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EL SISTEMA ESPECIAL

DE LOS EMPLEADOS
DEL HOGAR

DERECHO DE LA PROTECCIÓN SOCIAL


Curso 2020 – 2021
UNIZAR
Grupo 31, Subgrupo 1

Artiga Bonet, Lucía


Martínez Anadón, Andrea
Nicolás Comín, Ainoa
Polo Zarazaga, Lucía
ÍNDICE………………………………………………………………………………… 1

1. INTRODUCCIÓN …………………………………………………………………... 2

2. REQUISITOS DEL RÉGIMEN………………………………………………………


3

3. ÁMBITO DE APLICACIÓN, FORMA Y PRUEBA……………………………….. 4

4. CAPACIDAD PARA CONTRATAR: ALTA, BAJA Y AFILIACIÓN……………..


4

5. COTIZACIÓN A LA SEGURIDAD SOCIAL……………………………………….


5

6. ACCIÓN PROTECTORA…………………………………………………………… 8

6.1 PROTECCIÓN POR INCAPACIDAD TEMPORAL………………………...


8

6.2 PROTECCIÓN POR CONTINGENCIAS PROFESIONALES………………


9

6.3 DESEMPLEO………………………………………………………………
10

7. PROCEDIMIENTOS DE INTEGRACIÓN Y DIFICULTADES…………………...


11

8. CONCLUSIONES.…………………………………………………………………. 12

9. BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………… 13

10. LEGISLACIÓN…………………………………………………………………… 14

1
INTRODUCCIÓN

En este trabajo vamos a desarrollar en profundidad la relación laboral que se establece


con aquellas personas que prestan sus servicios en el ámbito del hogar familiar,
resaltando las diferencias entre estos trabajadores incluidos en un sistema laboral de
carácter especial frente a los trabajadores ordinarios incluidos en el Régimen General de
la Seguridad Social. 

Según el artículo 2.1 en su apartado b del Estatuto de los Trabajadores se consideran


incluidas en las relaciones laborales especiales aquellas relativas al servicio del hogar
familiar. Así pues, las relaciones laborales especiales del servicio del hogar familiar son
las que relacionan al titular, como empleador y al empleado que presta servicios
retribuidos por cuenta ajena en el ámbito del hogar familiar de aquel. 

Este sistema es uno de los Regímenes especiales incluidos en el Régimen General de la


seguridad social, en el que se regulan los servicios domésticos bajo cualquiera de sus
modalidades, desde el cuidado del hogar hasta labores de guardería o jardinería. 

En España, en el año 2012 se calculaba que eran un total de 700.000 las personas
dedicadas a prestar servicios en este ámbito del hogar familiar, siendo sólo alrededor de
321.000 los que cotizaban en la Seguridad Social. Este sistema tenía grandes injusticias,
dejando a los trabajadores desprotegidos y sin grandes garantías por lo que, de acuerdo
con la disposición adicional trigésima novena de la Ley 27/2011, de 1 de agosto, el
Régimen Especial de la Seguridad Social de los Empleados del hogar quedaba integrado
en el Régimen General de la Seguridad Social, cobrando efectos desde el 1 de enero de
2012 y tratando así de aproximar las condiciones de estos trabajadores a la del resto. 

Antes de pasar a formar parte de uno de los regímenes especiales contenidos en el


Régimen General de la Seguridad Social, los empleados del hogar estaban regulados en
el Real Decreto 1424/1985, de 1 de agosto. 

Este resulta un tema de interés en la actualidad porque la mayoría de servicios de este


tipo, hoy en día, suelen permanecer como economía sumergida, por lo que con la
introducción de estos trabajadores en el Régimen General de la Seguridad social y la
consecuente regulación, lo que se pretende en parte es obtener las cotizaciones de estos
empleados, que no se producían ya cuando formaban parte del Régimen especial, de ahí

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la necesidad de una mayor concreción de esta nueva regulación. Del mismo modo, se
consigue mediante esto una mayor protección de los trabajadores del hogar, así como su
equiparación con el resto de trabajadores ordinarios.

REQUISITOS RÉGIMEN

Como ya se ha visto anteriormente, la relación laboral del servicio del hogar familiar
tiene carácter especial, estando regulada por el Real Decreto 1620/2011, de 14 de
noviembre y apoyado este carácter especial por el art. 2.1.b del Estatuto de los
trabajadores. 
 
Los requisitos para que se de esta clase de relación laboral de carácter especial están
contenidos en el art. 1 del Real Decreto ya mencionado. De este, se deduce que las
partes contratantes serán el empleador, exigiendo que se trate de una persona física que
figure como titular del hogar familiar y el trabajador, que realizará su trabajo de acuerdo
a los requisitos de los contratos de trabajo, siendo estos realizar el trabajo de forma
personal, voluntaria, retribuida y por cuenta del empleador. 
 
Además, el art. 2 de este mismo Real Decreto excluye ciertas relaciones de ser
reguladas por este régimen, quedando fuera a tal efecto las relaciones concertadas por
personas jurídicas, de carácter civil o mercantil, que se regirán por la normativa laboral
común; las relaciones concertadas a través de empresas de trabajo temporal, reguladas
según lo establecido en la Ley 14/1994, de 1 de junio, por la que se regulan las
empresas de trabajo temporal; las relaciones de los cuidados profesionales contratados
por instituciones públicas o por entidades privadas; las relaciones de los cuidadores no
profesionales consistentes en la atención prestada a personas en situación de
dependencia; las relaciones concertadas entre familiares para la prestación de dichos
servicios domésticos cuando quien los preste no tenga la condición de asalariado y los
trabajadores que actúan a título de amistad, benevolencia o buena vecindad.  
 
Además, este mismo artículo nombra en su segundo apartado la necesidad de acreditar
la naturaleza laboral de las relaciones de colaboración y convivencia familiar, mediante
las que se prestan determinados servicios realizados a cambio de comidas, alojamiento o
simples compensaciones de gastos. Si dicha naturaleza no se acredita, no se entenderán
comprendidas en el ámbito de esta relación especial.
 
Se presumirá la existencia de la relación laboral de carácter común, como dice el tercer
apartado del artículo, la relación del titular del hogar familiar con un trabajador que
además de prestar servicios domésticos, realiza otros servicios ajenos a este hogar. Al
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igual que en el caso anterior, se requiere prueba en contrario para ser considerada una
relación de las que este real decreto trata.  
 
El art. 1.4 del Real Decreto regula ciertos requisitos en relación con el objeto de dicha
relación laboral, que serán tratados más adelante. 
 
Entendemos pues, que estarán incluidos en este sistema especial como empleados del
hogar, todos los trabajadores mayores de 16 años, que presten servicios exclusivamente
domésticos en la casa que habite el titular del hogar familiar y por los que perciba un
sueldo o remuneración. 

ÁMBITO DE APLICACIÓN, FORMA Y PRUEBA

En el año 2011, la Disposición adicional primera de la Ley 32/1984, de 2 de agosto, que


regulaba el carácter especial de la relación de servicio del hogar familiar, fue sustituida
por el vigente Real Decreto 1620/2011 de 14 de noviembre, que viene a regular
materias similares, con las novedades que han ido apareciendo desde la primera
regulación reglamentaria.

Atendiendo a la definición que da la norma en su artículo 1.2, se considera relación


laboral especial del servicio del hogar familiar "la que conciertan el titular del mismo,
como empleador, y el empleado que, dependientemente y por cuenta de aquél, presta
servicios retribuidos en el ámbito del hogar familiar."

Por lo tanto, las partes de esta relación son el empleado del hogar y el empleador, siendo
el objeto el servicio prestado en la casa en la que se realiza, tratándose de tareas
domésticas o cuidado del hogar, incluyéndose también la atención realizada a los
miembros del ámbito familiar.

El empleado del hogar tiene que estar sujeto a un contrato en el que acuerde prestar sus
servicios libremente, de forma dependiente y por cuenta del titular del hogar familiar.
Dichos servicios se deben prestar a cambio de una remuneración. 

El contrato de trabajo puede celebrarse por escrito o de palabra, siendo esta última la
forma más común. A falta de acuerdo escrito, se entiende que este servicio es por
tiempo indefinido y a jornada completa, salvo que se diga lo contrario. Esta ha sido una
de las novedades que ha introducido la nueva regulación de 2011.

Otra de las modificaciones que se incorporaron a la nueva norma fue la duración del
periodo de prueba, siendo anteriormente de quince días, contando solo en los que se
prestaran servicios y actualmente de un máximo de dos meses, además de la existencia
de un preaviso de siete días en caso de desistimiento durante este periodo.

CAPACIDAD PARA CONTRATAR: ALTA, BAJA Y AFILIACIÓN 

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Respecto del alta, baja o afiliación para los empleados del hogar, se les aplica lo
dispuesto en la LGSS. Esto es así porque el artículo 136.2.b) LGSS establece que los
trabajadores comprendidos en el Sistema Especial para Empleados del Hogar quedan
incluidos en el campo de aplicación del RGSS. 

La afiliación es el acto por el que se integran en el Sistema de Seguridad las personas


físicas que por primera vez realizan una actividad profesional incluida en el ámbito del
mismo. Por tanto, solo habrá que afiliar al trabajador del hogar que no haya trabajado
nunca dentro del Sistema de Seguridad Social, ya que la afiliación solo se realiza una
vez y es vitalicia. Deberá promoverla el empleador antes de que el trabajador comience
a prestar servicios presentando un documento oficial a la Dirección Provincial de la
TGSS en la que está inscrita la empresa, aunque en este caso sería la del lugar del
domicilio. Si no lo hace, se trata de una infracción grave. No obstante, el trabajador que
va a ser afiliado debe solicitar previamente un número de afiliación, si es que no lo
tiene. Si el empresario no lo ha afiliado, podrá promoverla el trabajador, o la propia
TGSS de oficio. 

Respecto al alta, se trata del acto por el que se le reconocen a una persona que inicia una
actividad dentro del RGSS los derechos y obligaciones que le surjan. La obligación de
dar de alta a un trabajador es del empleador, que debe instarla antes de que el trabajador
comience a prestar servicios. No obstante, si el empresario incumpliese su obligación, el
trabajador o la propia TGSS puede instar el alta, al igual que en la afiliación. 

La baja es el acto por el cual se excluye a un sujeto del campo de aplicación del RGSS.
Debe solicitarla el empresario en los 3 días naturales siguientes al cese del trabajo, salvo
que exista alguna autorización especial que prorrogue ese plazo. En caso de que el
empresario incumpla con su obligación, el trabajador puede instarla y la TGSS
practicarla de oficio.

Sin embargo, para este régimen especial existe una particularidad, ya que cuando el
empleado trabaje menos de 60 horas puede acordar con su empleador ocuparse
personalmente de los trámites de afiliación a la Seguridad Social, así como las altas,
bajas, el ingreso por ellos mismos de sus cotizaciones y otras variaciones de datos.

Un caso controvertido reciente en cuanto a la importancia de dar de alta a un trabajador


del hogar es el del portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique. La sentencia
485/2019 de 27 de septiembre del Tribunal Superior de Justicia de Aragón condena a
este a una sanción de 11.040€ por no haber dado de alta en la seguridad social a su
empleado del hogar, abonándole  en efectivo el salario sin ningún tipo de factura por la
prestación de sus servicios.

COTIZACIÓN A LA SEGURIDAD SOCIAL

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El Régimen Especial de la Seguridad Social de los Empleados de Hogar queda
integrado en el Régimen General y sus términos y alcance se establecen en la
Disposición Adicional 39ª de la Ley 27/2011, de 1 de agosto, sobre actualización,
adecuación y modernización del sistema de Seguridad Social.

Anteriormente, y desde el punto de vista de la protección social de estos trabajadores, se


les dispensaba una protección encuadrada entre la de un trabajador común y un
trabajador de Régimen especial. Igualmente, desde el punto de vista laboral, estos
trabajadores eran tratados de una forma similar a los trabajadores autónomos en cuanto
a actos de encuadramiento y cotización. Por ejemplo, si el trabajador realizaba su
servicio de forma parcial o discontinua tenía éste la obligación de cotizar por sí mismo.

Esto cambia desde la entrada en vigor de la reforma introducida por la Ley 27/2011, de
1 de agosto, sobre actualización, adecuación y modernización del sistema de Seguridad
Social por el que ha quedado integrado en el Régimen General con efectos a partir del 1
de enero de 2012. Los empleadores son los que han de cotizar a la Seguridad Social
siempre y desde la primera hora trabajada, independientemente de la clase de jornada
que realice el trabajador, y se establecen 15 tramos de cotización diferentes en función
de las escalas salariales en lugar de una base única y tarifada de cotización.

Este proceso de inclusión en el Régimen general supone un régimen transitorio hasta el


año 2019 (2012-2018), en el que se establecen las bases de cotización de estos
trabajadores en función de la remuneración salarial que perciban, equiparándolas así a
las cotizaciones del régimen general.

Tram Retribución mensual Base de cotización


o
euros/mes euros/mes

1.º Hasta 240,00 206,00

2.º Desde 240,01 hasta 375,00 340,00

3.º Desde 375,01 hasta 510,00 474,00

4.º Desde 510,01 hasta 645,00 608,00

5.º Desde 645,01 hasta 780,00 743,00

6.º Desde 780,01 hasta 914,00 877,00

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7.º Desde 914,01 hasta 1.050,00 1.050,00

8.º Desde 1.050,01 hasta 1.144,00 1.097,00

9.º Desde 1.144,01 hasta 1.294,00 1.232,00

10.º Desde 1.294,01 Retribución mensual

De esta forma, a partir del año 2019, las bases de cotización por contingencias comunes
y profesionales se determinan en función a lo establecido en el art. 19 LGSS, que
“tendrán como tope máximo las cuantías fijadas para cada año por la correspondiente
Ley de Presupuestos Generales del Estado y como tope mínimo las cuantías del salario
mínimo interprofesional vigente en cada momento, incrementadas en un sexto, salvo
disposición expresa en contrario”.

Por otro lado, en cuanto a los tipos de cotización aplicables, diferenciamos entre
cotización por contingencias comunes  o por contingencias profesionales.

-        En la cotización por contingencias comunes, respecto de la base de cotización que


corresponda según el tramo en que se sitúe el trabajador en función de su trabajo, se
aplicarán los anteriores tipos de cotización.  Y a partir de 2019, el tipo de cotización se
establecerá con carácter general para el Régimen General de la Seguridad Social. El tipo
de cotización sobre la base establecida anteriormente en función del salario del
trabajador será del 28,30%, siendo el 23,60% a cargo del empleador y el 4,70% a cargo
del empleado.

-        En la cotización por contingencias profesionales, Sobre la base de cotización


correspondiente, se aplicará el tipo de cotización previsto en la tarifa de primas
aprobada por la DA 4ª de la Ley 42/2006, de 28 de diciembre, de Presupuestos
Generales del Estado para el año 2007, en redacción dada por la disposición final quinta
del real decreto-Ley 28/2018, de 28 de diciembre (con vigencia indefinida) (clave
epígrafe 97), siendo la cuota resultante a cargo exclusivo del empleador.

Además, para el año 2020 se mantiene lo establecido en el artículo 4.2 del Real
Decreto-ley 28/2018, de 28 de diciembre, que reduce un 20% la aportación del
empresario a la Seguridad Social por contingencias comunes en el Sistema Especial de
Empleados de Hogar, como establece el artículo 7.3 del Real Decreto-ley 18/2019, de
27 de diciembre. Los beneficiarios  de esta reducción son los empleadores que hubieran
contratado y dado de alta en el Régimen General a un trabajador dedicado a las
actividades del hogar a partir del 1 de enero de 2012.

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Además, en supuestos especiales se concede una bonificación, aplicable a la
contratación de un único empleado por unidad familiar, hasta llegar al 45% de
reducción, como es el caso de las familias numerosas, en los términos previstos en los
artículos 2 y 9 de la Ley 40/2003, de 18 de noviembre, de protección a las familias
numerosas.

El encargado de ingresar las cuotas a la Seguridad social es el empleador, tal como


establece el Régimen General de la Seguridad social, aunque podrá pactarse que sea el
propio trabajador el encargado de esta actuación cuando no supere las 60 horas
mensuales de trabajo conforme al artículo 43.2 del Real Decreto 84/1996, de 26 de
enero, que aprueba el Reglamento General sobre Inscripción de Empresas y Afiliación,
Altas, Bajas y Variaciones de datos de Trabajadores en la Seguridad Social. Y el ingreso
de las cuotas de cada mes se realizará durante el mes siguiente.

ACCIÓN PROTECTORA

En virtud del artículo 251 LGSS, los trabajadores incluidos en el Sistema Especial para
Empleados del Hogar tienen derecho a las prestaciones de la Seguridad Social en los
términos y condiciones establecidos en RGSS, salvo algunas peculiaridades. Estas
excepciones se refieren al subsidio por incapacidad temporal y su pago, las
contingencias profesionales y el desempleo. 

PROTECCIÓN POR INCAPACIDAD TEMPORAL

Como consecuencia de la regulación de los empleados del hogar en el un régimen


especial dentro de la Seguridad Social se produce en estos una mejora de sus derechos,
equiparándose a los establecidos para los trabajadores del régimen general, aunque con
ciertas peculiaridades. 
 
Igual que los trabajadores del régimen general, los empleados del hogar cuentan con una
protección por incapacidad temporal, dentro de la cual se diferencian diferentes
supuestos. 
 
En el caso de que la Incapacidad Temporal derive de una contingencia común o un
accidente no laboral, a raíz de la reciente regulación de este régimen especial de los
empleados del hogar, dichos trabajadores comenzarán a percibir un subsidio desde el
cuarto día de baja. Esto supone un gran avance para esta clase de empleados, que
antiguamente solo comenzaban a recibir la prestación por incapacidad temporal a partir
del día 29 de su baja.
 
El abono de esta prestación quedará a cargo del empleador desde el cuarto día hasta el
octavo, siendo después el Instituto Nacional de la Seguridad Social el que se haga cargo
de abonar este subsidio a los empleados del hogar según el art. 251 de la ley general de

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la seguridad social. Además, el importe de dicho subsidio será el 60% de la base
reguladora desde el cuarto día hasta el veinteavo, siendo a partir del día siguiente la
prestación percibida del 75% de la base reguladora. 
 
Esta regulación de incapacidad temporal por contingencia común es diferente para el
caso de los trabajadores incluidos en el régimen general, cuya prestación nace también a
partir del cuarto día, haciéndose cargo de ella el empresario desde ese día hasta el día
15, pasando después a ser responsabilidad de la seguridad social o de la Mutua. En
cuanto a los porcentajes aplicables a la base reguladora para averiguar la prestación que
corresponde en cada caso, serán aplicables los mismos que para los empleados del hogar
ya mencionados. 
 
Otra importante novedad en este régimen especial es la inclusión de otras contingencias
a efectos de recibir retribuciones por incapacidad temporal, ya que antes de esta
ampliación, los empleados del hogar solo tenían protección ante contingencias
comunes. 
 
En el caso de las contingencias profesionales o accidentes laborales, los empleados del
hogar contarán con la misma protección que la de los demás trabajadores por cuenta
ajena, contando ambos regímenes, tanto el general como este especial, con un subsidio
que se cobrará a partir del día siguiente al accidente o enfermedad y que alcanzará el
75% de la base reguladora durante el tiempo que dure la incapacidad. 
 

PROTECCIÓN POR CONTINGENCIAS PROFESIONALES

En el año 2011 se amplió la protección por contingencias profesionales a los


trabajadores incorporados en el Régimen especial de la seguridad social de los
empleados del hogar. Esta ampliación, supone la protección del trabajador ante
contingencias por accidentes y enfermedades laborales, de la misma forma en que se
recogen las contingencias profesionales en el Régimen General para el resto de
trabajadores no incluidos en un régimen especial.

Las prestaciones a las que tendrán derecho los empleados del hogar son: asistencia
sanitaria, recuperación profesional, subsidio por incapacidad temporal, prestaciones por
incapacidad permanente, prestaciones por muerte y supervivencia e indemnizaciones a
tanto alzado por lesiones permanentes no invalidantes, derivadas de accidente de trabajo
o enfermedad profesional.

A estos empleados no les será de aplicación el recargo de las prestaciones económicas


en caso de accidente o enfermedad laboral por falta de medidas de prevención de
riesgos laborales.

Para acceder a las prestaciones económicas que correspondan por contingencias


profesionales uno de los requisitos más importantes será cumplir con las obligaciones en

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materia de afiliación y alta de este Régimen especial, en lugar de las del Régimen
General. El incumplimiento de estas obligaciones por parte del trabajador impedirá el
acceso de este a las prestaciones pertinentes.

Otro requisito necesario es estar al corriente en el pago de las cuotas a la Seguridad


Social. Si el empleado debe alguna de ellas se llevará a cabo un mecanismo de
invitación al pago.

Una vez se reconozca el derecho a cobrar estas prestaciones se harán cargo del pago, al
igual que si hablásemos del Régimen General, la entidad gestora o la mutua
correspondiente de accidentes y enfermedades laborales de la Seguridad Social.

Algo muy importante es que antes de la integración de este régimen especial al régimen
general de la seguridad social, la obligación de cotizar correspondía al empleado. En
cambio, tras la incorporación esta obligación pasó a pertenecer al empleador.

DESEMPLEO

El tercer apartado de la Disposición adicional trigésima novena de la Ley 27/2011 de 1


de agosto, sobre actualización, adecuación y modernización del sistema de Seguridad
Social, establece que “los trabajadores incluidos en el Sistema Especial para Empleados
de Hogar tendrán derecho a las prestaciones de la Seguridad Social en los términos y
condiciones establecidos en el Régimen General de la Seguridad Social, con las algunas
peculiaridades”. Una de estas peculiaridades, en concreto la del apartado f) establece
que la acción protectora del Sistema especial para empleados del hogar no comprenderá
la correspondiente al desempleo, sin perjuicio de las iniciativas que puedan establecerse
respecto a la renovación de la relación laboral. Esto se dispone también en el artículo
251 LGSS. 

A pesar de que estos empleados del hogar no tengan derecho a prestación por
desempleo, existe la posibilidad de que estos reciban este subsidio si en los seis años
anteriores a su alta en la seguridad social como empleado del hogar, cotizó al menos
360 días en el RGSS o en otro régimen que cuente con cotización por desempleo.
Además, se exige el requisito de que este empleado no hubiera abandonado su puesto de
trabajo en el hogar familiar voluntariamente, pasando así a cobrar el subsidio por
desempleo sin tener en cuenta que durante el periodo de tiempo que trabajó como
empleado del hogar, no cotizó para esta prestación. 

Como consecuencia de la crisis sanitaria del COVID-19, se concedió la opción de


solicitar  un subsidio extraordinario al colectivo de los empleados del hogar para
subsanar la falta de actividad. Para poder acceder a él, debían cumplir con una serie de
requisitos: haber estado de alta en el Sistema Especial de Empleados de Hogar del
Régimen General de la Seguridad Social antes del 14 de marzo de 2020, fecha de
entrada en vigor de la declaración del estado de alarma; que se hubiera extinguido su
contrato de trabajo por causas ajenas a su voluntad debidas al COVID-19; así como

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haber dejado de prestar servicios de forma total o parcial con carácter temporal por el
mismo motivo. La prestación debía solicitarla el empleado con una declaración
responsable de su empleador y aportando los documentos que se soliciten. Este subsidio
se podía pedir hasta el 21 de julio de 2020. En cuanto al cobro, se realiza según lo
establecido en los artículos 31 y 32 del Real Decreto-ley 11/2020, de 31 de marzo, que
establece que su cuantía resultará de aplicar a la base reguladora correspondiente para
ese trabajador un porcentaje del 70% pero sin poder alcanzar el Salario Mínimo
Interprofesional excluida la parte proporcional de las pagas extraordinarias. 

Este subsidio es muy relevante puesto que se trata de la primera ayuda por desempleo
que han podido percibir estos trabajadores puesto que este colectivo no cotiza por
desempleo a la Seguridad Social. 

PROCEDIMIENTOS DE INTEGRACIÓN Y DIFICULTADES

Al introducirse la reforma introducida por la Ley 27/2011, de 1 de agosto, sobre


actualización, adecuación y modernización del sistema de Seguridad Social por el que
queda integrado en el Régimen General con efectos a partir del 1 de enero de 2012, los
trabajadores o empleadores contaban con un plazo de 6 meses a partir de ese momento
para comunicar a la Tesorería General de la Seguridad Social que cumplían con las
condiciones exigidas para ser introducidos en el sistema especial de los empleados del
hogar, de forma que las normas del nuevo sistema espacial serán de plena aplicación a
partir del primer día del mes siguiente al cual se haya comunicado el cumplimiento de
los requisitos

En relación a esta nueva integración, y atendiendo al apartado 4 de la DA 39ª de la


misma Ley 27/2011 se pueden observar varios aspectos:

Se impone la obligación de comunicar a la TGSS el cumplimiento de estas condiciones,


tanto a empleadores como a trabajadores. Esto se produce porque a partir de la
integración la norma toma también en consideración a los trabajadores del anterior
Régimen Especial que prestaban servicios de forma parcial o discontinua y que ahora
han comunicar las horas trabajadas, para quién y cuál es su retribución. Por otro lado, la
expresión de la norma remarca que han de cumplirse unas condiciones para poder ser
integrados en el nuevo Régimen General, sin embargo, esto se contradice a lo
establecido en el apartado uno de esta Disposición adicional, según la cual el Régimen
especial y los trabajadores del mismo quedan integrados en el Régimen general a partir
del 1 de enero de 2012. Y por último, la norma no concreta el modo o procedimiento
que deben seguir estos empleadores o empleados para dicha comunicación con la
TGSS.

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En cuanto a las consecuencias de esta integración, cabe mencionar aquellos supuestos
en los que no se comunica pasado el plazo de 6 meses. En el caso de aquellos
empleados que desarrollan su trabajo de forma exclusiva y permanente su base de
cotización es la más alta de todas, por lo que puede dar lugar a un efecto de disuasión
puesto que puede darse el caso de que estos trabajadores cobren menos. Otro caso es el
de los trabajadores a tiempo parcial o discontinuo, o que trabajan al servicio de varios
empleadores, en cuyo caso, transcurridos los 6 meses sin comunicación quedan dados
de baja del Régimen General y por lo tanto, al parecer, también de la Seguridad Social.
Como se puede comprobar parece ser necesario un mayor desarrollo normativo para
matizar este tipo de cuestiones que puedan surgir y de ese modo, asegurar su
cumplimiento. Además, este tipo de servicios, hoy en día, permanecen en gran parte
como economía sumergida, por lo que con esta regulación, lo que se pretende en parte
es obtener las cotizaciones de estos trabajadores, de ahí la necesidad de una mayor
concreción de la misma.

CONCLUSIONES

Tras haber expuesto las peculiaridades más significativas de este sistema especial,
deducimos, entre otras, las siguientes conclusiones:

En primer lugar, consideramos que actualmente carece de sentido que estos trabajadores
se rijan en torno a un sistema especial en lugar de estar incluidos en su totalidad en el
régimen general, junto con el resto de trabajadores ordinarios. A pesar de que este
sistema pretende proteger a dichos trabajadores, sería más beneficioso equipararles a los
demás trabajadores, ya que hay cuestiones de su régimen por las que resultan
perjudicados respecto al régimen general, siendo la más significativa la relativa al
desempleo, pues si estos trabajadores quedasen incluidos completamente en el Régimen
General comenzarían a cotizar por esta contingencia y por tanto tendrían derecho a la
prestación en caso de quedar sin trabajo. 

Por otro lado, el hecho de que estos trabajadores se encuentren en un Sistema Especial
dentro del Régimen General ya supone un avance con respecto al Régimen Especial
anterior, pues con esto han quedado incluidos para la mayoría de situaciones en el
RGSS, siguiendo una regulación similar a la del resto de los trabajadores.  Además, con
esto, la obligación del empleador de realizar los actos de encuadramiento y cotización
pretende conseguir por parte de la Seguridad Social obtener las cotizaciones de estos
trabajadores, y por tanto una mayor recaudación, al no dejar en manos de los
trabajadores individuales tales actuaciones y consiguiendo así una mayor protección
ante posibles contingencias. 

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Desde nuestro punto de vista, no resultaría tan difícil incluirles completamente en el
régimen general a todos los efectos, dado que no son tantas las diferencias que les
separan del resto de trabajadores.

BIBLIOGRAFÍA

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AwuQQGZapUt-ckhlQaptWmJOcSoAaDDlozUAAAA=WKE

http://www.seg-
social.es/wps/portal/wss/internet/Trabajadores/CotizacionRecaudacionTrabajadores/107
21/10957/2222/2225

http://www.mites.gob.es/es/portada/serviciohogar/nueva-regulacion/segsocial/index.htm

LEGISLACIÓN

Real Decreto 1620/2011, de 14 de noviembre, por el que se regula la relación laboral de


carácter especial del servicio del hogar familiar.

Ley 14/1994, de 1 de junio, por la que se regulan las empresas de trabajo temporal.

Real Decreto-ley 11/2020, de 31 de marzo, por el que se adoptan medidas urgentes


complementarias en el ámbito social y económico para hacer frente al COVID-19.

Ley 27/2011 de 1 de agosto, sobre actualización, adecuación y modernización del


sistema de Seguridad Social

Real Decreto Legislativo 8/2015, de 30 de octubre, por el que se aprueba el texto


refundido de la Ley General de la Seguridad Social.

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Real Decreto 84/1996, de 26 de enero, que aprueba el Reglamento General sobre
Inscripción de Empresas y Afiliación, Altas, Bajas y Variaciones de datos de
Trabajadores en la Seguridad Social.

Ley 40/2003, de 18 de noviembre, de protección a las familias numerosas.

Real Decreto-ley 18/2019, de 27 de diciembre, por el que se adoptan determinadas


medidas en materia tributaria, catastral y de seguridad social.

Ley 42/2006, de 28 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para el año


2007

Real Decreto-ley 28/2018, de 28 de diciembre para la revalorización de las pensiones


públicas y otras medidas urgentes en materia social, laboral y de empleo

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