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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION SUPERIOR


UNIVERSIDAD DE LAS CIENCIAS DE LA SALUD “HUGO CHAVEZ FRIAS”
GUACARA, EDO – CARABOBO

TEMA 1 y 2

DOCENTE: ASPIRANTE A MIC:


Licda. Cecilia Benavides Kelvin Manaure
Materia: C.I:
Proyecto Nacional y Nueva Ciudadanía. 30.572.564

Guacara, 09 de octubre del 2020.


 Los pueblos indígenas de Venezuela costumbre y practica ancestrales.

Los pueblos originarios de Venezuela son grupos que en la actualidad conforman


aproximadamente el 2,9 % de la población. Sin embargo, la población venezolana en
general tiene en su composición genética una contribución amerindia entre un 23% y
25 % del total. Son por lo menos 34 etnias que mantienen culturas totalmente limpias y
originarias de la región, que no se vieron afectadas por la conquista y asimilación
española durante la época de colonización.
Según el censo de 2011, la mayoría se hallan en zonas de los estados
de Zulia (61,2 %), Amazonas (10,5 %), Bolívar (7,5 %), Delta
Amacuro (5,7 %), Anzoátegui (4,7 %), Sucre (3,1 %), Monagas (2,5 %) y Apure (1,6 %).
Estos grupos, además, se encuentran también compartidos con Colombia, Brasil y
Guyana.

Costumbres

Los indígenas venezolanos mantienen hasta nuestros días muchas de sus


costumbres y tradiciones ancestrales, las cuales se han legado de generación en
generación y han marcado su estilo de vida en lo religioso, político, gastronomía y
leyendas.
Algunas de ellas son tan particulares como un poco aterradoras. Por ejemplo, los
indígenas venezolanos Kariñas tienen 3 rituales ancestrales que son considerados los más
importantes de su cultura.
El primero de ellos es el baile Akaatompo que se celebra el 1 y 2 noviembre y en
el que se conmemora la reencarnación de aquellos seres queridos que ya han fallecido. La
celebración comienza cuando los niños indígenas venezolanos salen bailando por todo el
pueblo o asentamiento mientras visitan todas aquellas casas donde haya muerto algún
menor. La familia donde llegan los debe recibir con cantos, bebida y comida.
Cuando comienza el día 2 de noviembre, a partir de las 12 de la noche, viene el
turno de los adultos, que de igual forma van visitando de casa en casa y terminan su
celebración en el cementerio.
Otro ritual de los Kariña lo representa el Bomankaano, el cual debe ser realizado
8 días después de que una persona ha muerto. En esta celebración, los familiares se tienen
que bañar con un agua preparada con cardón y piedras blancas para tomar el luto y
purificar sus almas.
Por su lado el Bepeekotono, es un ritual tradicional donde el luto se retira luego
de un año de la muerte del familiar.  Este se basa en quitarle la pollina a la viuda del
muerto, aunque también hay hombres que se involucran en este acontecimiento.
Una gran leyenda de los indígenas venezolanos, que se ha convertido con el pasar
de los años en una real celebración, es la relacionada con el cacique Mare Mare, el cual
cuando se encontraba muy viejo debió hacer un viaje al sur, pero en el camino murió.
En vista del acontecimiento lo debieron enterrar en el camino, sin darle el
homenaje y la sepultura que realmente merecía. Debido a este desagravio, cada año su
pueblo debía hacer una peregrinación al lugar donde había sido enterrado mientras
cantaban, bailaban y recordaban su vida.
Con el pasar de los años, esta peregrinación fue convirtiéndose en una danza
tradicional que se realiza para estrechar las relaciones del grupo, teniendo un canto
monótono y grave, mientras se baila en círculo o rueda.
Se dice que al principio era solo un simple canto con poco baile, pero ha ido
evolucionando hasta incluir hoy en día instrumentos como flauta, pito y tambor Kariña,
que es pequeño y está hecho de cuero de venado o chivo.
En la actualidad es considerada una celebración patronal, donde los criollos lo
bailan por las calles de los pueblos mientras visten atuendos originarios de los indígenas
venezolanos y se le han agregado instrumentos como cuatro, guitarra y bandolinas.

 Invasión de los europeos, resistencia indígena y colonización.

Aunque los españoles llegaron a tierras americanas para el año de 1492


aproximadamente, no fue sino hasta 1498 que los colonos llegan por la laguna de
Sinamaica a tierras venezolanas, en el año de 1498.
Ambrosius Ehinger, un conquistador de la casa de los Welser, emprende un viaje
desde Coro en el año de 1529 llegando al lado de Maracaibo. Llegado a este territorio se
enfrenta a los indígenas venezolanos Coquibacoas y llega a fundar la ciudad de
Maracaibo.
Durante las primeras décadas del siglo XVI, los europeos se habían limitado a
habitar las zonas costeras del territorio haciendo que los indígenas venezolanos trabajaran
forzosamente para ellos y su enriquecimiento.
Ejemplo de esto es como en la zona de Margarita obligaban a los indígenas
venezolanos a sumergirse en el mar para la extracción de perlas. Sobre este evento el
fraile Bartolomé de las Casas escribe a la corona:
“Obligaban a los indígenas a sacar perlas de la manera más cruel… No hay peor
suplicio infernal que se le pueda comparar… Los metían a la mar a cinco brazas de hondo
desde la mañana hasta ponerse el sol. Si tratan de descansar los apuñalan. En pocos días
mueren sangrando por la boca o los devoran los tiburones. La mayoría prefería morir
ahogado antes de continuar el suplicio… Un barco puede viajar desde esta isla hasta la
española, guiándose sólo por los cuerpos despedazados de indios que flotan en el mar”.
Para la fecha 12 de septiembre del año 1530 el explorador alemán Nicolás
Federmann decide salir de Coro, embarcándose en una expedición al Sur del territorio por
donde atraviesa tierras de Jirajaras, Ayamanes y Guayones.
En el año 1559 los españoles descubren oro en las tierras alrededor de Los
Teques, por lo que deciden crear un asentamiento en la zona. Desde el año 1560 hasta
1570 se llevan a cabo una serie de batallas entre los europeos y los indígenas venezolanos
que dieron como resultado el sometimiento de los aborígenes.
Llegado un nuevo siglo se funda la ciudad de Quibor, que actualmente se
encuentra como parte de tierras larenses. Pero los pobladores de esta zona son
principalmente indígenas venezolanos de diferentes etnias como gayones, ajaguas,
camagos, coyones, caquetíos y jirajaras.
Para la segunda mitad del siglo, los colonizadores europeos se embarcan en la
tarea de desplazar a los indígenas venezolanos que ocupaban lo que hoy en día se conoce
como el Sur de Valencia, para fundar el pueblo de San Diego.
Entre los años 1558 y 1628, grupos de indígenas venezolanos de las etnias
nirguas y jirajaras oponen resistencia a los extranjeros y se establecen en los territorios
que hoy se conocen como Bejuma y Montalbán ubicados en el oeste de Valencia.
La conquista trajo consigo grandes cambios en la estructura social, económica,
religiosa, cultura y política que llevaban los indígenas venezolanos. Muchas etnias que
habitaban el territorio vieron perdida su independencia y quedaron sometidos a la
condición de esclavos o vasallos de la corona española.
Muchos perecieron debido a las continuas guerras que se hacían, sin contar con el
trabajo forzado al que eran obligados y las enfermedades para las cuales no tenían
defensas.
Otros grupos de indígenas venezolanos huyeron hasta zonas inaccesibles donde
no podían ser encontrados por los españoles, especialmente en las áreas selváticas. Pero
muchos de ellos también desaparecieron como etnia como se inició el proceso de
mestizaje con los españoles y negros de África.
Ya para esta época los colonizadores españoles estaban fuertemente instalados en
varias partes del territorio venezolano, y comenzaron a penetrar en regiones más al sur del
rio Orinoco, especialmente los misioneros católicos o jesuitas en busca de almas que
salvar.
Para el año 1799 y 1800 Alexander von Humboldt hace una serie de
observaciones y referencias con respecto a los indígenas venezolanos que quedan
plasmados en su diario de Viajes a las Regiones Equinocciales.
En él se refiere que en las zonas que conforman los valles de Aragua se pueden
apreciar que quedan unos 5.000 indígenas venezolanos que se concentran en Turmero y
Guacara, aunque ya estos no hablan su idioma ancestral y la mayoría de la población se
ha mestizado.
Con la llegada del siglo XX los indígenas venezolanos se vieron grandemente
afectados debido a la penetración que hacían a su territorio los mineros ilegales, además
de la continuada ocupación de sus tierras por parte de grupos guerrilleros y paramilitares.
Para los últimos años del siglo XXI, los indígenas venezolanos son insertados por primera
vez como etnias reconocibles dentro de la Constitución de 1999 y se les da participación
política. En ella se establece que los idiomas de estos pueblos son lenguas co-oficiales de
la Republica y que los grupos étnicos tendrán una representación activa en la Asamblea
Nacional al escoger 3 diputados.

 Consecuencias en la salud, lenguaje, costumbre y práctica religiosa.

¿Cuál fue la repercusión de la conquista de América en la salud de sus habitantes?


Un desastre demográfico, una catástrofe ecológica. En menos de un siglo
desaparecieron de su propio mapa varias decenas de millones de habitantes indígenas. Por
ejemplo, el 90% de la población caribe y arawak murió en los veinte años siguientes a la
llegada de Cristóbal Colón y sus hombres en 1492.
¿Y de esas muertes, cuánta culpa tuvieron las enfermedades?
Este fenómeno representa un excelente y dramático ejemplo de lo que hoy se
llama patología del viajero y del inmigrante. Las enfermedades infecciosas fueron un
aspecto más, sin duda muy importante, del intercambio de personas, bienes y microbios
entre dos zonas del planeta separadas durante milenios por un gran mar… y por el océano
del desconocimiento mutuo.
¿Cómo se contagiaban esas patologías?
Dependía de la enfermedad: por vía respiratoria (gripe, viruela, sarampión), por
contacto directo (viruela), por vía digestiva (diarreas, fiebre tifoidea), picaduras de piojos
(tifus exantemático) y, más tarde, por picaduras de mosquitos (malaria y fiebre amarilla).
¿Las enfermedades procedentes de Europa causaron más muertos que las armas?
Sin duda. Es materialmente imposible que las armas mataran más que las
enfermedades y otros factores asociados. Pensar que algo más de cien hombres y unos
cuantos caballos dirigidos por Hernán Cortés barrieron a un imperio enorme muy bien
organizado y de alto nivel de civilización, como el azteca de Moctezuma (México), es
desconocer la realidad de la historia. Algo similar ocurrió en la aventura de Pizarro en el
imperio Inca de Huayna Cápac (Perú). La viruela y el sarampión fueron unos perfectos
aliados –involuntarios, no intencionados– en el éxito de conquista española.
¿Afectaban por igual las patologías a europeos y americanos?
La mayor parte de los europeos que llegaron a América tuvieron los virus en la
etapa infantil y pudieron pasar las viriasis en esa etapa, por lo que ya disponían de
inmunidad natural protectora. En el caso de los indígenas, la falta de contacto previo
supuso una ‘virginidad inmunológica’, una falta de respuesta defensiva frente a las
nuevas infecciones. Esta es la clave del desastre provocado por la gripe (1493), la viruela
(1519-20) y el sarampión (en los años treinta de los 1500).
América ofreció a los Reyes Católicos una oportunidad extraordinaria. Aquí
estaba un continente virgen, ocupado solo por tribus de salvajes desnudos o por los
estados semibárbaros de México y Perú, fácilmente dominados; un Nuevo Mundo, libre
de las tradiciones e inhibiciones de la sociedad europea..." En l492 el descubrimiento de
América por Colón significaría la conquista económica y la conquista "espiritual" e
ideológica. La aparente contradicción entre los ideales místicos y religiosos del genovés,
producto del pensamiento medieval, y los intereses económicos y la sed de oro de los
nuevos tiempos, se desvanece con la realidad del descubrimiento y la conquista.
La producción agraria, que se dedicaba casi en exclusiva a abastecer los mercados
locales, se llevaba a cabo mediante el sistema de encomiendas: cada español que
participaba en la conquista tenía derecho a una propiedad y al patronato -encomienda-
sobre un grupo de indios que trabajaban sus tierras, y a cambio el encomendero debía
proteger al indio y adoctrinarlo en la religión cristiana. El sistema derivó en múltiples
abusos, degenerando en verdadera esclavitud.
El proceso de evangelización consistió en sustituir las religiones de América por
el catolicismo, mediante misiones religiosas a través de todo el continente.
De este modo se impuso a los nativos, quienes debían obedecer y aprender sobre
la nueva cultura, la fidelidad hacia las metrópolis conquistadoras, y las potencias
europeas lograron un control pacífico sobre las poblaciones americanas.

El idioma y las costumbres


El castellano, como lengua oficial, jugo un papel unificador en la sociedad
colonial. Por este motivo, después de la conquista se prohibió que los indígenas y los
negros hablaran en sus propias lenguas, por lo cual debieron aprender el castellano. Algo
similar ocurrió con la costumbre y formas de vestir. Era importante homogeneizar los
comportamientos para que la sociedad se unificara.

 Nueva estructura social en Venezuela.

La sociedad venezolana, se estructura a partir del siglo XV, con la llegada de los
europeos a en el periodo de conquista, anterior a eso los territorios estaban ocupados en
su mayoría por indígenas, este periodo se denomina prehispánico. El mestizaje concepto
acuñado a partir de la prehistoria, se consolida a partir de este momento en la naciente
sociedad venezolana, existiendo básicamente a partir de este momento un sincretismo
cultural, el cual consiste en un proceso de transculturización o aculturización y mestizaje
entre dos o más culturas, en consecuencia, es la mezcla que hubo entre los habitantes de
Europa y América. Cabe señalar que junto al mestizaje comenzó la necesidad de
organización política administrativa de Venezuela, es de ahí la importancia del
reconocimiento de la estructura social venezolana, la cual a su vez estuvo compuesta e
influenciada durante el periodo colonial por entes provenientes de diversas partes de
Europa, África.
La estructura social de Venezuela, está compuesta durante el siglo XVI por al
menos cuatro grupos fundamentales y pilares de la comunidad, a) blancos, b) pardos, c)
negros, y d) indios.
En la primera categoría encontramos a los blancos  los cuales a su vez se dividen
en los siguientes sub-grupos: blancos criollos, los cuales son descendientes directos de los
criollos por lo general eran dueños de latifundios o haciendas, dedicados en el área
comercial a las plantaciones de productos, actuaron en muchos casos como esclavistas
y/o encomenderos de mano de obra indígena, el segundo grupo corresponde a los blancos
peninsulares, este grupo se caracteriza por que en su mayoría eran funcionarios de la
corona española en territorio venezolano, estos grupos al trabajar directamente para la
corona española se caracterizaban por poseer altos cargos políticos, casi similares a los
que poseían los blancos criollos, el último grupo que se encuentra en esta estructura
corresponde a los blancos de orilla, los cuales se caracterizan por ser los más despojados
de los tres grupos debido principalmente a que su origen ancestral no era conocido, por
ende este grupo estaba compuesto por hijos ilegítimos, en su mayoría provenientes del
interior y costas venezolanas, y desde también desde Europa.
Por otra parte, en esta estructura social de Venezuela colonial, se encuentran
los pardos, los cuales se caracterizan por constituir durante el periodo colonial el 60% de
la sociedad venezolana, este porcentaje corresponde principalmente a la evidente
influencia del mestizaje en la sociedad. Dentro de la estructura estaban caracterizados de
la siguiente forma: a) mulatos mezcla entre negros y blancos, b) zambos mezcla entre
negros e indios, c) tercerones mezcla entre blancos y mulatos, d) cuarterones mezcla entre
blancos y tercerones, e) quinterones mezcla entre blancos y cuarterones, f) tente en el
aire mezcla entre zambos y tercerones y/o cuarterones, g) salto atrás mezcla entre
cuarterones y quinterones y/o negros.
En la última clasificación de la estructura social de la Venezuela colonial,
encontramos a los negros e indios, los cuales, por su descendencia impura, según la
visión hispana, en su mayoría no estaban considerados dentro de la sociedad.
A modo de ejemplo los negros eran esclavos, y se dedican a la artesanía, además
realizaban trabajos vinculados a la plantación de productos y servicio doméstico, eran
además comprados por los colonizadores luego de llegar de África, cabe señalar que los
negros que logran la libertad son denominados manumiso concepto que proviene de la
antigua Roma.
Por su parte los indígenas o indios, son tratados de manera igual a los esclavos
negros, debido a su posición jerárquica mucho menor los grupos anteriormente señalados
de la estructura venezolana, los indígenas eran regidos a través de la encomienda, la cual
se reconocía como una institución de carácter social y económico, y que tenía como
principal objetivo que el indígena retribuyera con trabajo servicios de resguardo, como
vivienda y alimentación, además de entregar su lealtad al encomendero.

 El mestizaje.

El mestizaje interétnico es un fenómeno que se produce desde la Prehistoria.


En Europa fue particularmente importante a comienzos de la Edad Media, con grandes
migraciones de pueblos nórdicos y asiáticos, y continuó luego ininterrumpidamente,
produciendo verdaderos complejos étnicos. La ampliación del mundo, producida por el
descubrimiento de América a fines del siglo XV, activó aún más el mestizaje,
especialmente en el Nuevo Continente, en donde afluyeron grupos muy diversos:
españoles, portugueses, franceses, africanos, etc. El mestizaje fundamental se dio, como
señalamos, entre los españoles, los indios y los negros, ninguno de los cuales era
obviamente una raza; los españoles, por ejemplo, procedían de ancestros muy diversos:
indoeuropeos, semitas y camitas y los indios eran producto del cruzamiento de grupos
mongoloides, australianos, malayo-polinésicos y del sureste asiático.
Desde que aparecieron los primeros vástagos del cruce entre blancos y aborígenes
se les llamó mestizos, tanto en Venezuela como en el resto de América. No parece haber
existido variaciones importantes alrededor de esa acepción de dicho término, el cual,
según el criterio del Inca Garcilaso de la Vega, «...fue impuesto por los primeros
españoles que tuvieron hijos en indias...» Hubo en cambio, diferentes tipos de mestizos,
cuya distinción les fue indispensable, ya que a partir de ella se establecían en
la sociedad colonial diversos grados para poder alcanzar ciertas prerrogativas sociales.
José Gumilla señala las 4 generaciones principales siguientes: de europeo e india sale
mestiza (dos cuartos de cada parte), de europeo y mestiza sale cuarterona (cuarta parte de
india), de europeo y cuarterona sale ochavona (octava parte de india) y de europeo y
ochavona sale puchuela (enteramente blanca).
El proceso de formación de la población mestiza en el territorio venezolano se
inició prácticamente desde el desembarco de los españoles en las costas del mismo.
Alonso de Ojeda ya en 1500 estaba unido a una india con la que se casó y tuvo varios
hijos. En las islas de Cubagua y Margarita, desde mucho antes de 1550 se extendió el
mestizaje con fuerza. De allí surgió Francisco Fajardo, el mestizo venezolano más
destacado del siglo XVI. El mestizaje de españoles e indios se inició en el primer viaje de
Cristóbal Colón, y aumentó con el proceso de colonización, por razones muy diversas: el
escaso número de mujeres españolas durante los primeros años de colonización (apenas
un 10% de los hombres); los factores de prestigio favorables a la unión de mujer india
con el español; los escasos prejuicios raciales de éste (el español tenía muchos prejuicios
religiosos y hasta sociales, pero no raciales); los regalos de mujeres indígenas a los
conquistadores como garantía de tratados de paz; la juventud de los pobladores ibéricos
(su promedio de 20 años); y la ruptura de los rígidos patrones culturales ibéricos en el
medio americano.
La población venezolana es mayormente mestiza en un 67%, aunque el resto de
su composición étnica se divide entre un 21% de blancos; un 10% de raza negra y un 2%
de raza indígena.
En Caracas, comenzaron a registrarse los bautizos de vástagos de europeos y
aborígenes apenas se abrió antes de 1580 su primer libro de bautismos. En los Andes el
proceso no fue diferente, como lo confirma el hecho de que, hasta Juan Rodríguez Suárez,
el fundador de Mérida, dejó varios hijos mestizos. La rapidez y amplitud en la formación
de la población mestiza se explican, por un lado, porque entre los españoles no existían
trabas étnicas para cohabitar con personas de cualquier grupo racial y por otro, porque la
conquista fue una empresa masculina, en la que escasearon, por consiguiente, las mujeres
blancas.
El amancebamiento entre españoles e indias tuvo que ser frecuente, y de él
surgieron los más importantes núcleos de mestizos venezolanos durante los siglos XVI y
XVII. Este hecho comunicó a esa población la situación incómoda de un origen ilegítimo,
sobre el cual se ensañarían muchas de las mezquindades sociales de la época colonial.
Hubo, sin duda, mestizos que procedían de uniones legales, ya que la legislación permitía
el matrimonio entre europeos y naturales.
Sin embargo, estos casamientos no abundaron, por lo que los mestizos legítimos
pertenecían al campo de las excepciones. La situación de los mestizos en el contexto
social de la Colonia no era muy homogénea, ya que entre ellos existían diferencias
bastante marcadas. Los hijos legítimos y de piel menos oscura gozaban de casi todas las
prerrogativas de los blancos: podían contraer matrimonio con éstos, ordenarse de
sacerdotes, ingresar a la universidad. En este grupo se encontraban los cuarterones y
ochavones, quienes, por una bula de Clemente XI, ya a comienzos del siglo XVIII, debían
ya ser considerados como blancos. El jurista Juan Germán Roscio pudo, precisamente,
ingresar al Real Colegio de Abogados de Caracas porque comprobó su condición de
mestizo cuarterón, nieto de una india. Por el contrario, los mestizos ilegítimos y
de color más oscuro se hallaban en una posición tan desventajosa como la de los sectores
más discriminados.
Ellos formaban parte de la llamada «gente inferior» que, a menudo, sacaban su
sustento de los denominados «oficios viles». Existieron disposiciones generales que
reducían los derechos de los mestizos, como la que les impedía, desde 1576, al igual que
a, ejercer el cargo de escribano. La legislación llegó, sin embargo, a concederles la
facultad para portar armas, aunque a veces los funcionarios reales hacían caso omiso de
tal derecho. La población mestiza fue afianzándose desde la conquista en aquellas
regiones donde los indios resultaban indispensables para el trabajo por razones diversas,
particularmente donde persistió la institución de la encomienda. Por consecuencia,
predominaban los mestizos al despuntar el siglo XVIII en el occidente, sobre todo en los
Andes; en el oriente, con la excepción de los valles donde, como en el de Cumanacoa, el
cultivo de la caña de azúcar fue esencial, y en algunos espacios de Guayana donde
conquistadores y misioneros, sobre una base demográfica indígena, fundaron varios
pueblos y ciudades.
Hacia el final de la Colonia el número de mestizos había alcanzado gran aumento,
a pesar de que procedían de una población en extinción, como era la de los aborígenes, y
de un pequeño grupo de pobladores, como fue el de los españoles. Su presencia se notaba
en todas las regiones del país y hallábase también participando en las actividades más
diversas, aunque muchos de ellos trocados en criollos blancos.

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