Está en la página 1de 6

Situación de la región de Tambopata y su problemática en relación a la

trata de personas

1.1. Contexto 

Madre de Dios es una de las 25 regiones que conforman la República del Perú,
ubicada en la zona de la Selva. “Políticamente está dividida en tres provincias:
Tambopata, Manu y Tahuamanu, y en 11 distritos. Su capital es Puerto Maldonado
situada en la provincia de Tambopata” (Capital Humano y Social Alternativo, 2012, p.
13). Este departamento es conocido como capital de la biodiversidad del Perú por la
inmensa riqueza natural y diversidad ecológica que posee; representa, además, un
gran potencial económico y ecoturístico en el país. Sin embargo, al mismo tiempo, “es
identificada como una región donde se desarrollan diversas modalidades de trata de
personas, producto de su aislamiento y de sus características geográficas, pero
también del largo abandono del que ha sido víctima por parte del Estado” (Novak y
Namihas, 2009, p. 7). 

La Carretera Interoceánica, la ruta que une el distrito de Mazuko (Cusco)


con Puerto Maldonado (Madre de Dios), atraviesa el más grande centro de
explotación sexual y trata de personas que se ha creado en torno a la
minería ilegal: “La Pampa” (Salazar, 2016, párr. 1).

Ahora bien, es importante informar que en estos centros poblados donde es común la
trata, se han proliferado: los bares, cantinas, discotecas de mala muerte, para captar la
atención de los mineros ilegales que salen los fines de semana de los campamentos
de la pampa para buscar distracción de sus labores. Estos locales que suelen llamarse
una suerte de “agencias de empleo” en el que buscan a mujeres de entre 13 y 24 años
de edad, para que trabajen, supuestamente, en centros comerciales, tiendas de
artefactos o para que sean empleadas del hogar en la Ciudad de Puerto Maldonado,
indicando una gran cantidad de salario mensual. 

Para una mujer que ha crecido en una provincia o distrito en donde la llega a 64% a
75% de la población total, esta oferta no es nada despreciable; provincias como
Quispicanchis y Ocongate donde las oportunidades laborales y académicas son
escasas, las mujeres jóvenes deciden partir y convertirse en una presa fácil de las
mafias de tratantes en la ceja de selva de Madre de Dios (Chacón, 2017).

Es así que son conducidas hasta llegar a su destino final; los campamentos de minería
ilegal, donde quizá, nunca más salgan con vida; obligadas por las mañanas a ser
cocineras y camareras de restaurante para mineros ilegales y por las noches son
prostituidas. 

La trata de personas con fines de explotación sexual de mujeres es un fenómeno


complejo y generalizado; sigue siendo una de las expresiones más extremas y crueles
de violencia de género y de vulneración de derechos humanos, representando uno de
los problemas que genera gran preocupación e incertidumbre a nivel nacional, y en
específico en los departamentos donde se presenta mayor incidencia de tal problema,
como es en este caso en el departamento de Madre de Dios.

El consumo y dependencia de las drogas afecta de modo significativo la calidad de


vida de las personas y en razón de su magnitud, trascendencia y elevado costo social
y económico, se le considera entre los más grandes problemas de salud pública
El Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (1998) define a la trata de
personas como un crimen de lesa humanidad, es decir, atenta contra los derechos
fundamentales de las personas, a razón de que no solo afecta a un individuo sino a
toda la humanidad; se pone en riesgo el derecho a la vida, así como se vulneran
derechos sexuales, a la libertad e integridad, entre otros. Es así, que este fenómeno
representa un peligro latente, arraigado en muchas sociedades, reforzado
culturalmente; Y como consecuencia, aun en el logro de su libertad, perpetúa en ellas,
las víctimas, una marca difícil de borrar.

1.2. Factores para que existan casos de trata de personas

Como se ha mencionado anteriormente, Madre de dios es el tercer


departamento con más denuncias por trata de personas en el Perú. En el 2018,
el Ministerio Público recibió 71 denuncias por este delito (Fernández, 2019).  A
pesar de que resulte evidente esta problemática presente en la zona, no existe
intervención alguna que logre erradicar hasta el momento. Para ello, es
necesario saber las razones que causan este fenómeno, y como hemos podido
determinar existen muchos factores. Lo principal que podemos mencionar es
claramente, la carencia del control del estado en esta zona,el desinterés de las
autoridades de erradicar esta problemática y podemos decir también que se
debe a la corrupción presente. En el año 2019 se realizó un operativo a cargo
de un equipo de policías y fiscales, que acudieron a la oficina del comandante
PNP Manuel Hiraldo Morillo Cribilleros, jefe de la División de Investigación
Criminal de la XV Macro Región Policial de Madre de Dios, con el objetivo de
detenerlo por el presunto delito de trata de personas y corrupción de
funcionarios (Bedoya Daniel, 2019).

Por otro lado, también podemos mencionar que estas mujeres suelen ser
vulnerables a ser engañadas por un salario que consideren adecuado. Casi el
80% de personas explotadas y dedicadas a la trata de personas y explotación
sexual, son de extrema pobreza, esto genera que en su gran mayoría estas
personas acepten estos trabajos por ser carentes de recursos económicos y el
ofrecimiento de conseguir velozmente un puesto laboral (Rodriguez Alfredo,
2018).

Por último, la principal razón para que sigan capturando mujeres para
explotación sexual, es la presencia de la minería ilegal. Muchas personas
siguen creyendo que en esta zona (Tambopata) existen actividades auríferas y
de extracción de madera tropical, sin embargo, esto solo es una fachada, a
pesar de que las autoridades son conscientes de ello no se ha ejecutado
alguna operación duradera y efectiva para capturar a los grandes capos de las
mafias tratantes de blancas de la Región de Madre de Dios (Rodriguez Alfredo,
2018).

1.1.1. La falta de presencia y control estatal

A lo largo y ancho de Madre de Dios ha sido y continúa siendo un factor


decisivo para que las actividades ilegales prosperen en la región. De este
modo, si es que continúa la falta de control y supervisión seguirá reinando la
impunidad (Capital Humano y Social Alternativo, 2012).
Tras la captura del comandante de la PNP por el presunto delito de trata de
personas y corrupción de funcionarios, el jefe de la oficina de la Defensoría del
Pueblo en Madre de dios señaló: “Definitivamente es una preocupación lo que
ha ocurrido con la detención del jefe de esta división policial. Esperemos que
eso no haya sido el motivo para frustrar algunos operativos porque a veces se
filtra información” (Bedoya Daniel, 2019). Esta noticia preocupa tanto a la
ciudadanía como al trabajo que se hace para erradicar la trata de personas en
el país, como también refleja la corrupción basada en beneficios propios por
parte de personas con altos cargos.

En los centros poblados como la Pampa, hay gran cantidad de prostibares,


cantinas, discotecas decoradas con luces de neón para llamar la atención de
los mineros ilegales que recién salen de sus campamentos en busca de sexo,
drogas y alcohol. Estos “centros de diversión” son lugares insalubres, en donde
explotan a mujeres, mujeres que beben y bailan con los clientes, soportando
sus tocamientos e insultos. Despojadas de su dignidad y dinero, estas mujeres
son arrojadas a la insalubridad, no pudiendo pasar por análisis médicos o
realizarse análisis de transmisión sexual, puesto que, no utilizan algún método
anticonceptivo (Rodriguez Alfredo, 2018). Estos actos son una violación a los
derechos humanos y delito que vulnera la dignidad de las personas, sin
embargo, no se puede hacer mucho ya que en este sector denominado La
Pampa, reina la delincuencia y bandas organizadas, debido a la falta de control
policial y estatal.

Todos los días más mujeres adolescentes desaparecen, son arrancadas de sus
familias hacia la esclavitud, sin que las autoridades hagan algo concreto para
poder impedirlo (Rodriguez Alfredo, 2018). El Fondo de las Naciones Unidas
para la Infancia (UNICEF) y la Comisión Internacional contra la Impunidad
presentaron un informe llamado “Trata de personas con fines de explotación
sexual” con el objetivo de orientar políticas públicas, presupuestos y estrategias
de investigación tendentes a identificar y desarticular a las estructuras
responsables de este delito; también, impulsar otras acciones que, finalmente,
coadyuven a prevenir y combatir el flagelo, atender a las víctimas y ejercer la
justicia para que los delitos de esta índole no queden en la impunidad
(UNICEF, 2011).

1.1.2. La vulnerabilidad en las personas por una necesidad económica


(VANESA)

La pobreza es un factor que facilita la trata de personas, sobre todo en


las zonas indígenas que han sido objeto de este estudio, donde se utiliza a la
niñez y adolescencia como “fuerza de trabajo” para aportar en la subsistencia
de los hogares.

La pobreza y el hambre junto con el descuido o la complicidad de los familiares,


han sido considerados factores de riesgo. La pobreza extrema afecta las
condiciones de vida de las familias y favorecen que numerosos niños y
adolescentes realicen trabajos en las calles, siendo una de las formas de
trabajo infantil y de adolescentes que es considerado como factor de riesgo
para la OMS. En este espacio, por sí mismo violento, las alternativas se cruzan
con la delincuencia y la prostitución. Las niñas frecuentemente entran al
mercado como empleadas domésticas, ambiente en el cual también son
explotadas inclusive sexualmente  (Camacho & Trujillo, 2009).

La trata de personas es una forma particular de violencia hacia los niños, niñas
y adolescentes y los afecta en su desarrollo integral, atenta gravemente contra
su integridad, dignidad y autonomía, vulnerando todos sus derechos, dado que
el daño sufrido es integral. 

La mala salud mental es un predominante y persistente efecto de salud


adverso asociado con la trata de personas. Entre las consecuencias
psicológicas figuran depresión; trastorno por estrés postraumático y otros
trastornos de ansiedad; ideas suicidas; y trastornos somáticos, como dolor
discapacitante o disfunción física. 

El uso forzado u obligado de drogas y alcohol es frecuente en la trata con fines


de explotación sexual. Las drogas y el alcohol pueden ser utilizados para
controlar a las personas y aumentar las ganancias, o usados por la víctima de
trata para hacer frente a su difícil situación económica que esté pasando. 

La explotación económica está muy difundida. Las personas objeto de trata


rara vez pueden tomar decisiones sobre lo que ganan, mientras que los
traficantes les cobran por “servicios” o “suministros” tales como vivienda,
vestimenta, alimentos o transporte. Esas prácticas usurarias a menudo
conducen a “servidumbre por deudas”.

 La inseguridad jurídica es frecuente entre los que cruzan fronteras, en


particular si los traficantes o los empleadores les confiscan los documentos de
identidad o les suministran información falsa acerca de sus derechos, incluido
el de acceso a los servicios de salud. Esto no solo puede limitar el uso de los
servicios médicos por las víctimas de trata sino también conducir a su
deportación o encarcelamiento injustos. Las personas objeto de trata pueden
no ser reconocidas como víctimas de un delito sino consideradas en cambio
infractores de leyes de inmigración, laborales o sobre la prostitución y ser
retenidas en centros de detención o encarceladas como inmigrantes ilegales.
Las personas víctimas de trata que vuelven a sus hogares tal vez regresen a
las mismas dificultades que dejaron, pero con nuevos problemas de salud y
otros retos, como la estigmatización. Entre quienes intentan permanecer en el
lugar al que fueron llevados por los traficantes, muchos afrontan la inseguridad
y el estrés encontrado en las poblaciones de refugiados y de solicitantes de
asilo. 

Quienes logran salir de una situación de trata, ya sea que vuelvan o no a su


país de origen, están expuestos a un riesgo notable de ser nuevamente
víctimas de trata de personas. Problemas en el ámbito escolar, falta de interés
por sus estudios y actividades escolares, bajo rendimiento escolar, problemas
de conducta, abandono de sus estudios, actitud sexualizada desajustada a su
edad. (OMS, 2013)

1.1.3. La minería ilegal (ARIANA)


En la selva del Perú, la minería es aurífera aluvial (oro que se extrae de ríos),
para esto se usan métodos de extracción mecanizados, semimecanizados y
por succión hidráulica. La ley peruana, prohíbe realizar dichas actividades en
los cursos de agua o lechos de lagos, lagunas, ríos, humedales, etc. (USAID,
2021) Y todo lo mencionado anteriormente, es lo que se realiza al extraer oro
de manera ilegal. 

El decreto Legislativo Nº 1105, establece disposiciones para el proceso de


formalización de las actividades de pequeña minería y minería artesanal;
además, define la minería ilegal como la que “no cumple con las exigencias
técnicas, administrativas, ambientales y sociales de ley, o que se realiza en
zonas, lugares, espacios en las que esté prohibida”. (MIMAM, 2020)

La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional señala la


diferencia entre minería informal e ilegal, indicando que minería informal es
aquella que infringe las normas administrativas, técnicas, sociales y
ambientales que regulan la actividad minera, mientras que la minería ilegal,
además incumplir todo lo mencionado anteriormente, se realiza en zonas de
exclusión minera. (USAID, 2021) En otras palabras, se realiza en dónde está
expresamente prohibido el ejercicio de la actividad minera.

La minera ilegal se genera gracias a sus enormes márgenes de ganancia, una


de las más grandes problemáticas en este camino, es su vinculacion con los
delitos, como el narcotrafico, trabajo infantil, extorsicion, robo de tierras,
evasion tributaria, etc, y el tema de nuestro interes, trata de personas. 

La minería ilegal está tan arraigada en nuestra selva peruana, básicamente por
tres razones: la debilidad institucional, la incapacidad económica para brindar
oportunidades laborales a los habitantes de estas regiones y la alza sostenida
del valor/precio del oro. 

La ley N° 31007 del 17 de octubre de 2019, extendió el plazo para inscripción


de mineros informales en el Registro Integral de Formalización Minera
(REINFO); por lo que el proceso de formalización minera integral estará vigente
hasta el 31 de diciembre del presente año. Es importante recalcar que en Perú,
no se considera dentro de la formalización a la minería ilegal por los graves
efectos y daños que genera tanto ambientalmente como en lo social,dado que
no respeta ningún sistema de regulación. 

1.3 El perfil de la víctima (Carito)

La trata de personas con fines sexuales puede presentarse en diferentes


escenarios y no se tiene un perfil el cual los tratantes consideren para captar a
sus victimas, sin embargo, una vez estas pasa a manos de ellos, existen
rasgos que permiten identificar a quienes han sufrido o permanecen afectadas
a consecuencia de la trata.

La mayoría de víctimas de la trata de personas, no proporcionarán


fácilmente información de manera voluntaria, acerca de su estado,
debido al temor y el abuso que han sufrido a manos de sus tratantes.
También podrían estar renuentes a revelar alguna información debido
a su desesperación, desaliento y porque no ven opciones viables para
escapar de su situación. Incluso si son presionadas, podría no
identificarse como personas sometidas a la esclavitud debido al temor
a las represalias contra ellas mismas o contra miembros de su familia.
Sin embargo, los indicadores mencionados anteriormente revelan que
una persona está siendo retenida en una condición de esclavitud
(Capital humano y Social, 2010, p.  27). 

También podría gustarte