedida.
Cruzarás cinco bosques sola, después de La Habana.
Cinco bosques y luego moriré,
te dices a ti mismo,
moriré
antes de ver las pecas que cubrirán tu rostro
después de todos los soles
bajo los que yacerás.
Y con una sola pulsación temerosa
borras todos los correos electrónicos
que habían estado cincelando el cristal
de nuestras mañanas
como pájaros sedientos que picotean
en el agua de las palabras:
Borraste todas las letras que crecían
en el borde del desierto-rastrero, deseoso.
362
Miedo: la forma en que tu voz
tiembla de duda
cuando oyes las pulseras de mi alegría
suenan por el pasillo
que separa un encuentro
de otro.
Miedo: tú
cuando te enfrentas a mi espejo
destrozado.
Miedo: tú
cuando te acuestas perezosamente
durante años
bajo el sol de tu vida tediosa
años que atravieso
respirando profundamente
mi propio olor,
años que atravieso con miedo tibio.
Miedo: a mí misma
mientras paso a través de ti
en una barca con dos remos
que devoran la sal de la vida que viviste antes que yo.
que devoran la sal de la vida que viviste antes que yo.
Miedo:
las palabras “mi vida, mi todo”
palabras que dijiste para atraerme
363
una pesada tapa de amor
que más tarde convertiría en una alfombra:
Me acuesto en ella
en esas noches de fin de semana
cuando la soledad
se convierte en un largo tormento para el yo.
Asma Jelassi
Siglo XX ~ Túnez
364
La metamorfosis

En definitiva, ha aceptado finalmente esta idea:


En medio de este gran número de individuos
no eres más que un átomo
de polvo en una uña profunda.
Desde esta perspectiva,
has empezado a organizar tu vida. 365
Y observas desde lejos esos años dispersos
que parecen balas vacías en el suelo
y escuchando risas infantiles
cuyo eco se perdió en el zumbido de los disparos.
Tu corazón se convierte
en una colina llena de minas terrestres
y tu espalda una tierra baja cargada de cadáveres.
Tus manos se fijan en una columna incolora.
Te han despojado de tus colores
los que pasaste en tu infancia mezclándolos
para dibujar pájaros y mariposas.
Sumergieron tus alas/sueños en el barro.
Luego las amontonaron sobre tus hombros
hasta que te metamorfoseaste en un terrible pulpo.
Cada vez que te deshacías de un brazo,
otro te asfixiaba.
Ahora, ya no sueñas con volar.
Y una vez que hayas terminado
de fijar tus pies en el suelo
tirarás ese pesado martillo
que sostuviste durante años
para romper cerraduras colgadas entre dos montañas
y cerrarás los párpados y te callarás para siempre.

(2)

Por qué, cada vez que amanecía


y el sol extendía sus brazos 366
entre los sucios callejones de los suburbios
llevabas esa cara odiosa
y hacías el papel de una bala venenosa
que penetraba en los ojos
de las personas que suelen esperarte en las calles de la
ciudad?
¿Dónde se escondía ese suave pétalo
que habías guardado entre tus palmas
durante toda la noche?
¿Cómo te convertiste en un bosque desolado
rodeado
por leñadores de todas las direcciones?
¿Por qué tus susurros que habías enviado lentamente
para quitar las trenzas del pelo de tu novia mechón a me-
chón se convirtieron en un grito molesto?
Nadie sabía que tus colmillos los mostrabas de forma
tenebrosa para arrebatar una barra de pan de las fauces de
los cocodrilos y para lamer una gota de agua de manan-
tiales custodiados por serpientes no eran antes de unas
horas más que una tenue luz que se arrastra de entre tus
labios a la oscuridad. No estás muerto ni vivo.
Cada nueva mañana emprendes tu camino entre la mul-
titud pero nunca te preguntas dónde está aquella criatura
que llevaba una lámpara durante toda la noche para ilu-
minar el camino se evapora.

367
Nabilah Al-Zubair
1964 ~ Yemen
Todavía

Cuando quiera que mi cabeza golpeaba un muro


Yo decía: “Todavía tengo cabeza”
Cuando quiera que un muro golpeaba mi cabeza
Decía: “Todavía existe un muro frente a mí”

369

369
Desilusión

Durmiendo yo una vez


Un caballo logró colarse en mi sueño
Y... se durmió

370

370
Documentando

Entre poema y poema


hay una temporada
de vacío memorístico
¿quién documentará la no existencia?
Es
la temporada del poeta
371

371
Esquinas

Hay ojos sobre mis muros


Sobre los muros de la gente

Hay un espejo
Sobre los espejos hay medio corazón
Presumiendo lo mejor... muerto
372

372
Amistad

Estábamos al borde de la amistad


hasta que él cazó alas confeccionadas

Mientras yo esculpía otras alas


que no pueden ser cazadas
373
Un granizo de Levedad

373
Ocurre

Ocurre que
Nos encontramos en el mismísimo comienzo
Nada atrás
Nos alejamos de ello
Ni poema
Ni árbol
374
Sucede
Que nos encontramos
El tiempo nos separa
Corrimos lejos... labio con labio
Sucede que nos encontramos
«Algo» nos hace extraños
Apegados
Apartados
Por un cabello

374
Iglesias durmientes

Nuestras manos están puestas en las campanas de Roma


La ciudad se levantará de inmediato.
Y se preguntará quién ha tocado las campanas
Buscaré refugio en ti,
Y me hurtaré del guardián de peligrosas elocuciones.
Yo simplemente no podría ser silenciada. 375
Mis musas ilustran sus cosechas
Sobre las carrozas del discurso.
Ellas pintan por entero los años estériles.
Y rocían discurso sobre el custodio de la muerte.
Para comenzar un nuevo día.
Soy poeta, y mi apuesta es el discurso.
Caminaré sobre los labios de las olas
Y navegaré en la arena
Durante un día radiante
Entre los días multitudinarios
Acamparé bajo la intimidad del discurso
Me alimentaré con su pan
Beberé sus sollozos
Las iglesias duermen
Pero no las monjas, las campanas me observan

Esconde mi mano entre las tuyas


Mi acompañante
¿Quién no conoce la razón?

375
Un relámpago

Anegada entre granizos


Cubierta con una capa de tormenta
sudo de miedo
(¿No existen mariposas que lo rompan?)
divido la multitud: transeúntes y clamor
las copas fueron bebidas, las sillas están alertas 376
Los poros de distancia se encogieron, la mesa colapsó
¿Pedí yo un muro para la multitud?
¿Les pedí yo más dudas?
Tu silencio envuelve el muro
Partiré
Tú bloqueas mis pasos
Contemplas: (Tú esparciste pájaros)
Desde mis horizontes
Libera tus manos
Con pisadas cuidadosas
Camino sobre dos dolores
Cuento: ¿Cuántos días y noches
Caen sobre mis hombros?
Incontables: las injurias que me causaste
Tirito,
(¿Ninguna paloma te deja un poema?)
Calles cruzadas por... corazón que bate
Eres capaz del silencio
¿Entonces por qué, las barras de la prisión se recuestan
hacia mí?
376
Créditos

Todos los poemas merecen los créditos de sus respectivas


autoras. Conticinio no posee ningún derecho sobre ellos.

Investigación y traducción: Fabiola Lizette, Fernanda Magallón,


Jesús Montaño, Liliana Carmona, Lorena Aviña, Renata García.

Diseño de portada: Renata García.

Diseño y maquetación de antología: Lorena Aviña.

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