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TEMA: RESPPONSABILIDAD DEL ABOGADO

CARRERA: DERECHO

PARALELO: 1

DOCENTE: HEIDY RIBERA

INTEGRANTES: ICELA MARICEL BRAVO MENDEZ

ABIGAIL SHEYLA SALAS CASTELLON

CAMILA DAMARIS BERNA FLORES

ALISON NIKOL QUISPE BARRIOS

ANGELA ROSADO GUZMAN

SANTA CRUZ, 09 DE OCTUBRE DE 2019

RESPONSABILIDAD DEL ABOGADO


PRESUPUESTO DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL DEL ABOGADO

La tendencia doctrinaria en la materia considera que son solo cuatro los


elementos de la responsabilidad civil:

1) Antijuricidad

La antijuricidad consiste en un obrar contrario a Derecho: la conducta que


contraviene deberes impuestos, por el ordenamiento jurídico.

Cuando la responsabilidad civil es contractual, la antijuricidad resulta de la


transgresión de obligaciones pactadas en un convenio previamente concluido
entre el letrado y su cliente, que tiene fuerza de ley, para ello se integran por lo
tanto el ordenamiento jurídico, aunque su obligatoriedad este circunscripta a
solo las partes contratantes.

Tratándose en cambio de la responsabilidad extra-contractual, la antijuricidad


resulta de la violación a la ley en sentido material.

Pero sin perjuicio de lo que antecede, la ilicitud puede producirse también por
infracción a las especificas normas relativas al ejercicio de la profesión de
Abogado, como ser entre otras: el patrocinio y defensa del cliente obrando con
lealtad, buena fe, lo que comporta también el deber de no abandonar
intempestivamente, la intervención en el juicio, y no patrocinar o asesorar la
simultanea o sucesivamente a ambos litigantes en un mismo pleito, o aceptar la
defensa de una parte, si ya hubiese asesorado a la otra, como Igualmente en
función de apoderado, a interponer los recursos pertinentes contra toda
sentencia adversa, concurrir al Tribunal los días de notificaciones en la oficina o
Secretaría, suscribir o presentar los escritos necesario, asistir a las audiencias
judiciales, y en general activar el procedimiento.

2) Relación de Causalidad

Igualmente constituye un requisito ineludible de la responsabilidad civil la


existencia de una vinculación causal “adecuada”, entre el proceder del
profesional y el perjuicio sufrido por el damnificado; en forma tal que el
Abogado no seria responsable, pese a la incuria incurrida, si igualmente se
hubiese producido el perjuicio, como sucede por ejemplo, cuando pese, a no
haberse contestado una demanda, la condenación del cliente era de toda forma
inevitable, dado que el, era deudor pero reclamado.

Ahora bien, en el caso del abogado, el problema resulta mucho más, complejo,
atento que el “factun”, sindicado como dañoso es un hecho científico o técnico,
“cuyo dominio pertenece al profesional y no al cliente”, el abogado, es quien
diseña la estrategia jurídica del caso que presenta, defiende y conoce las
opciones doctrinales, tendencias jurisprudenciales, el sabe los pasos que debe
seguir y por donde empezar el proceso y proseguir hasta su conclusión, el
cliente del profesional es normalmente un ignorante del campo científico,
técnico sin conocimiento alguno, en muchos casos llega a que analfabet0o, en
que se mueve su co-contratante.

Bueres, Bustamante, Alsina y otros; dicen: en general se acepta que la prueba


de una relación causal adecuada entre la conducta del abogado y el daño,
queda a cargo del damnificado. Pero ello, no es así en los casos de los
llamados presunciones de causalidad, en lo que es, en cambio, el sindicado
como presunto responsable, quién para poder eludir tal responsabilidad puede
mostrar la inexistencia del vínculo causal, o sea que el daño provino de otra
causa ajena con relación a él.

El caso fortuito, el caso de un tercero extraño, el comportamiento de la propia


víctima lo cual es así; Por cuánto entonces no Existirá responsabilidad en razón
de no medir una relación de causalidad adecuada entre el hecho en sí y el
perjuicio sufrido por el damnificado este último es lo que sucede en muchos
casos de responsabilidad objetiva y en las denominadas obligaciones de
resultados son asumidas por los abogados, las que encajan sin duda dentro el
marco conceptual de aquel tipo de responsabilidad.

3) Factores de atribución de la responsabilidad

Puntualizaremos lo siguiente en lo que respecta al tema:

La responsabilidad Civil del abogado está inmersa en la evolución, acelerada y


profunda, que experimenta el conjunto de las materias dentro del mapa jurídico,
por cierto, una variante de la responsabilidad de los profesionales lo cual sin
embargo ostenta las notas y propiedades generales y comunes de la
responsabilidad civil.

Se dice, la índole más identificatoria de la presentación del abogado Configura


una obligación de medio, no dé resultado. En la presente afinada con cargas
más arduas frente a los cambios sociales y jurídicos, las diversificadas y
complejas especializaciones y la escarpada tarea de interpretación que esas
mismas mudanzas provocan.

La subida de la estructura social, el intenso servicio del derecho a la


información, la participación activa de la gente en cuanto le atañe en su vida de
relación, el poder de la opinión pública, el retorno de las formas directas o semi
directas, democrático continuo, la cientificidad de la prueba, la fuerte
conflictualidad detenciones y problemas que comprometen la paz social la
multiplicación de las acciones o procesos de alta complejidad o de tramitación
complicada la apertura a valerse de métodos alternativos de mecanismos de la
justicia privada como técnicas complementarias de solución de controversias la
gravitación de los fenómenos e instituidos económicos sobre el mundo del
derecho, el auge del arbitraje comercial, la repercusión decisivas de
sofisticadas pruebas científicas, entre otros ingredientes punzantes, obligan al
abogado actuar con el peso decisor y compañía de la pericia y demás aspectos
aludidos qué tanta influencia ejercen sobre el corredor de lo jurídico.

Sin embargo, al margen de todo lo expuesto qué puede haber sido aquellas
obligaciones que ha contraído al abogado ante su cliente, existe para el
primero también algunos deberes jurídicos establecidos legalmente, sea como
comportamiento positivo a cargo del profesional, o bien como prohibiciones o
deberes de conducta negativos, de omitir o no realizar ciertos procederes.

Debemos considerar con mucho cuidado la crisis de la abogacía, Porque si hay


en este momento una crisis ética de la abogacía, ella no es motivada por fallas
de un grupo social qué tendría el liderazgo de lo inmoral, sino por razones que
incluyen a la sociedad global. La consideración de ese fenómeno o crisis,
entiende, debe hacerse desde los siguientes enfoques:

a) Ético, con determinación de lo debido Y su casuística.


b) Educativo, por la ignorancia de la deontología jurídica.
c) Sociológico, mediante la investigación de los modos de manifestación y causa
de las transgresiones. En la indagación sociológica advierte que una causa es
la plétora de abogados. Ya lo había señalado Bielsa, en su obra La Abogacía;
Padilla, en su libro Ética y Cultura Forense; y Parry, Ética de la Abogacía. El
exceso numero de Abogados en nuestro medio, hace que hagamos un
replanteamiento con respecto a los planes de estudio y exigencias; y bien
señala que dicha plétora conduce al denominado proceso d proletarización de
profesionales liberales, decaen los Horizontes de Progreso económico; los
flamantes abogados se ven obligados a conformarse conejo con empleos de
distinta índole para asegurarse entradas fijas. Consideró que el ejercicio de la
abogacía, no puede inmunizarse de un generalizado proceso de subversión de
valores, en que el económico adquiere, señala prioridad en arras de alcanzar
determinados niveles de Confort o “Status de consumo”; en nuestro país, el
tanto tienes, y tanto vales, gravita muy pesada mente, consciente o
subconscientemente en el en el denominador común de las personas,
acicateada a vivir ávidamente un presente , rico en expansiones y placeres,
en el contorno de la filosofía Materialista de la vida.

Entre las formas frecuentes de inconducta profesional, vamos a poder


encontrar las siguientes:

Negligencia en la atención de los asuntos; falta de estilo en los escritorios.

Demora o omisión en rendición de cuentas al cliente;

Incumplimiento en los deberes de Propiedad y buena fe; expresiones ofensivas


al colega en la escuela del juicio.

Inobservancia de los deberes de cortesía entre colegas en el pleito.


Promoción de juicios y entre otras más podemos considerar Como por ejemplo
desviar las cuestiones civiles, a la jurisdicción penal, con propósitos coactivos;
Asimismo la asociación con personas legas, sin la debida delimitación
defunciones y sin asignar al letrado la categoría Qué le depara su condición de
profesional universitario; también no guardar en todos los actos de la vida
privada y pública, el decoro exigido por la jerarquía profesional.

Analicemos Cuáles son las causas de la inconducta de Los profesionales


abogados y aquí encontramos, digamos, las de orden general subjetivas:

Ausencia de un Severo sentido de responsabilidad profesional, “in sito” en la


conciencia moral del abogado.

Insuficiente valoración de la abogacía, como institución y profesión


sustentadora del derecho y la justicia, posición negativa esta que obsta a la
exigencia de una conducta situada por encima del nivel moral de la
generalidad. Entre las de orden objetivas podemos encontrar:

1) influencia de la crisis moral ambiente.

2) falta de una formación ética tanto en el plano específico como general.

3) aislamiento de los nuevos egresados dificultad de ambientación por falta de


conductos adecuados.

4) poca eficaz acción preventiva y represiva de las infracciones.

Y como las de orden particular podemos encontrar las siguientes:

1) La ineficiente preparación jurídica y técnica, frente a la expansión y


complejidad cada vez mayor del derecho positivo; la inadecuada
organización de los bufetes y una dinámica profesional determinada
principalmente por prácticas tribunalicias y procedimientos judiciales
defectuosos por inactuales.
2) Dificultad en lograr un mínimo de seguridad económica para el profesional y
su familia.

Pero también al margen de lo que hemos señalado, también creo que


contribuye en no poca medida, el no haberse alcanzado hasta el presente el
logro del propósito señalado en nuestra constitución política qué es: afianzar la
justicia. Hay que ser sinceros, no pasa de ser una aspiración al consolidar la
independencia del poder judicial, en aspectos Aparentemente subalternos, pero
que hacen a su pleno y eficaz desempeño. En la medida en que los poderes
políticos del estado, redes cobran que la justicia es uno de los poderes del
estado, Qué hace a la seguridad a la paz al progreso de la nación y no una
mera repartición más de las muchas qué proliferan en el estado moderno;
muchas de las fallas apuntadas continuarán y se multiplicarán. Aquí viene la
pregunta que nos hacemos ¿Qué nos pasa a los abogados para que todavía
no logremos realizar el ideal de una justicia rápida? De lógica que vivimos para
defender el derecho de nuestros clientes, proclamamos como ideal de nuestra
lucha el Imperio de la justicia. Y seguimos pidiendo y administrando Justicia
metidos en el expediente, con esa caricatura de justicia, que arrastra a través
de hojas y papel sellado, utilizando los mismos instrumentos de hace años.
Sabemos que los cambios que se han presentado en nuestro país, nos dan
una gran oportunidad y este es, en el momento actual el pleito supremo que
tenemos entre manos, facilitará la justicia los medios e instrumentos legales
para hacerla rápida y efectiva; el proceso oral debe ser una realidad, y por ello
debemos crear conciencia social, para que los gobernantes se decidan a
implantar lo y encuentren en la sociedad, la convicción que ningún recurso
fiscal, puede ser mezquina o para instalar los tribunales, qué número de
causas y la naturaleza del nuevo proceso hagan indispensables. Por ello en
cierta medida diremos que necesitamos técnicas adecuadas para el resguardo
de la ética profesional, y podemos decir que debe propender se a la
codificación de normas de ética uniforme. La potestad disciplinaria sobre los
abogados debe atribuirse a los pares de la jurisdicción, sean estos abogados
en ejercicio, profesores universitarios o jueces, de acuerdo con lo que la ley
establezca y organice en cada jurisdicción con recursos adecuados para ante
el poder judicial, y sin perjuicio del ejercicio de esta potestad por los tribunales
judiciales en el respectivo proceso, en que ellos conozcan.

Para el juzgamiento de las faltas de ética es conveniente arbitrar un


procedimiento simple, de naturaleza inquisitiva, que asegure suficientemente,
por lo demás, la audiencia y la prueba al imputado; hidratarse a los tribunales
del personal y elementos necesarios para su normal desenvolvimiento.

Para el abogado llegue a cumplir íntegramente su función social, cuando se


hallare intereses encontrados, debe intentar y agotar los medios convenientes
para advenir a las partes en pugna, aún en desmedro de una mejor retribución

en caso de litigio. Por su alto ministerio y como regulador del entendimiento


humano, corresponde, se Halle cabalmente compenetrado de que la lucha ante
el tribunal no es rigurosamente necesaria ni ventajosa, ella ha de constituir la
última radio y antes de acudir a los estrados de la justicia, tiene el indudable
deber de conciliar.

Adopción en las casas de justicia, de un ordenamiento más racional, la


modernización de las prácticas tradicionales, la incorporación de medios
técnicos adecuados para la recepción de los actos procesales, así como un
mayor de coro indignidad de los ambientes de trabajo, tanto de los tribunales
como de los bufetes, crearán condiciones favorables al correcto
comportamiento forense.
Los derechos procesales que se acuerden a los litigantes no deben ser
ejercitados por el abogado, maliciosa o abusivamente.

TABLAS DE RUI BARBOSA

Legalidad y libertad son las tablas de la Ley del abogado”. En ellas encierran
para las síntesis y de los mandamientos. No desamparar para la justicia, ni
cortejarla. No faltarle la fidelidad debida ni negarle el consejo. No desertar de la
legalidad hacia la violencia ni cambiar el orden por la anarquía. No preferir
poderosos o desvalidos, ni rehusar el patrocinio de estos contra aquellos. No
servir la justicia sin Independencia no torcer la verdad ante el poder. No
colaborar en persecuciones o atentados, ni patrocinar la iniquidad o la
inmoralidad. No reusar la defensa de causas impopulares o peligrosas cuando
ellas son justas. Allí donde pueda verificarse, aunque más no sea un adarme
de justo derecho no negar afligido el consuelo, con la Imparcialidad de un juez
de sentencia. No convertir el estado en mostrador me el saber en mercancía.
No mostrarse sumiso con los grandes, ni arrogante con los miserables. Servir
al opulento con avidez y a los indigentes con caridad, amar la patria, amar
mucho al prójimo, guardar fe en Dios, en la verdad y en el bien

Propuestas y mensajes más realistas de la actividad del abogado de cines del


Milenio inicio desde próximo milenio:

1. Ese marco económico Social cultural en el que pre domina una diferentes
Cala de valores es más amplia y cualificada información y el protagonismo
activo y continuo de la gente. Con fuertes y nuevas de mandas cargadas de
calor Social que afanosamente porfiarían por el congreso equilibrador de la
solidaridad qué es un principio que nosotros debemos apoyarnos porque se
ha visto que simplemente las solidaridades es la salvación de nuestro país.
2. El rol preventivo y una dominante sesgo negociador que se superpone y
desplaza al clásico letrado del proceso judicial adversarial: es de lógica que
nuestro país se debe buscar la situación de la conciliación y el arbitraje que
prácticamente están entrando muy de moda.
3. La interiorización de un energía y efectiva tutela de los derechos humanos a
través del juego cierto de número mayor de técnicas garantista sabemos
que esté Milenio está declarado a los derechos humanos y al respeto a la
gente sobre todo en Bolivia que tenemos que hacer prevalecer los mismos
4. La incidencia decisiva del derecho transnacional y de los tratados
Enriquecedores de la Constitución de doméstica y el derecho interno.
5. La cada vez mayor complejidad y cientificidad de las acciones objetos y
tipos de proceso
6. Finalmente, el Brinco del proceso individual, al colectivo, con lo que ello
representa la escala subjetiva; y en la correcta comprensión de los
fenómenos y métodos procesales.
El profesional abogado jamás te ve poseer sentimientos color y coso
indicativo frente a su cliente ya que con ellos no llega ninguna parte en todo
caso será mejor que no lo has visto tiene que controlar el caso en que la
emoción trate de la dueña harto de euros a venir esta relación con su
personalidad entrar en juicios limpio tratando y aportando elemento para
inflar Esther la situación del juicio porque no decir que el abogado cuándo
realizar un trabajo debe medir el tiempo hacer una pausa su vida cotidiana y
mirar un tanto detenidamente custodio de vez en cuando repasar lo ha
contado Sagrada Biblia para luego ir a ver esos de tus dos edificios que son
llamados “ Cárceles” .

Abogados Liberadores de presos , que se consideran grandes penalistas ,


sin serlo , origen de la situación con tanto vergonzosa de ir a visitar la
cárcel haciendo ofertas de liberar a determinado por eso se menos de 30
días son aquellos que te dedican a mirar con el desasosiego y la angustia
de personas detenidas aprovechando la desesperación de sus familias no
escatiman ni miden sus palabras para desvalijarlos o comprometer la
habilidad de magistrados o funcionarios ; Lastimosamente son abogados ,
si por ellos fueran hasta cobran en especies , especialmente aquellos
abogados que atienden a personas que se encuentran implicadas dentro de
la ley 1008 ,cobrando en especies como ser : automóvil , departamentos ,
terrenos , y si esto fuera poco engañando con argumentos , dicen ser
amigos del Juez o Fiscal y exigen dinero para ellos .

Abogados industriales de las exhibición de presión que valen 20 de la


materia la demagogia la hipocresía y vilipendiando a sus colegas arrebata
no un caso sin tomar en cuenta la ética profesional sobre todo
aprovechando la situación psicológica del delincuente que se encuentra
completamente desorientado en este caso el cliente como una perdiz
mareada para terminar esta parte de la responsabilidad de lado a como dice
crímenes que rechazo todas oposiciones de técnica y ética y espalda la
formación tomate y comunica del abogado su tiene asimismo que la
conducta Morales la primera condición para ejercer la abogacía .

“El abogado debe saber de derecho, principalmente debe ser un hombre


recto.”

Catón dijo que el abogado era un hombre que se ve bien que sabe hablar y
que en el siglo XVIII el francés Camús de final abogado como un hombre de
bien capaz de aconsejar y defender a sus ciudadanos idea que
complemento con esas palabras agrego al talento de hablar y de aconsejar
a mismo tiempo que la abogado habla y escribe como un orador quiero que
piense y razone como un jurisconsulto .- pero estable con mi definición
sobre la misma base sobre la que Cantón un funda la tuya la calidad de
hombre de bienes siempre lo primero
4) diferenciación de medios y fines

Obligación de medios es, la que solo impone diligencia y actitud para


cumplir las medidas que habitualmente conducen a un resultado pero sin
asegurar su obtención; obligaciones de cines en cambio lo que compromete
un concreto resultado de terminado en el caso de los abogados la
obligación que suele subir es de medio lado que no se puede comprometer
a ganar un juicio litigio si no únicamente a poner de tu parte todos
conocimientos, aptitud, empeño y dedicación en la procura del resultado
espera pero no asegurado lastimosamente en nuestro medio, acostumbran
nuestros profesionales a garantizar el juicio hacen promesas de que si , el
juicio se va a ganar lo cual es incorrecto.

CUESTION DE HECHO Y DE DERECHO

Lastimosamente en lo que se refiere a culpa o negligencia del Abogado, se


ha formulado igualmente otro distingo o trascendencia, entre las cuestiones
de hecho y de derecho.

Al Abogado le corresponde la selección de los hechos, normas y desarrollos


argumentativos, no puede simplemente a reproducir las circunstancias
fácticas que le fueron expuestos por su cliente, no que debe aprenderlas y
valorarlas a la luz de las preceptivas e instituciones jurídicas, prepara una
defensa acumulando todos los antecedentes, organizara el caso, preparar
la prueba desarrollara la teoría aplicable y elaborara la documentación
destinada a convencer a los jueces de la razón que asiste a su cliente, sin
que ello quiera decir que se tenga que recurrir a medios dolosos para llegar
a la objetivo marcado.

Por tanto, la responsabilidad del Abogado empieza desde el momento de


que el cliente se asoma a la oficina y el profesional decide aceptar la
asistencia de la misma.

No solo basta de que los Magistrados conozcan a la perfección las leyes


escritas, sino también conocer la sociedad en que esas leyes tienen que
vivir.

CULPA PROFESIONAL

Se dice que existe la culpa profesional. Cuando por negligencia, descuido,


falta de precaución, por imprudencia o impericia, no se ha obrado como se
debería haber hecho, provocándose así un daño.

Podemos decir que, culpa profesional es aquella en la que incurre una


persona que ejerce una profesión, al faltar a los deberes especiales que ella
le impone.
En el caso de los Abogados, ministros de la Corte Suprema de la Nación,
Magistrados, Vocales y Jueces, pueden ejecutar actos o incurrir en
omisiones perjudiciales para quienes usan sus servicios, aún para terceros.

De toda culpa profesional resulta la responsabilidad civil profesional, que,


como toda responsabilidad, emerge de la transgresión de un deber jurídico
preexistente en la obligación de resarcir, por medio de una indemnización el
perjuicio ocasionado a otros sujetos, con esa conducta contraria al derecho.

RESPONSABILIDAD DEL ABOGADO POR CULPA

Podemos decir que la culpa del deudor, en el cumplimiento de la obligación,


consiste en la omisión de aquellas diligencias que exigiere la naturaleza de
la obligación, y que le correspondiesen, a las circunstancias de las
personas, del tiempo y del lugar. Esto nos enseña de que existe culpa,
cuando el profesional abogado, por negligencia, descuido, podemos decirlo,
o por dejadez, falta de precaución, imprudencia y porque no decirlo también
por impericia, no se obro como habría debido hacerse, provocando un daño.

RESPONSABILIDAD PROFESIONAL DEL ABOGADO

Menéndez, en su libro "Ética profesional", define a la responsabilidad como


sinónimo auténtico de "conciencia": la obligación de rendir cuenta de los
propios actos. La responsabilidad como deber es entendida como la
obligación de responder nuestros actos ante un tribunal. Se habla de
responsabilidad moral cuando el tribunal es Dios o la propia conciencia, la
responsabilidad legal (o específicamente, civil o penal) cuando el tribunal es
el Poder Judicial.

Bien sabemos que esta profesión requiere dedicación consagración, por lo


que es recomendable que el letrado polarice los esfuerzos en ella y no se
prodigue en actividades distintas, a veces inconciliables, como las que
menciona la norma. Hoy en día la profesión necesita su especialización así
de este modo, el abogado pueda trabajar únicamente dentro del área que le
corresponde.

La función del abogado aun mirada desde el punto de vista pragmático, de


interés particular suyo y de sus patrocinados es mucho más digna y
circunscripta, consiste en la defensa honesta del derecho subjetivo de su
cliente. Pero si el abogado no es digno, ni respetable, ni honesto,
difícilmente lograra la adhesión de los demás, puede que tenga clientes,
pero a la larga no será otra, que la de los que marginan la moral, el
derecho, o incluso estén incursos en el delito.

El abogado debe ser una persona honesta e irreprochable, el abogado debe


tomar en cuenta debe ser una persona limpia y correcta en su vestir,
evidentemente que su situación económica no le da grandes lujos, pero por
lo menos debe tener un estatus en su manera de vestir, sus actos, sus
manifestaciones, el seleccionar de sus amistades entre personas honestas.
Se puede llegar a ver a profesionales abogados mal vestidos, en estado
inconveniente, haciendo escándalos en vía pública, haciendo gala de ser
abogados, en restaurantes, o locales públicos es un tanto vergonzoso ver
profesionales durmiendo en la cantina, manifestando ser abogados y que
nadie puede ni deberá hacerle nada, haciendo prevalecer su situación de
profesional con actos de soberbia, de altanería, faltando a la autoridad,
demostrando pobreza en cuanto a comportamiento.

El abogado debe mantener el honor y la dignidad profesional, no solamente


es un derecho, sino un deber, y combatir por los medios lícitos, la conducta
moralmente censurable de los jueces y colegas, denunciándolos ante las
autoridades competentes o a los colegas de abogados, el espíritu de lucro
es extraño en la abogacía ´´El abogado aunque deba defender su derecho a
la dignidad, retribución de su trabajo, debe tener presente que el provecho,
es solo un accesorio del fin esencial de la profesión, y no puede constituir
decorosamente el móvil determinante de su ejercicio, porque de ser así,
estuviera contra los mandamientos del gran jurisconsulto.

No es aceptable que el abogado se esculpe de errores, ni pretendiendo


descargar su ira en otras personas u incurrir en actos ilícitos, en nuestro
medio lamentablemente aquello de justificar con alguna excusa sabiendo
que el abogado ha actuado con una irresponsabilidad, con negligencia,
imprudencia o impericia, es ahí cuando debe resarcir los daños y perjuicios
causados al cliente, si el abogado es consciente intentara dar soluciones,
cuando sea posible y defendiendo gratuitamente

El alma de la toga de Osorio. - nos dice ´´ el abogado, la rectitud de


conciencia es mucho más importante que el tesoro de los conocimientos.
Primero es ser bueno; segundo: ser firme; y tercero: ser prudente; cuarto:
ser ilustrado; quinto: ser experto o perito´´.

Bien sabemos que en nuestro entorno existe abogados ¨picaros¨ aquellos


que no practican los valores morales.

La fuerza de un abogado está en el acabado conocimiento de lo


verdaderamente justo, en la total devoción del derecho vigente. El deber
profesional, fielmente y bien adquirido es la gloria del abogado, debemos
amar la profesión y dar honor a ello, a pesar de que en nuestro país esta
mal vista, siempre debemos tener la esperanza de que esta profesión
llegara a corregirse y encaminarse.

RELACION CLIENTE ABOGADO


El abogado debe ser puntual y llevar a cabo oportunamente las diligencias
propias de la actuación profesional.

Siempre que el caso admita un arreglo justo, el abogado debe aconsejar al


cliente que evite el litigio mediante ese arreglo, o que ponga término al juicio
mediante transacción.

El abogado debe evitar controversias con los clientes por el pago de


honorarios, hasta donde ello sea compatible con su dignidad y con su
derecho a recibir una compensación razonable por sus servicios; sin
embargo, podrá recurrir a la demanda judicial contra el cliente para hacer
efectivo su crédito, cuando ello fuere necesario. es deber del abogado
guardar los secretos y confidencias de su cliente. Este debe perdurar aún
después de la terminación de los servicios y se extiende a los empleados
del abogado y ni éste ni aquellos podrán ser forzados a revelar tales
confidencias, salvo que ello sea autorizado por el cliente.

La relación que existe entre el abogado y su cliente siempre deberá ser


sincera y cordial, sobre todo enmarcado en la verdad y si se tratase de
materia penal el cliente deberá brindarle al abogado toda la información
necesaria detallando hasta el más mínimo detalle para que el abogado
asuma una buena defensa.

RELACIÓN JURÍDICA
Es el vínculo jurídico, establecido y regulado de manera legal, entre dos o más
sujetos respecto a determinados intereses, en virtud del cual, una persona
tiene la facultad de exigir algo (sujeto activo), que otra debe cumplir (deber
jurídico a cargo del sujeto pasivo de la relación).
En este caso estamos hablando de la relación jurídica entre el abogado y el
cliente mediante un contrato. El contrato entre abogado y cliente lo debemos
tipificar como un contrato en cualquiera de sus órdenes, a pesar de la crisis que
existe hoy en día en lo que respecta a contrato.
Existen diversas opiniones sobre la relación Abogado-Cliente:
A) Para algunos autores la relación que vincula al abogado con su cliente, se
dice que es de Mandato, y como mandato se debe entender lo que
determina el Art. 804 del Código Civil que nos dice que el mandato es el
contrato por el cual una persona se obliga a realizar uno o más actos
jurídicos, por cuenta del Mandante. Por lo tanto, con mandato se refiere a
un contrato que tiene lugar, cuando una persona da a otro poder para que lo
represente en su nombre.
B) Para otros autores la relación que vincula al abogado con su cliente, es una
Locación de Servicio porque consideran que se trata simplemente de una
forma de trabajo, por el cual el abogado promete a su cliente la prestación
de su servicio de forma independiente, pero respetando las normas del
contrato, y sin garantizar su resultado, mientras que el cliente promete una
remuneración económica.
C) Otros autores sostienen que la relación que vincula al abogado con su
cliente, es una Locación de Obra, pero sin prometer un resultado, y el Art.
732 del Código Civil se refiere por contrato de obra a que el abogado
contratado asume por sí sólo e independientemente la realización del
trabajo prometido a cambio de una remuneración convenida.
D) Otros sostienen que esta relación jurídica entre abogado y cliente es un
Contrato de Trabajo por el cual el abogado presta su servicio y debe
seguir las instrucciones del contrato, pero no se toma en cuenta el resultado
del trabajo, porque aquí lo que interesa es el trabajo en sí mismo que esté a
realizado. La remuneración se paga con relación al tiempo trabajado.
En definitiva, el abogado está en presencia de un contrato Atípico porque no
tiene un modelo fijo.
El carácter de un abogado se lo mide en su comportamiento que tiene en una
audiencia cuando está de defensor. El cliente puede hacer la ruptura del
contrato si pierde la confianza de su abogado y debe cancelar los honorarios
correspondientes al trabajo efectuado. Pero en el caso de haber sido un pacto
de cuota litis donde el abogado conviene con el cliente que sus honorarios se
percibirán a condición o en función del resultado positivo, entonces el cliente
puede prescindir de su servicio solo si paga todos los gastos que el abogado
haya hecho para lograr los buenos resultados.
Existen varios críticos a la profesión de abogado porque se les tilda como
malos y corruptos porque hacen ver lo blanco negro, pero también existen
dignos abogados que buscan poner las cosas en orden, que usan la razón para
buscar la justicia.

EL SECRETO PROFESIONAL
El Código Penal en lo referente al secreto profesional determina que quien
teniendo conocimiento de un secreto en virtud de su profesión y los revelará sin
justa causa o lo usará en beneficio propio o ajeno, será sancionado con
privación de libertad de tres meses a un año y multa de 30 a 100 días. El
abogado tiene el deber y el derecho de guardar el secreto que su cliente le ha
confiado y no debe perjudicarlo.
Se distingue dos clases de secreto:
A) Natural: es independientemente de todo contrato, se entiende a todo lo que
ya sea descubierto por investigación propia o por confidencia del cliente y
no puede divulgarse. Lo exige la moral y el orden público porque si el
abogado revela los secretos afectaría a la garantía de defensa de
inviolabilidad de defensa en juicio.
B) Profesional: es inherente a la profesión del abogado y debe
corresponderse a la confianza que el cliente deposita en su abogado, es
obligatorio que el abogado guarde los secretos y no perjudique a la defensa
de su cliente en la audiencia.
DIVORCIO Y RESPONSABILIDAD
En Bolivia a aumentado el número de demandas de divorcio, lo que lleva al
abogado a reflexionar sobre la reparación de los daños morales ocasionado al
cónyuge inocente o los perjuicios patrimoniales que provoca el divorcio mismo.
Un esposo puede demandar al cónyuge culpable en reparación del perjuicio
sufrido a causa del divorcio y el juez que conoce la causa puede condenar al
culpable a la reparación de daños que haya causado por su conducta
antijurídica. Por lo que la sanción resarcitoria corresponde a todo supuesto en
que se ocasione a otro un daño injusto, tanto en el ámbito de los derechos
patrimoniales como derecho familiar.
En el divorcio existen daños:
A) Morales: los padecimientos sufridos por la víctima durante el matrimonio
por el comportamiento ilícito del cónyuge culpable, por ejemplo, cuando el
esposo le es infiel. Este daño moral también puede ser resultado del lucro
cesante, el daño patrimonial y la pérdida de una ganancia legítima o de una
utilidad económica por parte de la víctima o sus familiares por culpa del otro
cónyuge.
B) Emergente: corresponde al valor o precio de un bien o cosa que ha sufrido
daño o perjuicio, y su indemnización está destinada a reponer ese bien.
Este daño emergente también producirá la necesidad de un tratamiento
médico para la recuperación de su personalidad psíquica si ella resultare
alterada.

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