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COMUNICAR
CON ALTO
IMPACTO:
JOSEPE
GARCIA
USUARIO
WWW.INSTITUTOIMPACT.COM.
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Autor:
JOSEPE GARCIA
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Instagram: @josepe.garcia
Facebook y Linkedin: Josepe García Miguel
Es uno de los pioneros del coaching en España desde 2003, y referencia nº 1 a nivel mundial en
castellano para coaches, formadores y terapeutas que quieren emprender con éxito.
Con mas de 3000 sesiones de coaching a sus espaldas y emprendedor desde los 23 años ha
aplicado toda su experiencia para tener una gran calidad de vida (incluidos 2 meses de
vacaciones en verano) y un crecimiento de su empresa de un 400% en los últimos años. Eso no
le quita tiempo para que haya ido 20 veces al camino de Santiago…
El pasó años dando “palos de ciego” trabajando sin foco y claridad, con mucho esfuerzo y
sacrificio, hasta que descubrió cual era su misión y lo que significaba el trabajo inteligente y con
sentido, incorporando el alma y el sentido de misión y contribución a nuestros negocios. Hoy
Tiene centenares de casos de éxito en emprendimiento, y varios de sus alumnos son algunos de
los mejores comunicadores del país
1
Indice:
7. PLAN DE ACCION 20
8. CONCLUYENDO… 22
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INTRODUCCION. Y ESTO… ¿PARA QUÉ?
Y entonces tomé conciencia que yo también quería jugar en esas grandes ligas de la
excelencia, pero eso significaba precios a pagar:
- Una cura de humildad
- Tomar conciencia que sabía muy muy poco
- Que iba a tener que desaprender muchas cosas
- Y que tenía un potencial ilimitado por explotar como comunicador.
Así que a mi vuelta decidí crear junto a mi amigo y compañero Miguel Angel Romero un
modelo que sumara a nuestra experiencia previa como comunicadores y formadores la
vivencia adquirida con esos megacracks que tuve la oportunidad de disfrutar en muchos
países . Y así nació el modelo CAI (Comunicación de alto impacto)
¿Y qué es el modelo CAI?
Ni más ni menos que fijar como objetivo no la comunicación ni la formación, sino la
transformación. O lo que es lo mismo: que nuestros mensajes y enseñanzas faciliten
cambios perdurables y duraderos en la vida de las personas, instituciones, empresas,
etc.
¿Has oído hablar de un “antes y un después”?
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Pues a eso me refiero. Que después de pasar por tus manos, exista realmente ese “ antes
y después” que ha venido para quedarse en la vida de tus oyentes y/o alumnos de
cursos, clases, conferencias, charlas, presentaciones, ventas, etc.
Y para que eso suceda, desde nuestra metodología hay ciertas leyes que observar, que
son las leyes de la comunicación de alto impacto:
Reglas de actuación que desde nuestro punto de vista son necesarias para llegar al
resultado que esperamos, y que conforman el sistema CAI
Hay unas cuantas, pero aquí te voy a subrayar 5 de las que consideramos y practicamos
como más importantes en el Instituto Impact.
Podrás ver que posiblemente alguna rompa moldes, o no te la habías planteado antes,
o bien la conoces ya y la aplicas ( o no).
Lo importante de estas leyes no es cada una usada individualmente, sino cuando
funcionan en combinación.
¿Y cual es el resultado de esa combinación?
Pues sencillamente, ni más ni menos que LA TRANSFORMACIÓN DE LAS PERSONAS.
El aprendizaje activo es crucial para conseguir estos resultados (ya Edgar Dale nos legó
su modelo hace muchísimos años, y ha dado bastante igual en general). Aquí te lo
comparto:
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LEY Nº 1. IMPORTA MÁS EL CONTEXTO QUE EL CONTENIDO (las personas
no cambian por la información que les das, sino por el cómo se las das)
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Cuando nos movemos activamos el sistema simpático, que es un acelerador de energía,
y nuestra atención funciona mucho mejor con el sistema simpático activado (lo contrario
es llevar a las personas a que activen el sistema parasimpático, o sea, la bajada de
energía e incluso el sueño)
Pero…¿Cómo se está
haciendo hoy en las
clases, salas, oficinas o
auditorios?
Y en cuanto a nosotros,
¿Qué estamos haciendo
como profesionales de la
comunicación y de la
educación para activar la
energía de los que nos
escuchan?
Por otro lado, y sobre
todo dirigiéndonos a adultos también tenemos otro hándicap: la mayoría de los que
hemos pasado la adolescencia (algunos hace mucho, como yo 😊) entramos a una
formación, conferencia o charla con una supuesta intención de aprender.
¿Pero es esto real? Lo que suele ser real es que estamos allí para comprobar si nos
convence o no lo que nos digan, si tiene o no razón el que habla, si estoy de acuerdo o
no, si discrepo….
En definitiva: Entramos para juzgar desde el ego. Y eso, convendrás conmigo, no es la
actitud más adecuada para un aprendizaje.
“¡Es que hay filtrar lo que nos dicen!” “¡No me voy a tragar todo!”. Muy bien, fíltralo al
final, y no estés pendiente de esa vocecilla incesante dentro de tu cabeza que todo lo
tiene que juzgar. Por eso los niños son esponjas y los adultos no.
Y si queremos que la gente al menos esté abierta a escuchar nuestros mensajes, ¿no
estaría bien desactivar al adulto que todos llevamos dentro para que aflore el niño que
también atesoramos y coja las riendas de nuestro aprendizaje en ese momento?
Así que uno de los papeles cruciales de nosotros como formadores es facilitar que ese
adulto pierda el miedo a tener que cuestionarse cosas (porque aprender significa
siempre eso: salir del área de costumbre) y facilitar que ese adulto se quede fuera y ya
le recojerás a la salida.
Otros factores que ayudan a generar una atmósfera de aprendizaje:
- Crear intriga y curiosidad
- Incorporar experiencias
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- Trabajar desde el aprendizaje activo cuyo máximo ejemplo es la pirámide del
aprendizaje de Edgar Dale que ya te he compartido arriba (que se conoce desde
hace más de 70 años y en la mayoría de los casos ha dado igual)
- Meter el humor
- Generar lazos entre los asistentes
- Meter juegos, dinámicas
- Uso masivo de historias y metáforas
- Uso masivo del feedback y del “qué he aprendido” compartiendo con otros
- Aquí ve voy a explayar un poco, si te gusta la ciencia: la necesidad de Repaso para
evitar los efectos de la curva del olvido de Ebbinghaus (esta curva viene de nada
más y nada menos que del año….¡1885! o sea, que se conoce desde hace más de
130 años. ¿Y se aplica? Pues va a ser que no…)
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creencias, supone tiempo, energía…. Y la mayoría no lo hará (¡aún conociéndolo!).
Pero toca recordar esta frase que dicen los anglosajones: “teachers are leaders”
Y así lo siento. Tenemos una responsabilidad enorme porque tenemos la capacidad de
influir, de moldear mentes, y eso genera resultados en el mundo.
Para nosotros un comunicador, formador o profesor profesional es el que hace lo que
hay que hacer, no lo que ha estado haciendo siempre. Y de esos hay pocos, por ahora.
Espero que tus seas uno o una de ellos.
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LEY Nº 2: NADIE SE QUEDA FUERA (así que todos participan)
Y cuando decimos todos, es todos.
Si vienen 100 personas, para un formador o comunicador de alto impacto no es
aceptable que el mensaje les llegue a 95. El objetivo es que llegue a los 100.
Te digo algo.
Lo fácil es hacer llegar nuestro mensaje a quien está receptivo a él, o a quien siente que
lo necesita, o a quien le gusta aprender, a quien tiene un trabajo interior hecho para no
poner la responsabilidad de su aprendizaje en ti, a quien es entusiasta, a a quien es
proactivo, a quien es alegre, a quien se lo toma en serio…
Eso es lo fácil.
Y también es fácil cuando la mayoría es nuestro público habitual, o pertenece a la franja
de edad con la que me siento más identificado, o tienes creencias similares a las mías, o
por ejemplo es emprendedor y no empleado por cuenta ajena (en mi caso estoy más
cómodo con los primeros que con los segundos porque yo soy emprendedor), o hablan
bien mi lengua….
Pero en tus clases, salas y auditorios es posible que haya un público bastante
homogéneo, pero no totalmente homogéneo.
Y aquí es donde entra a profesionalidad y sobre todo, la excelencia.
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Igual que en fórmula 1, donde invierten millones para mejorar unas milésimas, aquí
tenemos que hacer lo necesario para llegar a todos, aunque eso suponga que tengo que
tener en cuenta a 3 sobre 1000 que son distintos al resto.
¿Por qué? Porque también tienen derecho a llevarse lo mejor, y yo no soy quien para
juzgar; porque posiblemente han pagado por estar ahí, o porque están usando su
tiempo para estar ahí, o han puesto su energía para estar ahí.
¿Qué implicaciones tiene esto?
Que al igual que cuando andamos por el monte con un grupo de amigos hay que
amoldarse al ritmo del más lento, aquí vamos a hacer algo similar.
¿Significa que bajaremos el nivel de lo que queremos contar? No. Significa que
amoldaremos lo que vamos a contar a todos los que estén para que todos puedan
entenderlo y aplicarlo.
Como casi siempre, lo que nos aleja de esto como comunicadores es nuestra propia
comodidad. Y para mi un profesional cómodo es un profesional que no lo es. Más bien
tiene relación con la mediocridad, que es bastante mayoritaria, por cierto…
Asumir que no me dejo a nadie fuera supone por ejemplo:
- Que cuando estoy en un auditorio grande, me bajo del auditorio y me muevo
entre las mesas o filas de butacas, pero sobre todo las del final, para que sepan
que ellos también cuentan (esto lo hago siempre esté donde esté)
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- Que tengo que amoldar mi manera de hablar y mi lenguaje a la mi audiencia (a
toda: si hay niños o jóvenes sé que muchos de mis chascarrillos o palabras a lo
peor no las entienden, así que tendré que también meter otras donde si
comprendan lo que digo, o sencillamente comentar que ya sé que son muy
jóvenes para pillarlo. Lo importante es que sientan que también cuentan)
- A la hora de impartir, en nuestro público habrá personas que tienden más a las
competencias emocionales y otras que tienen más al hemisferio izquierdo. Pues
habrá que enseñar con temas, historias y actividades emocionales pero también
con datos, argumentos y referencias lógicas y racionales (seas tú más emocional
o más intelectivo)
- Etc, etc
Algo que funciona magníficamente es hacer guiños de complicidad a las minorías….
Por ejemplo: “Aquí estamos rodeados de emprendedores. ¿Cuántos emprendedores
hay en la sala? Que levanten la mano. ¿Y cuantos no?” (y cuando esa minoría levanta la
mano puedes decir: que bien que haya al menos 5 personas normales entre nosotros).
Fíjate que no me he quedado en preguntar solo cuantos emprendedores hay en la sala.
También he preguntado cuantos no. Aquí está la clave.
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LEY Nº 3: LA ENERGÍA BAJO PRESIÓN SE TRANSFORMA (empujamos a las
personas fuera de su área de costumbre)
Si prometemos transformación, debemos estar dispuestos a hacer lo que hay que hacer
y no lo que es cómodo y grato para nuestros alumnos u oyentes.
Como hemos convenido antes, todos los aprendizajes están siempre fuera del área de
costumbre. O lo que es lo mismo: suelen ser incómodos muchas veces. Y cuanto más
potentes, más incómodos, por la sencilla razón de que debes dejar atrás creencias,
patrones, hábitos… Y nuestro ego y nuestro cerebro reptiliano se van a resistir como
gato panza arriba, al grito de : “¡Pero si así no estamos tan mal!!”
Ya sabes, nuestro reptil no busca nuestra plenitud sino la supervivencia, al igual que
nuestra mente (esa vocecilla implacable que nos habla las 24 h del día)
Así que como profesionales debemos estar dispuestos a pagar el precio de generar
situaciones de incomodidad, porque estas y no otras son las que realmente facilitan la
evolución y la transformación.
¿Qué significa que la energía bajo presión se transforma?
Que no temas crear cursos, conferencias y clases donde incorpores experiencias que
sometan a presión a los asistentes, que estén diseñadas para llevarles a situaciones
bastante límite para ellos, porque cuando las trasciendan habrá auténtica
transformación (la que surge de haber vivido algo y por ende la impronta emocional
generada. Sin emoción no hay cambio real, recuerda).
Por supuesto debes diseñar con
esmero lo que vas a hacer, pero ante
la duda…¡hazlo!
Porque tu vas a ser el primero que
tengas que atreverte. ¿O acaso no les
pides a los alumnos lo mismo: que se
lancen a salir de lo conocido y que
cambien? Así que un poquito de
congruencia no viene mal, ja ja
¿Qué diferencia hay entre este tipo de
presión transformadora que nosotros
podemos ejercer en un curso y la
presión que vive por ejemplo un
directivo con un estrés máximo en una
multinacional?
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Que aquí la prueba a la que se somete al alumno tiene un “desde donde” con sentido,
ya que se hace desde la acogida, el cariño y el amor.
Y eso lo cambia todo.
Así que recuerda, no estás ahí para ser amigo de tu audiencia, sino para cumplir tu
promesa formativa y hacer lo correcto.
Esto muchas veces supondrá la incomodidad para ti y para ellos, pero por eso eres un
profesional con conciencia y con integridad ( que supone valentía; no todo el mundo ni
mucho menos se va a atrever a hacer esto. Se quedarán en las medias tintas. Por eso
pocos llegan a ser extraordinarios comunicando).
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LEY Nº4: LO MÁS IMPORTANTE ES EL “QUERER HACER” (solo si las
personas quieren aplicar lo aprendido todo esto tiene sentido)
No sé si te habrá pasado esto alguna vez: Escuchas una conferencia de un estupendo
ponente, te queda claro el mensaje, lo haces tuyo, y un mes más tarde casi ni lo
recuerdas (por no decir que pasado el entusiasmo inicial ni lo aplicas, claro)
¿Estamos de acuerdo que el “aprender haciendo” es efectivo? La neurociencia ha
demostrado que la emoción genera un cambio, (ya lo hemos comentado e otras leyes)
y eso pasa prioritariamente por vivir una experiencia, o lo que es lo mismo: hacer.
Así que como bien sabes, El aprendizaje activo es el que genera cambios reales en las
personas, y eso supone:
- Que deben interactuar entre ellas
- Compartir criterios
- Realizar cosas
- Participar
Hoy tenemos brillantes oradores, formadores, profesores, ante los cuales nos quitamos
el sombrero (muchísimas charlas ted o clases magistrales, por ejemplo). Pero… ¿Qué
IMPACTO real generan en la vida de las personas o empresas y hoy más que nunca,
donde vamos a necesitar cambiar sí o sí?
Muy poco porque esos “discursos” son unidireccionales y el público es pasivo.
Así que los auténticos profesionales de la comunicación incorporan SIEMPRE dos
factores:
- Que las personas interactúen y hagan
- Y que tengan una llamada a la acción y se comprometan con ello
Si no…. ¿qué y como van a aplicar lo aprendido? Sabemos de la naturaleza humana…
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¿Cual es la excusa más habitual de un comunicador para no hacer esto?
- “voy a disponer de muy poco tiempo” o “ el tema no lo permite” (y hay más, te
hablo de las más oidas)
En definitiva: Excusas para seguir haciendo lo de siempre.
Pero aquí es donde se demuestra la valía real, la orientación a la excelencia y sobre todo
el tener claro que los que nos dedicamos a esto tenemos una obligación: que lo que
transmitimos sirva realmente en la vida cotidiana.
Y para eso hay que incorporar además algo completamente olvidado, y que es lo más
importante de todo (la mayoría de las veces nos centramos exclusivamente en el
“saber”, menos veces en el “saber hacer” pero prácticamente nunca en lo que te cuento
ahora):
- “QUERER HACER” (que los receptores del mensaje tengan el deseo real de
aplicar lo aprendido)
Algo tan obvio y tan poco practicado…. (la mayoría de los “profesionales” se quedan
contentos tras “hablar de su libro”, con la érronea percepción de que ahora es
responsabilidad de su audiencia que lo apliquen… Que sí que lo es, pero es una
corresponsabilidad. A mi también me toca facilitar el camino)
¿Solución? En cada clase conferencia, discurso, presentación, que hagamos deberemos:
- Generar una EXPERIENCIA para el asistente
- hacer una llamada a la acción concreta
- Conseguir que la
gente quiera hacer
lo que les
pedimos que
hagan
Y todo esto se logra con
LA MAESTRÍA EN EL
DISEÑO. O sea, que se
construye antes de estar
con tu público. O lo que es
lo mismo: tiene que estar
sí o sí en tu script o guión.
¿Y cómo te lo vas a
montar para que apliquen lo que has propuesto?
Lo que nosotros hacemos siempre al final de nuestras intervenciones es como mínimo
plantearles un reto sencillo, aplicable en las siguientes 24 horas y que cueste muy poco
de hacer: Algo muy concreto que genere un resultado seguro.
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Y por supuesto, a lo largo de toda la exposición comentar de mil maneras, por activa y
por pasiva que si no se aplica lo aprendido estar ahí es completamente inútil (para esto
hay multitud de técnicas muy muy efectivas). Así que es muy importante el “seeding”
como dicen los anglosajones, o siembra.
En nuestros cursos avanzados por ejemplo hay seguimiento de meses para implementar
lo aprendido. Porque ya sabes como es la naturaleza humana… 😊
Y te digo algo. Hacerlo así tiene premio y garantiza muchas más posibilidades de
transformación
De hecho, hace no mucho tiempo creamos las charlas CEI (charlas experienciales de
Impacto) (que enseñamos en nuestro programa de Enamoratoria)
De hecho, consideramos deben ser el estándar para conferencias e intervenciones el en
siglo xxi y estamos trabajando en esta dirección: Que los conferenciantes, oradores y
speakers actuales sean CEI, porque es la filosofía de la Transformación.
¿Hasta donde llegar esto? Por ejemplo, aunque la intervención dure 10 minutos hay
que incorporar siempre una experiencia real y una llamada a la acción concreta, sí o sí.
¿Esta manera de proceder va a costar más que el modelo tradicional? ¡por supuesto!
Pero los auténticos profesionales comprometidos del siglo XXI lo harán. Por eso generan
alto impacto, que es nuestro objetivo final
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LEY Nº 5. (LA MAS IMPORTANTE). LA TRANSFORMACIÓN INTERIOR
SIEMPRE ANTECEDE QUE LA TRANSFORMACIÓN EXTERIOR (como
siempre, el autoconocimiento y la conciencia son la piedra angular de
todo)
Posiblemente esto ya lo tienes claro, pero insistiré. La auténtica transformación solo
procede del proceso de autoconocimiento, de mirar dentro.
Todo lo que vemos fuera es una proyección literal de lo que tenemos en nuestro interior,
y por eso si quiero cambiar algo fuera en esa proyección tendré que modificar el
software interno.
Como pretendemos transformación real, en todos nuestros cursos y programas lo
principal que perseguimos es ees trabajo con uno mismo, sin el cual los resultados no
perdurarán porque nadie resuelve un problema en el mismo nivel de conciencia en el
que fue creado.
Así que hay que diseñar nuestra comunicación para focalizarnos en esa mirada dentro
antes que nada.
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No nos gusta reconocer nuestros errores, y tendemos a taparlos y a justificarlos. De
hecho, el adulto que llevamos dentro necesita y se muere por tener razón. Pero esto y
el aprendizaje real son polos opuestos.
Y aquí es donde entra la maestría final: el ser capaz de conseguir que las personas
quieran realizar este proceso, aunque sea duro, o aunque de miedo (incluso en una
conferencia rápida).
Nosotros usamos el modelo
A.L.T. (A Lo Tontorrón). Que es
ni más ni menos que de una
manera relajada al principio,
con humor, cercanía, con
sencillez y con cosas familiares
para la audiencia les vas
metiendo en un “jardín”
importante sin que las
personas se den
prácticamente cuenta. Es un
proceso fluido y con sentido
que acaba generalmente en
momentos importantes de toma de conciencia para las personas sin que hayan tenido
que ponerse a la defensiva.
Para poder hacer esto, el comunicador o comunicadora de alto impacto tiene que
cumplir una regla inexorable:
Ser un “role model” o ejemplo de lo que se expone. O lo que es lo mismo, poder
responder perfectamente a la pregunta “¿y tú que tal?”
Y esto parte de estar viviendo un proceso de consciencia y aprendizaje contínuo, donde
se tenga claro que:
- Los importantes son ellos
- Nuestro “desde donde” debe ser la contribución y el bien común
- Y lo que estemos compartiendo tenga sentido con respecto a nuestro propósito
vital
Como dice el gran José Ballesteros, la técnica DECI puede servir perfectamente de
prueba del algodón para saber si estoy preparado para contar lo que pretendo contar
(Hay que responder a esto antes de cada intervención):
- ¿Tengo yo DERECHO a hablar de este tema?
- ¿Siento yo una viva EMOCIÓN por hablar del tema que voy a hablar?
- ¿Quiero yo COMPARTIR lo que tengo en mente con los demás?
- ¿Tengo yo la IDEA clara y concreta de lo que quiero transmitir y lo que quiero
conseguir con ello?
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En definitiva la mirada dentro hacia quien soy marca la diferencia.
Y partiendo de esta premisa, sea cual sea la temática, la persona que viva contigo la
experiencia de tu comunicación se llevará un bagaje mucho más importante que el tema
en sí: Experimentará evolución vital y cambios de conciencia para seguir avanzando en
pos de su mejor versión, de ese Ferrari que todos llevamos dentro.
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PLAN DE ACCIóN
Ya conoces bien que saber algo no vale de nada. Lo que hay que hacer es aplicarlo. De
hecho, tener un conocimiento y no hacer nada con ello es un auténtico drama. Por eso
y como no podía ser de otra manera, te vamos a pedir tu compromiso para actuar y que
esto que acabas de leer se transforme en resultados en tu vida.
Escribelas aquí. En tu comunicación de alto impacto, qué acción concreta vas a realizar
con respecto a…
Acción concreta y superfácil. Descríbela en detalle (que vas a hacer en concreto, cuanto
tiempo vas a usar, que objetivo persigues):
Acción concreta y superfácil. Descríbela en detalle (que vas a hacer en concreto, cuanto
tiempo vas a usar, que objetivo persigues):
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LEY Nº 3: LA ENERGÍA BAJO PRESIÓN SE TRANSFORMA
Acción concreta y superfácil. Descríbela en detalle (que vas a hacer en concreto, cuanto
tiempo vas a usar, que objetivo persigues):
Acción concreta y superfácil. Descríbela en detalle (que vas a hacer en concreto, cuanto
tiempo vas a usar, que objetivo persigues):
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CONCLUYENDO…
Bueno, pues Hasta aquí estas 5 leyes. Hay más, pero me parece que con estas vamos
tirando, ¿no crees 😊?
Espero no haberte aburrido mucho, y sobre todo, que lo que te he compartido te sea de
utilidad en tu manera de transmitir y en tu camino en este mundo.
Como has visto, la comunicación de alto impacto (CAI) es algo más que una metodología.
Es una manera de vivir , es una manera de mirar y está completamente vinculada a dos
palabras que lo cambian todo.
Estas dos palabras para nosotros tienen sentido hoy y harán que nuestro presente y
nuestro futuro sea el que deseamos y nos merecemos, donde desde la conciencia la
consciencia utilizando la mirada a uno mismo antes que nada, practiquemos más y más
cada vez la CONTRIBUCIÓN a otros
EL AMOR
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