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EN GÉNESIS Y APOCALIPSIS
Leroy E. Beskow
La mayor parte de los exegetas académicos, aceptaban que el Pentateuco era una
recopilación realizada en el período del Segundo Templo. Al primer texto le llamaron
“Sacerdotal”, porque lo atribuyeron a un grupo de sacerdotes judíos del siglo VI a.C. Y al
segundo, fechado a fines del siglo VIII a.C, Una de ellas era la yahvista, que empleaba las
cuatro letras hebreas de Jehová o Yahweh (YHWH), desde el principio de la historia de la
creación. Otra fuente era de los elohistas (de Elohim: Dios con pronunciación plural) según
la cual el nombre Jehová fue revelado primero a Moisés, y por ello, utilizaba Elohim en todas
las narraciones anteriores a la revelación que Dios dio a Moisés en el monte Horeb. La tercera
fuente fue la del código sacerdotal, proveniente de círculos sacerdotales, y que se negaba
también a usar el nombre de Jehová antes de la generación de Moisés. Por último, la que
comprendería la parte principal del libro de Deuteronomio. Esta hipótesis documentaria llegó
a ser mayoritaria hasta 1924, cuando se presentaron voces académicas discrepantes.
Es notable cómo en base al uso de ciertas palabras bíblicas, se pueden crear teorías
que no tienen base seria. Sencillamente los nombres Elohim y El, fueron conocidos primero
entre los semitas de Babilonia, y empleadas para señalar a toda autoridad a la cual se debía
respetar, sea juez, gobernante o un dios protector (Salmos 82:6; Juan 10:34). En cambio, el
Dios de Israel se destacaría por ser el Dios eterno, que tiene vida en sí mismo y creador de
cielos y la tierra (Éxodo 3:14-16). Sabemos que las aclaraciones se dan siempre después que
se menciona o se presenta algo. Y eso hizo Dios con Israel poco antes que saliera de Egipto;
y aun antes a Moisés desde el capítulo segundo del Génesis, nombrando Moisés primero al
Dios Elohím, como lo había hecho antes (Gén. 2:1-3), para continuar en el mismo capítulo
con Yahweh desde el verso cuatro. Y luego en el capítulo 49 del mismo libro, al Dios
Shaddaí: Dios Omnipotente, que tampoco había nombrado antes (Gén. 49:25). Valiéndonos
de esas teorías, también podríamos dividir Génesis 2 en tres períodos de tiempo, complicando
más las cosas. Así que los filólogos nos han ayudado a conocer algunos valores del texto
bíblico, pero también han oscurecido otros como estos.
3
Umberto Cassutto, 1989, A Commentary on the Book of Genesis: Adam to Noah, Magnus Press, Jerusalem,
p. 129.
3
quedara en la miseria para que otros tuvieran que socorrerlo a él, sino que podía amar de todo
corazón a los demás como a sí mismo (Mateo 19:19).
Así que Adán nombró en el sexto día a todos lo que vio en el huerto. Y nos cuesta
creer que pudo dedicarse a ver, examinar y nombrar en ese corto tiempo, a todo insecto
volador (of) y terrestre (remés) que estuviera cerca suyo. Sí, seguramente lo hizo después con
más tiempo.
4
Si Jesús se presentaba con su gloria, no hubiera podido llegar la noche a menos que cada tarde se
retirara y volviera al siguiente día. Además, Moisés hubiera escrito algo sobre su presencia, como después lo
hizo con gran emoción en Éxodo 33:20-23. En la visión Moisés supo que el Espíritu de Dios estaba
moviéndose sobre la superficie del gran abismo u océano único.
5
Para la creación de Adán, Moisés emplea la palabra bará, a pesar que Dios lo hizo de la tierra, para
señalar una gran diferencia entre el hombre y los animales, que también tienen alma (nefesh: Gén. 1:21,24;
2:7; 9:10, 12, 15; Lev. 11:46, etc.).
4
8º Génesis 2:20-25: El casamiento de Adán y Eva antes de la puesta del sol y el inicio
del séptimo día.
Primera conclusión: En estas descripciones mosaicas se destaca una característica:
Generalmente cuando Moisés quiere describir algo en particular o distinto de la semana de
la creación, lo hace partiendo desde su origen. Esto explica tantas interrupciones cronológicas
donde incluye retrocesos. Por lo tanto, si para cada interrupción cronológica la
interpretáramos como nuevo período de tiempo, transformaríamos la tarea de Dios en un caos
creativo, y al escritor del Génesis en un historiador confundido. Estas interferencias
cronológicas para tratar de explicar algo relacionado, se repiten a lo largo de todo el libro de
Génesis.6
6
Ver Gén. 3:19 y 3:20 vuelve atrás en el tiempo. Gén. 4:26, retrocede en el tiempo en 5:1,2. 6:1-8 y
6:9,10 cuando vuelve al 5;32. 6;11 intercala a los antediluvianos para hablar de la construcción del arca hasta
el diluvio de 9:29. 10:1 repite 5:32 y 6:9,10 para continuar con las generaciones de Noé después del diluvio,
etc.
7
Alvarez Valdés, P. Ariel. "Adan y Eva: ¿Origen del hombre o parabola religiosa?", Mensaje, vol.
56, no. 556, 2007, p. 24+. Gale OneFile: Informe Académico, Accessed 22 June 2020.
8
Ver Leroy Beskow, El Big Bang tambalea ante la crítica.
https://www.academia.edu/12831050/El_Big_Bang_tambalea_ante_la_cr%C3%ADtica
5
estado caótico, sino que simplemente no fueron creados para ser habitados por lo menos
hasta donde sepamos.
Por supuesto, en ninguna parte de la Biblia dice que el diluvio fue la segunda
destrucción de la humanidad pecadora; y no hay un solo texto de los cuarenta escritores
bíblicos, donde esta teoría se la emplee como ejemplo de destrucción de los desobedientes.
La única lección de una ruina mundial es la del diluvio (Gén. 6 al 8).
9
Como los ángeles de Dios que muestran su gloria a cierta distancia de la tierra, parecen luces de
estrellas, como ocurrió en Belén (sabemos que una estrella nunca podría acercarse y guiar a los dignatarios
del oriente a una pequeña aldea: Mat. 2:2,9), se los compara con las estrellas (Job 38:7; Apoc. 12:4).
10
Elena G. de White, Primeros escritos (PE), (Mountain View, California: Publicaciones
Interamericanas, 1962), p. 21; ────, Patriarcas y profetas, (M. View, Calif.: Pub. Inter., 1955), p. 21.
6
El profeta Isaías dice claramente que nuestro planeta vacío fue creado de la nada
“junto” con el cielo estelar o universo (Isaías 48:13; 45:12), no un tiempo después. En
cambio, el cielo atmosférico terrestre sí fue creado después, no “juntamente” con la tierra
vacía (Gén. 1:2,6-9). Por eso Moisés escribió que el sol y los demás astros no fueron creados
(her, bará) en el cuarto día, sino asáh (Gén 1:16; Éxodo 20:11), que significa trabajar con
material ya existente. Simplemente las nubes que cubrían nuestro planeta fueron disipadas
en el cuarto día; la luz de los astros pudo iluminar plenamente y Moisés pudo ver los astros
por primera vez. Lamento que tantos creyentes no se informaron de esto.
6ª. La posición localista, sostiene que el Génesis sólo habla de la creación de todo lo
que existe en la superficie terrestre y la atmósfera. Asegura que lo señala “la palabra cielos
en el resto del capítulo”, y se lo reafirma en el cuarto mandamiento. Pero esta postura contiene
tres errores:
a) Que “los cielos y la tierra” de Génesis 1:1 no son los mismos que se leen en 1:6-
8; Éxodo 20:11 y 2 Pedro 3:7,13. En Génesis 1:1 se emplea la palabra hebrea
bará: crear, que vimos que no tiene el mismo significado que asáh: hacer, trabajar
con materia ya existente, como se lee en el cuarto mandamiento (Éxodo 20:11).
b) No es cierto que los “cielos” del primer capítulo del Génesis deben entenderse
únicamente como nuestra atmósfera, pues el vocablo “cielos” (shamayim) del
cuarto día, donde se encuentra el sol, la luna y las estrellas, es exactamente el
mismo que se emplea en Génesis 1:8, cuando habla sólo del espacio que Dios
formó entre la superficie terrestre y las nubes. No somos terraplanistas, que le
ponen alrededor de la tierra una “campana”. La misma Biblia dice que el cielo es
una “expansión” (Gén. 1:6,7). Si está nublado llega a las nubes; y si no hay, la
misma expansión llega hasta las estrellas. Y en Génesis 2:1 se confirma que de lo
que se habló en el primer capítulo, fue también los “cielos” que contiene su
“ejército. Y siempre que Moisés y los demás profetas bíblicos usan la expresión:
“ejército del cielo” o “del ejército de los cielos” en sentido literal, incluye el sol
la luna y las estrellas, es decir el universo (Deut. 4:19; 17:3;2 Rey. 17:16; 21:3,5;
23:5; 2 Crón. 33:3; Neh. 9:6; Sal. 33:6; Isa. 45:12; Jer. 8:2; 19:3; 33:22; Hech.
7:42). Los tres cielos que menciona Pablo en 2 Corintios 12:2, son los que ya se
conocían entonces como atmósfera terrestre, cielo estelar, pero agregándole el
cielo o atmósfera de la “tierra” (hebr. erets) celestial (Isaías 13:5,9-11).11
11
En el Antiguo Testamento es común el empleo de un reino o una persona como ilustración
profética. Por eso aquí se mencionan cosas que no se cumplieron en el pasado.
7
c) Esta teoría presenta una gran contradicción, pues el Creador crearía en Génesis
1:1 la expansión atmosférica terrestre, para volver a crear lo mismo en el segundo
día (ver.8).
7ª. La posición más bíblica, interpreta Génesis 1:1 como la creación de todo el
universo junto con los fundamentos de la tierra, mucho tiempo antes que la semana de la
creación. Los versos 2 y 3 revelan que la tierra no sólo estaba vacía de vida, y desorganizada
para toda existencia, sino también en “tinieblas”. La expresión hebrea choshek, que aparece
80 veces, se emplea como oscuro, oscuridad, tinieblas y noche. Y la falta de luz de Génesis
1:2 se interpreta de dos maneras:
a) Porque las lumbreras de nuestra tierra todavía no habían sido creadas o no se
encontraban en el lugar actual.
b) Porque el mismo escritor del Génesis vio en visión que nuestro planeta estaba
envuelto con una “faja de oscuridad”, como vimos. Por eso no podía llegar a su superficie
ninguna luz procedente del exterior, a pesar que fueron creados “juntamente” con la tierra
vacía. Y esto explica por qué Moisés no emplea la palabra crear (bará) con relación a las
lumbreras, sino trabajar con materia ya existente (asáh: Génesis 1:16; Éxodo 20:11). Vimos
en los libros de Job y de Isaías que ya existían.´
313, el 508, el 538, en 1798, en 1844, en 1929, en el 2000 o con el decreto dominical, como
se ha interpretado. Toda otra fecha fuera de los días de Juan que se interprete como tiempo
presente, no tiene apoyo bíblico. Simplemente es interpretación privada.
Por ejemplo, en Daniel 2 leemos: “Tú, oh rey, veías [...] tú eres aquella cabeza de
oro. Y después de ti se levantará [...]” (2: 31-45). Aquí, el tiempo presente nos lleva a los
días de Nabucodonosor II y del joven Daniel, cuando escribió la profecía. Como otro
ejemplo, puedo mencionar el “publicaré el decreto” de Salmos 2:7, en los días de David.
Este cumplimiento profético debía cumplirse después del tiempo presente (el verbo está en
acción futura). Y se cumplió en la vida de Cristo (Hechos 13:33,34; Romanos 1:4). Como
ocurre con el salmo segundo, en cierto momento Isaías describe los sufrimientos de Cristo
en tiempo presente, pero advirtiendo al principio que se cumpliría en un tiempo futuro (Isaías
55:13 a 53:12. Y cuando en el Apocalipsis se anuncia: “Era y no es, y será”, es para que
entendamos que no se debe confundir la clave del tiempo presente, con el tiempo de todo
cumplimiento profético. La clave está sólo para ubicarnos en el tiempo, y revelarnos si se
cumple antes, durante o después que se escribe la profecía.12
La regla de esta clave es invariable, y se cumple en Salmos 37:29 con Apocalipsis
21:1-7; Salmos 50:3,4 con Apocalipsis 22:7,20; Isaías 2:19 con Apocalipsis 6:15-17; Isaías
65:17, 21,22,25 con Apocalipsis 21:1-7; Jeremías 6:2 con Apocalipsis 16:9; Ezequiel 37: 25-
28 con Apocalipsis 21:1-7; Daniel 2:23 con 2:37-39; 7:7 con 7: 23,24; 8:8 con 8:22; 8:11,12
con 8:14; 12:8 con 12:9; Habacuc 2:14 con Apocalipsis 18:1; Zacarías 14:4,7,16 con Apoc.
21:3,23; Apoc. 17:3 con 17:7-12, etc.
La pregunta que se hace la mayoría de los investigadores del Apocalipsis y de otras
revelaciones de la Biblia, es esta: ¿Por qué Dios preparó un libro que requiere el
conocimiento de tantas reglas teológicas, palabras claves, 25 interrupciones en las
revelaciones escatológicas, y explicaciones adicionales para entenderlo? Preguntas parecidas
presentaron los discípulos a Jesús, que enseñaba mediante ilustraciones, y que algunas veces
sólo se podían entender mediante nuevas preguntas personales. Y él respondió: “A vosotros
os es dado conocer los misterios del reino de Dios; pero a los otros por parábolas, para que
viendo no vean, y oyendo no entiendan” (Lucas 8:10).
Jesús sabía que no convenía que los enemigos del Señor entendieran todas las cosas.
Es una estrategia que se ha empleado mucho en las contiendas bélicas. Y en el Apocalipsis
hay revelaciones acerca de un poder religioso que usaría el nombre de Jesús para propósitos
poco santos. Todavía se conservan en museos los instrumentos de tortura de la Santa
Inquisición. Sabemos que eso ocurrió especialmente en la Edad Media (los 1260 años de la
profecía), siendo reconocido públicamente por el papa Juan Pablo II el 12 de marzo del 2000,
en el Año del Jubileo, con el documento: Mea culpa (por mi culpa). Y no fue la única iglesia
que se valió del miedo para evangelizar. Esta es una de las explicaciones por qué hay tantos
creyentes que hoy se declaran ateos.
12 Esto explica por qué, a pesar que para la profecía de Apocalipsis 17 una posición propone que el
tiempo presente se cumple el año 313 d.C. y no el 96 d.C., igualmente llega a ser una interpretación
preterista y no bíblico-histórico, debido a que al capítulo 17 de Apocalipsis lo hace cumplir totalmente en
el pasado cerca de esa fecha.
9
9º Apoc. 7:9-17: Los santos gozan y alaban a Dios frente al trono celestial detrás de
los 144.000; los grandes hombre de fe y los que fueron rescatados de hechos muy difíciles.
Y como podemos entender, los que no toman en cuenta estas interrupciones en el orden de
los hechos, no pueden explicar por qué estos santos están en el cielo.
10º Apoc. 8:1: Juan vuelve a los siete sellos con el cumplimiento del séptimo en la
segunda parte de la segunda venida, cuando Jesús ya está cerca y los santos temen su
presencia, permaneciendo en “un momento de silencio aterrador”.14 Y mientras la tierra sigue
girando, los otros grupos que esperan a Jesús más al oeste, reaccionarán de la misma manera
hasta que finalmente se cumple esa “media hora” profética de silencio en el cielo y entre los
santos en la tierra.
11º Apoc. 8:2 al 9:21: Juan vuelve atrás en el tiempo para describir los
acontecimientos de las siete trompetas, también llamadas “plagas” del fin (Apoc. 9:20).
12º Apoc. 10:1-11: Se presenta “otro ángel” con la interposición del “librito abierto”.
Jesús ya lo abrió para que entendamos que no se presentará una sola fecha más con tiempo
definido, hasta la semana antes de la llegada de Jesús (recordemos “los días de la voz del
séptimo ángel”: Apoc. 10:7). Jesús sabía que se cometería el error de fijar fechas después de
1844. Pero nadie tiene excusas para ignorarlo, porque esta advertencia no está cerrada para
nuestra comprensión.
13º Apoc. 11:1-14: Juan vuelve a los 42 meses medievales, donde los dos testigos de
la Biblia (A.T. y N.T.), dominados por la “bestia” medieval romana y luego francesa, son
restablecidos con poder mundial, gracias a la Sociedades Bíblicas Británicas.
14º Apoc. 11:15-19: Termina este paréntesis y Juan vuelve a las siete trompetas luego
de la obra del sexto ángel celestial en Apoc. 9:21. Las descripciones concuerdan con las del
séptimo sello, cuando ven venir a Jesús y sus ángeles con unos momentos de temor y después
con gran alegría, mientras los malos llegan a su fin.
15º-20º Apoc. 12:1-17: El resumen de toda la gran controversia hasta el tiempo del
fin, con cinco interrupciones en su cronología.
21º Apoc. 13:1-18: Repite la gran controversia, pero partiendo de los “cuarenta y dos
meses” proféticos o 1260 años de dominio papal; su golpe mortal por el ejército francés en
1798, y su restablecimiento gracias al poder semejante a un cordero, pero que terminará como
dragón: EE.UU.
22º Apoc. 14:1-5: Juan nos lleva al futuro, cuando los 144.000 “especialmente
elegidos”15 de la gran muchedumbre, están en el cielo frente al trono de Dios. Pero los que
no toman en cuenta las interrupciones cronológicas, sostienen que son los mismos de la gran
muchedumbre, no los “especialmente elegidos”.
Pablo, David, etc., quedando la “gran muchedumbre” detrás de ellos, y serán los únicos que podrán entrar en
el templo de siete columnas dedicado a ellos, que se encuentra sobre siete colinas, afuera de la santa ciudad (
────, Eventos de los últimos días (EUD),(Bs. As.: ACES, 1992), p. 279. 4 CS, p. 723; PE, p. 19.). Por lo
tanto no pueden ser la gran muchedumbre de Apoc. 7:9,10, según mantiene una posición.
14
CS, p. 699.
15
White, Sermons and Talks, vol 1, pp. 72,73. Cada uno de los que fueron y serán transportados al cielo
son los elegidos del Señor. Pero los 144.000 serán una elección especial de los salvados.
11
23º Apoc. 14:6-20: La profecía retrocede en el tiempo a un poco antes del fin del
tiempo de gracia, con el mensaje de los tres ángeles y la siega en la segunda venida de Cristo
para los que lo rechazan.
24º Apoc. 15:1 al 22:5: Las siete copas de la ira divina desde el fin del tiempo de
gracia hasta la venida de Cristo, cuando se condena a los siete imperios manejados por el
dragón y la mujer apóstata. Primero se vengan los pueblos engañados al ver los Diez
Mandamientos en el cielo y leen el cuarto, mientras en esos días Cristo viaje a la tierra, y su
esposa (la iglesia santa) se prepare con gran alegría. A su llegada Cristo terminará la tarea de
destruir a los poderes humanos. Entonces, sin nadie con vida, Satanás y sus ángeles caídos
quedarán como presos por mil años. En ese tiempo los santos en el cielo harán juicio contra
los malos, cumpliéndose la sentencia al fin del milenio. Cristo renueva la tierra y la
transforma en el nuevo hogar de los santos.
25º Apoc. 22:6-21: Epílogo.
16
https://es.scribd.com/document/269176990/DOUKHAN-Jacques-Secretos-del-Apocalipsis-pdf. (Visto
26-6-2020).
17
Strand, Kenneth A. Chiastic structure and some motifs in the book of Revelation, Andrews University
Seminary Studies, pp. 401-408.
18
George Ladd, El Apocalipsis de Juan: un comentario, (Miami: Editorial Caribe, 1978).
12
19
Andrés Portes, La voz del Consolador.
http://lavozdelconsolador.org/descargas/documents/EstudioQuiasticoApocalipsis.pdf (visto el 27-6-20).
13
20
Elena G. de White, ¡Maranata: El Señor viene!, (Buenos Aires: ACES, 1976), para el jueves 16 de
junio: p. 173.
21
Ranko Stefanovic, La revelación de Jesucristo (RJ),(Berrien Springs, Michigan: Anfrews
University Press, 2013), p.318.
22
White, CS, p. 673.
14
1- Inicia con el sol a la medianoche, “hecho es” (con voz de Dios audible y fuerte),
el primer gran terremoto y una gran granizada. 23
2- Una resurrección especial. 24
3- La estrella de la victoria entre nubes oscuras.25
4- Dos grandes tablas de la ley en el cielo. 26
5- Por la Ley, el fin inmediato de la triple unión demoníaca (Jer. 25:34; Apoc. 16:19;
18:21).27
6- El anuncio del día y la hora de la segunda venida (Apoc. 10:7; Dan. 12:8, 9). 28
7- El Espíritu Santo regresa y responde las oraciones de los 144.000, y vuelve la
alegría después de un año de angustia (“día” profético: Apoc. 18:8; Isa. 47:9). 29
8- La gran angustia de los malos por “una hora” profética antes de su muerte (Jer.
25:31; Apoc. 17:16; 18:6, 10).30
9- La nube pequeña, y la “esposa” se prepara para las bodas del Cordero (Apoc.
19:9).31
10- La muerte de los malos ante la presencia de Jesús (Apoc. 11:18 up.; 6:15-17).
Como vemos, es en esta trompeta cuando Elena G. de White se levanta claramente
en contra de la interpretación de Josías Litch y sus seguidores, y contra los
historicistas. En 1895 ella escribió esta advertencia: “Los reinos de este mundo no
han llegado a ser todavía los reinos de nuestro Señor y de su Cristo (Apoc. 11:15).
No os engañéis”. Esta declaración la escribió cinco años después que presentara a las
trompetas y a las plagas en un cumplimiento futuro: “Una trompeta tras otra
resonará, copa tras copa se derramará sobre los habitantes de la tierra. Escenas
asombrosas están por sobrevenir sobre nosotros”.32
En esta interpretación, ella le da un golpe mortal a los historicistas que solo
esperan para el futuro el cumplimiento de la séptima trompeta. Al unir las trompetas
con las copas de la ira divina, EGW ubicó en el futuro a más de una trompeta; cuando
para algunos de los historicistas estaría faltando sólo una más. 33 Y ella revela cuándo
se inicia la séptima, señalando estos acontecimientos que tampoco concuerdan con la
séptima de R.S.:
“Estaba completo el número de los súbditos del reino, y consumado el matrimonio
del Cordero. El reino y el poder fueron dados a Jesús y a los herederos de la salvación, y
23
Ibid, p. 694.
24
Ibid., p. 695; PE, p. 285; ────, ¡Maranatha: el Señor viene! (MSV), (Bs. As.; ACES, 1976), p.
279.
25
CS, p. 696.
26
Ibid., p. 697.
27
Ibid., p. 698.
28
Idem.
29
PE, p. 286; CS., pp. 671, 672.
30
CS, pp. 713, 714.
31
MSV, p. 285; ────, Carta 112, 1890; CBA, p. 993.
32
────, Consejos para los maestros, (Bs. As.: CES, 1948, p. 317.
33
Ver Leroy Beskow, ¿Por qué continúa la confusión respecto a las siete trompetas?
https://www.academia.edu/38128899/_por_qu%c3%89_contin%c3%9aa_la_confusi%c3%93n_respecto_
a_las_siete_trompetas_.pdf
15
Jesús iba a reinar como Rey de reyes y Señor de señores (Apoc. 19:16). Al salir Jesús del
lugar santísimo […] Ya no había mediador entre el hombre culpable y un Dios ofendido
[...] Entonces vi que Jesús se despojaba de sus vestiduras sacerdotales y se revestía de sus
más regias galas. Llevaba en la cabeza muchas coronas, una corona dentro de otra. Rodeado
de la hueste angélica, dejó el cielo. Las plagas estaban cayendo sobre los moradores de la
tierra”.34 “Vi venir una nube encendida donde Jesús estaba. Entonces se sacó las ropas
sacerdotales, se puso las de Rey, y tomó su lugar en la nube, la que lo llevó hacia el este”.35
Recordemos que el “este” es el lado donde se verá primeramente el Señor debido a la
rotación de la tierra. Y será así porque para que todos lo vean en un mundo esférico, debe
esperar que eso se cumpla. Aunque ese gran evento se podrá ver por los medios de
comunicación, recordemos que “todo ojo” verá su “rostro” cara a cara (Apoc. 1:7; 6:16 ).
Conclusión:
Creo que el problema que presentan algunos teólogos, es que conocen mucho de
teología humana pero poco de la inspirada por Dios. Y esto atrasa el conocimiento de la
verdad revelada. El gran número de interpretaciones de las siete trompetas es un ejemplo.
34
PE, pp. 280, 281.
35
────, To the Remmant Scattered Abroad, 1846.