Está en la página 1de 16

Saber escuchar

Todos hemos asistido a reuniones que terminan en “caos” pues los asistentes
queremos exponer “nuestro discurso” sin esperar a que termine el otro. O lo que
ocurre en tertulias de radio y televisión. O la frustración de esas personas que vienen
a exponernos un asunto importante para ellos y se quedan con la sensación que no
les hemos hecho caso.
Para la publicación en el blog decido investigar algo sobre este asunto y me ha
sorprendido la poca importancia que ha tenido hasta hace poco tiempo el hecho de
fomentar el “saber escuchar” frente al hecho de “saber hablar”.
Hasta ahora, para mí y creo que para la mayoría de nosotros, cuando nos hablaban
de “aprender a comunicar”, nuestra mente se dirigía automáticamente a “aprender a
hablar en público”. Pero creo que el hecho de comunicar va más allá. Reflexionas y te
das cuenta que “escuchar” es parte fundamental de toda relación humana y una
prueba de estima y de respeto hacia los otros. Saber escuchar es un proceso
fundamental para una comunicación eficaz.

Oír y escuchar
¿Nos hemos detenido alguna vez en la diferencia entre “oír y escuchar”?.
Oír y escuchar son dos actitudes distintas. Se oyen muchas cosas, pero se escucha
poco. Cuando oímos no prestamos una atención profunda, sino que simplemente
captamos la sucesión de sonidos que se produce a nuestro alrededor. Mientras que
cuando escuchamos nuestra atención va dirigida hacia algún sonido o mensaje
específico, es decir, existe una intencionalidad, encontrándose todos nuestros
sentidos enfocados a lo que estamos recibiendo.
Aprender a escuchar, la base de toda comunicación
Un proverbio oriental dice: “Nadie pone más en evidencia su torpeza y mala crianza,
que el que empieza a hablar antes de que su interlocutor haya concluido”.
El hecho de escuchar no es una actitud natural del individuo, que más bien tiende a
centrarse en sí mismo o a interpretar lo poco que escucha a su manera. La verdadera
naturaleza del hombre es sobre todo verbalizar sus sentimientos, juzgar y dar
consejos.
Saber escuchar pocas veces es algo innato. Más bien al contrario. Como el lenguaje,
la escucha se aprende y se perfecciona con el tiempo.
El justo equilibrio entre saber escuchar y saber hablar produce el dialogo.
Ocurre a veces que cuando estamos hablando con otra persona tenemos tanto el otro
como nosotros dificultades para escuchar, pasando de “escuchar” a “oír” en muchas
ocasiones, mientras elaboramos qué vamos a decir cuando el otro acabe, en vez de
intentar prestar atención a lo que nos dicen, quedando el dialogo bloqueado. Si todos
queremos hablar a la vez y no se escuchan las razones de los otros, no habrá dialogo
como tal sino monólogos yuxtapuestos.
Solo una actitud de escucha atenta hace fecunda la palabra que podemos dar a
nuestro interlocutor. Es difícil poder decir al otro algo que resulte válido si no abrimos
de par en par nuestros oídos para escucharlo. Así la persona escuchada sentirá que
le están dando la importancia que merece, quedando agradecida y creándose a su
vez un clima de respeto, estima y confianza.
Otros hablan de empatía. Esto consiste en ponerse en el lugar del otro para
comprender mejor lo que siente. Esto sirve justamente para mostrar a la otra persona
que comprendes lo que dice y que puede confiar plenamente en ti.
La habilidad de “saber escuchar” es más difícil de encontrar y desarrollar que la de ser
“buen comunicador”, pero proporciona más autoridad e influencia que esta última,
dicen los especialistas. Si alguien es buen comunicador, pero no sabe escuchar, corre
el riesgo de expresar en forma elocuente cosas que no le interesan a su interlocutor.
Además, va a privarse de recibir informaciones y conocimientos que por otra vía no
recibiría.
El saber escuchar está entre las principales habilidades de las personas con altos
niveles de inteligencia emocional. Se considera una de las primeras aptitudes que
determinan el manejo de las relaciones, lo que posibilita comprender a los demás, en
lo que se incluye percibir sentimientos y perspectivas ajenas, e interesarse
activamente por sus preocupaciones.

En una investigación sobre cómo actúan los negociadores exitosos, entre los
comportamientos que asumen estos en una negociación se encuentra que “…
escuchan mucho más que los negociadores promedio…”.
“Hablar es una necesidad, escuchar es un arte” (Goethe).
¿Cómo podría resumir la experiencia de este Study Trip a San Francisco?
Muchos han sido los que se han interesado por mi última experiencia en San
Francisco, y es que no muchas personas tienen a su alcance la posibilidad de ir a
Silicon Valley,  visitar empresas tan punteras como Google, Ebay o Amazon, o incluso
pasear por la Universidad de Stanford, la misma que sirvió a Steve Jobs para contar
las tres historias de su vida.  Desde luego todas mis respuestas han ido encaminadas
en el mismo sentido: motivación y actitud.

San Francisco y sus valles componen el centro tecnológico y de innovación del


mundo, cuna y destino de visionarios, y fuente de inspiración y motivación para
muchos soñadores.
Cuando te sumerges en este ecosistema te das cuenta de su magnitud, empresas con
fuertes valores y una cultura consolidada, enfocadas en su activo más importante: su
capital humano. Y esto influye directamente sobre la motivación de su empleado, un
trabajador reconocido, fiel a su empresa, sintiéndose parte de la estrategia y del
cambio con una misión común.
También te das cuenta de la grandeza del lugar cuando tienes la oportunidad de
asistir a un pitch event, gimnasio para la venta de ideas, para la captación de capital,
punto de interés común de inversores y creadores. Y todo muy americano, los reyes
del teatro, educados para vender. Desde bien pequeños, con clases de oratoria en los
colegios o vendiendo juguetes usados en los jardines de sus casas.
Y cuando acudes a una ponencia, disfrutas de la experiencia internacional  y vivencias
de primera mano de un profesional de alto calibre, te viene el mismo sentimiento
encontrado que en las ocasiones anteriores, un sentimiento de lucha y esfuerzo, de
pasión y de creencia firme en lo que uno se plantea en medio de un mar de
incertidumbre, justo tal como estamos aprendiendo durante la creación de nuestra
start-up.
Y es que no importa el camino que quieras tomar, fuera o dentro de la compañía de
los accionistas, emprender o intra-emprender, lo que importa es que visualices tu
futuro, que tu motivación dibuje tu camino y con tu actitud consigas unir los puntos.
Me despido con este vídeo:
https://youtu.be/HHkJEz_HdTg
Un abrazo.

ENVIAR COMENTARIO /18 ABR 2017 POR ARODRIGUEZSANCHEZ


 EMBAMAD /

Silicon Valley: no es trabajo, es una nueva


forma de vivir.
Llegamos al ecuador de nuestro EMBA y nos recibe con uno de los viajes más
esperados del año, Study Trip con destino San Francisco y  Silicon Valley. Esa
especie de Meca del siglo XXI en el que todos los emprendedores tecnológicos
quieren triunfar.
Una vez allí, te das cuenta que Silicon Valley no es solo un lugar, es un concepto. Un
valle en el que se reúnen gran parte de las mayores compañías de tecnología del
mundo. Al que cada año acuden miles de emprendedores con el objetivo cumplir su
sueño, desarrollar más rápido su startup. ¿Por qué? Por los contactos, los
inversionistas, la forma distinta de hacer las cosas y el amor al riesgo  que se unen
en este lugar. La gente allí no trabaja, vive comprometida con un proyecto. Esto

se percibía  tanto en las empresas  que


visitamos como en los profesionales que conocimos donde irradiaban optimismo,
dinamismo, adaptación, flexibilidad, pero sobre todo, ganas de “comerse el mundo”, lo
que supone estar dedicado 24/7. Todo esto crea un ecosistema único que atrae el
mejor talento, lo que favorece el desarrollo y crecimiento.
¿Podríamos replicar Silicon Valley? No se si sería posible, pero lo que si se, es que
no sería lo mas acertado, cada ecosistema es diferente y está influenciado por
peculiaridades propias difíciles de cambiar, como la cultura. Sin embargo, tener la
oportunidad de conocer la forma de hacer las cosas en la cuna del emprendimiento y
la tecnología despierta ciertas inquietudes y ayuda a reflexionar sobre posibles praxis
a adoptar que  mejorarían nuestro ecosistema, como:
 Nunca dejar de estudiar o de desarrollar habilidades y estar al día
con todas las novedades de tu entorno. Allí te das cuenta que el
mundo cambia muy rápido y debemos estar preparados para
afrontarlo.
 Mejorar nuestro marketing. Algo en lo que los americanos son
maestros y a nosotros nos queda un largo camino por recorrer.
 Aceptar el fracaso como parte natural del aprendizaje. En Silicon
Valley el fracaso se ve como algo muy positivo, y muchas veces te
piden que hayas fracasado previamente antes de invertir en tu
empresa. Algo impensable en nuestra cultura, pero que poco a poco
debemos adaptar ya que de un fracaso siempre se aprende más que
de un gran éxito.
 El cliente como centro. Crear experiencias teniendo en cuenta al
cliente como meta final. Las ideas pueden ser geniales, pero si el
usuario no lo quiere da igual lo buena que sea.
 Estar receptivos a todo tipo de soluciones, tanto en su forma como
en su origen. Cualquier persona puede aportar soluciones
independientemente de su posición dentro de la empresa.
 Comunicación clara dentro del equipo de trabajo con metas
realistas. No perderse en reuniones de trabajo eternas que no
conducen a nada. Hay que ir al grano, y si en 10 minutos se puede
resolver el problema no alargarlo innecesariamente. Utilizar métricas
para seguir proyectos.
Todos estos consejos son para aplicar en nuestras empresas, pero hay un elemento
que todavía no he mencionado.  Si algo hemos aprendido en nuestra estancia en San
Francisco es que  las relaciones entre personas son el verdadero motor de la
innovación.
 

1 COMENTARIO /18 ABR 2017 POR PSUAREZMARTINEZ


 EMBAMAD /

Cambio de Rumbo
En un país en el que el sueño de una madre es que su hijo apruebe una oposición, o
que trabaje en un banco, o “en una de esas empresas grandes para toda la vida”, no
es que estemos a años luz de Silicon Valley, ¡Es que estamos a años luz y mirando
hacia otro lado!
Pero vuelves en el avión pensando que tal vez aún haya alguna esperanza, alguna
posibilidad de que, aunque sea a nuestro ritmo, vayamos tomando el rumbo del
mundo. Al fin y al cabo, también vivimos en un país muy creativo, que no sabemos
cómo, pero ha salido de todos los líos en los que se ha metido, que no han sido
pocos…
Así que decides encarar el futuro con esperanza, te vas a la cama, y al día siguiente
llegas a la oficina con ganas de hacer cosas, de contar lo que has visto, lo que has
oído, de explicar las ideas que tienes.
Y entonces llegas:
Y la gente está harta, su trabajo le aburre, todo sigue igual y todo seguirá igual, el
becario al que habían hecho contrato antes de irte de viaje ha dejado la empresa y se
ha marchado a Suecia a un trabajo en el que “cobrará un sueldo de verdad”, no hay
proyectos nuevos, y los que hay se siguen haciendo igual que siempre, hablas con tu
jefe (sin entrar del todo en el tema) y él te dice claramente que:
“lo que pasa es que hay gente tan inocente que se cree que los carteles esos de
motivación que ponen los de recursos humanos son verdad”
Y aun así, medio en serio medio en broma, aprovechando el momento del café,
hablas con tu otro jefe (¡será por jefes!), le cuentas parte de lo que has visto en San
Francisco, y le hablas de los coches autónomos, las baterías, las start-ups… y dejas
caer que “tal vez nosotros también deberíamos hacer algo, ¿digitalización?
¿intraemprendimiento? No sé, pero algo… “
Y ojito a la respuesta:
“¿innovar? Claro, ¡¡a Airbus le van a enseñar en Silicon Valley a hacer aviones!!”
Coges aire y le espetas un
“Eso mismo dijo General Motors y mira donde está ahora, y mira dónde está Tesla”
Bueno, en realidad no lo dices, solo lo piensas, te encojes de hombros, vuelves a tú
sitio y piensas:
“¡eso no te lo crees ni tú! Tú tampoco crees que ya lo estás haciendo todo bien, lo que
pasa es que no te atreves a hacer nada diferente a lo que llevas haciendo toda la
vida. ¡Estamos perdidos! ¡Esta crisis es mucho peor! ¡no es económica, es de
autoestima!”
Y creo que ese es el tema, no creemos en nosotros, ni como individuo, ni como
colectivo, por eso todo nos da miedo, y le echamos la culpa a otro: al estado, a la
crisis, a la falta de financiación, a que el lunes empiezo, a que no es un buen
momento… Y los cobardes no van a ningún sitio. Y no es que no haya financiación.
En realidad, no sabes si la hay ¡Ni siquiera la ha buscado!
 
Si tienes una idea, PONTE CON ELLA!!!
Si no te gusta el mundo en el que vives, CÁMBIALO!!!
 
DEJA DE QUEJARTE!!! 
ENFÁDATE!!! y usa esa energía para HACER ALGO ÚTIL
 No confíes en que otro lo hará, esas son solo promesas electorales que ya
nadie cumple… 
CREE EN TI y haz lo que sea necesario para SER FELIZ, porque PUEDES
HACERLO 
SOLO ASÍ HARÁS COSAS IMPORTANTES 
LO QUE TE HACE FELIZ A TI, HACE FELIZ A MUCHOS… (y eso se vende solo)
 
Esto es lo que aprendí en mi visita a Silicon Valley
 
PD: cualquier parecido con la realidad de mi oficina, es pura coincidencia 😉

Emprendedores
Reflexionando sobre las experiencias más atractivas vividas durante la semana que
estuvimos en San Francisco, y tratando de recordar alguna visita, reunión o evento
que me haya causado una mayor impresión, me detengo inevitablemente en la charla
que nos dio Pilar Manchón entorno a sus experiencias como emprendedora primero y
como habitante de este, a veces, inhóspito ecosistema de la Inteligencia Artificial que
puebla San Francisco y sus alrededores.
De todos los temas mencionados por Pilar me quedo en primer lugar con la
experiencia que compartió con nosotros relativa a las peripecias que vivió para montar
su empresa en Sevilla, incluyendo deslealtades de socios y destacando las
dificultades que tuvo que superar por el simple hecho de atreverse a emprender en
España en el campo de la Inteligencia Artificial.
Su narración fue el mejor ejemplo que pudimos oír para ilustrar lo que ya Alex
Casterllarnau nos había contado 2 días antes de forma muy resumida, al responder la
pregunta de nuestro compañero Albert en busca de consejos para crear nuestra
propia “start-up” con 3 principios de manual:
1. No te obstines
2. Trabaja duro
3. Busca tu modelo de negocio
Emprender es un verbo con muchos secretos para los españoles. Y sentir la
seguridad, el convencimiento y la paciencia con la que Pilar nos narraba su
experiencia me llamó poderosamente la atención, al tiempo que me animaba a soñar
con otras metas.
Sin entrar en detalles del clarificador viaje panorámico que nos dio por las distintas
tendencias y negocios que tienen su base en la inteligencia artificial, me llamó
poderosamente la atención como combinaba el rigor con aclaraciones para facilitarnos
comprender temas más técnicos con la sencillez de una persona cercana.
Pilar es, sin duda, una de las excepciones (escasas) a la teoría que Chantal Cox
enunciaba unas horas antes de la charla con Pilar (durante la visita que hicimos a
ebay), según la cual el principal defecto que tenemos los españoles (y que representa
una importante desventaja competitiva frente a los norteamericanos) es lo mal que
nos sabemos vender y el miedo que tenemos al fracaso.
Por encima de experiencias interesantísimas en algunas de las empresas
tecnológicas más atractivas del momento, yo personalmente me quedo con la firmeza
y determinación con la que Pilar sacó adelante su “start up” española que, con el paso
de los años, fue comprada por Intel. Con el ejemplo que ello supone para sus
compatriotas, cuyos mayores deseos laborales suelen estar más relacionados con
adquirir la posición de funcionario o aspirar a trabajar permanente en una misma
empresa (muchas veces sin motivación) para acaparar mayores beneficios sociales.
Justo una semana antes de escuchar las peripecias de Pilar durante su etapa de
emprendedora, estuve hablando con un viejo amigo canadiense que, salvando las
distancias, había seguido una carrera profesional inversa a la de Pilar. Su nombre es
Mike y trabajé con él 2 años en Canadá. Tras más de 35 años trabajando como
soldador y superintendente en construcciones industriales se había quedado sin
trabajo hace 6 meses.
Me pareció apasionante como me explicó que, con 55 años, había decidido montar
una pequeña empresa con su hermano. Después de una serie de estudios de
mercado llevados a cabo por ellos mismos habían identificado un problema no
resuelto en una zona bastante extensa de la costa este. En un país donde la
normativa federal obliga a instalar durante el periodo invernal unos neumáticos
especiales, existe un importante segmento de población que, por comodidad, prefiere
que sean otros los que efectúen dicho cambio de neumáticos (2 veces al año). Este
segmento había sido ya “atacado” por varias empresas que ofrecían este servicio en
distintos emplazamientos.
Lo que Mike y su hermano vieron es que, dentro de ese segmento, había un nicho de
personas, que buscan (y aparentemente están dispuestos a pagar) un plus de
comodidad, pues no deseaban moverse de casa para efectuar el cambio de
neumáticos en sus coches.
En definitiva, Mike y su hermano capitalizaron las mensualidades futuras de su seguro
de desempleo que la regulación canadiense les permitió para alquilar una caravana y
acondicionarla con las herramientas y útiles requeridos para realizar los cambios de
neumáticos a domicilio.
Esta es una de las fotos que me envió estando yo en San Francisco. Y teníais que
haberle oído hablar de estrategia operativa, clientes, propuesta de valor y otros
muchos conceptos que ya quisiéramos muchos tener asimilados de forma semejante
cuando acabemos nuestro MBA.

Aunque Mike es canadiense y los canadienses tienen (y tratan de crear


continuamente otras) muchas cosas en las que se diferencian de los
estadounidenses, comparten con ellos esta agilidad, decisión y falta de miedo a
equivocarse y tener que empezar que se requiere para emprender (incluso en
modestos negocios de cambios de neumáticos a domicilio en una zona de la provincia
de Nova Scotia).
Como veis, el caso de Mike no es el de un emprendedor en busca de “moon shots”,
sino el de un hombre (de los más honestos y trabajadores que he conocido) que,
buscando la forma de salir adelante, prefiere probar suerte emprendiendo en lugar de
disfrutar de su seguro de desempleo mientras llegan oportunidades. Detectó un
problema que, a su juicio, no resolvía el mercado y, con 55 años, alquiló una caravana
y ha montado su “start-up”. ¡Ojalá le vaya bien!
Paseando por San Francisco, vi a otros emprendedores (de los que suelen pasar
desapercibidos) ofreciendo propuestas de valor a base de ideas imaginativas y más o
menos innovadoras.

Este emprendedor, por ejemplo, “plantaba” su furgoneta los fines de semana junto al
“Pier 39” ofreciendo ocio a base de baloncesto.
Tanto mi amigo Mike como este señor del baloncesto llevan un gen emprendedor en
la sangre. Y como ellos gran parte de los norteamericanos; algunos de los cuales,
cargados con más talento, constancia y algo de suerte confluyen entorno a San
Francisco para lanzar otras “start-ups” más ambiciosas.
Esto es con lo que me quedo. Por encima de nombres de empresas con relevancia
internacional me apasionan las personas que creen en ellas, que se dejan la piel en
desarrollar sus ideas y que no tienen miedo a caerse por el camino. Me quedo en
definitiva con la cultura del esfuerzo y del emprendimiento, de la que tanto tenemos
que aprender en España.
Y aunque por encima de todo, como no, destaco el ejemplo de coherencia y sabiduría
que nos dio Pilar Manchón aquel jueves por la tarde; no puedo olvidarme de los
pequeños emprendedores, de los que muy pocos hablan en San Francisco.
Emprendedores como Mike y el señor de la caravana del baloncesto.
Probablemente la propuesta de valor de estos empresarios de las caravanas resulte
menos atractiva que la que ofrecen Lyft, Snapchat o Tesla, pero creo que con tesón
pueden llegar a ser también sostenibles en el tiempo.
Hablando de sostenibilidad, no me resisto a concluir este post sin compartir unos
datos que aparecen en el suplemento dominical “Innovadores”, del diario El Mundo en
su edición del 16 de Abril de 2017 y que, en referencia a la empresa Tesla, titula en
uno de sus párrafos: “El nuevo éxito empresarial es perder dinero durante 14 años”.
A raíz de la publicación en días pasados de que Tesla ha superado a General Motors
en capitalización bursátil, convirtiéndose en la empresa automovilística
norteamericana con mayor valor en bolsa (50.950 MM $ a fecha 10 de Abril de 2017),
este diario publicaba, por un lado, que mientras que General Motors vende más de 10
MM de coches al año, Tesla no pasa de 80,000 unidades y por otro que Tesla
experimentó unas pérdidas en 2016 de 770 MM $, mientras que General Motors
lograba, en el mismo ejercicio, ganar nada menos que 4.600 MM $.
Y es que, en 14 años de historia, Tesla no ha ganado un solo céntimo jamás.
En eso también son distintos los norteamericanos (al menos los de “Silicon Valley”)
pues si cualquier persona hubiera gestionado un negocio en España con números
rojos durante 14 años consecutivos, hablaríamos sin dudarlo de un fracaso
empresarial mayúsculo.
Con Elon Musk sucede lo contrario: a mayores pérdidas, más se le considera un
visionario y más dinero se le regala para que siga, un año más, sumando números
rojos a la cuenta de resultados de Tesla.

Un calcetín del revés sigue siendo un


calcetín
Pocas veces uno tiene la oportunidad de ver desde dentro algo que te demuestra que
hay otra forma de hacer las cosas. A menudo nos pasamos horas y horas tratando de
solucionar problemas de nuestro entorno, de nuestra área profesional… pero estamos
contaminados por nuestra propia experiencia, contaminados por nuestra cultura y un
entorno que si lo elevas a la máxima potencia acaba siendo en todos los casos muy
parecido.
San Francisco, y la gente que vive y trabaja allí, te demuestra que se le puede dar la
vuelta al calcetín y las cosas seguir funcionando, o de hecho, tener tanto éxito que no
saber qué hacer con él.

 Las empresas deben ganar dinero, pero


si te pasas 3 años perdiéndolo tranquilo, tu valoración no va por ahí sino por los
clientes que tengas, lo presente que estés en el mercado o la tracción que hayas
demostrado en los últimos meses. De otro mundo.
Las personas somos celosas de nuestro conocimiento y de nuestros pactos con
dirección, y necesitamos de despachos opacos para poder tratar temas peliagudos y
confidenciales. Pero si se publican libremente los salarios, el detalle de nuestro
variable y eliminamos los despachos no ocurre nada. Bueno, sí ocurre. Ocurre que las
reuniones son muchísimo más efectivas, la gente se mira a los ojos con imagen de
confianza y el concepto de jefe-controlador desaparece.
Los empleados deben sufrir trabajando, deben tener un horario estricto, unas oficinas
incómodas y un aparato que a la entrada de la empresa registre tus entradas y salidas
porque si no se lo toman todo a la ligera. Pero resulta que si se implantan áreas de
descanso, se trabaja sobre el confort en el puesto de trabajo y el equipo tiene libertad
para compaginar su vida personal con la profesional como mejor le convenga no
ocurre nada. Bueno, sí ocurre. Ocurre que la empresa crece como la espuma y la
gente se siente parte de una comunidad, y dispuesta a dejarse la piel en el proyecto.
No todo en la vida es blanco o negro, pero sin duda que invita a la reflexión pese que
se te tome por majara cuando lo planteas a la vuelta. Dichosos ellos.

ENVIAR COMENTARIO /18 ABR 2017 POR AVILAR


 EMBAMAD /

¿Cómo captar y retener talento en Silicon


Valley?
Tras haber disfrutado de una experiencia en San Francisco visitando empresas de
todo tipo y escuchando discursos sobre la experiencia personal de varios ponentes,
me quedo con la de Alex Castellarnau, actual VP User Experience Design en NIO y ex
Head of Design en Dropbox.
Fue una charla informal, en las oficinas de la empresa que organizó todo nuestro
viaje, sin PPT ni apoyo audiovisual. Tampoco visitamos su empresa, ni vimos
prototipo alguno del coche inteligente que están diseñando. Entonces… ¿por qué me
quedo con esta charla? Porque Alex es un crack y nos lo demostró con unas palabras
y algunos brillantes esquemas en la pizarra.
Además de proponernos una charla sobre los temas que quisiésemos, Alex comenzó
hablándonos sobre su trayectoria en IDEO. A mí lo que me llamó la atención fue lo
que vivió en Dropbox, cuya vida de los empleados gira entorno a la empresa.
En Silicon Valley las empresas sobreviven, necesitan y compiten con talento. El
talento no te lo puede dar el mejor hardware del mundo ni las mejores instalaciones,
sino las personas. Son las personas las que consiguen que las empresas del valle se
desarrollen y estén unas por encima de otras. Por esta razón, necesitan captar a los
mejores y, lo más difícil, retenerlos.
Alex aseguraba que en San Francisco los desarrolladores con talento ganan
muchísimo dinero porque las empresas se lo pueden permitir, sin embargo, no es
suficiente para conseguir atraerlos o retenerlos. Por esta razón, es muy común que
las empresas recurran a otro tipo de incentivos como: vacaciones indefinidas, salas de
juegos dentro de la empresa, coches y viviendas pagadas, dietas… Voy a centrarme
en las dietas, porque me llamó mucho la atención lo que nos reveló sobre el
restaurante de Dropbox.
Imagina que en tu oficina tienes un restaurante a tu disposición totalmente gratis y que
cada día te sirven platos diferentes. ¡Platos con ingredientes frescos y de calidad que
han sido diseñados por un chef que ningún día repite! ¡Gratis! Ahí no queda todo,
pues además tienes la posibilidad de invitar a tu pareja o tus amigos cuando quieras.
¡Gratis!
Este restaurante se llama The Tuck Shop, tiene su propia página de Facebook y se
dice que ganó una estrella Michelín.

A mí con lo del restaurante desde luego me captaban y retenían, no obstante, todo


tiene su lado bueno y su lado no tan bueno. Una de las conclusiones que nos confesó
Alex cuando dejó Dropbox por NIO, es que se dio cuenta que su vida había estado
girando los últimos años en torno a Dropbox y ni si quiera se había percatado.
Siempre que tenían escapadas de fin de semana lo hacían con la empresa; pasaba
incontables horas dentro del edificio, porque: ¿para qué salir si lo tenía todo?
Por otro lado, el tema de las vacaciones indefinidas, si lo pensamos bien, puede ser
un problema. Vale, me puedo coger las que quiera, pero: ¿cuántas me cojo?
¿Cuándo?… La verdad es que pensándolo bien en España esto no sería ningún
problema…
Yo, desde luego, me quedo con el restaurante y me olvidaría de los tuppers, bocatas
rápidos, reservas en restaurantes y demás. Me voy a mi Tuck Shop y a ver qué me
ponen para comer.
 
Juan Diego Vilcinskas Martín
@jdvilcinskas

ENVIAR COMENTARIO /18 ABR 2017 POR JVILCINSKAS


 EMBAMAD /

Atracar en El Palo Alto


Google, IBM, Stanford y resto de empresas e instituciones que nos han recibido. Ha
sido increíble.
Después de visitar estas empresas e instituciones como iconos de la innovación a
nivel mundial definitivamente me quedo con las personas que hacen posible todo lo
tangible. Por la calidad personal y profesional de todas y cada una de ellas.
Me quedo con las personas que nos han aportado conocimiento como Margarita,
Jordi, Carol, Chantal, Uri, Chris y tengo que destacar a Alex Castellarnau, Juan
Barbed, Quim Sabria, Marco Hernansanz y Pilar Manchón por el impacto que me han
causado.
Aunque todas y cada una de estas personas merecen nuestro reconocimiento por su
trayectoria, necesito destacar de manera especial a Pilar Manchón. La que estaría
escuchando el tiempo que ella quisiese.
Finalmente, dar las gracias a Yurena, Marina y como no, gracias a Paloma y Eduardo
por compartir con nosotros esta experiencia y ser artífices de la misma.
SFO es sorprendente, al igual que el resto de los EEUU que he tenido la oportunidad
de conocer de la mano de mis compañeros de master; Elisa, Iria y Raúl. Ha sido un
verdadero placer y esta aventura nos quedara para el resto de nuestras vidas.
Me he quedado alucinado y no veo el momento de regresar.

Palo Alto me causo curiosidad desde el primer momento y aunque lo escuche antes
del viaje ha sido ahora cuando investigue su origen. Su nombre proviene de una
secuoya gigante que los marinos españoles (era de esperar) usaban como punto de
referencia para saber dónde hacer escala una vez regresaban del duro viaje a
Filipinas. Este viaje se realizaba una o dos veces al año, y las tripulaciones eran
generalmente distintas a las del año anterior, por lo que fue preciso utilizar referencias
geográficas; «atracar en El Palo Alto»
Este lugar del planeta sigue siendo el destino de aquellos visionarios que antes y
ahora buscan donde “atracar” para cambiar el orden establecido de las cosas.

ENVIAR COMENTARIO /18 ABR 2017 POR MPEREIRABAELO


 EMBAMAD /

Silicon Valley, «donde lo raro es normal»


Un jueves, 18:30, unas semanas antes del viaje a San Francisco…
Clase preparatoria del viaje…
… hablamos de los objetivos generales del study trip, por qué Silicon Valley es único,
la importancia del elevator pitch, la agenda … y nos vamos con unas tareas de
investigación sobre los retos a que se enfrentan hoy en día los startups…
 
… y yo sigo con la duda y curiosidad: Qué será que hace a Silicon Valley tan diferente
– la cuna del emprendimiento, de los start-ups y de la innovación?
 
… o como algunas personas que conocimos allí la denominaron como “ciudad de
extremos”, “mix of people and ideas” o “venganza de los geeks” ?

Después de una semana visitando el ecosistema emprendedor más innovador del


mundo creo que estas son algunas de las cosas que realmente hacen la diferencia:
 
 CREER: Creer en ti mismo, en lo que haces, en la empresa, en tu
equipo!
 PASIÓN: Conocimos a muchas personas con perfiles diferentes, y
creo que una de las cosas que era común en todos era la pasión que
transmitían a la hora de contarnos sus experiencias.
Entre muchos, Juan Barbed, que hace todo lo posible para crear oportunidades en
todo el mundo siguiendo el claim de Kiva – “Dreams are universal, opportunity is not.”
 VALORES: ¿Quienes somos? ¿Qué valores representamos?… es
importante hasta el punto que en algunas empresas llegan a tener un
Chief Culture Office – un equipo dedicado a definir y mantener los
valores de la empresa.
Ejemplo de valores y principios de Weebly, que siguen en el día a día del trabajo
1. radical respect + honesty = trust
2. simplicity in everything
3. own the outcome
4. woot (working out of title)
 NETWORKING: conocer a gente de diferentes culturas y
“backgrounds”, sus ideas y compartir los tuyos es un elemento
imprescindible – me encantó ver un evento de pitch, que es un
ejemplo perfecto del “arte” del elevator pitch (cómo explicar y defender
tu idea de negocio delante de inversores en un tiempo muy limitado) y
del networking.
 
También hay que mencionar que en Silicon Valley las personas tienen mejor acceso a
financiación y a oportunidades de ser acompañados a la hora de desarrollar sus
negocios en las mejores incubadoras.
Varias personas afirmaron que es una experiencia excelente en un ecosistema muy
intenso, pero como todo tiene su “lado oscuro”. El hecho de que haya tanta
competencia convierte a las personas en competidores y es difícil hacer relaciones
más allá del networking. Todo eso al final enfoca la vida de las personas en un
camino: el trabajo. El gran éxito es resultado de mucho trabajo y dedicación.
Sin duda esta semana en San Francisco ha sido una experiencia muy diferente,
interesante y enriquecedora tanto profesionalmente como personalmente por lo tanto
gracias a todos por compartir.

ENVIAR COMENTARIO /18 ABR 2017 POR DVERBOVSZKI


 EMBAMAD /

Highway Unicorn
El viaje a #SF nos sirvió para conocer sobre el terreno a algunas de las mayores
empresas tecnológicas del mundo, así como start-ups que se están haciendo un
hueco en el complejo ecosistema de Silicon Valley y a grandes profesionales que nos
contaron su experiencia en la bahía y nos dieron buenos consejos de cara al
futuro. Me gustaría destacar especialmente a Alex, Quim, Uri, Chantal y Pilar.
Por un lado, nos hablaron de todo lo que viene a corto y medio plazo: inteligencia
artificial, internet de las cosas, big data, coche autónomo, realidad virtual y
aumentada, impresión 3D… y de cómo va a cambiar nuestra forma de vivir y de
relacionarnos.
Por otro lado, y como no podría ser de otra manera estando en la capital del
emprendimiento, nos explicaron todo lo relacionado con las start-up.
Me quiero centrar en este post en las #start-up, no porque lo otro no sea interesante,
que lo es, sino porque me parece muy importante entender cuál es el camino que
siguieron algunas de las empresas que hoy lideran todos esos cambios que van a
provocar una auténtica revolución industrial.
 
#Valores, fue una de las palabras que más nos repitieron. Es fundamental que una
start-up se construya sobre unos principios y por tanto es necesario dedicar tiempo a
definirlos. Cuando se arranca existe mucha incertidumbre y en esa situación, es más
importante tener más principios que procesos, al contrario de lo que suele suceder en
las empresas grandes, que tienen más procesos que principios.
A partir de los valores se construye la #cultura. Algunas hacen equipos exclusivos
para diseñar cultura. Cobra especial relevancia el CCO (Chief Cultural Officer). Con la
cultura se busca que los empleados se sientan parte importante de la start-up. Los
trabajadores dejan de ser compañeros y pasan a ser amigos. Se crea un
microcosmos. Por tanto, si falla la start-up falla su mundo.
Una de las grandes batallas entre las start-ups es contratar y mantener el #talento. A
ciertos niveles, no sólo con un salario alto se les puede retener, a veces ni con
beneficios sociales como un buen seguro médico u otros más inauditos como
vacaciones infinitas es suficiente. Por eso es tan importante desarrollar una cultura
fuerte, sobretodo aquellas que no tienen una figura de culto tan inspiradora como
puede ser Mark Zuckerberg, Elon Musk o Steve Jobs.
En definitiva, crear una start-up y conseguir un crecimiento exponencial no sólo es
tener una buena idea, hay que un largo camino a partir de ella para llegar a ser
un #unicornio.

También podría gustarte