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La Escrituralidad en El Proceso Penal Enviar
La Escrituralidad en El Proceso Penal Enviar
El Juez asume unas funciones, entre otros, de control de garantías de los derechos
fundamentales de los sujetos procesales: El ejercicio de las funciones del juez no
debe limitarse a convalidar formalmente las solicitudes del Ministerio Público, sino
que debe asumir un papel activo en defensa de los derechos del imputado y de las
demás partes. El Juez de la Investigación Preparatoria no puede convertirse en un
simple Juez estampillador. El control judicial de la investigación llevada a cabo por el
fiscal debe ser efectivo para que realmente cumpla con la función de garantía que
tiene encomendada y para que el nuevo sistema procesal sea operativo [ CITATION
Mir05 \l 3082 ]
El Fiscal solicita las medidas coercitivas: A diferencia del anterior sistema procesal,
en el sistema acusatorio que imprime este nuevo Código Procesal Penal, se faculta
al Ministerio Público a requerir las medidas coercitivas, sean estas personales o
reales.[ CITATION Yat \l 3082 ]
Por eso, la definición que proporciona Tusón (1977: 16) sobre la escritura:
“La escritura es una técnica específica para fijar la actividad verbal mediante el uso de
signos gráficos que representan, ya sea icónica o bien convencionalmente, la
producción lingüística y que se realizan sobre la superficie de un material de
características aptas para conseguir la finalidad básica de esta actividad, que es dotar al
mensaje de un cierto grado de durabilidad”.
En lo que refiere a este tema es muy escasa la información en el punto que el proceso
penal actualmente considera más el ámbito de la oralidad que la escrituralidad, es decir
la exposición de los puntos materia del conflicto que se intenta resolver por sobre lo que
está escrito.
Si bien señala el autor [CITATION Cub \l 3082 ] mencionando: “(..) nosotros pese a la
regulación normativa, nos encontramos frente a un modelo procesal penal
básicamente inquisitivo, caracterizado por la concentración de facultades en el
juez penal, con facultades para instruir y resolver conflictos penales; por el culto
al expediente y la escrituralidad” refiriéndose el culto a la costumbre por resaltar la
escrituralidad por sobre la oralidad cosa que en estos tiempos es muy diferente.
Podemos entonces abarcar que desde la aplicación del Código Procesal Penal en el
territorio nacional desarrollado a partir del año 2004 trajo consigo un montón de ideas
“novedosas”; las cosas por fin tenían que cambiar, nuevo sistema, nuevas reglas. Los
gallardetes de presentación del sistema que propugnaba el CPP del 2004 eran
principalmente, empezar a entender a la libertad como regla y no como excepción, la
celeridad procesal también constituía uno de sus cimientos, pero principalmente se
sostenía que desde su aplicación el procedimiento iba sufrir la variación de un sistema
escrito a uno netamente oral. Los escritos ahora se tendrían que argumentar en
audiencia, la escrituralidad daría un paso, sino atrás, al costado, podría ser una de los
primeros momentos en los cuales la escritura dejo de ser tan utilizada para dar paso a
la oralidad es allí una de las razones por las cuales en ámbitos de información sobre
ello es tan limitada.
En sin duda importante mencionar dentro de este tema el tema de la oralidad puesto
que este principio surge en contraposición a lo que nuestro antiguo código procesal
penal, del año 1940, donde se desarrollaba a lo largo de su proceso como el principio
de escrituralidad. Hoy en nuestro nuevo estatuto procesal penal del 2004 este principio
de escrituralidad ha pasado a ser un principio alternativo y casi sin tanta importancia
como lo es el principio de oralidad para aquellas actuaciones que exijan más
detenimiento y reflexión, como los escritos iniciales de un proceso, denuncia,
formalización de investigación, acusación, contestación de la defensa, auto de
enjuiciamiento formulación de conclusiones y sentencias, etc.
Ahora sobre este cambio que sufrió nuestro sistema procesal penal el autor [CITATION
Mor \l 3082 ], suscribiendo que: “El cambio de sistema procesal - de uno inquisitivo
a uno acusatorio -, implementado en el país con el Código Procesal Penal del
2004 trajo como innovación la prevalencia de la oralidad sobre la escrituralidad
como uno de sus principales estandartes de presentación”.
De alguna manera u otra contradiciendo lo que señala el autor que menciona [CITATION
Cub \l 3082 ] que nos manifiesta que todavía se seguía manteniendo después del CPP
un modelo adquisitivo, donde se puede decir que compartimos la opinión de Moreno
pues actualmente por estos tiempos si o si la oralidad esta por encima de la
escrituralidad.
No cabe duda de que la posibilidad de una modificación tan radical estaba en la propia
lógica del Código de 1940, pues privilegió la instrucción y transformó el juicio oral en un
mero juicio leído, y estimó que, Según Gimeno Sendra, el acto de adquisición de
hechos no tiene funciones distintas ni metodologías de actuación propias en cada etapa
procesal; esto es, que acto de investigación es sustancialmente igual a acto de prueba
(v. art. 280 CPP 1940). Rotos esos finos límites que ni siquiera tomó en cuenta la regla
básica del modelo acogido: quien instruye no puede juzgar, y consagrado el
escrituralismo en el proceso penal peruano, ya no había posibilidades de corrección. Es
más, paralelamente a la disolución o minimización de la democracia como sistema
político de libertades, el modelo inquisitivo el no proceso sufrió una expansión inusitada.
En tal sentido existen en el Código Procesal Penal normas con rezagos inquisitivos, que
mantienen vigentes la cultura y prácticas del modelo mixto inquisitivo, como el
predominio de la escrituralidad y el expediente, el uso de la prisión preventiva como
pena anticipada, el imputado como objeto de prueba, el interrogatorio del acusado como
la primera actuación probatoria del juicio oral, el orden rígido, la actuación de oficio del
Juez que afectan el juicio adversarial y el derecho a la doble instancia
BIBLIOGRAFIA
Burgos Mariños,(2011)
Rosas Zavaleta,(2016)
LINKOGRAFIA
http://perso.unifr.ch/derechopenal/assets/files/anuario/an_2004_05.pdf
https://dspace.unitru.edu.pe/handle/UNITRU/5217
https://dspace.unitru.edu.pe/handle/UNITRU/5670