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Julio

DANIEL 7

EL HIJO DEL HOMBRE


Y EL JUICIO FINAL

INTRODUCCIÓN

Aquel 2 de noviembre del 2008. Todos los fans del automovilismo daban por
sentado el triunfo de Felipe Massa, aquel joven de 27 años, que se convertía
en la nueva esperanza de un nuevo período de conquistas para su país, del
mundo de la Fórmula 1; Habiendo cruzado la línea de llegada con su potente
Ferrari, Felipe Massa esperaba el final de la prueba que lo consagraría cam-
peón mundial de la Fórmula 1 – y justamente en Interlagos, durante el Gran
Premio del Brasil. Sería un regalo inolvidable para la barra verde-amarilla…
¡Sería!... pero tristemente, aquel 2 de noviembre de 2008, las esperanzas de
Massa acabaron sepultadas en el autódromo. Para consagrarse campeón, el
piloto brasilero tenía la obligación de vencer la prueba y cruzar los dedos
para que su rival, el inglés Lewis Hamilton, llegase en 6 lugar. Sin embargo, en
la última vuelta, Hamilton ultrapasó el carro de Timo Glock, piloto del equipo
Toyota, llegando así en 5 lugar y marcando un punto más que Felipe Massa. En
aquel domingo, Lewis Hamilton, quitó de las manos de Massa, una victoria que
aún el más amargado pesimista daría como favorita, y que incluso Massa ya
había levantado los brazos en señal de victoria.

Minutos antes de terminar la corrida y a pesar de perder el título en la última


vuelta, Felipe Massa, dijo que aquel fue un “día sensacional”, “Lógico que las
cosas cambiaron en la última curva... no lo esperaba; creo que aprendí la
lección que la carrera se gana, no cuando se levanta los brazos, sino cuando
cruzamos la bandera a cuadros de LLEGADA.”

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PROPÓSITO DEL MENSAJE

Daniel 7 es una confirmación de que Dios está en el control absoluto de


la Historia, el Espíritu Santo nos dejó esta profecía. Quiero invitarle
a detenerse y pensar un poco, al margen de las condiciones del
mundo:
- La corrupción en la política que es dejada impune;
- La violencia en los hogares ganando espacio en los titulares de los
periódicos;
- La inmoralidad ofrecida como producto en los grandes portales en
la internet...
- Si existe un conflicto entre el bien y el mal, ¿quién parece que está
ganando? “Todo parece” que la victoria del mal está asegurada.
Pero, por favor, espere un poquito – espere hasta que lleguemos a
la última bandera, la bandera a cuadros de llegada.
- Porque, a semejanza de la temporada de 2008 de la Fórmula 1, el
triunfo del bien (que fue definitivamente alcanzado en la cruz del
Calvario) será visible para todos en la última prueba, en la última
bandera a cuadros. Vamos aprovechar esta valiosa lección de la
Fórmula 1 para reflexionar en algo más serio.

I. PARALELISMO DE DANIEL 2 Y DANIEL 7

Mucho de lo que ya vio en Daniel capítulo 2 se repite ahora. Esto nos da la


oportunidad de recordar lo que ya aprendimos y expandir aún más nuestra
comprensión.

En el capítulo 2, Daniel ora para comprender el sueño del rey Nabucodonosor.


El profeta se entera, tanto del sueño como de su significado. En la presencia
del rey de Babilonia, Daniel presenta el “paquete completo”: sueño más inter-
pretación. ¿Recuerda?

En el capítulo 7, es Daniel quien tiene un sueño. En lugar de una estatua, surge


un desfile de animales extraños. Cada animal corresponde a una parte de la
estatua, representando los mismos reinos conocidos desde el segundo capí-
tulo del libro de Daniel.

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En Daniel 7, vemos un desfile de animales.

- UN LEÓN CON DOS ALAS – representando el reino de BABILONIA, así


como la cabeza de oro;
- Enseguida, surge un OSO, que, de la misma forma que el pecho de
plata, simboliza a MEDO PERSIA, imperio que sucedería a Babilonia;
- El tercer reino es GRECIA, que en Daniel 2 aparece como los muslo
de bronce, mientras que en el capítulo 7 es prefigurado por Un
LEOPARDO CON SIETE ALAS Y CUATRO CABEZAS (Las alas indican la
velocidad de las conquistas de Alejandro, el Grande, y las cuatro
cabezas, la división del imperio después la muerte de Alejandro
entre sus cuatro generales: Lisímaco, Cassandro, Ptolomeu e Se-
leuco);

- Finalmente, tenemos ROMA, antes bajo el símbolo de las piernas de


hierro (Daniel 2) y ahora presente en la forma del ANIMAL TERRI-
BLE Y ESPANTOSO, CON DIENTES TAMBIÉN DE HIERRO (Daniel 7).

La persecución contra el pueblo de Dios como centro de Daniel 7.

- Según el historiador Flavio Josefo, fueron 10 emperadores romanos,


los que ordenaron que los seguidores de Jesús fuesen perseguidos,
torturados y, en caso se recusasen a abandonar su fe, que fuesen
muertos de forma humillante (en muchos casos, por crucifixión).

- Esto ocurrió de manera especial, durante las dos fases del último
reino (Roma). Durante el reinado de Diocleciano (entre los años 303
a 313 d. C.) y este periodo es citado como uno de los periodos más
nefastos, más drásticas.

II. SEGUNDA FASE DEL PODER ROMANO: LA CUAR-


TA BESTIA “TERRIBLE Y ESPANTOSA”

Esta cuarta bestia que simboliza al Imperio romano se subdivide en diez reinos
(cuernos), representando la división que se siguió en el territorio romano con
la invasión de los pueblos bárbaros (lo que ocasionó el origen de la moderna
Europa Occidental).
Por esta época, surgiría un nuevo poder, reuniendo la misma autoridad política

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del Imperio Romano, con el aumento de la autoridad religiosa.
El nuevo poder, caracterizado como un CUERNO PEQUEÑO, iría:

- Hablar contra Dios (esto es blasfemar),


- Perseguir a los cristianos fieles a los principios de la fe evangélica,
- Cambiar el único mandamiento que trata de un tempo específico
(Esto es, el cuarto, que manda separar el día de sábado para ado-
rar al Creador) y
- Perseguir al pueblo cristiano por un período de 1260 años. Con una
descripción tan exacta de la actuación del cuerno pequeño (Dan
7:25), y entendiendo que su surgimiento ocurriría en el contexto
europeo (v. 24), queda fácil entender cual entidad ella representa:
el cuerno pequeño es un símbolo de la Iglesia Romana, heredera
de la autoridad del Imperio Romano, así como de su odio por los
cristianos que tenían la Biblia como su fuente de autoridad espiri-
tual.

Aparentemente, el mal triunfó


Durante 1260 años, la Iglesia Romana persiguió a los cristianos, mandó y des-
mandó a reyes y dictó las reglas en el Occidente. Pero, recuerde, nadie vence
sino hasta que llegue a la LLEGADA.

III. EL JUICIO FINAL

El juicio investigador es una obra de intercesión semejante a la que el sumo


sacerdote realizaba en el Lugar Santísimo el día de la expiación.

Tiene por objeto determinar quiénes permanecerán en el libro de la vida y


quiénes no, lo cual se decide al determinar las personas cuyos pecados son
borrados del libro de memorias porque han aceptado la sangre expiatoria de
Cristo en la cruz. Dios dio un basta a los abusos satánicos.

Para frenar el mal y garantizar la recompensa de los hijos del Reino, fue insta-
lado un tribunal – un tribunal celestial (Dan 7:9-10, 26-27).

La obra específica que Cristo está cumpliendo en el juicio investigador tiene


relación con los santos que han existido en toda la historia del mundo desde
Adán. Y ese tribunal es el medio divino para alcanzar la victoria. La obra prin-
cipal de Cristo durante este juicio investigador es, entonces, el acto de borrar

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los pecados de los que han perseverado hasta el fin y han permanecido bajo
los méritos de la sangre de Cristo hasta su último día de existencia.

Cuando el juicio investigador concluya, después de haber decidido los casos


de todos los justos comenzando por los muertos y terminando por los vivos,
Cristo habrá borrado todos los pecados de sus hijos de los registros celestia-
les y por esta obra quedarán delante de Dios como si nunca hubiesen pecado.

Listos para ir a vivir con él para siempre en el reino eterno que Cristo Jesús
establecerá de acuerdo con sus promesas.

CONCLUSIÓN

1. No se desespere delante de tanta violencia, de tanta inmoralidad,


impunidad, guerras y demás problemas de su día a día.
2. Nuestro Señor Jesús, se sentó en su tribunal, delante del Padre. Él
completará el juicio y vendrá a rescatarnos.
3. Él nos tiene reservado un reino eterno.
4. Allí, el mal será menos que el recuerdo de un competidor vencido
en la última vuelta.

PR. CARLOS ZÁRATE


Clínica Good Hope

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