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Génesis y evolución de las actitudes ante la muerte en la infancia

GÉNESIS y EVOLUCiÓN DE Los tres componentes pueden o no estar


LAS ACTITUDES ANTE LA MUERTE EN relacionados, pues a veces hay contradiccio-
LA INFANCIA nes entre ellos; por ejemplo, las actitudes
ante la muerte con frecuencia son contradic-
torias, pues la muerte en sí encierra una con-
M9 Isabel Rodñguez Femández tradicción.
Estos tres componentes, permiten a su
INTRODUCCIÓN vez diferenciarlas de las creencias (que serían
"Es raro, ¿no?, que de las miriadas de los que el aspecto cognitivo de la actitud) y de las
Antes de nosotros traspasaron el umbral de opiniones (que serían la manifestación verbal
las tinieblas de las actitudes).
No vuelva ninguno a describimos el camino Las funciones de las actitudes son tanto a
Que para poder descubrir, debemos recorrer nivel individual como social:
también nosotros" Comprensión: de la realidad y/o de los
Rubáiyat, de Omán Khayyám otros, confiriendo una sensación de orden y
predictibilidad en la vida.
La actitud es uno de los conceptos más Satisfacción de necesidades personales: pue-
relevantes en psicología social (Berko- den ser útiles para alcanzar metas persona-
witz,1972; Mc Guire, 1985). No es un concepto les.
aislado, sino que se haya en estrecha relación Defensa del yo: de amenazas o conflictos
con otros conceptos psicológicos como: moti- percibidos.
vación, percepción, personalidad y conducta. Expresión de valores: que permiten el esta-
Allport (1935), lo define de la siguiente blecimiento o solidificación de la identidad
forma:"Estado de disposición nerviosa y personal.
mental, organizada mediante la experiencia,
que ejerce un influjo dinámico o directivo CAMBIO DE ACTITUDES:
sobre las respuestas que un indivíduo da a Se puede conseguir un cambio de actitu-
todos los objetos y situaciones con que ella des, creando incongruencia entre los tres
está relacionada" componentes de éstas, por ejemplo, presen-
Una actitud tiene los siguientes compo- tando alguna información nueva. Aunque el
nentes: peso que pueda tener esta información tiene
Cognitivo: ideas y creencias sobre el obje- mucho que ver con la credibilidad y atractivo
to de la actitud. de la fuente, el canal de comunicación y el
Afectivo: emociones que produce el obje- mensaje transmitido. El cambio de actitud no
to de la actitud. suele producirse de inmediato a partir de la
Conductual: acción respecto al objeto de la transmisión de la información sino que exis-
actitud. Aunque se afirma que la medida de te un periodo de latencia.
las actitudes carece de valor predictivo sobre Otros factores que pueden producir un
la conducta, porque las actitudes sólo son uno cambio de actitud, tienen lugar a nivel de las
de los factores que determinan la conducta. distintas funciones de la actitud:

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Actitudes orientadas a la comprensión: los niños crecen protegidos de situaciones que


pueden cambiar cuando a sujetos en situa- tengan que ver con la muerte, se ha incremen-
ciones nuevas o ambiguas, se les da informa- tado la experanza de vida por lo que la muer-
ción que reduce la ambigüedad. te se ve como un fenómeno muy lejano, se
Actitudes orientadas a las necesidades: considera que la naturaleza existe para ser
pueden cambiar por un cambio de las necesi- sometida y controlada y además se pone un
dades o si un cambio de actitud puede ayu- énfasis especial en el individuo al margen del
dar a alcanzar una meta. grupo (es más difícil encontrar un sentido a
Actitudes orientadas a la defensa del yo: través de la integración en una comunidad o
se pueden modificar ante factores que alivian en un todo). Aries plantea que en el curso de
una supuesta amenaza o malestar. este siglo la muerte se ha vuelto salvaje, ya
Actitudes que expresan valores: son las que progresivamente ha perdido la conten-
más difíciles de cambiar porque tienen que ver ción de los muros de la religión, de la comuni-
con las creencias nucleares básicas y con el sen- dad y de la familia. A partir de aquí la razón y
la ciencia han luchado por domesticarla, sien-
tido de uno mismo. Aunque a veces, el tomar
do utilizada por ambas para pensar en otro
conciencia de la incongruencia entre una acti-
tipo de fenómenos (y no como tema en sí):
tud y los valores, puede producir un cambio.
como recurso desde el que se intenta discrimi-
nar qué tipo de creencias y pensamientos con-
ACTITUDES ANTE LA MUERTE:
forman el saber de las sociedades tradiciona-
Las actitudes ante la muerte son un pro-
les o vinculada a los conceptos de salud y
ducto de la educación, que varía en función
enfermedad como problemática intercultural.
del contexto cultural. Están estrechamente
relacionadas con la visión personal del
GÉNESIS y EVOLUCIÓN DE
mundo y con la posición que uno considera
LAS ACTITUDES ANTE LA MUERTE EN
que ocupa en el mundo. Esto a su vez tiene LA INFANCIA:
que ver con el control percibido de la realidad, en Para comprender plenamente nuestras
concreto de las leyes naturales (visión de con- actitudes ante la muerte, es imprescindible
trolo de sometimiento), pues una sensación desvelar su origen. Gran parte de las actitu-
de control sobre éstas (es más acusado en los des ante la muerte surgen y se consolidan en
países desarrollados) lleva a tener menos con- la infancia. El temor ante la muerte se origina
ciencia del poder de la naturaleza sobre la dentro de las ansiedades del desarrollo
vida y por lo tanto de la muerte. También tie- infantil, por lo que su comprensión exige el
nen que ver con las experiencias relacionadas con estudio del desarrollo del concepto de muer-
la muerte, con la esperanza de vida y con las cre- te a partir de la temprana infancia.
encias sobre lo que es un ser humano. Las princi- Rochlin expresa sintéticamente el proceso
pales actitudes descritas ante la muerte son: de toma de conciencia de la muerte en la
Ansiedad, temor, preocupación y aceptación. infancia y su repecusión psicológica:
Según Aries, vivimos en un período de nega- "Los niños muy pequeños parecen aprÉm-
ción de la muerte (en los países desarrollados): der que la vida se acaba. Se aplican esta

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Génesis y evolución de las actitudes ante la muerte en la infancia

información a sí mismos ... La realidad clínica tema que no han sido capaces de afrontar y
muestra que la visión que el niño tiene del resolver. Muchas personas piensan que es
proceso de morir y de la muerte son insepa- mejor que los niños no piensen en la muerte y
rables de las defensa psicológicas frente a la que sus padres les deberian proteger de situa-
realidad de la muerte. Forman una firme ciones relacionadas con ella. Esto lleva a la
matriz de creencias que toman forma pronto negación del conocimiento de la muerte, que
y de manera profunda en la vida emocional. puede ser casi inmediata o desarrollarse gra-
Parece que no se altera a lo largo de la vida" dualmente. En nuestra sociedad, la muerte se
Cuando llega el final de la vida de una considera un tabú y hablar de ella se conside-
persona, sus temores incluyen los diversos ra morboso. Hay una gran falta de comunica-
significados que la muerte ha adquirido para ción "normal" a los niños con respecto a este
ella en el curso de su vida, así como sus res- tema y lo único que se consigue es producir
puestas a los cambios físicos y psicológicos desconfianza y distancia entre el niño y los
que acompañan al proceso del morir. Las con- adultos, que lleva a aumentar el temor y el
tribuciones infantiles al temor a la muerte son rechazo a la muerte a la vez que al aislamien-
reactivadas por la regresión provocada por la to con el dolor y la ansiedad que el tema de la
enfermedad y la amenaza del peligro, temor muerte implica. El usar el miedo y negación
que se ve reforzado por la asociación asumida de la muerte, no sólo a nivel individual sino
en la infancia entre la muerte y la agresión. también colectivo, puede llevarnos a usar
Los niños carecen de un conocimiento defensas frente a ella que sólo pueden ser des-
innato sobre la muerte; el significado de la tructivas; por nuestro deseo de omnipotencia
muerte se aprende mediante la experiencia y y de inmortalidad podemos llegar a destruir a
la elaboración de modelos aprendidos. Pero el aquellos que supuestamente amenazan nues-
niño es capaz de comprender en la medida en tra seguridad (violencia, agresiones, guerras).
que los adultos no le oculten su significado. Vivimos en una sociedad empeñada en igno-
La muerte no es un fenómeno ajeno a la rar o eludir la muerte, pero en la que la inquie-
vida infantil, pues el niño entra en contacto tud ante la muerte va en aumento.
frecuentemente con situaciones que se refie- La manera en que se trata a un niño en
ren a ésta (muerte de animales, entierros que una cultura que niega la muerte y la manera
pasan por la calle, muerte de familiares, en que los padres se defienden de sus hijos
muertes en la televisión, etc). desempeña un papel significativo en el desa-
En la sociedad occidental actual, la muer- rrollo del niño. Los padres se protegen a sí
te ocupa un plano ajeno a la conciencia habi- mismos de los sentimientos de desesperanza
tual y se vive como algo accidental, ajeno al y vulnerabilidad delante de la muerte y por
proceso natural de la vida. Por lo que los ello se separan sin darse cuenta de sus hijos.
padres y los educadores tienden a evitar cual- Algunos autores recomiendan que se
quier tipo de explicación sobre el tema e impi- eduque a los niños en las primeras etapas de
den que los niños presencien situaciones que su vida acerca de la realidad y del sentido de
consideran desagradables porque ellos mis- la muerte, pues las respuestas evasivas con-
mos se sienten angustiados al pensar en un funden y producen más ansiedad. Una edu-

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cación sobre la muerte proporciona un signi- violencia, hay un vínculo entre la muerte y el
ficado y unas actitudes hacia la muerte y morir y los impulsos agresivos primitivos del
unas vías de afrontamiento de ésta. Pero niño. Sus deseos de que algo o alguien que
estas enseñanzas, que son una parte esencial les incomoda desaparezca, se equiparan con
de la educación en diferentes culturas y anti- deseos de matar o de la muerte de otro.
guamente lo era en la nuestra, se ha perdido Reconocimiento de que él también puede
y en su lugar no hay más que negación y morir (3-6 años, aunque la edad es muy
ocultación de la muerte. Lo cual ha redunda- variable): pero como consecuencia de que lo
do negativamente en nuestra manera de maten. Aún no es consciente de que puede
enfrentarnos a esta problemática. morir como consecuencia del hecho natural
Los estudios sobre las actitudes ante la de estar vivo. Período en el que expresan su
muerte en los niños se basan en opiniones de ansiedad con respecto al morir, ansiedad que
padres y educadores (Spinetta, 1974), redac- deriva del miedo a que sus propios impulsos
ciones sobre la muerte (Nagy, 1938, 1948), agresivos tengan consecuencias negativas
entrevistas abiertas (Kane, 1979) preguntas hacia él como castigo o consecuencia de
concretas (Weininger, 1979) y sesiones de éstos. Desarrollan pensamientos mágicos y
juego con niños (Rochlin, 1963). razonamientos fantásticos.
Conciencia de la irreversibilidad e inevita-
ETAPAS DE CONFIGURACIÓN DEL bilidad de la muerte (6-9 años). Empiezan a ver
CONCEPTO DE MUERTE: la muerte como final. Tienden a personificar la
Inicialmente (hasta los 2-3 años) los niños muerte y la consideran un agente externo.
no tienen ningún conocimiento de la muerte. Temor a morir (9-10 años): admiten el
Se sienten desconcertados ante animales hecho de la muerte como algo universal y que
muertos y hacen muchas preguntas para también les sucederá a ellos. La muerte es un
salir de su desconcierto. Creen en su invul- proceso interno, inevitable e irreversible. Esta
nerabilidad e inmortalidad personal. toma de conciencia se da cuando se desarrolla
Primera toma de conciencia: a partir de la capacidad para el pensamiento lógico y abs-
los 2-3 años, cuando el habla está bien esta- tracto, pues se tiene que haber elaborado en
blecida. Perciben la muerte como una separa- grado suficiente el concepto de muerte y
ción temporal, no son conscientes de su irre- haber definido una adecuada representación
versibilidad. Su toma de conciencia es por las del sí mismo. Algunos niños de esta edad,
respuestas de sus padres ante el hecho de la entienden la muerte como disolución y pose-
muerte y/o por contacto con objetos inani- en ideas sobre la reencarnación. A los 9 años,
mados (no vivos). Señalan la ausencia de entienden la permanencia de la muerte y
funciones que están presentes en los vivos empiezan a ver "causas potenciales" que pue-
(movimiento, respiración, etc) para definir lo den originarla. El niño busca con sus propias
muerto. Posteriormente, establecen una preguntas seguridad y conocimiento.
conexión entre la muerte y la ausencia o Fase de latencia (9-12 años): poca expresi-
separación: los muertos se han ido. Además vidad y preocupación con respecto al tema
entienden que la muerte es el resultado de la de la muerte, por una posible represión de la

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Génesis y evolución de las actitudes an te la muerte en la infancia

ansiedad ante la muerte y negación de la Los sentimientos más frecuentes con res-
muerte personal. pecto a la muerte son: miedo (porque es un
tema desagradable en su cultura y no porque
Otras características del pensamiento lo hayan construido sobre su experiencia),
infantil sobre la muerte: tristeza o extrañeza (cuando sabe poco sobre
Naturaleza animista del pensamiento infantil: la muerte).
los menores de 7 años, atribuyen a los muer- El niño del ambiente rural, se percata de
tos, las propiedades de los vivos (creen que la realidad de la muerte antes que el del
los muertos oyen sienten, comen... "sé que ambiente urbano, pues en los pueblos la
papá está muerto, pero no puedo entender experiencia y los contactos son más directos.
por qué no viene a cenar"), incluyen razona- Los niños no tienen una imagen de la
mientos fantásticos y pensamientos mágicos. muerte: la relacionan con cosas (caja, cruz,
Por una atribución animista de emociones a etc) que no influyen en su persona.
los muertos (atribución sensaciones de desva-
limiento y soledad a los muertos) el temor a la Reglas para abordar el problema de la
muerte llega a asociarse con el temor a la sepa- muerte en los niños:
ración y el abandono. No tratar de engañar al niño.
El animismo infantil va siendo reemplaza- Procurar dar a las preguntas del niño, res-
do por un concepto más realista y causal, pero en puestas simples y directas.
el inconsciente permanecen las creencias y Intentar tener en cuenta el contexto emo-
procesos mentales más primitivos. Esto se cional y el grado de desarrollo del niño para
refleja en los sueños y en las metáforas de los responder adecuadamente a sus preguntas.
poetas en los que se da a la muerte la signifi- Permitirle la asistencia al funeral en el
cación que tuvo en la infancia. Aunque las caso de que muera alguna persona cercana.
visiones animistas de la muerte persisten hasta Propiciar y animar a los niños a que
la vida adulta en las sociedades primitivas. comuniquen lo que saben, sienten y piensan
Cuando el niño descubre la mortalidad, pri- acerca de la muerte. Los adultos deben
mero la de sus padres y luego la propia, des- comunicar sus incertidumbres al respecto.
troza su ilusión de autosuficiencia y omnipo- Comunicar al niño el fallecimiento de
tencia. algún familiar. El no hacerlo, puede indicar
A veces la muerte se equipara por seme- falta de confianza en la capacidad del niño
janza al dormir. para afrontar situaciones reales. Si se le res-
No existen diferencias entre ambos sexos. ponde con evasivas y/o no se le dice toda la
Tres etapas de Cousinet: negativa, verdad verdad, puede producir en él ira y resenti-
parcial y aceptación. miento (Grollman, 1974).
El concepto infantil de la muerte se desa- Evitar descripciones terroríficas o maca-
rrolla en función de la madurez cronológica. bras.
Las experiencias infantiles con la muerte Pero lo principal para conseguir una edu-
desarrollan más rápidamente el proceso, cación adecuada sobre el tema de la muerte
pero sólo hasta los 6 años. es que los adultos aprendan a asumir este

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tema y a superar sus propios temores, crisis que debemos afrontar y que sólo
poniendo énfasis en el sentido de la vida y su podremos conocer en primera persona cuan-
belleza, buscando un significado personal do nos llegue la hora.
para la propia vida y para la propia muerte.
y si no hemos sido capaz de clarificar nues- BIBLIOGRAFÍA:
tras ideas al respecto, es preferible mostrar Allport, G.w., "Attitudes", En Handbook of Social
nuestra incertidumbre que el eludir hablar Psychology; Worcester, Mass: Clark University Press, 1935
de ello con los niños. Álvarez, E; Et al.; Morir con dignidad. Acercamiento
Es importante que tomemos conciencia a la muerte y al moribundo; Ediciones Marova, 1976
de nuestras propias actitudes infantiles ante Aries, Philippe; El hombre ante la muerte; Madrid,
la muerte, el desvelar el niño que hay en Editorial Taurus, 1987
nosotros nos abre una puerta hacia la madu- Epele, María E.; La relación médico-paciente en el
rez y la aceptación de nosotros mismos. cáncer terminal: una aproximación a la muerte en la
sociedad compleja; Revista Chilena de Antropología,
Hay una gran semejanza entre algunas
Internet, 1998
etapas infantiles de descubrimiento de la
Grollman, E.; Diálogo sobre la muerte entre padres e
muerte y algunas actitudes de la vida adulta: hijos; En Sociología de la Muerte, Ed. Sala, Madrid, 1974
Creencia en la invulnerabilidad personal:
Kane, B.; Children's Concepts of Death; The Journal
la falta de conciencia de la propia muerte es of Genetic Psychology, 134, 141-153, 1979
más frecuente en personalidades adictivas o
Kübler-Ross, Elisabeth; Sobre la muerte y los mori-
en personas con conductas temerarias. bundos; Ediciones Gijalbo,1975
Muerte del otro: sensación de que la
Levin, S. y Kahana, R.; Procesos psicológicos en el
muerte no le puede afectar a uno, pues quie- envejecimiento
nes mueren son los otros.
Mc Guire, W.J.; "Attitudes and attitude change", en
El temor a la muerte, se asocia al deseo de G.Lidnzey y E. Aronson (comps.J. The handbook of social
la muerte de aquello que pueda considerarse psychology: Vol. rr, Special fields and applications; 3' Ed.,
Hillsdale, N.J., L. Erlbaum Assoc.
distinto o amenazante, lo cual lleva a con-
ductas violentas o agresivas. Margan, John D.; Attitudes Toward Death; Internet,
1998
Animismo: persistía en la vida adulta en
Margan, John D.; Death Education; Internet, 1998
las sociedades primitivas (daban ofrendas de
comida a los muertos, realizaban rituales Nagy, M.; The Child and Death; Psychol. Stud., Univ.
Budapest, 2, 152-157; 192-194; 1938
para no ofenderlos o alejarlos, los enterraban
con sus pertenencias, etc.). En la actualidad, Neimeyer, Robert A. (compilador); Métodos de evalua-
ción de la ansiedad ante la muerte; Editorial Paidós, 1997
algunas personas les atribuyen cualidades de
Spinetta, J.J.; The Dyíng Child' s Awareness of Death:
los vivos a los muertos que se sustentan en
A review; Psychol. Bulletin, 81, 256-260; 1938
distintas supersticiones, búsqueda de contac-
Urraca Martínez, Salvador; Actitudes ante la muerte
to con los muertos, rituales mágicos, etc.
(preocupación, ansiedad, temor) y religíosidad; Tesis doc-
De todas formas, debemos tener siempre toral,1982
presente, que la muerte es uno de los mayo- Weininger, A.; Young Children's Concepts of Dyíng
res enigmas de nuestras vidas y la máxima and Death; Psychological Reports, 44, 395-407

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