En este ensayo hablaremos de la importancia que tiene o que no tiene la formación de
profesionales de calidad, además de profesionistas que realicen trabajos de calidad. Tomando en cuenta que en las empresas, siendo dueño o cliente este tema es algo muy importante, ya que para las partes interesadas tienen el compromiso y la responsabilidad de entregar un producto con calidad. Para esto se necesita a alguien especializado para que vigile que toda la operación que conlleva el producto desde el inicio hasta el final se cumpla eficazmente. También tomando en cuenta que al incorporarse nuevo personal a la empresa, estas personas pueden no llevar la experiencia necesaria para realizar el trabajo o la actividad a la cual van destinadas, al igual personal ya con experiencia en la empresa, por algún descuido o por alguna otra razón puede que se le pase algún defecto en el producto. Esto afecta a la operación en conjunto, ya que si la persona que esta en la producción del producto no tiene el cuidado suficiente, se le puede pasar algún defecto que genera una mala calidad y si no hay un especialista que detecte el defecto en la calidad del producto a tiempo, este puede generar costos de producción, ya que si es detectado en un proceso medio o terminado aún así de ahí se tiene que regresar al área de retrabajo en lo mejor de los casos, en otro caso se va a scrap ese producto con mala calidad y en los peores de los casos este producto puede llegar a manos del cliente generando una “queja de cliente”. IMPORTANCIA O NO DE LA FORMACIÓN DE PROFESIONISTAS DE CALIDAD, A DEMÁS DE PROFESIONISTAS DE CALIDAD.
Debemos de empezar desde luego por mencionar la función básica de calidad. Un
responsable de calidad es para la empresa la persona en la que se confía el objetivo de asegurar la calidad de los procesos y los productos, su mejora continua y la competitividad en relación con ello. Se trata de una función absolutamente trasversal, que afecta a toda la organización. El concepto mismo de calidad es variable, desde su versión más simple que podría ser la ausencia de defectos y cumplimientos de requisitos, hasta las más evolucionadas, que incluyen la excelencia o la satisfacción. En cualquier caso el profesional que asume esta responsabilidad, es una primera aproximación, deberá ser capaz de establecer de establecer objetivos claros y medibles, medir los resultados obtenidos, tomar acciones de forma sistemática ante las desviaciones respecto a los objetivos, asegurando la solución de las causas raíz de los problemas, y promover la mejora continua. Ahondando algo más la función de calidad debe identificar cualquier cambio o novedad en los productos o procesos para planificar todo lo necesario para mantener la situación de control. Es necesario identificar los riesgos para asegurar que se hace lo necesario para contenerlos. Con frecuencia es útil en este sentido desarrollar planes de control, de verificación, o de validación Un concepto comúnmente aceptado como esencial es el de la estabilidad de los procesos. Los procesos deben definirse y verificarse para asegurar su bondad, y deben mantenerse estables en esa situación. Esto incluye la definición de las operaciones y también la capacidad de los equipos y de las personas. Y como es obvio, para lograr todo ello, el responsable de calidad debe contar con la participación de todos los empleados, puesto que es el trabajo de todos ellos el que contiene en sí mismo, como una cualidad, el concepto de calidad. El responsable de calidad debe aportar a la empresa metodologías que ayudan a lograr estos objetivos. Debe ser un apoyo para toda la organización. Debe impulsar los enfoques de trabajo, la formación y la motivación, relacionada con ello. El responsable de calidad influye en el éxito de la empresa Es una función atractiva en cuanto que está absolutamente relacionada con todas las operaciones, tiene una influencia esencial en el éxito de la empresa y es un factor de satisfacción para clientes y empleados, como se promueve en los modelos TQM (Total Quality Management). Las claves para que un sistema de gestión tenga calidad La clave del éxito de un sistema de gestión de calidad es su orientación a resultados. La aplicación de los requisitos debe ser congruente con la eficacia. En contrapartida uno de sus riesgos es la burocratización o el alejamiento de las prioridades reales de la empresa. Es en ocasiones la necesidad de la certificación, y por tanto de las auditorías externas asociadas, lo que lleva a esta burocratización, que trasforma en muchos casos al responsable de calidad en un administrativo. El responsable del sistema de gestión de la calidad deberá conocer las normas o referenciales de aplicación, tales como la ISO 9000, así como lo relacionado con las auditoría de estos sistemas. Algunas empresas, especialmente las de mayor tamaño, deben destinar equipos de varias personas entre las que se reparten aspectos de la función de calidad. Algunas personas se especializan en calidad de proveedores o de suministros. Aportan a la empresa la seguridad del cumplimiento de los criterios de calidad por parte de los proveedores, y en ocasiones la promoción de la calidad de estos. Es una función que supone un reto continuo en busca de la mejora y la excelencia. Algunas de las claves de éxito en su desarrollo son la agilidad en adaptar los controles al rendimiento, avanzar el control en la cadena de valor (hacia el proveedor) y asegurar la estabilidad en los suministros. La búsqueda de la colaboración de los suministradores es esencial para conseguir rendimientos excelentes. Las tensiones precio-prestaciones en la selección de proveedores deben manejarse con acierto. La falta de rigor en la solución de los problemas, que lleva a su repetición continuada es uno de los errores más frecuentes. El profesional de este campo debe disponer de competencia en auditorías de sistema y de procesos, control de recepción, gestión de reclamaciones, 8D, normativas, estándares, especificaciones y ensayos, entre otras. La gestión del responsable de calidad Siguiendo el orden de la cadena de valor, debemos mencionar la función del responsable de Calidad en los procesos de producción. Esta es la parte de la gestión global de calidad donde más importan la motivación, la inspiración, y el impulso a todos los empleados puesto que la calidad se consigue en la ejecución de los procesos, la hacen todos los empleados. El responsable de calidad debe ser una verdadera ayuda para el resto de la organización. Debe aportar metodologías y rigor en su aplicación. Los riesgos principales en su desempeño vienen de la falta de autoridad interna, o la falta de implicación de los empleados que no entienden su responsabilidad o no se implican adecuadamente, o de falta de rigor en la gestión de problemas. Algunas de las competencias necesarias Algunas de las competencias necesarias son auditorías de procesos, 5S, gestión visual, pokajokes, análisis de los modos de fallo sus efectos y sus causas (AMFEC), gestión de equipos de mejora, brain storming, ishikawa, pareto, graficos de control, análisis de los sistemas de medida (ASM), herramientas estadísticas de análisis de problemas, trazabilidad y normativas, estándares, especificaciones y ensayos. CONCLUSIÓN Queda más que claro que la participación de profesionistas de calidad son más que necesarios en una empresa, para evitar gastos innecesarios de producción. También es muy eficaz tener profesionistas de la calidad para llegar a tener excelencia y satisfacción con tus clientes.
BIBLIOGRAFÍA Peter D Mauch, 1993, Administración de la calidad, teoría y aplicaciones, Editorial Trillas.