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KETTY TICONA
ANA BELEN
QUISPE ALANOCA
2do AÑO
2020
Bcb inversion publica
A principios de la década de los ochenta, Bolivia sufrió una reducción significativa en sus
niveles de inversión3 ; por una parte, la crisis de la deuda externa impuso serias restricciones
financieras que no pudo ser correspondida por un incremento proporcional en el ahorro
interno. Adicionalmente, la escasez de recursos nuevos deterioró las cuentas fiscales que
tuvieron que ser financiadas internamente a través de una mayor emisión monetaria,
provocando una aceleración inflacionaria, forzando a un significativo ajuste fiscal a través de
recortes en la inversión pública. Por otra parte, una mayor inestabilidad macroeconómica
asociada con los "shocks" externos y con las dificultades de estabilizar la economía por parte
del gobierno, resultó en una menor inversión pública y privada.
Sin embargo la recuperación de la economía fue lenta y entre los principales factores que
contribuyeron a este comportamiento, se menciona la caída del precio del estaño en el año
1986 y la drástica reducción en el precio efectivo recibido por las exportaciones de gas natural
a Argentina, principales recursos naturales de Bolivia. Esta crisis económica también ha
enfrentado problemas vinculados a la baja tasa de inversión, resultado de serias restricciones
presupuestarias tanto en el sector público como en el privado, fruto de esto, las políticas
públicas en los años 90 se enfocaron en la atracción de capitales extranjeros como principal
fuente de inversión en el país.
El efecto que tiene el gasto público y sobre todo la inversión pública en la economía puede ser
mejor entendida si se analiza el efecto expulsión (crowding out) y el efecto atracción (crowding
in) que se genera sobre la inversión privada, la cual es un determinante importante del nivel de
producción y de empleo y por tanto del crecimiento de un país. El efecto expulsión se da
porque el gasto público tiende a competir con la iniciativa privada por los recursos escasos, del
mismo modo al tratar de financiar el gasto público se sacan recursos del sistema financiero y al
volverse estos más escasos aumenta su precio (la tasa de interés) lo que desincentiva la
inversión privada. Por otro lado está el efecto atracción que se puede dar por tres razones
como lo señalan Belloc y Vertova (2004); el primer motivo radica en que el gasto en
infraestructura incentivaría a la iniciativa privada a invertir, el segundo motivo está en que las
empresas ya establecidas podrían ver un aumento en su productividad y finalmente el
incremento que se origina en la demanda por un aumento en la inversión aumentaría las
ganancias de la actividad privada.
En síntesis, y de los estudios de referencia podríamos obtener dos resultados comunes: El
gasto público tiene algunos componentes que son motivo de distorsión en la economía que
por tanto tienen un efecto negativo sobre la misma, y que en todo caso parece existir un nivel
óptimo de gasto público que al ser sobrepasado originaría un deterioro en el crecimiento
económico. Otro aspecto común que se puede inferir es que algunas áreas de la inversión
pública como ser infraestructura (transporte, caminos y comunicaciones entre otros),
educación o gastos en aquellas áreas que tienden a garantizar la propiedad privada (policía o
gasto militar) tienen una incidencia positiva en la economía y que en el peor de los casos su
incidencia sería nula.
- Apoyo para mejoramiento de Oportunidades de Negocio Productores Rurales, cuyo objetivo
central es Incrementar los ingresos de los pequeños productores organizados, “mejorando el
acceso a los mercados de los productores rurales pobres de áreas seleccionadas del país, a
través de modelo de alianzas productivas entre pequeños productores rurales organizados y el
comprador” (costo total aproximadamente 13.5 millones de $US)
Inversión Pública “La Inversión Pública en los últimos 12 años ha sido financiada
mayoritariamente con recursos propios, fruto de la aplicación del MESCP, que permitió
disponer de recursos suficientes para encarar una gran cantidad de programas de inversión
pública en infraestructura, en el sector productivo y en el sector social; lo que permitió
impulsar la industrialización de los recursos naturales, reducir la desigualdad y mejorar el
acceso a los servicios básicos” El modelo económico neoliberal mantenía bajos niveles de
inversión debido a que se consideraba que ésa era una responsabilidad del sector privado y de
las empresas extranjeras, en tanto que los recursos públicos eran destinados mayormente a
gasto corriente y eran insuficientes para financiar el presupuesto. Entre 1994 y 2005 tan sólo
se destinó a inversión pública un promedio anual de $us 562 millones, financiado mayormente
con recursos externos (créditos y donaciones) condicionados a la aplicación de determinadas
políticas, y obtenidos de manera concesional debido a que Bolivia era vista como un país pobre
y altamente endeudado. En el 2005, última gestión del periodo neoliberal, el 63% de los
recursos destinados a inversión pública provinieron de fuentes externas y sólo el 37% de
financiamiento interno. Como resultado de este modelo, existía un déficit de infraestructura,
bajos niveles de acceso a servicios básicos y una inversión productiva casi inexistente. A partir
del 2006, como resultado de: la nacionalización de los sectores estratégicos (hidrocarburos,
minería, energía, servicios), la austeridad en el gasto público, el incremento de las reservas
internacionales netas (RIN) y la elevación de los ingresos tributarios; el Estado pudo captar los
excedentes producidos por los sectores estratégicos de la economía y utilizarlos para financiar
inversiones con recursos propios, como: i) proyectos en transporte y comunicaciones para
integrar al país, como carreteras y aeropuertos; ii) inversión productiva en hidrocarburos,
minería, energía, industria y en el sector agropecuario impulsando la industrialización de los
recursos naturales en suelo boliviano; iii) inversión social destinada a mejorar el acceso a los
servicios básicos, reduciendo la desigualdad entre los bolivianos. Entre el 2006 y el 2017,
Bolivia registró cifras récord con una inversión pública promedio de $us 2.858 millones
anuales, que en este último año fue financiada en un 80% con recursos internos y tan sólo un
20% de recursos externos
Siguiendo los lineamientos del MESCP, el PDES y la Agenda Patriótica 2025, el Estado es el
principal inversionista e impulsor del crecimiento económico. La inversión pública seguirá
apoyando la integración nacional, el proceso de industrialización y coadyuvando a mejorar la
calidad de vida de la población.
FUNDACION MILENIO
Para el período
2006-2017, en un lapso de 12 años, la inversión pública ha
movilizado un monto total de alrededor de US$ 33,000 millones,
y con la prioridad puesta en la construcción de carreteras y en
menor medida en la actividad hidrocarburífera. Así pues, el 30.8
por ciento de la inversión se dirigió al sector de transportes, el
11.3 por ciento a hidrocarburos y el 9.2 por ciento. Otras áreas
como salud y saneamiento básico, en el sector social,
obtuvieron el 5.6 por ciento y 5.2 por ciento de la inversión
total, respectivamente.
UDAPE