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Desde el aspecto jurídico la capacidad es la medida de la aptitud para ser titular de

derechos y obligaciones; ustedes muy bien conocen que la capacidad se divide en


capacidad jurídica o de goce y capacidad de obrar y esta última a su vez se subdivide en
negocial, delictual y procesal. Asimismo recordarán que toda persona por el simple hecho
de serlo tiene capacidad jurídica o de goce; quedando do Jets la capacidad de obrar a
ciertas condiciones.

En el código civil del 82 vigente aún, se establecía en su art 410 que: “El sordomudo, el
ciego de nacimiento, o el que hubiere cegado durante la infancia, llegado a la mayor edad,
quedarán sometidos de derecho a la misma incapacidad, a menos que el Tribunal los haya
declarado hábiles para manejar sus negocios.”

Es decir, establecía que si existía lo que comúnmente conocen con una discapacidad
estaba inhabilitado.

Ese artículo quedó derogado en el año 2007 por la Ley para las personas con Discapacidad
(GO N 38.598 del 05-01-2007).

Queda derogada porque era considerada como discriminatoria, ya que las demás
capacidades de la persona pueden ser suficientes para obrar.

Fíjense en lo siguiente: Una persona sorda se comunica a través de lenguaje de signos y


una persona oyente se comunica con el lenguaje oral y el sentido del oído. Ambos realizan
la misma función: es decir, comunicarse; pero lo hacen de forma diferente.

La Diversidad Funcional es un nuevo término que tiene el objetivo de superar las


definiciones en negativo de palabras como discapacidad o minusvalía.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), Discapacidad es un término general que


abarca las deficiencias, las limitaciones de la actividad y las restricciones de la
participación.

El término Diversidad Funcional propone una visión positiva de la discapacidad hablando


de "diferentes capacidades", no de deficiencias, limitaciones ni restricciones, y con éste
término evitamos las diferenciaciones peyorativas como minusválido= menos válido.

Cuando ustedes estudiaron Derecho de Niños, Niñas y Adolescentes (LOPNNA l) les


indicaron que la palabra menor es peyorativa y de allí que la premisa es utilizar niños y
adolescentes. Lo mismo ocurre en esta materia.

El término Diversidad Funcional se ajusta a una realidad en la que una persona funciona
de manera diferente o diversa de la mayoría de la sociedad y fue propuesto por el Foro de
Vida Independiente y Diversidad que lo define como “la diferencia de funcionamiento de
una persona al realizar las tareas habituales (desplazarse, leer, agarrar, ir al baño,
comunicarse, relacionarse, etc) de manera diferente a la mayoría de la población”. (F.V.I.
2005)

En relación con la definición dada por la OMS, se entiende que la diversidad funcional
implica problemas que afectan a la estructura corporal, limitaciones para llevar a cabo
acciones cotidianas y dificultades para mantener relaciones sociales con los iguales.

Antes de comenzar con los diferentes tipos de diversidad funcional, cabe mencionar 3
conceptos que se encuentran englobados dentro del concepto de Diversidad Funcional:

 Deficiencia: Pérdida de una estructura o función, ya sea mental o física.


 Discapacidad: Restricción o ausencia total de una determinada actividad.
 Minusvalía: Situación desventajosa consecuencia de una deficiencia o discapacidad
que supone afectación en la vida diaria.

En general, se tiene la idea de que las discapacidades son una condición extremadamente
grave y permanente. No obstante, el grado en el que una persona sufre este tipo de
condición puede ser muy variado e incluso se puede llegar a superar.

La ceguera, la sordera, la tartamudez, o problemas de tipo intelectual como lo es el


Síndrome de Down son ejemplos de diversidad funcional. El romperse un brazo, tener
miopía o problemas motores o de coordinación entre otras situaciones más comunes,
entran dentro del concepto de diversidad funcional.

Tipos de diversidad funcional:

1. Física o motriz

La discapacidad física implica una dificultad para realizar movimientos, lo cual afecta en la
capacidad para desplazarse, en el equilibrio, manipulación de objetos o incluso para poder
hablar y respirar. Las causas detrás de este tipo de diversidad funcional pueden ser
variadas, pudiendo haber problemas óseos, musculares, en la formación de miembros o se
puede dar el caso de haber sufrido algún accidente que perjudicó a la integridad física.

También, una de las causas detrás de este tipo de discapacidad es el hecho de tener


problemas en la corteza motora, estructura cerebral que se encarga de los movimientos.

Para apoyar a las personas que sufren de este tipo de discapacidad es importante detectar
las barreras que puedan haber en su día a día, como por ejemplo escaleras, ascensores no
adaptados para sillas de ruedas o lugares de difícil acceso.
Algunas condiciones en las que se da diversidad motriz:

• Esclerosis múltiple

• Lesión medular

• Mal de Párkinson

• Espina bífida

• Parálisis cerebral

• Distonía muscular

• Acondroplasia

2. Visual

Puede englobar tanto la ceguera como problemas de visión más leves. La ceguera implica
que la persona no ve nada en absoluto o, como mucho, puede percibir siluetas de luz. El
necesitar llevar lentes para ver, es en cierta manera, un tipo de deficiencia que entraría
dentro del concepto de diversidad funcional visual.

Las causas más comunes de este tipo de discapacidades suelen ser cataratas, problemas
oculares fácilmente corregibles como la miopía o el estrabismo e inflamaciones en los
ojos. Este tipo de problemas suelen aparecer con mayor frecuencia a partir de los 50 años.
La diabetes también puede provocar algunos tipos de cegueras.

Las medidas para ayudar a las personas con dificultades visuales son variadas. En los casos
más leves están las medidas correctivas, como las gafas, luces especiales o textos con
letras de tamaño más grande. También se puede recurrir a la cirugía ocular.

El sistema Braille ha sido de gran ayuda para las personas con ceguera total o parcial, dado
que les posibilita leer sin necesidad de ver. Así, pueden llevar a cabo tareas tan habituales
como el poder leer un libro, elaborar una lista de la compra o tener acceso a periódicos.

3. Auditiva

El término discapacidad auditiva es muy genérico, y se utiliza englobando a todas las


personas que han sufrido algún tipo de pérdida en la audición. Esta pérdida puede ser
profunda, como es el concepto general que se tiene de sordera o cofosis, o también leve,
como lo es la hipoacusia. Puede darse el caso de que la persona tenga el problema
auditivo en un solo oído (unilateral) o en los dos (bilateral).
El diagnóstico de discapacidad auditiva se hace mediante una audiometría, que es una
técnica que permite saber la agudeza auditiva de una persona.

Las causas detrás de este tipo de discapacidad pueden ser muy variadas, como por
ejemplo la rubéola materna, sufrir de sordera hereditaria.

Si este tipo de problema se adquiere antes de haber aprendido el lenguaje puede ser un
factor muy perjudicial para que la persona logre adquirir esta capacidad de forma oral.

Las personas con diversidad auditiva pueden llevar a cabo las tareas diarias de forma
satisfactoria si se les satisfacen medidas para poderles facilitar la vida. Algunos ejemplos
de medidas que les permite facilitarles su vida son las prótesis auditivas, el lenguaje de
señas y apoyos visuales.

4. Intelectual y psíquica

Se debe distinguir entre lo que se entiende por discapacidad intelectual y lo que se


considera psíquica.

La diversidad funcional de tipo intelectual implica que la persona presenta dificultades


cognitivas. Este término ha sido el que ha sustituido la expresión retraso mental. Implica
problemas de adaptación y dificultades de aprendizaje. Puede coexistir con otros tipos de
discapacidades, dado que muchos trastornos en los que hay problemas intelectuales
suponen además otro tipos de dificultades.

La discapacidad intelectual puede implicar un desarrollo más lento. Los niños pueden
tardar significativamente más comparados con niños de su misma edad en hablar,
caminar, aprender habilidades de lectoescritura,

Los factores detrás de los problemas intelectuales pueden ser muy variados, desde
problemas cromosómicos, desnutrición, traumatismos craneoencefálicos.

Algunos ejemplos de condiciones en las que hay diversidad funcional de tipo intelectual
son:

• Síndrome de Down

• Síndrome alcohólico fetal

• Síndrome de Klinefelter
En cuanto a la diversidad psíquica, hace referencia a dificultades en áreas como por
ejemplo la comunicación o las interacciones sociales.

Se diferencia de la diversidad de tipo intelectual básicamente porque la inteligencia no se


ve afectada. Afecta al comportamiento adaptativo. Algunos ejemplos de problemas que
implican este tipo de diversidad son trastornos psicológicos como la esquizofrenia, el
trastorno bipolar.

5. Multisensorial

Hay personas que sufren tanto problemas de tipo auditivo como visuales. A este colectivo
se les denomina persona sordociegas, aunque cabe destacar que no necesariamente
carecen por completo de ambos sentidos.

Este tipo de problema puede darse ya desde nacimiento, es decir, sordoceguera


congénita, o se puede adquirir durante los primeros años de desarrollo, siendo llamada
sordoceguera adquirida.

En los casos más graves, las personas con este tipo de discapacidad tienen serios
problemas para interactuar con el mundo exterior, dado que no ver ni oír implica que las
dos principales vías de adquisición de información del mundo exterior estén cerradas.

El síndrome más conocido dentro de este tipo de diversidad funcional es el de Usher. Se


caracteriza porque el niño nace con problemas auditivos y, al llegar a la adolescencia
pierde la vista.

En 1980 la OMS publica la “Clasificación Internacional de Deficiencias, Discapacidades y


Minusvalías: CIDDM” (WHO, 1980).

El documento fue redactado para ayudar a la mejor comprensión de la discapacidad en las


sociedades. La discapacidad era entendida antes de 1980 como sinónimo de enfermedad,
poniéndose el acento en la prevención y la rehabilitación (Jiménez Lara, 2010). El modelo
propuesto en 1980 reproducía el paradigma médico, de diagnóstico y tratamiento, pero
buscaba dar importancia a las consecuencias de la situación de discapacidad, los
problemas de integración social, la importancia del contexto en la vivencia de la
discapacidad, etc.

El CIDDM definía a las personas con discapacidad no por las deficiencias o causas que
provocaron sus minusvalías, sino por las consecuencias que estas les generan en su
entorno social. La clasificación acuñó tres conceptos clave:
a) Deficiencia: Pérdida o anormalidad de la estructura o función psicológi ca, fisiológica o
anatómica.

b) Discapacidad: Toda restricción o carencia -resultado de una deficiencia- de la capacidad


de realizar una actividad en la misma forma o dentro del margen que se considera normal
para un ser humano.

c) Minusvalía: Situación desventajosa para un determinado individuo, con secuencia de


una deficiencia o de una discapacidad, que limita o impide el desempeño de una función
que es normal en su caso, de acuerdo con su edad, sexo, factores sociales y culturales
(Valero, 2011: 44).

De esta manera la clasificación CIDDM presenta un proceso que nace en la enfermedad y


concluye en la minusvalía.

El factor desencadenante de dicho proceso sigue siendo un elemento relacionado con un


fallo o una carencia en la salud del individuo, pero se pone el acento en la comprensión de
las consecuencias de dicha deficiencia una vez interactúa con el contexto de la persona
(Ferreira, 2008: 144).

La OMS abrió la revisión del documento CIDDM hacia la versión CIDDM-2 (WHO, 2001)
que finalmente se denominó “International Classifica tion of Functioning, Disability and
Health ICF”(WHO, 2001) traducido al castellano como “Clasificación Internacional del
Funcionamiento, la Discapacidad y la Salud” -con las siglas CIF-que impulsó un cambio
fundamental en la percepción de la discapacidad a partir de 2001.

La OMS también cuenta dentro de la FCI, con Clasificación Estadística Internacional de


Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud, Décima Revisión (CIE-10) que
constituye uno de los estándares internacionales más usados para elaborar estadísticas de
morbilidad y mortalidad en el mundo.

Sus objetivos específicos, como bien encontrarán en el

Documento que les pasé, pueden resumirse en:

• proporcionar una base científica para la comprensión y el estudio de la salud y los


estados relacionados con ella, los resultados y los determinantes;

• establecer un lenguaje común para describir la salud y los estados relacionados con ella,
para mejorar la comunicación entre distintos usuarios, tales como profesionales de la
salud, investigadores, diseñadores de políticas sanitarias y la población general,
incluyendo a las personas con discapacidades;
• permitir la comparación de datos entre países, entre disciplinas sanitarias, entre los
servicios, y en diferentes momentos a lo largo del tiempo;

• proporcionar un esquema de codificación sistematizado para ser aplicado en los


sistemas de información sanitaria.

La clasificación desde el título plantea su amplio ámbito de uso: el término


Funcionamiento se incluye como término neutro y abarca: funciones, estructuras
corporales, actividad y participación, el término Discapacidad incluye: deficiencias,
limitaciones en la actividad y restricciones en la participación y la incorporación del
término de Salud se propone dada la necesidad de enfatizar el hecho de que la CIF se
concibe dentro de un marco conceptual que permite evaluar la salud de la población.

La CIF constituye una clasificación novedosa, que amplia el ámbito de la FCI resaltando la
necesidad de contar con información de funcionamiento y discapacidad a nivel individual
y poblacional para generar evidencia para la planeación de los servicios, evaluación de las
intervenciones, programas y políticas de salud pública en los diversos países.

Funcionamiento y discapacidad son términos genéricos para describir el resultado de la


interacción entre todos los componentes de la CIF. El modelo de la CIF visualiza la
comprensión actual de esta interacción. La CIF puede ser usada en todos los sectores y por
todos los grupos etarios, pero su utilización debe estar orientada hacia el
empoderamiento de las personas con diversidad funcional.

Hoy en día la diversidad funcional ya no es conceptualizada como consecuencia de una


enfermedad, sino que se comprende como una interacción dinámica entre la condición de
salud de una persona, los factores personales y los factores ambientales (ya no se trata de
un modelo lineal, sino de un modelo interactivo).

La salud es el resultado de una interacción dinámica entre procesos biológicos,


psicológicos y sociales. Consecuentemente, la CIF se basa en un modelo vio psico social y
justo tomando en consideración los factores personales y contextuales es que la
diversidad funcional puede ser conceptualizada de forma bio psico social

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