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EL PARRICIDIO EN EL CODIGO PENAL PERUANO DE 1991

INTRODUCCIÓN

I CAPITULO

1.1. El parricidio

1.1.1. Fundamento Legal

1.1.2. Elementos

1.1.3. Bien Jurídico

1.1.4. Sujeto Activo

1.1.5. Sujeto Pasivo

1.1.6. Objeto Material

1.1.7. Dolo

1.1.8. Resultado Material

1.1.9. Lesión del Bien Juridico

1.1.10. Violación del deber jurídico penal

II. CAPITULO

2.1. Parricidio en el Derecho Romano

III. CAPITULO (FEMINICIDIO LEY 29819)

3.1. Feminicidio

3.1.1. Fundamento Legal

3.1.2. Elemento

3.1.3 Bien Jurídico

3.1.4. Sujeto Activo

3.1.5. Sujeto Pasivo

3.1.6. Objeto Material


3.1.7. Dolo

3.1.8. Resultado Material

3.1.9. Lesión del Bien Juridico

3.1.10. Violación del deber jurídico penal

IV CAPITULO

.4.1. Análisis comparativo del delito de feminicidio y parricidio.

.4.1.1. Diferencias.

4.1.2. Similitudes.

3-1.3. Análisis doctrinal de los delitos citados.

BIBLIOGRAFIA
1.1. EL PARRICIDIO

Se llama parricidio al homicidio cometido en la persona de un ascendiente, descendiente


o cónyuge, conociendo esa calidad de la víctima (Soler).

En el derecho antiguo y moderno, se da el nombre de parricidio a la muerte del padre,


del hijo, del cónyuge, del hermano o del pariente comprendido en determinado grado de
parentesco ( Ramos)

Comete el delito de parricidio la persona que prive de la vida a cualquier ascendiente en


línea recta, teniendo conocimiento de parentesco (padre, madre, abuelos).

Se equipara al parricidio al que prive de la vida al cónyuge o a cualquier descendiente


consanguíneo en línea recta, sea legítimo o natural.

1.1.1 FUNDAMENTO LEGAL

Concepto Jurídico del Parricidio

Artículo 107 del Código Penal señala que “quien a sabiendas, mata a su ascendiente,
descendiente, natural o adoptivo, o a quien es o ha sido su cónyuge, su conviviente, o
con quien  esté sosteniendo o haya sostenido una relación análoga, será reprimido con
pena privativa de libertad no menor de 15 años”.

Agrega que la pena privativa de libertad será no menor de 25 años, cuando concurra
cualquiera de las circunstancias agravantes previstas en el artículo 108, referido al
homicidio.

Señala además que si la víctima del delito descrito es o ha sido la cónyuge o la


conviviente del autor, o estuvo ligada a él por una relación análoga el delito tendrá el
nombre de feminicidio.
Concordancias:Const.: arts. 1 y 2 Incs.1 y 4; C.P.: arts. 12, 22, 23, 28, 29, 45, 46 y 92,
106 y 108 a 112; DUDH: art. 3; CADH: art. 4;C.C.: arts. 242 inc. 6, 233, 234, 274, 295,
297, 300, 326, 515 inc. 8, 667 inc. 1 y 783.Ley Nº 26689 art. 2.

1.1.2. ELEMENTO

Forma genérica

Privar de la vida

Cualquier ascendiente ó descendiente en línea recta

Legítimos ó naturales

Conociendo el parentesco

Forma Específica (Según el tipo)

A. Deber jurídico penal

El deber jurídico penal consiste en la prohibición de privar de la vida dolosamente al


ascendiente consanguíneo en línea recta.

1.1.3. Bien jurídico

Los tipos de homicidios en razón del parentesco o relación son tipos agravados.
Protejen, por tanto, además del bien que ya es objeto de tutela en el tipo fundamental de
homicidio doloroso consumado, otro bien, el cual legitima la punibilidad agravada. En
otras palabras: son dos los bienes tutelados: la vida humana y la fe y/o la seguridad
fundadas en la confianza derivada de la relación entre ascendiente y descendiente.

1.1.4. Sujeto activo

El tipo penal exige que el sujeto activo tenga voluntabilidad, imputabilidad y calidad
específica.

Voluntabilidad. Es la capacidad de conocer y querer privar de la vida a su ascendiente


consanguíneo en línea recta.

Imputabilidad. Es la capacidad de comprender la ilicitud de privar de la vida a su


ascendiente consanguíneo en línea recta y de conducirse de acuerdo con esa
comprensión.
Calidad específica. El tipo señala que el sujeto activo debe ser el descendiente
consanguíneo en línea recta. El tipo, por ser exclusivamente de acción, no contiene
calidad de garante, misma que sí es exigida en el tipo de omisión que se analizará más
adelante. Tampoco dispone pluralidad específica.

1.1.5. Sujeto pasivo

El sujeto pasivo, en concordancia con el activo, requiere de la calidad de ascendiente


consanguíneo en línea recta.

El tipo no exige pluralidad específica.

1.1.6. Objeto material

El objeto material es el ente corpóreo hacia el cual se dirige la actividad: el cuerpo


humano de la víctima.

En teoría tradicional se afirma que el objeto material se "identifica" o "coincide" con el


sujeto pasivo. Porte Petit afirma que "el objeto material es la persona a la que se lesiona,
por lo que se puede afirmar que el objeto material se identifica con el sujeto pasivo del
delito.

Algunos sostienen que nunca podrán ser idénticos o coincidentes el titular de la vida,
que es un sujeto de derecho, y el ente corpóreo "cuerpo humano", que es, tan sólo, un
objeto que ocupa un lugar en el espacio.

En la hipótesis normativa que se estudia está integrado por una voluntad dolosa, una
actividad y un resultado material (por tanto, un nexo causal).

1.1.7. Dolo. Es querer privar de la vida a su ascendiente consanguíneo en línea recta.

Como ya se anotó, pero no es ocioso reiterar, la mención expresa a que el tipo se


concretice con conocimiento de la relación de parentesco, es totalmente innecesaria,
pues el dolo, en términos de teoría general, se configura con el conocimiento de la
concreción de todos y cada uno de los elementos objetivos no valorativos incluidos en el
tipo penal. En el supuesto específico del homicidio del ascendiente consanguíneo en
línea recta, el dolo, necesariamente, ha de comprender el conocimiento de la calidad
específica del sujeto activo (descendiente consanguíneo en línea recta) y el
conocimiento de la calidad específica del sujeto pasivo (ascendiente consanguíneo en
línea recta), es decir, el conocimiento de la relación de parentesco.
Si, por el contrario, el activo no conoce su propia calidad específica y la calidad
específica del pasivo, es decir, si el activo quiere privar de la vida a una persona
cualquiera, aunque en la realidad se trate del ascendiente consanguíneo en línea recta, el
tipo que se integra es el del homicidio.

Esta figura delictiva admite el dolo eventual y el de consecuencia necesaria.

Actividad. Es cualquier actividad idónea para privar de la vida al ascendiente


consanguíneo en línea recta.

1.1.8. Resultado material. El resultado material es la muerte o privación de la vida.


Consecuentemente, nexo causal.

La problemática referente al nexo causal está regulada en el artículo 107 CP. De


acuerdo con lo dispuesto en el artículo 107, de todos los factores "causales" es
relevante, en forma exclusiva, la actividad del autor material que satisface la propiedad
de privar de la vida a otro. Los factores que no sean actividad del sujeto activo, así
como la actividad de este sujeto que no satisfaga la propiedad señalada, son irrelevantes
para la integración del tipo penal.

1.1.9. Lesión del bien jurídico

Lesión del bien jurídico es la destrucción de la vida humana y la destrucción de la fe y/o


de la seguridad fundada en la confianza derivada de la relación entre ascendiente y
descendiente.

1.1.10. Violación del deber jurídico penal

La violación del deber jurídico penal consiste en la violación de la prohibición de privar


de la vida dolosamente al ascendiente consanguíneo en línea recta.

Elementos del delito o naturaleza jurídica. - para que surja el título de parricidio,
además de que objetivamente se consume la muerte de un ascendiente, es requisito que
el autor conozca esa relación en el momento del hecho y con referencia a la persona que
mata. En consecuencia, no existe parricidio cuando el autor no entendía matar a un
pariente, sea porque dirigía su acción contra quien no lo era o porque sabía o creía que
no era pariente. Para que exista parricidio es, necesaria la coincidencia objetiva y
subjetiva de la agravación.

Entonces tenemos, que para que exista este delito, basta la muerte (el homicidio simple)
de alguna de las personas mencionadas en el texto legal; no es necesario la concurrencia
de premeditación ni de cualquiera de las otras circunstancias que califican el homicidio,
si concurriere alguna de ellas sería apreciada y produciría los efectos de una agravante.

El parricidio, como el homicidio, no sólo se ejecuta por actos positivos, sino también
por omisión. El delito existe aun cuando la muerte no sobrevenga inmediatamente. La
mayor o menor duración de las lesiones no altera el carácter del delito si al fin se
produce la muerte.

El muerto ha de ser una de las personas mencionadas en el texto del Código Penal: el
padre, la madre o cualquier otro ascendiente consanguíneo y en línea recta, sean
legítimos o naturales. El Código sólo se refiere al parentesco de consanguinidad, no al
de afinidad. Los padres y los hijos adoptivos no están aquí comprendidos.

Hay parricidio en la muerte dada por el hijo al padre a la madre naturales cuando lo
hayan reconocido, pero no hay parricidio si la filiación no está legalmente probada.

Ahora bien, para que se tipifique el parricidio es condición indispensable que el


culpable conozca la relación de parentesco. De esto se deducen dos consecuencias:

.- Que en las hipótesis de error in persona y de aberriato in ictu no puede hablarse de


parricidio, sino de asesinato o simple homicidio.

.- Que el crimen es independiente de toda circunstancia agravante. La premeditación,


por ejemplo, la alevosía no modifican esencialmente el parricidio. Se ha creído que
desde que un hijo podría levantar la mano contra su padre no podía cometer crimen más
grande.

Por otro lado, trataremos lo del ensañamiento, que no es otra situación que el hecho de
que el delincuente haya prolongado deliberantemente los padecimientos de la víctima,
satisfaciendo con ello una tendencia sádica. Para afirmar su existencia no es suficiente
el hecho de que se haya inferido un número considerable de heridas como medio de
ejecución del homicidio. El exceso cruel debe estar representado como un fin específico
y autónomo.

Por eso es que los clásicos destacan el hecho de que no baste la comprobación exterior
de la existencia de un fin específicamente orientado hacia la producción de
sufrimientos. El ensañamiento, además de un hecho físico, es un hecho psíquico.

En general, la agravación del parricidio por el ensañamiento se produce cuando además


de existir en el agente una voluntad clara tendiente a causarla muerte, existe en él el
propósito de causarla de determinada manera, que aumenta el mal y el sufrimiento de la
víctima, y en esa forma ejecuta el hecho. El fundamento de la agravación está
precisamente en el desdoblamiento de la voluntad, que separadamente se dirige a dos
fases claramente discernidas: el de matar y el de hacerlo de modo determinado.

Sobre esta base debe tenerse presente que en numerosos casos los hechos se cometen
infringiendo a la víctima muchas heridas.

En el delito de parricidio, trataremos en forma breve la culpabilidad, por la forma de


participación que se presenta.

En los tipos penales de homicidio agravado, se pueden presentar todos los grados de
autoría que establece la ley; así, puede haber autoría: intelectual, material, mediata,
encubrimiento, complicidad o coautoría. Sin embargo, no siempre es fácil determinar,
para efectos de la punibilidad, las condiciones objetivas o subjetivas de los partícipes, es
decir, si el partícipe tenía o no el conocimiento de la relación o parentesco con la
víctima. De privarse de la vida al ascendiente por culpa o preterintención, el delito
producido sería homicidio imprudencial o preterintencional, respectivamente, pero no
parricidio, en el cual se requiere la existencia de la intencionalidad directa de querer
matar al ascendiente.

Dada la misma dirección del Código que se refiere al que mata a su padre, madre, etc.,
es indiscutible que sólo puede ser penado como parricida aquel en que ocurre esa
relación de parentesco, bien intervenga como cómplice o encubridor de la muerte el
pariente realizada por un tercero.

Ahora bien, el tercero extraño a aquella relación, ¿será castigado como homicida o
parricida? En el derecho romano, los viejos penalistas y algunos estudiosos del derecho
moderno, sostienen que aquellos deben ser castigados como parricidas, en primer lugar,
porque el título era indivisible y el parentesco no interviene aquí como circunstancia
agravante, sino, como elemento es penalmente constitutivo de delito; y en segundo
término, porque ese extraño conoce perfectamente que el acto viola los efectos más
fundamentales y ayuda conscientemente a esa violación. Sin embargo hay que distinguir
según la participación del extraño, tenga lugar mientras se comete el delito o después de
realizarlo. En el primer caso, aquél debe ser penado solamente como homicida, pues la
circunstancia del parentesco es esencialmente subjetivo y no debe afectar más que a las
personas en quienes concurra. En el segundo caso, en cambio, el extraño debe ser
penado como encubridor de parricidio.

Este delito tiene una configuración tan especial que al rededor del mismo se pueden
plantear cuestiones interesantes que algunas veces son de complicada solución, por
ejemplo:

- Antijuridicidad.- como en todo delito, se requiere que la conducta típica sea


antijurídica o contraria al derecho. Al ser el parricidio un homicidio, resulta antijurídico
porque daña el bien jurídico de la vida; además, dicha antijuridicidad es aún más grave
porque recae en un ascendiente consanguíneo en línea recta.

- Circunstancias modificatorias.- se cuestiona si en el parricidio se pueden presentar


circunstancias atenuantes o agravantes.

.- Atenuantes.- De facto, puede ocurrir que entre el ascendiente y descendiente se


suscite una riña o duelo y que, en virtud de esa situación, se produzca la muerte del
ascendiente; también puede darse el caso privado de la vida por un descendiente en
razón de encontrarse enfermo de un mal incurable. En uno y en otro caso no podrá
imponerse una penalidad atenuada, como en el homicidio, pues no pueden coexistir
simultáneamente una figura agravada y otra atenuada. Más bien, podrá suceder que el
Juez, según su arbitrio judicial, imponga la pena que considere más adecuada y justa de
acuerdo con dichas circunstancias, dentro de los márgenes mínimo y máximo que la
propia norma legal señala.

.- Agravantes.- Por cuanto hace a las circunstancias calificativas, como premeditación,


alevosía, ventaja y traición, cabe decir que el parricidio lleva implícita la traición y esta,
a su vez la alevosía. En lo referente a la premeditación y la ventaja, aunque ocurrieran
no agravarían el parricidio, que de hecho es una figura agravada; sucedería lo mismo
que lo señalado en las atenuantes.

II MARCO HISTORICO

"La voz de las sangres de tu hermano grita desde la tierra hasta Mí".Caín y Abel, El
Génesis. La Biblia de Jerusalem.
CAÍN no sólo dio muerte a su hermano Abel, sino a sus hijos, y a los hijos de sus hijos.
A toda una generación. Caín mató a un Padre.

Un homicidio siempre apunta hacia el Padre.

Una vez allá en el Mito de los Orígenes, los hermanos dieron muerte al padre. Mito que
organiza el orden de lo prohibido, y pone palabras a la relación del sujeto humano con
la Ley.

El homicidio del Padre instaura una Referencia Absoluta, fuente de las leyes de la
sociedad. La primera prohibición fue la de matar, pero detrás del homicidio se perfila
inevitablemente, la prohibición del incesto.

El padre es índice de la Referencia Absoluta, poniendo así lo Absoluto a distancia; de


modo tal, que él mismo se encuentra bajo el estatuto limitado de no ser él, lo Absoluto.

El padre muerto funda legalidades, y pone en acto la idea de que nadie pretenda ser
todo.

¿Cómo pensar el parricidio cuando se sale de la escena mitológica?

¿Cómo pensar la rutina de la criminalidad de hoy?

El encadenamiento de las causas que conducen a un sujeto a cometer un homicidio, no


es sólo un caso individual: interesa a toda la sociedad y pone en cuestión su legalidad,
ese principio fundador que permite a alguien ser sujeto a la Ley.

La enfermedad de estos tiempos es la infernal desubjetivización con sus nuevas formas


de muerte de los hijos.

Edipo está signado por su destino parricida. El Oráculo había arrojado una sentencia que
caería sobre él y su familia: "Un día matará a su padre."

Pero Edipo yace detrás de nuestra novela familiar.

El descubrimiento del inconsciente ha hecho de lo trágico un elemento constitutivo del


ser hablante. Y el parricidio es un acto del ser hablante.

El lenguaje sitúa al sujeto frente a un abismo ante el cual, el padre sirve de protección.

Hay un decir que nos constituye, palabras que hacen eco al abismo. Estamos habitados
por esas palabras que nos predeterminan, y de las que nada sabemos. Son nuestro
demonio interior, tal como lo descubre Edipo frente al horror de su acto parricida.
Lo trágico significa que nada escapa a la determinación de la palabra. Somos hablados
por el Otro.

El Derecho Romano nombra como parricida aquél que ha dado muerte a sus padres, o a
sus hijos. Y dice así: "…él se ha adelantado a la palabra de los Oráculos ".

Pero entonces, aquél que mata a su padre, a su madre, a su hermano…¿no estará movido
por un designio fatal? Palabras oraculares desde un Otro absolutizado. Significante amo
que comanda al sujeto y se hace eco de la voluntad de ese Otro.

El parricidio es un atentado al orden institucional de la filiación, orden que hace de


alguien, hijo de sus padres.

¿Pero qué es un padre? Un padre es un hijo que oficia de padre. Es aquél que liga y
desliga al hijo.

Abraham e Isaac en el altar del sacrificio. Abraham sacrifica a su hijo en el límite de la


renuncia a sí mismo. El padre sacrifica al hijo en nombre de la Referencia, del Tercero
Absoluto, garantía de un sujeto.

La genealogía no funciona por acumulación de lugares, sino por pérdida de lugares. Un


padre se vuelve padre renunciando a su estatuto de hijo. Debe morir en su condición de
hijo para ceder el lugar a su propio hijo.

LOS EMPERADORES

CLAUDIO.- Restableció la pena de azotes para el parricidio, y aun fue más lejos:
después de ser azotado el parricida era colocado en un saco y arrojado al mar (esta pena
había sido suprimida desde hacía varios años).
3.1. FEMINICIDIO.-

Se llama feminicidio cuando la víctima del delito descrito es o ha sido la cónyuge o la


conviviente del autor, o estuvo ligada a él por una relación análoga el delito tendrá el
nombre de feminicidio.

El Congreso de la República oficializó, la Ley 29819 que modifica el artículo 107 del
Código Penal que tipifica el delito de feminicidio que fue elaborado y presentado por el
ministerio de la Mujer y Desarrollo Social (MIMDES).

Mediante la publicación en el diario Oficial El Peruano, la Ley 29819 modifica el


artículo 107 del Código Penal que incluye la figura del feminicidio, el mismo que
establece como castigo una pena no menor de 15 años de cárcel.

Como se recuerda, la ley que crea la figura penal del feminicidio - muerte de una mujer
a manos de su pareja- fue aprobada por el pleno del Congreso el jueves 01 de diciembre
por 90 votos a favor, dos en contra y 14 abstenciones.

Señala además que si la víctima del delito descrito es o ha sido la cónyuge o la


conviviente del autor, o estuvo ligada a él por una relación análoga el delito tendrá el
nombre de feminicidio.

En el Perú se registraron 405 mujeres víctimas de un homicidio entre los años 2009 y
2011 (enero-setiembre), según cifras del Observatorio de Criminalidad del Ministerio
Público. De ese total, el 34.8% lo fue a manos de sus parejas o ex parejas.

Este año se han registrado en el Perú 73 casos de feminicidio y 6 tentativas de


feminicidio entre enero y noviembre, de acuerdo con los casos registrados por el citado
Observatorio de Criminalidad.
Si bien muchos de esos casos son calificados como parricidios u homicidios agravados,
el 14.2% de homicidios de mujeres a manos de sus parejas o ex parejas fueron
calificados como homicidios simples, los cuales eran sancionados con una pena no
menor de seis años, según denunciaron las autoridades.

La propuesta del MIMDES hecha ahora Ley permitirá que todos los homicidios que se
cometan en el marco de la relación de pareja o ex pareja sean sancionados con igual
severidad; es decir, con una pena no menor a quince años.

A propósito del feminicidio.- se dejó por sentado que la vida humana como bien
jurídico protegido, es un derecho inherente al ser humano y es tan importante que es el
único bien que no es de libre disposición; es considerado unánimemente como un valor
en sí mismo, y que si bien nos pertenece a cada uno, siendo por ello individual, goza de
una protección, colectiva, estatal y supra nacional.

Bajo éste presupuesto certero, debemos colegir que toda vida humana es importante, sea
ésta, la de un hombre o la de una mujer.

Esta vida humana, se desarrolla dentro de una familia, que es el núcleo de la sociedad;
el hogar, el espacio de protección, el lugar donde por primera vez tenemos la sensación
de encontrarnos seguros, el espacio donde conocemos el respeto a uno mismo y al otro,
el lugar donde nacen las primeras reglas de convivencia; siendo que a partir de allí, la
sociedad se organiza y es el Estado quien brinda seguridad jurídica.[1]

Sin embargo, las investigaciones determinan que es dentro de éste núcleo primario de
convivencia, la familia, donde paradójicamente, se generan las situaciones de mayor
inseguridad y de violencia, principalmente contra la mujer, sea ésta adulta, adolescente
o niña.

Resultando que el género más violentado es el femenino y peor, según las estadísticas
publicitadas, los homicidios "contra la mujer esta incrementándose cada día, en un año
se han registrado 297 casos de violencia extrema contra la mujer de los cuales más del
56% han culminado con la muerte de la agredida.[2]

El Ministerio Público, mediante el Boletín Semanal del Observatorio de la


Criminalidad, señala que en el período 2009 - 2011 se ha registrado un total de 3,862
víctimas de homicidio, de las cuales el 19.9% (770) era mujer y el 80.1% (3,092)
hombre. Del total de víctimas mujeres, el 49.9% (384) lo fue de un feminicidio (331 de
uno íntimo y 53 de uno no íntimo), el 15.1% (116) lo fue de un posible feminicidio y el
35% (270) de un homicidio que no constituye feminicidio. También señala, el citado
Boletin, que el 46.5% de mujeres (358) murió presuntamente a manos de su pareja,
expareja, familiar o conocido hombre, mientras que el 3.4% de los hombres (106)
murió presuntamente a manos de su pareja o expareja, familiar o conocida mujer.[3]

Por su parte en el Plan Nacional contra la Violencia hacia la mujer 2009-2015, peruano,
indica que por un estudio realizado por DEMUS 2004-2007, se conoce que por lo
menos un promedio de nueve mujeres mueren al mes, en condiciones de discriminación
y violencia basada en el género[4]

Recientemente la Organización Small Arms Survey, en su informe "Feminicidio: Un


problema Global" señala que catorce países de Latinoamérica y el Caribe se encuentran
entre los veinticinco estados con mayor tasa de feminicidios, entre ellos se encuentran
nuestros países vecinos de Colombia y Bolivia y que en general, los porcentajes de
feminicidio son más elevados en países caracterizados por altos niveles de violencia, y
en estos casos las mujeres "son atacadas en la esfera pública y los asesinatos son
perpetrados en un clima general de indiferencia e impunidad".[5]

Por ello, si bien el homicidio, como delito genérico, es tratado por el derecho penal
como uno de las más importantes conductas descritas como hecho punible, la figura de
extinción de la vida de una mujer, se le ha dado un tratamiento jurídico penal especial,
denominándolo feminicidio.

Recuerdo que, durante aquel diálogo, otro alumno me preguntó, ¿porque a la mujer se le
debe proteger de esa manera, con una calificación especial?; es que acaso su vida tiene
más valor que la del hombre? ¿dónde está la igualdad que propugna la sociedad actual?

Reflexiono y retorno al concepto anterior , la Vida es el más importante valor, con


relevancia jurídico penal, sea la vida de un hombre o de una mujer, pero resulta que en
una sociedad como la nuestra, donde aún mantenemos a la mujer discriminada y que los
estudios sociológicos explican que las mujeres en general y las llamadas indígenas o las
que se encuentran en condiciones económicas menos favorecidas, en especial, son vistas
como blanco fácil para la violencia porque la sociedad las sitúa en lo más bajo de la
jerarquía social y económica,[6] donde a todas luces , como lo dicen las estadísticas,
señalan que el ser humano mas violentado por el otro sexo, es la mujer, afectándola
desproporcionalmente, encontrándose definitivamente en un estado de indefensión,[7]
se justifica la denominación especial, específica y el trato jurídico diferenciado,
llamando feminicidio.

El feminicidio, parte del bagaje teórico feminista, procede tanto de las autoras Diana
Russell y Jill Radford en su obra "Femicide. The politics of woman killing" como por
Mary Anne Warren en 1985 en su libro "Gendercide: The Implications of Sex
Selection". Ambos conceptos fueron castellanizados por la política feminista mexicana
Marcela Lagarde como "feminicidio", siendo adoptado este término, tras un largo
debate, frente al término "genericidio".

Más recientemente, en el año 2009, el 16 de noviembre, la Corte Interamericana de


Derechos Humanos emitió una sentencia considerada ejemplar sobre el asesinato en el
año 2001 de varias jóvenes mexicanas de Ciudad Juárez, utilizando y definiendo el
feminicidio como el "homicidio de mujer por razones de género".

Actualmente, el feminicidio se conceptualiza como "el homicidio evitable de mujeres


por razones de género"[8], como la extinción de la vida de "una mujer en condiciones
de discriminación y violencia basada en el género"[9]

El término, feminicidio, no solo es reciente sino también novedoso y por ello está en
busca de un sitial dentro del campo del sistema penal, al ser una modalidad de violencia
dirigida directamente hacia la mujer, un crimen que afecta únicamente la vida de las
mujeres, se diferencia del homicidio como figura delictiva genérica y también del
parricidio o del uxoricidio, buscando calificar su agravante en la motivación, en el fuero
interno del agente para cometer el hecho punible, que sería la aversión u odio o
desprecio a la mujer como sexo (condición fisiológica, orgánica y anatómica que
diferencian el hombre de la mujer) o como género (conjunto de pautas culturales con las
que se asocian los comportamientos que deben tener tanto hombres como mujeres).

En el feminicidio, no se trata de relevar, como en el parricidio o en el uxoricidio, la


relación parental consanguínea o legal, como circunstancia agravante, sino el desprecio
por la vida de la mujer, por tanto la agravación estaría, en la respuesta feroz del sujeto
activo por el solo hecho de que la naturaleza le haya prodigado al sujeto pasivo, el sexo
femenino.

Por otro lado es pertinente señalar que, doctrinariamente existen dos clases de
feminicidio, el íntimo, que son los asesinatos cometidos por hombres con quienes la
víctima tuvo una relación familiar de convivencia o afines y el feminicidio no íntimo,
que es el asesinato cometido por hombres con quienes la víctima no tuvo una relación
íntima, convivencia o afines.

Entonces, para que una conducta típica, deba de determinarse si un homicidio de mujer
es un feminicidio no debe necesariamente de conocerse la relación entre el victimario
con la víctima, ni cómo lo ejecuta o perfecciona, ni en qué contexto realiza la conducta
punible, toda vez que para determinar esa distinción entre la neutralidad del homicidio o
el parricidio con el feminicidio, lo que se debe comprobar es "la violencia de género
contra las mujeres"[10], es la ferocidad [11]con que se extingue la vida a la mujer, como
expresión de odio a su condición, al existir no solo el feminicidio íntimo , sino también
el no íntimo, como se ha expresado.

También resulta importante analizar esta figura criminal, teniendo en cuenta de manera
especial la Convención de Belém do Pará, al ser una norma supra nacional que
promueve la protección a la mujer, al señalar en su artículo 1°, que "debe entenderse por
violencia contra la mujer cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause
muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico, tanto en ámbito público como
en privado".

Por su parte, el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, al definir la voz


género, indicando que "se refiere a los dos sexos, masculino y femenino, en el contexto
de la sociedad"[12] , colabora con una mejor interpretación de la norma antes señalada.

De otro lado, la obligación jurídica de garantizar los derechos humanos, en atención a la


subscripción de los Tratados Internacionales, incluye la adopción de medidas
legislativas que los promuevan, buscando su disfrute, promulgando leyes que protejan
todos los bienes jurídicos, pero en primer orden la vida y la integridad de los seres
humanos, emitiendo también las de carácter penal donde se describa la conducta ilícita,
y la consecuencia jurídica, de manera precisa y clara.

Siete son los países latinoamericanos, México, Costa Rica, Guatemala, Chile, El
Salvador, Perú y Nicaragua, que ya han tipificado como delito el feminicidio/femicidio.
En algunos casos el nombre de la ley se refiere expresamente a este fenómeno. En otros
a la violencia contra las mujeres o a términos similares y un articulado de la ley recoge
el término feminicidio/femicidio Pero además, el significado que se da a ambos varía.
En algunos casos, la mayoría, se ciñe al feminicidio íntimo, en otros se opta por un
concepto amplio de violencia contra las mujeres.[13]

Basado en lo antes mencionado y entendiéndose que la violencia generada contra la


mujer buscando su muerte, es un claro atentado a sus derechos humanos, en el Perú se
ha emitido la Ley N° 29819[14]mediante la cual se señala al homicidio dirigido a mujer
como un feminicidio, como un delito especial, por la calidad de la víctima.

Esta norma, además de encontrarse a la vanguardia con las normas internacionales, al


abandonar la neutralidad de género en el tipo penal, pone en relieve la particular
violencia que afecta a las mujeres, al considerarlas como sujetos pasivos de la especial
conducta ilícita dolosa, buscando garantizar la vida, la integridad, la dignidad, la
protección de todas las mujeres, particularmente cuando por condición de género, en las
relaciones de poder o confianza, son asesinadas, como muestra de menosprecio a sus
derechos.

Es de resaltar, que en nuestra norma penal, las consecuencias jurídicas para el parricidio
y para el feminicidio son idénticas, evitando así un cuestionamiento sobre la valoración
de la vida de un hombre o de una mujer o una discriminatoria "sexualización de la
respuesta punitiva"[15] de parte del Estado o peor aún, cuestionar la constitucionalidad
de la norma. Esta paridad en las sanciones la considero valioso, ya que es una muestra
de la importancia del bien jurídico vida, sin distinción de género. Pero, el distinguir la
muerte de una mujer, como feminicidio, tengo la certeza, si ayudará a evidenciar la
violencia producida contra las mujeres y generará una información estadística
desagregada[16]facilitando la emisión de políticas públicas de prevención general y
específica, necesaria para una política criminal adecuada, demandando una justicia que
responda con rapidez y con firmeza frente a estos hechos delincuenciales.

Sin embargo, cuestiono el texto del tipo penal modificado, cuando señala en la parte
final del párrafo en cuestión que a la letra indica: .."o estuvo ligada a él por una relación
sentimental análoga…" al contemplar que se podría vulnerar el principio de legalidad,
[17] al no ser taxativa, pues bien podríamos estar pensando que se refiere a una relación
amorosa pasajera o de pronto solamente que se refiere a las relaciones estables y
prolongadas en el tiempo, debiendo de tener los requisitos normativos de una
convivencia o de un matrimonio; por lo que al no ser clara y precisa en este supuesto, se
estaría dejando al "criterio" del denunciante, del investigador o del juzgador, su
interpretación.

Asimismo, considero que la citada Ley N° 29819 no recoge en todo su contexto el


concepto de feminicidio, al circunscribir la conducta punible a la circunstancia de la
relación parental legal de conyugue o conviviente cuya víctima es la mujer o estuvo
ligada a él por una relación sentimental análoga, ciñéndolo al ámbito del feminicidio
íntimo, dejando en estado de desprotección a las mujeres muertas en manos de
misóginos, que actúan sin que tengan o hayan tenido ésta relación sentimental o vínculo
con la víctima, máxime si por lo general, este es el corolario de una agresión de tipo
sexual previa. Esta ley, tampoco reconoce al llamado "feminicidio por conexión", el
mismo que se "refiere a las mujeres que fueron asesinadas al defender a una mujer que
está siendo atacada por un hombre. Es el caso de mujeres y/o niñas que trataron de
intervenir o fueron atrapadas en la acción del femicida"[18]

Por todo ello, estimo que debemos comprender en esta figura jurídico- penal, también
las conductas ilícitas penales que corresponde al feminicidio no íntimo; como ya lo
tienen en otras legislaciones como en México que se refiere a la violencia feminicida
que la define como "la forma extrema de violencia de género contra las mujeres,
producto de la violación de sus derechos humanos, en los ámbitos público y privado,
conformada por el conjunto de conductas misóginas y puede queden culminar en
homicidio y otras formas de muerte violenta de mujeres"; o en Guatemala, que regula el
feminicidio, definiéndolo como "la muerte violenta de una mujer, ocasionada en el
contexto de las relaciones desiguales de poder entre hombres y mujeres, en ejercicio del
poder de género en contra de las mujeres" o en El Salvador, donde se maneja dos
términos, el de violencia feminicida y el de feminicidio como tipo penal reconociendo el
feminicidio agravado y el suicidio feminicida, entre otros.

Finalmente, basada en las razones expresadas, opino que en Perú, deberíamos valorar la
posibilidad de tener al feminicidio como un tipo penal diferenciado, como "Delitos
relacionados con la violencia de género" en el que se describa como supuesto de hecho
la muerte de la mujer, por razones asociadas a su género, tomando en cuenta las
conductas encerradas en los conceptos de feminicidio íntimo, no íntimo y por conexión,
ocasionados dentro del ámbito privado y público,[19]correspondiendo tener sumo
cuidado en la consecuencia jurídica a imponer, como respuesta del Estado a éstas
conductas execrables, debiendo, a mi criterio, asignar sanciones iguales a las que
afectan la vida de los hombres; a efectos de evitar normas cuestionadas por su falta de
constitucionalidad o por crear nuevas formas de discriminación, precisamente por
género, pues lo que motiva estas nuevas figuras jurídicas, no es sino que el hombre y la
mujer tengan iguales derechos, libertades, oportunidades y obligaciones, evitando
cualquier condición que menoscabe su dignidad.

1.1.1 FUNDAMENTO LEGAL

Concepto Jurídico de Feminicidio

Artículo 107 del Código Penal señala que “quien a sabiendas, mata a su ascendiente,
descendiente, natural o adoptivo, o a quien es o ha sido su cónyuge, su conviviente, o
con quien  esté sosteniendo o haya sostenido una relación análoga, será reprimido con
pena privativa de libertad no menor de 15 años”.

Agrega que la pena privativa de libertad será no menor de 25 años, cuando concurra
cualquiera de las circunstancias agravantes previstas en el artículo 108, referido al
homicidio.

Señala además que si la víctima del delito descrito es o ha sido la cónyuge o la


conviviente del autor, o estuvo ligada a él por una relación análoga el delito tendrá el
nombre de feminicidio.

Concordancias:Const.: arts. 1 y 2 Incs.1 y 4; C.P.: arts. 12, 22, 23, 28, 29, 45, 46 y 92,
106 y 108 a 112; DUDH: art. 3; CADH: art. 4;C.C.: arts. 242 inc. 6, 233, 234, 274, 295,
297, 300, 326, 515 inc. 8, 667 inc. 1 y 783.Ley Nº 26689 art. 2.

1.1.2. ELEMENTO

Forma genérica

Privar de la vida
Cualquier a su ascendiente, descendiente, natural o adoptivo, o a quien es o ha sido su
cónyuge, su conviviente, o con quien  esté sosteniendo o haya sostenido una relación
análoga

Forma Específica (Según el tipo)

A. Deber jurídico penal

El deber jurídico penal consiste en la prohibición de privar de la vida dolosamente al


Cualquier a su ascendiente, descendiente, natural o adoptivo, o a quien es o ha sido su
cónyuge, su conviviente, o con quien  esté sosteniendo o haya sostenido una relación
análoga.

1.1.3. Bien jurídico

Los bienes tutelados: la vida humana y la fe y/o la seguridad fundadas en la confianza


derivada de la relación entre ascendiente, descendiente, natural o adoptivo, o a quien es
o ha sido su cónyuge, su conviviente, o con quien  esté sosteniendo o haya sostenido
una relación análoga.

1.1.4. Sujeto activo

El tipo penal exige que el sujeto activo tenga voluntabilidad, imputabilidad y calidad
específica (Teniendo la capacidad de conocer y querer privar de la vida a su
ascendiente, descendiente, natural o adoptivo, o a quien es o ha sido su cónyuge, su
conviviente, o con quien  esté sosteniendo o haya sostenido una relación análoga). El
tipo, por ser exclusivamente de acción, no contiene calidad de garante, misma que sí es
exigida en el tipo de omisión que se analizará más adelante. Tampoco dispone
pluralidad específica.

1.1.5. Sujeto pasivo

El sujeto pasivo, en concordancia con el activo, requiere de la calidad de ser o haber


sido la cónyuge o conviviente, o que esté sosteniendo o haya sostenido una relación
análoga.

El tipo no exige pluralidad específica.

1.1.6. Objeto material

El objeto material es el ente corpóreo hacia el cual se dirige la actividad: el cuerpo


humano de la víctima.
En teoría tradicional se afirma que el objeto material se "identifica" o "coincide" con el
sujeto pasivo. Porte Petit afirma que "el objeto material es la persona a la que se lesiona,
por lo que se puede afirmar que el objeto material se identifica con el sujeto pasivo del
delito.

Algunos sostienen que nunca podrán ser idénticos o coincidentes el titular de la vida,
que es un sujeto de derecho, y el ente corpóreo "cuerpo humano", que es, tan sólo, un
objeto que ocupa un lugar en el espacio.

En la hipótesis normativa que se estudia está integrado por una voluntad dolosa, una
actividad y un resultado material (por tanto, un nexo causal).

1.1.7. Dolo. Es querer privar de la vida como se señala en el artículo 107 del Código
Penal señala que “quien a sabiendas, mata a su ascendiente, descendiente, natural o
adoptivo, o a quien es o ha sido su cónyuge, su conviviente, o con quien  esté
sosteniendo o haya sostenido una relación análoga, será reprimido con pena privativa de
libertad no menor de 15 años”.

Como ya se anotó, pero no es ocioso reiterar, la mención expresa a que el tipo se


concretice con conocimiento de la relación de parentesco, es totalmente innecesaria,
pues el dolo, en términos de teoría general, se configura con el conocimiento de la
concreción de todos y cada uno de los elementos objetivos no valorativos incluidos en el
tipo penal. En el supuesto específico del homicidio del ascendiente consanguíneo en
línea recta, el dolo, necesariamente, ha de comprender el conocimiento de la calidad
específica del sujeto activo y el conocimiento de la calidad específica del sujeto pasivo,
es decir, el conocimiento de la relación de parentesco.

1.1.8. Resultado material. El resultado material es la muerte o privación de la vida.


Consecuentemente, nexo causal.

La problemática referente al nexo causal está regulada en el artículo 107 CP. De


acuerdo con lo dispuesto en el artículo 107, de todos los factores "causales" es
relevante, en forma exclusiva, la actividad del autor material que satisface la propiedad
de privar de la vida a otro. Los factores que no sean actividad del sujeto activo, así
como la actividad de este sujeto que no satisfaga la propiedad señalada, son irrelevantes
para la integración del tipo penal.
1.1.9. Lesión del bien jurídico

Lesión del bien jurídico es la destrucción de la vida humana y la destrucción de la fe y/o


de la seguridad fundada en la confianza derivada de la relación entre ascendiente y
descendiente.

1.1.10. Violación del deber jurídico penal

La violación del deber jurídico penal consiste en la violación de la prohibición de privar


de la vida dolosamente al ascendiente consanguíneo en línea recta.

II MARCO HISTORICO

"La voz de las sangres de tu hermano grita desde la tierra hasta Mí".Caín y Abel, El
Génesis. La Biblia de Jerusalem.

CAÍN no sólo dio muerte a su hermano Abel, sino a sus hijos, y a los hijos de sus hijos.
A toda una generación. Caín mató a un Padre.

Un homicidio siempre apunta hacia el Padre.

Una vez allá en el Mito de los Orígenes, los hermanos dieron muerte al padre. Mito que
organiza el orden de lo prohibido, y pone palabras a la relación del sujeto humano con
la Ley.

El homicidio del Padre instaura una Referencia Absoluta, fuente de las leyes de la
sociedad. La primera prohibición fue la de matar, pero detrás del homicidio se perfila
inevitablemente, la prohibición del incesto.

El padre es índice de la Referencia Absoluta, poniendo así lo Absoluto a distancia; de


modo tal, que él mismo se encuentra bajo el estatuto limitado de no ser él, lo Absoluto.

El padre muerto funda legalidades, y pone en acto la idea de que nadie pretenda ser
todo.

¿Cómo pensar el parricidio cuando se sale de la escena mitológica?

¿Cómo pensar la rutina de la criminalidad de hoy?

El encadenamiento de las causas que conducen a un sujeto a cometer un homicidio, no


es sólo un caso individual: interesa a toda la sociedad y pone en cuestión su legalidad,
ese principio fundador que permite a alguien ser sujeto a la Ley.
La enfermedad de estos tiempos es la infernal desubjetivización con sus nuevas formas
de muerte de los hijos.

Edipo está signado por su destino parricida. El Oráculo había arrojado una sentencia que
caería sobre él y su familia: "Un día matará a su padre."

Pero Edipo yace detrás de nuestra novela familiar.

El descubrimiento del inconsciente ha hecho de lo trágico un elemento constitutivo del


ser hablante. Y el parricidio es un acto del ser hablante.

El lenguaje sitúa al sujeto frente a un abismo ante el cual, el padre sirve de protección.

Hay un decir que nos constituye, palabras que hacen eco al abismo. Estamos habitados
por esas palabras que nos predeterminan, y de las que nada sabemos. Son nuestro
demonio interior, tal como lo descubre Edipo frente al horror de su acto parricida.

Lo trágico significa que nada escapa a la determinación de la palabra. Somos hablados


por el Otro.

El Derecho Romano nombra como parricida aquél que ha dado muerte a sus padres, o a
sus hijos. Y dice así: "…él se ha adelantado a la palabra de los Oráculos ".

Pero entonces, aquél que mata a su padre, a su madre, a su hermano…¿no estará movido
por un designio fatal? Palabras oraculares desde un Otro absolutizado. Significante amo
que comanda al sujeto y se hace eco de la voluntad de ese Otro.

El parricidio es un atentado al orden institucional de la filiación, orden que hace de


alguien, hijo de sus padres.

¿Pero qué es un padre? Un padre es un hijo que oficia de padre. Es aquél que liga y
desliga al hijo.

Abraham e Isaac en el altar del sacrificio. Abraham sacrifica a su hijo en el límite de la


renuncia a sí mismo. El padre sacrifica al hijo en nombre de la Referencia, del Tercero
Absoluto, garantía de un sujeto.

La genealogía no funciona por acumulación de lugares, sino por pérdida de lugares. Un


padre se vuelve padre renunciando a su estatuto de hijo. Debe morir en su condición de
hijo para ceder el lugar a su propio hijo.

LOS EMPERADORES
CLAUDIO.- Restableció la pena de azotes para el parricidio, y aún fue más lejos:
después de ser azotado el parricida era colocado en un saco y arrojado al mar (esta pena
había sido suprimida desde hacía varios años).

IV CAPITULO

4.1. Análisis comparativo del delito de feminicidio y parricidio.

Para desarrollar el análisis jurídico de los delitos investigados, se procede a identificar


como se encuentran transcritos en las leyes ordinarias del país, determinando que
Femicidio y Parricidio son tipificados como delitos, por lo que para el efecto se cita:

El artículo 107 del Código Penal señala que “quien a sabiendas, mata a su ascendiente,
descendiente, natural o adoptivo, o a quien es o ha sido su cónyuge, su conviviente, o
con quien  esté sosteniendo o haya sostenido una relación análoga, será reprimido con
pena privativa de libertad no menor de 15 años”.

Agrega que la pena privativa de libertad será no menor de 25 años, cuando concurra
cualquiera de las circunstancias agravantes previstas en el artículo 108, referido al
homicidio.

Señala además que si la víctima del delito descrito es o ha sido la cónyuge o la


conviviente del autor, o estuvo ligada a él por una relación análoga el delito tendrá el
nombre de feminicidio.

4.1.1. Diferencias.

Diferencias en el parricidio y feminicidio engloba cualquier tipo de asesinato u


homicidio donde existe un vínculo de carácter familiar o coyuntural o  conyugal; en el
feminicidio se trata específicamente de un asesinado, de un hombre hacia una mujer
donde hay una relación de carácter conyugal, convivencial y esto está enmarcado en
cualquier tipo de relación similar o análoga que permitan en alguna medida justificar
este tipo de relación

4.1.2. Similitudes.

Similitudes entre el parricidio y feminicidio es en que en ambos casos para que se


configure el tipo penal tiene que haber vulneración de la vida huma (homicidio –
asesinato)
4.1.3. Análisis doctrinal de los delitos citados.

“Elparricidio es una forma de homicidio en la cual hay de por medio un vínculo entre
ascendiente, descendiente o cónyuge; es una figura que engloba cualquier tipo de
asesinato u homicidio donde existe un vínculo de carácter familiar o coyuntural o 
conyugal”, indicó.

“En el caso del feminicidio se trata específicamente de un asesinado, de un hombre


hacia una mujer donde hay una relación de carácter conyugal, convivencial y esto está
enmarcado en cualquier tipo de relación similar o análoga que permitan en alguna
medida justificar este tipo de relación”, refirió.

BIBLIOGRAFIA

(1)-Capurro, Raquel y Nin, Diego: Extraviada. Del parricidio al delirio. Editorial Edelp.
Buenos Aires, 1995.

(2)-Freud, Sigmund: 1916. Algunos tipos de carácter dilucidados en el trabajo analítico.


Obras completas. Amorrortu editores, Buenos Aires, 1979.

(3)-Lacan, Jacques: 1967-68. El acto psicoanalítico. Inédito.

(4)-Legendre, Pierre.: Lecciones VII. El crimen del cabo Lortie. Tratado sobre el padre.
Siglo XXI editores. México, 1994.

[1] El artículo 4.1 de la Convención Interamericana de los Derecho Humanos, estipula:


Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por
la ley y, en general, a partir del momento de la concepción. Nadie puede ser privado de
la vida arbitrariamente. El artículo 5 de la Convención establece: 1. Toda persona tiene
derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral. 2. Nadie debe ser
sometido a torturas ni a penas graves o tratos crueles, inhumanos o degradantes. Toda
persona privada de liberad será tratada con el respeto debido a la dignidad inherente al
ser humano. […] El artículo 7 de la citada Convención dispone: Toda persona tiene
derecho a la libertad y a la seguridad personales

[2] Reporte Feminicidio en el Perú. Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán

[3] Boletín Semanal del Observatorio de Criminalidad del Ministerio Público- N° 22.
“Feminicidio en el Perú”. Febrero 2012- Lima-Perú.
[4] Una aproximación a la situación de la mujer en el Perú. Dirección General de la
Mujer-Ministerio de la Mujer y Desarrollo Social. 26 de Enero 2010

[5] Informe “Feminicidio: Un problema Global” , Organización Small Arms Survey.


Ginebra Marzo 2012 www.smallarmssurvey.org

[6] Revista Diagnóstico. Volumen 45. Número1. Percy Pácora Portella y Rommy
Kendall Flomer y Reporte Feminicidio en el Perú. Centro de la Mujer Peruana Flora
Tristán

[7] “Es la mujer  de escasa cultura asentada en la ciudad, por tanto en un proceso
incompleto de transculturación que puede devenir más bien en aculturación, por tanto
no solo no asume valores, tampoco cambia los suyos, simplemente pierde ambos y
queda en el limbo, entonces, como y a quien quejarse de conductas violentes, si ni
siquiera sabe como la deben tratar; el problema es socio-cultural y… si a eso se suma la
mala economía, pues sigue la violencia como circulo vicioso”. (Lic.Petry Lazo- ex
Decana de la Facultad de Servicio Social de la Universidad Nacional Federico
Villarreal. Coloquios Personales. Mayo 2012)

[8] Diccionario de la Lengua Española.

[9] Plan Nacional contra la Violencia hacia la Mujer 2009-2011.

[10] Sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos CASO GONZÁLEZ


Y OTRAS (“CAMPO ALGODONERO”) VS. MÉXICO- SENTENCIA DE 16 DE
NOVIEMBRE DE 2009 (EXCEPCIÓN PRELIMINAR, FONDO, REPARACIONES Y
COSTAS)

[11] La ferocidad requiere que la muerte se haya causado por un instinto de perversidad
brutal o por el solo placer de matar, esto es que el comportamiento delictivo es realizado
por el agente sin ningún motivo o móvil aparentemente explicable. (Sala Penal Cuzco.
R.N. N°1425-99)

[12] Art. 7.3. del Estatuto de Roma. Artículo 7 Crímenes de lesa humanidad 7.3. A los
efectos del presente Estatuto se entenderá que el término “género” se refiere a los dos
sexos, masculino y femenino, en el contexto de la sociedad. El término “género” no
tendrá más acepción que la que antecede.

[13] La tipificación del feminicidio en América Latina Jueves 22 de marzo de 2012. |


Autor/a: Elena Laporta/ Feminicidio.net Radio Internacional Feminista.
[14] LEY QUE MODIFICA EL ARTÍCULO 107 DEL CÓDIGO PENAL Artículo
único. Modificación del artículo 107 del Código Penal Modificase el artículo 107 del
Código Penal, en los términos siguientes: “Artículo 107. Parricidio / Feminicidio El
que, a sabiendas, mata a su ascendiente, descendiente, natural o adoptivo, o a quien es o
ha sido su cónyuge, su conviviente, o con quien esté sosteniendo o haya sostenido una
relación análoga será reprimido con pena privativa de libertad no menor de quince años.
La pena privativa de libertad será no menor de veinticinco años, cuando concurran
cualquiera de las circunstancias agravantes previstas en los numerales 1, 2, 3 y 4 del
artículo 108. Si la víctima del delito descrito es o ha sido la cónyuge o la conviviente del
autor, o estuvo ligada a él por una relación análoga el delito tendrá el nombre de
feminicidio.”

[15] María Acalé Sanchez. “la Discriminación hacia la mujer por razón de género en el
Código Penal. Editorial Reus. Madrid 2006,Pág.11 en ¿Tipificar el Feminicidio? Patsilí
Toledo Vasquez. Pág. 215

[16] Reporte Feminicidio en el Perú. Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán: “La
ausencia de un registro estadístico amplio y que concretice tanto cuantitativamente
como cualitativamente los casos de feminicidio en nuestro país motivó al CMP Flora
Tristán a realizar un estudio y seleccionar por un año la información que reportan día a
día dos diarios de cobertura nacional sobre los casos de feminicidios: “ La República”“
Aja”

[17] El Principio de Legalidad penal Formal es un axioma jurídico por el cual ningún
hecho puede ser considerado como delito sin que la ley anterior lo haya previsto como
tal. La descripción del delito o situación peligrosa tiene que preceder al acto delictivo o
al comportamiento peligroso. Considera y castiga como delito, todo hecho que esté en la
ley como tal. No considera ni castiga los hechos que no estén en la ley, aun cuando esos
hechos sean lesivos a la sociedad o al individuo.

[18] Publicación: Tipos de Feminicidio.


http://www.terra.cl/noticias/especiales/2007/femicidio/index.cfm?
id_reg=862489&id_cat=2513&tipo=nota

[19] “El concepto teórico es más amplio y no está restringido a los homicidios íntimos,
por ello se propondrá una modificación normativa para tipificar el feminicidio como el
homicidio de una mujer que ocurre en un contexto de pareja, violencia familiar o de
discriminación de género “, dijo Jara Velásquez durante su participación en la Mesa
Redonda “Feminicidio en el Perú” organizado por el Grupo ATV.
http://www.mimdes.gob.pe/index.php?
option=com_content&view=article&id=3997:feminicidio-debe-incluir-tambien-
asesinatos-por-discriminacion-de-genero&catid=118:noticias-en-texto-&Itemid=193

[20] Abogada por la Universidad Nacional Federico Villarreal. Con estudios de


Maestría en Ciencias Penales y Post Grado en Derecho Penal, Procesal Penal y
Criminalística. Docente Universitaria.

[21] Cristel Junchaya Vera.


El abogado penalista Luis Lamas Puccio señaló que los homicidios tipificados como
feminicidios y parricidios son cometidos dentro de los hogares, por tal motivo
recomendó al Estado realizar políticas de prevención y educación para evitar estos tipos
de crímenes siga aumentando.

“En los últimos años ha ido aumentando el feminicidio y parricidio, crímenes que se
comenten dentro del núcleo familiar. Usualmente no era común de que el espacio de
mayor seguridad, que es el ámbito familiar, sea inseguro. Hace falta algún tipo de
tratamientos  sicológico o siquiátrico, esto debe ser parte de una política del Estado, en
materia de salud mental pública  porque hay que fortalecer las relacionas familiares”,
señaló en diálogo con Nacional en la Noticia.

Asimismo mencionó que, respecto a la aprobación de la norma que califica al


feminicidio dentro del artículo de parricidio en el código penal, “lo que se establece es
una diferencia en términos teóricos y definitorios para tipificar este delito en lo que
significa el parricidio y repito  es un homicidio de carácter familiar o conyugal o de
convivencia,  la pena debe ser no menor a 15 años y se puede ampliar porque a la vez es
un homicidio calificado es decir aquel que actúa por ferocidad o lucro para facilitar o
ocultar otro delito con gran crueldad o alevosía”.

Significado de términos

Lamas Puccio, dio una breve explicación de lo que significa los términos de
feminicidio y parricidio situados en el artículo 107 del código penal.

“El parricidio es una forma de homicidio en la cual hay de por medio un vínculo entre
ascendiente, descendiente o cónyuge; es una figura que engloba cualquier tipo de
asesinato u homicidio donde existe un vínculo de carácter familiar o coyuntural o 
conyugal”, indicó.

“En el caso del feminicidio se trata específicamente de un asesinado, de un hombre


hacia una mujer donde hay una relación de carácter conyugal, convivencial y esto está
enmarcado en cualquier tipo de relación similar o análoga que permitan en alguna
medida justificar este tipo de relación”, refirió.

Para el abogado penalista estos tipos de homicidio deben ser analizados “desde el punto
de vista sicológico, siquiátrico, emocional o patológico, porque la relación hombre y
mujer, en términos emocionales, muchas veces parte de la premisa de una relación
sentimental, pero que muchas veces por otras razones o índole este amor se convierte en
odio y se exterioriza en márgenes distantes a través de la violencia o asesinato”

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