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Nombre: Natalia Minero Vargas Código: 216851647 Fecha: 15/10/2021

Tanatología
Evidencia de trabajo: Fases del duelo
Resumen de clase y lectura

Aunque el duelo se asocia inmediatamente a la muerte, las pérdidas pueden ser muy diversas: rupturas de pareja,
cambios de domicilio, cambios de estatus profesional, procesos de enfermedad o de merma funcional, entre otros.

La psiquiatra suiza Elisabeth Kübler-Ross identifica cinco estadios que tienen lugar, en mayor o menor grado,
siempre que sufrimos una pérdida, aunque pueden darse sucesivamente, no siempre tiene por qué ser así, cada
proceso, como cada persona, es único.

Negación: La negación es una reacción que se produce de forma muy habitual inmediatamente después de una
pérdida, se puede manifestar con expresiones tales como: “aún no me creo que sea verdad”, “es como si estuviera
viviendo una pesadilla” e incluso con actitudes de aparente “entereza emocional” o de actuar “como si no hubiera
pasado nada”.
Ira: A menudo, el primer contacto con las emociones tras la negación puede ser en forma de ira. Se activan
sentimientos de frustración y de impotencia que pueden acabar en atribuir la responsabilidad de una pérdida
irremediable a un tercero.
Negociación: En la fase de negociación, se comienza a contactar con la realidad de la pérdida al tiempo que
se empiezan a explorar qué cosas hacer para revertir la situación.
Depresión: A medida que avanza el proceso de duelo y se va asumiendo la realidad de la pérdida, se comienza a
contactar con lo que implica emocionalmente la ausencia, lo que se manifiesta de diversos modos: pena, nostalgia,
tendencia al aislamiento social y pérdida de interés por lo cotidiano.
Aceptación: Supone la llegada de un estado de calma asociado a la comprensión, no sólo racional sino también
emocional, de que la muerte y otras pérdidas son fenómenos inherentes a la vida humana.

Análisis y aportación personal

El duelo es un proceso normal de adaptación a las pérdidas, que atañe a la persona, pero puede derivar en un
factor de riesgo de enfermar, elevando la morbilidad y la mortalidad de los dolientes. Constituye un problema
semioculto en la salud pública contemporánea que es preciso develar. Requiere un monitoreo cuidadoso y un
manejo general para evitar complicaciones.

Constituye una etapa de riesgo para la aparición de algunas enfermedades (depresión, susceptibilidad
inmunológica) o para que el mismo se convierta en una enfermedad o "duelo patológico" diferente al síndrome
depresivo. La familia es el marco natural donde cursa este proceso, por lo que su evaluación y participación en la
intervención cobra una especial significación. El médico especialista en Medicina Familiar y su equipo de salud son
los indicados para brindar atención a este problema de salud muchas veces oculto.

El impacto del duelo es un importante factor de riesgo para la salud, por lo que es necesario su seguimiento,
especialmente en el nivel primario de atención, que permita garantizar su curso normal y evitar complicaciones.

 Bibliografía:
 Vargas Solano, Rosa Elena. (2003). Duelo y pérdida. Medicina Legal de Costa Rica , 20 (2), 47-52. Obtenido el 11 de
octubre de 2021 de http://www.scielo.sa.cr/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1409-
00152003000200005&lng=en&tlng=es.
 Meza Dávalos, Erika G; García, Silvia; Torres Gómez, A; Castillo, L; Sauri Suárez, S; Martínez Silva, B El proceso del
duelo. Un mecanismo humano para el manejo de las pérdidas emocionales Revista de Especialidades Médico-
Quirúrgicas, vol. 13, núm. 1, enero-marzo, 2008, pp. 28-31 Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los
Trabajadores del Estado Mexico, México

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