Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Iniciamos reflexionando sobre el continuo incremento de aparatos eléctricos instalados en un automóvil con objeto de
aumentar la seguridad, entretenimiento y el confort, tales como: sistemas de control de estabilidad y antiniebla, música
cargadora de celulares, sistemas de aire acondicionado, etc. en búsqueda de incrementar el bienestar emocional de las
personas, que al mismo tiempo suponen un aumento importante del consumo de energía eléctrica.
De otra parte, La batería es un componente esencial del automóvil, aunque también es uno de los que más descuidamos.
Sin embargo, se estima que el 90% de los fallos de los automóviles se deben a deficiencias en el sistema eléctrico, y que
aproximadamente el 40% corresponden a problemas de la batería. La buena noticia es que muchos de esos fallos se
pueden prevenir si no nos olvidamos del mantenimiento de la batería.
Reto: ¿Cómo podríamos conservar el buen funcionamiento de la batería del vehículo?
Funcionamiento
La batería genera energía eléctrica gracias a un proceso
químico y consta de varios elementos que contribuyen al proceso:
El acumulador contiene varias placas, generalmente cinco negativas y cuatro positivas que están unidas mediante un puente.
El compartimento contiene una solución electrolítica compuesta por agua destilada y ácido sulfúrico.
La combinación de esta solución y las placas (generalmente de plomo) propicia la reacción que genera corriente eléctrica.
Al administrar electricidad a la batería, el proceso de invierte, permitiendo que el sulfato vuelva desde las placas a la solución
electrolítica y recargando la batería.
La máxima tensión que puede administrar este proceso es de 2,2V por lo que se unen varios en serie aumentando así el tamaño de
las placas, lo que permite obtener baterías de 6, 12, 18 y hasta 24V.
Cuando hablamos de la capacidad de una batería, la expresamos en amperios/hora (Ah): la intensidad de corriente capaz de soportar
sin ser recargada en una hora de uso.
Al comprobar el estado de una batería, conviene comprender que estos componentes tienen la capacidad de almacenar
energía eléctrica gracias a un proceso químico que ocurre por la acción de un electrolito. Esta sustancia
es altamente tóxica, ya que está formada por elementos químicos como el ácido sulfúrico, el sulfato de
plomo, el peróxido de plomo y el hidrógeno. Por este motivo y por el riesgo de explosión o chispeo que comporta, la
batería es un elemento asociado a una alta peligrosidad que debe ser manipulado con las correctas medidas y
equipamientos para evitar problemas cutáneos.
Antes de entrar en detalles sobre cómo comprobar el estado de una batería, también hay que saber que en el mercado
las hay, fundamentalmente, de cinco clases distintas:
Baterías de plomo. Eran las más utilizadas hasta hace unos años por su reducido precio.
Baterías de calcio. Se trata de una variante del modelo anterior en la que las placas tienen una aleación de calcio que
evita la corrosión y ralentiza la auto-descarga, por lo que tienen una mayor vida útil.
Baterías VRLA. Contienen unas válvulas de seguridad que evitan la pérdida de líquido gracias a la presurización de gas
en su interior.
Baterías de ciclo profundo. Estas tienen una mayor capacidad de carga, por lo que son habituales en coches eléctricos
o con altas necesidades de este tipo de energía.
Baterías de iones de litio. Su autonomía es muy buena y su peso es mucho más ligero que el del resto de modelos,
pero son caras, por lo que se utilizan más que nada en vehículos de alta gama o en coches eléctricos (como baterías de
alto voltaje).
Mantenimiento: cómo comprobar el estado de una batería
La batería es un elemento de desgaste. Tiene una vida útil aproximada de 4 años, pero si no tiene un correcto
mantenimiento, esta duración puede ponerse en riesgo. A continuación, se exponen una serie de recomendaciones