Análisis de La Lectura Tamaño Del Potro en La Yegua

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Sergio Esteban Camero Alfonso

Biotecnología de la Reproducción
Unitropico

Análisis de la lectura Tamaño del potro en la yegua.


Autores: Wendy Vaala, VMD, Diplomate ACVIM

El articulo tiene como objetivo hablar y centrarse en las estrategias de gestión nuevas o
controversiales y en las técnicas de seguimiento de la yegua tardía con complicaciones periparto.
Por otro lado, el articulo también revisa el conocimiento actual de la fisiología de la yegua preñada
para ayudar a los profesionales a decidir si pueden incorporar algunas de las terapias de
intervención en su práctica diaria y como se deben realizar. Los autores finalizan el artículo con la
evolución del potro recién nacido, unas pautas de comportamiento normal y una breve revisión de la
inmunidad neonatal.

 Controversias sobre la terapia hormonal en la yegua tardía.


Perfiles hormonales
En la perinatología equina no se ha encontrado un método hormonal que no refleje el 100% del
bienestar fetal y placentario. Los progestágenos y los estrógenos son y siguen siendo los
candidatos más probables, pero los mediadores endocrinos específicos siguen siendo el centro
de una considerable investigación y controversia, los cuales son responsables del
mantenimiento de la preñez durante el final de la gestación y la estimulación de las etapas
finales de la maduración fetal y el inicio del parto. En muchas gestaciones equinas
comprometidas, los cambios pre-parto de estas hormonas y sus metabolitos pueden ser
demasiado agudos como para avisar con antelación de la inminente muerte del feto. Las formas
no letales de compromiso fetal asociadas con la infección, la hipoxia o los patrones alterados de
desarrollo fetal pueden ser incluso más difíciles de detectar utilizando los ensayos hormonales
disponibles actualmente.
Progestágenos
Los cambios hormonales previos al parto en la yegua son diferentes a los de otras especies de
grandes animales. En la mayoría de las demás especies, la progesterona (P4) es el progestágeno
dominante durante la gestación y las concentraciones de P4 disminuyen antes del parto
espontaneo, lo que sugiere que la retirada de la P4 favorece el parto activo. En la yegua, la P4
es producida por los ovarios hasta los días 120-150 de gestación; en ese momento. Los tejidos
feto-placentarios comienzan a sintetizar P4 a partir de la pregnenolona (p5) suministrada por las
glándulas superrenales del feto.
Los suplementos de progestágeno son un tratamiento popular, aunque controvertido, para
yeguas con placentitis y otras gestaciones de riesgo. El autor recomienda utilizar una forma de
suplemento de progestina de acción corta en lugar de prepraciones que afirman una mayor
duración de la acción, ya que permite ajustar el tratamiento diariamente según lo requiera. Si la
yegua que recibe el suplemento de progestina llegan a la fecha previta de parto, se recomienda
disminuir la dosis de altrnogest gradualmente en lugar de interrumpir el tratamiento
bruscamente. Esta terapia es cuestionada porque suelen tener concentraciones muy elevadas de
metabolites de progesterona y la mayoría de las yeguas con riesgo de parto prematuro también
están recibiendo otras terapias, como antibióticos, medicamentos no esteroideos, como la
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pentoxifilina, por lo tanto, es difícil separar el impacto de la administración de altrenogest de


los efectos de otros medicamentos administrados simultáneamente.
Estrógenos
hay dos grupos de estrógenos en la yegua: lis estrógenos fenólicos comunes, la estrona y el
estra-diol 17β, y los estrógenos insaturados de anillo, la equilina y la equilenina que son
exclusivos del caballo. Las gónadas fetales proporcionan los precursores que son convertidos
ulteriormente por los tejidos uteroplacentarios en estrógeno. En caso del estrógeno, los autores
mencionan que no existen ensayos clínicos controlados que examinen los efectos de la
suplementación con estrógenos en la yegua gestante tardía. Por lo tanto o hay recomendaciones
específicas en cuanto a la forma de estrógeno, la dosis, o la vía de administración puede
ofrecerse para su uso en la yegua tardía.
Relaxina
En la yegua, la hormona peptídica relaxina es producida principalmente por la placenta. La
relaxina favorece el crecimiento y la remodelación del útero y del cuello uterino, lo que es
esencial para el crecimiento y la partu-rición normales del feto. La relaxina disminuye el
contenido de colágeno en las matrices extracelulares de la sínfisis púbica y el cuello uterino,
inhibe la contractibilidad uterina y desempeña un papel en el desarrollo de las glándulas
mamarias. La relaxina tiene efectos angiogenicos y vasodilatadores en los tejidos endometriales
y mamarios. Este efecto puede ser mediado a través de la regulación del factor de crecimiento
endotelial vascular (VEGF).Se menciona en el artículo que no hay ensayos disponibles
comercialmente para relaxina equina.
Demperidona, Toxicosis de Festuca y Embarazo Post-Termino
La domperidona se le considera antagonista de los receptores de la dopamina, esta representa
una interesante intervención terapéutica para tratar la toxicosis de la festuca y potencialmente
otras complicaciones periparto que implican una gestación prolongada y agalactia en la yegua y
la falta de preparación para el parto en el potro. La toxicosis por festuca es un modelo intrigante
de enefermedad materna y fetal. En la yegua, se caracteriza por una falta de preparación para el
parto que conduce a una gestación prolongada, aborto distocia y agalactia, acompañada de
anormalidades placentarias que incluyen la separación prematura de la placenta, engrosamiento
y edema. En el potro, la falta de preparación para el parto se asocia con una mayor incidencia
de sepsis, síndrome de asfixia periparto, fracaso de la tranferencia pasiva y dismaturidad o falta
de adaptación tras el parto. La duración de la gestación está controlada en parte por la nutrición
y el genotipo del potro, la gestación de los potros suele ser más larga que el de las potras. Las
yeguas que van a parir antes del año pueden tener una mayor duración de la gestación como
resultado de un fotoperiodo más corto. Las yeguas más viejas tienden a tener gestaciones más
largas, aunque el rango de duración “normal” de la gestación de la yegua es bastante elástico
por lo cual es difícil de definir lo que constituye una gestación postermino solo por los días de
gestación.
En la yegua hay tres tipos de potros asociados a gestaciones prolongadas: 1. Potros de tamaño y
adaptación normales, 2 potros grandes “posmaduros”, delgados, con pelo largo, reflejo de
succión ineficaces, incisivos erupcionados, desarrollo muscular deficiente y pezuñas demasiado
grandes, con o sin contractura de las extremidades, y 3 potros pequeños, inmaduros, delgados,
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con reflejos de succión débiles, musculatura subdesarrollada, pelo corto y fino, laxitud
periarticular y diversos grados de osificación incompleta. Los potros inmaduros y postmaduros
pueden presentar una mala termorregulación, disfunción gastrointestinal, inestabilidad de la
glucosa, inmadurez renal y otras anomalías endocrinas. Algunos de estos individuos pueden
nacer muertos. Utilizando las herramientas de diagnóstico de que disponemos, debería
evaluarse, como mínimo, un mayor número de estas gestaciones equinas postérmino. La
ecografía transrectal y/o transabdominal puede utilizarse para evaluar el tamaño y la actividad
del feto, la reactividad de la frecuencia cardíaca fetal en respuesta al movimiento del feto, el
grosor y la integridad de la placenta y la calidad y cantidad de los fluidos fetales. Las
concentraciones de hormonas maternas, incluidas las progestinas, los estrógenos y,
posiblemente, la prolactina y la relaxina, pueden controlarse, y los perfiles electrolíticos de las
secreciones mamarias pueden evaluarse mediante kits de prueba de dureza de la leche o del
agua disponibles en el mercado. Una yegua multípara, con un historial de gestaciones normales
sin problemas, puede servir de control. Si la yegua empieza a superar la duración de la
gestación anterior en más de varias semanas, se justifica la reevaluación de la gestación,
especialmente si hay otros signos preocupantes como agalactia
Una yegua con una preñez post-término asociada con un feto grande, agalactia, niveles bajos de
progestina materna, o un perfil desfavorable de electrolitos en la leche sería una candidata para
la terapia de domperidona basada en la sospecha de que hay una falta del estímulo normal para
el parto y la maduración fetal como se reporta con la toxicosis de festuca. En la experiencia del
autor, esta categoría de yegua ha respondido favorablemente a la terapia de domperidona con el
desarrollo de la ubre, la relajación cervical y el parto espontáneo de un potro viable.

 Parámetros biofísicos

Ecografía transrectal y transabdominal:


o Velocimetría Doppler: herramienta de diagnóstico que ha tenido una aplicación
mínima en la yegua preñada. Esta técnica se utiliza en las mujeres para examinar la
circulación fetoplacentaria en un intento de identificar las gestaciones con riesgo de
RCIU fetal y toxemia materna. La velocimetría Doppler también se ha utilizado
para evaluar el efecto de diversas estrategias de tratamiento, incluido el tratamiento
con dosis bajas de aspirina, para mejorar la perfusión uteroplacentaria mediante la
reducción de la resistencia vascular. Esta técnica sigue siendo prometedora para su
aplicación clínica en la perinatología equina.
o Función placentaria: la placenta es un órgano dinámico, entrega nutrientes y el
cambio de oxígeno durante el embarazo, pero también sintetiza una serie de
hormonas, incluyendo esteroides, péptidos, glicoproteínas y eicosanoides. La
placenta también inactiva otras hormonas como las catecolaminas, los
glucocorticoides, la tiroxina y las prostaglandinas. En la yegua, el crecimiento de la
superficie de intercambio de la placenta está controlado tanto por el genoma
materno como por el fetal. Cuando el potencial genético para el crecimiento de la
placenta se ve limitado (lo que se ilustra cuando un feto de caballo se coloca en una
menor densidad de superficie de microcotiledones en el útero de una yegua poni),
las vellosidades coriónicas se alargan, lo que aumenta la superficie total de contacto
fetomaternal. Esto da lugar a un feto más grande que el que produciría un genotipo
de poni dentro de un útero de poni.
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La hipoglucemia en la yegua preñada puede afectar negativamente al metabolismo de la


placenta y al suministro de glucosa al feto. Las yeguas en fase tardía que deben estar en
ayunas, como se prescribe a menudo después de la cirugía abdominal, deben
mantenerse con infusiones de glucosa para prevenir la hipo-glucemia y para reducir el
riesgo de parto prematuro mediado por prostaglandinas.Las yeguas preñadas que estén
anoréxicas debido a una enfermedad sistémica deben ser suplementadas mediante
intubación nasogástrica o mediante nutrición parenteral para prevenir una cascada
similar de eventos mediados por la prostaglandina.La terapia de oxígeno para yeguas
preñadas con función placentaria comprobada ha sido recomendada para reducir el
riesgo de hipoxia fetal antes y durante el parto.
o Parto: El parto se divide en tres etapas. La etapa I es de duración variable y se
asocia con signos clínicos sutiles en la yegua que incluyen inquietud, anidamiento,
micción y defecación frecuentes, pérdida de apetito y separación del rebaño. Se
asocia con el período crítico, pero poco apreciado, de reposicionamiento del feto en
preparación para el parto. La fase II del parto comienza con la rotura del alantocho-
rión en el polo cervical. Es de corta duración y se caracteriza por fuertes
contracciones uterinas. La fase III del parto se asocia a contracciones uterinas
postparto más suaves y al paso de las membranas fetales.
Siempre que sea posible, la inducción sólo debe llevarse a cabo en yeguas en fase
avanzada de gestación que estén cerca de sus propias fechas fisiológicas de parto.
Las indicaciones para la inducción deben limitarse a las condiciones que
amenazarían seriamente la salud materna o fetal si se permitiera que la gestación
continuara o si se produjera un parto espontáneo no supervisado. Ejemplos de estas
condiciones son la hidropesía, la rotura del tendón prepúbico, la muerte inminente
de la yegua a causa de un cólico u otra enfermedad sistémica y los antecedentes
maternos de dis- tocia grave que requieran asistencia obligatoria durante el parto.
Los criterios utilizados para evaluar la preparación para el parto incluyen el
desarrollo normal de la ubre, la presencia de calostro en los pezones, un perfil
electrolítico favorable en las secreciones mamarias pre-parto,79 y un cuello uterino
dilatado o ablandado.
o La placenta: La yegua debe expulsar la placenta en las 3 horas siguientes al parto.
Una placenta normal pesa ~10 -11% del peso del potro al nacer. Un feto más
pesado de lo normal puede ser causa de edema asociado a la placentitis y/o a la
insuficiencia. Los clientes y los asistentes al parto deben estar capacitados para
guardar y pesar la placenta. Las placentas inusualmente pesadas o ligeras son una
razón para solicitar un examen veterinario del potro y de las membranas fetales
antes de lo normal. Las placentas pesadas pueden asociarse con edema, congestión
y/o infección, y pueden aumentar el riesgo de sepsis y encefalopatía hipóxico-
isquémica en el neonato. Una placenta fina y ligera suele corresponder a una atrofia
o hipoplasia de las vellosidades, y puede estar asociada a potros más pequeños de
lo normal con una mayor susceptibilidad a inestabilidades metabólicas y endocrinas
durante la vida postnatal temprana.

o Embarazo tardío e inmunosupresión: Debido al estrés y/o a los efectos


inmunosupresores de la gestación, las yeguas gestantes pueden correr un mayor
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riesgo de recrudecimiento de la infección por EHV-1 con el consiguiente aborto y/o


de comenzar a eliminar por vía nasal Streptococcus equi o por vía fecal Salmonella
sp si no son portadoras aparentes de estos patógenos. Las yeguas preñadas también
muestran respuestas inmunitarias incoherentes o imprevisibles cuando se las
inmuniza por primera vez contra nuevos antígenos a los que nunca han estado
expuestas ni por infección natural ni por vacunación previa. Las yeguas preñadas
deben ser mantenidas en un programa de vacunación regular contra el EHV-1
durante los meses 5, 7 y 9 de la preñez y deben ser protegidas del estrés
innecesario, como el transporte o la exhibición, durante la última etapa de la
preñez.

o Calostro e inmunidad pasiva: La ingestión de calostro es fundamental no sólo para


la transferencia pasiva de IgG, sino por muchas otras razones. El calostro es una
rica fuente de calorías, vitaminas A y E, glóbulos blancos, citoquinas, factores de
crecimiento y otras hormonas y enzimas. 98,99 También se han atribuido a su
ingesta propiedades laxantes. Las inmunoglobulinas predominantes en el calostro
equino son IgG(T), IgGa e IgGb, y hay cantidades menores de IgM e IgA en el
calostro. En el momento del parto, el calostro normal debe tener una concentración
de IgG de > 3000 mg/dl. La IgG del calostro. La calidad del calostro puede
evaluarse inmediatamente después del parto midiendo la gravedad específica con
un copensímetrof o midiendo el índice de refracción con un refractómetro de
azúcar. g La mala calidad del calostro puede deberse a diversos factores, como la
lactancia prematura, el mal estado inmunitario o nutricional de la madre, la
exposición a pastos infectados por endófitos, el avance la edad materna y la raza. Si
se detecta que el calostro es de mala calidad, se puede administrar oportunamente
una fuente alternativa de calostro.
Desde mi punto de vista, este articulo tiene información muy valiosa e importante para la
práctica veterinaria, nos muestra algunas pautas para tratar algunas complicaciones en la
gestación de la yegua, el parto y el inicio de la vida del potro o potra. Aunque todavía es muy
escasa y desorganizada la información dada, en cuanto a los porcentajes de eficacia, el éxito de
las terapias hormonales y demás tratamientos mencionados anteriormente. En conclusión, hace
falta realizar más investigación practica a cerca de estos tratamientos, puesto que, a la hora de
intervenir un paciente, los veterinarios o las personas encargadas de la intervención deben
darles un reporte a los dueños para que estos accedan y tengan la tranquilidad de autorizar los
procedimientos.

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