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Área: Tecnología

Técnicas para el aprendizaje autónomo


¿Cómo aprender a gestionar el tiempo de estudio y/o
M3
trabajo?
Módulo: 3
Curso: Técnicas para el aprendizaje autónomo

Mapa de Contenido

¿Cómo aprender a gestionar el


tiempo de estudio y/o trabajo?

Planificación del
Conceptos generales Gestión del tiempo Ladrones del tiempo
tiempo

¿Qué es la gestión del Cuatro ladrones del


¿Qué es el tiempo? Definir objetivos
tiempo? tiempo

Gestión racional y Causas internas y


Vida cotidiana y tiempo Fijar prioridades
emocional externas

Vida del trabajo/estudio


Procastinación Programar tareas
y tiempo
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Curso: Técnicas para el aprendizaje autónomo

Índice

Introducción ............................................................................................................................................................................................................ 4
1. Conceptos generales ...................................................................................................................................................................................... 5
1.1 ¿Qué es el tiempo? ............................................................................................................................................................ 5
1.2 Vida cotidiana y tiempo ..................................................................................................................................................... 6
1.3 Vida del trabajo/estudio y tiempo .................................................................................................................................... 8
2. Gestión del tiempo (racional y emocional) .......................................................................................................................................... 11
2.1 ¿Qué es la gestión del tiempo? ....................................................................................................................................... 11
2.2 Gestión racional y emocional .......................................................................................................................................... 13
a. Tiempo personal y profesional ...................................................................................................................................... 13
b. Efectos emocionales ..................................................................................................................................................... 14
2.3. Procrastinación .............................................................................................................................................................. 16
a. Causas internas ............................................................................................................................................................. 17
b. Causas externas ............................................................................................................................................................ 17
3. Planificación del tiempo .............................................................................................................................................................................. 18
a. Definir objetivos ............................................................................................................................................................ 19
b. Fijar prioridades ............................................................................................................................................................ 19
c. Programar tareas ........................................................................................................................................................... 21
4. Ladrones del tiempo ..................................................................................................................................................................................... 23
4.1 Cuatro ladrones del tiempo ............................................................................................................................................. 23
4.2 Causas internas y causas externas .................................................................................................................................. 24
Cierre ....................................................................................................................................................................................................................... 26
Referencias ............................................................................................................................................................................................................ 27
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Resultado de aprendizaje

Analiza la organización y control del tiempo de aprendizaje como un recurso valioso para el logro
de objetivos individuales y compartidos, aplicando técnicas para su uso efectivo en actividades de
estudio y/o trabajo.

Introducción
Vamos a estudiar un tema que a todos nos atañe, del cual nadie se puede
escapar y que además tiene grandes consecuencias en nuestra vida cuando no
lo usamos adecuadamente o lo dejamos pasar, se trata del tiempo. De partida
somos seres temporales, el hecho de nacer, vivir y morir ocurre en un tiempo,
con fechas determinadas y que quedan estampadas en la historia, en
documentos, en la memoria. Esta es una palabra que está presente en nuestro
lenguaje cotidiano más de lo que pensamos. Solemos decir que tendremos
poco o mucho tiempo para algo, nos referimos a nuestras experiencias pasadas y las que esperamos vivir
en el futuro. ¿Y en el presente? El tiempo es algo efímero, se nos va como el agua entre las manos.

El tiempo, es inmanejable, no lo podemos detener ni apresurar, no podemos volver atrás, no podemos


acumularlo, ni guardarlo. Sin embargo, podemos decidir cómo ocuparlo en nuestro beneficio y el de los
demás.

El tiempo es uno de los recursos más valiosos que poseemos y saber gestionarlo es un desafío que es
imperioso asumir, pocas veces se nos enseña a manejarlo, principalmente cuando se trata de estudiar y
trabajar, se nos pide rendimiento, eficacia, resultados, pero en el camino nos encontramos con múltiples
dificultades que nos llevar a decir con frecuencia “no tengo tiempo”, “no me alcanzó el tiempo”, “me
quitaron el tiempo”, y así…

Con este módulo, esperamos ayudarte a utilizar el tiempo, primero, aportando algunas nociones sobre
su significado e importancia que tiene para la vida personal y el trabajo o estudio. Seguidamente saber
qué es y por qué es tan importante gestionar el tiempo junto con aquellos factores que están detrás,
como la dimensión racional y emocional. Hablar de gestión del tiempo, es establecer una relación directa
con la planificación, en este punto te entregaremos algunas orientaciones para ayudarte en concreto, a
utilizar tu tiempo en beneficio de tus objetivos, proyectos, estudio. Cerraremos este módulo presentando
a los “ladrones del tiempo”, los que están dentro y fuera de ti. Esperamos que junto con dedicar “tiempo”
a estudiar y aprender sobre este recurso que media todas tus acciones, vayas integrando desde ya las
acciones con las que más beneficios puedas obtener en el uso de tu tiempo.

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1. Conceptos generales
Hay distintas perspectivas para hablar sobre este concepto o símbolo que denominamos tiempo, éstas
provienen desde las diferentes disciplinas, principalmente desde las ciencias humanas, entre ellas, la
Filosofía, Sociología, Teología, Psicología y la perspectiva económica, que es una de las que ha tenido
mayor influencia en las últimas décadas.

En este punto, junto con hacer referencia al significado de la palabra tiempo, se mencionará dos asuntos
claves que están en relación con el tiempo: la vida cotidiana y la vida del trabajo o estudio.

1.1 ¿Qué es el tiempo?


Esta es sin duda una pregunta compleja de responder, porque más que abordar una definición
conceptual, intentaremos reflexionar en torno a una experiencia, esto es, cómo vivimos nuestra vida en
relación al tiempo y el significado que este tiene para cada uno.

Cuando se habla del tiempo, se tiende en primer lugar a asociarlo a “medición”, horas, días, meses, años,
siglos, etc. Estar en el tiempo pareciera que nos lleva inevitablemente a pensar que estamos insertos en
una dimensión cuantitativa de la realidad, es así como se habla de poco o mucho tiempo, de que
transcurre de manera lenta o rápida e incluso nos da la sensación de que el tiempo se detiene. De esto
último, podemos señalar que hay una dimensión de subjetividad en el tiempo, y por qué no, si se trata
de una experiencia, la de vivir en el tiempo.

De este modo podemos comenzar a aproximarnos a los diferentes significados que se le han atribuido,
según (Bustinduy, 2015) el significado que se le asigna al tiempo es más bien teórico, se trata de “la
magnitud física que mide el periodo que transcurre entre la apariencia de un estado del sistema y el instante
en el que este registra una variación perceptible para un observador o aparato de medida” (p.11). A
propósito de este significado, el autor hace referencia al cambio que se espera con el paso del tiempo,
de hecho solemos decir “esto mejorará con el paso del tiempo”, hay un antes, un durante y un después, y
de ahí que se haga necesario aprovechar esos intervalos, es decir aprovechar el tiempo con el que
contamos.

Otro concepto de tiempo es el que recoge (Gan & Triginé, 2012), el que define como “algo completamente
perecedero, que no puede ser almacenado, siendo además irremplazable e insustituible” (p. 388).

El estudio sobre el tiempo es tan antiguo como la humanidad, se sabe de los diferentes mecanismos o
instrumentos que han utilizado las diferentes civilizaciones para medir el tiempo. La cultura griega hizo
la distinción entre el tiempo secuencial o lineal (cronos) y el tiempo o momento propicio u oportuno,
donde ocurren situaciones especiales (kariros). “[…] los latinos apuntaron: Tempus fugit, sicut nubes, quasi
naves, velut umbra (el tiempo vuela, como las nubes, las naves, las sombras). En consecuencia,
apostillaron: Carpe diem, quam minimum credula postero (aprovecha el momento sin confiar en el
mañana)” (Bustinduy, 2015, pág. 11).

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A través de la historia se han creado diversos calendarios para establecer la duración del tiempo, se buscó
en los ciclos de la naturaleza, las estaciones del año, del sol, de la luna, los astros. Si indagamos en Google,
podemos ver una serie de calendarios, las grandes culturas crearon sus propias maneras de vivir y medir
el tiempo, es así como tenemos los calendarios gregoriano, musulmán, chino (en este orden están las
imágenes que se presentan a continuación) y muchos otros.

La cultura maya, por ejemplo, divide el tiempo en ciclos lunares, determinando la duración del tiempo en
13 ciclos de la luna, el año comienza el 26 de julio y termina el 24 de julio, el día 25 de julio es denominado
“el día fuera del tiempo”. Y así, cada cultura tiene su propia forma de vivir, celebrar y medir el tiempo.

Hasta hoy nos rige el calendario gregoriano el que señala que un año tiene 365 días, éste surgió en
Europa y se usa prácticamente en todo el mundo.

(Bustinduy, 2015) señala que se pueden identificar tres características en relación al tiempo: equidad,
gratuidad e inelasticidad. Las describe del siguiente modo (pp.12-13):

▪ Equidad
Es el único recurso perfectamente socializado. Con independencia de condición, todo el mundo
dispone de 24 horas, 1.440 minutos; 86.400 segundos diariamente.
▪ Gratuidad
No tiene coste y cada día disponemos de él queramos o no. Solo hay que imaginarnos qué
haríamos si en vez de horas, minutos o segundos fueran dinero. ¿Lo dejaríamos perder?
▪ Inelasticidad
El tiempo no es acumulable, ni ahorrable, ni prestable, ni sustituible, ni siquiera recuperable. Sí es
o bien invertible o bien derrochable.

1.2 Vida cotidiana y tiempo


Hoy con mucha más frecuencia nos escuchamos y
escuchamos a los otros decir, “no tengo tiempo”, “no me
alcanza”, “con qué rapidez transcurren los días, las
semanas y los meses”. Hay quienes afirman que la
experiencia subjetiva que hacemos del tiempo nos está
llevando a “sentir” con mayor velocidad el paso de este,
dicha experiencia de velocidad estaría vinculada al uso de
las tecnologías, las que buscan principalmente: la
sencillez, la rapidez y la efectividad (Belli, 2010, pág. 310).

Ahora bien, nuestra vida transcurre en el tiempo y lo hacemos en torno a tres grandes dimensiones que
son propias de la naturaleza humana y desde donde se realizan las experiencias, el hacer, el sentir y el
pensar. Todas las experiencias de uno u otro modo tienen relación con estas tres áreas, ocurren en el
tiempo, y además, es uno de los recursos más escasos con el que contamos, situación de la que no
siempre nos damos cuenta.

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Aunque las expectativas de vida hoy se han alargado, sin embargo, aun así, lo que ofrece la vida es mucho
más que ese tiempo breve que vivimos, por tanto, “una de las decisiones más esenciales que podemos
tomar tiene que ver con cómo invertimos o a qué dedicamos el tiempo” (Csikszentmihalyi, 2007, pág. 17).
Es así como, dependerá de las decisiones que tomemos y el contenido de las experiencias lo que va a
determinar la calidad de vida que a lo largo de los años tendremos, sea a partir de decisiones conscientes
y personales o decisiones de otros.

Ahora, muchos de los términos que utilizamos para referirnos al tiempo provienen del ámbito más bien
económico, por ejemplo, solemos decir, que “el tiempo hay que saber administrarlo”, que es necesario
“saber invertir nuestro tiempo” o que “el tiempo no se puede malgastar”, y la tan frecuente expresión “el
tiempo es oro”, junto con, “mi tiempo no tiene precio”. Queda claro que existe una valoración del tiempo
que tiene un tinte económico, el lenguaje para referirnos a él lo denota; una impronta capitalista que tal
vez ha ocultado otras vivencias (por ejemplo, una experiencia más despierta y sostenida del aquí y ahora),
un trasfondo importante de considerar en esta reflexión, para saber desde donde nos posicionamos en
nuestra comprensión y vivencia del tiempo.

La pregunta que nos tenemos que hacer más concretamente es ¿qué hacemos con nuestro tiempo?
¿Cómo lo ocupamos en la cotidianeidad de la vida? Hay muchos estudios sociológicos que han buscado
datos sobre este asunto. Vamos a aportar algunos que nos pueden servir de referencia, partiendo de que
la mayoría de las personas pasa alrededor de 16 horas despierta.

Según las actividades en las cuales la mayoría de la gente emplea su tiempo tienen que ver
fundamentalmente con tres ámbitos: producción, mantenimiento y ocio. A continuación un desglose de
ellas (Csikszentmihalyi, 2007, pág. 19).

Actividades de
Actividades productivas Actividades de ocio
mantenimiento

•Estudiar •Tareas domésticas •Medios informativos


•Trabajar (cocinar, limpiar, comprar) (redes sociales, televisión,
•Conversar •Comer lectura, otros)
•Arreglarse (lavarse, •Aficiones, deportes, cine,
vestirse) restaurantes
•Conducir •Vida social
•Transporte •Holgazanear, descansar

Finalmente, son estas tres áreas de ocupación de nuestro tiempo, las “que absorben nuestra energía
psíquica y proporcionan la información que atraviesa la mente día tras día desde el nacimiento y hasta el
término de la vida” (Csikszentmihalyi, 2007, pág. 23).

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¿Qué tanto calzan las actividades anteriormente señaladas con el tiempo del que disponemos?, todos,
de manera objetiva contamos con la misma duración de tiempo, esto es, 24 horas de un día, 7 días a las
semanas, 12 meses y así según dure el tiempo de la vida de cada uno. La pregunta que sigue, ¿cuánto de
ese tiempo lo destino a estas y otras actividades parecidas? ¿Cuán satisfecho/a me siento del tiempo que
dedico a cada una de esas actividades? ¿Qué otras cosas quisiera hacer con mi tiempo? ¿Qué cosas dejaría
de hacer?

Ahora, podemos agregar otro factor a considerar en el uso del tiempo, son las que tienen relación con el
contexto social, las interacciones con las personas, las que también son similares en la mayoría de las
culturas: el contexto social donde nos relacionamos con compañeros de estudio y/o de trabajo y también
con extraños, se podría decir que es el contexto del espacio público, ya sea de manera directa o través
de las redes sociales; el segundo contexto es el de la familia o de las personas con las que se comparte
una experiencia de comunidad o convivencia (casa, recursos para el mantenimiento). Y el tercer contexto,
es el que tiene que ver con la relación consigo mismo, o el tiempo destinado a la soledad, para la mayoría
es un tiempo que se aprende a tolerar, pero muchas veces no es deseado.

1.3 Vida del trabajo/estudio y tiempo


Son muchas las páginas que se han escrito para hacer referencia al tiempo y su relación con el trabajo, la
mayoría de las personas destinan prácticamente un tercio de su tiempo a actividades de tipo laboral
(remunerado o voluntario).

Es importante hacer notar la paradoja que existe entre estas dos situaciones, la vida del trabajo y el
tiempo, mientras estamos realizando actividades laborales comúnmente nos vemos diciendo o pensando
“como deseo que llegue pronto el tiempo de las vacaciones”, “qué eterna ha sido esta semana, ¡cuánto
trabajo!”, “ufff, recién es lunes”, “¡tanto tiempo que necesito para estudiar para este curso!” y otras más
que dejan entrever que el tiempo dedicado al trabajo y también al estudio es un tiempo que no goza de
nuestra admiración. Sin embargo, y ahí está la paradoja, es en la vida del trabajo y del estudio donde se
viven grandes satisfacciones, es allí donde se ponen en juego todas las capacidades, donde los esfuerzos
son mayormente recompensados, sean con dinero (en muchos casos), pero también por los elogios y
reconocimientos y con las notas o calificaciones.

En palabras de (Csikszentmihalyi, 2007) “trabajar es una experiencia extraña: proporciona algunos de los
momentos más intensos y satisfactorios junto con un sentido de orgullo y de identidad, pero es algo que la
mayoría de nosotros estaríamos encantados de evitar” (p.65).

Es en la vida del trabajo y del estudio donde ponemos en acción de manera más plena nuestra mente y
nuestro cuerpo, sentimos lo importante que es aquello que hacemos y las consecuencias que tiene el
hacerlo de la mejor manera posible, puesto que es para lo que nos hemos preparado un “largo o corto
tiempo”.

En estos momentos te encuentras en la primera fase de tu vida del trabajo, es la etapa de estudio, estás
dedicando un tiempo importante a lo que será tu vida profesional laboral, ya estás de algún modo en
ese tercio de la vida que se empleará en trabajar. ¿Cómo y con qué visión quieres vivirlo? ¿Con

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entusiasmo? ¿Con grandeza? O por el contrario ¿un tiempo que dedicarás a producir para recibir la
recompensa del dinero?

Cualquiera sea el motivo que te ha traído hasta aquí, que tu relato sea un relato optimista, primero de
maximizar el tiempo limitado de que dispones para desarrollarte plenamente como profesional, el trabajo
cuando está sostenido por una vocación el tiempo se vive sin pesadumbre, no es una carga; lo que se
haga en la vida del trabajo o de estudio es siempre desafío, es otra forma de entrega, debe ser en
definitiva una experiencia gratificante y enorgullecedora.

Antes de pasar al siguiente tema, te invitamos a responder al siguiente Test (con adaptaciones), tanto si
sólo estás estudiando cómo sin también tienes que organizar tu tiempo con el trabajo (Torres, 2017, pág.
15):

Siempre o Nunca o casi


N° Pregunta A veces
casi siempre nunca
1 Aprovechas las horas en la que te encuentras más
despejado para realizar las tareas más importantes
(preparar pruebas, trabajos individuales, proyectos)
2 Compartes de manera equitativa tus trabajos grupales
3 Programas las tareas que debes realizar durante el día
4 Te da tiempo de realizar todos los asuntos anotados
en la lista de programación diaria
5 Priorizas unas tareas respecto a otras
6 Ordenas frecuentemente tu lugar de estudio o trabajo
(escritorio, cajones, armarios…)
7 Tienes identificadas tus metas personales y
profesionales
8 Administras bien tu tiempo
9 Diseñas estrategias para evitar las interrupciones de
tus tiempos de estudio o trabajo.
10 Cumples los plazos de finalización de tu trabajo
11 Controlas bien el estrés
12 Reservas un tiempo diario para las tareas imprevistas
13 Informas a tus compañeros de trabajo del mejor
momento para hablar contigo
14 Sabes evitar que los compañeros de estudio y/o
trabajo te hagan perder el tiempo
15 Sabes relajarte después de un día estresante
16 Dedicas tiempo para planificar a largo plazo
17 Saber decir no
18 Eres puntual
19 Aprovechas los tiempos de espera para realizar
actividades útiles

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20 Dedicas suficiente tiempo a tu vida personal


21 Tienes identificadas las causas que te hacen perder el
tiempo
22 Programas las tareas que vas a realizar a lo largo de la
semana
23 Estableces tus objetivos por escrito
24 Sabes gestionar el almacenamiento de documentos,
carpetas, videos, audios, guías, etc.
25 Te anticipas

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2. Gestión del tiempo (racional y emocional)


Nos vamos aproximando al núcleo de este módulo, conocer qué es y cómo se gestiona el tiempo. Dado
que es un bien escaso, éste tiene que ser vivido de ser posible lo más plenamente posible. Junto con
indagar en el significado del concepto “gestión del tiempo”, vamos a conocer estas dos dimensiones, la
racional y la emocional, de manera de lograr una comprensión para un mejor aprovechamiento de este
recurso.

2.1 ¿Qué es la gestión del tiempo?


La palabra gestión la venimos aplicando en
diferentes áreas o ámbitos de la vida, si nos
remitimos a su significado, se puede señalar que
éste se refiere directamente a la acción de
gestionar, o de administrar algo. Gestionar tiene
que ver con las acciones que llevamos a cabo
para lograr la consecución de un objetivo, una
actividad, un hecho o cualquier situación que nos
planteemos.

Es así como solemos afirmar, “voy a gestionar la


compra de un auto”, “necesito gestionar mejor
mis recursos”, “no logro gestionar bien este
proceso”, “tengo dificultad para gestionar este trámite”, etcétera. Incluso hoy se aplica el concepto
gestionar a las experiencias de orden psicológico, como por ejemplo “saber gestionar conflictos,
emociones, relaciones”.

Ahora, cualquiera sea el hecho, cosa, experiencia a gestionar, es necesario contar con conocimientos,
formación e intención para obtener los resultados que esperamos e incluso más allá de lo que esperamos.

La gestión aplicada al tiempo, remite efectivamente a contar con el conocimiento y las herramientas que
nos ayuden a un uso adecuado del tiempo que disponemos. En este sentido conviene conocer algunos
principios o leyes que rigen el tiempo, dado que este avanza de manera inexorable y que junto con ser
un recurso objetivo, tiene una carga subjetiva notable, más allá de todo, el tiempo “no se detiene” aunque
muchas veces lo anhelemos. Estas leyes nos iluminan en vista de trabajar con detención aquellos
elementos que tal vez nos impiden optimizar nuestro tiempo. A continuación una síntesis:

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Leyes y/o Descripción


Principios*
“El tiempo tiene una dimensión objetiva y una dimensión subjetiva o
psicológica, que está en función del interés que se tiene por la actividad
Ley de Fraisse ejercida». Es decir, siempre vamos a disponer de tiempo para realizar
aquellas tareas o actividades que nos agradan, y vamos a postergar aquellas
que nos cuestan o no nos gustan.
«El trabajo interrumpido será menos efectivo y tomará más tiempo que el
Ley de Carlson que ejecutes de manera continua». Hay actividades que requieren más o
menos esfuerzo al comenzarlas, pero reiniciarlas implica aún mayor esfuerzo.
«El 80% de tu esfuerzo genera solo el 20% de tus resultados. Y el 80%
Principio de Pareto restante de tus resultados se logran con solo el 20% de tu esfuerzo». Cómo
o Regla de 80/20 hacer entonces para enfocar nuestros esfuerzos y atención en sacarle
provecho a ese 80% de tiempo “perdido”.
«Todo requiere más tiempo del que se pensaba en un principio». Es decir,
Ley de Murphy confiamos que aquello que tenemos planificado se realizará, pero muchas
veces no se consideran los imprevistos.
«Cuanto más tiempo tienes para realizar una actividad, más tiempo te
ocupará dicha actividad». Si se nos destina una hora para realizar una
Ley de Parkinson
actividad, la ocuparemos y tal vez vamos a necesitar más. Cada cual debe
poner los límites.
«A medida que pasa el tiempo, la productividad disminuye primero y puede
Ley de Illich tornarse negativa». Esto se relaciona con las funciones ejecutivas de
(rendimientos concentración y atención, conforme avanza el desarrollo de la tarea y el
decrecientes) tiempo, el rendimiento decrece. Realizar una actividad por más de 45
minutos sin hacer pausas generará improductividad.
Ley del coste de «Establece el valor de cada hora de trabajo para determinar la pérdida
oportunidad o generada por el tiempo improductivo». Esta información permite considerar
principio del valor el valor que tiene el tiempo que no ha sido adecuadamente utilizado, pensar
económico del en lo que se deja de hacer por la falta de rendimiento.
tiempo
«Cuando una persona se siente observada, tiende a dar mejores resultados.
Principio de Trabajas mejor con supervisión externa y control». ¿Qué actitudes encierra
Hawthorne este principio? Al parecer una tendencia a evitar cumplir con las propias
responsabilidades.
Principio de «Estás sometido a múltiples ritmos biológicos que debes tener en cuenta en
Swoboda la programación de tus actividades». No todas las actividades se pueden
hacer a cualquier hora del día.
* (Almonacid, 2017, págs. 76-84) (Bustinduy, 2015, págs. 13-16)

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Atención

¿Con cuál de estas leyes o principios te sientes más identificado/a? ¿Cuál de ellas experimentas
con mayor frecuencia en tu relación con el tiempo?

Recuerda

Tomar conocimiento de estas leyes, nos permiten reflexionar acerca de la necesidad de gestionar el
tiempo, saber que éste es limitado y que debemos usarlo para obtener el mejor rendimiento en pos
de disponer para aquellas áreas de la vida que son tan necesarias en la vida de las personas. Buscar
la satisfacción personal en lo que se hace siempre va a ser mejor que tener que justificarse o dar
explicaciones.

2.2 Gestión racional y emocional


Saber gestionar el tiempo es una de las habilidades que se exigen hoy en el ámbito laboral, se suma a
una extensa lista que también se aplican a su vida estudiantil: iniciativa, resolución de problemas, trabajo
en equipo, creatividad, liderazgo, empatía, flexibilidad, capacidad para tomar decisiones, etc. Gestionar
el tiempo, es una más, a continuación veremos lo importante que es considerar la dimensión personal en
vista de alcanzar los mejores logros evitando situaciones que pueden tornarse inmanejables.

a. Tiempo personal y profesional


Es un tanto difícil hacer una distinción cuando se trata de revisar la capacidad para gestionar el tiempo
personal y el tiempo profesional, puesto que se ha observado que suele haber una gran similitud entre
ambos. Dado que el tiempo tiene esta dimensión objetiva en su duración, la gestión o el cómo lo
administramos sólo cambia en cuanto el tipo de actividades que vayamos a realizar.

Hay estudios que indican que el tipo de personalidad influye enormemente en la manera en cómo
hacemos uso efectivo del tiempo, si volvemos al módulo 1 y revisamos nuevamente los tipos de
personalidad y las inteligencias múltiples, vamos a poder inferir que efectivamente el modo en cómo
cada cual se relaciona con el tiempo depende del factor de personalidad, un factor importante, pero no
el único.

Entonces, saber gestionar el tiempo tendrá repercusiones en nuestra competencia profesional y la que
beneficiará simultáneamente nuestra vida personal. (Bustinduy, 2015), siguiendo a Covey, nos presenta
tres de los siete hábitos que este autor ha desarrollado para que las personas se conviertan en altamente
efectivas.

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▪ “Empezar con un fin pensado. […] Hay que tener objetivos establecidos en el horizonte: terminar
esta carrera, ampliar los estudios, comprar una vivienda, cambiar de trabajo... Cada vez que
tomamos una decisión o realizamos una acción tendríamos que evaluar si esta nos acerca o nos
aleja de las metas.
▪ Establecer en primer lugar lo que es más importante. Consiste en distribuir nuestro tiempo
sobre una base de prioridades fijada.
▪ Ser proactivos. No somos esclavos de las acciones que se efectúan sobre nosotros, sino
ejecutores libres de nuestra propia conducta. Hay que tener una actitud de control sobre nuestras
vidas, en este caso, sobre nuestro tiempo, anticipándonos a lo que sucederá” (p.20).

Saber más

En el siguiente vídeo podrás observar de manera resumida los 7 hábitos de gente altamente efectiva,
de Stephen Covey, te puede dar pistas para comenzar a cambiar hoy, aquellos hábitos que no nos
conducen a los objetivos que ya tenemos definidos para la vida personal y profesional.

Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva por Stephen Covey. https://youtu.be/dfZ9m-f3CUs

b. Efectos emocionales
Cuando se habla de la gestión del tiempo, se lo hace principalmente desde la dimensión racional que
éste tiene, puesto que como ya se ha señalado anteriormente, está vinculado al concepto de
administración, de pensar en cómo utilizarlo de la manera más eficiente, lo que supone un proceso
fundamental de análisis y de razonamiento. Aunque se requieren mecanismos que ayudan en la adecuada
gestión del tiempo, éstos no resultan suficientes, ya que junto con la dimensión de pensar y hacer, el ser
humano está constituido de afectos y emociones, o sea, de sentir. Entonces, sepamos que al enfrentar
un trabajo lo hacemos desde lo racional y lo emocional, y no se puede obviar (no podemos decir, mis
emociones quedan fuera del estudio y del trabajo), que somos “seres racionales y emocionales”.

El estrés es una de experiencias emocionales más comunes en las personas que estudian y/o trabajan,
sentir que no puede responder a las tareas y plazos, que no cuenta con las condiciones personales,
materiales, es algo que fácilmente lleva al agobio, a cuadros de ansiedad, de angustia y que finalmente
lo llamamos con el nombre de estrés. ¿En qué situaciones me he sentido estresado? ¿Qué características
tienen esos momentos? ¿Cómo he superado esas experiencias? ¿Me suelen ocurrir con frecuencia? .

Cada vez con mayor frecuencia las personas padecen cuadros de estrés, los que se producen ante la
ausencia de herramientas o condiciones personales para revertirlo. Esto tiene directa relación con la
inadecuada gestión emocional del tiempo y lo que se busca es que las tareas que desempeñemos en la
vida, cualquieras sean, lo hagamos desde actitudes positivas que permitan mantener el sentido de
bienestar emocional que redundará en resultados óptimos y satisfactorios.

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La inadecuada gestión de las emociones provoca resultados negativos, situación que se puede traducir
en mal rendimiento y llevar a la vivencia de estados más bien patológicos. Cuando el estrés no se resuelve
aparecerán síntomas físicos como dolor de cabeza, tensión, dolor de espalda, cansancio, dolor de
estómago, insomnio, pero también emociones como la desmotivación, rabia, desgano, tristeza. “El estrés
conjugado con desmotivación se denomina burnout («estar quemado»). El término busca la analogía con
la quemadura de rueda que hacen los motores al acelerar fuerte sobre el asfalto sin moverse del lugar”
(Bustinduy, 2015, pág. 24).

Cuando se generan situaciones de estrés como las que se han señalado, es conveniente tener la máxima
alerta y buscar ayuda y herramientas para revertirlo. Hay actitudes que pueden encubrir situaciones de
estrés más elevado y no son conscientes, puesto que muchas veces se asocian a formas de “ser”. A
continuación se presentan cinco de estas actitudes, conocerlas puede generar desde ya una alerta para
evitarla o pedir ayudar para salir de la misma. Estas situaciones las encontrarás más ampliamente
desarrolladas en (Bustinduy, 2015). La gestión del tiempo. Editorial UOC.
https://elibro.net/es/ereader/ipp/57731?page=26

1. Predisposición excesiva
Se manifiesta en personas que tienen dificultades para decir que “no”, bajo la premisa de que son
capaces de hacer “más de lo que pueden” en el tiempo de que disponen. Desarrollar la capacidad de
no comprometerse en actividades o tareas para las que no se tienen condiciones o que sobrepasan la
planificación.

2. Dilación compulsiva
Tiene que ver con dejar tareas o trabajos pendientes para mañana sin excusa alguna, cuando se dilatan
las tareas es muy probable que no se realicen nunca. Es recomendable tomar la decisión de hacer las
cosas en el momento oportuno, cuando se cuenta con el tiempo y energía para hacerlo.

3. Exceso de perfeccionismo
Hacer bien las tareas y los trabajos tiene que ser la meta, sin embargo cuando se insiste se cae en el
perfeccionismo, se alargan los plazos por aminorar al máximo los errores. El error es una fuente
importante de aprendizaje, y en la vida diaria o profesional hay que dar lugar a aprender de los errores.

4. Culpabilidad obsesiva
Tiene que ver con el sentimiento de frustración que se genera cuando no se pueden llevar a buen
término las tareas, y que al mismo tiempo impide o bloquea la capacidad de continuar con otras. En
un día es frecuente que queden actividades pendientes, pero no puede ser ocasión para que se genere
el sentimiento de culpa.

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5. Adicción al trabajo:
Se manifiesta en aquellas personas cuyo único objetivo en la vida es el trabajo, son personas que todo
su tiempo está en relación a su mundo profesional, no descansan, ni se relacionan con calidad en otros
planos, más bien no desarrollan una vida personal. También ocurre algo similar con el estudio,
dedicarle todo el tiempo y olvidarse de la vida de familia y el tiempo razonable para el descanso.

Saber más

En la Web encuentras miles de videos con recomendaciones y prácticas para ayudarte a disminuir el
cansancio y el estrés. A continuación te presentamos uno. Ejercicios para disminuir el estrés.
https://youtu.be/Sgd284eh8io

2.3. Procrastinación
De manera muy breve vamos a referirnos a este asunto que está muy presente en la vida de las personas,
a veces más de lo que quisiéramos. (Almonacid, 2017) define procrastinar como “la acción o hábito de
retrasar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más
irrelevantes y agradables” (p.86). Solemos postergar la preparación de una prueba por una conversación
con un amigo, o por una película, o por un juego en línea. Hay miles de actividades que nos creamos o
tenemos a la mano por otras que nos demandan mayor atención, son más complejas o simplemente no
son de nuestro agrado.

Hoy existen múltiples estudios provenientes de la neurociencia sobre qué es lo que ocurre en nuestro
cerebro que nos hace caer en procrastinación, en estas situaciones “se activan en nuestro cerebro
exactamente las mismas zonas del lóbulo parietal asociadas con el dolor y por ende las evitamos”
(Almonacid, 2017, pág. 86).

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Módulo: 3
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Ahora bien, son múltiples las causas que llevan a las personas a procrastinar, algunos son de carácter
interno y otras externas, siguiendo a (Almonacid, 2017) se pueden identificar las siguientes para cada una
de las causas:

a. Causas internas
Las causas internas tienen su raíz psicológica en las personas, de ahí que sea necesario un mayor
compromiso, voluntad y nivel de conciencia para superarlas.
▪ Miedo al fracaso
▪ Miedo al cambio
▪ Comprometerse demasiado
▪ Adicción al “último minuto”

b. Causas externas
Las causas externas, en este caso su raíz se encuentra en la actividad misma, en su estructura, sus
características o el resultado que se espera obtener.
▪ Actividades abrumadoras
▪ Actividades desagradables
▪ Metas poco claras
▪ Flujo de actividades poco claro

Saber más

Para mayor profundización te sugiero revisar el texto de Almonacid, H. (2017). Optimezation: la clave
del tiempo para alcanzar el éxito en la vida. RIL editores.

https://elibro.net/es/ereader/ipp/67630?page=88

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3. Planificación del tiempo


Para comenzar volvemos a la premisa de que el tiempo es una realidad objetiva para todos, un día tiene
una duración de 24 horas, pero lo experimentamos de manera subjetiva (corto, largo, intenso, a veces se
detiene y en otras parece ralentizarse, etcétera.). Ya sabemos que el tiempo es algo absolutamente
perecedero, este minuto en que me encuentro leyendo ya no volverá más, tampoco lo podemos
almacenar, mucho menos reemplazar o sustituir. Tomando una vez más conciencia de esta realidad tan
efímera cómo es el tiempo, la experiencia y uso que hagamos de él es fundamental, puesto que si bien
hay cosas que podemos hacer después, hay muchas otras que nunca podremos realizar si no hay una
programación, un establecimiento de objetivos y herramientas que nos permitan realizar aquello que
queremos, buscamos, anhelamos, soñamos, sea lo que queramos para nuestra vida.

Según (Gan & Triginé, 2012), el tiempo, en el contexto de una organización siempre se traduce a un valor
económico, y son muchos los factores que intervienen en su manejo, factores que son absolutamente
aplicables más allá de una organización, en este caso los podemos asimilar a los tiempos que se
destinarán al estudio y aprendizaje en las distintas asignaturas a realizar. Los factores son los siguientes:

▪ Objetivos bien o mal definidos.


▪ Prioridades espontáneas planificadas.
▪ Información suficiente o incompleta.
▪ Métodos estructurados o confusos.
▪ Autodisciplina o ausencia de esta.
▪ Tratamiento de conflictos a tiempo, o atrasos continuos y problemas no aclarados.
▪ Reuniones productivas o largas tertulias sin sentido…” (Gan & Triginé, 2012, pág. 388)

Es así como la planificación es fundamental para preparar la mente y disponerse a lo que viene, permite
la proactividad, al planificar se prevé el mañana y se disponen las condiciones para que las cosas ocurran
muchas veces mejor de lo que esperamos. La planificación permite tener acciones de control sobre lo
que viene, por ejemplo, saber que tengo una semana para realizar una actividad grupal, permite prever
todas las acciones: tomar contacto con uno o más compañero/as, revisar los materiales, y organizar cada
parte según los tiempos de que dispone cada uno.
Una buena planificación, tiene tres etapas fundamentales, en ello coinciden diferentes autores:

Definir Fijar Programar


objetivos prioridades tareas

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a. Definir objetivos
El o los objetivos nos muestran hacia dónde vamos, comenzando por saber en qué lugar nos encontramos
(de una tarea, un proyecto, un trabajo, una prueba), si bien hay una meta de largo plazo, es necesario
también identificar aquellas que son de corto plazo.

Para (Gan & Triginé, 2012, pág. 398), existen tres direcciones para la gestión del tiempo:

▪ Los objetivos principales (son los que están asociados a los resultados y principales
responsabilidades del puesto de trabajo).
▪ Los asuntos pendientes (las cuestiones que no se han podido terminar)
▪ Los objetivos secundarios o actividades (todo lo que forma parte de su acción).

Un elemento que nos puede ayudar en este proceso de ponerse objetivos es considerar la estrategia
denominada Objetivos SMART, esta palabra significa “inteligente” y resulta ser un acrónimo. Los objetivos
desde esta perspectiva tienen que ser:

S • Específicos
M • Medibles
A • Alcanzables
R • Retos
T • Temporizables

b. Fijar prioridades
Una vez que se han fijado los objetivos (nivel macro), corresponde establecer las acciones a nivel micro,
es decir las tareas y recursos para llevar adelante el o los objetivos que se han formulado. Dado que el
tiempo es acotado, y generalmente los recursos son escasos (personal, conocimiento, habilidades,
instrumentos, etc.), es muy importante que las tareas sean priorizadas. Pero ¿cómo y quién determina
qué tareas son más importantes o más urgentes que otras? Observar todas las actividades de los cursos
del bimestre, permite determinar el nivel de complejidad de cada una, puede ser uno de los elementos
que determine las prioridades.

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Existen algunos mecanismos que ayudan a priorizar, es decir, a darle el rango de importancia a las
actividades o tareas que se realizarán en pos de los objetivos. (Bustinduy, 2015) presenta dos sistemas
que ayudan en el proceso de fijar prioridades, sistemas que se han probado para la gestión del tiempo.

Sistema A, B, C. Este sistema diferencia las tareas en categorías, la clasificación se adapta a las
necesidades y las áreas en las que se desee aplicar.

•Corresponde a las tareas o actividades que se tienen que realizar “ya”, con inmediatez, son

A las que entran en la categoría de urgencia y deber ser ejecutadas a la brevedad. Dejarlas de
lado genera graves o serias consecuencias (hay plazos indeclinables para subir los trabajos o
realizar una prueba). Al tener varias tareas urgentes se pueden volver a clasificar en A1, A2,
A3.

B •Corresponde a las tareas que se relacionan con el nivel de importancia, se pueden posponer
por un tiempo prudente, si se descuidan se podrían convertir en tareas A.

C •Son las tareas que se pueden posponer y que no provocarán consecuencias en el mediano
plazo (por ejemplo, revisar las lecturas complementarias).

También se suele hacer referencia a una categoría D, son las tareas que caen en el olvido y nunca se
realizan, o aquellas que vienen de la categoría C (por ejemplo, realizar ejercicios sin calificación y que se
proponen en los recursos conceptuales).

Y el segundo sistema para fijar prioridades es la Matriz de Administración del Tiempo (MAT), también
suele llamarse Cuadrantes del tiempo de Stephen Covey. Nos vamos a dar cuenta que todas las
actividades las podemos situar en estos 4 cuadrantes. Para su elaboración seguiremos a (Almonacid, 2017,
págs. 238-244) y (Bustinduy, 2015, págs. 44-46).

+ URGENTE - URGENTE
CUADRANTE I: Bombero CUADRANTE II: Realista (Proactivo)
Son actividades urgentes e Son actividades que requieren
importantes, más difíciles de planificación y preparación, tiempo
controlar, requieren atención adicional en el presente para evitar
+ IMPORTANTE inmediata: problemas, crisis, trabajo innecesario en el futuro. El
imprevistos, llamadas de emergencia. resultado es visión, perspectiva,
Evitables con una planificación control, calidad de vida...
adecuada (cuadrante II). Provocan ¿Qué porcentaje de tus actividades
estrés, agotamiento, ansiedad, son las están en este cuadrante?

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personas que están en continuo


estado de emergencia.
¿Qué porcentaje de tus actividades
están en este cuadrante?
CUADRANTE III: Autoengañado CUADRANTE IV: Frívolo
(Sumiso) Son actividades que se pueden llevar a
Aparentemente urgentes pero tienen cabo en cualquier momento, tales
una importancia real menor. Son como: mirar publicidad, actividades de
- IMPORTANTE actividades como: llamadas, «escapada» y trivialidades en general.
correspondencia, reuniones mal Se pueden eliminar todas estas
dirigidas, memorándums, informes y actividades y ganar un 30-40% de
visitas espontáneas. Conllevan tiempo. Generan pérdidas de tiempo,
demostración de un carácter irresponsabilidad, despidos...
camaleónico y atento a la reputación, ¿Qué porcentaje de tus actividades
impotencia, personas que no saben están en este cuadrante?
decir “no”.
¿Qué porcentaje de tus actividades
están en este cuadrante?
+ URGENTE - URGENTE

Atención

Pregunta: ¿En cuál de estos cuadrantes te sueles situar al momento de organizar y realizar tus
actividades? ¿Qué razonamiento te lleva a ubicarte en ese cuadrante?

c. Programar tareas
Una vez que se han definido los objetivos y establecido las prioridades, viene el momento de realizar la
programación o planificación de las tareas, otra de las etapas relevantes si queremos gestionar de manera
óptima nuestro tiempo. Aquí nos planteamos estas preguntas ¿Cuándo se realizarán las tareas? ¿Cómo
se realizarán? ¿Quién las llevará a cabo?

La programación es una tarea difícil, pues supone destinar un tiempo a reflexionar sobre las preguntas
planteadas anteriormente, en general solemos hacer las cosas cómo nos vayan apareciendo, o
postergando hasta el final, tal como lo acabamos de revisar. Si queremos sacar partido a nuestro tiempo
y rendir con eficacia (cuadrante II), tendremos que aprender a distinguir las tareas importantes de las
menos importantes y destinarles el tiempo justo y necesario. Para gestionar el tiempo es importante
distinguir las tareas considerando plazos; anual, semestral, trimestral, bimestral, mensual, quincenal,
semanal, diario. A continuación algunas sugerencias.

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(Bustinduy, 2015, págs. 46-47), recomienda ciertas claves para la programación efectiva:

▪ “Ser realista. Tener presentes las limitaciones del tiempo y las propias limitaciones como personas
y/o profesionales.
▪ Tener en cuenta las leyes y principios del tiempo.
▪ Dejar espacios libres para descansos, imprevistos, retrasos, etc.
▪ Determinar periodos de alta-baja actividad en función de la cronobiología de cada cual. Hay gente
que trabaja mejor por la mañana y otros a media tarde. Por ejemplo, muchos estudiantes prefieren
la noche para estudiar.
▪ Disponer de un organizador del tiempo como una agenda o un dispositivo”.

Y por su parte (Almonacid, 2017, págs. 50-51), nos aporta las siguientes sugerencias para la planificación:

▪ “Usar un calendario electrónico o agenda Virtual para incluir tus actividades planificadas.
▪ Utilizar una base de planificación semanal, debido a que aumentará significativamente tu eficacia.
▪ Independiente de qué tipo de base de planificación elijas, debes programar cada uno de tus días,
ya sea la noche anterior o a primera hora de la mañana, considerando un máximo de tres tipos
de actividades que te darán la satisfacción por un día logrado y exitoso.
▪ Considera el concepto de porcentaje de planificación: solo planifica el 60% del día y deja el 40%
restante para interrupciones o para realizar ajustes en el plan diario por imprevistos.
▪ En este proceso deberás considerar tus conocimientos, habilidades y recursos necesarios. Si
hubiera algo que te falta, es mejor reprogramar.
▪ Administrar el riesgo. Para ello debes hacer la pregunta “¿qué puede salir mal?”, y si sale algo mal,
“¿qué opciones tengo?”. Estar preparado en caso de una contingencia para actuar de forma
proactiva.
▪ Cuando tengas una meta en mente, debes asignarle una fecha límite para alcanzarla.
▪ Cuidado con caer en la «falacia de la planificación». Nuestro cerebro, según los últimos estudios
neurocientíficos, es sumamente optimista y utiliza algunos atajos en la toma de decisiones,
conocidos como sesgos cognitivos”.

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4. Ladrones del tiempo


Y por último dedicaremos unas líneas para hacer referencia a uno de los aspectos que más nos juegan
en contra en el correcto y adecuado uso del tiempo, se trata de los llamados “ladrones del tiempo”.

4.1 Cuatro ladrones del tiempo


Se denomina de este modo a todas aquellas situaciones, cosas, personas, estados de ánimo que nos
quitan el tiempo. Si bien son otros los que nos roban el tiempo, en ese robo sin ser del todo conscientes
“consentimos”. Según (Bustinduy, 2015, pág. 53) los ladrones del tiempo “son una suma de elementos no
tenidos en cuenta en la planificación previa que nos restan minutos, e incluso horas de trabajo efectivo”.

Lo más probable es que muchas veces estemos desprovistos de mecanismos o estrategias que nos
impiden defendernos de estos “ladrones del tiempo” y otras tantas, nosotros nos convertimos en ladrones
del tiempo de otros. Frases típicas como “¿tienes un minuto?”, “permiso, ¿puedo entrar?”, “¿me permites
una palabrita?”, ante expresiones como éstas es muy difícil que nos podamos negar, pero “ese minuto”
se sumará a muchos otros ladrones que irán apareciendo tal vez en un día o en una semana, y así. Además,
esos minutos se van sumando y horas que se suman a nuestra vida estudiantil, laboral, familiar, personal.

Vamos a revisar brevemente cuatro ladrones de tiempo y luego una tabla con una lista para que puedas
analizar con detención y evaluar cuanto influyen estos ladrones en tu vida. La siguiente tabla es una
síntesis de los ladrones de tiempo que desarrolla (Bustinduy, 2015, págs. 53-63)

Encuentros
Exceso de Espacio de trabajo Comunicaciones
presenciales
Información desordenado virtuales (o virales)
improductivos
•Es imposible tratar •Lugar de trabajo •Hay reuniones •Las nuevas
toda la información debe ser modelo de formales e tecnocologías son
que nos llega. organización. informales. potenciasles
•Clasificar la •Trabajar en un •Las reuniones ladrones de tiempo:
información con la asunto a la vez. informales son videoconferencias,
técnica A,B,C •Establecer sistema interrupciones no chats, correo
de archivo. programadas. electrónico, redes
•Reuniones formales sociales, etc.
•Invertir tiempo en
acondicionar el lugar requieren de alto •Establecer límites en
de trabajo o estudio. nivel de gestión para el uso de estos
que sean medios.
productivas: definir
obejtivos,
conducción eficaz y
seguimiento de los
acuerdos.

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4.2 Causas internas y causas externas


Existen causas internas y causas externas para la acción de los ladrones del tiempo, las causas internas
tienen que ver con la falta de organización, falta de concentración, dispersión en las tareas, incapacidad
para decir que no. Y en cuanto a las causas externas, van desde las falta de objetivos hasta los lugares
inadecuados para el trabajo. Ambas causas, pueden ser aplicadas tanto a las personas como a las
organizaciones.

Saber más

Puedes mirar el siguiente vídeo para profundizar en las causas internas. Ladrones del tiempo internos
https://youtu.be/bxCcILGWj2E

En las siguientes tablas se presenta un listado de ladrones de tiempo, te invitamos a revisar y marcar con
una X aquellos ladrones de tiempo que se presentan como más habituales sea en tu trabajo, en tu estudio
así como a nivel personal (Gan & Triginé, 2012, págs. 394-395).

Ladrones del tiempo (externos) Organización Personal


Interrupciones telefónicas
e-mail
Visitas no previstas
Reuniones de trabajo
Comunicaciones deficientes
Tiempos de espera
Directrices cambiantes
Consultas
Necesidad de consultar
Compañeros absorbentes
Instrucciones confusas

Ladrones del tiempo (internos) Organización Personal


Ausencia de objetivos y planificación
Incapacidad para decir que no
Desorden, poca organización
Falta de disciplina y método
«Contactos sociales»
Falta de sincronía con el reloj biológico
Uso incorrecto de nuevas tecnologías
Hiperperfeccionismo
Falta de prioridades

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Ausencia de delegación (grupos de estudio)


Tareas sin terminar

Finalmente en la última tabla, una propuesta para que analices aquellos ladrones del tiempo que deseen
erradicar y a los cuales puedas hacerle frente. Establece un plan de acción escribiendo las tareas o
decisiones que vas a tomar y que en definitiva te ayudarán a optimizar el tiempo. De este modo te puedes
permitir emplearlo en más tiempo libre o en aquellas áreas en las cuáles desees desarrollarte.

Ladrones de tiempo Acciones para combatirlos

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Cierre
En este módulo se ha intentado responder a la pregunta inicial ¿Cómo aprender a gestionar
el tiempo de estudio y/o trabajo?, es así que en cada uno de los cuatro temas se ha puesto la
mirada en ambos contextos, por un lado el estudio, al cual hoy destinas un tiempo significativo
y al trabajo ya sea que estés en uno o muy pronto lo estés, el que hayas elegido la carrera que
estás cursando tiene como meta la posibilidad de ejercerla, tan pronto como te titules.

Hemos constatado que el tiempo es un recurso valioso y escaso, doble motivo para pensar lo necesario
que es gestionarlo, temas que abordamos detenidamente en los temas 1 y 2, a lo que agregamos que
hay tiempos determinados para la vida cotidiana (familia, ocio, soledad) y tiempo para el trabajo
incluyendo el estudio. Conocer el significado del tiempo y que es posible gestionarlo, nos llevó a
considerar dos aspectos que son consustacionales al mismo, la dimensión racional y emocional. Si bien
el tiempo requiere de planificación, administración, evaluación (dimensión racional), la manera en cómo
lo vivimos, cómo lo usamos o lo perdemos impacta directamente en las emociones. Es así como una
planificación deficiente nos conduce a experimentar emociones que se traducen en muchos casos, en
estrés, un mal que atraviesa y está presente en el ámbito tanto laboral como estudiantil.

En el tercer tema, se abordaron los elementos de planificación del tiempo, se trató de hacerlo evitando
las complejidades que tiene el tema en sí mismo. La planificación eficaz, considera 3 etapas: definir
objetivos, fijar prioridades y programar las tareas. Una propuesta que esperamos puedas integrar como
apoyo a un estilo de vida que busca calidad y rendimiento.

Finalmente, presentamos a los “ladrones del tiempo”, un nombre que nos permitió identificar aquellas
situaciones que impiden optimizar el tiempo del que disponemos, sea en el estudio como en el trabajo.
Al igual como señalamos en el módulo anterior, gestionar el tiempo implica disciplina, esfuerzo y
perseverancia, tres cualidades que también debemos cultivar si queremos que la vida de cada cual sea
aprovechada al máximo sobre todo cuando hay “tanta vida y tan poco tiempo”.

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Referencias
Almonacid, H. (2017). Optimezation. La clave del tiempo para alcanzar el éxito en la vida (Primera ed.).
Santiago, Chile: RIL editores.

Belli, S. (2010). Lenguaje y emociones. Athenea Digital(17), 307-312. Recuperado el 17 de Junio de 2020
Bustinduy, I. (2015). La gestión del tiempo (Primera ed.). Barcelona, España: UOC.

Csikszentmihalyi, M. (2007). Aprender a flui (Quinta ed.). Barcelona, España: Kairós.

Gan, F., & Triginé, J. (2012). Gestión del tiempo (Primera ed.). Madrid, España: Ediciones Díaz de Santos.

Torres, J. (2017). Gestión del tiempo, recursos e instalaciones (Primera ed.). Madrid, España: CEP, S.L.

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