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Puerto Varas, diez de mayo de dos mil veintiuno.

PRIMERO: Que en autos RIT O156-2020, comparece la abogada doña


BÁRBARA FLORES ROJAS, cédula nacional de identidad número 16.417.238-4,
domiciliada para estos efectos en Nueva Providencia 1881, oficina 310,
Providencia, Región Metropolitana, en representación de don MAURICIO
ANDRÉS CÁCERES PAREDES, chileno, operario, cédula nacional de identidad
número 13.088.788-0, domiciliado en Calle Colegual S/N, Llanquihue, Región de
los Lagos, quien deduce demanda de indemnización de perjuicios por accidente
del trabajo, lucro cesante y daño moral, en contra del empleador de mi
representado a la época del accidente laboral materia de autos SOCIEDAD DE
INVERSIONES TIERRA SPA. (Muebles tierra), Rut 76.488.907-K, empresa del
giro de fabricación y distribución de muebles, legalmente representada por
CLAUDIA GONZÁLEZ TIKE, cédula nacional de identidad número 11.503.121 - k,
desconoce profesión u oficio, o por quienes detenten las facultades contempladas
en el artículo 4° del Código del Trabajo, ambos domiciliados en La Laja, Bodega 4
Y 5, Puerto Varas y/o Las Lengas 204, Puerto Montt, Región de Los Lagos, para
que sea condenada y responda de todos los daños causados a su patrocinado a
raíz del accidente de trabajo que sufrió en cumplimiento de la relación laboral,
solicitando que sea acogida en todas sus partes y se condene a la demandada a
pagar la suma de $ 16.821.000 por concepto de lucro cesante y $ 120.000.000 a
título de daño moral, o las superiores o inferiores que se determine, conforme a
derecho y equidad, más intereses y reajustes, y las costas.
I.En cuanto a los hechos, El día 24.02.2020 el demandante inició una
relación laboral bajo vínculo de subordinación y dependencia con la empresa
demandada, contratado para desarrollar las labores de “Maestro cortador,
armador e instalador” comprometiéndose - conforme a contrato - a prestar sus
servicios en la obra denominada “Término de instalación de muebles Jardín Sur,
ubicada en Valdivia”, pero en los hechos siempre se mantuvo prestando servicios
en dependencias de la empresa ubicada en La Laja, Bodega 4 Y 5, Puerto Varas.
La jornada laboral establecida fue de 45 horas a la semana distribuidas en un
horario de lunes a viernes de 08:30 a 13:00 hrs y 14:00 a 18:30 hrs. La
remuneración pactada en el contrato de trabajo corresponde a sueldo base de
$400.000, más gratificación de 25%, más bonos de movilización de $120.000,
colación $120.000 y $150.000 por desgaste de herramientas, ascendiendo a la
suma de $890.000. (Ochocientos noventa mil pesos).- A la fecha, la relación
laboral no se mantiene vigente.
II. En cuanto al accidente laboral, el actor fue contratado como “Maestro
cortador, armador e instalador”, pero en la práctica el actor se desempeñaba como
“Operador de sierra escuadradora”, maquinaria que sirve para cortar y
dimensionar planchas y tableros de madera, la que no se encontraba condiciones
óptimas para su operación, debido a que el disco de corte se encontraba inclinado
de su posición normal. A pesar de que aproximadamente dos semanas antes del
accidente la maquinaria había sido reparada por personal técnico, a los días volvió
a presentar el problema, lo cual fue notificado oportunamente al empleador. Por
otro lado, esta máquina estaba modificada y no contaba con la protección de
seguridad para evitar cortes accidentales, tal como carcasa de protección o cubre
sierra. Asimismo, este tipo de maquinaria debe ser operada por dos trabajadores,
dado el gran tamaño de las planchas a cortar, pues un maestro tiene que guiar la
madera para el corte, mientras un ayudante debe sostener la madera dada la gran
dimensión de las planchas. El día del accidente 25.03.2020, el actor se encontraba
operando la sierra escuadradora, sólo y sin ayudante que lo asistiera en estas
labores, desprovisto de guantes de seguridad - ya que su empleador no se los
proveyó - todo esto en contra de las recomendaciones de uso seguro de esta. En
estas condiciones actor se dispuso a realizar el corte de una plancha de madera
del tipo melamina, para esto con la mano derecha debía sostener y empujar la
plancha de madera, con la mano izquierda sostenía y guiaba el extremo superior
de la plancha para que hiciera contacto con la sierra y en efecto, realizar el corte
de esta. A consecuencia directa de lo anterior, al pasar la plancha de madera por
la sierra de corte ésta se trabó, haciendo que la plancha saltara y la mano
izquierda del actor fuese a dar directamente a la sierra en movimiento, producto de
esto el trabajador sufrió un corte en los dedos pulgar, índice, medio y anular
de la mano izquierda, inmediatamente el actor pudo ver con gran dolor y angustia
que uno de sus dedos se encontraba amputado en el suelo y en el resto de su
mano solo pudo observar una gran cantidad de sangre y huesos destrozados.
Tras el accidente fue trasladado a la Mutual de Seguridad, donde es atendido de
urgencia ante las graves lesiones que sufrió.
III. En cuanto a las causas del accidente laboral:
1. Maquinaria presentaba desperfectos en la sierra de corte, la sierra
escuadradora con la que el actor debía realizar sus labores no se encontraba en
condiciones óptimas para su operación, el disco de corte se encontraba inclinado
de su posición normal, a pesar de que aproximadamente dos semanas antes del
accidente la maquinaria fue revisada por personal técnico y siendo reparada, a los
días volvió a presentar el problema. Habiendo sido notificado este desperfecto
oportunamente al empleador, el trabajador se vio obligado y presionado a trabajar
en estas condiciones de riesgo. La desviación del eje de corte fue la causa
principal de que la maquina se haya trabado y la plancha de madera haya saltado,
y se haya producido el accidente y sus lamentables consecuencias.
1.2. Falta de carcasa de protección o cubre sierras, la máquina se
encontraba modificada y no contaba con la protección de seguridad para evitar
cortes accidentales, tal como carcasa de protección o cubre sierra, elemento de
seguridad exigido en los manuales de seguridad del trabajo, “Las sierras circulares
deben tener: (…) Una carcasa de protección superior que se pueda acercar a la
pieza de trabajo lo máximo posible. La carcasa previene el rechazo (o retroceso)
de la madera hacia usted y que usted pueda tocar la hoja de sierra.” Al no existir
este elemento de seguridad el actor no pudo evitar que ante el trabamiento de la
sierra y el posterior salto de la plancha de madera, su mano fuera a dar
directamente al disco de corte en movimiento, si hubiera existido una carcasa de
protección o cubre sierras este accidente se habría evitado y sus lamentables
consecuencias.
1.3. Falta de freno de seguridad, la maquinaria de corte, sierra
escuadradora, no contaba con un sistema de freno automático de seguridad o este
no se encontraban operativo. Estos elementos son exigidos en los manuales de
seguridad en la materia. “La maquinaria debería equiparse con un freno
automático que pare la herramienta en un tiempo suficientemente corto si hubiera
un riesgo de contacto con ella.. ”. Estos tipos de frenos consisten en dispositivos
electrónicos capaces de detectar la presencia de tejido humano en contacto con el
disco, momento en el que un freno detiene el giro del disco, si hubiere existido se
podría haber evitado el accidente, o minimizado sus lamentables consecuencias.
El actor dio aviso oportuno de las condiciones de riesgo antes enumeradas a su
empleador y no se tomaron medidas correctivas. En consecuencia, se le ordenó
trabajar en condiciones riesgosas y no se le informó de forma adecuada y
oportuna los riesgos asociados a trabajar en esas condiciones.
2. En cuanto a la falta de capacitación adecuada para a labor asignada, en
la práctica el demandante nunca tuvo charlas o capacitaciones adecuadas,
instructivos o pasos claros de trabajo establecidos en cuanto a lo siguiente:
a) Procedimientos pasos o instrucciones claras para seguir antes, durante y
después de realizar labores de corte de madera en sierra escuadradora; b) Forma
de proceder ante condiciones de riesgo en la operación de sierra escuadradora;
c) Acción educativa de adiestramiento y capacitación de los trabajadores en
materia de identificación y prevención de riesgos. El demandante no recibió las
capacitaciones necesarias no tuvo conocimiento sobre la forma segura de operar
la sierra escuadradora y no pudo identificar los elementos de riesgo existentes en
la maquinaria, desconocía el riesgo al cual se exponía y jamás se imaginó que
algo así podía siquiera llegar a ocurrir.
3. En cuanto a la falta de elementos de protección adecuados para la
ejecución de la labor encomendada, el actor no contaba con elementos de
protección personal necesarios para el desarrollo de las funciones encomendadas,
se vio obligado a realizar sus labores desprovisto de guantes de seguridad, al
momento de producirse al accidente no tuvo nada que lo protegiera frente al disco
de corte en movimiento, sufriendo lesiones y amputación. Señala que fue obligado
por su empleador a firmar documentos de entrega de elementos de protección
personal, en circunstancias en que no le fueron entregados. Si hubiese contado
con guantes de seguridad, posiblemente se habría evitado o minimizado las
lamentables consecuencias del accidente.
4. Falta de señalización en sector de riesgo, en materia de prevención de
riesgos es esencial que el empleado mantenga una correcta señalización de cada
uno de los lugares de alto riesgo dentro de las instalaciones; así como también de
los peligros que existen y los implementos de protección personal que deben
usarse de forma permanente para la prevención de accidentes y enfermedades
profesionales. Debe contar con señalización visible y permanente en las zonas de
peligro, indicando de forma clara el agente y/o condición de riesgo a tener en
cuenta. Sin embargo, es del caso mencionar que, no existía señalización alguna
en el área de trabajo al momento de producirse el lamentable accidente.
IV. En cuanto a los daños físicos, psíquicos y morales, tras el accidente del
día 25.03.2020, el trabajador fue derivado a la ACHS, dado a que su mutualidad
era la Mutual de Seguridad, tras recibir las primeras atenciones, debió ser
trasladado de urgencia a Clínica Puerto Montt debido a la gravedad de sus
lesiones. Indicación Morfina 4 mg, Ketorolaco. Diagnóstico: amputación de falange
distal D4 izquierdo, herida cortante con pérdida de sustancia a nivel de falanges
D3 y D2 izquierdo, fractura expuesta compleja de falange distal D2 izquierdo. En
resumen, el paciente es trasladado a la Clínica Puerto Montt para someterlo a una
cirugía: aseos quirúrgicos más tenorrafia (reparación de lesiones de tendón por
rotura), osteosíntesis (reducción y fijación por dispositivos metálicos, por fracturas)
de F3D2, regularización (aseo, emparejamiento de bordes, cobertura cutánea de
muñón por amputación traumática) de F3D4. Hospitalización de 5 días hasta
30.03.2020, alta hospitalaria con fármacos, curaciones periódicas y controles
médicos e imposibilidad de usar mano izquierda. Tratamiento kinesiológico
después de 2 meses de recuperación, informe kinesiólogo de fecha 20.05.2020:
rigidez por desuso y falta de activación; no logra puño, pinza, garra; dolor EVA 3-4
al activar. Informe de fecha 09.06.2020: Sin mejoría; dolor EVA 5-6 al forzar
índice; rangos (de movimiento) 80°IFP-10°IFD (articulación interfalángica proximal)
– 10 IFD(articulación interfalángica distal), no logra puño completo. Con fecha
24.08.2020 se da alta médica, es derivado al CEIAT para determinar porcentaje de
discapacidad. El demandante sufre dolores cotidianos que no le permiten usar su
mano con normalidad, con limitación funcional que restringe la realización de
tareas básicas de la vida diaria, las que requieran de motricidad fina de la mano
izquierda (abotonarse ropa, abrocharse cordones de zapatos, entre otra), no
puede usar herramientas manuales o eléctricas, cuyo uso implica movimientos
finos, bruscos e impactos, le generan dolor incapacitante, incapacidad de efectuar
actividades y movimiento continuos con su extremidad. En lo laboral, tuvo que
renunciar a su trabajo. las secuelas del accidente le hicieron imposible continuar
con su trabajo, encontrar uno nuevo acorde a sus capacidades, que se ven muy
limitadas a futuro, siente incertidumbre e inseguridad, siendo un hombre joven de
44 años, que se desempeñaba principalmente en trabajos manuales que
requerían de su destreza y esfuerzo físico, no sabe si encontrará trabajo. Daño
que atraviesa todos los ámbitos de su vida, menoscabo y perturbación en su
calidad de vida, su vida cambió en forma permanente por su discapacidad,
afectado anímicamente, limitado por los dolores y la falta de movilidad de su
mano, no puede trabajar, ni realizar tareas cotidianas, se ha transformado en una
persona melancólica, ensimismada y angustiado respecto del futuro. Los graves
perjuicios para el actor son: amputación de falange distal d4 izquierdo, herida
cortante con pérdida de sustancia a nivel de falanges d3 y d2 izquierdo, fractura
expuesta compleja de falange distal d2 izquierdo, limitación de movilidad
articulación interfalángica distal índice izquierdo, dolor e inflamación constante,
largo y angustiante periodo de recuperación junto a dolorosas sesiones de
kinesioterapia y terapia física, ingesta masiva de medicamentos para controlar
síntomas de la lesión, cambios en su funcionalidad orgánica reflejados en el
limitado movimiento de sus dedos, de mano derecha hasta el día de hoy, cambios
en su estado anímico, pérdida de capacidad económica y ganancia monetaria,
múltiples daños que merecen ser indemnizados pues deberá convivir por el resto
de su vida con secuelas derivadas del accidente laboral, cuya extensión ha
mermado distintos ámbitos de la vida del demandante sin posibilidad de
reparación.
V. En cuanto al grado de incapacidad declarado del actor, mediante Res. N°
20201728 (28.09.2020) de Incapacidad Permanente Ley 16.744, se determina:
Diagnóstico: Amputación traumática parcial dedo anular, fractura expuesta f3
índice y herida dedo medio izquierdo. Secuelas: Amputación anular a nivel de
base de f3 y limitación de movilidad interfalángica distal índice. Grado de
incapacidad: 7.50%
VI. En cuanto al Derecho.
1. Incumplimiento de la obligación de seguridad consignada en el artículo
184 del Código del Trabajo, por parte de la demandada: “El empleador estará
obligado a tomar todas las medidas necesarias para proteger eficazmente la vida y salud
de los trabajadores, informando de los posibles riesgos y manteniendo las condiciones
adecuadas de higiene y seguridad en las faenas, como también los implementos
necesarios para prevenir accidentes y enfermedades profesionales.” La palabra
“eficazmente” apunta a un efecto de resultado, lo que se busca es resultado, es
decir un actuar tendiente a prevenir los accidentes y enfermedades profesionales.
Además, se vincula a la magnitud de la responsabilidad y acuciosidad con que el
empleador debe dar cumplimiento a su obligación, cabe inferir una suma exigencia
del legislador. Respecto del vocablo “eficaz” que utiliza la norma, la jurisprudencia
ha resuelto que no se agota en aquellas medidas meramente formales, legales o
reglamentarias, tales como la entrega de Reglamento Interno, o elementos de
protección física. La necesidad de medidas y su eficacia debe atender al contexto
dentro del cual se desarrolla la actividad del trabajador, así como a los resultados
que arrojen su implementación o su omisión. Estas medidas de prevención
existirán “sólo cuando el empleador mantiene elementos materiales constantes y
supervigilancia auténtica en cuanto a la forma como deba o haya de desarrollarse la
actividad de los trabajadores, especialmente tratándose de faenas peligrosas” (E.C.S., Rol
2.547- 2014). La regulación del cumplimiento de este deber no queda entregada a
la autonomía de la voluntad de las partes, ni menos aún a la decisión del
empleador, comprende en general una serie de normas de derecho necesario,
cuyo contenido, forma y extensión se encuentran establecidas en normas de
orden público. Ello sin perjuicio de otras normativas adicionales decididas o
convenidas con el propio empleador. Por consiguiente, siendo la obligación de
protección estatuida en el inciso 1° del artículo 184 del Código del Trabajo, una
obligación de la naturaleza del contrato, que emana además de la ley, que obliga
al empleador, ya que de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 1556 del Código
Civil a propósito de las obligaciones contractuales, los contratos no solo obligan a
lo que en ellos se expresa, sino a todas las cosas que emanan precisamente de la
naturaleza de la obligación, o que por ley o la costumbre pertenecen a ella. El
contrato de trabajo impone obligaciones y crea derechos que nacen de la voluntad
de las partes y que también emanan de la ley. Más aún, el código del trabajo
establece la irrenunciabilidad de tales derechos, circunstancia que confirma que
las leyes laborales deben entenderse incorporadas a los contratos. El contrato de
trabajo, además del contenido patrimonial, tiene un importante contenido personal,
en el que destacan básicamente el deber general de protección del empleador y
los de lealtad y fidelidad que pesan sobre los trabajadores. Por cierto, el deber de
protección comprende el DEBER DE SEGURIDAD que encierra una problemática
adicional. Los valores que tienden a preservar la obligación de seguridad, en
forma directa e inmediata, no son de índole patrimonial, sino que son la propia
vida, la integridad física y psíquica, y la salud del trabajador en general. Atendido
lo anterior, y dada la circunstancia de que la ley Nº16.744 especialmente su
artículo 69, no determina el grado de culpa de que responde el empleador, la
E.C.S. en forma reiterada ha concluido que éste es el propio de la culpa levísima,
es decir, la falta de aquella esmerada diligencia que un hombre juicioso emplea en
la administración de sus negocios importantes, conforme lo sostiene el artículo 44
del Código del Trabajo, en completa armonía con la forma en cómo debe
interpretarse y aplicarse el ya citado artículo 184 del Código del Trabajo. Conforme
a los principios generales del derecho del trabajo y al imperativo social, este
artículo debe interpretarse en un sentido amplio, específicamente en su inciso
primero, vale decir que el empleador debe adoptar todas las medidas necesarias
para proteger eficazmente la vida y salud de los trabajadores. En el cumplimiento
de la obligación de seguridad consagrada en el artículo 184 del Código del
Trabajo, tal como se señaló, existen normas y medidas de seguridad que la
empleadora debió adoptar y cumplir, conforme con las prescripciones de la ley, en
el lugar físico de las instalaciones y en el sitio de labores; además de la necesaria
obligación y deber de supervisión directa en el desarrollo de sus actividades. De
esta forma, para entender cumplida la obligación de seguridad para con sus
trabajadores, debía en primer término detectar y controlar los riesgos presentes en
su área de funciones y, consecuentemente con ello, eliminarlos o tomar las
medidas destinadas a prevenir los resultados lesivos para sus dependientes. El
accidente sufrido por el actor era perfectamente evitable, de haber cumplido
eficazmente el empleador con su deber de proporcionar todas las medidas de
seguridad a fin de proteger la vida y salud de sus trabajadores. El deber de
seguridad que establece el legislador, no se satisface sólo con capacitaciones y
entrega de implementos de seguridad, sino además con la identificación de
peligros, presencia de prevencionista de riesgos que vigilen las condiciones de
seguridad en las áreas de trabajo, identificando peligros no identificables por los
trabajadores. El término “eficaz” utilizado por el legislador al tenor de lo dispuesto
en el artículo 184 del Código del Trabajo y tal como lo ha establecido nuestros
Máximo Tribunal, exige que más allá de las medidas de seguridad de carácter
formal, exista una supervigilancia efectiva por parte del empleador, evaluando las
diferentes condiciones de riesgo que puedan presentarse. El artículo 5 de la ley
16.744, que establece normas sobre accidentes del trabajo y enfermedades
profesionales, dispone en lo pertinente “Para los efectos de esta ley se entiende
por accidente del trabajo toda lesión que una persona sufra a causa o con ocasión
del trabajo, y que le produzca incapacidad o muerte”. Asimismo, en relación a la
responsabilidad civil del empleador, el artículo 69 letra b), establece “cuando el
accidente o enfermedad se deba a culpa o dolo de la entidad empleadora o de un
tercero, sin perjuicio de las acciones criminales que procedan, deberán observarse
las siguientes reglas: b) la víctima y las demás personas a quienes el accidente o
enfermedad cause daño podrán reclamar al empleador o terceros responsables,
también las otras indemnizaciones a que tengan derecho, con arreglo a las
prescripciones del derecho común, incluso el daño moral”. En materia de culpa, el
referido artículo efectúa una remisión en bloque al derecho común, a los efectos
de otorgar acción a la víctima del accidente para demandar del empleador o de un
tercero responsable la reparación de los daños que el accidente le ocasionó. Aun
tratándose de un contrato bilateral, la doctrina y la jurisprudencia de nuestros
tribunales, en particular de la Excma. Corte Suprema, han concluido que el
empleador responde de la culpa levísima, puesto que tal como se señaló, el deber
de seguridad que impone el artículo 184 del Código del Trabajo le exige ser eficaz;
lo que se traduce en una mayor intensidad en las medidas preventivas que debe
adoptar para evitar accidentes. De este modo, en relación al grado de diligencia y
cuidado que debe desplegar el empleador, éste responde hasta de culpa levísima
en el cumplimiento del deber de protección; es decir, hasta por “la falta de aquella
esmerada diligencia que un hombre juicioso emplea en la administración de sus
negocios importantes”, aplicando lo dispuesto en el artículo 44 del Código Civil y
ello, atendidos los valores que tiende a preservar tal obligación de seguridad, que
no son otros que la vida, la integridad física y la salud del trabajador. El peso de la
prueba, conforme a las reglas del onus probandi en cuanto al cumplimiento de
esta obligación de seguridad, corresponde al empleador; quien debe acreditar que
las medidas de seguridad fueron debidamente arbitradas y que desplegó la
diligencia debida en la práctica de obligaciones que le imponía el contrato de
trabajo; en tanto es un deudor de seguridad frente a sus trabajadores, debiendo
actuar con la máxima diligencia para evitar que éstos sufran accidentes o
enfermedades profesionales que puedan afectar su vida o integridad física o
psíquica. De no probar esta circunstancia, se presume la culpa, por tratarse de
una responsabilidad de carácter contractual. Así, por el régimen aplicable al que
se encuentra afecto el empleador, de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 1547
del Código Civil, la culpa de éste se presume, correspondiéndole acreditar que ha
empleado la debida diligencia o cuidado para impedir el acto u omisión dañosos.
De esta forma, su responsabilidad quedaría establecida probándose la existencia
de un contrato de trabajo y la causalidad entre el acto u omisión atribuibles a la
empresa y el resultado dañoso, sin necesidad de acreditar culpa o dolo; de
manera que el empleador sólo se liberaría de responsabilidad probando la
concurrencia de caso fortuito o fuerza mayor o que el accidente se debió a un
actuar voluntario de la víctima; debe acreditar que las medidas de seguridad
fueron debidamente arbitradas y que desplegó la diligencia debida en la práctica
de las obligaciones que le imponía el contrato. En este sentido, el inciso segundo
del artículo 70 de la ley 16.744, dispone que “Corresponderá al Comité Paritario de
Higiene y Seguridad decidir si medió negligencia inexcusable”. El “Deber de
Seguridad” no sólo se satisface con el cumplimiento de todas las disposiciones
legales, reglamentarias y administrativas, sino que obliga al empleador a adoptar
todas las demás medidas de prudencia, atención y cuidado que las circunstancias
específicas de cada labor o faenas requieran; manteniendo capacitaciones
permanentes para sus trabajadores y políticas correctivas y preventivas.
2. De la responsabilidad contractual de la demandada, la obligación de
seguridad hace responsable a la demandada en sede contractual cuando por su
culpa levísima no ha dado cumplimiento al deber de seguridad impuesto por el
artículo 184 del Código del Trabajo que finalmente provocó el accidente,
generándose la obligación de tener que indemnizar todos los daños que su
incumplimiento han generado al actor. Las normas regulatorias son: artículos
19Nºs 1 inciso1, y 4 de la Constitución Política, en relación a los artículos 1547,
1556 y 1557 del Código Civil y con el artículo 184 del Código del Trabajo, en los
Tratados Internacionales y, entre otros, en el artículo 69 de la Ley Nº16.744 sobre
Accidentes del Trabajo y Enfermedades profesionales, esta última de carácter
especial, que establece que mediando culpa de la entidad empleadora, la víctimas
y las demás personas a quienes el accidente cause daño, podrán reclamar al
empleador responsable del accidente también las otras indemnizaciones a que
tengan derecho, con arreglo a las prescripciones del derecho común, incluso el
daño moral. La indemnización de perjuicios debe cubrir tanto el lucro cesante,
como el daño moral.
3. En cuanto a las otras infracciones a las normas laborales y de seguridad
social infringidas por la demandada, la obligación de prevención y seguridad que
pesa sobre el empleador, se encuentra regulada por los artículos 66, 67 y 68 de la
Ley Nº16.744, D. S. Nº40, de 1969, del Ministerio de Trabajo y Previsión Social,
disposiciones que apuntan a que en las empresas se logre una “conciencia de la
seguridad”, por la importancia que ella tiene para los diversos sectores: los
trabajadores, sus familias, la propia empresa y la sociedad, la cual debiera tener
como primera prioridad, la seguridad laboral de los recursos humanos. Las dos
primeras funciones que deben cumplir los Comités Paritarios de Higiene y
Seguridad que deben funcionar al interior de las empresas. A saber: Asesorar e
instruir a los trabajadores para la correcta utilización de los instrumentos de
protección, vigilar el cumplimiento, tanto por parte de las empresas como de los
trabajadores, de las medidas de prevención, higiene y seguridad. En concreto, la
empresa demandada infringió el artículo 66 de la Ley Nº16.744 y 210 del Código
del Trabajo, en relación con los arts. 7 y 37, acápite 1º del Decreto Supremo
Nº594 de 1999, del Ministerio del Trabajo y de Previsión Social, que aprobó el
Reglamento sobre Condiciones Sanitarias y Ambientales Básicas en los lugares
de trabajo: Complementando lo anterior, el Decreto Supremo Nº594 establece, en:
Artículo 3º “La empresa está obligada a mantener en los lugares de trabajo las
condiciones sanitarias y ambientales para proteger la vida y salud de los trabajadores que
en ella se desempeñan, sean estos dependientes directos suyos o lo sean de terceros
contratistas que realizan actividades para ella.”. Artículo 36: “Los elementos estructurales
de la construcción de los locales de trabajo y todas las maquinarias, instalaciones, así
como las herramientas y equipos, se mantendrán en condiciones seguras y en buen
estado de funcionamiento para evitar daño a las personas” , Artículo 37 inciso 1º: “Deberá
suprimirse en los lugares de trabajo cualquier factor de peligro que pueda afectar la salud
e integridad de los trabajadores (...)Las dependencias de los establecimientos públicos o
privados deberán contar con señalización visible y permanente en las zonas de peligro,
indicando el agente y/o condición de riesgo, así como las vías de escape y zonas de
seguridad ante emergencias. Además, deberá indicarse claramente por medio de
señalización visible y permanente la necesidad de uso de elementos de protección
personal específicos cuando sea necesario Los símbolos y las palabras que se utilicen en
la señalización deberán estar de acuerdo con la normativa nacional vigente, y a falta de
ella con la que determinen las normas chilenas oficiales y aparecer en el idioma oficial del
país y, en caso necesario cuando haya trabajadores de otro idioma, además en el de
ellos”. Hay infracción a los artículos 66 de la ley 16.744 y 210 del Código del
Trabajo, en relación con los Nºs 1 y 2 del artículo 24 del D.S. Nº54 de 1969 del
Ministerio del Trabajo y Previsión Social, que aprobó el Reglamento de Comités
Paritarios de Higiene y Seguridad. El actor no fue instruido, ni asesorado para una
correcta capacitación de sus labores. Infracción de los artículos 66 y 68 de la ley
16.744 en relación con los artículos 210 del Código del Trabajo y artículos 8º, 14º,
21º y siguientes del Decreto Supremo Nº40, que aprobó el Reglamento de
Prevención de Riesgos. En ese sentido el artículo 153 del Código del ramo,
sostiene “Las empresas, establecimientos, faenas o unidades económicas que ocupen
normalmente diez o más trabajadores permanentes, contados todos los que presten
servicios en las distintas fábricas o secciones, aunque estén situadas en localidades
diferentes, estarán obligadas a confeccionar un reglamento interno de orden, higiene y
seguridad que contenga las obligaciones y prohibiciones a que deben sujetarse los
trabajadores, en relación con sus labores, permanencia y vida en las dependencias de la
respectiva empresa o establecimiento.” El departamento de prevención de riesgos de
la demandada, si es que existía, no cumplió con sus acciones de reconocimiento,
evaluación y control de riesgos en el trabajo, ni otorgar al Comité Paritario la
adecuada asesoría técnica, ni tampoco cumplió con la acción educativa de
adiestramiento y capacitación de los trabajadores en materia de prevención de
riesgos.
VIII. En cuanto a los perjuicios que se demandan.
1. Lucro cesante, conforme al artículo 1556 del Código Civil, la
indemnización y perjuicios a que tiene derecho el actor comprende el daño
emergente y el lucro cesante, ya que esto provengan de haberse incumplido una
obligación, o que esta misma obligación se cumpla de forma imperfecta (parcial o
tardíamente). De entenderse el lucro cesante como la diferencia efectiva entre el
patrimonio del actor al momento de producirse el accidente laboral y el aumento
de patrimonio efectivo que hubiera obtenido por medio del desarrollo de
actividades lucrativas que no han podido llevarse a cabo a causa directa del
accidente y el impedimento que este provocó, equivaldría a colocar al actor en una
posición o situación pecuniaria análoga a la que hubiera tenido de no producirse
los efectos lesivos del accidente de marras ( Fallo Iltma. C. de A. Stgo, Rol N°
2.531.2003). Esta indemnización está representada por todos aquellos aumentos y
emolumentos que dejará de percibir el actor debido al accidente, proyectada por
los años y meses de vida laboral que le restan entre la fecha del accidente y el
momento en que el demandante ha de cumplir los 65 años de edad, época en la
cual comenzaría a percibir su jubilación por vejez. Señala que la remuneración
que percibía el demandante al momento de ocurrir el accidente ascendía
aproximadamente a $890.000 mensuales, suma que multiplicada por los 12 meses
de un año asciende a $10.680.000.- A la fecha del accidente el actor tenía 44
años de edad, mediando por tanto 21 años para cumplir 65 años de edad, que
multiplicados por la cifra de $ 10.800.000, corresponde a un total de $
224.280.000.-, si a esta cantidad le aplicamos el porcentaje de incapacidad
prudencial del 7.5%, el resultado es $16.821.000.-, suma que demanda por
concepto de lucro cesante, o la mayor o menor que el tribunal determine.
2. Daño Moral, según la Doctrina es una “Lesión en los derechos inherentes a la
personalidad de un sujeto, que es de naturaleza extra patrimonial y que produce agravio,
dolor, en este caso, en el derecho a la seguridad e integridad individual que el contrato le
aseguraba al imponer las condiciones de protección que señala el artículo 184 del Código
del Trabajo” (Corte de Talca, 15 de septiembre de 2003, Rol N° 1923-2003);“… que el
daño moral abarca la frustración del proyecto existencial de la persona y las
repercusiones desfavorables en los goces de la vida que se reflejan en lo cultural, social,
deportivo, estético, de placer, sensitiva, sexual e intelectual, así como la alteración en la
aptitud de sentir, querer o entender, lo que provoca angustia, tristeza, etc., lo que, en
definitiva, lleva a la alteración de la salud e integridad psicofísica”. (Corte Concepción
28.05.2013, Recurso Nulidad “Roa Toledo con Servicios Industriales.”, Rol N° 27-2013).
El daño moral, se produce por toda lesión, menoscabo o perturbación a los
derechos inherentes a la personalidad de un sujeto, y por ende deben someterse a
la reparación no sólo el dolor sufrido físico y psicológico sufrido, sino además se
deben considerar los perjuicios ocasionados en lo estético, lo social y el agrado de
vivir. En definitiva, se trata de un deterioro o menoscabo integral. En el derecho
chileno es indiscutible la procedencia del daño moral cuando deriva de un
accidente del trabajo. En efecto, el artículo 19 número 1, inciso 1°, y 4° de la
Constitución Política, en relación con el artículo 69 de la Ley N°16.744, reconocen
expresamente el derecho a tal clase de reparación. Pues bien, la lesión a los
intereses patrimoniales origina un daño patrimonial o material, en tanto que la
lesión a los intereses extrapatrimoniales hace surgir un daño extrapatrimonial o
moral. Se entiende por interés, lo que es útil, por cualquier causa, aunque no sea
pecuniariamente avaluable, con tal que signifique un bien para el sujeto, que le
satisfaga una necesidad, que le cause una felicidad o que le inhiba un dolor. La
Excma. C. S. ha resuelto que “el daño moral, entendido como el sufrimiento o afección
psicológica que lesiona el espíritu, al herir sentimientos de afecto y familia,
manifestándose en lógicas y notorias modificaciones, pesadumbres y depresiones de
ánimo, necesariamente debe ser indemnizado cuando se produce en sede contractual,
porque el legislador no lo excluye en el artículo 1558 del Código Civil; al contrario, en la
letra b) del artículo 69 de la ley N° 16.744, expresamente lo hace procedente” (Corte
Suprema, 16.06.1997, en Revista de Derecho y Jurisprudencia, tomo XCIV, segunda
parte, sección tercera, página 95). Las secuelas del accidente del actor han sido
graves y se demanda la suma de $120.000.000.- y en subsidio demando la suma
mayor o menor que el tribunal determine conforme a derecho y al mérito del
proceso.
SEGUNDO: Que comparece por la demandada el abogado don HERNÁN
HAGEDORN HITSCHFELD, quien contesta la demanda solicitando su total
rechazo, con costas
I. Opone excepción de finiquito o transacción, fundada en que el demandante
celebró contrato de trabajo con la empresa a contar del 24.02.2020, el cual se
mantuvo vigente hasta el día 16.06.2020, fecha en la cual terminó la relación
laboral por la causal del artículo 159 N°2 del Código del Trabajo, es decir,
“renuncia voluntaria del trabajador”, firmándose el correspondiente finiquito con
fecha 14.07.2020 , sin establecer el actor reserva alguna de derechos, como
consta en el documento que será ofrecido e incorporado en la oportunidad
procesal correspondiente. Cabe destacar que el finiquito cuenta con cláusula
especial en que el trabajador renunció expresamente a toda acción, derecho o
pretensión que pudiera hacer valer contra el empleador. Dicho finiquito fue suscrito
con las formalidades legales, en concordancia con el artículo 177 del Código del
Trabajo, ante el Notario Público de Puerto Montt, don Felipe Ricardo San Martín
Schröder, con fecha 14.07.2020 (3 meses después del accidente) y en este
instrumento se solucionan y se tienen por cumplidas las obligaciones emanadas
del contrato de trabajo, por lo que tiene el mismo mérito que una sentencia firme y
ejecutoriada y goza de un amplio poder liberatorio, extinguiendo las obligaciones
que emanan de la relación laboral, por lo que ambas partes quedan impedidas de
revisar unilateralmente lo ya pactado. Al respecto, el artículo 2446 del Código Civil,
define: “la transacción es un contrato en que las partes terminan
extrajudicialmente un litigio pendiente o precaven un litigio eventual”, mediante
concesiones recíprocas, según ha aportado la doctrina. El finiquito por su parte, es
una convención por la cual se pone término a una relación de trabajo. En lo
particular, el Sr. Mauricio Cáceres Paredes, no hizo reserva de derechos alguna
en el documento antes individualizado, otorgando así, el más amplio y total
finiquito de todas y cada una de las acciones derivadas de la relación laboral, sean
de origen legal o contractual. Cabe agregar que esta renuncia la hizo el actor
teniendo pleno conocimiento de los supuestos daños que le habría ocasionado el
accidente a que se refiere la demanda, ya que en ella se reclaman perjuicios
ocurridos varios meses antes del término de la relación laboral y de la suscripción
del finiquito, razón por la cual no puede alegar desconocimiento de dichos daños
ni del derecho de reclamar de los mismos.- Ratifica lo anterior la circunstancia que
fue el propio actor quien tomó la iniciativa de terminar con la relación laboral,
renunciando a su trabajo, de acuerdo a la causal del art. 159 N° 2 del Código del
Trabajo.- Al estar en presencia de esta realidad, su consecuencia más importante
es que, según lo establece el artículo 2460 del Código Civil, “ la transacción
produce el efecto de cosa juzgada en última instancia… ” Cuál es el fundamento
de la excepción que se interpone. De esta forma, la acción ejercida en autos tiene
simplemente por objeto intentar obtener una suma de dinero que conforme a
nuestro derecho no le corresponde. La jurisprudencia se ha pronunciado en el
mismo sentido, señalando que: “(…) el finiquito suscrito por las partes con las
formalidades legales y que en lo laboral conforme al artículo 177 del Código del Trabajo
tiene pleno valor liberatorio y que en lo civil viene a constituir una transacción en términos
del artículo 2.446 del Código Civil, el demandante declaró haber recibido de la
demandada correcta y oportunamente el total de sus remuneraciones y beneficios
laborales, y que nada se le adeuda por dichos conceptos, ni por imposiciones
previsionales, ni por ningún otro que sea de origen legal o contractual derivado de la
prestación de sus servicios, motivo por el cual no teniendo reclamo ni cargo alguno que
formular en contra de la Sociedad Punta del Cobre S.A. ni en contra de sus
representantes o mandantes, le otorga el más amplio finiquito, y siendo éste una
convención cuyo efecto establece el artículo 1.545 del Código Civil, es una ley para
contratantes y tiene pleno efecto liberatorio, lo obliga igualmente a rechazar la demanda”.
En el mismo sentido, la Iltma. C.de A. de Stgo. ha señalado que: “(…) 3º.- Que
consta igualmente que en el caso de autos, al término del contrato de trabajo de que da
cuenta el numeral anterior, se celebró entre las partes un finiquito laboral, firmado y
ratificado ante ministro de fe competente, cuya cláusula tercera claramente denota su
carácter amplio y completo, no dejando, lugar a dudas acerca de su poder liberatorio en
relación al contrato de trabajo vigente entre ambas desde (…). En la práctica, este
instrumento es el que permite proporcionar a las partes del contrato de trabajo la
seguridad jurídica requerida al término de dicha relación, que indudablemente constituye
una contribución trascendente al mantenimiento de la paz social, por lo que parece una
cuestión de la máxima importancia fijar su naturaleza y sus efectos jurídicos. (…) El hecho
de certificar la satisfacción de los derechos emanados de la relación de trabajo, ya sea
con o sin reserva de derechos o acciones, constituye un elemento de su esencia, toda vez
que sin él, se estaría simplemente en presencia de un aviso o certificado de término de
servicios. (…) 7º Que en el sentido indicado anteriormente, ha de tenerse presente que el
Principio de la Buena Fe, que ilustra la doctrina del Derecho Laboral, ha de conjugarse
con el Principio de la Realidad, y éste indica que las pretensiones actuales de un
demandante laboral no pueden contradecir flagrantemente su actuar y conducta anterior,
ya que debe prevalecer el deber jurídico de respeto a la situación jurídica creada
anteriormente por la conducta de la misma persona, a fin de consolidar la necesaria
certeza jurídica y evitar la producción de daños a tercero. Esta doctrina, más conocida en
el derecho Común bajo la denominación de Teoría de los Actos Propios, expresa que en
lo referente a la doctrina de los actos propios, la buena fe es el fundamento de un deber
en coherencia, en todos sus órdenes de relaciones, leal y adecuada a la confianza que ha
despertado en otras personas; es decir, la creencia de una parte que la otra va a cumplir
la promesa dada, y esto implica lo que un autor denomina una vinculación invisible entre
la voluntad propia y ajena, que está por encima de las palabras declaradas. Por eso la
buena fe impone limitaciones al ejercicio de los derechos subjetivos, prohibiendo las
conductas contradictorias. Es inadmisible en atención a la buena fe y al deber de actuar
coherentemente, que el sujeto contraríe una conducta anterior suya, ya que esa conducta
genera en otros la confianza que su agente permanecerá en ella. (…) 8º.- Que la doctrina
enunciada en el numeral anterior resulta, a juicio de esta Corte, plenamente aplicable a la
presente causa, ya que resulta poco comprensible, sino más bien contradictorio, que el
demandante, habiendo firmado y ratificado libre y voluntariamente un finiquito laboral,
posteriormente pretenda desdecirse de su contenido, sin haber impugnado formalmente ni
demostrado legalmente que al citado documento le pudiese afectar un posible vicio que
hubiese afectado su libre voluntad al instante de suscribirlo”.
1.- Sobre el poder liberatorio del finiquito habiendo accidentes con ocasión
de la relación laboral, conforme al art. 177 del Código del Trabajo, para que el
finiquito pueda ser invocado por el empleador, debe constar por escrito y ser
firmado ante uno de los ministros de fe autorizados por dicha norma, entre los
cuales se encuentran los notarios públicos.-En el caso que nos ocupa, fue el
demandante por voluntad propia quien quiso poner término renunció a su trabajo,
y además de ello al firmar el finiquito ante Notario, no opuso reserva alguna,
aceptó libre y espontáneamente la causal invocada y el pago de las prestaciones
patrimoniales allí indicadas, las cuales percibió a su entera satisfacción,
declarando en perfecto y cabal conocimiento de cada uno y de todos sus
derechos, que nada se le adeudaba por ningún concepto producto de la relación
laboral con el demandado, renunciando con ello a toda acción que pudiera derivar
de accidentes laborales sufridos durante su duración y eventual daños morales
derivados de ellos. Si bien los derechos laborales son irrenunciables mientras esté
vigente la relación laboral, no lo son luego de finalizada como ocurre en el caso de
autos.- Diversos fallos se han pronunciado en este sentido, a saber: El 2°Juzgado
de Letras del Trabajo de Santiago, Rit N° 409-2017, al resolver: “El poder liberatorio
del finiquito dice relación con prestaciones patrimoniales que se originen en el contrato de
trabajo, o en la terminación del mismo, como en caso de marras, toda vez que al tenor de
las cláusulas del finiquito, en forma expresa, la demandante al momento de suscribir el
mismo declaro recibir en ese acto, a su entera satisfacción las prestaciones allí
contenidas, constancia de que recibió de parte de la demandada las remuneraciones
convenidas de acuerdo con su contrato de trabajo, en conformidad a la Ley y que nada se
le adeuda con ocasión o motivo de la relación laboral que la uniera o por causa de la
terminación de la misma, declarando no tener origen legal o contractual derivado de la
prestación de sus servicios y motivo por el cual, no teniendo reclamo ni cargo alguno que
formular en contra de la demandada, y que le otorga el más amplio y total finiquito,
declaración que formula libre y espontáneamente, en perfecto y cabal conocimiento de
cada uno y todos sus derechos”. En el mismo sentido, sentencia de la Corte de
Apelaciones de Santiago, en recurso de nulidad Rit N° 15-2017: “Corresponde
acoger el recurso de nulidad en contra de la sentencia que acoge una demanda de
despido injustificado en contra de la empresa recurrente, rechazando su excepción de
finiquito por no cumplir los requisitos del artículo 177 del Código del Trabajo.
Efectivamente hubo acuerdo entre las partes tanto en dar por terminada la relación laboral
como en la causal de término del contrato. La reserva formulada consistió únicamente en
la posibilidad de ejercer a futuro una acción dirigida a obtener la restitución de lo que
fuera descontado en su fondo del subsidio de cesantía. La interpretación tomada por el
tribunal de primera instancia de tomar dicha reserva como una intención implícita de
reclamar el despido mismo, ha jugado a favor del trabajador a fin de reclamar de la causal
de despido declarada finalmente como injustificado. En el fallo cuestionado se infringen
los artículos 177 del Código del Trabajo y 1545 del Código Civil, al no haberse reconocido
el poder liberatorio de un acuerdo que cumple con las formalidades que la ley ha
establecido para ese efecto."
2.- La demandante omite solicitar nulidad o ineficacia del finiquito
en su libelo, tenía pleno y cabal conocimiento de haber firmado el finiquito , ya que
no demanda ninguno de los conceptos allí pagados, omitió convenientemente toda
referencia al mismo en su libelo y menos aún pidió en él su nulidad o ineficacia
respecto de alguna de las materias demandadas, peticiones que no es posible
entenderlas como una solicitud de carácter tácito o implícita que se derive del
contexto de la demanda y de las declaraciones y/o prestaciones que en virtud de
ella se solicitan, pues correspondía que el demandante cumpliera con la expresión
de las peticiones concretas que se someten a la decisión del tribunal, a riesgo que
actúe ultra petita.- Así lo ha resuelto una sentencia del Juzgado de Letras de San
Miguel de fecha 17.06.2019, en causa rit N° 218-2018, al resolver: "Corresponde
rechazar la demanda de tutela laboral interpuesta por haberse suscrito finiquito con poder
liberatorio respecto de la empresa demandada. Esto, dado que, habiéndose acreditado
por la demandada el efectivo cumplimiento de las formalidades de los finiquitos en orden
a haber sido suscrito y ratificado ante ministro de fe en conformidad con lo prevenido en
el artículo 177 del Código del Trabajo, se le reconoce a estos pleno poder liberatorio
respecto de todas las obligaciones contraídas por la empleadora en cuanto a la relación
laboral habida entre las partes. A mayor abundamiento, si bien la actora al evacuar el
traslado conferido respecto de la excepción en comento, alegó la ineficacia de los
finiquitos suscritos por las partes, menester es hacer presente que omitió solicitar en la
oportunidad procesal correspondiente, esto es, en el libelo de la demanda, la
correspondiente declaración de nulidad o ineficacia del finiquito basada en algún vicio del
consentimiento, por lo que los finiquitos no han visto limitado su poder liberatorio, los
cuales ex- ante de este procedimiento ya habían surtido todos sus efectos liberatorios,
desde el momento que dichos instrumentos cumplen con todas las formalidades legales
impuestas por el art.177 del C. del Trabajo” .
III. En cuanto al fondo y sobre las infundadas acusaciones del actor.
De acuerdo a lo dispuesto en artículo 452 inciso 2° del Código del Trabajo,
señala que no es efectivo que el lamentable accidente sufrido por el demandante
el día 25.03.2020, se debiera a infracciones y deficiencias en las medidas de
seguridad que el empleador no haya adoptado, ni constituyen un incumplimiento
del deber de protección que tiene el empleador con el trabajador
1.- Circunstancias del accidente, con fecha 25.03.2020 en horas de la tarde,
don Luis González, maestro mueblista de larga experiencia, se encontraba
trabajando para la demandada, operando una sierra escuadradora. La labor a
realizar consistía en cortar planchas de madera del tipo melanina en una sierra de
banco, en la cual debido a que jamás deben acercarse los dedos o las manos, al
lugar de corte para tal efecto, se encontraba a su disposición un "empujador"
consistente en la herramienta que se utiliza con la sierra escuadradora,
justamente para evitar usar las manos al empujar la plancha para efectuar el corte
e impedir un accidente, elemento que el trabajador tuvo a disposición y sin
embargo, optó por no utilizarlo. Pese a la experiencia que el trabajador tenía y a
las inducciones y advertencias realizadas por el empleador, lamentablemente por
su propia negligencia y de forma temeraria decidió que podía realizar el trabajo sin
utilizar el empujador, sufriendo cortes en sus dedos. A diferencia de lo señalado
por el actor, los guantes no son recomendables en lo absoluto para sierras
circulares u otras herramientas de rotación, por el grave peligro que implica que
este elemento sea atrapado y ocasione un daño mayor al operario.- Por otra parte,
esta sierra circular, salvo excepciones no se opera con ayudantes como pretende
el actor, ya que se trataba de trozos más bien pequeños manipulables por una
sola persona, como ocurrió en el caso que nos ocupa. La sierra en cuestión se
encontraba en perfectas condiciones de uso, puesto que pocos días antes del
accidente se le había hecho una completa mantención.- En suma el utensilio
obligatorio de usar en esta herramienta para los cortes que realizaba el actor y que
hubiese evitado el accidente sufrido por éste, es el denominado "empujador", el
cual se encontraba a su disposición en la misma herramienta, pero éste no lo
utilizó debido a su propia negligencia.
2.- La causa del accidente, no fue otra que la propia culpa del trabajador ,
quien no obstante ser un carpintero con experiencia en estos trabajos, haber
tenido charlas de inducción acerca del uso de la sierra de banco y conociendo los
riesgos que conlleva su uso, decide realizar el procedimiento de corte sin el
dispositivo de seguridad correspondiente, habiendo sido capacitado al respecto.-
Fue así que mientras ejecutaba sus labores sufre un corte en los dedos pulgar
índice, medio y anular de su mano izquierda por no haber cumplido con las
medidas de seguridad básicas de haber utilizado el empujador. Que si bien el
empleador está obligado a proteger eficazmente la integridad física y síquica del
trabajador, también el trabajador debe adoptar medidas de autocuidado básicas y
conocidas en razón de su oficio, por cuanto no puede el empleador supervisar
absolutamente cada movimiento que hagan sus trabajadores durante el desarrollo
de las labores. Por tanto, las causas del accidente resultan imputables al actor
quien obró con exceso de confianza, sin utilizar los dispositivos de seguridad que
se le proporcionaron y sin respetar los procedimientos establecidos e instruidos
para este tipo de labores.
3.- Cumplimiento del deber de protección, la demandada adoptó todas las
medidas pertinentes que estaban a su alcance para proteger eficazmente la vida y
salud del Sr. Cáceres, producto de lo cual no ha infringido en modo alguno el
deber de protección establecido en el artículo 184 del Código del Trabajo y debe
llevar a rechazar la demanda en todas sus partes, con expresa condenación en
costas. Cabe señalar que la obligación del empleador en esta materia no puede
llegar al extremo de exigir que supervise al trabajador, conocedor y con
experiencia en un oficio determinado, cada paso o movimiento que debe realizar
para desarrollarlo, puesto que ello sería impracticable y nos conduciría a un
absurdo que el legislador no ha querido en modo alguno imponer. Toda labor por
menor que sea conlleva de por sí peligro de accidente, pero es el trabajador quien
también tiene el deber de autocuidado en las mismas, puesto que nuestra
legislación no impone la responsabilidad objetiva del empleador en caso de
accidente. Sin perjuicio de la capacitación proporcionada por el empleador, el
actor se presentó en la empresa a trabajar aduciendo larga trayectoria,
conocimiento y experiencia en funciones de carpintería, mueblería y uso de
herramientas de cortes, como la sierra de banco en la que se accidentó. La Iltma.
C. de A. de Concepción ha fallado: “(…) 3º.- Que, en efecto, sólo cuando el accidente
o enfermedad se deba a culpa o dolo del empleador, (…) la víctima y las demás personas
a
quienes el accidente o enfermedad cause daño podrán reclamar a la empleadora
responsable del accidente, también las otras indemnizaciones a que tengan derecho,
incluso el daño moral, según se prescribe en el artículo 69 de la ley Nº 16.744. (…) 10º.-
Que de acuerdo con el artículo 184 del Código del Trabajo el empleador está obligado a
tomar todas las medidas necesarias para proteger eficazmente la vida y salud de sus
trabajadores, manteniendo las condiciones adecuadas de higiene y seguridad en las
faenas, como también los implementos necesarios para prevenir accidentes (…) 11º.- Que
del tenor literal de la disposición antes aludida se desprende que el empleador se obliga a
tomar todas las medidas y a proporcionar los implementos necesarios para prevenir
accidentes en el trabajo, es decir, para intentar evitar que se produzcan tales siniestros,
pero, en caso alguno, puede llegar a entenderse que el empleador se compromete a que
no se produzcan accidentes”. Sólo cuando el accidente se deba a culpa o dolo del
empleador, la víctima podrá reclamar las indemnizaciones a que tenga derecho y
que el empleador se encuentra solamente obligado a tomar todas las medidas y a
proporcionar a sus trabajadores los implementos necesarios para prevenir
accidentes.
4.- Exposición imprudente al daño de parte del trabajador, señala que la
causal basal del accidente del trabajo alegado por el actor, fue su propia culpa o
negligencia, ya que él se expuso en forma imprudente al daño, al ejecutar la labor
de manera, distraída, temeraria, imprudente y contraria a un procedimiento lógico,
y sin tomar ninguna medida de autocuidado. En efecto, de haber tomado los
resguardos, que el buen criterio y su oficio como maestro cortador imponía al
trabajador para realizar una faena, pudo haber evitado los daños que habría
sufrido en su persona. En este sentid, no se puede estimar que los daños que
habría sufrido el trabajador fueron consecuencia directa de un hecho o culpa del
dueño de la obra empresa o faena. En tal sentido, debe hacerse aplicación de lo
dispuesto en el art. 2330 del Código Civil, que dispone “ La apreciación del daño está
sujeta a reducción, si el que lo ha sufrido se expuso a él imprudentemente.”
IV. En cuanto a los daños sobrevalorados, expone que si bien el actor tuvo
un accidente de gravedad, gracias a los tratamientos médicos que el sistema de
seguridad social le brindó, se recuperó parcialmente de las lesiones sufridas, y -
según su propio relato- se le declaró un grado de incapacidad de un 7.5%, por lo
que resulta totalmente desproporcionada la suma total demandada de
$136.821.000.-, desglosada en $16.821.000 por concepto de lucro cesante y
$120.000.000 por daño moral. Si bien el diagnóstico emitido por la Mutual de
Seguridad, el trabajador sufrió “amputación de falange distal dedo N° 4 de la mano
izquierda” lesión que por tratarse de una amputación tiene las características de
grave, afortunadamente el resto de la mano no sufrió daños o éstos fueron
sanados. De esta forma, pese a la pérdida de capacidad de trabajo, luego de la
rehabilitación correspondiente y haber sido dado de alta con fecha 11.06.2020, el
actor afortunadamente ha podido continuar desarrollando las labores que
ejecutaba antes del accidente. Concluye, solicitando la rebaja de la suma
demandada, para el caso de condena.
TERCERO: En audiencia preparatoria llamadas las partes a conciliación, no
prospera.
Se fijó como hechos conformes: 1.- Relación laboral entre las partes, existencia
de contrato, fecha de inicio, funciones y demás estipulaciones y; 2.- Existencia de un
accidente laboral con el resultado señalado en el libelo.
Se fijó como hechos controvertidos: 1.- Hechos y circunstancias del accidente;
2.- Efectividad de que la demandada ha dado cumplimiento a su obligación de seguridad y
protección legal y reglamentaria; 3.- Existencia de perjuicios, naturaleza y cuantía de los
mismos; 4.- Efectividad de haberse expuesto el trabajador imprudentemente al daño y; 5.-
Efectividad de haberse suscrito finiquito entre las partes. Sentido y alcance del mismo.
CUARTO: Que en la audiencia de juicio la demandante rindió la siguiente
prueba:
I. DOCUMENTAL: 1. Denuncia Individual de Accidente del Trabajo (Diat
trabajador), emitida por la Mutual de Seguridad, con fecha 25.03.2020.
2. Resolución de Calificación del Origen de los Accidentes y Enfermedades Ley
Nro 16.744, emitida por la Mutual de Seguridad, con fecha 25.03.2020. de Marzo
de 2020; 3. Resolución de Incapacidad Permanente Ley N° 16.74 la Mutual de
Seguridad, con fecha 28.09.2020; 4. Informe médico, emitido por la Mutual de
Seguridad, con fecha 24.11.2020; 5. Hoja de Historia Clínica, emitidas por la
Mutual de Seguridad, con fecha de impresión del 01.12.2020; 6. Contrato
Individual de trabajo, suscrito por la empresa Sociedad de Inversiones Tierra SPA
y el actor don Mauricio Andrés Cáceres Paredes, con fecha 24.02.2020;
7. Liquidación de sueldo correspondiente al mes de Febrero de 2020, emitida por
la empresa Sociedad de Inversiones Tierra SPA, a nombre del actor don Mauricio
Andrés Cáceres Paredes y; 8. Set de tres (3) fotografías de la lesión sufrida por el
trabajador.
II. CONFESIONAL: Absuelve posiciones doña Claudia González Tike, RUN
11.503.121-k, como representante legal de Sociedad de Inversiones Tierra SPA.,
quien sustancialmente declara que hubo un accidente aquí en la empresa. Sólo
eso. Yo solo soy representante Legal, yo no veo nada de esta empresa. Es don
Mario Barrientos el que me representa. No sabe si a propósito del accidente se
hizo alguna fiscalización, no la citaron, supone que a don Mario le habrán
requerido documentos, no tiene idea, pero a ella no. Esla dueña de la empresa,
puso el capital. No sabe nada de lo que pasa adentro, porque don Mario es quien
la representa dentro de la empresa, que hace muebles, se le informó lo que había
ocurrido, pero nadie la llamó de alguna entidad, le informaron que hubo un
accidente en la empresa y que la persona estaba siendo atendida en un centro
asistencial, sólo que se trataba de un accidente en una máquina y la mano del
trabajador estaba involucrada, no sabe que máquina. La abogada de la parte
demandante solicita que se haga efectivo el apercibimiento legal respecto de la
declarante, en razón de responder en forma evasiva, porque en un comienzo dijo
no saber nada, después sí entregó algo de información, después otra vez dice no
saber nada. Es imposible, ni el gerente de la coca cola me daría esa respuesta,
que no sabe nada, que no sabe que se hace, dice que no sabe, después si sabe y
es imposible que no sepa nada. Se confiere traslado a la contraria, quien
fundamentalmente solicita el rechazo porque su patrocinada ha sido consistente
en que ella cumple una labor externa, no dentro de la empresa, es una socia
capitalista, difícilmente sabe lo que ocurre adentro. El tribunal queda en resolver.
III.- EXHIBICION DE DOCUMENTOS: Solicita exhibir a Sociedad de
Inversiones Tierra SPA, bajo apercibimiento del artículo 453 N°5 del Código del
Trabajo: 1.Copia del DIAT del empleador, por el accidente sufrido por el
demandante; 2. Charlas, capacitaciones. Procedimientos de trabajo seguro
efectuados al actor, en especial respecto de las labores efectuadas y firmadas por
este; 3. Documento de descripción del cargo, firmado por el actor y; 4. Informe de
Prevencionista de riesgo y del Comité Paritario respecto del accidente y; 5. Matriz
de riesgo suscrita por el actor. Se estima cumplido respecto del documento N°1:
En cuanto a los documentos solicitados bajo los N°2, 3 y 5, solicita se haga
efectivo el apercibimiento legal, queda para resolver.
IV. OFICIOS: 1.- Incorpora oficio de la Mutual de Seguridad CChC el cual
contiene: Ficha Clínica, Hoja de historia Clínica, Informes médicos, set de
imágenes, Denuncia Individual de Accidente del Trabajo (DIAT empleador y DIAT
trabajador), RECA, todos respecto al actor, por el accidente de trabajo sufrido el
25.03.2020 y; 2. Incorpora oficio de la SEREMI de Salud Región de Los Lagos.
QUINTO: Que en la audiencia de juicio la parte demandada rindió la
siguiente prueba:
I.DOCUMENTAL: 1.- Contrato de trabajo de don Mauricio Andrés Cáceres
Paredes; 2.- Carta de renuncia voluntaria del trabajador; 3.- Finiquito del
trabajador, firmado con fecha 14.07.2020; 4.- Informe “procedimiento trabajo
seguro, dimensionadora horizontal” elaborado por el departamento de prevención
de Riesgos de Muebles Tierra; 5.- Informes de visita técnica, reparación y
mantención de maquinaria de fechas 18.01.2018, 29.05.2018 y 16.01.2019;
6.- Detalle mantención realizada con fecha 12.03.2020 a la máquina enchapadora
de cantos, sierra escuadradora y perforador múltiple; 7.- Acta de entrega y
recepción del reglamento interno de orden y seguridad laboral, firmada por el
trabajador; 8.- Copia de reglamento interno de orden y seguridad laboral; 9.- Acta
registro charla de inducción al trabajador “derecho a saber” de fecha 26.02.2020,
firmada por el trabajador; 10.- Constancia de entrega de elementos de protección
personal de fecha 26.02.2020, firmada por el trabajador; 11.- Video del accidente
captado por cámaras de seguridad y; 12.- Fotografía del elemento de seguridad
denominado "empujador".-
II. CONFESIONAL: Citado a declarar bajo apercibimiento del artículo 454 N°
3 del Código del Trabajo, el demandante no comparece; la demandada solicita
que se haga efectivo el apercibimiento del artículo legal, el tribunal queda en
resolver.

III.TESTIMONIAL: Declaran bajo juramento legal 4 testigos: 1. Mario Iván


Barrientos Quezada, jefe de planta, jefe de fábrica de la empresa, se enteró en el
minuto en que ocurrió el accidente, en el mismo acto, mismo día, estaba presente
en la empresa. Fue un día en la mañana cuando le informaron que se había
accidentado el trabajador en la máquina. En seguida de eso bajó a ver
exactamente qué había ocurrido, fue después de una llamada telefónica que el
trabajador recibió, que lo vio en la grabación posterior, en donde también
reconoció en conversaciones posteriores, en la clínica de la Mutual, se había
puesto nervioso, tenía problemas, y seguido de eso se acercó a la máquina a
manipularla con una pieza de medidas menores, y no utilizó el elemento que se
usa pasar ese tipo de piezas en la máquina y se cortó el dedo. Seguido de eso lo
llevamos por los vehículos de la empresa a la Mutual para que sea atendido. Eso
ocurrió. A Mauricio Cáceres lo conoce hace mucho años, él es un maestro antiguo
con mucha experiencia en lo que él hace, que son los muebles, y como cortador.
Antiguamente, en otra empresa que trabajaron juntos, él trabajó muchos años en
eso. Siempre como maestro cortador, trabajaba en máquinas. Y se acercó a él en
alguna posibilidad y lo volvió a contratar. El efectivamente tiene mucha experiencia
en máquinas. Era un muy buen elemento, de hecho después del accidente le
manifestó el interés de que siga trabajando con la empresa, y de hecho trabajó
una o dos semanas más, por lo que recuerda. Y seguido de eso, renunció.
Lamentó mucho que se haya ido, porque era un buen elemento. Se desconcentró
en su minuto y tuvo el accidente. En los días anteriores y durante toda su estadía
en la fábrica, manifestaba que tenía problemas económicos y de familia. De hecho
siempre le pedía anticipos, me pedía plata extra, porque estaba muy complicado.
Yo lo apoyaba porque era un buen maestro. Sigue siendo un buen maestro.
Entonces ese día, efectivamente, él recibió un llamado telefónico de su señora,
como él manifestó en la clínica cuando le preguntó que le había pasado. Quedó
súper complicado, producto de todos los problemas que él tenía en términos
familiares y económicos. Seguido de eso, con un poco de incomodidad se fue a
trabajar a la máquina y tuvo el accidente. Así fue. Respecto de las medidas de
seguridad que proporciona la empresa, señala que al momento del ingreso se le
hacen las inducciones, se les habla de los procedimientos que tiene la máquina.
De hecho existen varias revisiones y análisis del cómo tiene que trabajar la
máquina. Se le entregan elementos de seguridad, mascarillas, protectores de
oídos, todo eso existe en el negocio. Y el cuidado de usar, sobre todo las piezas
chicas en esa máquina, le hago hincapié, que se llama empujador, que existe para
esas piezas en miniatura, donde no se puede meter la mano. Pero él ese día
como se muestra en el vídeo que se presentó, casualmente fue y metió la mano
directo a la sierra sin usar esa pieza específicamente. Evidentemente se iba a
accidentar. La pieza está en la máquina, siempre está esa pieza en la máquina.
Se llama empujador. Existe, y las personas que la usan, usan el empujador, no
meten la mano entremedio de la sierra y la guía. El espacio es súper chico, no
puede meter la mano ahí, tiene que ser con el empujador. Si no, se va a herir, y él
como se muestra en el video, directamente puso la mano sobre la sierra, entonces
se lastimó. Él renunció voluntariamente. Le dijo, “Mauricio, la verdad, ayudémonos
un poco, estas cosas pasan, me gustaría que sigas trabajado con nosotros”. Él es
un buen elemento, y lo sigue manifestando. Y él aceptó seguir trabajando con
ellos una o dos semanas más, y luego ya dijo que no. Que quería descansar un
poco, hacer sus propias cosas, y renunció voluntariamente, nunca lo despidió. Él
sigue trabajando en muebles, tiene su taller propio en su casa, lugar que conoce,
porque lo fue a dejar cuando tuvo el accidente, en varias oportunidades, vive a
una distancia considerable y la empresa lo mandaba a dejar. Personalmente fue
en más de una oportunidad. Tiene su taller en su casa y sigue trabajando en
muebles. Tan así, que ellos tienen una sala de ventas en Puerto Varas, y la
vendedora que trabaja ahí, en algún minuto le comentó que él se había acercado
a conversar con ella para ofrecerle comisiones para que le traspasara clientes de
la sala de ventas. Él estaba trabajando libremente y le va bien, tiene entendido. Él
firmó un finiquito ante notario por la causal renuncia voluntaria, y se lo hizo llegar a
la oficina. En absoluto manifestó reserva, le dio las gracias por todo, pero el
necesitaba descansar y lamentaba mucho que se tenía que ir. Contraexamen: Se
accidentó con la máquina dimensionadora horizontal, donde se corta melanina, se
trata de planchas de 120 por 2 metros o 2,40 metros. El trabajador no utilizó una
pieza que es un empujador, tiene un ganchito especial para poder mover la pieza
chica que pasa por la sierra, para no meter las manos en la pieza. Está en la
charla de inducción que se le entrega a todas las personas que trabajan la
máquina. Es una pieza que existe y está ahí presente siempre en la máquina. No
hay otra forma de sacar esa pieza chica. La charla no está consignada
específicamente, pero le reitera, la única forma de sacar la pieza de entre la sierra
y la regla metálica que existe en la máquina, la única forma es con el empujador,
si uno mete la mano se va a lesionar, es seguro, no hay otra forma de sacarla. El
empujador está siempre ahí. Producto del accidente fueron fiscalizados, se hizo un
levantamiento de la mutual, existe un procedimiento. Fue la Inspección del Trabajo
y la Mutual de Seguridad, el Prevencionista de la Mutual de Seguridad. Hicieron el
levantamiento en general, primero se hizo el aviso del siniestro, y luego de eso le
preguntaron por los procedimientos que existirán respecto a la contratación del
personal, y se hizo un acta del accidente. La Inspección del Trabajo fue más
precisa, porque le pidió toda la documentación del trabajador, que estaba al día. Y
en el tema de la inspección del trabajo al final, el acta de término de la revisión
dice que estando toda la documentación al día, no procede multa no procede
nada. Y eso está en el acta de la inspección del trabajo de Puerto Varas. La
SEREMI de Salud los fiscalizó por intermedio de oficio, no personalmente. La
Seremi concluyó que existían procedimientos y emitió un informe, eso es lo que
recuerda por ahora. No tiene mayor recuerdo. Solicitaron mejoras, pero que ya
existían, que eran las inducciones a los trabajadores. Y esas inducciones ya
existían. No le pidieron nada más, no recuerda la fecha exacta de la inducción,
pero fue el año 2020, el año pasado. Junio o Julio. Las capacitaciones están en el
informe que se le entrega al maestro al momento de ser contratado. Existe en la
inducción. En la inducción se le muestra la máquina donde los maestros van a
trabajar, y se les habla de todos los riesgos que pueden haber implícitos. Pero
cuando ya tienen mucha experiencia a ratos como que no les gusta mucho eso,
pero yo igual las doy. Y les hago firmar la inducción y se los explico, es él quien
hace la inducción, tiene más de 20 años de experiencia en esas máquinas.
2. Juan Manuel López Herretes, quien sustancialmente declara que lleva 4 años
trabajando en la empresa, dice que estuvo presente el día del accidente y se
afianzó un poco más en el tema de las grabaciones y después conversando para
recrear todo. Porque todo este tipo de cosas pasan bastante rápido,
ocasionalmente trabaja en la oficina, pero regularmente baja a la fábrica. Se
encarga del tema de la producción de la fábrica. Atiende los requerimientos de los
maestros, etc. Ese día del accidente, en una de esas oportunidades que estaba
bajando a ver a los chicos, vio a Mauricio que estaba atendiendo una llamada
telefónica, no le presté mayor atención, no se lograba escuchar por el ruido de las
maquinas, pero su lenguaje corporal no sé, hacía gestos con las manos, parecía
que estuviese discutiendo con alguien. No le prestaron mayor importancia, hasta
que después una vez que él empezó a cortar, escucha la gente que estaba con
movimiento en la fábrica, fueron a ver y efectivamente había ocurrido el accidente.
Uno en primera instancia quiere ayudar al compañero, qué pasó, ver el tema del
daño, qué se puede hacer. Cuentan con botiquín de primeros auxilios para
eventualidades, pero en vista de que era algo mayor, se decidió llevar a Mauricio
en este caso a la Mutual con un vehículo de la empresa, para hacer el tema
mucho más rápido y fuera atendido de manera inmediata. Mauricio era su
cortador, él es el encargado de manipular la máquina de corte. Eso es lo que
estaba realizando, estaba cortando melamina en la máquina cortadora. Los trozos
son de varias medidas, entiende que a la hora que él estaba haciendo el corte
eran vigas, que son unos trozos pequeños, aprox. de unos 7 centímetros. Cuando
los maestros hacen ese tipo de corte, hay una pieza que va en la máquina, un
empujador, en vista de que la pieza es tan pequeña no lo pueden deslizar con la
misma máquina, para ayudarla es una pieza para empujar en la máquina y no
introducir la mano. Para que no atrape la mano usan el empujador y está en la
máquina. Esa pieza siempre está disponible. Una vez que el operario está de
frente a la máquina, la pieza se encuentra en la parte derecha de la máquina. Está
ubicada allí, la persona la toma y empuja la pieza y la vuelve a colocar en su sitio.
Esta pieza, el empujador no se utiliza con todos los cortes, solo para los cortes
que son pequeños. El señor Cáceres no lo utilizó o no al momento del accidente,
de haberlo ocupado no hubiese tenido el accidente. La máquina estaba en
condiciones óptimas de funcionamiento De hecho a la máquina se le hace
mantenimiento preventivito, aunque no tenga fallas, según indicación del
fabricante se le hace mantención. Y obviamente, algún tipo de fallo correctivo, se
le aplican las correcciones, con sus repuestos originales. A esa máquina, y a todas
las máquinas. No tenía fallas. A todos se les otorga zapatos de seguridad,
guantes, protectores auditivos y protectores visuales. En el caso del cortador, lo
mismo. Tiene sus guantes para manipular la melamina, que tienen que ser unos
guantes un poco especiales. No son de fibra de lana o de tela, sino que son con
un recubrimiento de goma en la parte de la palma, la parte de la tela la tiene en la
parte superior esto es para que a la hora de manipular la melamina esta no se
vaya con la sierra a enganchar el guante o algo así, sino que sea de goma, que se
únicamente para el tema del resbalante. El Sr. Cáceres no tenía los guantes al
momento del accidente, estaban disponibles, con él tuvo una relación netamente
laboral dentro de la fábrica, tiene compañeros que lo ubican fuera de la fábrica y
le comentan que él actualmente sigue haciendo muebles, que tiene por su cuenta.
Después del accidente, su licencia, siguió trabajando para la empresa como una
por dos semanas, en lo mismo que hacía, maestro cortador, manipulando la
máquina de corte. Contraexamen: Él es quien administra los guantes, se
encuentran aparte, en un sitio destinado para todos estos equipos de guantes en
la oficina, es algo consumible, normalmente al maestro se le dañan los guantes y
a penas se le dañan, él se los trae y se los cambia por unos nuevos. Pero siempre
mantienen que tengan guantes en buen estado en todo momento. Inicialmente
cuando el trabajador empieza a cumplir su jornada laboral, el día uno que
comienza a trabajar se le entregan todos los equipos de protección personal. A
medida que estos van deteriorándose se los vamos renovando. En el caso de los
guantes, como es algo que se daña, en la misma semana se pueden usar dos
pares de guantes, ellos le traen los guantes que están deteriorados y se los
reemplaza por unos nuevos, todo el tiempo. 3. Claudio Ignacio Olivares Asenjo,
quien expone que es supervisor de obra, su trabajo es en terreno, igual en
fábrica, desde hace 5 años, estaba presente cuando ocurrió el accidente, estaba
en fábrica cargando materiales para llevar a obra. Y vio que Mauricio se
encontraba distraído, estaba hablando por teléfono, estaba medio ofuscado, y
después me doy vuelta y seguí con lo mío, y sintió el grito, acudió en su ayuda,
incluso recogió el pedazo de dedo, y él mismo lo trasladó hacia la Mutual. Fue en
la maquina cortadora. A Mauricio lo conoce de muchos años, porque
anteriormente también había trabajado con ellos y tenía experiencia de sobra para
trabajar en esa máquina. Fue netamente distracción, porque tiene que haber
tenido algún problema con la persona que estaba hablando por teléfono, y él
volvió a la máquina y al momento de cortar no usó el empujador. Uso solamente
las manos. Teniendo el empujador ahí a su disposición. No lo utilizó. La pieza que
estaba cortando era una grande, no recuerda la dimensión exacta, pero…
pregunta si se refiere a la pieza que estaba cortando o al empujador, se le reitera
que se le pregunta por la pieza que estaba cortando, responde que era una pieza
chica, no recuerda las dimensiones exactas, era pequeña. Las piezas deben
cortarse con el empujador. A los trabajadores que hacen esta tarea, al momento
en que ingresan se les entrega guantes esto se les entrega guantes, tapones
auditivos, antiparras, se le proporcionan todos los elementos de seguridad. Y
obviamente los zapatos de seguridad. La máquina se encontraba en buenas
condiciones, no tenía problemas. La máquina se controla, se regula, cada cierto
tiempo se le hace mantención, ya sea a la cortadora, a la enchapadora, o la
perforadora. Todas las máquinas de la línea tienen su proceso de mantención.
Estaba con sus mantenciones al día. Cuando fue dado de alta el trabajador volvió
a la empresa, él estuvo trabajando con Mauricio y de hecho yo estuvo muy
afiatado a él. Porque personalmente lo iba a buscar, como dispone de vehículo de
la empresa, lo iba a buscar a su domicilio, que es camino a Fresia, para llevarlo a
las curaciones. Todas las curaciones lo movilicé él, Él se fue. No se le despidió. Él
decidió irse de la empresa. Actualmente sigue en lo que ha trabajado toda su vida,
que es en muebles. Tiene su taller en su propia casa, camino a Fresia.
4. Antonio Valentín Jorquera Abad, quien señala que es el encargado de dirigir
la gente en las máquinas, desde hace unos tres meses o más. Hace rato que está
a cargo de la gente que produce, en la fecha del accidente estaba en la empresa,
está hace más rato de lo que es maquinaria abajo, en la empresa comenzó a
trabajar el año 2015, no vio el accidente, estaba trabajando dándole la espalda a
Mauricio. Su hermana le avisó que se había cortado los dedos, pasó en la
encuadradora, la máquina estaba en buenas condiciones. Lo sabe porque también
corta en esa máquina, también tiene autorización para cortar en la máquina. Ese
día Mauricio estaba a cargo de la máquina, él se encontraba en el mesón
trabajando. Para trabajar en esa máquina se necesita auditivo, guantes de corte,
antiparras. En ese momento Mauricio estaba cortando melamina para una obra,
estaba cortando piezas grandes. No sabe cómo se produjo el accidente, solo que
la hermana de él le golpeó la espalda. Se encontraba dándole la espalda a
Mauricio. Le dijo que se había cortado los dedos. No vio el momento del
accidente.
QUINTO: Que la demandante formula sus observaciones a la prueba.
SEXTO: Que es necesario abordar en forma preliminar la excepción de
finiquito opuesta a la demanda, en cuanto a su existencia, contenido y alcances,
punto N°3 de la prueba fijada en el motivo tercero. Consta del documento 3 del
título I del motivo quinto, que con fecha 22.06.2020, las partes suscribieron un
finiquito con cláusula general de extinción de responsabilidades o renuncia de
acciones legales, el trabajador recibe a pago que la suma de $ 90.000.- por
concepto de feriado proporcional, que se ratificó con fecha 04.07.2020, a propósito
de lo dispuesto en el artículo 177 del Código del Trabajo. En cuanto al poder
liberatorio del referido instrumento, la Jurisprudencia y la Doctrina laboralistas,
inspiradas en el principio de protección que rige en materia laboral, han sido claros
en sostener que la materia de que se trate la renuncia, debe ser pactada en forma
específica (expresa) para que prospere la excepción; se constata de la lectura del
referido documento, que ello no ocurrió, por lo que será rechazada.
SÉPTIMO: Que es un hecho no controvertido que el trabajador don
Mauricio Cáceres Paredes fue víctima de un accidente del trabajo, en los términos
del artículo 5° de la Ley 16.744, que dispone: "Para los efectos de esta ley se
entiende por accidente del trabajo toda lesión que una persona sufra a causa o
con ocasión del trabajo, y que le produzca incapacidad o muerte"..
Que en cuanto al detalle de lo ocurrido, con el mérito de los documentos
numerales 1 al 8 del título I y 1 del título III del motivo cuarto, 1 al 12 del motivo
quinto, se establece que pasado medio día del 25.03.2020, el trabajador Mauricio
Cáceres Paredes se encontraba cortando melanina en una máquina denominada
sierra encuadradora y sufre cortes en la mano izquierda con amputación del
extremo distal del dedo anular, herida del dedo medio y fractura del dedo índice,
se dio cumplimiento al trámite de denuncia individual de accidente del trabajo
( DIAT) por ambas partes, es trasladado de inmediato a centro asistencial, se le
efectúa procedimientos quirúrgicos y tratamiento, que de acuerdo al historial
clínico del hospital de la Mutual de Seguridad, presenta una evolución positiva a
dos meses de iniciado el proceso de intervención quirúrgica y curaciones, con alta
domiciliaria el 08.04.2020, en la derivación a kinesiólogo, con fecha 20.05.2020,
este observa rigidez por desuso y falta de activación, no logra puño, pinza, garra,
se inicia terapia de la especialidad, se da el alta laboral con fecha 11.06.2020. Y
con fecha 24.08.2020 se envía el caso al CEIATEP y, finalmente por resolución
20201728 (28.09.2020), en cuanto a las secuelas, se refiere amputación anular a
nivel de base de F1 y limitación movilidad inter falángica Distal índice. Grado total
de discapacidad 7,5%.
OCTAVO: Cabe entonces dilucidar, de acuerdo a lo dispuesto en el artículo
184 del Código del Trabajo, si el empleador cumplió con su deber legal de adoptar
todas las medidas necesarias para proteger eficazmente la vida y salud de los
trabajadores, manteniendo las condiciones adecuadas de higiene y seguridad en
las faenas, como también los implementos necesarios para prevenir accidentes y
enfermedades profesionales, lo que impone una obligación de resultado.
Al efecto, el ordenamiento jurídico contiene una serie de disposiciones
legales y reglamentarias que regulan deberes específicos destinados a que se
ejecuten medidas reales y concretas en materia de seguridad laboral.
Al respecto, se advierte que la empresa cuenta con Registro Charla de
inducción del trabajador nuevo derecho a saber, proporcionó el Reglamento de
Orden Higiene y Seguridad, elementos de protección personal y que la maquinaria
era objeto de revisiones y mantenciones técnicas periódicas.
Sin embargo, a propósito de este accidente laboral, la SEREMÍ de Salud de
la Región de Los Lagos, consigna en Acta de Fiscalización 40135 (26.03.2020) los
siguientes hallazgos: 1) Máquina dimensionadora no cuenta con un procedimiento
de trabajo seguro informado al trabajador y, 2) Máquina dimensionadora no cuenta
con un levantamiento de riesgos por parte de la empresa y se ordena el
cumplimiento de las medidas destinadas a corregir las infracciones constatadas, lo
que ocurre, con posterioridad al accidente.
Que en contraste con lo anterior, la prueba testimonial incorpora una
diversidad de versiones que pudieren explicar la causa u origen del accidente,
cuáles son: que el trabajador había pasado un mal rato en su vida personal,
andaba mal, se desconcentró y se accidentó; que estaba haciendo uso de su
teléfono celular; que estaba cortando piezas pequeñas de melamina sin usar la
herramienta denominada “empujador”; otra versión señala que estaba cortando
una pieza grande de melanina; que no debía usar guantes porque aumenta el
peligro y secuelas del accidente o; que si los debía usar para mayor seguridad;
ninguna de ellas fue confirmada en las imágenes de video exhibido en juicio, pues
no fue posible ver con detalle y claridad lo que ocurrió en el instante del accidente,
por lo que la demandada no logró asentar la hipótesis de conducta imprudente del
trabajador.
Que la versión de los testigos, que el trabajador poseía vasta experiencia en
el desempeño del oficio, contradice todo lo anterior, tanto en cuanto a la existencia
de eventuales conductas imprudentes del trabajador, como constituir un
fundamento para excusar algún eventual incumplimiento de la obligación de
seguridad por parte del empleador.
Que, en aras de la eficacia de las medidas adoptadas por el empleador, el
ordenamiento jurídico lo autoriza para, en ejercicio de la potestad disciplinaria
laboral, imponer medidas y aplicar sanciones que llegan inclusive hasta el despido
disciplinario del trabajador, según el caso.
Que respeto del apercibimiento del artículo 453 N° 5 del Código del Trabajo
solicitado por la demandante en relación a los documentos 2, 3 y 5 del título V del
motivo cuarto, se hará efectivo en cuanto a las alegaciones de la contraria con
relación a esta, y viene en refrendar lo antes expuesto.
Respecto de la confesional provocada por la actora, resulta innecesario
hacer efectivo el apercibimiento legal solicitado, porque en nada modifica las
conclusiones a que se ha arribado.
NOVENO: Que el artículo 69 de la ley 16.744, dispone que: "Cuando, el
accidente o enfermedad se deba a culpa o dolo de la entidad empleadora o de un
tercero, sin perjuicio de las acciones criminales que procedan, deberán observarse
las siguientes reglas: b) La víctima y las demás personas a quienes el accidente o
enfermedad cause daño podrán reclamar al empleador o terceros responsables
del accidente, también las otras indemnizaciones a que tengan derecho, con
arreglo a las prescripciones del derecho común, incluso el daño moral".
Que se ha establecido que el empleador no dio cumplimiento a lo dispuesto
en el artículo 184 del Código del Trabajo, con el mérito de las conclusiones
emitidas en informe en procedimiento investigativo de la SEREMI de Salud de la
Región de Los Lagos, que detecta falencias en materia de seguridad laboral,
principalmente en relación al artículo 21 del D.S. N° 40 y artículo 36 del D.S. 594,
entre otras.
Que así las cosas, el incumplimiento de la obligación de seguridad por parte
del empleador, importa el incumplimiento del contrato de trabajo y nace su
responsabilidad y obligación de indemnizar, pues concurren los requisitos legales:
existencia de un accidente del trabajo, dolo o culpa del empleador, daño y relación
de causalidad, conforme a los hechos asentados precedentemente.
DÉCIMO: Que en este caso se demanda indemnización de perjuicios por
concepto de lucro cesante y daño moral.
Que si bien, el lucro cesante se entiende cómo la pérdida de la capacidad
de ganancia del trabajador, que se determina mediante un juicio razonable de
probabilidad que el trabajador continuaría percibiendo remuneraciones hasta el
término de su vida laboral, de no haber mediado el doloroso suceso, ello no debe
llevar al razonamiento erróneo que un porcentaje determinado de incapacidad, en
este caso del 7,5%, se asocie a una pérdida en la capacidad de ganancia
determinada del trabajador, no habiéndose aportado mayores antecedentes que
autoricen para otorgarla, máxime si se considera que, a lo menos, en lo relativo a
la incapacidad laboral, la prueba testimonial fue conteste en el sentido que el
trabajador se desempeñaba en el mismo oficio en forma independiente, y que
habiendo sido citado bajo apercibimiento del artículo 454 N° 3 del Código del
Trabajo, el demandante no compareció, por lo que se presumirá como efectivo
este hecho alegado por la contraria, en su contestación.
Que en cuanto al daño moral, entendido como reparación al dolor
vivenciado, físico y psíquico, debido a la pérdida de la funcionalidad de un
miembro por la pérdida de parte de uno de sus componentes, lo que incide en la
calidad de vida, autoriza para fijar prudencialmente la suma de $ 8.000.000.-,
a título de indemnización, en armonía con baremos jurisprudenciales.
UNDÉCIMO: Que la sentencia debe dictarse conforme al mérito del proceso,
no pudiendo extenderse a cuestiones no sometidas al conocimiento del Tribunal y
la prueba valorada conforme a las reglas de la sana crítica y la demás prueba
rendida en nada altera lo que se resolverá.
Por estas consideraciones y visto además lo dispuesto en los artículos 173,
184,187, 209, 210, 420 letra f) y 425 y siguientes del Código del Trabajo; artículos
5, 66, 68, 69, 79 y 88 de la Ley Nº 16.744, en relación con los artículos 951, 983,
1097, 1547, 1556 y 1557 del Código Civil; Ley Nº 21.018 en relación a los artículos
980 y siguientes del Código Civil; el artículo 37 y siguientes del D.S. N° 594, de
1999, del Ministerio de Salud; el artículo 22 del D.S. N° 40 (1969) del Ministerio del
Trabajo y Previsión Social, ley 18.883 ; se resuelve:
I. Que se RECHAZA la excepción de finiquito opuesta por la demandada
II. Que se RECHAZA la demanda interpuesta por la abogada doña
BÁRBARA FLORES ROJAS, en representación de don MAURICIO ANDRÉS
CÁCERES PAREDES, sobre indemnización de perjuicios por accidente del
trabajo, por concepto de lucro cesante, en contra del SOCIEDAD DE
INVERSIONES TIERRA SPA. legalmente representada por CLAUDIA
GONZÁLEZ TIKE, todos ya individualizados
III. Que se ACOGE la demanda interpuesta por la abogada doña BÁRBARA
FLORES ROJAS, en representación de don MAURICIO ANDRÉS CÁCERES
PAREDES, sobre indemnización de perjuicios por accidente del trabajo, por
concepto de daño moral, en contra del SOCIEDAD DE INVERSIONES TIERRA
SPA., legalmente representada por CLAUDIA GONZÁLEZ TIKE, todos ya
individualizados y; en consecuencia:
1. Que se condena a la demandada a pagar a la demandante la suma de
$ 8.000.000.-( ocho millones de pesos)
2. Que la suma a que ha sido condenada, devengará los intereses y
reajustes legales, a contar desde que la sentencia quede firme y ejecutoriada.-
IV. Sin costas, por no haber sido totalmente vencido.
Anótese, regístrese y archívese en su oportunidad.

RIT: O-156-2020
RUC: 20-4-0311408-2.

Resolvió doña RUBY ELISA YAÑEZ KINZEL, Juez Suplente en lo Laboral


del Juzgado de Letras de Puerto Varas.

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